Unas palabras [Aki]

Recuerdo del primer mensaje :

He estado cuidando a los hijos postizos de Nobu, y a la novia. Ese Nobu desperdicia mi talento en ponerme de niñera. La verdad es que no me agradaron mucho esos chicos y estoy casi seguro que a Nobu tampoco le caen bien. La novia por otro lado es diferente, y entiendo que quiere marcar más puntos a su favor con ella, pero quien viera a mi viejo y honorable amigo rompiendo matrimonios. 
Ahora que estoy libre me han encargado algo más divertido. Nuestra zona, donde la mayoría de las familias del clan vivimos; obvio no toda la zona es de gente del clan, hay familias que simplemente viven en la zona y a las cuales tenemos bajo nuestra protección. Pero parece que hay un pequeño grupo que anda causando problemas.

Llego al lugar donde están y sonrío, es un grupo de unos seis chicos, son los clásicos vándalos que no saben hacer más que molestar a todo el que pueden.
Camino lanzando una mirada a aquella florería, no me gusta que estén tan cerca de ella. Espero que no les hayan amenazado o sino me voy a enojar mucho.
-Hola chicos- saludo con una gran sonrisa al grupito. De inmediato el que parece el que manda se levanta. Intenta ser amenazador.
-¿Qué?- me dice con tono tosco, pero mi sonrisa no se borra.
-Parece que han rondado esta zona últimamente y la gente no está muy feliz con eso- digo con amabilidad, casi me divierto con pensar en lo idiota que piensan que soy por acercarme a ellos, que seguro debo estar aterrado.
-Largate- dice como si no hubiera escuchado lo que he dicho.
-Si, lo haré, pero luego de que ustedes lo hagan- comento y mi sonrisa sigue impávida en mi rostro.
Ellos me rodean, y recibo un empujo, sueltan risitas y luego otro empujón.
-Oh, no hagan eso, intento ser amable- les digo ya con voz menos amable, mas bien resignada.
-¿Qué? ya no eres tan valiente- dice el jefe y los demás rien. Hace mucho ruido y creo que comienza a atraer la atención de las personas en sus casas y en los negocios.

Tohru:

El me explica porque no come en la cama, se podría decir que mi madre hace lo mismo, pero yo no siempre obedezco, de hecho si ahora estuviera en casa, seguro que mi cama sería mitad cama y mitad mesa con chucherías.
Habla con mucho cariño de su madre y sonrío, porque yo sé lo que es sentir eso por una madre, creo que es muy parecido a lo que siento con mi mamá.
-Suena a una persona maravillosa- pese a conocerla, obviamente no he tratado mucho con ella -No me molesta, de hecho me gusta escucharte- por lo general yo siempre hablo mucho, pero creo que no es tan malo callar de vez en cuando, como ahora.

Me río un poquito por como se disculpa, como si fuera su culpa que la cama es pequeña.
-¿En serio? ¡si, vamos a juntarlas- digo animado e intento levantarme, pero esta vez si que el esfuerzo me ha hecho sentir dolor. Se me olvidó mi herida. Me quejo y me cubro con la mano, espero que no se haya abierto por mi descuido.
Al final el se encarga de la cama y yo me quedo mirando como mueve los muebles para hacerlo.
Cuando la pega estiro mi brazo para que pase al otro lado, siento la sabana bajo mi piel se siente fresca.
-Así me gusta más, es suficiente para los dos- quito mi mano para dejarle el espacio, cierro mis ojos, la verdad es que si estoy cansado, tal vez las pastillas también ayudan a que tenga sueño -¿Aun tienes cosas que hacer?- pregunto porque creo que no podré cumplir el quedarme despierto por mucho tiempo.

Creo que él debe tener una buena relación con su madre, es a quien siempre le lleva las flores que compra con nosotros. Tal vez en eso seamos similares, sería lindo el tener algo en común y acercarnos un poco más.

-No hagas esfuerzo, puedo encargarme solo -la idea le ha gustado más de lo que esperé. Creo que mi opinión sobre Tohru ha cambiado un poco, sigo pensando que es una buena persona y muy amable, pero también veo que tiene un lado infantil adorable. Me gusta el poder conocerlo mejor, y pienso en lo tonto que fui por no haber hablado antes con él, pero las cosas suceden en el momento indicado y tal vez este era el nuestro- es verdad -entonces sí espera que duerma con él, será extraño pero no por el lado negativo- no te preocupes, he terminado -se le ve cansado, no podría decirle que me espere a limpiar la cocina, me levantaré temprano para hacer lo que falta- iré a asegurar la puerta, no tardo -salí para hacer lo que dije y solo guardé el resto de la comida y volví al cuarto. Antes de meterme a la cama me quité la chamarra y cambié mi camisa por una limpia- apagaré la luz, ¿está bien? -me acosté luego de apagar las luces y me acosté un poco lejos de él, así tendrá suficiente espacio- buenas noches -como creí es muy temprano, no tengo nada de sueño aún.

Al menos dice que ya no hará nada, no sé si es verdad o solo acepta porque yo me veo cansado, pero no importa cual sea, a mi me gusta saber pensar que lo hace por mi, me hace sentir especial y si es verdad que lo hace por mi, ojalá no lo hiciera porque, me conozco y no podré evitarlo, quiero aprovechar todo lo posible.
-Si- el sale para poner seguro en la puerta y yo me quedo con una sonrisa esperando.
Cuando regresa se prepara para dormir.
-Amm, si- no quiero que piense que soy un cobarde. Cierro mis ojos y respiro profundamente tratando de despejar mi mente. No es que me vaya a pasar nada, estoy en un lugar seguro.
-Buenas noches- respondo con voz débil.
Bien, está oscuro, yo estoy bien, estoy en casa de Aki, estoy con Aki. Pero aun así el sueño que podía tener se ha ido. Permanezco en la cama con los ojos bien abiertos, como si esperara que regresara la luz.
Con cuidado me muevo en la cama me deslizo hasta llegar cerca de él, no quiero sentirme solo, mis brazos estrujan su playera y prácticamente he terminado encima de él, ocultando mi rostro en su pecho y termino abrazándolo cuando creo escuchar algo. Lo recuerdo, me daba mucho mieo estar en silencio, pero era peor escuchar ruido, porque significaba que estaban regresando. Ese ruido que he escuchado me ha hecho sentir miedo y le abrazo con fuerza. Mi respiración está agitada, pero intento respirar lento como si con eso no fueran a escucharme.

Cerré los ojos para intentar dormir, es difícil si no estoy en mi horario ni tampoco agotado, aunque me duele un poco la espalda, no es un dolor intenso para caer dormido. Estoy feliz de poderme acercar más a él, pero la manera en que se dio es un poco preocupante, no me quito de la cabeza que aunque no soy responsable de lo que le sucedió, seguro que sin mi intervención no habría terminado así, pues de todas formas él se las arregló al final.

Solté un ligero suspiro y al sentir movimientos en la cama abrí los ojos. Primero pensé que tal vez él tiene un muy mal dormir y por eso es que dijo que la cama era pequeña, pero rápido puedo sentir que se aferra a mí y descarto esa idea.
[colocar=#cc0000]-¿Tohru? [/color]-hablé bajito ya que no sé si está dormido o despierto- o-oye -por inercia puse mis manos alrededor de él y traté de levantarme. No sé si es mi imaginación pero creo que está teniendo una pesadilla- oye, Tohru -como puedo lo coloco boca arriba y me inclino hacia él- ¿qué sucede? -pasé mi mano y sentí un poco de sudor en su cara.
Sin decir más me levanté a encender la luz y rápidamente volví a la cama, si tiene una pesadilla es mejor despertarlo.
-¿Qué pasa? Tranquilo -lo abracé y di unas palmaditas en su espalda. Eso me sorprendió mucho, mi corazón está latiendo muy rápido.

Una voz, y eso hace que me ponga tenso, espero escuchar esas voces, esas risas y burlas, no, pero suena diferente. Es diferente.
Noto a travez de mis párpados la luz, así que abro los ojos lentamente. Veo borroso, por la fuerza con la que los mantenía cerrados.
-Aki- le llamo, porque aunque aun no veo su rostro, porque sigue siendo una mancha difusa, noto su cabello, tiene que ser él.
Mi respiración comienza a calmarse lentamente, y lo miro ahora con la vista más clara.
-Lo siento yo… pensé que podría pero no puedo. No apagues la luz por favor- le pido y hablo como si acabara de correr un maratón, tengo que hacer pausas por culpa de que aun sigo agitado -si la apagas yo recuerdo cosas que no quiero- tallo mi rostro. Esto es tan vergonzoso, acabo de sufrir una apuñalada y vengo a asustarme cuando él apaga la luz.
No sé como superar esto, y me da tanta pena, porque yo, con todo lo que hago para el clan, las cosas que he hecho ¿ y le temo a la oscuridad?
Mi respiración se calma un poco, pero mis manos se han aferrado a su camisa, deseando que no me suelte de ese abrazo de ese consuelo que me da con unas palmaditas.
-¿no te molesta dormir con la luz?- pregunto porque si es así, yo no quiero molestarlo.

Me quedo expectante a lo que dirá y cuando menciona lo de la luz es que comprendo la situación. Solté un suspiro entre aliviado y preocupado, debí preguntar antes de apagarla pero no se me ocurrió.
-No tienes que preocuparte por eso, la dejaré encendida, ¿de acuerdo? -le regalé una sonrisa cálida para poder tranquilizarlo, pero inmediatamente mi rostro cambió a uno más preocupado. No preguntaré el por qué, él no me debe explicaciones y no quiero que sus sus malos recuerdos vuelvan, pero tal vez se deba a aquel incidente. Desde que comenzó a crecer me parecía que llevaba su vida normal, y hace un rato hasta me pareció tierna la forma en que pidió un espacio más grande para dormir, por eso olvidé que podría tener dificultades para dormir, ni siquiera lo contemplé- Tohru, puedes pedirme cualquier cosa para no sentirte incómodo. Si necesitas algo más por favor dilo. Tal vez no somos tan cercanos y no me consideres alguien importante, pero quiero ofrecerte de corazón mi ayuda, y no solo eso… -bueno, creo que esto deberá reservarlo para otro momento- así que… ¿necesitas algo más? -negué con la cabeza cuando hizo la petición directa de la luz, y ya que jala mi camisa me imagino que mi abrazo no le resulta incómodo, fue un reflejo.

Jalé las sábanas para taparnos y volví a abrazarlo, estoy nervioso, no debería pensar en la cercanía porque hago esto por otras razones, pero… no pensé que algún día podríamos estar tan cerca.
-Entonces… descansa -espero que no se dé cuenta que mis latidos van muy rápido. No estoy acostumbrado a abrazar mucho a las personas, no lo odio, simplemente me parece un acto muy íntimo y si hace un momento lo hice fue por reflejo.
Cerré los ojos para intentar dormir, tengo que calmarme, además dije que lo cuidaría y poder hacerlo en verdad debería hacerme sentir bien, no nervioso.

Asiento cuando dice que la dejará encendida, trato de calmar mi respiración, me doy cuenta del dolor en mi mandíbula por toda la tensión que estoy poniendo en todo mi cuerpo.
Inhalo, uno, dos, tres, cuatro. Retengo el aire, uno, dos, tres, cuatro y suelto el aire, uno, dos, tres, cuatro y repito eso, teniendo solo presente en mi cabeza los números y pensando en si toca respirar, retener o soltar. Con eso comienzo a sentir más calma y logro alegar aquellos recuerdos.
Lo miro al hablar, y siento una calidez en mi corazón al escucharlo hablar
-Eres importante- le digo cuando, mi voz aun es débil, pero no s{e si porque lo que ha pasado o porque decir eso me ha dado algo de pena.
-Solo que no apagues la luz- admito, esta vez he esquivado su mirada, me da mucha pena mostrar esto. Sé que a Evan se lo conté y lo hablé como si fuera cualquier cosa, solo algo para reír por lo ridículo que es. Pero no ha pasado esto frente a él. A Touji también le pedí que no apagáramos la luz, con el un siquiera hubo que explicarlo, aunque luego un día se lo conté. Asé que nadie a demás de mis padres ha visto esto. Pensé que tal vez, luego de tanto tiempo podría tolerarlo, pero no pude.
Me cubre con la sabana y me acomodo en sus brazos, buscan protección.
Me vuelvo a poner a contar en mi cabeza mientras respiro para relajarme un poco más y luego me acurruco hacia él para solo respirar su aroma.

Siento una extraña sensación en el pecho después de que me llama importante. Honestamente es difícil de creer, en primer lugar no hay una razón de peso por la que él me podría considerar una persona importante, pero también pienso en que no tiene motivos para mentirme, o tal vez es porque es demasiado amable.
-Eso… no lo esperaba -me siento avergonzado, hasta he respondido algo muy raro- si, la dejaré encendida -mis respuestas hacen notar mi nerviosismo, pero intento no pensarlo mucho para ser atento a la situación actual, no creo que le guste que me ponga a pensar cosas extrañas si él se está sintiendo ansioso.
Me quedé abrazándolo y con los ojos cerrados, y poco a poco siento que su cuerpo ya no está agitado y entonces abro mis ojos. No me moví para evitar despertarlo, e inevitablemente he aspirado el aroma de su cabello.
Esta situación es muy extraña pero agradable, no había estado con alguien así y experimentado esta sensación cálida, pero creo que las primeras veces siempre son así.
De nuevo cerré los ojos y mi mano comenzó a acariciar su cabello, él parece ya estar dormido y ese gesto ha sido por impulso, pero ya que estamos durmiendo creo que no le molestará. Al final de tanto pensar el sueño me fue venciendo, es increíble cómo hace un momento me agité y ahora me siento tan relajado.

Ya que dormí muy temprano, ni siquiera había sonado la alarma de mi teléfono cuando yo ya estaba abriendo los ojos. Debe ser bastante temprano, y al sentir mi brazo adormecido es que recuerdo la situación de anoche. Me quedé un poco recostado y miré la expresión dormida de Tohru, se ve tan tranquilo. Pero también recordé su rostro asustado de anoche y la preocupación llegó. Quiero saber más de él, quiero también averiguar la manera de que esas cosas no sucedan al menos cuando esté conmigo, pero no tengo certeza que él me quiera frecuentar de ahora en adelante. Dijo que soy especial pero tengo muchas dudas que me detienen a preguntar muchas cosas.
Me levanté con cuidado y lo cubrí con la sábana, y después salí a enjuagar mi boca para comenzar a limpiar lo de anoche y preparar las cosas para abrir la tienda. Antes de salir de casa tomé una hoja y escribí una nota, y la dejé en la mesa junto a su desayuno.

Buenos días.
Estaré en la tienda, no quise despertarte. Espero te guste lo que preparé.
Cuando termines puedes ir a verme.

Akira.

Con la luz y su abrazo logro conseguir calmarme y me dejo vencer por el sueño. Luego de episodios como este, yo suelo pasar una mala noche. Con pesadillas y amanezco con el cuerpo adolorido por todo lo tenso que me pongo durante toda la noche. Pero al menos esta vez no llegan las pesadillas, tal vez porque ya no soy un niño, y aunque me sigue afectando, me he vuelto un poco más fuerte, ¿o es acaso por que él está conmigo? fue la primera persona que me hizo sentir seguro luego de escapar, de pensar que iba a morir. Él me encontró, me hizo sentir tanto alivio y seguridad.

En algún momento abro los ojos, la habitación está iluminada por la luz del sol, y yo estoy completamente extendido en la cama, y él no está. Tallo mis ojos y me tomo algunos minutos para despertar mejor.
Me siento con flojera, casi con ganas de solo regresar a dormir. Tallo mi cara buscando despertarme un poco más. No escucho ruido en la casa, así que me levanto, miro un poco alrededor pero no lo veo. Paso a su baño y luego me pongo a limpiar un poco mi herida para cambiar la gasa, se ha pegado un poco, así que dejo mojo mi mano para humedecerla y así retirarla sin tanto problema.
Una vez listo salgo y veo el desayuno. Sonrío y me siento a comer y de paso leo esa nota que me ha dejado. Pero que tipo tan detallista, es realmente como lo imaginaba. Desayuno y termino todo. Me levanto para ponerme mis zapatos y bajo a verlo. Seguro que me veré ridículo saliendo con su ropa, pero no me importa.
-Hola, buenos días- le saludo con una sonrisa.

Mi madre me avisó que regresaría más tarde ya que necesitaba comprar algunas cosas para el negocio, así que yo me dispuse a limpiar la tienda y abrirla después de preparar todo. Tohru debe seguir dormido, tal vez debería ir a ver si amaneció mejor, pero… no puedo dejar el negocio solo. Solté un suspiro, todavía me siento nervioso por haber dormido a su lado, es algo irreal pero supongo él está acostumbrado a eso, de todos modos no es algo que pueda preguntar.
-Ah, buenos días -trae puesta la ropa que le presté- ¿desayunaste bien? -no pude prepararle gran cosa, en algunos aspectos soy un poco inútil, debería empezar a aprender sobre cocina, no puedo depender siempre de mi madre- ¿cómo dormiste? -no preguntaré sobre si tuvo una mala noche, no sentí que se despertara o estuviera inquieto, pero hay una posibilidad.
Le ofrecí un lugar para sentarse y yo me senté en un banco a su lado, y continué cortando lo maltratado a unas flores.
-Lo siento, no tuve tiempo de lavar tu ropa, así que si no te molesta puedes llevarte esa -le regalé una pequeña sonrisa. Seguramente querrá ir a su casa y ponerse algo más cómodo y descansar, yo le permitiría quedarse pero si lo pido, ¿no me vería raro? Es mejor si decide por sí mismo y no solo acepta porque es una persona amable.

Al poco rato llegó un auto y de ahí bajó el ya conocido hijo de esa familia, y después de un saludo se acercó a Tohru. Los miré interactuar disimuladamente, y después de unos minutos nos despedimos.
-Cuídate, espero que tu herida sane pronto -al menos no estará solo y eso me tranquiliza- nos vemos -creo que después de que sane podría venir de nuevo, no sé si quiere que seamos amigos ahora pero al menos conservarlo como cliente, y ahora me aseguraré de no solo decir buenos días.

Asiento con la cabeza sobre lo del desayuno, y miro un poco la florería, me gusta mucho este lugar.
-Muy bien, gracias-  me acerco a oler unas flores y sonrío al percibir ese fresco aroma que tienen.
Me senté en el lugar que me ofrece y no dejo de sonreír cuando me cuenta lo de mi ropa.
-No importa, no ya sirve- comento sin darle importancia a ese tema.
Luego de un rato creo que debería irme, no quiero, pero hay cosas que tengo que hacer, no puedo solo dejar mis responsabilidades.
Así que pienso a quien llamar para que venga por mi. De inmediato pienso en alguien de el clan, tal vez la costumbre, luego en Touji, pero el debe estar trabajando también, si es alguien del clan… Yuu, mmm no lo sé, seguro se preocuparía mucho y me regañaría por no cuidarme mejor. Chi, creo que es la mejor opción, además podríamos platicar un rato. Es así que lo llamo a él y le mando la ubicación para que logre llegar.

Cuando llega, no queda más que despedirme de Aki.
-Si, lo haré. Muchas gracias por todo. Nos vemos- hago una pequeña inclinación y me giro para ir con Chi. Le sonrío a mi amigo para que quite esa cara de preocupado y subimos al auto. Le platico como fue que me hirieron.
-El fue muy amable- suelto el comentario más para mi que para Chi.