You shook me \Mia\

Hace ya meses que he regresado, estuve cuidando a mi madre durante las primeras semanas, y tengo que decir que fueron unos días maravilloso. Podía sentir lo mucho que ella me necesitaba y la verdad es que yo la echaba mucho de menos. Lo quiera o no, ella es demasiado importante en mi vida, y aunque lo intenté no puedo solo sacarla de mi vida. Para mi mala suerte, ella no tiene mucho que ha comenzado a salir con un nuevo novio, y para evitar hacerla sentir mal, he decidido vivir solo. Aunque el piso que he rentado es un poco grande para mi solo, así que he pensado en compartir el lugar, no es que necesite ayuda para pagar la renta, pero creo que sería agradable tener a alguien para compartir la experiencia de independencia.

La zona en la que vivo es agradable, es una zona segura, y tranquila. Me he armado una pequeña rutina, pues al salir de la universidad, voy a un café donde suelo comer algo mientras estudio un poco. No soy para nada un prodigio, y como no tengo nada más a que dedicar mi tiempo, prefiero estudiar, y así poder seguir adelantando materias. Desde que me fui, logré adelantar un año a mis compañeros del colegio, ellos apenas se están preparando para ingresar a la universidad y yo ya estoy en una carrera. Me siento orgulloso de mi pequeño logro.

He pedido un baguette, y una soda. Tal vez no es la mas saludable comida del mundo, pero yo no se cocinar, y tampoco como demasiado, de hecho estoy mas concentrado en teclear en mi computadora que en mi comida. Pero prefiero adelantar mi tarea, es para la próxima semana, pero no me gusta andar a las prisas con estas cosas. A veces considero que debería buscar un trabajo de medio tiempo mas que nada por la experiencia, pero creo que lo haré hasta que sea apto para un empleo de oficina, los de media jornada en lugares de servicios creo que no son para mi.
El ruido en la zona aumenta un poco, muchas voces femeninas se vuelven parte del ambiente. Hay una escuela no muy lejos de aquí. Me he acostumbrado un poco a ello, y creo que sigo teniendo cierta popularidad entre las chicas. La verdad es algo lindo a halagador. Aunque no les presto demasiada atención, y solo regreso mi atención a la pantalla de mi laptop.

Ilkin:

Al terminar la clase unas compañeras me invitaron a regresar con ellas a casa. Aunque creo que solo es hasta el parque cercano, y de allí, luego de permanecer un rato platicando cada una se irá  con sus padres. De un tiempo para acá han sido amables conmigo, y al principio me pareció sospechoso pero las cosas no han salido mal en realidad. Se disculparon conmigo, intentaron acoplarme a su grupo y su insistencia fue tanta que me di cuenta que tal vez estaba siendo muy severa con ellas. Además yo estoy a poco tiempo de irme, pues terminando este ciclo estaré de regreso con mi familia. Eso me tiene un poco deprimida, pero también emocionada. Hay días que me siento motivada por haber superado ese horrible suceso, pero otros solo quiero quedarme  como estoy ahora. ¿Qué pasa si ellos no me quieren más? O si creen que soy una persona muy sucia, ¿cómo voy a confrontarlos? Sin embargo, recordar su amabilidad y cariño me hace desear volver antes verlos. Han sido tantos años, y hay días que en verdad los extraño. Pero también me gusta mi vida aquí. Al fin fui capaz de hacer amigas, y Emi y yo somos más unidas que nunca. Además papá y yo también somos más cercanos, y pensar que perderé los momentos con ellos me hace sentir muy triste.

Tomé mi mochila y salí junto a ellas. Son un grupo un poco grande, y tal vez por eso me siento segura de salir a la calle sin papá o el señor Touji.

Inmediatamente llegamos a la acera fuera del colegio, cogi mi teléfono y le mandé un mensaje a papá explicando porqué quería que me recogieran más tarde. Es la tercera vez que salgo con ellas, al principio él no quería darme permiso pero se dio cuenta que no hacemos nada mas que platicar, y luego yo no paro de hablar sobre esos temas que hablamos entre nosotras. Debo parecer una tonta, pero aún así él me escucha siempre.
Cuando llegamos al parque nos dimos cuenta que ese chico otra vez estaba ahí solo en la cafetería de enfrente. No me gusta tener hombres cerca, pero él luce tan calmado e indiferente que cuando me doy cuenta ya lo estoy mirando.
"Vamos a preguntarle su nombre"

Una de las chicas propuso algo que al principio pensé era mala idea, pero también tengo un poco de curiosidad. Y fue ella quien me tomó del brazo y tras de nosotras, las otras cuatro cruzaron la calle en dirección al chico.
No me gusta esto, pero si me niego ahora me veré muy tonta y creo que si permanezco en silencio mientras ellas hablan con él no debe haber problema, pero me siento  más incomoda mientras nos acercamos.
"Hola"
Giré mi vista al lado contrario de donde estaba él mientras la chica lo saludaba con confianza. Y me colocaría tras ellas de no ser porque me tiene enganchada del brazo.

Vuelvo a dirigir mi atención a algo diferente cuando noto como un grupo de chicas se acerca. Parece que hoy están muy decididas.
-hola- contesté cordial al saludo. No voy a ser grosero con ellas, hace algunos años yo tuve su edad, y aunque no era de lo que gustaban de muchas personas, mis amigos son un poco menos selectivos, y a veces me veía envuelto en situaciones como esta, aunque casi siempre del mismo lado del que están ellas ahora.
Las observo un poco a todas, son lindas, pero no puedo evitar notar la belleza que sobresale de una de ellas. No soy para nada de los que se impresionan con esas cosas, pero se admirar la belleza, y ella sin duda sobre sale con facilidad, aunque ya que mira a otro lado solo puedo admirar su perfil.
Parece que el saludarlas de manera amable las ha puesto un poco nerviosas, o tal vez armaron su plan solo hasta ese saludo.
-¿Las puedo ayudar en algo?- pregunto para que se relajen, no creo que yo sea una persona que merezca tanta timidez -si, nosotras te hemos visto antes por aquí y- miro como la chica que habla acomoda su cabello detrás de su oreja -queríamos conocerte- creo que esto es lo mas cercano que he estado a una declaración. No es que chicas antes se hayan fijado en mi, creo que siempre he tenido popularidad aun cuando iba a un colegio de hombres, pero creo que desde siempre evité dar oportunidad a que eso pasara, y las cartas que me entregaban nunca las leía.
-gracias por la atención, me llamo Ilkin- digo mi nombre para que se relajen un poco y espero a que se presenten.

De alguna manera ellas terminan sentadas en mi mesa, creo que me siento un poco como en un interrogatorio, no estoy seguro si he visto a alguna de ellas en las fiestas a las que a veces voy con mi madre, aunque en esas fiestas por lo general la paso con mis amigos y no pongo mucha atención a otras personas. Pero todas lucen como chicas de familias de buena posición.
-¿yo? tengo 18, pero voy un poco adelantado, el año pasado lo dedique por completo a mis estudios- contesto a una pregunta que una de ellas me hacer y doy un poco más de detalles, porque parecen creer que soy un poco más grande de la edad que tengo.
Ser de alguna manera el centro de atención me hace sentir ligeramente incomodo, pero no puedo evitar notar que solo una de ellas, la chica bonita, ella no pregunta nada. Después de todo tengo un ego, y creo que me habría gustado saber que ella también tenía interés, pero más bien parece que la han arrastrado a la fuerza.

Me siento demasiado nerviosa ahora, y sobre todo porque él contestó amablemente. Pensé que se molestaría, y desvie ahora la vista hacia la mesa. Tal vez se encontraba haciendo algo importante y lo interrumpimos, y creo que las demás también se sienten un poco tímidas porque se han quedado calladas. Pero el silencio no dura mucho, y con la voz un poco nerviosa la chica que habló inicialmente empieza de nuevo a charlar con él. Es impresionante cómo pueden hacerlo con naturalidad, tal vez porque él es muy amable o porque ella es muy alegre, no sé, pero en algún momento dejé de mirar al suelo y les presté atención.
-M-mia  -luego de que las demás se presentarán dije mi nombre por inercia también, aunque hablé muy bajo y la siguiente se presentó con más prisa y entusiasmo. Nos sentamos con él y me sentí aún más extraña, ¿no es demasiado el invitarnos a su mesa? Pero de todas formas les sigo la corriente, porque creo que yo también estoy un poco intrigada.
"Y, ¿cuántos años tienes? Nosotras vamos al colegio que está en aquella dirección"
Nuestro colegio abarca desde la escuela media hasta la escuela superior. Los alumnos más grandes tienen casi la edad de él, por eso ninguna fue específica con su edad.

Relaje un poco más mis hombros y giraba mi vista cada que una de ellas hababla, e intenté hacerlo con él pero parece que me intimida, porque apenas puedo sostener la mirada por un par de segundos y mejor termino viendo a alguna de mis compañeras. Cada cosa que preguntan parece interesarme, es raro, porque nunca me había involucrado en una situación similar, y aunque yo también quisiera saber alguna cosa, no tengo el valor de preguntar como ellas.
Levanté la vista y al notar que me miraba me quedé fijamente viéndolo también. Creo que mis mejillas se pusieron rojas al instante, porque mi cara se siente caliente.
"¿Qué te pasa, Mia? "
-¿Eh? Ah... Ah, no amm -agache de nuevo la vista, parece que lo vi con demasiada insistencia y todos en la mesa se dieron cuenta.
"Lo siento, ella siempre es así de rara, ¿cierto?"
Ni siquiera intenté fingir una sonrisa, sé que es una broma porque todas se rieron, pero no puedo evitar sentirme ofendida. Tal vez porque él está mirando y yo realmente me comporto como una rara.
“No te enojes, Mia. Perdón, no pensé que fuera a reaccionar así. Ella lo hace a menudo pero pensé que hoy no ya que estaría feliz, después de todo dijo que le gustas"
"Es verdad, ella siempre se queda mirando hacia acá"
Comenzaron a bromear y a reír, y yo sentí repentinas ganas de llorar del enojo,  pero mordi fuerte mi labio para aguantarme. Estoy muy molesta, porque en primer lugar yo no dije eso. Sí, es guapo, pero, ¿no fue ella la que hablaba todo el tiempo de él? Aunque no tengo el valor de contradecirla, y seguramente las demás le darán por su lado y solo quedare como mentirosa.

Todas se presentan pero justamente ella habla tan bajo que no estoy seguro de haber escuchado bien su nombre. Y no luce nada comoda, creo que sería peor si le pregunto de nuevo como se llama. Además es una exageración, ¿para que necesito saber su nombre? es verdad que es muy guapa, pero yo nunca he sido de los que se flechan solo con la apariencia, aunque si me baso en las dos personas que me han interesado, creo que tengo mal gusto para elegir pareja. Tal vez debería ser un poco más superficial, pero las relaciones románticas no son mi prioridad.

Sus ojos, son muy bonitos, y me olvido un poco de ser discreto, más aun cuando ella levanta la mirada, y por primera vez nuestros ojos se cruzan en una mirada. Ella resulta muy enigmática, y hace mucho que no sería interés por nadie de esta manera. No tiene que ver con su belleza, sino que hay algo en ella, y me dan ganas de conocerla.
Es la mirada de su amiga la que rompe ese momento entre nosotros. Supongo que he sido demasiado grosero al centrar mi atención solo en ella, mientras las demás hablaban.

Mi frente se arruga por un momento cuando menciona que la chica de cabellos rosáceos es rara. Las amistades entre mujeres a veces me parecen muy extrañas, yo puedo decir que mis amigos son raros, pero solo cuando bromeamos entre nosotros, pero fuera del circulo, no suelo decir esas cosas de ellos. Aunque al menos ya se su nombre, pues su amiga lo ha dicho. Aun así todas ellas parecen demasiado imprudentes.
-no digan esas cosas chicas-comento cuando sueltan eso de que le gusto, obviamente Mia no esta nada cómoda con lo que dicen -aun si eso fuera verdad, es algo que solo ella tiene derecho a decirme, pero no creo tener tanta suerte-he sido amable en mi tono, aunque espero que entiendan que han hecho mal. -saben qué, el lugar aquí es muy agradable, tal vez si su amiga miraba todo el cuadro y no solo a mi- trato de explicarles, pues no le daré demasiada importancia a palabras de terceros, de hecho estoy mas interesado en que ella no parezca tan afectada por las bromas de sus amigas.

Nunca he tomado importancia a mi físico. Antes porque era muy pequeña para interesarme en esas cosas, luego porque odiaba todo de mí, y los desagradables halagos me hicieron sentir asquerosa y repugnante. Y ahora, que he aprendido a sobrellevar mi pasado, me he concentrado en mis estudios, uno que otro pasatiempo y nada más. Pero al sentir su mirada sobre mí pensé por primera vez en si me veía bien o mal para un desconocido. No pongo mucho cuidado en las mañanas, así que no esperaba que me mirara tan directamente. Es diferente de esas miradas a las que me acostumbré y me hizo sentir un cosquilleo raro en el pecho.

Mi gesto molesto va cambiando por uno de sorpresa, y de nuevo me he avergonzado. ¿No le da pena hablar así? Aunque los hombres sueltan halagos con mayor facilidad, no debería creerme tanto. Pero siento mi pecho exaltado, y mi mal humor se fue, me sentí tonta por no tener control ni de mi estado de ánimo, pero sus expresiones y su tono amable de voz me ponen muy nerviosa, sobre todo haciendo como si no fuera una molestia que yo gustara de él. Y no es que me guste.

-S-sí -dije repentinamente- he pasado un par de veces antes, y pienso que la persona encargada del diseño tiene buen gusto -excusa boba o no, realmente digo la verdad. Y fue gracias a ver este sitio que comencé a notarlo. Aunque ahora, cuando paso en el auto y no está, siento un poco de decepción, pero sigue siendo un buen lugar para comer, he pasado un par de veces para llevar unos postres a casa- ah, aquí encontré una réplica de uno de los cuadros que el profesor de arte nos mostró en las primeras clases, ¿recuerdan? Que expuso toda una clase sobre un solo artista, lo mencionó tanto que fue imposible olvidarlo   -me hice ligeramente hacia atrás y señale hacia dentro-  estaba por allá...  -sentí sus miradas desaprovatorias, y me acomodé nuevamente en la silla. Cuando hablo de estas cosas no me percato y termino incomodando a la mayoría. Solo papá y Emi me escuchan aunque no entiendan nads, pero a ellas parece no solo alho sin importancia, sino también algo molesto.
La chica de la broma cambió el tema y todas comenzaron a seguir el hilo de la conversación, y al mismo tiempo una mesera se acerco para ofrecernos el servicio.
-Perdón, pero yo debo ir ya a casa -me levanté y me colgué la mochila en el hombro, la mayoría se despidió alegre, así que hice una despedida con la mano para todas- adiós -debería decirle que fue un gusto conocerlo, pero su mirada es muy intimidante y solo me despedí así de él y luego le sonreí.

Ella reacciona mejor a lo que acabo de decir, al menos no parece tan ¿herida? No, la verdad no se que palabra usar para definir la expresión que tenía.
Parece tomar más confianza, y comienza a hablar sobre unos cuadros, e incluso giro mi cabeza para mirar a donde señala. Parece que la pintura le gusta mucho. Cuando habla de todo eso, ha cambiado su expresión por completo. Me siento animado de solo escucharla, no conozco muchas personas que gusten del arte. Por lo general todos se enfocan en películas y música, pocos parecen apreciar el bello arte de la pintura. Nunca he tenido talento para nada de eso, de hecho creo que las artes son mi punto más débil, pero por eso mismo me gusta apreciar cada manera de expresarlo. Quiero preguntarle un poco sobre ese artista, pero como acostumbro, me tomo más tiempo del necesario en observar el entusiasmo que demuestra.
Por eso todo pasa tan rápido, a veces creo que me dedico demasiado tiempo a admirar el mundo, que el tiempo se escapa de mis manos, y ella se ha puesto de pie para decir que se va.

-ve con cuidado- digo ante su despedida, las demás chicas siguen tratando de platicar conmigo, y yo no soy grosero, sigo contestando de manera amable, y como están aquí creo que ya no podré seguir con mis cosas de la universidad, así que guardo mis cosas.
Mientras me acomodo miro una prenda de ropa en el suelo, es una chamarra que está entre dos sillas. Me levanto para tomarla.
-¿es tuya?- pregunto a la chica que niega y dice que seguro es de Mia. Tiene ya unos minutos que se ha ido -se la llevaré, no debe ir tan lejos- sigo tomando mi mochila goleándola a mi hombro y saliendo en dirección donde ella se ha ido.
Mi condición fisica es decente, aunque no soy de mucha resistencia, así que cuando la vislumbro a delante de mi, detengo mi paso.
-Mia- le llamo como puedo, ni siquiera tengo fuerza para gritar, y termino tosiendo un poco… debo hacer mas ejercicio -tu chamarra- digo estirando mi brazo al frente para que vea su chamarra.Con el aliento un poco mas recuperado, vuelvo a caminar para acortar la distancia entre nosotros -caminas muy rápido- digo por todo lo que he tenido que correr para alcanzarla. Le entrego la prenda, y me doy cuenta que esta caminado rumbo a donde esta mi casa.
-¿vas en esa dirección? Yo vivo hacia allá, ¿te importa si caminamos juntos?- realmente no estoy seguro de que fuera cierto lo que sus amigas dijeron, de hecho no estoy ni seguro de si le agrado al menos.

Me di la media vuelta y caminé en dirección a casa. Obviamente no llegaré caminando, pero aun tengo tiempo y quiero despejar un poco mi mente. Qué boba, preocupandome por este tipo de cosas. Pensé que no llegaría el día en el que me interesara algo así, y me provoca un conflicto porque a la vez me siento molesta y decepcionada, y a la vez feliz. Un poco por ser capaz de pensar en cosas tontas y sentirme más cerca de actuar con normalidad, y por otro lado... Él era lindo.
Quiero ver a Emi y contarle esto, sé que no es gran cosa pero siento ese impulso. Creo que hago las cosas muy grandes.

Me giré sorprendida y detuve mi paso, mi cara de nuevo está caliente, y por inercia di otro paso hacia atrás cuando él se paro frente a mí.
-Hola... -ya nos saludamos antes pero... me da mucha vergüenza decir su nombre- ¿estás bien? -parece agitado, y luego veo que trae consigo mi chamarra y la tomo un poco asombrada. Podría habersela dado a las chicas- lo siento, te hice correr hasta aquí -a pesar de que se acerco más ya no retrocedi, y asentí con la cabeza... Espera, ¿qué? ¿Ir juntos? Pero ya le dije que sí, así que empiezo a caminar junto a él. Está muy cerca, y aunque no siento repulsión como de costumbre, ni siquiera tengo el valor de mirarlo o decir algo.

Trague saliva y tomé un poco de aire. Ni sé porqué acepté su compañía, pero debería pensar que él se tomó molestias por mí, no puedo ser descortés.
-Ah, disculpa mi comportamiento de antes - mi vista va al frente, pero mis mejillas siguen ardiendo, creo que hasta mis orejas. ¿Qué pasa conmigo? Puedo llamar a papá para que vengan rápido por mi, pero ahora más ganas de caminar tengo. Sí que soy una chica rara.

-jeje- me río por su pregunta, supongo que lo agitado que me veo parece preocupante -si, solo no acostumbro mucho a correr tanto- comento con un poco más de aliento.
Niego con la cabeza cuando se disculpa.
-lo hice porque quería, tu no tienes la culpa de esto. Prefiero un gracias a una disculpa- sonrío afablemente, creo que también he usado un poco esto como excusa, no es que sus amigas no me agraden, pero realmente no estoy interesado en dar esperanzas a ninguna de esas chicas. No tendría problemas en iniciar una amistad con ellas, pero sé bien, que no es eso lo que precisan de mi.

Caminamos sin nada de conversación, pero no me molesta, de hecho aprecio tanto los momentos de buena platica, como de adecuado silencio.
Giro mi cabeza cuando se disculpa, la verdad no se a que se refiere, no me ha parecido que actúe raro como decían sus amigas, pero tal vez tiene que ver con que estoy acostumbrado a estar rodeado de personas extravagantes, sobre todo mis dos anteriores relaciones. ¿Me pregunto si hoy ella ha tomado su pastillas? Tal vez debería llamarla y preguntarle como se ha sentido, pero creo que mejor no, necesito mantener distancia. Creo que me he vuelto demasiado débil ante ella desde que regrese y ella lo sabe.
-oye, no creo que debas disculparte por ser como eres. En ese caso tal vez debería ser yo el que se disculpe, creo que por mi culpa te sentiste incomoda. Esque tus ojos me recuerdan a una persona que fue muy importante para mi, por eso te miraba tanto. Lo siento- me disculpo por mi imprudencia sin ocultar la vergüenza que siento por mi comportamiento.
El rojo está en mis colores preferidos, pero creo que era el color adecuado que para transmitir el fuego que Souta tenía en su interior. Aunque la verdad es que en Mia, realmente me parecen muy hermosos.

¿Por qué pienso tanto en él? Ni siquiera lo conozco, y me dan repulsión los hombres. Y es extraño porque de un tiempo para acá me he convencido de que muchos de ellos son buenas personas, algunos de esos me rodean. Pero de pasear con papá a caminar con un chico que ni conozco, es demasiado, y repentinamente es que recuerdo esto, que yo realmente no quiero odiarlos pero...
-¡Gracias! -en serio, qué pésimos modales tengo. Pero estar pensando tantas cosas me hace olvidar lo esencial, y es su culpa, ¿por qué querría correr a alcanzarme? Pero no hay forma de que le pregunte.

No debería disculparse tampoco, en realidad es culpa de ellas. Y por eso es que terminé mirándolo de njevo, porque pienso que está siendo muy amable conmigo cuando tal vez le quitamos de su tiempo. ¿Las chicas se enojaran conmigo por esto? Yo debería ser quien se moleste. O tal vez lo estoy exagerando y ellas no intentaban lastimarme, pero me cuesta divertirme a base de pequeños malos tratos. Soy tan sensible, me molesta.
-Oh, es eso -mis ojos... Siempre he pensado que tienen un color raro, pero me gustan. Me sentí un poco decepcionada, aunque no sé qué esperaba. Esto es muy difícil, tal vez porque nunca fue un chico tan amable conmigo, apenas si lo son las chicas de mi colegio- está bien, perdón por mis reacciones exageradas, me tomó por sorpresa y no es algo que pase muy seguido -en realidad a lo que no estoy acostumbrada es a que un chico me mire, porque los hombres... ellos lo hacían de esa asquerosa forma. Frunci el ceño por la molestia que me causó recordar. Pero afortunadamente la mirada de él no se sentía así. Hasta pienso que no fue desagradable, solo no me gusta ponerme nerviosa porque reacciono muy exagerada- tus ojos también son bonitos -me mordi el labio avergonzada, no era necesario regresar el cumplido- no quiero insinuar algo raro -dije nerviosa- pero... pero tu mirada no se siente pesada, ni desagradable. Es que -llevé mi mano a mi cabeza para pasar mi cabello tras de mi oreja. Es tan difícil hablar con extraños. Pero, ¿qué puedo decirle? Además de que lo veo seguido al regresar de la escuela, y que a veces me siento en el parque solo por verlo un poco a ratos. Pensará que soy una acosadora, pero no oensaba en él de esa forma, solo me dio curiosidad, y es que se ve tan cool allí, a veces pensaba que si yo estuviera tan fresca y casual estudiando como él, ¿me vería igual? Mis pensamientos si que son raros, él es un chico y yo una mujer, no podríamos parecernos.

Sonrío cuando me da las gracias, es bastante simpática, al menos se ve un poco menos estrenada que hace rato.
Ella parece extranjera,pero creo que se parece mucho a los japoneses. Siempre me ha parecido que piden demasiado disculpas. Sin duda son persona con unos modeles muy marcados, y aunque llevo años la verdad es que no me he acostumbrado a ello.
-No pensaba que fueras exagerada, tal vez apasionada cuando hablabas sobre esa pintura, la verdad es que me dio curiosidad por saber un poco más de lo que hablabas- si de personas con reacciones exageradas hablara, entonces Souta hace que nadie parezca exagerado.
sonrío cuando menciona mis ojos, no es algo que mencionen como uno de mis rasgos sobresalientes, tal vez mi cabello, pero no mis ojos.
-¿te parece? yo siempre he creído que no tienen nada especial, pero viniendo de una persona que le gusta apreciar el arte, entonces debe ser verdad- escucho su explicación, ¿así que es mi mirada? -como lo explicas hace que suene aun mejor. Sabes, dicen que los ojos son la ventana al alma - las miradas dicen mucho de las personas, pero también hay personas que saben ocultar incluso ese tipo de cosas en su mirada, pero Mia parece una chica genuina.
-¿caminas hasta tu casa?- pregunto porque si es así no debe vivir lejos y tal vez podría acompañarla, aunque la verdad es un barrio muy seguro, no creo que haga falta, pero creo que es algo así como un reflejo en mi personalidad hacer ese tipo de cosas.

Sonreí un poco orgullosa por su comentario. La verdad no sé demasiado sobre el tema, me falta muchísimo por aprender pero... creo que sí soy un poco apasionada. Sé que las demás no le dan tanta importancia, pero supongo cada una tiene sus intereses, solo creo que sería lindo compartirlo con alguien más.
-Sí, me gusta mucho apreciar las pinturas. Pensar en cuál era el propósito del pintor, y cómo es que lo percibirán los demás. Porque al final las personas tendrán un sentimiento diferente, y si se trata del mismo es porque tal vez hay un suceso que coincide y los conecta. Además me parece un modo lindo de conocer a alguien, a través de sus pinturas -siempre termino hablando mucho, pero como él dijo que estaba interesado. Oh, ¿tal vez estudia algo referente al arte?- yo, amm, ¿qué es lo que estudias? -hace un rato en el café me pareció imprudente preguntar, pero creo que ahora está bien.

-Eso suena muy lindo. Además la forma en que las personas te ven y también lo que los rodea tiene más valor que la estética de sus ojos. Eso creo yo, al menos -y además, los hombres solían verme con morbo. Tanto que incluso pensé papá era igual. Pero era solo mi miedo y odio, porque ahora su mirada me parece tan amable, y triste. Últimamente me mira con un poco de melancolía, y creo que yo un poco también. Lo extrañaré, nunca podré pagarle todo lo que ha hecho por mí, nada sería suficiente.

Niego con la cabeza y recuerdo que debo llamar a Touji.
-Debo llamar para que me recojan, vivo un poco lejos de aquí -aunque quisiera caminar un poco más. Ya no siento mis latidos tan acelerados. Puedo tener una vida normal ahora, realmente lo estoy logrando. Comparado al pasado, poco a poco voy saliendo de ese agujero- vives por aquí, ¿verdad? Qué suerte, es una zona tan bonita.

De nuevo su pasión aflora cuando habla del tema, es agradable escucharla hablar así con alguien.
-Si, tienes razón- no puedo más que darle la razón, estoy muy de acuerdo con lo que dice -arquitectura, no tengo talento para otras cosas, pero espero poder hacer creaciones llenas de belleza y armonía, creo que muchos arquitectos solo quieren hacer cosas extravagantes y llamativas, yo solo quiero crear un mundo bello- comento dejando que ahora la pasión se note en mi, pues la verdad es que con el tiempo he comenzado a disfrutar de mi carrera y del futuro que busco. Me río nervioso -ahora soy yo el que se dejó llevar- comento aun con mi risa algo nerviosa, pues creo que con nadie he compartido que realmente me gusta lo que estoy haciendo -¿Tu sabes que te gustaría estudiar?- le pregunto, aunque a su edad pensar en una carrera no me importaba, solo fue cuando fui a vivir con mi padre, que me detuve a pensar en todas esas cosas, estar con él fue un cambio radical.

Ella es mucho más agradable de lo que parecía antes, creo sus amistades la ponían un poco tensa, porque ahora parece más cómoda, incluso estamos manteniendo una conversación bastante agradable. Parece una persona profunda, creo que la primera impresión que tuve de ella era un poco acertada. Me agrada mucho y hace mucho que nadie despertaba mi interés para conocerle.

-oh, ya veo. Si yo vivo por la zona, por eso paso tanto tiempo en ese café, no soy bueno para cocinar- explico con una sonrisa suave -oye, ¿tienes redes sociales? me gustaría compartirte algunos pintores que conocí en un viaje que hice hace un tiempo- le pregunto antes de que nuestros caminos se separen.

Impresionante. Debe ser una persona creativa y ordenada si se piensa dedicar a eso, más aún por la manera tan bonita en la que habla. Su tono de voz es agradable, todo parece indicar que realmente es alguien muy noble. Ya sé que puede tratarse solo de mi emoción, pero me siento bien pensando de él de esa forma.

-Está muy bien. Me gusta escuchar a las personas hablar tan alegre sobre algo que les gusta -respondí sonriendo, porque además ya no me siento tan tonta por hablar de más sobre lo que me gusta. Es la primera persona con la que hablo sobre esto y me da una opinión similar, aunque su carrera no sea algo exactamente relacionado con las artes, requiere de creatividad y buenas ideas. Pienso que es muy interesante e inteligente, pues también mencionó que está adelantado- aún no -he pensado varias cosas pero todavía soy joven para decidir- leí sobre algunas escuelas de arte pero... -la sonrisa se borró de mi cara. Ni siquiera sé si al llegar a casa pueda preocuparme por mi futuro, debería pensar mejor en el presente- me mudare, no sé qué haré después de eso - sonreí intentando cambiar mi expresión- oh, por eso te veo tan seguido -oh... maldición, se supone que no debía decir eso. Desvie la vista avergonzada, haré como sino hubiera dicho eso- sí... -las redes sociales no son algo que se me dé muy bien. O mejor dicho, no las utilizo para lo que están hechas- aunque solo comparto cosas al azar a veces

Su sonrisa es bastante bonita, creo que debería sonreír más. Pero supongo que el que no lo haga tanto hace que cada sonrisa valga mucho más.
-es un alivio que pienses así- podría pasar horas hablando sobre lo que me apasiona, pero creo que no es el momento, y no se si al final algo como eso terminaría siendo aburrido para ella. Después de todo no es como que yo sea un artista de verdad.
-ah... pero bueno, aun te queda tiempo, aun si te mudas seguro encontrarás lo que te gusta- trato de darle ánimos porque parece un poco decaída. Se lo difícil que es dejar toda una vida, amigos e irse a otro lugar, pero para mi era necesario, no podía soportar mas las cosas, creo que saber la verdad del porque Souta me abandonó me hirió demasiado. Saber lo poco que valoraba el amor que tenía por él y su maldito egoísmo. El me hizo demasiado daño.
-descuida, no es que yo sea un intelectual que solo comparte cosas de interés, de hecho me agrada mucho buscar cosas graciosas- comento como si fuera un gusto pulposo. Me coloqué mi mochila al frente y saqué un papelito donde escribe con bolígrafo como podría encontrarme y agregarme. Prefiero que ella lo haga, así si solo esta siendo amable y no le interesa realmente mantener contacto, solo no se sentirá presionada y podrá solo tirar el papel.
-siempre es un gusto hacer amigos nuevos- sonrió acomodando mi mochila al hombro -bueno, tengo que irme. Ve con cuidado- doblo en la esquina y me despido moviendo mi mano ya al estar unos metros alejado.