Mikin <3

Muevo mi cabeza para indicarle que si, no soy entusiasta de los animales, claro que me parecen lindos y esas cosas, pero jamás he pensado mucho en eso, supongo que por la manera en que viví con mamá, tener un animal no era posible, así que no pensaba en eso mas que esporádicamente, pero ella se ve bastante entusiasmada con eso.
-Mishi, suena lindo- miro su teléfono, tiene bastantes fotos del gatito -Que lindo, pero aun es un cachorro, ¿verdad? - comento al ver lo pequeño que parece -Debe caber bien en mis manos- pongo mis manos juntas para visualizar lo pequeño que es -¿Es tu hermano?- pregunto por la persona que sale en algunas fotos con el gato -No le gustan- no hay mucho más que agregar a eso, en realidad nunca he preguntado a ella porque no le gustan.

-¿Puedo ser egoísta y decir que un no vayas?- pregunto pero obviamente no le impediré ir con su amiga si eso quiere -Pero no me molestaré si quieres ir con ella, no quiero que se molesten por mi culpa- le digo para que no se preocupe por mi, yo bien puedo esperarla. Tomo un poco de mi jugo, está bastante dulce, así que creo que me va a durar un buen rato.
-Para nada, me la estoy pasando muy bien, hemos platicado siempre mucho, pero me gusta más ahora que lo hacemos en persona y no por textos o videollamadas- no se si debería tomar su mano, quiero hacerlo -Min es así, no le prestes importancia- Min es una persona a veces un poco áspera, pero sin duda le tendré que agradecer por haberse llevado a ese chico, creo que su presencia me haría sentir un poco mal de disfrutar mi tiempo con Mia.
-¡Me encanta! -hablo emocionado -Soy genial haciendo el ridículo en la pista de baile- comento como si eso me causara orgullo -¿Quieres ir a bailar?- le pregunto dejando de lado la broma.

Se ve muy tierno imaginando si Mishi cabría en sus manos, no puedo dejar de mirarlo.
-¿Verdad que sí? No sabía qué nombre ponerle, y al final se me ocurrió ese -ni siquiera sé cómo llegué a eso, pero al gatito le gusta, y Satoshi lo aprobó- sí, es muy pequeño -debo hablar con papá sobre Ilkin, porque me gustaría que visitara a Mishi. Además es un buen chico, creo que podría agradarle… La idea de presentarlos me pone nerviosa, papá es un poco sobreprotector, pero yo soy en parte responsable de eso- no, es… uhm -me quedé pensando- ¿un amigo de mi padre? -eso se escucha un poco feo- es una buena persona. En realidad él rescató al gatito y me enseñó muchas cosas sobre cómo cuidarlo -sonreí. Satoshi es una buena persona, y además me es fácil hablar con él.

Lo miré callada y atenta. No creo que sea egoísta, se suponía que sería una cita pero yo fui quien insistió en venir con nuestros amigos.
-Ella no se enojara por eso -tal vez Emi a veces es difícil de comprender, pero es muy dulce, y sé que entenderá si le explico. Hace un momento ella fue quien me animó- además yo también quiero pasar tiempo a solas contigo. Lamento si pedí que viniera alguien más, estaba muy nerviosa por verte y el lugar al que vendríamos -levanté la mirada- pero ahora estoy bien. No es tan malo, la música es agradable y… y estoy contigo -al menos él no se molesta por su amigo, y dice que está cómodo con nuestra plática aunque sea muy promedio, y me da la seguridad que necesito.
Siempre es así, como si pudiera leer mis pensamientos y supiera la forma de animarme.

Su respuesta me deja perpleja. Esa expresión en su cara hizo que mi corazón se acelerara, tiene una sonrisa hermosa.
-Eh.. ah, bueno, nunca lo he hecho -pero ¿cómo podría negarme a semejante cara?- ¿no importa si lo hago mal? -pregunté apenada.
Al final acepté, y nos levantamos de la mesa no muy cerca de toda la gente, como bailando con un poco de intimidad. No sé ni cómo debo moverme, pero miré a las chicas de alrededor y comencé a imitar sus movimientos con mucha torpeza.
-Lo hago fatal -digo con una cara tensa, pero verlo tan entretenido me hace sonreír. Todo él, siempre. En mis días malos en Rusia él era quien me alegraba. Sus mensajes, llamadas y saber que volvería a verlo… me hace demasiado feliz.

-Elegir nombres es complicado, aunque yo solo le he puesto nombres a los autos de papá- comento riendo porque dudo que se pueda comparar, pero recuerdo el tiempo que viví con él, y su maravillosa colección de autos.
-Se ve algo joven- yo mismo debería saber que la edad no es algo que pueda varias en los amigos de los padres, mi madre ha tenido muuuchos amigos bastante jóvenes -oh ya veo, ¿necesitan mucho cuidado los gatos? - pregunto decantándome por el tema del gato, porque creo que es lo que a ella le interesará más.

Al menos parece que tienen una amistad bastante solida, así que me siento un poco más tranquilo de no causar problemas entre ellas.
-Lo sé, por eso accedí, en realidad no me molesta, así que no te preocupes por eso- le animo a que se relaje sobre el tema. Me hace sonreír que diga esas cosas, realmente a veces me sentía un poco inseguro por la relación a distancia, quería nutrir nuestro vínculo pero era algo que estaba haciendo casi a ciegas por no poder estar cerca, pero parece que no lo he hecho tan mal -Me da gusto escuchar eso, me preocupaba que te fueras a sentir incomoda. ¿Puedo tomar tu mano?- pregunto acercado mi mano sobre la mesa, pero no quiero hacerlo así de golpe, no sé si tomarnos de la mano ya es algo que podemos hacer como algo constante o tengo que esperar a que se vaya acostumbrando más a eso.

-¡Pero que dices! no puedes ser peor que yo, así que no te preocupes por eso- le animo, quiero que ella se divierta y disfrute de muchas cosas que creo se a privado, realmente quiero mostrar la mejor cara del mundo, al menos del que yo le puedo ofrecer.
Nos levantamos de la mesa para ir a un lugar con espacio para bailar, pero no entre todas las personas, creo que eso sería exponerla demasiado. No soy malo bailando, tengo ritmo y hago movimientos muy normales, me mantengo en el promedio. Soy mas de otros tipos de bailes porque a mamá le encanta el baile de salón y ese tipo de cosas.
-Lo que importa es que te diviertas- hago algunos movimientos bastante ridículos a propósito -Ves, no pasa nada- comento riendo un poco porque al menos un par de personas se han reído de lo que acabo de hacer.

¿Nombres a los autos? Eso suena un poco raro, aunque recuerdo que mencionó algo parecido alguna vez como una anécdota.
-Demasiado -le di la razón, yo tenía en mente algunos nombres muy estúpidos- amm no tengo idea de cuántos años tiene, pero sí, creo que es joven -supongo que más tarde y por simple curiosidad, le preguntaré a Satoshi su edad- un poco. Cuando lo encontramos, Satoshi lo bañó. Fue sencillo, pero me dijo que no todos los gatos se comportan como Mishi. Y luego tardó un poco en entender dónde tenía que ir al baño, y también rasguña algunas cosas -a mí no me molesta, pero no quiero que papá piense mal de Mishi- pero creo que es tranquilo comparado con otros gatos. O eso dice Satoshi -yo no puedo hacer una comparación, pero es agradable cuidar del pequeño.

Mis preocupaciones se van haciendo cada vez más pequeñas. El es comprensivo, incluso me preguntó si podía tomar mi mano. Asentí y sonreí. Estoy increíblemente nerviosa, y cuando siento que nuestros dedos se entrelazan, mi corazón comienza a latir muy rápido.
Caminamos a la pista, y ahora siento que realmente somos una pareja. Mi cara no deja esa expresión de felicidad, incluso suelto una pequeña carcajada al ver su técnica de baile.
-Tienes mucho estilo -digo un poco alto para que me escuche. Estamos muy cerca, y aunque la música es apta para movimientos más fluidos, los míos van lentos.
Miré sus labios, y me pregunté qué se sentiría besarlo. Lo he pensado durante los últimos días. Esas películas con clichés no ayudan mucho, pero creo que se debe a que realmente me estoy enamorando. Pensé que eso sería imposible, pero parece que no, y me siento aliviada y asustada. Él es bueno, me lo repito siempre. Y su tacto no se siente desagradable.
Miro a un costado y noto a una pareja arrinconada. Sin querer me quedé viendo curiosa, y he dejado de moverme.
-Uhm… -no me vio, ¿verdad?- perdón, me distraje -no no, no tengo que hacer obvio lo que quiero. Imaginarlo es algo, pero hacerlo… no tengo idea de cómo se sentirá, puede que no me guste para nada y tengo mucho miedo de arruinarlo.

-Bueno, yo no sé nada de gatos, pero me gustaría conocerlo, si te hace sonreír así cuando hablas de él, debe ser un gatito muy especial- aunque ahora que lo pienso, eso significaría ir a su casa. No sé en que punto de la relación estamos, a mi no me molesta la idea, pero ahora que lo pienso nunca he pasado por algo así en una relación. Creo que darme cuenta de ese detalle me pone un poco nervioso.

Parece que mis payasadas la hacen relajarse con esto de bailar, me gusta verla disfrutar de estas cosas. Todo va bien hasta que ella deja de bailar, ¿se sentirá incomoda?
-¿Estás bien?- le pregunto un poco preocupado, justo en ese momento comienza a sonar una canción mas lenta, especial para las parejas, y creo que ella no va a querer bailar algo así -Así que eso fue- ella dice que se ha distraído y no puedo evitar que mi curiosidad me haga mirar a donde ella miraba, pero como no se a que punto especifico mirar, y ni sé que busco, vuelvo mi atención a ella -¿Podemos bailar está también?- me estoy arriesgando un poco, pero tampoco es que me vaya a aprovechar, de hecho le ofrezco mis manos, pero no busco que nuestros cuerpos estén muy cerca, solo dejo que haya contacto entre nuestras manos. La guío un poco para bailar, la hago girar una vez, es la clase de bailes que domino un poco más, los de pareja, aunque claro, cambiando un poco la posición en la que estamos. Al menos con esto creo que tomar nuestras manos ya es algo que podemos hacer.

Asentí. No sabía cuánto podrían llegar a gustarme. Pero lo que más me emociona es que lo conozca, porque amo compartir cosas con él. A veces pienso que hablo demasiado y me dejo llevar fácilmente con nuestras pláticas, pero Ilkin siempre me regresa esa seguridad para continuar comunicándonos de ese modo.

Vuelvo mi vista hacia Ilkin, no quiero preocuparlo, pero decirle lo que pensaba me da un poco de miedo.
-Sí, no te preocupes -sonreí para que no pensara que algo malo pasa, pero mi cara está un poco roja. Pienso en la posibilidad y me pongo nerviosa, no creí llegar a este punto tan rápido. Pero es normal, estoy en la edad. Soy normal después de todo y eso me da una especie de alivio.
La música se volvió lenta, creo que me agrada más que la de hace un rato, pero me hace querer estar más cerca de él y comienzo a tener un conflicto interno.
-Sí -extendí mis manos. Siento de nuevo esa sensación agradable en mi cuerpo en cuanto conectamos nuestras manos. Mis pasos se han acoplado a los suyos, y poco a poco la tensión baja y me muevo con más seguridad- es agradable -sonreí y miré a un lado. Las personas bailan abrazadas, y lo que hace tiempo me parecía incómodo, ahora creo que se ve hermoso. Por eso solté una de sus manos y toqué su hombro. Quiero estar un poco más cerca. Intento no apartar la mirada de la suya. Confío en él, siempre me mostró ser alguien respetuoso. Y si me toca… no me siento mal, creo que incluso quiero que lo haga. Sus manos sobre las mías, un abrazo, la forma en que podría acariciar mi cabello. No es un pensamiento reciente- ¿es así como se baila, cierto? -di un paso más cerca de él. Siento que mi pecho algo va a estallar, es algo increíblemente fuerte.

Por su expresión no parece que sea algo de lo que deba preocuparme, así que me tranquilizo con eso, más aun cuando ella acepta seguir bailando. Me siento feliz por como se está dando todo entre nosotros. Con ella siento esta agradable calma, estaba acostumbrado a relaciones demasiado intensas, pero ahora aprecio mucho lo que tengo con Mia. Ella me gusta mucho, su dulzura y personalidad amable, no puedo más que ser cautivado cada vez un poco más por esta bella persona que cada día descubro un poco más. Mientras más la conozco, mas la comienzo a querer, y cuando me sonríe siento algo cálido en mi pecho.
-Si- le doy la razón sobre que esto es agradable- Siento como una de sus manos me suelta y la pone en mi hombro, solamente puedo sonreír ante ese gesto no lo vi venir, pero cuando hace que la distancia entre nosotros sea un poco menos, me siento feliz, he sentido esa emoción en mi pecho.
-Si- ahora que ha soltado una de mis manos siento que mi brazo está perdido - Pondré mi mano en tu espalda, ¿está bien?- le estoy avisando y dandole la oportunidad de decirme que no lo haga. Pongo mi mano a una altura bastante prudente, no tanto por cuidado de no incomodarla, sino porque es mi costumbre, al bailar la mano debe ir en la zona de la espalda alta. La pieza termina y ahora que me siento con más confianza me atrevo a tomar su mano sin pedir permiso de antemano, caminamos un poco hacia la mesa pero me detengo y la hago girar para que me mire -Mia, quiero hacer las cosas bien, quiero que todo lo que pases a mi lado te haga feliz. Te estás volviendo una parte muy importante en mi vida, por eso quiero seguirme esforzando. Yo te quiero- acerco su mano a mis labios dejando un beso en ella -Me he sentido inseguro, porque no sabía si podría ganar un poco de tu confianza, pero hoy me has hecho sentir que lo estoy haciendo, y me seguiré esforzando, para ver tu sonrisa y que me dejes conocerte más- no se si me he pasado con ese beso en su mano, tal vez me he confiado demasiado por la confianza que ella me ha mostrado hoy -no quiero arruinarlo, así que por favor, si hago algo mal dímelo- le digo esperando que si acabo de hacer algo que no le ha gustado me lo diga.

Moví mi cabeza aprobando. Él se toma la molestia de preguntar cada vez que hace un movimiento sobre mí, y me hace sentir más confiada.
Bailamos un poco y mi sonrisa se queda atascada en mi cara, riendo de vez en cuando al notar que de repente me equivoco, pero no en algo tan notorio. Me gusta mucho, creo que lo que esperaba de esta cita no tiene comparación con la realidad. Soy tan feliz y creo que es gracioso que deba agradecer a aquellas chicas que se la pasaban molestándome.

Caminamos de la mano hacia la mesa. Mi corazón sigue agitado pero no es por nervios o miedo, definitivamente esto es felicidad. Me detengo y me giro cuando dice mi nombre.
-¿Sí? -apenas parpadeo cuando él habla. Siento cómo un calor recorre mi pecho, y mi cara arde, arde muchísimo. Pero no aparto la mirada de la suya, porque su expresión al hablar me transmite tanto como sus palabras, y quiero sentir esto lo mayor posible. Y no creo que haya sentido algo similar en toda mi vida, y puedo decir que este es de los momentos más hermosos que he tenido, a tal grado que siento ganas de llorar. Estoy muda, simplemente viéndolo y sonriendo. Mis vista comienza a hacerse borrosa, creo que soy muy sensible.
-Ilkin -dije su nombre, y me hizo sentir cosquillas en el estómago- gracias -sonreí cuando dejó ese beso en mi mano, es agradable, sus labios son suaves- yo… creo que lo has hecho fantástico -hablo con la respiración un poco agitada- no solo hoy. Desde que te conocí me has ayudado a adquirir confianza en mí misma y los demás, y me diste la oportunidad de creer en alguien -sé que suena dramático, pero si él no estuviera en mi vida, tal vez no habría sido capaz de hablar con las otras personas que he conocido- yo también quiero esforzarme por ti. Quiero perder completamente el miedo y estar a la altura de lo que quieres. No sabes lo feliz que soy por el solo hecho de hablar contigo, o escribirnos. Cuando supe que volvería, eras la primera persona que deseaba ver -mi boca comenzó a soltar todos mis pensamientos, y sentí el calor hasta mis orejas. Pero si no dejo que fluyan ahora, no sé cuándo tendré el valor de ser honesta- me gustas mucho. Me encanta tu sonrisa, o cuando hablas de las cosas que amas. Cuando tocaste mi mano sentí que mi corazón se iba a detener -agaché la mirada y reí nerviosa. Mis manos tiemblan un poco.
Pero de nuevo lo miré. No sé si es por lo que él dijo o por toda nuestra noche en general, pero en este momento más que cualquier otro día, me gustaría abrazarlo.
-Te quiero -me puse de puntillas y cerré mis ojos con fuerza, tocando con mis labios su barbilla.
Abrí los ojos y me puse más colorada, no puedo creer lo que hice. ¡No puedo creer que fallé!
-Es que eres muy alto -me reproché nerviosa, me muero de la vergüenza. Mi cuerpo entero está temblando, y no quiero mirarlo a la cara, por eso tengo la vista fija en su pecho.

Los nervios son inevitables, espero no haberme equivocado, pero con su linda sonrisa me regresa la confianza.
-¿De verdad?- que ella me lo confirme me regresa la confianza. Sus palabras me hacen sentir que este tiempo ha valido mucho la pena, mis dudas y miedos sobre nuestra relación se esfuman, solo siento reavivadas mis ganas de esforzarme por lo que estamos iniciando.
Me lleno de sorpresa por sus palabras, pues aunque yo lo he dicho, no esperaba tenerlas de regreso, pero más aun me sorprende su siguiente gesto, sonrío mucho porque ella es super tierna y linda.
-Eres encantadora- comento con una gran sonrisa por lo que acaba de ocurrir -¿Así está mejor?- pregunto inclinándome un poco para estar más a su altura, pero dudo que ahora se vuelva a armar de valor, así que la tomo del mentón para levantar un poco su rostro y me acerco para besarla, es un beso pequeño, y de los mas tiernos que he tenido en mi vida. Me vuelvo a levantar y no puedo dejar de sonreír.
-Esta noche está resultando mas que perfecta- con mis dedos trato de acomodar mi cabello, en un gesto para controlar mi emoción, hoy ha sido como dar un salto enorme de la incertidumbre de no saber que esperar a sentirme seguro y saber que estamos fortaleciendo nuestra relación.
Regresamos a la mesa, cuido de ir adelante para abrirle paso entre las personas, quiero cuidar de ella tanto como me sea posible. Acaricio su mano cuando ya estamos sentados.
-Creo que no quiero soltarte- comento jugando un poco con sus dedos.

-No… no es verdad -cerré los ojos con fuerza. Pude hacer de este momento algo mágico y único, pero me equivoqué. Nunca había besado a alguien, al menos no por voluntad propia. De alguna forma, borré de mi cabeza cualquier rastro de experiencia que podría haber adquirido, pero no esperaba que saliera tan mal- ¿eh? -él se acerca a mí y miré sus labios… ¡No!, no hay forma de que pueda hacerlo ahora. ¿Qué pasa si lo vuelvo a hacer mal? Pero él toma mi mentón y se acerca, y por inercia cierro los ojos. Sus labios son tan suaves. Pude sentir un montón de nervios, felicidad y cosas extrañas en tan solo un segundo.
Abrí los ojos sorprendida. No me sentí asqueada, todo lo contrario, creo que esto me gusto más de lo que pensé.
Sonreí y agaché la cabeza. Estoy muy feliz.

Regresamos de la mano a la mesa. Mi corazón sigue acelerado por lo que acaba de ocurrir, se siente como un sueño.
-Yo tampoco quiero que lo hagas -le miré apenada y me reí. Creo que hoy estoy riendo mucho. ¿No pensará que soy tonta?- tus labios son muy cálidos -mordí mi labio, ¿qué estoy diciendo? No, ahora pensará que solo me interesa eso. Pero es como si un mundo nuevo se abriera para mí. Se sintió demasiado bien. Mi pecho está agitado y pesado, pero me gusta sentirme así, es extraño- no estoy insinuando nada raro -tal vez debería parar con eso. Pero él luce feliz, ¿también lo esperaba tanto?- me...alegra que ellos se hayan apartado -menciono recordando a nuestros amigos- ahora parecemos una verdadera pareja -sonreí y apreté un poco el agarre de nuestra mano. Me siento tranquila. Emi tenía razón, quería hacer muchas cosas con él. Esta felicidad me durará un buen rato, no quiero que termine la noche.

Aunque baja la cabeza alcanzo a notar esa sonrisa en su rostro, eso es bueno, realmente no esperaba que nada de esto pasaría, creía que iba a necesitar mucho más tiempo para llegar a este punto, pero hoy ha sido un noche de sorpresas. Claro no creo que ahora pueda besarla cada vez que me de la gana, pero se que habrá momentos donde podré hacerlo.

Siento un hormigueo en mi estomago creo que es por la emoción de todo esto, ha sido simplemente perfecto, y el contacto entre nuestras manos comienza a causarme cada vez un poco más de emoción, creo que hasta ahora me estaba costando captar lo real que es todo esto, pero está pasando y es maravilloso.
-los tuyos también, son muy lindos- suelto una risita por lo que dice, ni siquiera me pasó algo así por la cabeza -está bien, no me pareció que hubiera algo raro en tus palabras, de hecho me haces sentir halagado- solo ha dicho que soy cálidos, pero me he dado el lujo de interpretarlo como un halago.
Me río por lo que dice de nuestras amistades, la verdad es que yo ni he pensado en todos ellos desde hace un buen rato, ahora solo estoy dedicando mi tiempo a ella -Desde el inicio lo hemos sido, pero te fuiste muy pronto, y o no podía visitarte tanto seguido- la verdad me habría gustado visitarla más veces pero la universidad no me permitía mucho tiempo libre como para realizar tantos viajes de ese tipo.
La velada transcurre de manera perfecta, nuestra platica es bastante normal, pero me gusta, hablar de cosas simples y sentir que es algo demasiado interesante. El tiempo se pasa y ni siquiera lo siento, pero no quiero ser irresponsable, no puedo abusar de mi buena suerte de esta noche.
-¿A que hora tienes que regresar a casa?- le pregunto para poner cuidado en ese detalle.

Definitivamente mi comentario fue raro, pero si con eso fui capaz de ver otra de sus sonrisas, vale la pena. Y como siempre, él le da un significado especial. Y más que un halago, creo que fue un reflejo de mis deseos.

Siempre sentí inseguridad en lo nuestro, me creí ingenua al pensar que alguien podría ser tan paciente. Pero Ilkin es diferente de todos, y ahora tengo más seguridad en que lo que siente por mí no es superficial.
-No te preocupes. Realmente aprecio que hayas ido a verme, aunque fuera pocas veces, para mí fue más que suficiente. Además siempre tenías tiempo para hablar conmigo. Pero estar cerca es mucho mejor. Los mensajes son agradables, pero no se compara con sentirte -ah, no puedo creer todo lo que estoy diciendo-lo digo en el buen sentido- otra vez tuve que aclarar. ¿Por qué parece que hablo en otro sentido?

Platicamos un poco más y pedí incluso algo de comer. El tiempo pasó muy rápido, y si él no lo mencionaba, no me habría dado cuenta de la hora.
-Pues… yo creo que ya es hora -tengo dos llamadas perdidas de Satoshi, ni siquiera escuché mi teléfono- buscaré a Emi, ¿me acompañas? -nos levantamos de la mesa y caminamos de la mano por el lugar. No tardamos en localizarla, y medio se burló de mí por cómo veníamos, pero sé que no lo hace con mala intención.
Salimos del lugar y me despedí de Ilkin con un beso en la mejilla. Quería darle otro beso en los labios, pero frente a Emi me da un poco de vergüenza.
Caminamos una cuadra y Satoshi estaba fuera del auto esperándonos, espero que no haya visto nada ni le diga a papá.