Exponiendo mi corazón -Kyoko Kitakawa-

Recuerdo del primer mensaje :

Hace pocos meses que llegue a este país tan lejano de mi tierra natal. Mi divorcio fue bastante difícil y lo que más quería era alejarme de aquello que me recordará lo que he perdido, me pregunto desde cuando el amor entre nosotros se acabo, si fue antes o después de perder nuestra oportunidad de ser padres. Ella seguro encontrará alguien más con quien rehacer su vida y yo me dedicaré al arte que tanto amo, después de todo el pretexto de venir aquí fue precisamente conocer el arte y la técnica oriental para enriquecer mi pintura.

No esperaba ser reconocido en Asía, y que me ofreciera una exhibición en una galería tan pronto, en ella voy a exponer algunas de mis obras más antiguas, mostrando su evolución hasta las más recientes, y como punto central mi última creación, ese intento de fusión entre lo occidental y lo oriental. Mi apuesta más grande hasta ahora, el cambio en mi vida que vine a buscar.

Al ser la inauguración estoy presente, después de haber hecho las presentación ante los importantes invitados se ha organizado un brindis mientras ellos pueden observar libremente mis obras. No voy a negar que estoy nervioso, los japoneses parecen ser demasiado fríos y su forma de apreciar las cosas es tan diferente que no puedo descifrar si les ha gustado o no.

Mi ceja se curva ligeramente ante su hablar, ¿es enserio? no creo ser la unica persona que se lo haya dicho en la vida.

Antes de decir nada, el ya me habia llamado hermosa, lo que hace sonrojar mis mejillas, pero en la misma oración me hace molestar un poco. Como puede decirme hermosa y despues arrepentirse con un comentario como "he salido con mujeres hermosas" bendito sea el momento en que al universo se le ocurrió que los hombres fueran tan idiotas para hablar, por eso ellos son mejores para los números, generalizando. -Tambien espero que sea que usted aun no maneja bien el idioma- contesto con media sonrisa.

-Agresiva?- no lo pensé, la idea me hace mirar a un lado, pero al verlo acercar, le miro una vez mas, se que mis mejillas estan rojas por que están calientes doy unos pequeños pasitos hacia atras en mi cabeza, pero mi cuerpo no reacciona.-Pero esta es su exposición- explico, no es como que pueda darse el lujo de huir ¿o si?- Podríamos ya vernos en el lugar si gusta...- Seguro no conoce mucho esta enorme ciudad.

La miro atento, cada una de sus expresiones me parece por completo fascinante, aunque ahora que sabe quién soy y ha dejado de ser tan directa, sus expresiones no dejan de expresar lo que no hace con palabras.

No comprendo que es lo que le dije para que de momento parezca tan seria – Ciertamente aun no estoy completamente familiarizado con el idioma, trato de expresarme lo mejor posible pero no estoy seguro si lo que digo es correcto. Así que discúlpeme si llegase a ofenderla, le aseguro que no fue con intención- le explico antes que nada, y más porque algo que dije pareció molestarla. Sin duda prefiero verla sonreír, es una chica tan dulce y sencilla que no me gustaría dejarla ir.

Sonrió divertido por la manera en que me cuestiona –Así es señorita Kioko-  reitero supuestamente afectado. Hace tanto tiempo que no estoy con una mujer que no negaré que siento mi temperatura incrementar a causa de la tentación del deseo pero no me parece que ella sea de esa clase de mujeres, así que simplemente trataré de relajarme –Es verdad, no puedo abandonar simplemente la exposición. Podríamos vernos aquí mismo mañana a las 8:00, aunque preferiría pasar por usted en persona- insisto sobre ello.

Dejo por la paz el asunto del idioma, pues sobre salir se torno mas interesante e importante en nuestra conversación, y mas por el hecho de que no parecia tener interes de regresarme mi espacio personal.

-¿Porque agresiva?-Aun así debo preguntar sobre eso. -No creo que logre encontrar mi casa señor Belleti, así que, si, estaría bien mañana aquí, o si gusta que yo le busque a usted, supongo esta en un hotel-Intento adivinar su actual residencia, tiene como ese porte de penhouse o como se diga. Realmente debía ser mas facil que yo le contrara ya que conozco la ciudad y esas cosas, no tengo ningun problema con hacerlo despues de todo. -Quiere elegir usted el lugar, o quiere que yo...-Lo dejo ahí pues el otro probablemente no conce mucho la ciudad aun , o quien sabe.

Debería pensarme mejor las cosas ya que ella no parece de esa clase de chicas interesadas en sólo pasar el rato, no me siento preparado para una nueva relación tampoco, esto se podría tornar peligroso, aun así no soy de la clase de hombres que se arrepienten de una decisión que ya está tomada y dicha.

Sonrió y levanto una ceja, como si la razón fuera bastante obvia –Porque de pronto pareció responderme a la defensiva- me hago la victima al respecto – ¿Tan difícil es encontrar el lugar dónde vive? No me crea tan inútil, aunque si lo prefiere podríamos vernos en otro sitio- acepto enseguida –Podríamos vernos en el hotel en que me hospedo, he escuchado que el restaurante es muy bueno- le comentó enseguida –aunque si usted prefiere sugerir otro sitio, creo que conoce mejor el lugar que yo- tal vez pueda pensar que oculto otras intenciones por lo que mejor le doy la oportunidad de que sea ella quien decida.

Suelto una pequeña carcajada -No fue mi intención Belleti-san, solo, no se me da darle a las personas la razón todo el tiempo-Comparto aun divertida, por que realmente no fui agresiva y lo se.

-Vivio en un piso en Ikeburo,Arriba de una tienda de chiches-  Explico por no decir, vivo sobre mi propio negocio - Nunca he aprendido mi dirección, solo que es frente a la estación, por eso no le he necesitado aprender-comento divertida por esa situación. Cuando comenta del restaurante sonrio un poco -Pues, esta bien en su hotel si no quiere alguna cosa en especial, la verdad no soy de gustos quisquillosos-Como la mayoria de las mujeres en Japon...y el mundo, para que mentir. Oh si, soy genial

Es raro, me causa una sensación comoda e intranquila. Sigue tan cerca, pero ya no me molesta, de hecho es divertido, no se, un impulso divino pide que conozcas mejor a las personas que llaman tu atención. -Por que Japón? -

Realmente cada una de sus expresiones son tan tiernas, apenas la conozco y ya me tiene tan prendado de ella –Me parece muy bien que sea honesta, pero al menos debería mejorar un poco su tacto- no es que me interese realmente el tema, más bien quiero una razón más para poder seguir disfrutando de esas hermosas expresiones.

-Con que en Ikeburo- me quedó pensando tratando de recordar, tal vez fui a algún centro comercial de la zona, ni siquiera recuerdo bien –Eso quiere decir que no me dará su dirección- le digo de manera acusatoria, aunque dudo mucho que lo niegue intencionalmente –Entonces que sea en el hotel- eso suena peligroso, definitivamente debo sacarme esa clase de pensamientos de la cabeza –si no le molesta podría recogerla afuera de la estación- le propongo.

Me acerco todavía un poco más, tiene unos ojos hermosos, le sonrió y luego me alejo al escuchar su pregunta –Me interesó su arte- le digo sin mucho rodeo –y también para olvidar. Le contaré mañana, tengo miedo de que vaya a arrepentirse, al menos así tendré una razón para verla- esperaba que la curiosidad sirviera.

Aprieto mis labios un poquito -No es tan facil hacer feliz a todo el mundo, ¿para que tratar tanto?- sonrio una vez mas.

-Le cambio mi dirección por mi numero- intento negociar, para sacar de mi bolso una pequeña libreta y una pluma, escribiendo en un pedazo de papel, arranco la hoja y se la tiendo esperando la tome,-Seguro, no sera difícil olvidar su rostro Belleti-san e intentare no tardar para que no espere mucho por mi - en eso se acerca mas y solo puedo sonreir con nervios - Entonces vino a aprender...que genial. Mientras no sea un asesino, y aun así, no soy de las que despues de quedar en algo salga huyendo- explico con un tono en el que puedo presumir mi forma de ser. Me ha dejado picada ademas.

Definitivamente esta mujer me tiene por completo cautivado, cada una de sus respuestas son únicas –Creo que tiene razón, mientras usted no se traicione a sí misma y este bien con sus decisiones, está bien- le doy la razón porque simplemente así es.

Hago el ademan de pensar en si estoy de acuerdo con ello y después le sonrío –me parece perfecto- nunca hubiera imaginado conseguir su número tan pronto. Agarro la hojita que ella me extiende y la guardo dentro de mi billetera para no perderla –aquí tiene el mío- le entrego una tarjeta de presentación con mi número, me las acaban de entregar hoy mismo –Para mí tampoco será difícil reconocerla. Espero así sea, y aunque lo haga estoy seguro que valdrá la pena la espera- le digo con toda la galantería que me caracteriza –Así es vine para aprender y mejorar mi técnica. Y no se preocupe no soy ningún asesino- no quiero entrar en mayor detalle y decirle enseguida que soy divorciado o seguro pensará otras cosas.

Tan sofisticado, una tarjeta. Vaya, miro el papel un momento, no puedo no pensar que solo me ve como algo que desechar fácilmente, pero quien me puede culpar por tener una linda cena con alguien tan fascinante?

-Usare azul-Procuro siempre hacerlo, pero le aviso para que tenga otra forma de reconocerme.

cuando dice que no es un asesino rio un poco. -Entonces nada podría hacerme huir Belleti-san- sería de lo unico que me asustaria

y es así como acepte pero queda un detalle. -¿Que hotel dijo que es?- si, que ya hicimos planes pero nada que se donde le veré.

Guardo su tarjeta en mi bolso, es curioso, que tenga una tarjeta el hombre...-Yo soy comerciante-le comparto un poco, por que creo qeu ya se mucho de él y él nada de mi

Debería tener cuidado con las decisiones que tomo, todo lo del divorcio me ha hecho sentirme demasiado emocional y no es que busque una sustituta para mi ex esposa, aunque ella y Kioko tienen cosas en común, no es justo compararlas. No sé qué pasará con Kioko, y aunque quisiera aprovechar mañana mi cita al máximo, también quisiera ir lento.

-Azul. Creo que es un color que va muy bien contigo- le digo con una sonrisa, ese podría volverse mi color favorito gracias a ella.

-Señorita no debería decir esas cosas, que aunque no sea un asesino podría hacer con usted muchas otras cosas- no creo que se espante por eso, y si lo toma a mal, sólo culparé a las dificultades del idioma.

-No recuerdo bien el nombre, pero sé cómo llegar.  Además pararé a recogerla en el auto- le resto importancia al nombre del lugar, lo único que deseo es que sea mañana para poder conversar en un ambiente más intimo.

-¿Y a que te dedicas exactamente?- me tomó por sorpresa que lo dijera tan de pronto pero también es agradable saber un poco más de ella -me preguntaba a que se dedica una mujer tan bonita-

-Gracias, todos me dicen que es un exeso ya que mi cabello y ojos lo son- comento divertida.

-Pfff- comienzo a reir por su ocurriente comentario, que lejos de ofenderme me parece chistoso. -Lo mismo digo Belleti-san-Comento con una pequeña sonrisa que claramente no lograra ni ser seria ni amenazante.

-Vale, en la estación de aquí entonces.- cUANDO me cuestiona sobre a que me dedico sonrio un poco de lado pensando en como describir mi trabajo...

-Tengo una tienda de...pues de todo, se podría decir que es un bazar o algo así por que son cosas nuevas y viejas y eso...muchas chacharitas y curiosidades.- Explico con media sonrisa. Es mejor de como suena, conozco muchas personas todos los dias, y objetos nuevos cada mañana.

Me encanta que sea tan honesta –No importa la opinión de los demás, lo que importa es que tu estés bien con ello- además de que en mi opinión ella simplemente es hermosa.

Arqueo una ceja y luego le sonrió coqueto – ¿Eso quiere decir que tal vez sea yo quien deba cuidarme de usted? – le pregunto con cierto tono de preocupación, aunque claro que fingido ya que todo lo contrario, me gustaría saber de lo que es capaz de llegar.

-Así es. No se preocupe de lo demás, me encargaré de todo- le respondo con tono amable, aunque en verdad me gustaría conocer el lugar en donde vive.

La escuchó con atención y vienen a mi mente muchas cosas, desconozco si los bazares en Japón sean diferentes a los de Europa –si no le molesta, me gustaría conocerlo algún día. Debe ser un lugar bastante peculiar- comento sin tratar de sonar ofensivo, sólo demostrar mi curiosidad.

-Bueno, debo volver- dije con resignación, no queda más que atender mis responsabilidades -nos vemos mañana- al despedirme me tome el atrevimiento de besar su mejilla y luego volver a dónde se encuentran los invitados