Entre tus alas [Dima]

Tomé uno de los trajes nuevos del closet y me quité la toalla de la cintura para comenzar a vestirme.
Papá nos pidió asistir a una fiesta de un importante conocido suyo. Obviamente beneficiará los negocios de varias empresas, entre ellas la nuestra. Me sentí emocionado unos minutos, aunque preferiría solo ir con él para después tener un tiempo a solas, no me molesta salir con mi madre y con Dima.  
Solté un suspiro y abotoné mi camisa. Dima volvió a ser como siempre. Parece que solo en estado de ebriedad intenta acercarse a mí. Recordar lo lindo que fue aquel día me hace sentir emocionado, aunque la realidad de cada día sea diferente, parece que siempre opto por guardar los bellos recuerdos y rememorarlos cada vez. Llevé mis dedos a mis labios. Fui tan imprudente, pero no se sintió para nada mal. ¿Será por el cariño tan grande que le tengo? Algunos padres suelen besar a sus pequeños, ¿es un sentimiento similar? Aunque si me baso en mi relación con mi padre, definitivamente no es lo mismo. Para mí, mi padre es alguien único. Me encanta estar a su lado, hacer el amor y dejar que me mime. Es muy diferente al amor fraternal que siento por mi madre, y mucho más intenso del que llegué a sentir por mis verdaderos padres.

Terminé de arreglarme y bajé a la sala. Ellos no deben tardar, así que aproveché para hacer un par de llamadas que involucran a mi trabajo.
Cuando colgué mi padre estaba en la entrada avisando al chofer preparara el auto, y caminé sonriente hacia él para después darle un saludo formal.
-Hice la llamada que me pediste. El promotor estará enviando esta semana el presupuesto que necesitamos -siempre soy muy formal en mi trabajo. Aparentemente separo mi vida personal de la laboral, pero cada contacto con él me hace sentir nervioso. Recibí unas palabras de agradecimiento, una sonrisa y su usual palmada en la cabeza. Tragué saliva y agaché la vista sonriendo. Quiero abrazarlo. Lo extraño, pero sé que ahora no es el momento.
Me quedé un rato charlando sobre algunas cosas que necesita saber mientras Dima y mi madre bajan. No puedo dejar de admirar sus hermosos ojos y su sonrisa. No importa cuántos años pasen, él siempre será perfecto para mí.

Termino de rasurar mi rostro y me pongo un poco de crema, no me gusta dejarme barba porque parezco un viejo. Busco un poco de mi loción para ponerme. No voy tan formal, solo un pantalón y camisa de vestir, pero no llevo saco, he optado por un suéter delgado.
Miro la hora, ya es va siendo hora de ir a esa insufrible reunión. No disfruto de esas cosas porque tengo que estar con la familia y actuar como si todo fuera perfecto. No sé para que lo hacemos, todos sabemos los chismes de las demás familias, al igual que ellos de nosotros. Seguro saben que soy un hijo problemático, seguro también hablan de como el hijo adoptivo parece que se quedará con todo. Solo pensar esas cosas hacer que mi rostro se adorne con un rictus de amargura. Cuando estoy listo, no bajo de inmediato, voy directo a buscar a mamá.
Toco su puerta esperando a que salga, y le ofrezco mi brazo como todo un caballero.
-Te ves hermosa- la elogio con sinceridad. No puedo creer que mi padre pueda engañar a una mujer tan hermosa y perfecta como lo es ella.
Ella también habla de lo bien que me veo y me pide que hoy sea un bueno chico, y como de costumbre yo solo acepto a lo que me pide con una sonrisa.

Cuando vamos saliendo, los puedo ver a ellos dos. Siempre me resultan desagradables, pero sin duda verlos juntos hace que me resulte muy complicado controlar mi desprecio hacia ellos.
No hablo durante el trayecto, solo voy mirando mi celular y contestando los mensajes de burla de mi insensible mejor amigo. El sabe cuanto odio estas cosas y no para de burlarse, pero al menos tiene la decencia de mandar saludos a mi madre, así que me inclino un poco hacia ella para decirle que le mandan saludos. Ni le digo quien, porque ella ya sabe de quien se trata.
Aunque él se la pasa burlándose de mi situación en este momento, me termina sacando varias risas por sus comentarios y al menos promete que me llevará a un lugar divertido mañana.

Atuendo:

Cuando ellos bajaron salude a mi madre como de costumbre. Igual que mi padre, ella conserva su belleza y ese aire juvenil, realmente es una mujer hermosa. Dima también se ve muy atractivo, aunque él siempre luce así, tiene ese encanto natural. Sin embargo no le salude, a veces me canso de lanzar saludos al aire y no quiero irritarle antes de llegar a la cena.
Abordamos el auto y fui todo el camino en silencio. Mis padres hablan entre ellos, y de repente mi madre con Dima. Lo miré de reojo y noté esas pequeñas sonrisas. Solté un suspiro y volví la vista al lado contrario. Me gustaría que sonriera así para mí, pero parece que el encanto duró solo un par de horas y me hace sentir extraño. Quisiera decirle lo que dijo ese día, o tal vez esas vergonzosas cosas que me hizo. Pero al final me rindo, siento que eso podría empeorar todo.

Llegamos al hotel, e inmediatamente ingresamos mis padres comenzaron a repartir saludos. Cuando salimos en familia a este tipo de reuniones me siento como un pequeño inquieto esperando que papá y mamá terminen de charlar.
-Buenas noches - salude alegre a uno de los socios de mi padre. Hay mucha gente hoy, pero el ambiente se siente fino y relajado. Mi padre se separó de nosotros casi de inmediato, incluso dejó a mi madre atrás. A veces me sienta mal eso, y sé que si no fuera obligado a traernos, vendría por su cuenta. Tomé una copa de vino y espere junto a Dima y mi madre, espero ver alguna cara conocida hoy o terminaré más que aburrido.
Pero él regresó y tomó la mano de mi madre para llevarla con una de sus conocidas, nos encargo el comportarnos y se fue.
]-Ya no somos unos niños -me reí y tomé un trago a la copa. Quiero hablar con Dima. ¿Debería embriagarlo primero? La sola idea absurda me hizo reír de nuevo. Pero honestamente es muy desalentador el ni siquiera poder entablar una plática superficial.

De repente llegó uno de los conocidos de papá. No suelo relacionarme personalmente con nadie que tenga que ver con mi trabajo, mucho menos con los conocidos de mi padre. Pero el tipo es basta atractivo a su edad, disfruto coquetear disimuladamente y luego rechazarlo con sutileza. Lo salude alegre, le conté que me iba muy bien y luego espere que hablara un poco para él tomar otro rumbo.

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Soy un tipo que le gustan las fiestas, pero estos eventos son realmente aburridos, todos cuidan demasiado las apariencias. No creo que haga falta, porque es un circulo social demasiado turbio, veo a personas con las que he estado en vistas, tipos de negocios, que van a clubs "exclusivos" para personas con ciertos gustos específicos para el sexo. Todos tienen algo que esconder que la mayoría ya saben, pero sino se dice en voz alta es como si no existiera. Yo entro en el grupo de personas de las cuales se puede hablar, un hijo problemático, que ha estado detenido en varias ocasiones.
Solo me quedo en la mesa, como desde pequeño se me enseñó, para que así papá, platicara y hablara de negocios.
Giro los ojos por el comentario de Andrei, es tan idiota.
Yo solo sigo concentrado en mi celular por un rato, hasta que un tercero se acerca, no puedo evitar levantar la vista, dejo mi celular en la mesa y le saludo por cortesía, para luego solo ser ignorado mientras él y el desviado de Andrei hablan. ¿Es así como ligan los pervertidos como ellos? me siento asqueado de solo estar cerca de algo tan asqueroso. Me levanto mirando con asco a Andrei y alejándome. Tomo una copa de vino de una charola y tomo la mitad con algo de rapidez.
Una vez algo alejado, observo el lugar, mi familia, mi madre se ve hermosa, su belleza hace estremecer a cualquiera y papá, ¿juega a la niñera? está con un grupo de tipos entre ellos hay una niñita, parece casi una muñeca y no pierde su encanto ni cuando papá la toma en brazos y la saluda con cariño.
-alguien debería alejarla de él- me digo con repulsión tomando, acabando mi copa y tomando otra. Necesito distraerme con algo, así que dejo de mirar a mi familia y busco alguna chica que no me odie por no haberla llamado de nuevo, o que sea de las que acepta cometer el mismo error de aceptar estar conmigo. Pero mientras busco vuelvo a notar a Andrei con ese tipo.
¿Por que coquetea con él? ni es atractivo, aunque supongo que a él le da igual con quien estar, obviamente no es muy selectivo. Entonces noto en la mesa algo que brilla de repente, mi mano busca en el bolsillo de mi pantalón.
-Estúpido celular- malhumorado regreso a la mesa y sin importarme mis modales me pongo entre ellos dos para tomar mi teléfono, mientras veo el mensaje que acabo de recibir le doy la espalda al otro tipo y quedo de frente a Andrei, al levantar la vista sonrío de forma seductora y sin decir nada, solo paso de largo golpeando el hombro de Andrei para ir directo a donde está una de mis lindas exnovias, que no le importa tanto si la llamo o no.

La platica se alarga más de lo normal. Y por ahora está bien, es mejor que estar observando alrededor y esperar que alguien más se acerque. Además no todos aquí son de mi agrado, al menos él puede ser un poco encantador.
Dima se fue de la mesa casi de inmediato, y solté un suspiro nada discreto. El tipo me preguntó si algo me preocupaba, y le di una excusa tonta. Pero supongo que la gente nota que Dima y yo no nos llevamos bien, y hacen sus conclusiones que siempre terminan en la cuestión de la herencia.
[color:4c18=00ffff]-Es un buen chico - respondí a algo que se asemejaba a una queja. Tal vez esperaba que me quejara de mi hermano pero, incluso si lo quisiera, no soy tan imprudente como para hacerlo con cualquiera. Y él comenzo a reír y decir que era realmente maduro. Creo que ambos nos vemos diferente frente a estas personas, pero honestamente los dos tenemos una mala imagen. Él es el niño caprichoso, y yo el adoptado que debe hacer méritos- ¿No te parece que eligieron un gran salón esta vez?  -en algún momento desvíe el tema a algo absurdo, pero sirve para tener algunos roces y coqueteos. Sin embargo mi sonrisa se borró por completo al ver cómo mi padre juguetea con una niña. Sentí un nudo en la garganta y una rabia enorme. Quería ponerme de pie e ir hacia ellos para expresar lo mal educada que me parece. Y esa estúpida sonrisa suya. ¿Qué hay de encantador en ella?  No es diferente de yodas las mujeres aquí presentes. Seguro se convertirá en esa clase de zorra superficial.
Mis pensamientos se concentraron en eso, afortunadamente aparte la vista de ellos y fingi entretenerme con lo que el hombre a mi lado decía. Pero de nuevo olvidé un poco al ver a Dima entre nosotros, ni siquiera note que regresaba aquí. Me quedé mirandolo, y giré mi vista a donde él miraba. Parece que los hombres en mi familia solo buscamos un propósito en estas fiestas.
“Tu hermano es un poco maleducado”
-Un poco - me rei como si de un chiste se tratara, y pasé mi mano por donde él golpeó. No duele para nada, en realidad ese gesto me da un poco de gusto y no me explico el porqué- lo siento, pero debo hacer unas llamadas. Regreso en un rato -me despedí del hombre con un abrazo de lado, me puse de pie y caminé hacia el balcón con una copa en mano. No pude evitar mirar hacia donde mi padre está, parece que se divierte. Y ver la cara sonriente de esa niña me hace enojar.

Al menos mi noche comienza a mejorar, ella se ve hermosa hoy. Puede ser que soy un mujeriego, pero soy muy bueno apreciando la belleza del mundo, sobre todo si de mujeres se trata.
Hacemos un brindis cargado de puras insinuaciones, y platicamos un poco solo para seguir con el tonto juego del coqueteo. Todo va de maravilla, pero para mi mala suerte sus padres aparecen, porque parece que piensan que platicar con el hijo de mi padre sería ventajoso.
Creo que son de las pocas personas que piensan que mi padre me preferirá a mi solo por ser su hijo de sangre en lugar de a un adoptado. Yo en cambio, se que no es así, él tiene a su amado hijo en Andrei y yo no soy más que un parásito que solo gasta su dinero.

La platica comienza a ser aburrida y ella rodeada de sus padres, me parece menos atractiva que antes. Me despido de manera educada para seguir caminando por el lugar, y nada es mas divertido que solo estar tomando una copa tras otra. Al menos el vino hace que la velada no sea tan aburrida, me siento relajado, y algo alegre. Tengo muy buena tolerancia con el alcohol, pero el vino tiene ese detalle de que me hace sentir alegre solo luego de algunas copas. Así que aunque soy la oveja negra de la familia, comienzo a socializar con más personas del lugar. Puedo ser considerado lo peor de mi familia, pero aun así he recibido buena educación y sido educado de manera sobresaliente, solo es que no soy el hijo perfecto porque no quiero serlo. Pero al igual que Andrei, he sido educado para ser un hombre de negocios.
Llevo con una copa ya un buen rato, pues si sigo bebiendo a la velocidad de antes, dejaré de ser el chico agradable que ahora puedo demostrar que soy. De alguna forma termino platicando con el mismo grupo con él que mi padre está, y aunque detesto la persona que es, a él no puedo tratarlo con la indiferencia y odio que demuestro a Andrei. Incluso creo que la niña que esta con nosotros es muy tierna y luego un poco con ella cuando parece que está aburrida por la platica de los mayores. Pero luego de un rato creo que si he bebido más de lo que debía y me disculpo para ir al baño, no quiero hacer una escena en este lugar, no soy tan idiota como para arruinar negocios solo por mi desprecio a más de la mitad de mi familia. Me recargo en los lavabos y me miro en el espejo, tengo la clásica mirada de una persona alcoholizada.

Salí a tomar un poco de aire, y estando frente al balcón empuñe mi mano soltando el aire con fuerza. A pesar de ser un adulto ahora capaz de comportarse, cuando se trata de él me descontrolo un poco
-Debo ser un buen chico  -me repetí en voz alta y un par de veces en mi cabeza. Realmente es complicado lidiar con estos sentimientos. ¿Por qué no puedo ser yo? ¿Por qué nos hemos distanciado? Mi familia es muy disfuncional, ¿no me prometiste felicidad y algo mejor?  A pesar de sentirme ese niño ahora, mi cuerpo cambió completamente desde entonces. Y sé que el como soy ahora no le gusta tanto. Si yo tuviera el cuerpo pequeño como ella, ¿también me cargarias en tus piernas? Me reí por lo estúpido de mis pensamientos, y me tomé todo el contenido de la copa en un trago.
Entré de nuevo a la gran sala y me acerqué a un par de conocidos. Mientras platicaba tomé un par de copas más. No soy muy tolerante al alcohol, la verdad es que su sabor no me agrada mucho. Pero solo así puedo mantenerme alegre. Volteaba a ver de repente al círculo social de mi padre, pero ni una sola vez me devolvió la mirada.
Lo siento -me tambalee un poco y me sostuve del brazo de uno de los chicos con quien estaba. Fue intencional, pero fingí que era culpa del alcohol. Sonreí para él y me alejé de su brazo lento- oh -luego una de las chicas preguntó por mi familia- mi madre está por allá -señalé a mi madre quien se encontraba con unas conocidas, al menos parece divertirse- y mi padre, no lo sé -pero mi intento de ignorar la situación de él y esa estúpida niña no funcionó cuando otro señaló su ubicación.
“¿Y no es ese tu hermano menor?  Pensé que estaría con una chica, pero está con tu padre”
Me giré de inmediato a donde ellos estaban. No sé qué  era peor de esa escena. Que Dima parece estar bien con mi padre siempre y cuando yo no esté cerca. O que al igual que mi padre, disfruta jugar con esa niña y no con una de las tantas chicas aquí. Pero creo que lo que más me frustra es que envidio demasiado a esa niña, porque ambos me ignoran completamente hoy. No, es así desde hace bastante, solo que… ¿cuándo dejé de contar el tiempo sin hablar con él? Al igual que Dima, parece que está tomando distancia.
-Es bueno verlos juntos -no sé si los presentes entendieron mi comentario, pero le restaron importancia al continuar hablando de otra cosa. Y yo solo me reía superficialmente, mientras llevaba una copa tras otra a mi boca. Luego de un rato, cansado de evitar mirar hacia donde ellos estaban, me acerqué al mismo chico de antes y le dije que iría al sanitario, y luego saldría a despejarme un poco. Mi tono de voz bastó para dar mi mensaje con claridad, y me despedí con un simple ademán para caminar hacia el baño. Estoy mareado, y necesito con urgencia alguien con quien distraerme o terminaré cometiendo un error.

Entre al baño directo a uno de los cubículos. Mi cara arde, y luego de orinar salí para lavarme las manos y esperar al tipo. ¿Por qué tarda tanto?

Siento como mi boca comienza a salivar más, tengo un poco de asco, creo que mi cuerpo ya reacciona en automático cuando me excedo en la cantidad de alcohol. Por eso no me gusta mucho el vino, es muy fácil olvidar cuando se ha tomado hasta que ya es muy tarde. Si no tengo cuidado, seguro mamá terminará internándome en alguna clínica de rehabilitación. Tal vez algún día lo haga, cuando esté interesado en moderar mi vida, pero aun soy joven y solamente quiero divertirme tanto como me sea posible.

Pero al menos se distinguir que clase de diversión tener en cada lugar, esta fiesta es solo es un espectaculo para saber quienes pueden resultar personas ventajosas para negocios, ser el mismo idiota de siempre no ayudará en nada. Por eso no me la he pasado consiguiendo chicas, solo un intento prudente arruinado por sus padres... Estoy siendo bastante conservador, detalle que da ventaja a mi padre, porque así pareciera que los chismes sobre mi son solo historias exageradas
.
Mientras pienso y espero a sentirme un poco más claro de ideas, noto como alguien entra rápido. Me iría de inmediato, pero necesito solo un poco más, se que la borrachera no se me pasará en minutos, pero las ganas de vomitar espero que si. La persona sale y de inmediato le reconozco. Me iría solo para no tener que verlo, pero mi orgullo me hace no ser el que huye, y me hace sentir más molesto el que Andrei parece ni siquiera notar mi presencia.
La hermosa escena familiar se ve arruinada por una tercera persona, un tipo que parece buscar solo a Andrei pero parece dudar cuando nota que hoy alguien más.
-largate- digo con asco mis palabras. Su manera de mirar a Andrei delata sus intenciones -¿eres idiota o sordo? lar-ga-te - remarco las silabas como si le hablara a un retrasado.
El tipo es alguien insignificante, no tiene una posición importante en nuestra sociedad, solo alguien ambicioso que va escalando como puede, y la ventaja de eso, es que no tiene nada que le brinde seguridad, y por lo general las personas como él no son tan idiotas como para poner en peligro la posibilidad de convertirse en alguien. Así que con una mirada de disgusto a mi y otra muy diferente a Andrei, el idiota se termina yendo.
Miro con la expresión acostumbrada a mi hermano adoptivo, no creía que fuera realmente tan estúpido.

Me quedó mirando mi reflejo en el espejo un poco ido. Por un momento olvidé a qué vine, y afortunadamente no tengo ganas de vomitar, simplemente me siento un poco fuera de lugar por lo mareado.
Noto una persona dentro del sanitario, y me sorprendi al ver que se trata de mi hermano.
-Dima -me quedé mirandolo algo atónito- no, no,  Dmitry -es verdad, no debo llamarlo tan familiarmente porque al niño le fastidia. Lo peor de estar ebrio es que mi lengua se suelta sin remedio, y aún más horrible es que soy medio consciente de que debo controlar lo que digo, pero no sé si me vuelvo más valiente o solo más idiota que simplemente decido hablar lo que me viene en gana. Pero alguien más llega y estoy a punto de momestarme cuando noto que se trata de alguien conocido. Es verdad, estaba por hacer algo divertido. Y recuerdo el porqué lo iba a hacer también. Y me entra esa apuracion por lanzarme a él y olvidarme de todos los afuera presentes, incluyendo mi padre.

Me giro al chico dándole la espalda a mi hermano y le sonrío coqueto, ignorando a Dima tal como él lo hizo antes, o más bien como hace siempre. Pero Dima parece molesto y comienza a entrometerse, y no sé, yo simplemente me quedé mirando cómo lo corría, incluso regresé la vista a él sin notar que el otro le obedeció.
-¿Qué pasa contigo? -le reclamé. Se siente raro hablarle de esta forma, y a la vez tan agradable. Me dirigí a la salida intentando detener al chico, pero es muy tarde para que vuelva. Decidí regresar donde Dima y aprovechando ese impulso idiota que me da cuando estoy ebrio, le volví a reclamar- ¿acaso yo me meto en tus asuntos? No te impido revolcarte con esas niñas ricas, ¿por qué hiciste eso? -una parte de mí agradece que impidiera que yo cometiera un error, pero no tengo ganas de agradecer nada. Menos al recordar cómo me trató antes cuando parecía tan feliz al lado de una extraña. ¿Por qué solo yo? Y pensar que ese día fue tan lindo. Tengo ganas de reclamarle, y no siento tanto miedo a su rechazo como de costumbre.

Me crucé de brazos molesto, al menos mi enojo se enfoca en él y no en mi padre. Es un poco frustrante que no pueda molestarme con él. Pero no está tan mal desquitarme con Dima. Se lo merece luego de todos sus desplantes. Idiota, si ese día no me hubieras tratado tan bien yo podría definitivamente desistir de reconciliarme contigo.

Mi expresión de desagrado es mas clara cuando me dice de esa manera tan íntima, aunque mi cuerpo se ha estremecido un poco, pero debe ser por el desagrado que me provoca.
-Andrei- digo su nombre como de costumbre, como si decirlo, me dejara un sabor amargo en la boca.

La forma en que me ignora hace que me enoje aun más, ¿acaso el tiene el derecho de tratarme así? no, claro que no, él esta muy por debajo de mi.
Sonrío con satisfacción al ver como el idiota ese solo se va, me gusta cuando las personas saben el lugar que tienen en la vida. Pero Andrei, el parece haber olvidado que solo es un recogido de la calle, que tener el apellido no lo vuelve alguien como nosotros.
Me río de la manera en que me reclama, ¿cómo es que puede alguien ser tan idiota?
-No te confundas, a mi me da igual con quien te.... ¿revuelcas? - digo con el desagrado acostumbrado, pero sin elevar mi voz, solo como una platica normal, al menos creo que la distracción que ha resultado ser Andrei me ayuda a olvidar mis ganas de vomitar - no se a que lugares estás acostumbrado a ir, pero los Kozlov, no nos revolcamos, mucho menos en un baño público - si, en esto incluyo a mi padre, porque será el monstruo que es, pero al menos nunca pierde la clase.
Meto mi mano al pantalón y saco una cajita metálica con pastillas de menta, meto una en mi boca.
-estás borracho, lo mejor es que te vayas de la fiesta- claro, yo también lo estoy, pero a diferencia de él, me puedo manejar aun en este estado, necesitaría tomar mucho más para ponerme tan idiota como de costumbre y hoy no lo haré -incluso puedes llevarte a tu amiguito, a ver si prefiere irse contigo a quedarse aquí- sonrío con complacencia porque es obvio que no se irá, le conviene más estar aquí, nadie en esta fiesta antepondría un poco de sexo a la posibilidad; aunque sea mínima, de conseguir alguna alianza o al menos saber quien es la competencia.

Mordi mi labio inferior, frustrado por lo que dijo. Estoy muy molesto y triste. Molesto con él por siempre ser así conmigo y triste porque para mi padre ya no parezco ser tan importante. No soy idiota, noto cómo poco a poco empieza a distanciarse. Sin embargo él y Dima son muy diferentes, ya que él finge que todo está bien mientras que Dima es demasiado directo. Y no sé qué actitud me molesta más. Creo que la de Dima ahora mismo.
-No creo seas el indicado para sermonearme -volví mi vista al espejo. Me siento fatal, debería irme a casa con la excusa que me siento mal o simplemente no avisar.  Pero la idea queda descartada cuando él la menciona. ¿Ahora soy yo el hijo problemático?  Cuando todo el tiempo tengo que limpiar sus desastres, ¿y precisamente es quien me está regañando?  No me gusta, pero aunque me habla con esa superioridad, no puedo odiarlo. Intento pensar como siempre, pero mis emociones me dominan y termino saltando un chasquido- si, debería -le doy la razón, pero no puedo salir en este estado acompañado de alguien más, ni siquiera debería ir a la fiesta hasta enfriar mi cabeza- pero ver tu cara me quito las ganas -abro el agua del grifo y lavo mis manos. Luego mojo mi cara y tomo una toalla desechable para secarme. Pero no es suficiente para despejar mi humor- es más, ya que estás tan preocupado, ¿por qué no me acompañas? -me cruce de brazos encarandolo. Tengo distintas opiniones de él. Como que me molesta ese lado suyo tan terco, y que quisiera que no se metiera en tantos problemas. Y que amo sus expresiones cuando habla con mamá, y que al menos con ella sea tan comprensivo y noble. Hay una parte de mí que evita a toda costa preguntar  el porqué. Ese día y hoy. Cuando él estaba vulnerable o cuando yo lo estoy. Tengo miedo- deberías regresarme el favor ya que a veces tengo que ser tu niñera -frunci el ceño y solté un suspiro- al menos deberías decir lo que te molesta de mí -sé que lo de ahora no es más que una excusa para ambos para pelear como siempre, con la diferencia que ahora no intento ser el maduro. Pero ya me cansé de fingir que no pasa nada simplemente porque soy el mayor- no, ¿sabes qué? Olvídalo -niego con la mano y doy un par de pasos hacia él y me río un poco. Creo que sería menos problemático tener sexo con un extraño en el baño que esta platica entre  nosotros. Y es que nada que hagamos juntos termina bien. Empiezo a pensar que ese día no fue más que un invento en mi cabeza- no te entiendo -mi tono de voz fue más bajo y agache la vista. Me preparé para su reproche, y desearía que me dejara solo. Sí, tengo que salir de aquí y sacar mi frustración de la única forma que conozco.

Giro los ojos cuando dice que no soy el indicado para dar consejos. La gente siempre cree que uno tiene que ser una persona llena de virtudes para darse el lujo de decir "yo soy alguien quien puede dar un consejo", pero ¿como alguien sin experiencia puede dar consejo? eso simplemente es la cosa más carente de sentido.
Pero como respuesta a lo que me dice solo he soltado un bufido junto con una risa irónica.
-¿Mi cara?- cuestiono ofendido por la gran tontería que ha salido de su boca. ¿Tan desagradable le resulto que soy algo así como un inhibidor del placer? Me siento muy ofendido y herido. El enojo me hace cerrar los puños con fuerza -idiota- digo por lo bajo con resentimiento. No comprendo del todo, pero realmente ha logrado hacerme sentir herido, tanto así que apenas me percato de lo siguiente que me dice.
-Nunca te he perdido un favor, lo que haces lo haces porque otros te lo piden, yo hace años dejé de pedir cualquier cosa de ti- digo mirando sus ojos enrojecidos por el alcohol. Quiero hacer que deje de mirarme, quiero que se calle y ya no me diga nada. Así que lo único que me queda hacer es irme y dejarlo solo... eso es lo mejor porque sino terminaré haciendo algo que arruinará esta noche para mi familia.

Solo doy unos pasos y él hace esa pregunta y me giro para encararlo, avanzando para hacer la distancia entre nosotros muy poca, y decido ignorar ese "olvidalo", si él realmente quiere saber, entonces se lo diré.
-Tu mirada, tu voz, como caminas, la forma en que vistes. Tener que soportar que tomes lo que no te pertenece. Tu actitud, como si realmente fueras alguien de mi familia. Simplemente te odio- digo las palabras con todo el resentimiento que tengo a su persona, palabras que suelo guardar solo para mis pensamientos -Tu arruinaste a mi familia- no he notado cuando pero mis puños se han cerrado sobre el cuello de su camisa y al notarlo solo lo suelto de un empujón y veo como mis manos tiemblan.
En mi mente se hace prensente, el recuerdo de que alguna vez desee convertirme en el salvador de Andrei hasta que al poco tiempo me enteré de lo que en realidad pasaba. Me sigo sintiendo tan idiota de haber pensado cosas como esa, pero era un niño demasiado inocente en ese entonces.

Solté un suspiro y luego me rei, si, él no me pediría nada directamente.
-Qué conveniente, al menos yo tengo el valor de pedirlo de frente y no usar intermediarios -estoy más grosero que de costumbre. Aunque a decir verdad nunca he sido un chico resongon, ni siquiera con él que reiteradas veces merecía un poco de desprecio. Pero no podía, mi padre siempre me recalcó la buena imagen que debo dar al resto, así se trate de mi propia familia. Además que yo siempre lo he tratado como un niño. Teniendo paciencia, siendo prudente y solapando algunas cosas, ocultando o solucionando. Era la forma en que podía sentirme útil aun sin tener su reconocimiento.

Creí que me dejaría solo, y pienso que eso hubiera sido lo mejor para ambos. Pero ahora puedo tener una respuesta de su parte, y era obvio que no sería de mi agrado. Pero pretender que no significa nada o analizarlo para dar por hecho que es una consecuencia de su inmadurez, ahora no puedo hacerlo. Me rei de nuevo cuando dijo que le molestaba todo eso de mí, e incluso que me odia. Pero inmediatamente mi expresión cambió. Es como si, por los primeros segundos, yo no hubiera escuchado eso último. Pienso que es inmaduro, caprichoso y terco, pero hay una línea que creo, ni siquiera por enojo, la gente sobrepasa. Y es justo esta, donde yo no soy más que un estorbo en su vida. Donde mi falsa esperanza se fue. Trague saliva y agache la vista.  recordé su cara sonriendo, sus caricias tiernas y sus besos. Esos que se daban entre nosotros cuando niños, en el tiempo que creí que no podíamos estar el uno sin el otro.
Me quedé mudo viendo hacia el suelo, el recibir su odio tan directamente duele mucho. Honestamente solo esperaba la acostumbrada pelea. Tal vez habría soportado que me golpeara o que pasara de mí. Pero en cambio él me dice eso, y no puedo evitar sentir mis ojos susceptibles al llanto. Pero incluso yo tengo orgullo. Y mordi mi labio fuerte para ahuyentar el llanto. También tenía ganas de decirle lo imbécil y superficial que se volvió, pero seguramente terminaré sollozando en algún punto, humillandome todavía más.
-Ya veo -pensé que luego de un rato en silencio, tenía mis emociones controladas- bueno, sí, era obvio -pero senti un par de lágrimas escurrir por mis mejillas y me giré al lavabo. Abri con rapidez la llave, y me moje la cara esperando que la fría temperatura me estabilizara. Me siento un imbécil, porque debería tenerle el mismo desprecio. No entiendo porqué llegamos a este punto, ¿es realmente el dinero tan importante? Es evidente que quien quedará a cargo es él, ¿por qué tuvo que cambiar tanto?- mierda -me seque la cara y puse ambas manos sobre mi rostro. Debo calmarme, solo estoy haciendo el ridículo.
-¿Entonces todo eso fue un teatrito? ¿Fue divertido para ti el jugar conmigo? ¿En serio crees que no siento nada por ti?  -de alguna forma logré calmarme, y cuando me sentí listo le regresé la mirada- vete al diablo, eres un idiota inmaduro -sería más fácil decirle que me apartare de su preciada fortuna, pero, ¿no he trabajafo duro para obtener lo que ahora tengo? Estoy harto, y no me alejare de mi vida por capricho de él. Aunque eso implique momentos como este. Tal vez algún día me acostumbre, o él busque cómo deshacerse de mí. Ahora eso me da igual, porque pese a todo me duele no ser para él lo que yo quería.

-Yo no uso intermediarios, no llamo a Luciel esperando a que te de el trabajo a ti, solo tengo un mal amigo al parecer- comento recordando que es por culpa de él que Andrei termina siendo casi siempre la persona que me ayuda. Pero sigue siendo mejor a darle problemas a mi madre.

Ver como la expresión en su rostro va cambiando debería hacerme sentir bien, sonreír y burlarme de que el pensara que no se que sobre mi actitud. Pero para mi sorpresa me siento mal, un nudo siente en mi garganta al ver sus ojos, ¿Va a llorar? me siento mal, realmente mal de ver como se pone.
-¿Jugar contigo?- creo que siempre he sido muy claro en mi rechazo a él, ¿donde está el jugar con él? -¿qué hice?- pregunto tratando de pensar a que se refiere. Mientras pienso en eso, doy un paso hacia atrás.
No puedo decir que no soy inmaduro, es tal vez uno de mis rasgos mas característicos. Pero ser maduro, sería tener que afrontar tantas cosas que no quiero, tendría que ver sufrir a mi madre, enfrentar el odio que tengo a mi padre.
Como un rayo que cae del cielo, unos recuerdos borrosos, demasiado extraños como para ser producto de mi imaginación llegan a mi cabeza.
-Estaba demasiado borracho- me digo como para trata de excusarme conmigo mismo, pero lo poco que está en mi cabeza me hace sentir nauseas por la manera tan absurda en la que me he traicionado a mi mismo. Yo no lo quiero, él ya no me importa, yo lo odio, seguro lo confundí con alguien más, eso debió pasar -¿que diablos hice?- comento enojado por recordar a Andrei tan cerca de mi, abrazados... estoy tan enojado que de nuevo lo tengo tomado de la ropa con el deseo de golpearlo, pero al tenerlo tan cerca, es como si los recuerdos se desbloquearan un poco más y miro sus labios -¿que diablos me hiciste?- pregunto como si el me hubiera seducido -Ya no soy el niño que te adoraba, yo no puedo seguir queriéndote- digo confundido por descubrir algo que no debería ser, ¿realmente aun me importa alguien como él?
Me he concentrado tanto en odiarlo, que ni siquiera me preocupé en dejar de quererlo, no me di cuenta que no arranque de mi alma los sentimientos que tenía por él desde pequeño.
Estoy tan confundido que apenas noto como alguien entra al baño, yo suelto a Andy... Adnrei y solo salgo del baño.
Me siento realmente mal, ese dolor que siempre siento en mi pecho por su culpa, ahora esta doliendo mucho más. Salgo del lugar hasta uno de los balcones y me refugio en la soledad, justo a tiempo cuando siento como mis lágrimas salen de mis ojos sin poderlo evitar.

Solté un bufido y desvie la mirada fastidiado. Sí, seguramente no se acuerda de nada, claro.
Ya me imaginaba que él haría eso desde el momento en que dejé su habitación, porque aunque pasamos un rato agradable juntos después de tantos años como si las cosas entre nosotros fueran de maravilla, la realdidad es que él me detesta, y yo soy muy idiota como para pedir una explicación.
-Estabas borracho, eh...  Esa excusa es tan cliché, ¿no te parece? -me siento molesto, pero sobre todo herido. No entiendo el rumbo de esta conversación, ni siquiera el significado de nuestra relación o todo eso que hicimos. Pero es absurdo buscar uno luego de sus duras palabras.
Sentí un jalón en mi ropa y apoye mis manos sobre su cuerpo intentando poner un poco de distancia. Su mirada cerca me pone nervioso, me molesta sentir mucho por él luego de esa humillación.
-¿De verdad quieres que te diga? No veo el punto. Dices que me odias, no tiene sentido contarte sobre tu perfecta actuación -su reacción y sus acciones no tienen sentido, por una parte me siento odiado, pero a la vez también muy atraído hacia él- ¿por qué?  -¿qué significa esa expresión? O sus palabras. Suenan como si se obligara a detestarme. Estoy demasiado confundido. Y no sé si es la conmoción o el alcohol lo que me afligen más ahora que lo tengo cerca. Y sin control, las lágrimas comienzan a caer por mi cara.

Pero el dramático encuentro se ve interrumpido por una persona. Olvidé donde estamos, pero tampoco es como que me importe demasiado ese asunto por ahora. En cuanto él me soltó yo lo empuje ligeramente y mis brazos cayeron sin fuerza cuando se fue. Las piernas también las siento débiles, y evito hacer contacto con quien está dentro. Mi rostro es un desastre, mi ropa también. Limpie mi cara con mi antebrazo y respiré profundo un par de veces, pero sus palabras de desprecio pasan una y otra vez por mi cabeza, dificultando el control de mis emociones. Quisiera odiarlo como él a mí. Con su actitud tengo razon de sobra para hacerlo pero... no hay forma de que de un momento a otro eso suceda.
-Dmitry... - roce mis labios con la punta de mis dedos mientras abrazaba mi cintura con mi otra mano. ¿Es eso? Tal vez mis extrañas reacciones aquel día lo hicieron enfadar, pero, ¿por qué me besó también? No pude preguntar hace un momento, y de repente empiezan a invadirme un montón de ideas extrañas y horribles sobre él. Además él no recordaba. Aun así, no sirve de nada pensar sobre aquel día. Lo que importa es el presente, y ese sentimiento que tiene por mí. Dejar de quererlo suena imposible, pero por mi bien debería poner distancia y dejar de buscarlo con excusas bobas.