viejas y nuevas amistades [Mia]

Odio la escuela, mis calificaciones son por lo general malas, y siempre tengo que hacer exámenes de recuperación, pero no es por eso que odio la escuela, la odio por las personas que a ella van. Mis compañeros son los mas desagradables que puedan existir. Siempre me molestan, ni siquiera puedo tomar una ducha luego de educación física con ellos porque me molestan todo el tiempo.
Hoy han encontrado una nueva manera de molestarme. Tenemos que hacer una obra, Romeo y Julieta, un clásico, la misma obra que el profesor elige cada año. Todos mis compañeros han votado y he ganado el papel de Julieta, al otro día cuando llegué a clase había una caricatura debitada en el pizarrón, soy yo con un vestido. Obviamente el papel no me lo han dado, el profesor entendió las intenciones de mis compañeros, así que solo debo encargarme de cosas de escenografía.

Cuando es hora del receso, salgo para un paquete de pan. Nunca como en la cafetería, siempre me voy al patio para evitar a las personas. Pero hoy parece que mi plan a fallado.
Ellos me han seguido, ahora estoy acorralado, el paquete de mi comida está en el suelo y ha sido pisoteado.
-¿por que no me dejas en paz?- pregunto a Nikolay, pues él siempre parece estar buscado esta clase de problemas. Lo miro fijamente, buscando en sus ojos la respuesta de porque me odia tanto, si fuimos mejores amigos cuando éramos niños. Entonces por un momento siento como afloja su agarre y ¿se ha ruborizado? Al final no se si he visto eso, porque su puño pegando contra mi cara me hace sentir confundido.

ropa:

Hace ya unos meses que regrese a casa. Las cosas cambiaron demasiado. Primero el hecho de que mamá ya no está, y saber que fui la causante de su partida me ha podido demasiado. Anhelaba tanto verlos que ni siquiera pensé que algo así podría ocurrir. Papá se puso muy feliz y triste al verme, fue un encuentro muy emocional y duro para ambos. Ni siquiera supe cuánto tiempo permanecí llorando en sus brazos. Mis hermanos en cambio no parecen felices con mi regreso. Supongo que yo también me sentiría igual si por su culpa mamá hubiera muerto. Los días en casa no son muy agradables, pero tampoco puedo quejarme. Papá consiguió un mejor empleo, y el señor Ueda se encargó de ponerme en una buena escuela, razón por la cual también mis hermanos no me tienen en buena estima. Y él, ya ni siquiera me llama o responde mis mensajes, sin embargo sigue formando parte de mi sustento económico. No entiendo, él dijo todas esas cosas antes de irme, también prometió estar en contacto pero ha desaparecido casi por completo. Lo único bueno en mi vida ahora es Ilkin. En el tiempo que lo conocí hablamos mucho y nos hicimos cercanos, de hecho tenemos una relación. Por supuesto nunca me ha tocado ni yo a él, creo que solo logramos tomarnos de la mano un par de veces. Pero con nosotros las palabras son suficientes. Él me entiende más que cualquier otra persona, y poco a poco he comenzado a abrir mi corazón.
-Lo extraño -suspire y metí un bocado de comida. Siempre como en el patio atrás del mismo gran árbol. No me llevo bien con la gente de mi clase, aunque tampoco es tan malo como en aquella escuela. Aquí es más como si no existiera para nadie. Para mi familia, compañeros o maestros, mi presencia no tiene peso.
Escuché ajetreo y me puse de pie asomandome para ver qué sucedía. Es Elijah, de nuevo se están metiendo con él. Esos idiotas son muy crueles, todo el tiempo molestando y divirtiéndose a costa de él. Pero no soy mejor que ellos, a pesar de nunca colaborar con sus infantiles bromas, tampoco hago nada por defenderlo. Pero esta vez han comenzado a golpearlo, y un recuerdo fugaz viene a mi cabeza. El recuerdo de aquellos golpes, también de las burlas de ellas.
-¡Ya basta! -no sé en qué momento salí corriendo hacia ellos y le lancé mi comida en la cara a quien lo golpeaba- ¿te sientes muy fuerte solo por intimidarlo? Eres una basura, escoria -mi respiración está agitada y de repente la mirada de todos está sobre mí. Comenzaron a llamarme rara, tonta y a hacer bromas sobre lo débil que él era por ser defendido por una chica, pero lo peor fue cuando uno de ellos me sostuvo de la muñeca para hacer que me apartara de allí- ¡no me toques! ¡suéltame! -grité tan fuerte y agite mi brazo con desesperación que me soltó rápido, y a lo lejos vi cómo unas personas miraron hacia acá. Estoy temblando, y ellos me miraron de mala gana pero gracias a esas personas es que decidieron irse, no sin antes amenazarlo y soltar cosas que no escuché. Mis piernas se quedaron sin fuerza y me desplome en el suelo. Comencé a limpiar con insistencia mi muñeca con ayuda de mi saco. ¡Asqueroso, asqueroso, esto se siente tan desagradable! Un par de lágrimas salieron de mis ojos, pero afortunadamente no perdí el control como antes, no tanto.

No tiene caso reaccionar de manera agresiva, siempre que lo hago las cosas se ponen peor, porque yo soy solo uno, porque soy mas débil y porque ya estoy cansado de enfrentarlos. He descubierto que si no reacciono a lo que me hacen, se aburren más rápido. Pero hoy parece que Nikolay está bastante molesto por algo.
Una voz los hace detenerse, yo mismo miro sorprendido a esa persona. Es la chica nueva. La miro y solo pienso que debe salir corriendo, que no debe quedarse aquí, pero la sorpresa porque haya intervenido no me deja hablar.

Caigo sentado cuando él me suelta para ir a buscarla a ella. Pero ella de inmediato grita y al final ellos salen corriendo. Yo la sigo mirando con sorpresa. Hace tiempo me resigné a que nadie me ayudaría nunca, que mi problema lo tenía que vivir yo solo. Pero ahora esta chica desconocida a intervenido. Me percato entonces de que está llorando ¿él la lastimó? Me levanto rápidamente para acercarme a ella a preguntar si está bien, pero no doy ni un paso y termino con la cara en el suelo por tropezarme.
-¿estás bien?- le pregunto desde el suelo mientras tallo mi frente por el golpe que me acabo de dar. Duele mas que los golpes que he recibido.
Si lo pienso un poco, sus golpes no suelen dejar mas que un poco de hinchazón y una marca roja, pero realmente creo que nunca me golpea demasiado fuerte.
Me siento sobre el pasto y la vuelvo a mirar, ¡es tan linda! no puedo mirarla directamente sin que me ponga demasiado nervioso, soy pésimo cuando se trata de chicas. Así que por eso soy una persona tan solitaria, los chicos me tratan mal por lucir afeminado y las chicas me ponen demasiado nervioso como para hablar con ellas.
-gra, gracias- mis ojos solo se atreven a mirar la punta de sus zapatos.

El movimiento insistente en mi muñeca se detiene al ver a Elijah tirado. He dejado de frotar mi piel, y solo me le quedo viendo.
-Sí… -limpio las pocas lágrimas que salieron de mis ojos y de nuevo lo veo. Él tiene facciones muy finas, no quiero ni decirlo en mi cabeza, pero en verdad parece una chica- ¿tú estás bien? -estoy ya más calmada. Ellos se ha ido, y me hace sentir bien que al final sí pude ayudarle. Me frustraba siempre ser un espectador y no ser tan valiente, pensé en las veces que me hubiera gustado alguna de las chicas me defendiera. Ahora no lo medite, simplemente mi cuerpo se movió por sí solo por culpa del enojo- tienes… tienes tierra en la frente -señale el lugar donde parece que se golpeó.

Es muy amable, pensé que me reclamaría por meterme en sus asuntos, pero incluso me ha dado las gracias. Otro chico seguramente le habría herido su estúpido orgullo, pero el no, al contrario de eso, se porta amable conmigo.
-No -muevo la cabeza- era lo menos que podía hacer -me senté correctamente en el pasto, él no me ve, así que yo también desvié la mirada- todo el tiempo están actuando como idiotas -empuñé mis manos cogiendo algunos pedazos de pasto entre mis dedos- siempre quise intervenir, pero la verdad dan mucho miedo -me reí nerviosa, solo espero que ellos no busquen venganza pero… creo que pido demasiado. Cielos, es cierto, ahora recuerdo porque no me involucré desde el inicio. De todos modos no me arrepiento, y además, el señor Ueda me enseñó defensa personal, incluso sé disparar un arma. Me sentí más segura y motivada, aunque preferiría que olvidaran lo que pasó, incluso les aventé mi comida- ah, es verdad -me levanté a prisa hacia el lugar donde estaba. Compré pan extra porque me gusta comerlo en casa, pero creo que ahora lo comeré antes ya que mi almuerzo terminó en el suelo. Me senté de nuevo frente a él y le ofrecí uno- toma -miré a un lado donde también estaba algo que parece ser suyo- compré extra -esperé que lo tomara, aunque fue de punta a punta. No me siento tan incómoda con él, pero tampoco es como si lo quisiera tan cerca.

-Si, solo duele un poco- digo mas aliviado de que a ella no le hicieran daño, de verdad me había asustado -¡oh!- exclamo nervioso y muy avergonzado mientras comienzo a tallar mi frente, ahora no por el dolor, sino para quitar la tierra que ella menciona.

Ella es tan linda y tan amable, no puedo creer la suerte que tengo, incluso está hablando conmigo.
-Si que dan miedo- admito con risa nerviosa, en la escuela ya soy considerado un cobarde, pero creo que un hombre no debería aceptar que tiene miedo o otros chicos, aun así yo lo he hecho. Supongo que con el tiempo he comenzado a creer algunas de las cosas que me dicen, que parezco niña, que soy débil, y todas esas cosas.

Ella se levanta y se aleja, quisiera pedirle que no se vaya pero me da mucha pena hacerlo, pero no tarda en regresar y veo que me ofrece algo, y estiro mis manos para tomarlo con cuidado.
-gracias- lloraria solo por la bondad que ella demuestra, tal vez es porque es nueva y parece ver mas allá de lo que todos dicen de mi.
Tengo mucha hambre, pero abro tímidamente el paquete y trato de comer con calma -soy Elijah- comento luego de tragar lo que hay en mi boca - de verdad hoy me has ayudado mucho, gracias- agradezco sincero y levanto mi cara por primera vez topándome con sus lindos ojos, pero no puedo resistir ni un segundo, y bajo la mirada de muevo.

Él está bien, y me hace sentir completamente aliviada. Ahora mismo me siento como si fuera un héroe o algo así. Es una exageración, pero me pone feliz el poder haber ayudado, además parece que es una buena persona. Siempre está serio y distante en clase, o con alguna mala cara, pero es culpa de esos idiotas y su afán por molestarlo.

Abrí mi pan y le di la primera mordida. Me gusta comprar estas cosas, y suelo llevarle a papá también porque me muestra esa cálida sonrisa que a veces parece fingida. Él debió pasarla duro con todo lo que sucedió, por eso trato de no molestarlo con mis sentimientos y eso. A mis hermanos también he intentado acercarme, pero solo recibo reproches de su parte.
-Es rico, ¿no es así? -un tiempo dejé de alimentarme adecuadamente, pero Ilkin me convenció de no dejarme caer. Él es un apoyo importante para mí, quiero verlo. Sonreí y suspiré al pensar en él, no puedo creer que encontrara una persona así de amable, comprensivo e inteligente- ah, Mia -limpie mi boca, pero no le ofrecí mi mano. Sé que es maleducado de mi parte, pero no me gusta tocar a los desconocidos. Él es mi compañero de clase y parece buena persona, pero todavía sigue siendo un hombre- no fue nada -le sonreí aprovechando que no me miraba, o eso pensé, y al cruzar mirada con él sin querer, la desvié a un lado. Eso fue muy raro, incómodo, y me puso muy nerviosa- amm, ¿siempre comes por aquí? No te había visto -bueno, yo lo hago fuera de la vista de todos, nadie me ve ni yo debo percatarme de otros, estamos algo lejos del lugar donde la mayoría se sienta a comer o jugar fútbol y esa cosas.

Terminé de comer y guardé la basura en la bolsa de mi saco. ¿Ahora qué? no pensé que se quedaría aquí.

-Si, lo es- comento con algo de entusiasmo y comienzo a comer un poco mas rápido, creo que mis nervios se me han olvidado gracias a mi gran apetito. Yo ya sé quien es ella, todo el mundo la sabe, es muy hermosa y es imposible no notarla, pero jamás pensé que yo tendría la suerte de poder compartir tiempo con ella, mucho menos que comiéramos juntos.

-Si, por lo general detrás de aquel árbol- digo señalando uno no muy lejos -Pero supongo que debo cambiarlo porque ya saben donde encontrarme- mi animo a bajado un poco de solo pensar en eso -antes pensaba que algún día dejarían de hacerlo, pero simplemente me odian y no importa lo que diga o haga eso no va a cambiar, así que al menos trato de tener mis momentos en paz cuando no estoy cerca de todos ellos - sonrío de manera optimista, tal vez odio la escuela, pero tengo amigos fuera de este lugar, y una familia muy cariñosa. Cuando era mas pequeño envidiaba a mis primos por ser ellos adinerados y nosotros no, pero mis padres son maravillosos y no necesito nada mas que eso.

-Tu acento es un poco extraño, ¿hablas otros idiomas?- desde el comienzo se sabía que una niña extranjera había llegado, y quedo muy claro con su nombre, pero nunca he sabido de donde viene -yo solo hablo ruso y japonés. Aunque mi japonés es muy malo, solo lo hablo porque mis tíos y primos lo hablan, de hecho viven en Japón, así que cuando vienen están muy acostumbrados a hablar en ese idioma, así que por eso quise aprender. Lo siento hablo mucho - comento al darme cuenta que no la he dejado contestar la pregunta que le hice.

Giro mi cabeza para ver donde señala. Es increíble que no lo haya visto antes, porque es cerca de donde yo almuerzo. Es un poco curioso eso. Regresé mi vista a él y luego al suelo. Siento feo lo que le sucede, y por ser un chico nadie hace nada. En mi colegio todas éramos mujeres y de algún modo estábamos como iguales, pero aquí los chicos como él que son abusados por idiotas que se creen más fuertes, no solo nadie los defiende, sino que los juzgan por no hacerles frente.
-Yo como cerca, de hecho a donde fui por el pan -no debo ofrecer mi sitio, y está cerca de donde ellos lo encontraron, es un poco estúpido- no entiendo la lógica de esas personas. No es necesario que sean agradables si no les caes bien, pero podrían dejarte vivir en paz -mi tono de voz suena enojado. He terminado por proyectarme demasiado- ah… pero allá -levanté más el brazo- hay una parte que se supone ya no debemos pasar, es muy tranquila. A veces voy a comer ahí, porque hay alumnos que usan este sitio para, bueno… es molesto verlos besarse y esas cosas -odio cuando pasa eso, me hace sentir asqueada y a la ve frustrada- puedes ir cuando quieras también. Al principio pensé que los maestros me descubrirían, pero soy bastante irrelevante, así que me ha salvado durante todo este tiempo, y tampoco vigilan muy bien -es muy fácil hablar con él, y esa manera optimista de tomar las cosa me hace admirarlo. Yo soy una persona rencorosa, él en cambio ha puesto una buena expresión a pesar de lo que sucedió.

-¿En serio? -llevé mi mano a mi boca. Supongo que con todos esos años allá mi habla empeoró. Ni aquí ni allá mi acento es adecuado, otra razón para reírse de mí- ah, no te preocupes, eres agradable -agaché la mirada de nuevo- ah, yo también hablo japonés, aunque hay mucho de la escritura que no sé, es super complicado -es extraño, el y yo somos muy parecidos. Y me siento contenta, nunca me he sentido feliz en esta escuela, pero hoy es diferente- yo también tengo familia allá -expresé feliz. No importa lo malo, lo estoy dejando atrás. Y tampoco importa si ellos no comparten un lazo de sangre conmigo, siempre los consideraré mi familia. La Señora Tanaka, Touji, Emi y papá. En mi cabeza a veces le digo papá todavía. Aunque de ellos solo Emi sea la única que responda mis mensajes, pero todavía los tengo en una parte importante en mi corazón- ¿quieres ir para el sitio que te dije? -tengo miedo a que esos tipos regresen,si lo siguieron hasta aquí, seguro aún lo están buscando.
Me levanté y sacudí mi falda, y me puse a la par con él pero con una distancia considerable.

-Tal vez solo tienen mucho tiempo libre- creo que parece que trato de justificar lo que me hacen, pero éramos amigos hace algunos años, la verdad no recuerdo en que momento todo cambio. Que me digan que parezco niña no es algo nuevo, siempre me lo han dicho, pero por lo general eran comentarios esporádicos de personas, pero luego ellos empezaron a bromear con eso, y poco a poco las cosas se volvieron mas pesadas. A veces creo que yo hice algo que los molestó y por eso me tratan de esa manera, pero la verdad no se que ha sido.
A mi mente regresa la imagen del la cara sonrojada de Niko, ¿será posible que yo le guste? Nunca había puesto atención en eso, la verdad es que aunque puedo parecer afeminado, yo nunca he tenido interés en hombres, me gustan las mujeres, tanto que casi nunca puedo hablar con ellas por lo nervioso que me pongo.

Escucho lo que ella me dice de ese otro lugar y me río cuando menciona es de verlos besarse, pero no es que me de gracia, fue mas que nada por los nervios, yo no se lo que es besar a nadie.
-Gracias- no quiero que piense que soy un pesado, hoy he tenido la suerte de que podamos platicar, pero no quiero que piense que me le voy a pegar todo el tiempo después de esto, pero si, creo que me gustaría que pudiéramos hablar de vez en cuando.

-Pero lo haces bastante bien para ser extranjera- digo de inmediato para que no se sienta apenada, de hecho habla muy bien, hay extranjeros que llevan años aprendiendo y viviendo aquí y no lo manejan ni la mitad de bien que ella lo hace.
-¿en serio? Podríamos practicar juntos de vez en cuando- comento emocionado por la idea de poder practicar con alguien -¿en serio? que genial, yo nunca he ido, me gustaría visitarlo alguna vez- eso es mas bien un deseo a largo plazo, mi familia no puede darse esos lujos. No digo que solo la gente rica puede viajar, pero nosotros tenemos que ahorrar para tener un viaje tranquilo, pero luego salen gastos de enfermedades, la escuela, y todo tipo de cosas que al final hacen que ese tipo de viajes al extranjero se tengan que posponer.
-si, me gustaría- hago bolita la envoltura de lo que he comido y lo meto en el bolsillo de mi ropa y comienzo a seguirla para conocer ese lugar que ella menciona.

-¿Lo crees? Mmm a veces mezclo el tipo de pronunciación. También sé Alemán, aunque he olvidado mucho de ese idioma -sino fuera por lo que sucedió, yo ni siquiera hubiera tenido que aprender otros dos idiomas. Me cuesta mucho adaptarme, pero cuando se trata de memorizar algo pongo más esfuerzo. Y ahora que papá  tiene un mejor trabajo, a mis hermanos y a mí nos ha metido a clases para no quedarnos atrás en los estudios, aunque ellos van más adelante que yo- ¿eh? ¡claro! -me siento contenta, sería un desperdicio olvidar ese idioma, y es como logro comunicarme con Ilkin y Emi- aunque te advierto que no soy tan buena, tengo muchas faltas de ortografía -me da pena admitirlo, pero sería peor si él lo notara- es un lugar lleno de gente, también hay muchos extranjeros, aunque los nativos no prestan mucha atención a eso, parece que cada uno está en su propio mundo -comenzamos a caminar y yo continué hablando para no sentirme tan consciente de que estoy con un chico- venden muchas cosas, tiendas enoormes. La gente viste también de manera extravagante por algunas sub culturas, es un lugar muy hermoso -gracias a papá pude conocer el lado bueno de ese país y de esa gente. A veces son demasiado secos, pero como soy la clase de persona que odia el contacto con extraños porque sí, me fue muy cómodo tratar con algunos de ellos. Claro que como siempre, hay gente que no debería existir, pero dudo que sea el único país que tenga de ello.

Llegamos al jardín. Hay una gran fuente vacía y un pequeño invernadero a lo lejos que parece no tiene mucho mantenimiento, pero es muy tranquilo, y creo que regularmente cortan las plantas del patio porque no se nota tan abandonado, aunque comparado al resto de la escuela, está algo sucio.
-Aquí es -comencé a jugar con mis manos, espero que le guste, yo creo que es mejor que cualquier lugar donde los demás estén molestando- allá hay unas bancas, aunque están un poco despintadas pero sirven para sentarse -no sé si él sea la clase de chico que odia las cosas no tan perfectas, la mayoría aquí es de clase alta, y siempre presumen de sus cosas.
-¿Tienes hermanos? -estoy muy nerviosa, empiezo a arrepentirme de mi decisión.Quiero dejar de desconfiar de todos. La señora Tanaka, Touji, papá e Ilkin me enseñaron que no todas las personas son malas, y estoy muy feliz de haberlos conocido, pero todavía no sé cómo diferenciar la gente que le gusta hacer daño a otros de los que no.

-¿en serio? Eres una persona muy inteligente - me siento asombrado de todo lo que ella sabe, manejar tres idiomas no es algo que no cualquiera hace.
Sonrío feliz porque al menso podremos seguir en contacto, aunque sea un poco, ¿debería pedirle su número? La verdad seria mucho mas fácil hablar con ella por mensajes que así en persona. Al menos podría pensar mas las cosas que digo y no solo hablar por no estar en silencio.
-Me gustaría mucho ir y conocer, creo que me gusta tanto porque Luciel, un amigo de mis primos, el siempre me cuenta cosas de Japón, es muy divertido escuchar las cosas que me cuenta y hace que me den mas ganas de ir- la verdad es que creo que muchas de las cosas que me cuenta son mentira, pero no importa, solo me gustaría poder comprobarlo.

Llegamos al lugar que ella menciona, me sorprende que yo nunca lo haya visto antes. Pero nunca había llegado tan lejos. Quiero ir al extranjero, pero al final soy muy cobarde para explorar hasta el terreno de la escuela.
-Es lindo- le digo caminando un poco más para ver el lugar a mas detalle -si, vamos- comienzo a caminar a las bancas que ella menciona y me siento donde estamos cubiertos del sol.
-No, solo soy yo- comento un poco desanimado, creo que la idea de tener un hermano o hermana habría sido muy agradable -¿tu tienes?- he levantado la vista por un momento y he notado que ella tampoco me mira directamente, tal vez es tan tímida como yo y eso es bueno, al menos nos mantenemos a una distancia donde no me pone tan nervioso.

Mis mejillas se pusieron un poco rojas. No es que sea inteligente, es que tengo tiempo libre y es lo único a lo que le dedico tiempo, a estudiar. Además no puedo atrasarme, y tampoco es como si yo hubiera querido aprender esos idiomas.
-Me gusta estudiar -pero darle demasiadas explicaciones es entrar en otros detalles que no quiero contarle. Tal vez él no se burle como cualquier otro lo haría, o tal vez sí.
-Oh -así que tiene amigos a distancia, como yo- yo también tengo dos amigos allá. Ojalá un día puedas ir, yo también, me gustaría regresar -mi tono de voz se apagó levemente. Es una tontería que estuviera allá todo el tiempo deseando volver, y ahora quiero regresar a donde viví. Soy una chiquilla voluble que ni siquiera sabe lo que quiere.

Suspiré aliviada al ver que le gustó el lugar. No es la gran cosa, pero hay mucha paz que no puedes conseguir en el resto del colegio, menos gente como él, o como yo. De algún modo nos parecemos, eso me da una sensación de confianza, pero todavía me detienen esos estúpidos miedos.
-Mm, sí -siempre me sentí feliz de tener a mis hermanos, siempre cuidándonos unos a los otros, jugando riendo. Todo era tan sencillo, éramos tan ignorantes de lo que nos rodeaba- tres, dos son mayor que yo y mi hermana es más joven -no debí hablar sobre eso, creo que solo quiero contarle a alguien lo que está pasando con nosotros pero puede que lo incomode- aunque no nos llevamos bien -soportar sus malos gestos y su indiferencia a diario es duro. Extraños sus sonrisas y cariños. Y ahora soy la única que no encaja allí, la más pequeña me lo ha dicho ya- oye -llevaba un rato sin mirarlo, es alguien muy atractivo, aunque creo que la palabra que mejor le define es bonito- ¿cómo haces para soportar todas esas cosas? -me moví un poquito hacia él- yo creo que eres alguien realmente fuerte, aun cuando estabas solo y sufriendo, me sonreíste amablemente -sí, es una buena persona. Si fuera alguien malo ya se habría acercado con malas intenciones, o ni siquiera me daría las gracias por interrumpir.

-A mi no mucho, de hecho soy un poco malo con las notas- siento un poco de pena al contarle eso, pero es la verdad, soy un poco flojo la escuela, no me gusta venir porque no tengo amigos, incluso me molestan en clase como para poder prestar atención, es complicado.
-tenemos algunas cosas en común- me siento alegre de esa idea, ella es tan bonita que nunca imaginé que podrías compartir este tipo de cosas -Bueno, yo podría ir, mi tío me invitó a pasar las vacaciones con ellos, pero la verdad es que me da pena hacerlo- mi tío es una buena persona igual que mi tía, pero ellos pertenecen a otro ambiente, creo que me sentiría intimidado, pero eso me entusiasma mas la idea de ir con mis padres aunque parece mas complicado.

Me sorprendo de la cantidad de hermanos que tiene, no había conocido a una familia con tantos miembros, supongo que en el lugar de donde ella viene es mas normal ese tipo de cosas.
-a mi me gustaría tener uno, pero es muy posible que si lo tuviera no nos lleváramos bien, mis primos siempre están peleando- comento para darle más animo pues su voz ha sonado un poco decaída.
Levanto ligeramente la vista cuando hace esa pregunta.
-bueno, tu no tienes la culpa de lo que ellos me hacen, sería injusto desquitar mi enojo contigo. Además me ayudaste, hace mucho que nadie lo hace- solo espero que no se metan con ella -aunque tal vez seria mejor que la próxima vez no lo hagas- no es que nunca nadie me haya ayudado, pero les hicieron entender que era mejor que no se metieran -no me gustaría que te hicieran algo. Yo ya estoy acostumbrado- levanto mi cabeza para sonreírle por un segundo pero no puedo soportar mantener la vista tanto tiempo con ella.

-Lo sé -no es que eso sea malo, creo que por cómo son las personas con él en clase se considera como normal que sea un poco flojo- si alguna vez necesitas ayuda, puedo enseñarte -me emociona la idea de estudiar juntos. Tener una vida escolar normal no parece tan mala, además debo empezar a hablar con más personas. Tal vez no todos son como yo creo, tal vez al igual que yo ellos tenían miedo- sí, ¿crees que nos podamos llevar bien? -no sé porqué pregunté, ahora parece que sí, pero puede que solo sea amable, o que lo haga por agradecimiento y eso no se sentiría nada bien.

Él me platica un poco de su familia, y me ha hecho sentir un poquito mejor al pensar que no solo mis hermanos y yo peleamos. Aunque la razón la conozco, y no tengo certeza de que eso vaya a cambiar, pero puede que sí. Aún somos jóvenes, y yo no me he disculpado lo suficiente.
-¿Eso crees? Yo pienso que es fácil hablar contigo -sonreí y baje mirada- yo no soy buena hablando con otros, y aún así estoy platicando mucho en este momento -mis mejillas se pusieron rojas de nuevo. Pensar que en un futuro tal vez pueda llamarle amigo, me emociona.

Me sentí aliviada, pero también triste. Ahora que ya pasó una vez, seguro volveré a defenderlo si lo molestan. Ya no me es tan indiferente como antes, ya no es solo el chico que me recuerda a mis días en aquella escuela. Es un compañero agradable.
-Ellos no me harán nada -no los dejaré, no puedo seguir siendo débil- y si lo intentan, sé cómo defenderme -me puse de pie y me giré a él- tomé clases de defensa personal e incluso sé cómo disparar un arma -pero sentir su mirada me hizo avergonzar muchísimo. ¿No me hace ver eso como una mala chica- a-aunque nunca le he disparado a nadie -mi voz de nuevo suena débil y nerviosa- pe-pero no dejaré que me dañen. Así que no debes preocuparte -lentamente me volví a la banca con la mirada al suelo- tú también, ¿no es mejor si comenzaras a defenderte? -yo… no puedo asegurar que podré ayudarlo. Hace un momento apenas me tocó ese chico y yo estaba muerta de miedo- ah… ¡tengo una idea! -me pusé más cerca de él, estoy un poco emocionada por mi ocurrencia- yo puedo enseñarte algunas técnicas para derribar a alguien más grande - por ejemplo -me puse de nuevo de pie a toda prisa- si alguien te ataca por el cuello, le pegas firme en su parte baja, luego le sostienes por el cabello y finalmente le golpeas en la cara -imité los movimientos con emoción. Hasta ahora no he hecho uso de ellos, pero me gusta practicarlos, tal vez así pierda la rigidez.

-gracias- seria genial poder estudiar con ella pero dudo que pueda siquiera poder concentrarme de estar con ella. De milagro ahora y puedo coordinar mi habla, porque sin duda ella me pone muy nervioso.
Su pregunta me confunde un poco, no esperaba escucharla, ¿y que respuesta se da? Yo no soy una persona de pensar demasiado o muy inteligente, así que solo me queda ser sincero con lo que yo deseo.
-a mi me gustaría que así fuera- bajo más la cabeza porque aceptar que quiero que nos llevemos bien parece un poco pretensioso.

Sonrío tímido cuando dice que es fácil hablar conmigo.
-también lo es contigo- considerando que casi siempre me quedo mudo cuando se trata de chicas, esto es un gran avance, pero creo que ha influido mucho la manera en que se dieron las cosas, me siento tan agradecido y verla llorar me hizo preocupar, fue imposible solo quedarme mudo -¿En serio? Yo tampoco lo soy, ni siquiera puedo sostener la mirada de otros- me apena aceptar eso, pero no me importa si lo comparto con ella.

Mis ojos la buscan cuando se levanta y dice esas palabras, y la sorpresa es muy clara en mi expresión.
-¿En serio?- pregunto emocionado, y tal vez siento un poco de morbo por eso que dice que hasta sabe disparar, yo ni un arma he llegado a ver en mi vida, mas que en series y películas.
-No lo sé, yo soy muy débil a comparación de ellos- a final de cuentas tal vez no soy fuerte como ella y dice y solo soy un cobarde.
Iba a alejarme cuando ella se acercó pero parece tan entusiasmada que solo termina de pie de nuevo. La veo hacer aquellos movimientos y yo solo me siento aun mas asombrado.
-Eres increíble- pero de nuevo tengo que bajar la mirada porque siento que mi cara ahora está roja.