wicked games \Touji\

Las cosas van tranquilas últimamente, todos los asuntos de negocios están yendo sin problemas, aunque he atendido la mayoría por video llamada. Le estoy escribiendo un mensaje a Jiro solamente para que en su mente hoy se haga presente lo mucho que me ayuda a soportar estos duros momentos.
He pedido a Touji que prepare algo esta muy privado en uno de mis restaurantes favoritos, algo muy romántico para Jiro y para mi, aunque en realidad no planeo invitar a Jiro, hoy quiero pasar una noche platicando con Touji, en un ambiente donde no importe nuestro lugar en el clan, y solo seamos nosotros.
Termino de hacer el nudo de mi corbata y me pongo un poco de loción.
Bajo para encontrarme con Touji. Sonrío al verlo, me siento un poco mal por no haber visto que lo que siempre he estado buscando estuvo a mi lado tanto tiempo.
-¿cómo me veo?- le pregunto con una sonrisa.
Subo al auto en la parte de atrás como es costumbre y el cierra la puerta. Comienzo a checar en mi celular algunas cosas. Un pequeño informe sobre Mia. Parece ir bien en la escuela, veo un par de fotos de ella, algunas en el colegio, otras con su familia.
-no se ve feliz- comento un poco preocupado. Sé bien que mis sentimientos por ella fueron confusos en algún momento, yo pensaba que al haberla salvado podría conseguir ese tipo de amor que deseaba tanto, pero no pude tenerlo. Aun así me preocupo por ella, es demasiado frágil para el mundo, supongo que ahora que la tengo lejos me doy cuenta de lo mucho que sigo deseando protegerla, tal vez ahora actúo más como un padre que cuando estaba cerca.
-¿crees que debería visitarla? - pregunto a Touji.

atuendo:

Terminé los preparativos que Shinya me indicó y regresé a casa a asearme, pues todavía debo llevarlo y esperar a que termine sus planes. Esta vez pagó por un pequeño restaurante que frecuenta para concluir algunos negocios o simplemente pasarse a cenar, y por la cantidad ofrecida, no fue difícil que los dueños del lugar aceptaran con gusto. Me puse la ropa presentable de siempre, no sé si planea llevar a Okanao a algún otro sitio, pero debo estar presente por si requiere moverse.
Salí de mi recámara con el arma y mis cosas listas, y me senté en el sofá a esperar.
-Excelente -sonreí al ver lo guapo que se veía, y me puse de pie para dar marcha a su compromiso.

Esperé que abordara el auto y luego me subí al auto. El camino va en silencio, pero es uno cómodo e incluso refrescante. La noche está despejada, y todavía llevamos tiempo como para ir a una velocidad moderada.
-Si así lo deseas -sonreí y me concentré en el camino. No me gusta opinar mucho respecto a Mia. Sé lo importante que es para él, y creo que ella sería mucho más feliz aquí con nosotros- ¿qué tal el próximo mes? Las actividades cesarán en la segunda semana y tienes algunos días libres -no debería deprimirse por eso. Se supone que va a pasar una velada romántica, y aunque no esté enamorado de Okanao, todavía se tomó muchas molestias y le hará pasar una buena noche.
Tomé la desviación de siempre para evitar el tráfico. Sé que tenemos tiempo, pero a esta hora esas calles llegan a concurrirse al punto de lo estresante. Este lado es solitario, y no traemos la seguridad de siempre porque él pidió que al menos por hoy ellos se mantuvieran en casa, sin embargo he ordenado que estén atentos ante cualquier situación.
-¿Necesitas parar en algún sitio antes de llegar al restaurante?

Ropa:

Sonrío ante su aprobación, además de que me siento un poco excitado por la pequeña sorpresa que le quiero dar. Esta noche solo es para nosotros, porque aunque aun no me siento digno para estar a su lado, definitivamente no desperdiciaré los momentos en que pueda demostrarle un poco de mis sentimientos. Toco mi bolsillo para sentir que adentro se encuentra ese pequeño regalo que le tengo preparado.

Al comienzo cuando Mia ya no estaba, rompí el contacto con ella, estaba demasiado resentido por no haber logrado ganar su amor, pero con el tiempo la comencé a extrañar, su presencia en nuestras cenas, verla ir a la escuela en las mañanas, o feliz cuando estaba jugando con Emi. Extraño el tenerla a mi lado, su compañía, creo que tenerla cerca me ayudaba a ser un poco mejor persona. Me habría gustado tanto llevarla a más galerías y compartir ese tipo de experiencias. Solo hasta ahora me doy cuenta de cuanto mal interprete mis propias emociones. Así que luego de que superé mi caprichoso resentimiento, he vuelto buscar estar en contacto, pero, sé que ella no me dirá si está triste o si no es feliz.
-Bien, deberíamos ir, deberíamos llevar a tu madre, seguro que la extraña también- sonrío porque tengo ya a mi pequeña familia hecha, claro que el clan es mi familia, pero Touji, su madre, Mia y Takumi son lo más importante para mi.
-No, así que no te preocupes y vayamos con calma- saco de mi pantalón aquella cajita donde está ese peculiar relicario. Espero tanto que le guste, incluso tiene grabada de un lado mis iniciales y una rosa, y del otro lado, la misma rosa y las iniciales de Touji. Aunque claro, no tiene aun ninguna foto en los cuatro espacios secretos, eso es algo que el debe elegir, a quien poner.
-creo que cuando lleguemos, te daré el resto de la noche libre- comento mirando por la ventanilla, y me distraigo mirando las luces de la camioneta que viene detrás de nosotros.

Sonreí sin quitar la vista del camino. Él extraña tanto a Mia, pero no esperaba que aceptara la idea del viaje. También sería agradable separarnos unos días de la rutina, y pasarlos en compañía de ellos suena maravilloso.
-Siempre se queja que ahora no hay quien le ayude a lavar los platos -me reí por las quejas incongruentes de mi madre, pero rápidamente silencié mi voz. Últimamente me relajo más cuando estamos a solas. No quiero que eso afecte mi desempeño como parte del grupo, o que piense de mí como alguien tan confianzudo, al menos no en ese aspecto, porque nuestro trato formal es parte fundamental de la posición jerárquica entre nosotros.

-De acuerdo -siempre ha sido fanático de los detalles, tal vez ya preparó algo para Okanao por sí mismo, aunque sería la primera vez- no es necesario, puedo esperarte por si necesitan ir a algún lado -además no trae alguien más, obviamente no le dejaría solo, no se ni porqué ha propuesto algo tan absurdo. Shinya no es cualquier persona, no puede darse el lujo de caminar solo o regresar casualmente en un taxi- es raro que no hayas preparado un ramo de rosas, ¿debería llamar para que lleven alguno? -no hay problema por la hora, ya que tenemos gente incluso para pequeñas cosas y por la recompensa tan alta, a nadie le molesta levantarse a dejar unas flores.
Disminuí la velocidad al ver luces parpadeantes y un vehiculo impactado en la pared y otro detrás, que a su vez bloqueaban gran parte del camino.
-Un accidente -detuve el carro sin salir de él o apagarlo. No hay mucho alumbrado por aquí, no es extraño lo que sucedió- mierda -mordí mi labio al notar una silueta por el retrovisor- Shinya -tome mi teléfono y mande la alerta justo antes de que comenzaran a golpear el vidrio de la ventana. Era una voz grave que pedía bajaramos del vehículo, y seguido de eso, una serie de disparos comenzaron a impactar el cristal de enfrente.

Como siempre, Touji sugiere quedarse aunque yo le diga que no tiene que hacerlo, obviamente se va a quedar, porque sino esta noche seria un fracaso.
-De acuerdo - acepto su oferta con una sonrisa -no, quiero algo sencillo, recuerda que mi hijo sigue sin aparecer- me excuso de esa manera y aunque esto no es mas que un pequeño engaño, porque Jiro no es quien viene esta noche, yo creo que Touji entiende que mi interés por ser detallista con Jiro ha decaído desde lo que me hizo.

Levanto la mirada cuando nos detenemos, ellos deberían quitar esos autos del camino y arreglar las cosas sin dar problemas a las demás personas. Cuando Touji dice mi nombre, es que noto a ese hombre que se acerca y toca a mi ventana. Las personas que formaban parte del accidente sacan unas armas y comienzan a disparar mientras el hombre se aleja del auto y les ha dado una señal. El blindaje del carro parece resistir bien, pero estamos detenidos, y están usando balas de un calibre alto, así que veo como el parabrisas comienza a tener cuarteaduras. Escucho el sonido de los neumáticos siento reventados por las balas.
No sé como han logrado tenernos de esta manera, parece ser que llevan rato vigilándome, ¿desde cuando será? obviamente hoy notaron una oportunidad y la han tomado.
Todo se detiene cuando se han quedado sin munición cargada, yo ni siquiera me he movido de mi lugar para tratar de cubrirme. No es que confíe ciegamente en el blindaje, sino que no quiero demostrar ninguna señal de debilidad. e escucha ahora el sonido de mi celular, al tomarlo veo que es un número desconocido, y giro mi cabeza para ver al hombre que había tocado a mi ventanilla y me hace señales de que conteste.
Tomo la llamada pero no hablo, solo escucho esa voz grave de nuevo.
-Baja del auto, no queremos matarte, pero si no sales mataremos a tu hija.
Aprieto mi mandíbula cuando dice eso, él tipo podría estar mintiendo, pero no puedo darme el lujo de poner en peligro la vida de mi hija.
-Voy a bajar- cuelgo la llamada y le aviso a Touji. Quito el seguro de la puerta y la abro, todas las armas me apuntan en cuanto estoy afuera, así que levanto las manos. El hombre se acerca, su rostro tiene una cara de orgullo, mientras otro chico se a acercado para quitarme de encima las armas, mientras me revisa, puedo notar los tatuajes en sus brazos, es obvio que son de algún otro clan.

Preparé el arma y me quedé quieto. El cristal resistió los impactos, pero ni siquiera han apuntado en dirección a nosotros. ¿Un secuestro? Vaya momento oportuno de hacerlo, justo cuando la seguridad es vulnerable. No note a nadie siguiéndonos los últimos días, definitivamente bajé la guardia en el peor momento.
El sonido del teléfono no fue casualidad, su estrategia es muy común, y asentí a Shinya cuando colgó la llamada y salió del auto. De reojo veo a los hombres afuera que están en el perímetro de mi vista, no reconocer a ninguno me pone un poco nervioso.
Los golpes en la ventana me indicaron que también debía bajar del vehículo. Bajé como indicaron y con brusquedad me pgaron al auto para despojarme de teléfonos y armas. Los vehículos del frente comenzaron a abrir paso, y una camioneta llegó por detrás. Nos hicieron caminar hasta ella y subir, y a nuestro costado dos personas apuntando a la cabeza. El auto se quedó allí parado, pero he mandado la alerta al grupo, además que él sabrá qué hacer cuando le notifiquen sobre esto.

Tenía planeado quedarme allí y esperar a que se fueran. Contemplaba una herida de bala o algo similar, pero en cambio me llevan con ellos. En algún momento pensarán en deshacerse de mí, dudo que se conformen con algo de dinero y luego nos dejen tranquilos, se tomaron muchas molestias. Además el hombre del frente comenzó a hablar sobre los territorios que hemos ganado estos últimos meses.
Gran parte del camino me quedé callado. Cuatro hombres en este auto, probablemente el grandote del frente es su lider, pero no me resulta familiar. A los costados los matones impulsivos, si me apresuro terminaré con una bala en la cabeza.

Miré de reojo cuando piden a Touji bajar, no debería preocuparme por él, es una persona prudente, pero en este momento no me siento precisamente como el líder del clan, el cual tiene que ser protegido por todos los demás. Pero de comportarme normal, no puedo demostrar que me preocupa, o sino sería mas peligroso para él.
Nos hicieron subir, ni siquiera se han preocupado por cubrirnos los ojos, parece que están muy seguros de lo que hacen que no necesitan ser cuidadosos. No esperaba a Touji con nosotros, pero al menos así tengo la certeza de que no lo han dañado.

Supongo que el debe ser uno de los tenientes del clan, aunque aun no estoy seguro de quienes son. He procurado ser cuidadoso con nuestro crecimiento pero parece que me he descuidado, porque sino no estaría aquí, creo que fui ingenuo al no pensar que alguien podría notar la manera en que nos hemos fortalecido.
-¿Por qué tanto esfuerzo? lo normal sería solo matarme- pregunto acomodándome en el asiento.
-No, no es así de fácil, queremos acabar con todos ustedes. Todo tu clan, todos tienen esas idea vanguardistas. Si te matamos llegará otro que ocupe tu lugar, y seguirán distorsionando lo que significa ser parte de la familia.
Mi manejo del clan nunca fue bien visto por los mayores, por eso al comienzo intentaron levantarse en mi contra y ahora uso un parche en el ojo. He manejado las cosas de manera diferente. Un ejemplo claro es este tipo, en equivalencia tiene el mismo poder que Takumi o Touji en nuestro clan. Pero la diferencia es que en mi clan, solo los mas allegados saben los verdaderos roles de mis tenientes, e igual ellos hacen lo mismo. Las personas con cierta importancia las prefiero mantener fuera de foco.
-Sería mejor si nos soltaras ahora, lo digo por tu bien. No quieres que mis niños te encuentren- sonrío seguro de lo que digo, pero parece que no me toma en serio y solo comienza a reir.

Llegamos a lo que parece una bodega, a empujones me llevan adentro, hay algunas lamparas de trabajo que iluminan el sucio lugar. No pongo resistencia de ningún sentido, y me sientan en una silla, y a Touji lo tienen un poco lejos de mi, todo el tiempo con un arma apuntándole.
-solo dinos a quienes tenemos que buscar, todos aquellos que puedan ocupar tu lugar y te dejaremos vivir, podrías huir al extranjero con tu hija y vivir felices lejos de todo esto.
-no te atrevas a hablar de nuevo de ella- no puedo evitar enojarme cuando la menciona, y recibo un golpe de uno de los hombres que están cuidado cada uno de mis flancos. Mareado por el golpe siento como me amarran a la silla y comienzan a preguntar una y otra vez por los nombres.
-Mis niños se van a acabar- declaro cuando recobro un poco de mi aliento y un golpe hace sacudir mi cabeza, no se por cuanto tiempo, pero me he quedado inconsciente.

Presumir más de lo que pueden controlar es probablemente el principal error. Demasiado seguros de sí mismos y su poder, como un mal personaje que inmediatamente revela los movimientos que hará a continuación para que el espectador lo entienda.
Pensé que tal vez por esa razón me traían con ellos, pero por la forma en que me tratan, parece que me ven como un don nadie dentro del grupo.

Me ataron las manos por el frente y quedé de pie con dos hombres apuntando mientras a Shinya lo comenzaban a cuestionar. Apreté la mandíbula al ver cómo lo golpeaban, y uno de ellos me tomó por el cabello para hacer que lo mirara.
“Tú debes saber algo, eres el chofer. Además, no tienes que morir aquí y terminar tirado como un montón de mierda, en cuanto corroboremos la información te puedes largar del país”.
Me quedé en silencio y mordí mi lengua. Ver cómo tratan a Shinya me hace enfurecer, pero debo conservar la calma y ganar el mayor tiempo posible. Pero el último golpe directo en su cabeza me hizo perder la cordura, y golpeé al hombre a mi lateral con ambos codos en la cara. Quise moverme a prisa cuando el otro levantó su arma, pero solo alcancé a cubrir mi pecho con mi brazo.
Caí al suelo y lo miré, estaba dispuesto a matarme, pero comenzó a insultarme, tiró su arma y luego me lanzó dos patadas en el estómago.
“Basura, ¿te sientes muy importante? Solo eres el mandadero de ese imbécil”
Cubrí mi rostro y mordí mi labio. Pero una pisada sobre mi brazo herido me hizo soltar un grito. Mi cuerpo comenzó a temblar, y de nuevo recibí un golpe sobre la zona herida, escuchando carcajadas y burlas.
Lo arruiné, por culpa de mis sentimientos bajé la guardia.
Entre jadeos y quejidos comencé a sentir mi cabeza mareada.

Un sonido me hace despertar, me siento pesado, y poco a poco recupero la consciencia y todo el dolor por los golpes que ya me han dado. Tardo un poco en poder enfocar y otro poco más en recordar lo que está pasando, me siento desorientado. Pero cuando lo hago veo a Touji en el suelo, ¿hay sangre? es mucha para unos golpes. La verdad siento un poco de alivio cuando escucho que le dice mandadero, no saben quien es, y mucho menos lo importante que es para mi.
-si que son malos interrogando- digo fuerte para que su atención se centre de nuevo en mi y dejen de golpearlo… está herido, ¿le dispararon? creo que eso fue lo que me despertó. Quiero matarlos, quiero sentir su sangre caliente salpicando mi cara mientras rompo uno a uno sus huesos. Pero lo único que puedo hacer para ayudarlo es que no sepan lo importante que es para el clan y para mi.

Me gano otra ronda de interrogatorio, pero es obvio que su plan no es matarme hasta conseguir la información, creo que se sienten demasiado amenazados por nosotros, es un secreto a voces el grado de lealtad que hay entre nosotros, y si me matan las represalias van a ser muy grandes, al menos si sigo vivo, podrían tener alguna ventaja para negociar.
-mataremos a tu hija- vuelve a amenazar con eso.
-Si tocan a las personas que amo, los voy a cazar, y voy a hacerlos pagar día con día. Así que más te vale que yo no salga vivo de aquí- escupo con desprecio al tipo y parece que mi saliva cayendo en su rostro es algo que lo hace enojar, porque me golpea con más fuerza, siento como mi piel se ha abierto por el golpe.

Un sonido a lo lejos parece atraer la atención de todos.
-Seguro van a donde dejamos el carro baleado- dice el hombre para asegurar la tranquilidad de los suyos, pero las sirenas no parece que se vayan alejando, al contrario -vamos.
Siento como me toman, ni siquiera me dejan levantarme, solo me arrastran por el suelo, uno de ellos no nos sigue, está con Touji.
Escucho un disparo y no lo puedo evitar, grito furioso, ¿lo mató? no puedo llegar a saberlo, me han lanzado a la camioneta y nos estamos alejando a toda velocidad. Trato de encontrar a ese hombre, ver si subió a uno de los otros autos, pero no estoy seguro.

Traté de cubrir mi cabeza para al menos no quedar inconsciente. Debo recordar detalles sobre sus rostros, altura, color de piel. Los vehículos eran dos autos medianos en color blanco y azul marino. La camioneta negra con cristales polarizados. Repasar cada detalle en mi cabeza me hace permanecer consciente. Aunque el agudo dolor en mi brazo y estómago me hace sentir mareado, pero debo mantenerme despierto hasta que alguien llegue.
Puedo escuchar la voz de Shinya y siento mi voluntad hacerse más fuerte, y sonreí a pesar de recibir un golpe más. Todavía me falta demasiado por aprender de él, y tener la fortaleza y firmeza que él posee. Por supuesto no espero ser mejor, pero si está a la par para poder protegerlo. Y ahora lo que me queda es recordar detalles de todo, incluyendo su conversación.
A lo lejos comenzó a percibirse el sonido de las sirenas. Eso quiere decir que la distancia entre el lugar donde nos emboscaron y este no es muy grande. Calculo que fueron unos veinte minutos en auto, y provienen… tal vez del norte.
-Eres muy crédulo -mi susurro llegó a los oídos de uno y recibí otro golpe, y comenzaron a movilizarse al notar que el sonido se hacía rápidamente cercano. Vi cómo llevaban a rastras a Shinya, y solo apreté los labios para evitar salir mi frustración. El quedarme con uno de ellos solo quiere decir una cosa, pero no aparté la vista de él. Y de un segundo a otro lo vi desplomarse por el suelo, ni siquiera le dio tiempo terminar su patética amenaza o a mí realizar algún movimiento.
-Satoshi -sentí cómo alguien me sentaba sobre el suelo, y sin decir nada, ató algo a mi brazo para detener un poco el sangrado. Dos hombres más llegaron y me ayudaron a salir por una puerta en la parte de atrás. Me duele el cuerpo, no sé cuánto más pueda aguantar- eran más de diez personas. Quien los controlaba era corpulento, cabello café y de cuarenta y cinco años aproximadamente. Tiene un tatuaje que sobresale por el cuello, un geisha, y un dragón en los brazos -solté un quejido. Entramos al auto y solté toda la información que había en mi cabeza. Sé que no pueden seguirlos. Matar a unos cuántos no arreglará el problema.

El unico sonido es el de mi dedo indice golpeando una tecla de mi computadora para mover el expediente que tengo abierto. Me han encargado investigar algunas personas, pero no hay mucho sobre ellas, algunas multas y nada más. Así que solo juego a mover de arriba a abajo aquellos renglones de información. Siento que mi celular vibra, es una aleta. Es solo para casos de emergencia y que justamente sea la primera vez que la veo me pone nervioso. Enciendo aquella aplicación de rastreo y estoy por avisar que tengo que irme por asuntos familiares. Pero escucho a un de mis compañeros decir que acaban de reportar un auto baleado cerca de el lugar que mi celular me ha marcado.
-Me tengo que ir- declaro, me pongo de pie y tomo mi abrigo para salir a la patrulla, no espero a nadie, salgo hacia el lugar. Soy el primero en llegar y reconozco el auto de inmediato, las puertas están abiertas y no hay sangre. Rápidamente, busco cualquier cosa que pueda señalar al clan, los papeles, encuentro una tableta que es la que el jefe siempre usa en el auto, una caja que parece de regalo, el celular de Touji, y a algunos metros del auto también el del jefe. Escucho las sirenas acercarse, pero yo no puedo quedarme, así que subo al auto.
-los necesito rápido- doy la ubicación y acelero para ir a aquel lugar, con lo rápido que manejo no tardo en llegar al lugar. Bajo de mi auto, las sirenas de mis compañeros llegando al accidente parecen alertar a las personas de adentro que se mueven. Busco por donde entrar sin ser visto, pero ya solo queda una persona dentro, no lo reconozco así que sin dudar le disparo.
Me acerco corriendo, noto a Touji y lo ayudo a levantarse, a quienes he llamado han llegado muy rápido, pero todos dicen que perdieron el rastro de los vehículos.
No interrumpo a Touji en los detalles que me da.
-ya mismo pondré a un equipo a buscar, que chequen cada cámara, pero te tengo que llevar con el doctor Fukui- le digo levantando con la ayuda de otro y lo llevamos a mi auto.

Estaba de guardia en el hospital, mi turno estaba por terminar cuando recibí la notificación de la alerta. Fruncí el ceño y dejé mi bata en su lugar. Sé que Touji no daría una advertencia en vano, por eso me movilicé para irme cuanto antes. No estoy cerca del lugar, me tomará al menos media hora o más llegar ahí.
Me despedí del personal, una de las enfermeras me pidió si podía doblar turno nuevamente, y me negué con un gesto preocupado diciendo que tenía una emergencia familiar. Subí al auto y llamé a uno de los hombres de Shinya para que me pusiera al tanto de la situación. No saben mucho, solo que algunos van en camino. Estaban casi pisándole los pasos, pero todavía no consiguen llegar al lugar.
-Iré directo a la clínica -no necesito pedir que Shinya sea prioridad, sé que ellos son como perro fiel. Sin embargo no esperaba un ataque directo, y necesito saber la razón por la cuál ellos no iban justo detrás como es costumbre.

Llegué a la clínica que Shinya se encargó de modificar y proveer adecuadamente, y recibí otra llamada para ponerme al tanto de la situación. El enojo fue inevitable, y colgué una vez supe el estado en que venían.
-Prepara la camilla -me preparé para tratar a Touji, al parecer trae una bala incrustada. No puedo creer que él sea quien venga con vida mientras Shinya está desaparecido.
En cuanto llegaron lo ingresaron a un cuarto especial, y ordené que comenzaran a quitarle la ropa.
-Tienen un máximo de 24 horas para resolverlo -le advertí a los hombres que habían llegado con él e ingresé al cuarto y miré el cuerpo tendido de él, los médicos se encargaron de prepararlo y detuvieron la hemorragia- vaya, tenía la esperanza de ahorrarme el trabajo -comenzamos a atenderlo. Requería de una cirugía, afortunadamente no fue tan profunda, pero me habría gustado que lo perforara. Su utilidad ya caducó, y por ello Shinya está desaparecido.
Tardamos un par de horas en la extracción y cuidado, y en cuanto terminamos, le dejé el resto a los otros dos.
Salí a la sala y le pedí un tabaco a uno de los hombres allí. Solo hay tres personas, el resto debe estarse movilizando.
-¿Y? -prendí el cigarro- ¿por qué Shinya no está aquí? -miré de arriba a abajo al policía- espero que Touji tenga la clave para traerlo de vuelta, sino ya sabes qué pasará -apagué el cigarro y lo deposité en el cesto. Me siento enojado, y también ansioso.

Conduje para llevar rápido al teniente, y al llegar ya había personas esperando. No entré al lugar, volví al auto para seguir con la búsqueda. Entré a sistema de la policía para buscar al hombre que me describió Touji, y para mi suerte aparece alguien con esa descripción. Es sospechoso de varios delitos, pero nada se ha podido probar. Recibo una llamada de que han encontrado la camioneta, pero la han abandonado. Aun así voy al lugar para examinar antes de que la policía aparezca.
Noto la sangre en el asiento, pero no hay señales de que sea mas que por heridas relativamente pequeñas. Es obvio que lo quieren vivo, al menor por ahora. Ordeno que quemen la camioneta, no necesitamos que la policía se entere del secuestro.
Hemos verificado cámaras pero parecía que esos hombres sabía como moverse para no ser rastreados, así que solo nos queda una manera de encontrar al jefe.

Regreso a la clínica para ver si Touji ya está despierto.
-Perdimos el rastro, parece que llevaban un rato preparando el ataque- bajo la cabeza, pues aunque tal vez no tengo el mejor trato con esta persona se la importancia que tiene en el clan, y le respeto porque así lo quiere el jefe -él es quien puede activar el chip de rastreo- explico -El señor ordenó que solo Touji tuviera acceso- no es secreto que nuestro líder es desconfiado, y entregar a alguien la posibilidad de poder rastrearlo en todo momento es algo que no haría.

Mordí mi labio molesto. De todos en el clan, Toui era quien menos esperé fracasara al proteger a Shinya. Y saber que es la única persona que tiene las medios para encontrarlo, me sabe mal.
-Bien, continúa investigando lo que tengas a tu alcance, no esperes que él despierte para moverte -no es como si él fuera a permanecer inconsciente por mucho tiempo, pero cada minuto es esencial para Shinya. Incluso charlando aquí estamos perdiendo tiempo- como sea, regresa a la base y moviliza a todos. Si tienes algún indicio de los responsables, envíame toda la información posible para mover contactos -dejé algunas indicaciones al personal de allí y les pedí que me avisaran cuando Touji despertara. Sé lo importante que es para Shinya, por eso dejé indicaciones de un cuidado especial, además que el es la persona que básicamente proporcionará el éxito en el rescate de Shinya.

Me despedí del policía y salí de allí. Seguramente no podré dormir, hace mucho que no tomo píldoras para conciliar el sueño. Hice una llamada a una persona que podría brindarme información, aunque esto no será gratis, pero tratándose de Shinya no me importa volver a las viejas andadas por una noche.