Late [Touji]

Paso las hojas de una en una, mirando todos aquellos datos. Parece que el negocio está yendo bien, pero aun así tengo que poner especial cuidado en cada cifra. Se que muchos se sorprende de que un mafioso como yo, sea tan riguroso en los negocios. Pero de no se así cualquiera tomaría de mi tanto como les fuera posible, y no voy a permitir algo como eso.
Aunque tengo un detalle en mi contra y es que últimamente no puedo concentrarme como de costumbre. Lo que ocupa la mayor parte de mis pensamientos es ella y en que pronto la perderé.  
Gracias a que ella se ha vuelvo una distracción por la tristeza que me causa, tengo que repasar de nuevo la misma sección de la hoja en mi mano.
Levanto mi mirada del papel y veo a ese grupo de personas que son mis socios. Es uno de mis tantos socios. Poco a poco, estoy logrando que el clan tome más fuerza y reciba el respeto que merece.
Seguro que si mi señor viviera, estaría muy orgulloso de lo que he logrado en tan pocos años. Aunque seguro tampoco le gustaría la manera en que he dejado algunas costumbres de lado.
Dejo las hojas en la mesita que me separa de las otras personas, y espero que comiencen a explicarme como van las cosas. Trato de prestarles tanta atención como puedo, pero de vez en cuando pierdo un poco el hilo de sus palabras y pienso en lo que ella estará haciendo. Comienza a hacerse tarde, ¿extrañará nuestras cenas cuando se vaya?
Estiro mi mano para tomar un poco de mi bebida y hago una señal de que prosigan. Tal vez debí dejar que Touji se encargara solo de eso, yo podría haberme quedado en casa, pero, si sigo dejando mis responsabilidades de lado, perderé el respeto de mi familia, y la amo, pero cuando ella se vaya, ellos serán lo que me quedará y no quiero perderlos tampoco.
-Entonces, ¿perdimos un porcentaje?- cuestiono ante unas palabras que me dicen y no puedo ignorar, y solo vuelvo a tomar las hojas, para buscar esa información -¿y justamente solo es de mi inversión?- cuestiono ya un poco molesto. Se que en los negocios perder dinero es algo común, pero, dada la clase de tratos que realizo, perder dinero no es algo que ocurra seguido, a menos que la policía intervenga, y no he recibido información de algo así, lo cual hace que desconfíe de mis socios. Giro un poco mi cabeza para buscar a Touji a mis espaldas, y esperando ver si el piensa lo mismo que yo. Estos idiotas parece que se creen que pueden tratarme como si fuera un tonto y robarme en mis propias narices.

Después de solicitar una sala pequeña en uno de los hoteles que frecuentamos, me quedé en la sala de estar a esperar al grupo de gente que estará presente en la reunión de hoy. Al menos he dejado los datos preparados, y miro incorforme mi reloj al notar los minutos de retraso. Para el resto eso no parece tan importante, se dan el lujo de ser impuntuales en reuniones que ayudarán a impulsar sus negocios. Especialmente hoy, donde tienen que explicar esa fuga de dinero que solo presenta pérdida para nosotros.
Mi teléfono sono y me puse de pie para responder.
-¿Qué sucede? -la otra voz al otro lado del teléfono empieza a darme explicaciones que esperaba no escuchar pronto- de acuerdo, gracias -caminé apenas unos pasos y colgué. Desde hace un tiempo debo mantener bajo vigilancia a Okanao, y aunque su rutina daba señales de no tener algo porqué preocuparme, parece que hoy por fin ha dado ese paso en falso que él sospechó desde el principio.

Una voz a mis espaldas me hace girar y le doy un cordial saludo a quienes llegaron, y luego los invito a seguirme hasta la sala previamente preparada. Toque un par de veces al llegar para así no interrumpir el trabajo del jefe, y luego les dejé pasar antes de mí. La junta comenzó y empezaron a exponer los índices de ganancias, el plan de distribución que supuestamente presentó imprevistos cambios y de allí la pérdida de nuestro dinero. Sin embargo, tuve que revisar un par de veces los datos para notar el error, pues al parecer no planeaban informarnos.
La cantidad de dinero que se perdió no presenta un golpe tan fuerte para nosotros, pero por el cuidado que se pone en cada transacción es que se prevé una pérdida de este tipo, sobre todo cuando nadie interfiere en el negocio.
-La pérdida es prácticamente injustificada. Probablemente sus datos tienen algunos errores, así que esperamos la próxima reunión los índices de ganancias se muestren según el acuerdo que teníamos. Les propongo que revisen nuevamente el ingreso de cada uno con ciudado, es muy pronto para recibir sorpresas como esta -espero que la advertencia les sea suficiente para re acomodar el dinero según nuestros datos- de todas formas, para evitar futuros errores preparamos los datos correctamente -señale los folder que tenían frente a ellos y espere que cada uno leyera el contenido, parecen inconformes, pero fue una ventaja darnos cuenta a tiempo del robo que intentaban efectuar.

Después de un par de explicaciones más, les acompañé a la salida y regrese hasta la sala de juntas. Prendí la cafetera y preparé un par de americanos para el jefe y para mí.
-Aunque pudimos notar el error a tiempo, pondré especial cuidado a cada uno a partir de ahora -se que la situación con Mia lo tiene de mal humor, y sumando a eso lo de hace un momento, no sería el mejor momento para hablar sobre su amante. Pero ocultar información no es una opción- me acaban de informar sobre Okanao, su buen comportamiento se terminó hoy -dejé la taza sobre la mesa y comencé a recoger los papeles, y luego me senté a su lado.

Touji es muy prudente, aunque yo soy el que estudio administración, cuando paso por situaciones como esta suelo encarar de manera agresiva a los que intentan estafarme, por eso lo necesito cerca de mi, para controlar mis arrebatos.
El se encarga de solicitar amablemente que se arreglen las cosas. Si yo lo hago, sin duda, mis palabras irían llenas de amenazas ocultas, y creo que ahora no es el momento de gastar mi energía en eso. Porque bien podría matar a uno de ellos aquí y ahora para así amedrentar a los otros, pero no quiero ensuciarme.
-solo revisen bien sus informes, y esperemos que para la próxima su información coincida con la nuestra. No quiero malos entendidos entre nosotros- y no pude evitarlo en mis palabras hay un toque de amenaza.
Tengo una reputación que me precede, mi temperamento explosivo no es un secreto para los bajos mundos, pero detesto que por mi habilidad como hombre de negocios, piensen que esas historias no son mas que cuentos y entonces quieran verme la cara de idiota. Solo espero que nuestra amable petición sea tomada en cuenta, porque creo que si no lo hacen, será Takumi el que me ayudará en esa situación.

Ellos se van y yo me quedo solo por unos minutos, masajeo mi cabeza y meto mis dedos entre mi parche para aliviar un poco la presión que hace en mi piel, hoy siento como si me molesta.
Touji trae un café para mi y le doy un trago, tal vez la cafeína me ayude con la pesadez que siento.
-Gracias Tou, sin ti no podría salir avante estos días- le agradezco al joven que he visto crecer a mi lado durante todos estos años.
Una expresión severa se apodera de mi rostro cuando escucho el nombre de mi querido Jiro.
-¿Fue con el inglés?- cuestiono con voz seria. Sabía que entre esos dos había algo fuerte, se notaba mucho ese día, pero no pensaba que Jiro realmente me fuera a traicionar, pensaba que él no sería esa clase de persona. Obviamente me equivoque -¿Qué vieron?-me pongo de pie y comienzo a caminar por el lugar mientras empuño mis manos y escucho el particular sonido que hacen ante la fricción.

Si esas personas son inteligentes, la situación que ocurrió hoy no se repetirá. Pero no somos la clase de personas que tiene fe en los demás, y me he contactado con un par de informantes para que tengan los ojos fijos en esa gente. Aun así las cosas no terminaron mal, a medida que puedo trato de hacerlos entender sin recurrir a amenazas, tampoco hay mucho caso en ejercer todo el tiempo violencia sobre ellos, sobre todo en personas que valen tan poco. No quiere decir que nunca lo utilicemos, pero hago lo posible por evitar que sea el jefe quien deba pasar el disgusto de ajustar cuentas y mancharse las manos.

Hago una ligera reverencia acompañada de una sonrisa, me gusta saberme como alguien importante para él y nuestro gruoo.
-Estoy aquí cuando lo necesites -la mayor parte del tiempo intento dirigirme a él con respeto, y por supuesto frente a los demás nunca lo tuteo. A pesar de mi posición, las personas utilizan detalles mínimos como esos para manchar la reputación de la cabeza de la familia, y me niego a darles una excusa, por muy tonta que parezca. Pero de vez en cuando, cuando estamos a solas, me gusta dirigirme a él de manera más íntima. Por supuesto sé que mi posición no cambiará por eso, y al haberlo demostrado durante tantos años, hace que él me brinde esa confianza.
-Sí -respondí  sin titubear- parece que coincidieron en el banco -estoy informado de la rutina diaria de él o cualquier persona que tenga ordenado seguir, y hasta ahora no había hecho un cambio. No había indicios de que se hubieran encontrado luego de lo sucedido frente al jefe- el inglés salió antes y esperó a que Okanao saliera. Charlaron muy poco fuera del banco, hicieron una escena y tomaron juntos un taxi allí mismo -saqué mi teléfono celular, caminé hasta él y lo extendí- esa es su última ubicación. Apagó su teléfono hace media hora aproximadamente -para nosotros la confianza no funciona pir si sola. Y para llegar a ese grado se requiere bastante tiempo para forjar ese lazo único que hay en el grupo. Por eso tomé medidas de las que él estaba al tanto- es el domicilio de su ex empleado.

Touji es como un hermano para mi, nos conocemos desde hace ya bastantes años. Era otro protegido de en la casa. Por esos motivos siempre consideré a nuestro señor, un hombre visionario. Él no solo buscaba sicarios y asesinos a sangre fría, el quería personas preparadas, que además de saber amenazar, entendieran como funcionan los negocios, las leyes, e incluso la medicina. Y yo he adoptado esas ideas, creo que incluso para una mafia como la nuestra, ser inteligente y tener conocimientos nos pone en ventaja de otros clanes.
Todos esos pensamientos y recuerdos vienen a mi gracias a escuchar como me habla de manera informal. No es algo que pase muy seguido, al punto de que cuando lo hace se siente un poco extraño, pero agradable. Le dedico una sonrisa porque se que las palabras que me dice son verdad. Él y Takumi, son las únicas dos personas en quien puedo confiar sin reservas, aun si me apuntaran con un arma.

Cuando escucho lo que me cuenta siento como mi cuerpo comienza a entrar en calor por el enojo.
-¿cómo se atreve? ¡Ese infeliz!- comienzo a sacar mi enojo, tiro los papeles de hace un rato, lanzo una lampara contra la pared -se va a arrepentir- declaro lanzando lo primero que me encuentro -voy a hacer que suplique mi perdón- digo agitado pues he caminado por toda la habitación, tirando y rompiendo todo lo que esta a mi paso.
Miro mis manos temblorosas por el deseo de venganza, y solo pienso en que por ser como soy, es que Mia jamás podrá amarme. Me siento en el suelo, recargando mi espalda en la pared y dejo escapar un pesado suspiro.
-he sido demasiado ambicioso los últimos meses, ¿verdad?- buscar ser amado en una relación romántica, parece que no es para mi. Pero las personas que yo quiero no me corresponden. Está bien, yo no amo a Jiro, pero lo quiero, no solo estoy con èl porque si, realmente me encariñé con él, y eso es de lo más estúpido que puedo hacer, porque incluso creo que una parte de mi no desea hacerle daño.

Me quedé de pie sin hacer nada o intentar detenerlo mientras él lanzaba todo a su paso. Sé que no siempre tiene control de sus emociones, y lo que más daño le hace y provoca esos arranques de ira, es la traición de la gente que aprecia.

Cuando se detuvo, caminé pasando encima de todo el desastre y me agache frente a donde estaba sentado.
-Solamente lo justo -declaro con una sonrisa. Tomé sus manos para hacer que se calmara un poco. Al principio, cuando supe que él no era solo una persona amable y centrada, me sentí asustado. Con el tiempo supe manejar el miedo, y cuando lo noté ya era capaz de controlar la situación. No me gusta retenerlo o pedirle que no lo haga, a pesar de tener un iluso deseo porque él no manche sus manos, dentro de nuestro grupo nadie está excento de ello, mucho menos la cabeza de la familia. Aprendí a ver  su amabilidad y bella persona sobre esa ira incontrolable, y actualmente agradezco el que sea capaz de confiar en mí y mostrar ese lado suyo.

-Haré lo que sea que me pidas -aun sin soltar sus manos le hablé directamente a los ojos- pero debes esperar a estar calmado para tomar una decisión inteligente -le solté y me puse de pie, y luego estire mi mano para que él se apoyara y lo hiciera también.
Es una ventaja que estas salas aislen el sonido, aunque luego tendremos que reponer los daños, dudo que sea lo que le preocupe en este momento- de todas formas, los seguiré para encontrar un punto débil -si la situación fuera mía, simplemente me alejaría del problema. No disfruto de dañar por cosas tan mínimas. Sin embargo él no funciona así, no puede olvidarse tan sencillamente y dejar que las personas que lo dañan salgan sin rasguño. Me siento molesto por esto, porque incluso yo pensé que esa persona lo aceptaba y quería, pero parece que las únicas personas que lo conocemos y amamos por completo, somos dos y nada más.

Esbozo una sonrisa cuando me dice esas palabras, se siente bien que alguien me diga que merezco lo que deseo. Pero en el fondo creo que no lo merezco, por eso creo que no lo consigo. Soy una mala persona, no solo por lo que hago, sino porque hay algo muy oscura en mi.

Vuelvo a sonreír cuando Tou dice que hará lo que le pida, bien se que el lo haría, pero esto se trata de mi vida personal y no solo de negocios. ¿Qué clase de irresponsable pondría a un tercero a arreglar las cosas de su relación? quien hará pagar a Jiro debo ser yo. Pero mi amigo tiene razón, debo tomar una decisión inteligente. Creo de primera mano que la violencia siempre funciona. Podría amenazarlo con matar al inglés si no lo deja.
Estiro mi mano para levantarme con su ayuda mientras sigo pensando en ese plan en mi cabeza.
La idea me resulta tentadora, hasta que Touji dice aquello de buscar un punto débil. Sonrío con satisfacción, porque a mi los sentimientos me bloquean con facilidad, pero tenerlo cerca me hace poder ser un poco más astuto.
-creo que me gustará jugar un rato con esto, ya pensare que hacer- digo con malicia en mis palabras, no tengo ni idea de lo que haré, pero en lugar de obligarlos a terminar por la fuerza, quiero hacer que Jiro se quede sin nada.
-manda flores a Jiro- seguro que ahora parezco un idiota, pero obviamente yo no puedo perdonarlo. Solo sonrío con satisfacción al pensar de las muchas maneras en que podría separarlos.
Me acerco a Touji y acaricio su cabeza y beso su frente en un gesto de agradecimiento por ayudarme a aclarar mi mente.
-siempre puedo confiar en ti, tengo mucha suerte de tenerte- con mi mano acomodo su cabello y tomo ese mechón que lleva pintado de rojo. El puede ver mi lado mas desagradable, pero aun así sigue teniendo una sonrisa para mi.

Me tranquiliza saber que su ira cesó al menos ahora. Sé que lo que sea que tenga en mente no debe ser bueno, pero no soy yo quien debe decidir qué es correcto o hasta donde sería un precio justo a pagar. Y para empezar, nosotros ya no pensamos mucho en si nuestras decisiones son moralmente incorrectas. No es que tenga el deseo porque dañe a su pareja o alguien más, pero mentiría si dijera que me preocuoa lo que le pase a ese hombre. Le tengo el respeto promedio que como su pareja requería, y ahora simplemente me mantengo al margen. No puedo involucrarme demasiado con él o alguna de sus parejas si quiero mantener mi objetividad presente.
-De acuerdo -no me impresiona su petición, conozco su manera de actuar y aunque había muchos posibles desenlaces, este era uno de ellos.

Saco mi teléfono y envío un mensaje a esa florería que siempre utilizamos. Pongo la dirección, el tipo de arreglo y el horario, pues deduzco que para mañana ya estará en casa.
Levanto la vista al mismo tiempo que guardo el móvil, no era necesario avisar que hice su pedido pero lo habría hecho de no recibir ese gesto espontáneo. No se supone que lo sea, debería estar acostumbrado pero cada beso en mi frente es demasiado significativo, pero a la vez me hace sentir ese pequeño de hace más de diez años.
Sonreí aun así, su rostro está muy cerca del mío y eso me hace agachar ligeramente la vista. A veces es una desventaja que tengamos casi la misma altura.
-Siempre lo estaré -no importa cuánto tiempo pase, seguiré a este hombre a donde sea que vaya. Por una promesa a ese hombre que me dio tanto, y por la satisfacción de ser útil a la persona que más amo y admiro. Tomé si rostro entre mis manos y dejé un beso en su mejilla. Pocas veces me atrevo a dar muestras de afecto, mucho menos frente a otros, pero cuando me apetece y sé que él no llegará a despreciarlo, lo hago. Sabe de antemano que es solo por el respeto y cariño que le tengo. Por supuesto ese gesto tomó otro significado con los años- si hay algo más que pueda hacer por ti, sabes que estoy dispuesto -cualquier cosa que me pida siempre obedecere. Tal vez mi lealtad parezca estúpida para otros, y no espero que sea recompensada como parece, yo simplemente me siento bien con seguir a su lado y ser alguien digno de su confianza.

Touji es un hombre muy noble, a veces creo que este mundo no es para él, pero al igual que yo, esto fue lo mejor que la vida nos ofreció, y al menos yo no tengo la nobleza o espíritu para luchar por algo mejor, creo que esto es algo adecuado para alguien como yo, y si Tou no fuera una leal, seguramente podría haber tenido una vida llena de virtud y lejos de esto.
Me toma por sorpresa la manera en que responde a mi gesto, no me molesta, pero siempre que pasa algo así me toma por sorpresa.
-no deberías ser tan amable con un hombre al que le acaban de romper el corazón- comento jugando, pues es obvio que no estoy en esa circunstancia, es más mi orgullo y ese deseo de venganza que existe en mi desde que recuerdo.
Dejo una palmada en su hombro y camino por sobre las cosas que he tirado para volver a sentarme, miro mi café intacto, ya está un poco frío pero aun así me apresuro a tomarlo.
-no dejes que Takumi se entere de lo de Jiro- le pido mirando mi celular donde pasa algunas fotos que tengo con Jiro. Verlo solo me hace querer aventar el aparato contra la pared, pero tengo que aprender a ocultar mi enojo contra él, y poder mirar su imagen es el primer paso -Mia pronto se irá, ¿crees que hay algo que pueda hacer por ella? quiero que solo se lleve buenos recuerdos de mi- ya no se que hacer por ella, nada de lo que he hecho ha servido para que note mi existencia mas allá del hombre que la compró en aquel lugar.
Mi intenso enojo es ahora rebasado por la tristeza que me hace perder a la persona que más amo. Ni siquiera pude acariciar su mejilla una vez ¿realmente no merezco que ninguno de ellos me valore como yo lo hice? es como una condena amar tanto a una persona y no tener nada a cambio. No soy noble como para no desea tener una recompensar por mis esfuerzos. No importaría no poder tocarla jamás, pero si al menos ella me amara un poco. Tampoco tampoco eso puedo tener. Quise ser una persona mejor por ella, dar sin recibir, lo pude soportar teniendo a Jiro conmigo. Me encariñé tanto con él, que la posibilidad de enamorarme no parecía tan loca. Si Mia no está, podré mirar más allá de solo a ella. Ella es como una luz que me ciega y no me deja ver a nadie más, pero sin ella aquí, el mundo será como antes, pero al menos tendría a Jiro... ese bastardo desleal.
-¿crees que me he ablandado desde que ella está conmigo?- todos los días necesito encontrar nuevas razones para saber que lo mejor es que Mía esté lejos de mi.

Me sentí un poco avergonzado por lo que dijo, creo que a veces actúo imprudente y olvido el tipo de sentimientos que tengo. Generalmente los mantengo bajo control, pero ahora tuve que desviar un poco la vista. Me iba a disculpar pero él no parece particularmente ofendido, y eso solo revelaría la manera en que me siento.

Sonrío por su petición, creo que es ls única persona que me pone un poco celoso, y el saber que me confía algo antes que a él me hace sentir en ventaja.
-Claro  -me agacho para recoger algunas cosas como los papeles de nuestra junta y unos objetos más grandes, para el resto tendré que llamar a alguien para que se encargue- creo que Mia los lleva.
-Últimamente estaba de mejor ánimo  -fue complicado para ellos adaptarse el uno al otro, y aunque últimamente ella parece aceptarlo como familia y está más cómoda con su compañía, él no está satisfecho con eso- has hecho demasiado por ella, estoy seguro que debe notarlo. ¿No te parece que ha cambiado? La oportunidad de empezar nuevamente tú se la diste. Seguro la entiendes mejor que nadie, y eso será algo importante para llevarse con ella -es un hombre muy ambicioso, y dudo que alguna cosa sirva para llenar el vacío que le dejará. Incluso si pasara algo de lo que él desea, si al final se va el sentimiento de pérdida sería todavía más grande.

Dejé los papeles nuevamente sobre la mesa y me senté a su lado.
-No. Siempre has sido un buen lider, y por eso eres un buen padre. No has cambiado mucho, tampoco -no me gusta mentirle. Tal vez porque ellos me educaron así, y sé que a veces puede pensar mal de sí mismo, pero para mí seguirá siendo un hombre admirable. Por supuesto no es alguien perfecto, pero no me gusta idealizarlo y por eso apoyo sus decisiones por muy crueles que parezcan. Sé que no cambiará, es parte de lo que eligió y también me acostumbré a ver a las personas por sus circunstancias- no deberías verte siempre como algo indigno de ella. Solo disfruta su compañía el tiempo que queda -suena conformista y cruel, pero no hay nada que pueda hacer que lo deje conforme ni le daré falsas esperanzas como que ella prefiera quedarse. Desde el principio las cosas no le favorecían, y además toma en consideración los sentimientos de ella. No se da cuenta pero a decir verdad suele ser noble con quienes ama- y también podrás viajar y visitarla, hablar con ella y escribirle. O tal vez debas preguntarle directamente, ¿no te parece mejor idea?  -después de todo él la salvó. Le dio educación y le devolvió su libertad. Y al igual que él, mi madre y algunos de nosotros le cogimos cariño, y notamos cómo ha cambiado a como era en un inicio. Mi madre me habla mucho de sus pláticas con ella, tal vez por el deseo de criar un hijo en un ambiente toalmente familiar, además  pienso que el papel de él en su vida es maravilloso.

Tal vez mi broma le ha incomodado un poco a Touji, no era mi intención, pero para no hacer la situación mas incomoda para él, solo olvido lo que acaba de pasar.

Sonrío un poco herido cuando dice que ha cambiado, parece más segura, incluso sonríe más, pero yo siempre deseo un poco más.
Cuando dice que soy buen padre me siento ligeramente herido, se que para las personas del clan, tengo esa imagen paternal, pero no quiero ser el padre de Mia.
-tengo que verlo de esa manera, sino lo hago, creo que perdería la cabeza por toda la frustración que ella me causa- ese es mi freno para no ser la misma clase de hombres que tanto la lastimaron. Ella sigue conservando su pureza e inocencia aun luego de ese infierno.
Niego con la cabeza cuando dice lo de viajar a verla.
-tal vez llamará un par de veces, pero se que cuando esté cómoda con su familia, mantener contacto conmigo será algo necesario. Y si se va, ya no quiero verla, saber que vive y es feliz lejos de mi, eso es demasiado doloroso de solo pensarlo. Solo aguardaré a que mis sentimientos por ella se apaguen lentamente con la distancia- tal vez debería comprar otra casa, quiero eliminar de mi vida todo lo que me la recuerde constantemente. Ya que ella no pudo amarme, me esforzaré por dejar de amarla. Hice todo lo que pude por ella, pero no puedo soportarlo más.

-Bueno, debo dejar ya de lamentarme, ¿hay algo más en mi agenda para hoy?- cuestiono con la intención clara de dejar de hablar de ella. Es mejor solo llevar mi doloroso amor en silencio. Evito mirar a Touji, pues en mi cabeza aparece el recuerdo de aquella noche que le di mi arma, le di la oportunidad de matarme solo para que me dejara dormir en el suelo. Soy realmente patético cuando se trata de ella y sigo sin saber qué es lo que hice mal como para no ganar su amor.

Me quedé callado y solo asentí con la cabeza. Siempre trato de no sorprenderme por las cosas que he visto desde que llegué a esa casa, aunque no fue nada fácil, me di cuenta que desear ser una buena persona no era a lo que aspiraba. Es extraño que dentro del buen ambiente familiar, valores como la lealtad y el respeto, también haya demasiada sangre de por medio. Y ese amor que siente por Mia seguramente sería juzgado inclusive por ella, pero comparado con todo ese daño que recibió, ese cariño que no ha cruzado la linea por consideración a ella le hace ver como uno muy profundo. Tal vez lo esté justificando, pero incluso así no me siento culpable.
-Entiendo -en ese aspecto pensamos diferente, y si él prefiere vivir de esa forma, yo estaré aquí por lo que necesite- en ese caso no creo que haya mucho que hacer por ella, no más de lo que ya has hecho. A veces nuestros anhelos son un poco imposibles, y no hay otra alternativa que seguir -solo un poco, a veces me es inevitable sacar mis sentimientos, pero tampoco soy tan idiota y no me siento tan desesperado para hacerlo tan obvio. Aunque no soy ambicioso cuando se trata de él, porque seguramente, en un hipotético caso de ser correspondido, no sabría qué hacer.

Tomé la tableta donde organizo nuestras fechas y algunos datos, y revisé la agenda, me la sé de memoria pero confirmar la información por muy insignificante que parezca, siempre es mejor.
-Ya no. Cancelaron nuestra cita de las seis y fue pospuesto para mañana por la tarde -comencé a recoger los papeles y guardarlos en el portafolio- pero, ¿tendrás inconveniente en acompañarme a comprar algo? La Señora me pidió algunas cosas -tengo la costumbre de referirme a mi madre de esa forma porque fue como me educó el jefe. Antes era tan irrespetuoso con ella, poro afortunadamente no tardé en adaptarme a llamarle con respeto. Aun así ella me sigue tratando como ese niño malcriado, tal vez es la única persona que a veces puede sacar el mal humor que trato de contener. Ella y Takumi. Nos dirigimos a la salida y de camino al elevador hice una llamada para que se encargaran del desastre que quedó eb la sala de juntas. Debido a la frecuencia con que la usamos, no será gran problema hacer que alguien se encargue.

Resoplo un poco por las palabras que me dice, me ha hecho molestar un poco que me diga las cosas que ya sé. Pero respiro un par de veces, se que él solo intenta ayudarme como siempre. Pero realmente ahora no quiero escuchar que mis deseos son imposibles, de sobra lo sé, y es por eso que me pongo tan mal al respecto, porque se que ni existe oportunidad.
-mmm- solo emito el sonido con mi garganta, como dandole a regañadientes la razón. Si fuera Takumi quien me escuchará, el me animaría a buscar tomar lo que deseo, supongo que es por eso que no lo mantengo al margen de las cosas de mis relaciones.

Al menos no tengo que soportar a alguien más, con el humor que tengo ahora, sin duda podría terminar haciendo algo perjudicial para los negocios.
Pero no esperaba que dijera que su madre le pediría algo así.
-¿en serio? cuestiono porque la mujer tiene a cualquiera a su disposición para hacer este tipo de encargos, pero en cambio llama a Touji - de acuerdo vamos- digo resignado, porque aunque pueda molestarme la manera en que ella ha dispuesto de nosotros, para mi es como una madre, y la respeto mucho -pero dile que para la próxima, mande aa alguien más- camino a la puerta, mi mal humor por la manera en que Touji me dio su apoyo no se ha ido. A veces más que una voz de la razón desearía un poco de consuelo, pero él no es así. Se que haría lo que le pidiera, pero a veces lo siento tan diferente a mi y a Takumi, demasiado bueno como para lo que somos. Tal vez por eso busco la manera de que sus manos no se manchen de sangre, y por eso le pido que se enfoque a todo lo que tiene que ver con los negocios, para ensuciarse las manos Takumi es el mejor, las manos de él y mas mías están sucias desde muy pequeños.

Mientras vamos por el pasillo me acomodo el parche de mi ojo y luego subo al auto. Todo el camino voy en silencio, es obvio que estoy molesto, no es la primera vez que la voz de la razón de Touji me hace molestar. Busco en mi tableta, aquella investigación que mandé hacer sobre ese inglés, al menos quiero distraerme con algo para ver si así se pasa mi mal humor.
Habla varios idiomas, es divorciado, tiene un escándalo con una famosa, fama de mujeriego. No hay nada que no haya leído ya, y nada me sirve para hundirlo. No parece de los que se amedrente con facilidad.
Sacudo mi cabeza, porque creo que me estoy enfocando demasiado en la persona equivocada, el solo es una variable, pero Jiro, es él quien me ha fallado. Jugo conmigo, pues según me eligió y al final terminó por causar daño en nuestra relación. Pero no soy un idiota, Jiro me va a a dejar, y no se lo voy a permitir, voy a dejarlo yo, voy a hacer que ese inglés lo deje también. Una sonrisa llena de malicia se apodera de mis labios mientras maquino ideas sobre como hacer sentir a mi novio tan miserable como sea posible. Todos esos pensamientos hacen que mi mal humor se calme un poco.

Parece que se puso de peor humor. Y podría explicarle que no es necesario ir por las cosas y tampoco urgente, pero ya que aceptó le pondría peor si me retracto.
Entramos al auto y permanecimos en silencio. No me parece incómodo, también estoy acostumbrado a sus malos días y sé que en ocasiones así solo debo darle su espacio. Tal vez fui demasiado honesto, pero no me arrepiento, a veces soy un poco inútil para dar consuelo o complacer, otra de las razones por las que no tengo una pareja. Aunque si lo pienso, tuve a mi lado una persona paciente capaz de aceptar mi poco tacto en algunas ocasiones, y aun así no funcionamos por mucho tiempo. Era un buen chico, nos divertiamos, nos respetabamos y puedo decir que lo quería. Pero a la vez también era demasiado rutinario y falto de emoción, y en un punto pensé que daba igual si estábamos juntos o no, y supe que tal vez nunca dejaré de amar a esta persona y que otra, por perfecta que parezca, no es suficiente.

Llegamos al supermercado y bajé antes para abrirle la puerta. La lluvia está golpeando con fuerza, pero el estacionamiento techado hace que no necesitemos de alguna sombrilla.
Tomé un carro para las compras y metí algunas cosas, supingo que una madre siempre será igual independientemente de lo que su hijo haga.
-Verduras -hice una mieca y solté un suspiro, no soy muy bueno escogiendo los alimentos, me arriesgare a que esa mujer quede inconforme- dos, tres -dije metiendo en la bolsa, y me detuve al no saber diferenciar entre uno apto y lo que no- esto es tan complicado -susurre. Debemos vernos extraños. Dos hombres de traje y con apariencia sombría llevando las compras.

Estoy tan inmerso en mis pensamientos que se me olvida decir algo como “ve tu, yo aquí te espero” solo he bajado del auto cuando el abre la puerta y camino. Apenas me hago consciente del sonido de la lluvia, ¿desde cuando empezó a llover?
Sigo a Touji por el lugar, y llegamos a la zona de frutas y verduras, lo miro por un momento pero no tardo en desesperarme al ver lo descuidado que es al agarrar las cosas.
Me le acerqué por la espalda y le arrebate la bolsa de las manos y vacío lo que a metido en ella y comienzo a escoger.
-escoger verduras es tu debilidad- comento porque Touji es una persona sobresaliente. De las personas mas inteligentes, con una habilidad notable en combates, y diestro con las armas, pero no sabe escoger verduras, sin su madre moriría de hambre.
Le paso la bolsa de lo que acabo de escoger y lo miro esperando a que me diga que mas nos falta. Mientras me va diciendo yo voy escogiendo  las cosas. Cocinar es un pasatiempo que tengo, ya no lo hago mucho, pero solía pasar mucho de mi tiempo en la cocina de la casa, supongo que tiene que ver con las carencias a las que estaba acostumbrado, y llegar a una casa donde todo lo había, era casi irreal, además creo que cocinar ayudó a que mi pésimo temperamento se calmara en ese entonces.
Al final creo que venir a comprar me está ayudando a mejorar mi ánimo, creo que mi vida sigue siendo mucho mejor que el infierno donde crecí, aun si Mía no me ama, nada será peor que mi pasado. Solo creo que deseaba por una vez poder tener uno de esos amores intensos de los que todo el mundo presume. Pero yo no soy como la mayoría, y debo controlarme más de lo normal porque sino terminaré hiriéndola, a veces mi egoísmo me ciega un poco, pero al final Touji tiene razón, eso ya no sé, pero a veces es molesto escuchar de otra persona lo que ya se sabe.