The simple things \Julia\

Hoy solo me toca dar dos clases, pero he pedido permiso para faltar a la clase de las 9. Así que al termina la clase de las 7 de la mañana, tomo mis cosas y salgo de la facultad. En el estacionamiento quito la alarma a mi automóvil, abro la cajuela y guardo mi material de trabajo.
Conduzco en dirección a la escuela de mi hermana, mis padres han salido de viaje, así que me han pedido que vaya en su lugar. No me molesta hacerlo, no será la primera vez, por lo general nos alternamos para este tipo de cosas.
Voy con buen tiempo y he tomado algunas rutas alternas para evitar tanto trafico. Cuando encuentro lugar para estacionar, bajo y camino al salón de mi hermana.
Sus calificaciones no son malas, aunque tampoco son las mejores, su profesora me pide que espere un momento y no me sorprendo de lo que me cuenta. Ella se salta algunas clases, mi hermana no es la persona mas responsable y entregada a los estudios. Pero es inteligente, pese a tu comportamiento alocado, ella consigue calificaciones decentes, aunque a veces la tengo que ayudar a estudiar.
Solo comento que hablaré con ella, pero realmente no es que pueda hacer nada.

Salgo del salón y camino por los pasillos para ir al patio, ella debe estarme esperando ahí, anoche le dije que me esperara. Al llegar a la zona veo a muchas estudiantes, pero no me cuesta encontrarla, se reconocerla muy bien por sobre las demás personas. Le sonrío en cuanto la veo y levanto mi mano para que ella me vea, está con algunas de sus amigas, pero aun así me acerco, hasta donde está.
-Buenos días- saludo de manera general a sus amigas.

Julien:

Hoy solo venimos a hacer horas de estudio libres. Ya que la mayoría de los maestros están en junta con los padres de familia, el resto se quedó reforzando materias y todo eso. Me he levantado temprano, y anoche llegué un poco tarde, por eso tengo un poco de sueño.
Suelto un largo bostezo y me tiro sobre la banca del patio sin poner cuidado. Julien debe estar arriba, me dijo que lo esperara. Por eso a pesar de tener sueño, me he puesto linda, aunque portando el horrible uniforme.
Mis amigas llegaron y me senté para que ellas lo hicieran, y cuando me di cuenta, los padres de otros comenzaban a salir y la gente estaba yéndose..
-¿Qué le lleva tanto tiempo? -miré en dirección de nuestra aula. Seguro esa profesora está coqueteando con él. Lo hace con algunos alumnos, mostrando su escote y hablando con una voz dulce, es desesperante. Mordí. mi labio, no me gusta estar esperando, esa junta ya debió haber terminado hace rato.
-Jully, hoy vino tu hermano, ¿cierto? -comenzaron a cuchichear y solo sonreí mientras asentí. Por eso nunca las invito a casa, a ella u otras mujeres con las hormonas alborotadas que solo me hablan para poder llegar a él. Al menos Julien se encarga de desencantarlas, pero hay quienes son muy insistentes.

Mientras platicabamos escuché mi nombre, me giré y sonreí al ver que por fin había salido.
-Tardaste mucho -reclamé con un puchero, y caminé lo que restaba del camino para abrazarlo y darle un beso en la mejilla. De inmediato las demás comenzaron a saludar y sonreír como idiotas. Una de ellas le tocó el brazo para comenzar a hacer plática- Julien, tengo hambre, no desayuné -ignoré completamente a la chica y lo solté para ir por mi mochila, y luego tomé su mano para jalarlo lejos de ellas- lo siento, pero debemos irnos -me despedí de ellas con una reverencia y caminé delante de Julien. Llegamos al auto y abrí la puerta de atrás para lanzar mi mochila al asiento- ¿por qué tardaste tanto? ¿Qué te dijo esa mujer? -no me agrada mi asesora. Es demasiado joven y tonta, lo único que hace es sonreír y odio su tono de voz.
Me subí al auto y me quité los zapatos. Me quité el saco y la corbata y desabroché dos botones de mi camisa.
-Soy libre al fin -suspiré cansada mientras ponía las cosas en el asiento trasero- ¿me llevarás a algún lado? Quiero comer crepas -subí mis piernas al asiento y lo miré con una sonrisa. No quiero que comience a hablar sobre la escuela o las quejas que le hayan dado. Seguro esa mujer soltó su lengua.

jully:

-Tu profesora quería hablar conmigo- en realidad no es que tuviera mucho que decirme, parecía divagar un poco mientras hablaba, y también supongo que tenía calor.
Sus amigas me saludan y una de ellas se acerca un poco más que las demás, algunas mujeres suelen hacer ese tipo de cosas como tocarme al hablarme. Pero mi atención se aleja de todas ellas cuando Julia dice que no desayunó.
-Es tarde como para que no hayas desayunado, vamos para que comas algo- espero a que tome sus cosas, yo la sigo con la mirada y en cuanto me toma de la mano comienzo a caminar. Ya no es la niña pequeña que yo cuidaba, pero a veces ella sigue teniendo esta clase de gestos.
Suspiro cuando ella lanza su mochila, es tan descuidada, yo me estiro para acomodarla.
-Quería hablar sobre las faltas que tienes- le explico subiendo al auto -parece que hoy hace calor- comento cuando ella lanza sus cosas al asiento trasero -se arrugarán- comento un poco incomodo por el desastre que está haciendo -De a cuerdo- acepto lo de las crepas sin problema. Comienzo a conducir a un lugar que se que a ella le gusta.
Al estacionar me estiro para tomar el saco y la corbata para doblarlas como es debido, y tomo su mochila para dejarla en la cajuela junto con mis cosas.
-Eres todo un desastre- comento resignado. Espero a que se ponga a mi lado, me inclino un poco para que nuestras cabezas queden casi a la misma altura -Oye sacaste buenas calificaciones, pero ya no faltes por favor- coloco su cabello detrás de su oreja -vamos, debes sentirte débil porque no has comido- entramos al lugar y la mesa que siempre usamos esta ocupada -sentemonos en esa- claro que preferiría estar en la de siempre, pero puedo controlar mis manías lo suficiente como para soportar usar otra mesa por esta vez.
El mesero llegó para tomar la orden y solo pido un poco de té negro, no tengo hambre, solo me preocupa que Julia coma algo. Noto que el chico debe ser universitario, o al menos tener edad para estar en ella, pero más que nada noto su mirada sobre Julia, ella es tan linda y desde hace tiempo que atrae la mirada del sexo masculino, estiro mi mano para tomar el servilletero y comenzarlo a mover y acomodarlo. Cuando estoy ansioso tiendo a hacer ese tipo de cosas.
-deberías abotonar un poco más tu blusa- comento cuando el chico se fue.

Al menos Julien no es fácil de manipular por ellas u otras mujeres. Creo que por eso la mayoría se rinde rápido, es un rarito. Pero para mí mejor, esa personalidad suya la adoro, y me encanta hacerlo molestar. Pero hoy sí me enfadó un poco que le dedicara tanto tiempo a esa mujer, pero también sé que por ser mi profesora no iba a negarse. Él es demasiado… recto.
-Mmm -extendí mi quejido sin darle importancia. Ella solo quería quedar bien con él, porque no es como si directamente pusiera mucho empeño en que yo dejara de hacerlo- deja eso -le digo mirando cómo arregla mis cosas- cuando llegue a casa lo meteré a lavar, no importa si está arrugado ahora -aunque lo más seguro es que él lo haga.

En el camino fui tonteando como siempre. Lo miraba de vez en tanto, entiendo por qué toas ellas se empeñan en impresionarlo, yo también lo haría. Peero no lo necesito, tengo privilegios al ser su hermana.
Me bajé del auto y él comenzó a sermonearme, y solo rodé los ojos y le resté importancia.
-Lo siento -pero las cosas seguirán igual, es la forma en la que somos- Jeje, ¿me darás un premio por eso? -sonreí feliz y omití la parte de las faltas. No me gusta mucho la escuela, pero trato de mantener un promedio regular para no tener que asistir a clases de recuperación después. Al entrar tomamos una mesa diferente. Hasta cuando vengo con amigos tomo la misma mesa por costumbre, porque es una de sus manías que me ha contagiado sin querer, aunque a mí no me causa conflicto. Asentí y lo seguí a donde quería, y al sentarme tomé la carta para buscar la nueva bebida, pero no han cambiado la de la última vez.
-Una crepa de chocolate y… soda de cola -puse la carta sobre la mesa y miré al mesero. Sonreí coqueta, aunque no es de mi gusto, no puedo evitar juguetear si se me presenta la oportunidad. Miro cómo Julien comienza a mover las cosas de la mesa, ¿y ahora qué?- ¿por qué? -¿se dio cuenta que coquetee con el chico? Bueno, no fui nada discreta, y a él no le gusta que haga esas cosas- además hace calor, tú mismo lo dijiste -le mostré la lengua y sonreí. Siempre me regaña por cómo visto, otra en mi lugar se molestaría y le diría que no se meta en su vida, pero yo disfruto hacerlo sentir incómodo- cierto, cierto, ¿cómo te fue hoy? ¿Alguna linda chica te molestó hoy? -las preguntas de rutina. Nunca me ha dejado visitar la universidad donde trabajo, y cuando voy siempre se pone a sermonearme y se va rápidamente. Por fortuna tengo conocidas allí que a veces me cuentan lo que ven.

Pese a que me dice que lo deje, no lo hago, y ella sabe que no lo haré, ella más que nadie sabe de mis manías, claro que nuestros padres también, pero al viajar tanto, terminamos pasando mucho tiempo nosotros dos, ella ha crecido viendo siempre estas cosas de mi.

Sonrío cuando se disculpa, es una buena niña aunque está en una edad complicada, así que por eso trato de ser un poco comprensivo, aunque a veces me lo pone un poco complicado, estoy acostumbrado a cuidar de ella, pero a veces es un poco complicado.
-¿Un premio?- no lo había pensando, pero supongo que puede ser una buena idea -¿Que te gustaría?- pregunto solo aceptando.

No comprendo como algunos hombres pueden ser tan descarados, yo jamás he hecho algo así, ¿acaso es tan difícil mantener la vista a una altura adecuada?
-Porque ese chico te estaba mirando- respondo de manera sincera dejando de acomodar, mi hermana es muy atractiva y se que es imposible que otras personas noten lo mismo, pero eso no significa que me sienta cómodo con ello, no creo que nadie pueda merecerla o valorarla como se merece -dije que parece que hace calor- comento desviando la mirada porque por un instante mis ojos pasaron por su escote.
-Son mis alumnas, y no me molestan, solo son amables. Y hoy en cuanto terminé la clase salí a tu escuela, no hablé con nadie- es verdad que algunas de mis alumnas suelen ser algo detallistas conmigo. No suelo aceptar sus amables gestos para no caer en mal interpretaciones, pero algunas veces me tomo el tiempo de hablar con algunos de mis alumnos luego de la clase, explicar cosas que no entendieron y ese tipo de cosas, y si, en su mayoría son chicas las que se quedan para esos momentos de aclaraciones sobre los temas de la clase.
El joven regresa con las bebidas y de nuevo la mirada se va sobre Julia y no puedo evitar esta vez lanzar una mirada molesta al chico cuando se gira a dejar mi té.
-Los jóvenes realmente no tienen autocontrol- me quejo cuando se aleja y lo sigo con la mirada, y resoplo molesto. Miro a Julia después, entiendo que es muy atractiva, tiene unos ojos hermosos, su piel es muy tersa, y sus rasgos sin duda le dotan de una belleza superior al promedio, y no importa la ropa que use, cubra mucho o poco, su cuerpo siempre resalta de manera atractiva, pero odio que la miren de esa manera tan descarada.

Sonrío todavía más cuando acepta. Julien siempre cumple mis caprichos, a veces me pone un montón de excusas, pero siempre termina cediendo.
-¿De verdad? -dije contenta. En realidad no pensé en algo en particular- entonces ya sé -me acerqué a su mejilla y le di un beso tronado, y me separé para verlo y sonreír- hace mucho que no nos damos besos -me giré y seguí caminando. Creo que él nunca ha besado a alguna chica, aunque hacerlo yo sería demasiado.

Por un momento pensé que diría que yo le sonreí al chico, pero creo que solo notó la indiscreción de él.
-No pasa nada, estoy acostumbrada -a muchas chicas la mirada de los hombres les incomoda, a mí no, por el contrario, me hace sentir bonita- bueno, lo hace. No debes preocuparte, no es como si fuera a hacerme algo. Además, estás tú conmigo, nadie podría protegerme mejor que tú -estiré mi mano por encima de la mesa para tomar la suya. Es justo esos gestos de él los que me gustan tanto, creo que debe relajarse.
Mi mano regresó a su lugar cuando comenzó a hablar de sus alumnas. Son tan pegajosas, incluso Niki intentó coquetearle, disfruté mucho ver cómo fracasó. Pero por lo menos no lo intentó de nuevo, ni ella ni la otras dos chicas que frecuentan más mi casa. Es una regla para mis amigas el no acercarse mucho a mi hermano.
-Me alegro. Tú no te das cuenta, pero muchas veces ellas tienen otras intenciones. No, estoy segura que siempre tienen la intención de devorarte -me estiré un poco al frente para hablarle bajito- mira alrededor, a cualquier chica. Seguro que reacciona -le sonreí y regresé a mi lugar porque el mesero había regresado con nuestro pedido. Le di las gracias con un lindo gesto y comencé a comer- eres muy celoso -me siento feliz. Me preocuparía si dejara de serlo, o que centrara su atención en alguien más- no importa si ese o alguien más me mira de ese modo, soy inalcanzable  -me reí orgullosa. Aunque no soy tan exigente cuando se trata de tener algún novio, pero nunca dura demasiado. Siempre empiezan a ser demasiado serios, incluso hay quienes critican a Julien y eso es algo que nadie, pero absolutamente a nadie le permito- ¿qué hay de ti? -me metí un poco de crepa a la boca y jalé una servilleta para limpiar el chocolate que se quedó en mi labio- ¿tú no miras a las chicas? Su escote, sus piernas. nunca te lo he preguntado pero, ¿cuál es tu parte favorita del cuerpo femenino? -le sonreí con malicia y dejé el cubierto a un lado para mirarlo fijo- ¿o es que te gustan los chicos? -Julien nunca ha mostrado interés por mujeres, no me había pasado por la cabeza esa posibilidad hasta hoy.

Parece feliz porque he dicho que si, por eso, yo también sonrío, pero no esperaba lo que ella quería, creo que ella y mamá son las únicas personas que me han dado besos, pero al ser un adulto, ya no suelo recibirlos. Mi sonrisa se a borrado porque me ha tomado por sorpresa y no se como reaccionar.
-Porque ya no somos niños- comento un poco confuso mientras la comienzo a seguir.

Sé que está acostumbrada, ha tenido novios y siempre es uno diferente, pero aun así a mi me sigue desagradando que sean así, no lo sé, creo que me gustaría que ese tipo de cosas no fueran tan casuales para ella. Intento entenderla pero no puedo, yo soy un poco diferente a la mayoría de personas en ese aspecto.
--Supongo que es verdad- muevo mi pulgar para acariciar su mano cuanto me toca con la suya. La confusión se plasma en mi rostro -Aun si eso fuera verdad, sabemos que solo bastan unos minutos conmigo para que ya no deseen hacerlo- ella tiene razón en que no me doy cuenta de esas cosas, pero si soy consciente de como ahuyento a las personas. Por lo que me dice en voz bajo miro un poco el lugar, solo por reflejo, pero evito cruzar mirada con las mujeres del lugar -¿Y para que lo haría?- le pregunto sin encontrar sentido en eso.
-Eres mi hermanita, claro que lo soy- no lo puedo negar, la he cuidado tanto como para que cualquier idiota venga a arrebatarme a quien mas quiero y procuro en mi vida. Solo le sonrío, tal vez tiene muchos novios pero parece ser verdad que hay un toque de inalcanzable en ella, nadie consigue algo duradero con ella y eso me tranquiliza un poco.
-No, yo no hago esas cosas. Nunca he pensado en eso- si lo pienso un poco, creo son las manos lo que más suelo mirar en una persona, pero tal vez es porque evito mirar otras partes, pero entonces recuerdo a Plisetski y el día que estuvimos en casa, cuando tomó el té demasiado caliente -labios contesto un poco bajo, no se porque lo he pensado ahora, pero recuerdo que no pude evitar poner un poco mas de atención en sus labios cuando le di la miel, pero no debería pensar algo así, ella es mi alumna, ¿como ha sido ella la primera en venir a mi cabeza? me han gustado algunas mujeres, pero nunca he intentado nado prefiero que todo quede como algo platonico -¿Tu también piensas que soy gay?- le pregunto, no sería la primera vez que alguien lo piensa, pero nunca he sentido interés en hombres, de eso estoy seguro.

No sé cómo se sienta realmente con el hecho de que a su edad no tenga nada de experiencia, pero parece cómodo, porque de otro modo buscaría una chica al menos por consuelo.
-Es porque no logran ver tu verdadero encanto -me encojo de hombros. Por mí eso está muy bien, no sé qué haría si Julien se enamorara de una chica o alguien llegara a ser tan insistente con él. Generalmente son mujeres superficiales que les calienta ver un extranjero, además que sus modales son impecables y tiene una hermosa voz. Pero bajo esa fachada de hombre perfecto, está el chico obsesivo que no le gusta mucho el contacto con la gente. Añadiendo sus manías raras. Aún así es muy protector, solo hace falta conocerlo más, cosa que ninguna de esas malditas podrá.
Suspiré resignada. Solo quería que fuera más consciente de su atractivo, y de que no soy a la única que las personas miran. Él no necesita usar ropa reveladora o sonreír para que los demás lo noten.

Juego un poco con la cuchara y sonrío. No me gusta mucho que me trate como una niña pequeña, tal vez por eso siempre me fijo en chicos mayores.
-¿Nunca? Eso es imposible -su grado de inocencia es increíble. Suspiré y llevé un pedazo de comida a mi boca- ¿oh? -tragué y me limpié rápido- ¿te gustan los labios? ¿Como de quién? ¿Alguna actriz o cantante? -me emociona y a la vez me incomoda. Sé que no dirá que los míos, él no me ve de esa forma. Y no es de los que dan una respuesta al azar.
-A veces. Eso no me importaría, así que si lo eres debo ser la primera en saberlo -le señalo con la cuchara y luego llevo un poco de soda a mi boca- pero por cómo respondiste parece que simplemente no te interesan las personas más allá de tu familia -se preocupa por sus alumnos, pero porque es su trabajo. Pero es raro que se fije demasiado en otros. No consideré realmente que fuera gay, pero quería ver cómo reaccionaba.

Ella es amable, supongo que es porque somos familia, y ha tenido que crecer conmigo, de no ser así probablemente reaccionaría de la misma manera que las demás mujeres, pero por suerte es mi hermana y ha tenido que que soportarme desde que tiene memoria. Creo que ella hace que no sienta tanta soledad, es menos complicado vivir así.
-Eso lo dices porque a ti no te ha quedado de otra más que soportar a este hermano tuyo- recuerdo que Plisetsky mencionó algo sobre que pensaba que era solo así con Julia, supongo que incluso como hermano soy bastante raro, creo que en ningún aspecto de mi vida me salvo de ese adjetivo.

-No lo sé, solo que sean lindos- bajo la mirada, sería demasiado inapropiado decir que me gustan como los de esa chica que es mi alumna y su amiga, por donde sea que se le mire, no parece nada ético -con forma de corazón…- eso parece bastante ambiguo, pero si pienso en los labios de ella, pienso que tienen esa forma -color durazno…- jalo bastante aire y luego lo dejo salir, por mi boca, me siento un poco incomodo por contarle estas cosas a mi hermanita --como sea, no hablemos de eso, no es un tema adecuado para tratar- me siento como un pervertido por las cosas que pasan por mi cabeza ahora, recordando a esa chica y lo detalles de su físico que no deberían interesarme, sus labios definitivamente deberían estar fuera de mis recuerdos.
-Supongo que tienes razón, no suelo interesarme mucho en otras personas, aunque supongo que podría decir que me gustan las mujeres, algunas veces me he interesado en alguna, pero no me interesa perder mucho de mi tiempo cortejando a alguien - limitar mi vida social y solo enfocarme en mi familia y mi carrera, han hecho que avance bastante bien en mi carrera laboral. Muchos pensarán que solo soy un profesor de francés, pero incluso entre los que hay en el país, soy reconocido como uno de los mejores pese a mi edad.
Mientras ella come, yo tomo mi té, miro un poco el lugar, no puedo evitar mirar a veces a la mesa que siempre tomo, aun está ocupada y si, yo diría que nos cambiemos en cuanto esté libre.
-¿Ya regresaste las cosas que encontraste en ese taxi?- le pregunto porque de haber sido yo, seguro me sentiría muy agradecido de que alguien me regresara mis pertenencias -Debes devolverlas, o sino lo haré yo- le miro serio por lo mucho que ha tardado en devolver las cosas.

-¿De qué hablas? Creo que tú eres quien no soportaría a alguien como yo. Por eso me alegra ser tu familia, puedo ser tan consentida como quiera -sonreí y tomé más de mi soda. La gente como yo es lo que Julien detesta. Desordenada, escandalosa, y un tanto irresponsable. Tal vez es mi culpa que sus manías hayan empeorado, pero como el, también es algo que no puedo controlar.

Me puse un poco más seria. Él no pone interés en temas como este, siempre responde claro y conciso, por eso es que no me preocupa cuántas mujeres estén alrededor, o lo hermosas que sean. Pero hoy parece… ¿tímido? ¿Es porque sintió que mi pregunta era indiscreta? Puede ser eso. No debo preocuparme.
-No todos los labios son lindos -a mí me gustan los labios delgados, pero los hombres suelen preferir las mujeres con boca grande.
Bien, esa descripción es demasiado cursi, pero específica. ¿Acaso está pensando en la boca de alguien? No sé, una artista, puede ser.
-¿Qué? No no, quiero saber más -¿qué fue ese suspiro?- me gustaría saber qué clase de chica te gusta -creo que solo me impactó que no me cortara la pregunta desde el inicio, igual y solo dijo cosas al azar- ¿en serio te ha gustado alguna? ¿La conocí? Deberías contarme cuando eso pase, me gustaría apoyarte… -sonreí nerviosa. Él es un hombre a fin de cuentas, y falta poco para que cumpla treinta, pero de todos modos si mantengo vigilada a la persona que le atraiga, me sentiré más tranquila. Las mujeres solo lo buscan por su físico. Yo puedo tolerar eso, no estoy interesada en un romance de película o ilusionarme con un tipo que solo quiere mi cuerpo. Pero él no entiende de esas cosas, pareciera que el hermano menor es Julien.

Lo anterior me ha dejado pensando. No es la primera vez que sucede. Cada vez que da alguna señal rara me imagino que hay una responsable, pero al final resulta que solo es mi paranoia. Sí, ¡sí! Puede ser eso, solo estoy imaginando cosas. Solté un suspiro aliviada y terminé por fin mi postre.
-Nop -he ido a buscar a esa persona, pero no está, y no he dejado sus pertenencias en recepción- quisiera entregarle sus cosas personalmente. No confío en que pase por terceros, me sentiría mal si al final no puede recuperarlo -hablé preocupada,pero la verdad el chico de la foto está más que guapo, y tiene más o menos la edad de Julien- prometo que lo intentaré de nuevo esta semana -junte mis manos y lo miré con inocencia. Yo también quiero conocer a ese chico, tiene una sonrisa muy hermosa, y un nombre atípico.

Me río cuando dice eso, se podría decir que es verdad, yo soy un poco intolerante con ciertas personas, mas que nada cuando son desordenadas y escandalosas, pero con Julia lo tolero, con ella creo que dejo pasar todas las cosas que puedan molestarme porque es mi hermana y la amo.
-No me molesta nada de ti- le digo para que no exagere con ese tema. La he visto crecer y creo que por eso con ella puedo ser permisivo.

-Supongo que no todos los son, no es como que vea los labios de todas las personas- creo que solo debería dejar de hablar del tema, es bastante incomodo decirle estas cosas -¿Pero que quieres saber? no hay mucho por contar- digo insistente pero ella suelta esa pregunta -No lo sé, no creo tener un tipo- no es como que las personas que me han gustado sigan un patrón, de hecho creo que han sido algo diferentes, aunque nunca las he conocido bien como para poderlo asegurar -Si, me han gustado algunas personas, en el colegio me gustaba una chica que fue conmigo a un concurso de deletreo, ere muy inteligente y calmada. En la universidad me gustaba una chica del club de música, tocaba el piano, era hermosa y muy talentosa, aunque no era tan buena en sus demás materias y ahora- hago una pausa, he comenzado a hablar con sinceridad y al darme cuenta de que estuve a nada de soltar quien es esa otra persona me doy cuenta de que tanto me gusta -Alguien de la universidad, es linda y un poco tímida- sonrío de pensarlo, recuerdo que la primera vez me pareció molesta, pero ese día se mostró diferente y ese diferente me gustó. Sé que no está bien, pero al igual que las otras mujeres que me han gustado, sé que esto no llegará a nada -Y no necesito apoyo, no estoy interesado en que nada pase- puntualizo acercando de nuevo mi té para tomar un poco más.

La miro con un poco de reproche, ya tiene días que encontró esas cosas en el taxi y aun no las entrega, es un poco descuidad, no sabe cuanto podría afligirse esa persona por no tener sus cosas. Pero me explica porque aun no se las da y eso me devuelve la sonrisa, suena bastante responsable querer hacerse por completo cargo de que las cosas le sean entregadas a esa persona.
-de acuerdo- digo más tranquilo al respecto.

No me preocupo más por eso, sé que me adora como yo a él. Casi puedo decir que soy la mujer número uno en su vida, y eso para mí es suficiente.

Él comienza a ponerse nervioso, y de ser algo divertido, empezó a asustarme un poco.
-Eres mi hermano, tengo curiosidad -sigo con una sonrisita en la cara, pero esto ha dejado de darme gracia. Sobretodo porque no tenía idea de esas chicas que empieza a enlistar, aunque parece que nada pasó con ellas, pero creí que conocía todo de Julien- ¿ahora? -mis ojos se abrieron más por la sorpresa. Pensé que eran ideas mías, pero a él le gusta alguien. Mi pulso se aceleró, y sentí muchísima incomodidad, quiero que lo niegue, diga que es una broma, pero Julien no es así.
Cerré mi mano en un puño y lo miré fijamente. Ya no estoy sonriendo ya.
-Es linda y tímida. Como cualquier mujer, ¿no? -no pude evitar soltar las palabras con un poco de desprecio, pero al darme cuenta termino sonriendo nuevamente- y dime, dime, ¿es una profesora? No me digas que es una alumna, eres un travieso -solté una pequeña carcajada. Si me molesto no me dirá quién es- ¿por qué no? -mi corazón late muy rápido. No me gustó esa sonrisa suya. Dice que no le interesa, tal vez tiene razón. sus gestos son inocentes como él. Pero, ¿y sino? ¿Y si termina enamorándose de esa mujerzuela? Si está en la universidad debe verla casi a diario, eso es absolutamente malo.

Él insiste con lo del libro, pero ya no puedo sacarme lo otro de la cabeza.
-Confía en mí, ¿sí? -no me siento tranquila ya. Supongo que pensé imposible que alguien llegara a gustarle. También me pone triste saber que nunca noté que esas otras chicas le gustaron. Puede ser que no suceda nada, sobretodo por su personalidad, puede que ni hable con esa mujer.

-Pero no son asuntos importantes- realmente creo que lo mucho o poco que me haya gustado alguien, no es de importancia, siempre he puesto en primer lugar mis estudios y ahora mi carrera, las relaciones requieren ciertas aptitudes que yo no creo poder tener.
No puedo mentirle, ella es mi hermana y como no puedo tener su confianza si yo no pongo la mía en ella, así que le confirmo que si, ahora hay alguien que me gusta, aunque me he dado cuenta precisamente gracias a ella.
-¿Eh?- no entiendo su comentario sobre las mujeres, ¿todas son así? no estoy seguro de eso, de hecho les pongo tan poca atención a que no suelo notarlo, pero lo noté en ella, porque algo me hizo observarla más de lo que observo a la mayoría -Julia, no digas eso de mi- me incomoda ese adjetivo, pues entre lo que pueda pasar en mi cabeza y lo que llegue a pasar en la realidad hay un mundo de diferencia, yo no haré nada porque nunca lo he intentado por nadie, y menos ahora que hay tantas cosas que vuelve esto incorrecto -Solo es una persona, con quien no pasará nada, así que no veo porque dar más detalles de ella- la verdad me asusta lo que pueda decirme ella si le confieso quien es, no quiero que tenga una mala opinión de mi, debo de seguir siendo un buen ejemplo para ella y nada más -Porque no me interesa una relación. Yo no soy una persona funcional para ese tipo de cosas, y no me interesa aprender a serlo. Sabes que no cualquiera puede aceptar a alguien como yo, así que prefiero evitarme el tiempo de prueba que probablemente terminará en fracaso- ya he pasado por varias situaciones incomodas, y aunque puedo ser un poco frío y con mis comportamientos peculiares, no significa que no me haya dolido el rechazo de mis compañeros de clase.

Asiento aceptando lo que dice y no es que no confíe en ella, pero a veces es un poco descuidada.
-Confio en ti- he terminado mi té, pero ella ya no está comiendo, tal vez se siente mal y no me lo ha dicho -¿Te sientes mal? ¿quieres ir a casa a descansar?- pregunto preocupado por su falta de apetito.

Puede que no lo sea para él, pero para mí sí. Aunque en el pasado no hizo nada, no me asegura que esta vez irá igual.
-Tus asuntos siempre serán importantes para mí -le mostré la lengua. Creo que no me dirá quién es, no la conozco, pero al menos podría haber investigado más fácil. No sé cómo es Julien cuando le gusta alguien, pero si estos años no me di cuenta, puede que sea el tipo discreto. O puede que influya que era una mocosa, pero eso ha cambiado- perdón, era una broma -me disculpé. Es demasiado serio, y se niega a decirme algo.

Solté un suspiro. Él está convencido que no hará nada, y debería confiar en eso. Sí, es más, si insisto puede que provoque el efecto contrario a lo que quiero. Es mejor si lo distraigo de eso en lugar de hablar sobre el tema. Pero de verdad quiero saber quién es.
-Bien, bien, no insistiré -dije resignada. aun así pediré a esas tres que me digan si notan algo raro- no creo que sea imposible que alguien te acepte. Tienes muchas virtudes, es cuestión de tiempo y que se conozcan. Peeero, si insistes en no quererlo, no te presionaré. De cualquier forma para mí no cambiarás, y tampoco me gustaría que una chica te alejara de mí -eso tiene parte de verdad, pero mis palabras salen con un toque de inocencia y tristeza.
Me quedé pensando un rato y solo sonreí cuando dijo que confiaba en mí. No esperaba que una pregunta al azar terminara por revelarme algo tan importante.
-Solo estoy cansada, me levanté muy temprano -me siento un poco ansiosa con esto. Pero no lo mencionaré más, no hasta saber quién es y si de verdad ellos no harán un avance. Tal vez esa mujer de verdad no le interese Julien, y en ese caso mejor si no se relacionan de más- ¿podemos ir a casa? -esperé que pidiera la cuenta y mientras terminé con lo que había pedido, a él no le gusta que desperdicie.

No imaginaba que le fuera a importar tanto algo como eso. Creo que al ser yo quien no le da tanta importancia a mi nula vida amorosa, pensaba que sería mucho menos importante para las demás personas. Aunque si lo veo de mi perspectiva, aunque yo no pregunto sobre sus novios y nunca le digo si alguien es bueno o no para ella, la verdad es que muchas veces no me siento de acuerdo con sus decisiones.
-Fueron palabras un poco rudas, por eso no entendí que era una broma- no es que yo no tenga sentido del humor, que no siempre lo demuestre no es que no exista, pero ahora realmente no pude percibir la broma, supongo que es por no haber hablado antes sobre estas cosas.

-¿Quien podría alejarme de ti? no digas esas cosas, es más fácil que alguien te aleje a ti de mi. Ya estás creciendo y cada vez necesitarás menos a tu hermano- No me hace nada feliz pensar esas cosas, pero soy consciente de que ella está creciendo, y en algún  momento seré más una molestia.
-Si, vamos a casa- digo preocupado. Hago una señal al mesero para que nos traiga la cuenta. Luego de pagar me pongo de pie y le ofrezco mi mano a ella para ayudarla. Pero no la suelto, la llevo de la mano de regreso al auto, me preocupa que se pueda marear. La acompaño hasta la puerta y a abro para que suba. Camino rápido para ir a mi lugar y subir también -¿Quieres que mueva el respaldo para que te recuestes?- le pregunto aun sin arrancar.
Me siento preocupado porque se veía tan bien hace rato y de repente se ha comenzado a sentir mal.
Si no te sentías bien, debiste decirme. Estaríamos en casa y te habría cocinado algo- con mi mano muevo el cabello de su frente para sentir si tiene fiebre, pero no parece que tenga.