Premier Baiser (Niki)

Hoy es un muy bien día, todo ha estado dentro de la rutina, me he despertado temprano para ir al gimnasio, correr un poco y luego darme una ducha para llegar a mi primera hora de clase.
Debo decir que últimamente algunas de mis alumnas parecen más interesadas en mejorar sus calificaciones, el grupo que se queda a final de clase para resolver dudas se ha vuelto más numeroso, y eso aunque no me parece malo, es un inconveniente, pues me roban bastante tiempo que tengo pensando para otras actividades. Así que he pensado marcar un día especifico, para dar una clase extra y poder ayudar solamente en ese día y horario y así no seguir dejando que disponga de mi tiempo. Es halagador que pongan tanto empeño en perfeccionar el lenguaje, pero, aunque puede sonar un poco cruel, ese tiempo no me lo está pagando la universidad así que debo comenzar a limitarlo.

Antes de entrar al salón me acomodo un poco mi corbata, hoy me toca dar clase justo en el grupo donde está ella. Evito buscarla con la mirada, pero cuando paso lista, mis ojos la buscan en su lugar. Me concentro por completo en la clase, explico todo lo que he preparado y para terminar la hora, les pido que trabajen en parejas y armen un dialogo usando lo visto hoy y obviamente en clases anteriores.
Mientras trabajan en eso me pongo a revisar las tareas del grupo que tengo en la tarde. Luego de algunas tareas me levanto para caminar por la clase y ayudar en algunas dudas y regreso a terminar con la revisión de tarea.
Al terminar pido que cada pareja haga su dialogo de manera individual, así les corrijo la pronunciación, y algunos errores que hay en lo que escribieron. Cuando es el turno de ella y se equivoca en una palabras le indico como decirla bien, pero le toma varios intentos, le gusta un poco, y por un momento he sonreído porque cuando lo pronuncia mal, se ve algo linda.
Al terminar la clase les pido que entreguen sus tareas y las dejen en mi escritorio, y mientras tanto yo vuelvo a retomar la revisión.

Julien:

Hoy llegué a la escuela apenas a tiempo. Me quedé dormida por estar hasta tarde jugando con Luci, últimamente me cuesta acostarme temprano. Aunque no nos hemos visto, nos mandamos mensajes muy seguido, y nuestras partidas en línea se sienten como citas. Seguramente se burlarían de mí por la clase de romance que hago en mi cabeza con mi ex novio, pero creo que podría darse algo entre nosotros, últimamente siento que corresponde a mis coqueteos.

Apenas me dio tiempo bañarme, y me habría saltado la primera hora si hubiera sido otra clase, pero el hermano de Julia se pone pesado cuando falto. Él es super raro, desde aquel día no puedo verlo totalmente como mi profesor, y él me trata como si fuera una niña. A veces me regaña por llegar tarde o faltar, y para variar su clase me cuesta mucho trabajo. Pero es agradable, de una forma algo extraña, no me cae mal, incluso creo que es un poco tierno y su sonrisa es muy bonita. Me reprendo a mí misma por ese pensamiento e intento concentrarme en la clase. No lo miro porque no soy nada discreta a la hora de seguir a alguien con la mirada, y mejor finjo ver mi cuaderno.
Al comenzar una actividad en parejas, él se levanta y es cuando doy un vistazo rápido. Pero vuelvo la vista a mi compañera y comenzamos a hacer la actividad. Al pasar cerca de nosotras ella pregunta algo, y yo entierro la mirada en mis notas, mis malas notas. Pero el tratar de no mirarlo es en vano, porque nos ha puesto a pronunciar en voz alta y sin querer cruzamos miradas. Además vaya que se me da pésimo el francés. Me equivoqué varias veces y él me corrige, y lo miro un poco frustrada, pero él sonríae. Sonrío, oh.
Mis mejillas se sienten calientes, no sé si es porque fui de las pocas que se equivocó varias veces o por ese gesto suyo. Pero seguro es casi como el elogio a un niño, como diciendo… “bien, lo hiciste bien”. Él es esa clase de persona.

Al terminar la clase me levanto para ir hacia la cafetería y comprar algo. Salgo junto a las dos chicas de siempre, y bajando las escaleras una de ellas pregunta si entregué la tarea.
-¿Cuál tarea? -la miré confundida- mierda -mi sonrisa se borró. ¿Metí esa maldita hoja en mi mochila? Me agacho a hurgar dentro y ellas me miran con desaprobación soltando suspiros- ay no, no, no -saco mis cuadernos y al fin localizo donde metí esa hoja- aquí estás -sonrío ampliamente y guardo todo nuevamente y sin cuidado- iré a dejar esto y las alcanzo- me despedí y caminé de regreso al aula. Espero que haya alguien todavía, no me apetece estar a solas con él. Me hace sentir incómoda, pero no de ese incómodo malo, y eso es lo que me preocupa- oh, hay alguien -pero ahora que lo pienso, él suele regañarme aún si estoy con alguien. No de un modo grosero, pero sigue siendo vergonzoso. No quiero que me corrija frente a ellas, porque no me caen muy bien, además.

Niki:

Por un momento pensé que hoy sería mi día de suerte pues nadie se ha quedado a preguntar nada, pero mientras estoy haciendo unas correcciones en una de las hojas, alguien toca a la puerta para llamar mi atención. Es una de mis alumnas, y dice que está muy insegura con su tarea, que le gustaría que la corrigieran con ella y le explicara bien las cosas que tiene mal para poder corregir. Suspiro un poco resignado, pero no soy bueno negándome a ayudar a uno de mis alumnos. Le indico con la mano que se acerque mientras busco entre los papeles la hoja de su tarea.
Comienzo a revisar, pienso que no es mala alumna, pero cada vez que reviso su trabajo parece haber olvidado lo que ya le he enseñado y corregido antes. Comienzo a explicarle de nuevo y le puntualizo que tiene que poner atención porque parece siempre olvidarlo. Ella baja la mirada, tal vez he sido un poco duro, pero sino ella no va a entender.
-No es eso profesor, la verdad es que yo fallo apropósito- la miro confundido, no entiendo como alguien fallaría de manera intencionada en algo que ya sabe.
-Deberías pensar más en tus calificaciones- le digo tratando de ser amable.
-Es que no se me ocurre otra manera de poder estar más tiempo con usted- ladeo mi cabeza porque no me parece que tenga sentido lo que dice, pero no me quedo de piedra cuando ella se acerca a mi y une sus labios a los míos y me hago hacia atrás para alejarme de ella.
-¿Por qué?- no sé ni que decir, solo ha salido esa pregunta de mi boca, y ella dice cosas sobre estar enamorada, y que piensa que es correspondida porque siempre le ayudo -Yo ayudo a todos mis alumnos- contesto algo ansioso, no puedo mantener la calma con lo que acaba de pasar. Me pongo de pie y salgo del salón, me olvido de mis cosas, solo quiero estar lejos de esa chica. Al salir miro a Plisetsky, por un segundo nuestra mirada se cruza, pero cuando escucho que esa otra chica me llama yo solo comienzo a caminar rápido para huir de ella.
Camino por los pasillos sin rumbo fijo, solo busco ir por donde menos personas haya, con el dorso de mis manos limpio mis labios, solo a sido un ligero roce, pero quisiera que no hubiera pasado.
No suelo tener problemas con el contacto con las personas, es algo que no me importa mucho, pero nunca me había pasado esto. Me siento ultrajado y desearía borrar esa sensación, no me ha gusto la experiencia de besar a alguien.
De alguna manera mis pasos me llevan de regreso al aula, porque veo a Plisetsky de nuevo, ¿o ella también ha estado caminando?
-¿Sabes si esa persona ya se ha ido?- pregunto palideciendo ante la idea de volver a encontrarla.

Me quedo un rato afuera, insegura de si debo entrar o esperar a que la chica se vaya. Pero a este paso perderé mi tiempo libre, porque parece que ha comenzado a explicarle sobre lo que no entiende. Así que doy un paso hacia dentro, pero gracias al silencio y los movimientos de ella deduzco lo que está intentando. De hecho cualquier persona normal hubiera captado esas insinuaciones, pero Julien no es precisamente normal y no pone distancia entre ellos. Debería entrar, conociendo un poco el cómo es, seguro que no le hace nada de gracia eso. Pero para cuando decido “intervenir” ya es tarde, y ella le ha robado un beso en los labios.
Su reacción es peor que la mía por presenciar eso, y mi expresión se vuelve preocupada al ver la suya. Lo tomó peor de lo que pudiera imaginar.
Cuando él sale, no pude evitar mirarlo, pero él sigue derecho y solo lo sigo con la mirada.

-¿Profesor? Por favor, espera.
La chica sale y me mira sorprendida, y luego lanza una severa mirada- ¿Qué? -wow, qué cambio de actitud tan drástico.
-Nada -me di la vuelta y caminé por donde él fue. Siento un poco de pena por él. Si hubiera sido yo, tampoco lo habría tomado bien. Y la chica comienza a seguirme, o más bien también lo busca. Suerte que mis piernas son más largas y logro una distancia considerable entre nosotras. A los minutos lo veo y camino todavía más rápido.
-Venía tras de mí -respondí. Me giré y me asomé en el pasillo- sep, ahí viene -le hago una señal que siga bajando las escaleras, y luego tomo su mano por apenas unos segundos- el laboratorio  - señalo.
Supongo que fue su desesperación por perder a la chica lo que le hizo hacerme caso, y no sé porqué yo terminé entrando también al laboratorio.
Cerré la puerta y caminé al segundo Locker donde sé está la llave de repuesto de la entrada y se la entregué.
-Uno nunca sabe  -me encogí de hombros y esperé que cerrara.
Espera espera espera, ¿por qué me metí yo también? Pero verlo así me preocupa.
-Amm, ¿estás bien?  -lo mire preocupada. Entiendo que él es guapo y amable, pero lo que ella hizo fue abusar de la confianza- ten  -saqué de mi mochila una botella de agua- es nueva  -aclaré, porque es algo delicado con esas cosas.

Creo que entro en pánico ante la idea de que venga detrás de ella, siento como si se tratada de acoso o algo por el estilo ¿Como se lidia con algo como esto? No tengo cabeza para nada pero al menos ella me ayuda, y bajo por las escaleras, y entro al lugar que me indica. La verdad es que no conozco demasiado del edificio, suelo solo preocuparme por donde están las aulas donde daré clase, los baños, cafetería y salidas de ahí en fuera, no presto demasiada atención a los demás lugares.
Miro confundido las llaves, pero creo que ahora mismo permanezco en un estado de confusión constante, capto al fin que cierre la puerta con seguro y lo hago. Me siento en el suelo junto a la puerta, tal vez estoy algo paranoico, pero no quiero que me veía si es que llega a asomarse.
Niego a su pregunta, no estoy bien, nada bien. Bien y como me siento ahora están a años luz de poder parecerse. Levanto la mirada cuando habla de nuevo, miro la botella y la tomo, pero no la abro ni la acerco a mis labios.
-No es por eso- claro que prefiero una botella que nadie haya usado, pero ahora mas que nada se trata de que no deseo que nada toque mis labios. Estiro mis piernas y peino con mis dedos el flequillo que cae en mi frente -¿Por qué hizo es? es que no lo entiendo, yo soy su profesor, ¿Y por qué pensó que yo iba a aceptar?- comienzo a soltar mis dudas -yo nunca… y una de mis alumnas me lo robó- yo reconozco que la chica es atractiva, pero no ha despertado nada en mi.  Lo esperado sería una respuesta sexual, pero yo solo quiero borrar lo que ha pasado, no me ha gustado, no ha sido para nada grato -¿por qué a mi? ¿por que alguien iba a querer besarme?- levanto la mirada buscando sus ojos. No entiendo lo que me pasa, he pensado justamente en los labios de Plisetsky en varias ocaciones, siempre pongo atención en ellos cuando intenta pronunciar algo, más atención de la normal, ¿Por que ahora parece tan molesto que los labios de otra persona tocaran los míos? pero nunca he puesto atención en los labios de esa otra persona.
Escucho un sonido en el pasillo ¿Podría ser ella? si, puede que sea ella. Estiro mi mano para jalar a Plisetsky y que no la baja a ver. La jalo poniendo cuidado de que caiga sobre mi para que no se lastime con el suelo y la abrazo por lo hombros, no se si en un intento de que no se vaya a levantar o de buscar algo de protección. Escucho como intentan abrir la puerta pero al no conseguirlo parece que se va.
Noto al fin lo cerca que la tengo a ella, y es como si mi pecho quisiera explotar, solo la tengo cerca y la he abrazado y esto se siente mucho mejor que lo de hace rato con esa persona. Mi palidez con todo lo ocurrido es sustituida por un color rosado.
-¿A ti te gusta besar?- noooo, se supone que debía disculparme por haberla jalado, comienzo a soltar el agarre que tengo sobre ella -Lo siento- ¡por fin logro decir esas palabras! -de que pudiera ser... esa persona- ni siquiera quiero mencionar su apellido.

Luce perturbado, y eso es preocupante. A nadie le gusta que le lleguen besos de la nada de un extraño, pero su reacción es más que eso, y parece que decir que ella viene tras de mí lo puso peor.
Lo miro desde arriba. Siempre luce como un hombre centrado y confiable, por eso me impresiona bastante el cómo está tirado en el suelo, lanzando preguntas que tampoco sé cómo responder.
-Uhm, ¿por qué le gustas? -solo porque se trata de él es que no puedo sentirme segura con la respuesta- supongo que no pensó, solo lo hizo -de eso se tratan los besos robados, de sorprender a la otra persona. Claro que no siempre las cosas salen bien, pero ahora es mucho peor que otras ocasiones.
Abro mis ojos un poco más de lo normal. Espera, espera, ¿nunca había besado a nadie? ¿Es eso siquiera posible? Aunque viniendo de él no lo dudo, pero… Oh, dios, ahora me siento peor por él. Qué diablos con esa chica. Entiendo que quiera coquetear un poco, pero es obvio que él no está interesado auténticamente en nadie.
-La verdad no creo que sea la única que lo quiera -digo pensando en todas las chicas, tan solo de mi clase, que suspiran por él- ahh, pero no la justifico, lo que hizo está muy mal. Ante todo, debe haber consentimiento -no quiero que piense que soy como ellas.

La perilla suena, ¿en serio nos vio entrar acá? Okey, qué miedo con esa chica, es obvio que a él no le gustó nada.
Sentí un jalón desde abajo y solo logré apoyar una de mis manos sobre el suelo. Wow, wow, qué pasa con él.
Mi corazón comenzó a latir muy fuerte, y no puedo evitar buscar su mirada. A veces no entiendo porqué hace las cosas, y sé que respetar el espacio personal de otros, no es lo suyo. Irónico, luego de lo que pasó.
-¿Qué? -¿pero qué demonios? Mi cara se puso completamente roja al instante. En serio no puedo seguirle el ritmo. Estamos a escasos centímetros, ¿y se le ocurre preguntar eso?
Él me suelta y se disculpa, y me acomodo en el suelo frente a él. No puedo pensar con claridad, mi corazón sigue latiendo muy rápido.
-Ah, este, sí, no pasa nada -¿nada? Apenas si puedo hablar, pero no quiero que piense que soy como ellas. Qué diablos conmigo, me importa demasiado su opinión sobre mi persona- de todos modos no podía entrar -llevo un mechón de cabello tras mi oreja. Ahora no puedo dejar de mirarlo, y aparto la vista al percatarme. Debo decir algo, lo que sea- yo creo… Yo creo que deberíamos esperar unos minutos antes de salir -y no lo pensé, pero, ¿qué pasa si alguien nos ve salir de aquí? Pensarían lo peor- ¿puedo preguntarte algo? -no, Iskra, no preguntes cosas estúpidas- ¿ese fue tu primer beso? -ahh, no se suponía que hablara de eso. Estamos encerrados y a solas, su compañía tiene más efecto en mí de lo que pensé.

-¿Le gusto?- me cuesta creer algo como eso por todas las veces que en la escuela me trataron mal por ser un poco diferente. Estoy acostumbrado a ser mirado como alguien extraño para las personas y al final me acostumbré a tomar todas las miradas como algo así, por eso me cuesta creer que yo pueda gustarle a alguien.
¿No es la única? todo esto parece un sueño extraño sin pues ni cabeza, ¿acaso lo que dice Julia es mas verdad de lo que pensaba? ella siempre juega con que cada mujer a mi alrededor tiene intenciones de ese tipo, yo suelo restar importancia a eso, porque solo me parecía una tontería, pero parece que es verdad, al menos un poco.
-Si, supongo que así debe ser- miro la botella en mis manos. No quiero ser la clase de hombre que piensa en besos con alguien, pero parece que ahora estoy pensando demasiado en esas cosas, porque yo tal vez aceptaría un beso con alguien más… no, no, no, eso está mal hasta imaginarlo. Además me ha desagradado el contacto con esa chica, nada me asegura que sería diferente con ella.

La posición en la que estamos es un poco, ammm inapropiada, y para mi sorpresa no me desagrada o me es indiferente, a decir verdad creo estoy mirando un poco de otra manera. cierro mis ojos y respiro para controlarme y dejar de observarla. Tal vez si pasara esto con otra persona que me es indiferente no habría ni una sola respuesta de mi parte, pero tenía que ser justamente ella.
Se acomoda frente a mi, y me parece que incluso cuando acomoda su cabello hay cierta gracia en como lo hace. No me gusta lo consciente que soy sobre todo lo que hace, pero no puedo evitarlo, así soy cuando alguien me gusta.
-Está bien- abro por fin la botella de agua pero cuando intento tomarle me detengo, porque vuelvo a recordar ese momento, levanto la mirada cuando pregunta si puede… preguntar -Adelante- mientras pregunta inclino un poco la botella haciendo que un poco de agua caiga en mi pulgar y creo que de alguna manera quiero lavar mis boca -ah, si - contesto bajando la mirada, supongo que eso le parecerá raro -¿Usted ya lo ha hecho?- ni sé para que pregunto, es obvia la respuesta, ella es muy atractiva como para que nadie esté interesado en besarla -¿Puedo preguntar ahora yo, algo?- por fin tomo del agua, pero sin dejar que la boquilla toque mis labios, solo dejo caer el agua dentro de mi boca. Un poco se escurre por mis comisuras y aprovecho usar esas agua para al limpiarme con mi manga el agua limpie mis labios -¿por que les gusta? no me pareció agradable, ni siquiera quiero pensar en eso, ¿cambia mucho el besar a la persona que a uno le gusta?- juego con la tapa de la botella abriendo y cerrando.

Asentí con seguridad. ¿Por qué se ve tan sorprendido? No entiendo a este hombre, no es para nada lo que imaginé la primera vez que lo vi. Pero se nota un poco más tranquilo, creo que ha comprendido a grandes rasgos lo que la chica hizo. Eso no quiere decir que esté bien. Fue tan impertinente, ni siquiera yo haría algo como eso.

Lo observo mientras toma el agua, o hace algo extraño con ella. ¿Se está limpiando la boca? Okey, realmente debió parecerle desagradable. Ahora que recuerdo, él tiene una especie de obsesión compulsiva por el orden y la limpieza.
-Oh -de verdad fue su primer beso. Resulta difícil de creer, pero lo conozco un poco más que el resto, definitivamente dice la verdad- ¿yo? Pues... -¿por qué siento como si fuera alguien impura?- síp -nunca en la vida creí avergonzarme por aceptar que he besado a alguien, incluso mi cara se siente caliente y agaché la vista. Y me siento peor porque no ha sido una vez, sino muchas. Es como si las preguntas me las hiciera el niño más inocente del mundo. Además, ¿por qué me habla de usted? Él me dijo que podía tutearlo, y lo hice en automático desde hace un rato. Se siente raro que él me pregunte cosas tan personales con todo el respeto- sí, claro -contesté rápido, se nota el nerviosismo en mi voz.

Me quedé mirándolo por unos segundos, su pregunta es demasiado rara y se tornó incómoda. No es algo que normalmente se sienta así.
-Pues sí, por supuesto que es diferente si se hace con alguien que te gusta -rasqué mi cabeza, estoy confundida, es como tener la charla incómoda con un hijo. O eso creo, no tengo hijos- bueno. Si gusta es porque el cerebro es adicto a la oxitocina, hormona que se produce al besar -¿por qué diablos estoy dándole una explicación científica?- pero obviamente tiene mucho que ver con la atracción física entre dos personas. Es una demostración de amor común, y una acción derivada del placer, por eso es que a la gente le gusta tanto… -me quedé callada, mirándolo. Esta es la plática más absurdamente incómoda que he tenido en mi vida. Pensé que Luciel sería el hombre más raro con el que llegaría a toparme. Pero aquí estoy, explicando el arte de besar a un hombre de casi treinta años- creo que debería experimentarlo con una persona que le guste, así sabrá lo que significa -no pude evitar hablarle con respeto de nuevo. Mi corazón está latiendo rápido. Es obvio que él me gusta un poco, y ya no es solo su físico. Estoy cautivada por su personalidad dulce y única desde aquella vez.

-Ya veo- a mi edad es absurdo esperar que las otras personas carezcan de la experiencia como yo. Ahora todo eso parece tener demasiada importancia, pero debe ser porque estoy a solas con ella, en un laboratorio que está cerrado con llave. Su falda es un poco corta, pero nunca me ha importado como viste una mujer, cada quien puede usar la ropa que desee. Es verdad que a veces molesta como miran a Julia, pero no me molesta como ella viste porque yo no la miro de esa manera, pero ella no es mi hermana, es la persona que me gusta.

Entiendo lo que me dice, tiene bastante sentido, pero cuando se ha sido una persona que el placer lo ha desplazado durante mucho tiempo, parece un poco extraño. ¿Que tal agradable puede ser algo así?
-Mis padres viajan mucho, así que desde pequeño me hice cargo de Julia, no me costó entrar en ese papel de adulto, además los niños de mi escuela solían tratarme mal por ser como soy. Nunca me he preocupado por esa clase de experiencias porque las personas que me gustan suelen rechazarme, así que preferí evitar más rechazos y me concentré en otras cosas. Por eso no entiendo nada de eso- recargo mi cabeza en la pared. No debería contarle estas cosas a ella, pero no sabría a quien mas contarle esta clase de cosas, no tengo amistades íntimas, solo relaciones de trabajo.
Muevo mi cabeza pero sin despegarla de la pared y la miro a ella.
-¿una persona que me gusta?- pregunto, pero la idea simplemente es imposible -la persona que me gusta… es alguien a quien no puedo besar- es mi alumna, la amiga de mi hermana, y seguro que al final termina rechazándome igual que las demás personas -creo que prefiero quedarme con la duda a ser rechazado por ella- hace mucho que no tengo que soportar el rechazo de alguien. Creo que tuve suficientes cuando era niño que no me quedan ganas de pasar por esas cosas ahora.

De la nada él empieza a contarme algo de su pasado, creo que quiere que comprenda porqué no tiene experiencia. No pregunté, pero que me diga me toma por sorpresa, y me agrada. No sé porqué, pero me siento bien cuando no me trata como su alumna. No me ve como algo más, solo… él habla. Hoy, y ese día también me dijo algunas cosas y se portó diferente. Y me gusta eso, pero también me hace sentir rara, porque no debería ser tan consciente de él. Me parezco a esa chica, ¿no? Interpretando las cosas simples como algo especial.
-Ahh… -¿y qué le digo?- entiendo. Pero ustedes sí que son diferentes. No solo un poco, bastante -sonreí por alguna razón. Me agrada que él sea así, super raro e inocente. Creo que si fuera como Julia, ni siquiera me esforzaría por mejorar en su clase. No me gustan los tipos pedantes y mujeriegos, o que piensan que por ser guapos pueden tratarte como se les da la gana.

Por alguna extraña razón, al mismo tiempo que asentí, deseé que no hubiera una persona que le gustase. La verdad estaba 90 por ciento segura que no, pero ese otro diez por ciento ganó y me hizo sentir un poco desanimada.
-¿En serio? -¿y por qué no podría?- ¿por qué? -lo miré curiosa unos segundos- ah, no, no tiene que contestar -me dejé llevar por mi curiosidad. Pero quiero saber quién es. ¿Será alguien de la escuela? Él no parece tener muchos amigos. Quiero animarlo a que lo haga, porque para mí es mejor arriesgarse que quedarse en la zona de confort y arrepentirte de lo que pudo ser. Al menos el rechazo te hace caer en la realidad y superarlo más rápido. Sin embargo, no sé quién sea esa persona, y eso que me contó sobre su infancia… no puedo ser tan insensible- ¿tiene mucha curiosidad por saber cómo se siente? -mi corazón palpita rápido. No sé ni porqué pregunto eso- además, ¿cómo está tan seguro que lo van a rechazar? -me arrastré hasta quedar junto a él y poder recargarme también, mi espalda está incómoda- ¿qué tal si le ayudo? -levanté la mano y sonreí. No quiero ayudarlo a que la chica que le gusta y él se besen, solo tengo curiosidad por saber. Pero también, me siento un poco mal por lo que le sucedió hace rato, así que, pues, no estaría tan mal ayudarlo. De todos modos yo soy solo una alumna para él.

-Uno pensaría que por ser yo quien más la ha cuidado, nos pareceríamos un poco, pero no es así- mi hermana es una persona muy vivaz y alegre, y mucho mas sociable de lo que yo puedo llegar a ser. Creo que ambos nos fuimos a extremos diferentes de la balanza.

Apenas pienso en como podría contestar sus preguntas sin delatarme pero ella misma me dice que no tengo que contestar, lo cual resulta mucho mejor para mi, porque no sabría como hablar de la persona que me gusta sin que se de cuenta de que es ella. Desconozco mis habilidades para evadir esos temas, pero supongo que al no haberlo hecho nunca, seré malo.
-No la tenía hasta hace un rato- eso si lo puedo contestar, y si, al decirlo pienso en como sería un beso con ella, miro sus labios por un momento y desvío mi mirada -Porque soy como soy- ella me conoce un poco más que la mayoría de personas en la universidad, ha estado en casa varias veces, así que supongo ha notado al menos un poco de mis manías. Noto de reojo como se acomoda ahora en mi lado, y si, para mi propia vergüenza miro sus piernas de nuevo. Me estoy comportando justo como esos hombres de los que siempre me quejo.-¿eh?- levanto la mirada por lo que dice, ¿en serio ella haría eso? no sé que pensar ¿Se ha dado cuenta de que es ella? debe saberlo si está diciendo eso… siento mi pulso acelerado al sentirme atrapado -Pero, ¿estás segura?- no se como tomar esto, es la primera vez que la persona que me gusta, sabe que me gusta. Siempre he sido demasiado cobarde en eso, no soy bueno con el rechazo -pero- otro pero más se hace presente, me siento dubitativo -Si yo no te gusto, será desagradable para ti, ¿no? no quiero imaginar que sientas por mi, lo que yo he sentido hace un rato- niego un poco con mi cabeza, de verdad no quiero que ella sienta lo que yo sentí. Ahora más que eso debería importarme que ella es mi alumna, que estamos en la escuela, que todo esto es reprobable de tantas maneras, pero no, yo solo estoy preocupado porque ella pueda sentir asco de mi.

No puedo decirle que me alegra que ellos no se parezcan, por eso no toco más el tema. Julia es una buena amiga, pero si fuera un chico, no me gustaría tenerla como amante.

Siento como si fuera mi culpa sus recientes dudas, como si lo hubiera presionado mucho para hablar de cómo se siente.
Sin embargo no piensa que soy una metiche o algo por el estilo. Por un momento pensé que me diría que dejara de meterme en sus asunto.
-Sí. Sino, ¿por qué iba a ofrecerme? -él de nuevo da una excusa, y no entiendo qué tiene que ver si él me gusta o no- ¿por qué habría de sentirme así? -pregunto confundida.
Pero entonces caigo en cuenta. Espera espera, ¿acaso cree que lo ayudaré a experimentar? Pero si estamos hablando de la chica que le gusta, ¿o es que quiere experimentar para no decepcionarla?
-Aahh… -¿qué le digo? ¿Qué hago? Pero ya me he ofrecido- esa debería ser mi línea -él es quien no quiere besar mas que a la chica que  le gusta.
Me quedé unos segundos pensando. Mi corazón late muy rápido, ¿cómo terminamos así? Soy una tonta, debí aclararle que me refería a otro tipo de ayuda.
-Amm… ¿no te daría asco hacer eso conmigo? -no, no, lo que debo es aclarar todo. Yo no tenía la intención de besarlo, sino ayudarlo a que él y esa chica lo hicieran- ¿Cómo es la chica que te gusta? Si voy a ser su reemplazo, al menos quisiera saber quién es -mi voz se va haciendo más baja, y con vergüenza lo volteo a  ver.
Esto está mal, pero tiene unos ojos muy bonitos, y no pude evitar mirar sus labios.

-Porque dijiste que cuando es la persona que te gusta se siente diferente a lo que yo sentí, por eso supongo que no te gustaría esa experiencia conmigo- pensaba que ella lo entendería, pero parece haber olvidado lo que ella misma me ha explicado antes.
-¿Cómo?- me confunde un poco como se desarrolla la conversación, todo parece un poco desordenado y por eso se siente que falta un poco de sentido, pensaba que había sido claro y consideraba que ella fue muy clara, pero ahora pareciera que no ha sido como lo creía.

Me giré un poco para mirar hacia ella, y la observo con expresión confusa, ¿Por que iba a darme asco? entonces ella habla sobre la chica queme gusta… Ella no se ha dado cuenta, ¿En serio acepta besarme aun si no sabe quien es la persona que me gusta.
-Tú, ¿no sabes quien es?- parece obvio pero quiero confirmarlo, hace un rato pensaba que era por eso que se ofreció, pero no es así  -Una de mis alumnas, es un poco torpe, se equivoca en las cosas mas sencillas, pero suele recordar las más complicadas- ¿acaso no es obvio que es ella, incluso intento que se de cuenta ahora, pero es incorrecto, debería solo dejar las cosas como están, si ella no lo sabe, es mejor  -No, no importa, olvídalo, mejor olvidemos esto- me dejé llevar al creer que ella, lo había descubierto, pero parece que solo ha sido mi imaginación, ¿Además porque se ofrecería así como así? supongo que debo dar algo de lastima, un hombre adulto en una situación como esta -Lo siento, no debí ni siquiera considerarlo, lo siento- no puedo aceptar algo como eso, podría saber lo que es besar a la persona que me gusta, pero sería como  un engaño, yo no quiero sacar provecho de esto, simplemente se siente incorrecto -Creo que debo regresar por mis cosas, yo. Gracias por ayudarme- me comienzo a poner de pie, ahora solo quiero alejarme para no volver a ser debilitado por sus encantos, pero es tan linda que he perdido la cabeza por un momento.

Mi cara se puso roja. Eso sería admitir que me gusta, me siento acorralada.
-Ah… bueno, no es como que me desagrade. Sino ni siquiera lo hubiera propuesto -desvié la vista y reí nerviosa. ¿Qué carajo estoy diciendo?- o sea, no hay razón para que me ponga a mí misma en una situación desagradable -quiero que me trague la tierra. Básicamente dije que me gustaría besarlo.

Negué con la cabeza. Espera, ¿es alguien que conozco?  ¿De nuestra clase?
No sé porqué eso me pone tensa. Su descripción no es muy precisa, pero ha hecho que mi corazón dé un pequeño salto.
-¿Eh? ¿Qué? ¿Por qué? -sí, sí, es lo mejor. Ya le hice decir algo vergonzoso. Pero ahora entiendo porqué dice que no puede hacerlo- ¿por qué se disculpa? Yo soy quien dijo algo raro, lamento mucho incomodarle -hice una reverencia con mi cabeza. Quien se dejó llevar fui yo, me comporté justo como esa chica- ah... de nada -me levanté poco después que él, no quiero mirarlo. No hice nada, al contrario, solo empeoré la situación. Y para variar también me vi muy desesperada.

Esperé que él abriera la puerta, pero voces comenzaron a escucharse fuera, supongo que debe esperar.
-Espere -le tomé del brazo, y un par de siluetas comenzaron a hacerse más claras a través del vidrio opaco- vienen para acá -lo miré asustada. ¿En serio van a entrar? ¿No se pudieron esperar cinco minutos?
Comencé a sentirme nerviosa. Si nos ven aquí encerrados obviamente pensarán lo peor. Mi padre va a matarme. ¡Él puede perder su trabajo! ¿Cómo justificamos esto?

-Le dije que estaba con llave, profe.
-Qué raro, dejé abierto cuando vine.

-Es la química -le susurré a Julien. Miré en todas las direcciones mientras nos movíamos hacia algún lugar donde pudiéramos ocultarnos. El sonido de las llaves me hizo sentir cada segundo más asustada- el baño -articulé casi sin habla, y cogí su brazo hacia donde señalé, jalandolo dentro y cerrando despacio la puerta.
El espacio es muy reducido ya que se trata de un baño individual. Giré el seguro de la perilla con mucho cuidado, y aunque hizo un pequeño ruido, las voces de ellos hacen que pase desapercibido.

No, no puedo dejarme llevar por sus palabras, soy un adulto, cualquier persona dirá que yo estoy sacando ventaja de esto, no importa si tengo o no experiencia, soy un adulto, y ella es solo una niña. Tengo que despejar mi cabeza y dejar de pensar estas cosas, ese beso ha despertado pensamientos que nunca habían sido un problema. Pensaba que sería mis anteriores flechazos, solo olvidando en silencio a la persona que me gusta.
-Supongo que no lo harías, pero…- sacudo mi cabeza, parece que soy una persona con poca fuerza de voluntad, no sabia que era de esta manera -Pero… siento como todo mi rostro arde por la vergüenza que siento en este momento.

-Soy tu profesor, no es correcto- no puedo distorsionar mis valores solo por un interés personal. Yo mismo sería severo con algún otro profesor en mi lugar, solo porque me pase a mi no significa que me tenga que volver flexible en este momento. Tengo que actuar como el adulto responsable que soy -No, yo, he sido quien te puso en una situación poco conveniente- pero definitivamente lo mejor es salir, he conseguido un atisbo de sentido común, pero creo que estando a solas no podría mantener ese enfoque todo el tiempo.
Comienzo a caminar a la puerta, siento un poco de alivio de solo acercar la llave, pero me detengo cuando ella me toca. Ella reacciona mucho más rápido, yo apenas estoy procesando que vienen unas personas y que podrían vernos, que no hay manera de explicar esto sin que se preste a mal interpretaciones, mi imagen y buen nombre se arruinaría, y ella… no quiero arruinar su reputación.
De nuevo termino yendo a donde ella me indica, entro a la puerta que abre, no puedo avanzar mas que un paso hasta que todo contra lo que parece ¿una taza? esto es un baño ¿por que hay un baño en el laboratorio? El olor a cloro es un poco fuerte. Cuando ella cierra estamos muy cerca, demasiado. Nuestros cuerpos se toca a casi cada movimiento, trato de retroceder más, pero entonces terminaría sentado en el inodoro. Lo pienso por un momento, pero entonces me doy cuenta que al hacerlo quedaría a la altura de… ¿Por que pienso en eso ahora? Trato de retroceder sin caer sentado, por eso me agarro de la pared pero toco algunas unos palos, ¿cosas de limpieza? de inmediato me vuelvo a enderezar y aprieto mis puños y permanezco tan quieto y trato de hacerme lo mas pequeño posible. Mis puños están cerrados con fuerza para no tocar nada. Las personas afuera parece que están platicando, aunque hablan muy bajo aun se escucha que siguen aquí.
Poco a poco me voy acostumbrado al olor a cloro, y comienzo a notar otro aroma, es agradable, ¿es el aroma de ella? ¡Deja de pensar en ella! me concentro en las personas afuera, para escuchar cuando se vayan-¿Por que ?- no se ni como preguntar lo que ocurre, hasta que los sonidos se vuelven unos gemidos mas claros. Me siento bastante sorprendido y suelto un gruñido un poco inconforme, pero entonces recuerdo que no estamos escondiendo y trato de moverme para cubrir mi boca, pero al hacerlo vuelvo a rozar su cuerpo. Comienzo a sentir que hace un poco de bochorno, y de nuevo me muevo, ahora con mas cuidado y aflojo el nudo de mi corbata, ¡¿por que esas personas hacen tanto ruido?! trago saliva y me concentro en mi respiración, porque al parecer soy una persona muy susceptible a lo auditivo. Debe ser por estar justamente con ella.