Allegro /Ian/

Recuerdo del primer mensaje :

Miro en el espejo a la mujer que intenta arreglar de alguna manera mi cabello, al haberlo cortado no es que pueda hacer demasiado, así que hace lo que puede. El vestido es lindo, se nota lo mucho que la escuela invierte en estos eventos.
Una de las chicas pasa por detrás, veo su reflejo en el espejo. Me ha fulminado con la mirada. Ninguna de ellas me quiere aquí. El club de música es demasiado elitista, me atrevo a decir que es el único club donde realmente tienes que ser talentosa para entrar. Y yo que me salí a mitad del primer año ahora estoy aquí como el primer violín. Hasta yo me odiaría si fuera ellas.

El profesor se asoma para decirnos que las personas ya están tomando sus asientos. Suspiro nerviosa. Siento un impulso por ver mi celular y saber si él ha llegado, pero no lo hago, creo que eso me hará sentir más nerviosa. Así que solo me levanto y comienzo a tocar algunas notas en el violín, siento un poco rígidos mis dedos, así que caliento un poco y arreglo la afinación del instrumento en una de las cuerdas.

Llega la hora de salir, todas como grandes amigas hacen un circulo y se toman de las manos para una pequeña plegaria. Obviamente no estoy invitada, solo espero a que terminen y podamos salir todas.
Es una suerte que desde el escenario todo se vea oscuro, así no me pasaré todo el rato buscando esa cabellera rubia.
Respiro profundo y todas indicamos que estamos listas para comenzar.




Las primeras notas comienzan a sonar, me siento nerviosa, pero poco a poco me voy sintiendo más segura. Me olvido de la presentación y disfruto de cada movimiento que hace el arco por las cuerdas, del movimiento de mis dedos para hacer vibrar el sonido. Dejo de preocuparme que si yo me equivoco, todo lo que salga mal será mi culpa.
Cuando llegamos al final sonrío satisfecha. Salimos del escenario y dejamos los instrumentos, para salir del auditorio y encontrarnos con las personas que han venido a ver el evento.
Camino mirando las puntas de mis dedos, están rojos y hay lineas marcadas por las cuerdas. Me duelen un poco, pero aun así yo estoy sonriendo.

Karin:

No dijo nada, pero es normal, solo debo darnos un poco de tiempo para que todo regrese a ser como antes. No es la primera vez que se da una situación entre nosotros, aunque esta vez sí fue más intensa que las anteriores.
La miré muy sorprendido, no esperaba que me alejara tan bruscamente. Ella es muy directa conmigo, y eso me aterra en ocasiones, ahora, por ejemplo. ¿Y pregunta por qué no me enojo? No tiene caso, fue algo que yo provoqué, sería ilógico molestarme porque me rechazó cuando desde el inicio teníamos esta especie de acuerdo no hablado.
-¿Encantador? -inevitablemente me sacó una sonrisa. Se va a enojar conmigo, ¿pero cómo quiere que la tome en serio? Me refiero a su enojo, más parece que quiere que sea un imbécil para que… pues para que no me quiera, pero ni de broma. Quería decirle la razón de mi voluntad, mi encanto y todo lo que dice. Pero me quedé callado mirando cómo se movía de un lado a otro, sin yo dejar de sonreír- ¿quieres que te insista? -sonreí todavía más. Diablos, estoy muy feliz, demasiado feliz. Podría callara con un grandioso beso, pero quiero escuchar más sobre lo que siente. Y ella no para, y por fin es honesta. No esos juegos tontos que nos encantan para demostrar lo que sentimos pero que al final sea una broma por miedo, sino directo, sin tapujos ni arrepentimiento. O puede que un poco de eso último, pero no importa.
De nuevo me sorprendí, pero no por ello mis reacciones fueron lentas. Mis manos fueron a su cintura y correspondí su beso. Un poco más desesperado que el anterior, creí que eso no se podía. Luego me separé, la miré, le sonreí y volví a besarla. Esta vez más lento, sabiendo que tenía su permiso y también que ella lo quería. En realidad siempre lo he sabido, pero sé que es terca, y eso a veces es más fuerte que lo que pueda sentir por mí.
-Bien -me separé de ella, pero solo nuestros labios, porque mis manos siguen alrededor de su cintura- entonces déjame quejarme. Uhm, eres una tonta y una terca, me quieres un montón pero por miedo no quieres estar conmigo -le sonreí y le di un beso en la nariz- qué más… oh sí, ¿que cómo resisto? Ni yo lo sé. No tienes idea de cuántas veces te hice el amor en mi cabeza, o te besé, a veces un simple abrazo. Hasta me he tocado pensando en ti -la pegué más a mi cuerpo y me reí- pero supongo que nada se comparaba a estar contigo. Te conozco, sabía que podrías ceder, pero también que saldrías huyendo y diablos, era razón suficiente para hacerme retroceder. Te tengo conmigo, tal vez no de la manera que deseo, pero estás. No quería arriesgarlo, para mí no estaba bien el pues no se pudo, mejor estar lejos -me puse un poco más serio, y acaricié las puntas de su cabello con una de mis manos- no me importaría ser solo tu amigo, consolarte cuando tu tarado novio te rompiera el corazón, o cuando la boba de tu hermana te lastimara. No me importa, estar contigo era casi suficiente. Casi, porque ya ves, mi resistencia al final se quebró -me volví a acercar para besarla. Toqué su mejilla y me acerqué lentamente. Tenemos tiempo, porque no dejaré que se vaya. Incluso si se arrepiente, volveré a ser su amigo el comprensivo, no importa, no me siento miserable por eso, sé que somos importantes el uno para el otro- no te dejaré sola, es más probable que la que me abandone seas tú -le sonreí triste- pero no me olvidaré de lo que sientes, y te perseguiré diciendo lo tonta que eres por no estar conmigo aún cuando me quieres -la abracé muy fuerte. ¿Cuantas veces fantaseé con este momento? Mas de las que imaginé a Karin desnuda en mi cama, y no precisamente para dormir- te amo -la apreté entre mis brazos- no tengas miedo -solté un suspiro, como si hubiera sacado algo que hace tiempo quería decir.

-No, no quiero nada- me quejo, pero realmente es obvio que si lo quiero, solo parece que abro la boca par llevar la contraría y no aceptar lo obvio. Pero, cuando ya he llegado a sus labios y él me corresponde, creo que no hay manera de dejar que él insista, yo ya he sido muy clara sobre como están las cosas entre nosotros.
-Bien- solo repito lo que él dice luego de separarnos -Si, hazlo- y apenas y tengo algo de aliento para decir esas palabras. Siento que mis orejas arden por lo que dice, no por lo de tonta y terca, eso lo tengo bien merecido, pero que el diga que lo quiero un montón me avergüenza -Que pervertido- aunque digo eso no paro de reír, pero para mi es halagador que lo haya hecho, me preocuparía más si no lo hiciera.
Todo lo que me dice es lindo, ¿en serio me puede querer tanto? me cuesta creer que pueda anteponer el bienestar de nuestra relación a los egoístas deseos que todos poseemos. Nunca nadie ha hecho algo así por mi, pero él no es como nadie más, por eso me hace sentir todas estas cosas.
-¿Entonces te volverás un acosador si es que intento huir?- pregunto riendo un poco por la idea. En este momento no me parece que exista algo que me haga querer alejarme, ni siquiera esto -ya deja de decirme tonta- me quejo ocultando mi rostro en su pecho, pero entonces siento todo mi cuerpo tensarse por eso último que dice, me separo un poco de él y lo miro -tranquilo vaquero- más que sus besos, lo que acaba de decir, me ha alterado demasiado, siento mi corazón bombear la sangre de manera salvaje, siento ese pulso en mi cuello -yo… - oh si, tengo miedo, esas palabras han sido como un detonador del miedo en mi -veras- no sé que decir, por un momento un “yo a ti” apareció en mi cabeza, pero decirlo, no es así de sencillo. Puedo decir que amó alguna cosa, como una canción, algo de comer, unos zapatos, pero jamás se lo he dicho a una persona, a nadie -Cuando dices, eso- hago una pausa buscando palabras e intento hacer nuestro abrazo un poco mas suelto -es como un "te quiero mucho", ¿cierto? es que yo, nunca- trago saliva, no se como decir esto. Nunca me había costado reaccionar ante esas palabras, cuando me las decían simplemente las ignoraba y me alejaba de la persona que lo decía, pero ahora, no sé como debo manejarlo.

Comencé a reír, creo que dejaría que hiciera lo que quisiera, pero no permitiría que cortara la relación totalmente.
-Puedo ser muy obsesivo si me lo propongo -dije juguetón- si alguna vez te llegaras a enamorar de alguien más, por supuesto que te dejaría ser feliz -suspiré- pero no dejaré que tu terca cabezita te aleje de mí, así que, pues un poquito -hice una rápida seña con mis dedos y luego mi mano volvió a donde estaba.
Me reí de nuevo porque parece que tonta y niña son dos cosas que no debo decirle, pero me gustan sus reacciones. Nunca la consideré una chica tonta, es bastante lista y tiene habilidad para muchas cosas, y lo de niña era una excusa para recordarme que no debía tocarla.

La miré tartamudear, creo que lo piensa demasiado. Tal vez mis palabras son una carga para ella, pero no parece querer huir, solo nerviosa.
-No tienes que decir nada, Karin -tomé su mentón con mi mano y levanté su rostro para que me mirara- no, un te quiero mucho es un te quiero mucho -me quedé en silencio, eso fue muy bobo- esto es más que un te quiero, incluso si es mucho, es mucho más -claro que me gustaría escuchar que ella me dijera lo mismo, pero le daré su tiempo, realmente no me importa, me demuestra su cariño de muchas formas- si digo que te amo, es en serio -pasé mi dedo por sus labios. Siempre pensé que era una chica demasiado bonita. Pero hoy se ve radiante, preciosa, ni siquiera me bastan los adjetivos para describir lo maravillosa que se ve. O es que en verdad me he enamorado de ella como un tonto. Pero la manera en que la quiero es distinta a como quise a las personas de mi pasado. No importa si ella no está en una relación amorosa conmigo, obviamente sentiré celos, pero, está bien, mientras permanezca a mi lado, mientras confíe en mí, se apoye en mi, esas cosas me parecen más importantes. Y sí, quiero besarla un montón, pasar noches enteras apreciando su figura, tocándola y despertar los domingos a su lado. No hacer nada por las tardes, o hacer muchísimos planes. Pero incluso si mi idea de nosotros no puede ser, aún así prefiero estar a su lado como hasta ahora que no estar.
Me quedé un poquito más cerca de ella. Siempre me ha gustado abrazarla, desde que comenzamos a tocarnos, después ya no pude detener el desear más.
-¿Quieres volver? Debes comer algo -si por mí fuera me iría de la fiesta- y además -la tomé de la mano y la miré fijamente- no quiero una relación casual. No quiero que creas que está bien si estoy con otra chica al mismo tiempo que contigo, ni quiero que tú estés con alguien más -sueno muy posesivo, pero no deseo tener algo como lo de ella y su novio de ahora- así que, esperaré a que termines con él -tal vez sea contradictorio, pero si vamos a intentarlo, no quiero algo tan flojo- solo si estás de acuerdo, claro -me reí y cerré los ojos. Pero qué digo, si ella me pide algo físico, tal vez se lo termine dando. Pero al menos quiero intentar que las cosas funcionen correctamente.

-Un poco, si claro- digo con algo de sarcasmo, pero solo por bromear -gracias- no sé que otra cosa decirle, sino fuera por él, yo solo escaparía, sería lo más fácil, soy así de terca. De hecho y por irónico que parezca, si he estado tanto tiempo con Aaren, es precisamente por Ian, porque he podido contar mis miedos y dudas, y eso me ha hecho sentir menos impulso por solo escapar.

Me hace mirarlo, y aunque pongo un poco de resistencia, al final dejo que su mano gane y nuestras miradas se encuentren.
-ah- digo ante su explicación, no sé que decir, me siento rara, nerviosa y algo incomoda, así que muerdo mi labio por no saber que decir, y de nuevo dice que me ama -ah, yo, si- digo cada palabra con voz débil por causa de los nervios -eres un tonto- odio que me ponga tan nerviosa.
Muevo mi cabeza aceptando lo de ir por algo de comer, no quiero ser una chica tímida, pero es que con lo que ha dicho, no sé de que otra forma reaccionar, tal vez me afecta tanto porque es la primera vez que me lo dice alguien que quiero tanto, mucho, mucho mas que mucho.
-Oh- escucho como me aclara sus términos, ha sido muy repentino -si que eres posesivo- digo ya un poco más tranquila --Ok, de acuerdo-- pongo mis manos en su pecho y lo empujo suavecito para alejarnos -entonces, nada de besos, ni sexo, hasta que deje a Aaren- pregunto con voz coqueta -o sea que, si en la noche me meto en tu cama, y de casualidad, solo por mi mala memoria, se me olvida mi ropa en mi habitación, porque ya sabes, tengo una pésima memoria. Tú no harás nada porque no quieres nada casual- sonrío de manera traviesa y divertida por pensar que si es verdad lo que dice, podré molestarlo de tantas maneras mientras espera a que vea Aaren.

Comienzo a caminar de regreso al edificio, me siento feliz, siento unas cosquillas en el estomago de solo pensar lo que ha pasado, y se vuelven mucho más intensas cuando recuerdo que me dice que me ama.

Ahora me arrepiento un poco, ¿cómo que nada, ni siquiera besos? Pero creo que valdrá la pena la espera, ella dijo que ya lo dejaría, ¿cierto? Aunque parece que disfruta molestarme y hacerme esperar.
-No pongas a prueba mi tolerancia, ya viste que a veces tengo mis arranques -sonreí. Sí, tal vez procure seguir lo que yo mismo impuse, o puede que al llegar a casa lo primero que haga sea lanzarme a sus brazos y comerla a besos- pero al menos la tortura no será solo para mí -dije seguro y me encogí de hombros- seguro te estarás muriendo por dentro por las ganas que tendrás de besarme -le guiñé el ojo y luego reí.
Me siento feliz y tranquilo, y me embarga ese sentimiento de emoción, la incertidumbre sobre si esto funcionará y si ella podrá permanecer en calma, me siento bastante animado. No pensé que podía amar de esta forma, y me siento un poco liberado al ver que ella ha correspondido mis sentimientos, y no puedo esperar a hacer un montón de cosas con ella. Tal vez ni siquiera cambiemos mucho, solo los besos, el sexo y el coqueteo. O tal vez sí, puede que me vuelva todavía más cursi.

Caminamos de regreso al edificio, comimos algunas cosas y tomamos algunas fotos. Me encanta tener fotos de ella, y sí, tal vez suba alguna que deje ver a esos idiotas que no pueden andar soltando comentarios vulgares sobre ella frente a mí, aunque de por sí ya piensan que tenemos ese tipo de relación, pero mejor asegurarles la noticia.