No esperes más -Didy-

Recuerdo del primer mensaje :

No me gusta asistir a estos eventos, me recuerda mucho las cosas que evito pasar con mi familia, pero he sido un poco duro con Dima, así que me he puesto un traje, y he tomado unos lentes sencillos, no quiero llevar lentes de contacto durante la noche. Obviamente me tomo una foto y se la mando a Hana.
Al llegar al lugar veo a la familia Kozlov, veo a Andy con sus amigos y me acerco a saludarlos y luego me alejo de ellos, espero un rato para poder acercarme al menor de los hermanos. Oh si las miradas mataran.
Yo me acerco y lo abrazo de inmediato. Todos podrían describir a Dima, como un irresponsable, grosero, altanero y bueno, muchas cosas más que no son nada positivas. Pero yo conozco más allá de todo lo malo que la gente puede ver. Y es una persona que siempre perdona.
-Lo siento- le digo cuando nos separamos -¿Oye, podemos hablar?- él acepta y me dice que subamos a una habitación, que así estaremos más cómodos.
Al llegar a la habitación camino a la cama y tomo una almohada para lanzársela en la cara.
-Deja esa cara larga conmigo que ya me disculpé- digo haciendo una voz algo chillona y melosa. Le sirvo una copa y otra para mi. Si, vengo con un plan malévolo. Le cuento lo que me pasó con Niki, y lo que ha pasado con Hana, me felicita por no estar usando los horrendos lentes de siempre, y me regaña por no estar haciendo ejercicio. Su animo va mejoran más luego de unas copas más.
-Dima… Hana, me enseñó algo sobre la forma en que llevaba mi vida. Hay veces que hay que arriesgarse porque las cosas pueden salir bien. ¿Quieres estar toda tu vida amando a una persona y por necedad estar lejos de él? - me acerco a él para quitarle la bebida -¿por que no te arriesgas? lo que sea que pase no puede ser peor de como están ahora- me encojo de hombros y lo empujo para sacarlo de la habitación -¡Estoy muy cansado, me voy a dormir un rato- le digo cerrando la habitación luego de sacarlo, y me dejo caer en el colchón y enciendo la televisión mientras le mando un mensaje a Hana “soy el mejor cupido del mundo”.

Luciel:

Sonrío como si fuera mi victoria cuando dice que le pongo nervioso. No puedo evitar ponerme feliz, cuando me cuenta las cosas que provoco en él.
-¿Mucho?- pregunto con tono juguetón.

-Si, aunque un poco pequeño, pero agradable- la verdad es que por mucho tiempo yo desconocía como había cambiado la recamara de Andy, luego hace unos meses pude conocerla, pero esta me gusta más, siento una sensación de libertad que no existía bajo el techo de nuestra casa.
Él confirma que me ha extrañado, y sonrío feliz, no quiero soltarlo nunca, jamás nunca lo dejaré alejarse y si alguien se interpone, no importa quien, yo no voy a dejar que lo aparten de mi lado. Nadie en la vida puede darme tanta felicidad como Andy lo hace, no quiero a nadie más en mi vida. La persona que tiene que estar a mi lado, solo puede ser Andy y por eso, ya no seré tan débil. He ha dicho que soy lo más importante y eso es lo único que necesito para armarme de valor.
-Yo a ti- él dice justo las cosas que deseo escuchar.
Si ambos seremos fuertes, nada podrá contra nosotros, esta vez no hay manera de que las cosas se arruinen.

Me saco los zapatos empujando desde el talón, con la punta de mis pies. busco acomodarnos bien sobre la cama, para no tener las piernas colgando. Lo beso y abraza constantemente, no quiero alejarme ni un poco de él. Lo he extrañado tanto y no he dejado de pensar en todas las cosas que aun no hemos hecho. Pero no sé si ya estoy listo. Lo amo, pero me da un poco de miedo que ponga esa cara de miedo que recuerdo haber visto en su rostro cuando yo era mas pequeño. No quiero ser la persona que le cause daño.
-no quiero hacerlo mal- admito separándome de sus labios y escondo mi rostro en su pecho, me siento inseguro y avergonzado. Puedo tocarlo y besarlo, disfruto mucho de eso, pero no sé si pueda llegar a ese otro nivel de intimidad entre nosotros.

Siento unas lágrimas escurrir de mis ojos, pero no lloro, son solo un par apenas. Son de felicidad, como hace mucho no me sentía. Siempre lloré por distintas razones, pero de felicidad, creo que solo cuando estoy con Dima. Solo él me hace sentir así de vivo al grado de llorar, solo con él me siento seguro, tranquilo, feliz y enamorado. Esa sensación de cosquillas en el estómago, o de emoción solo con verlos, el excitarme con sus besos o el roce de sus dedos en mi espalda. Solo él me hace ser tan sensible.

Comencé a desabotonar mi camisa, el ruido de sus zapatos me hizo notar que los míos estaban sobre la sabana, y entonces reí. Ni siquiera me los quité en la entrada, suelo andar en mi recámara sin ellos. En un movimiento rápido los mandé al suelo, y después no me da tiempo de continuar quitando mi ropa, porque sus besos y el mantenernos ta unidos lo hace imposible. Incluso si es solo esto, yo me siento feliz, por él es que aprendí a ser paciente.
Me he acostado a su lado y lo miré, no me gusta que se sienta inseguro, pero el ver el gran esfuerzo que hace por mí, me gusta.
-Esta bien incluso si no lo hacemos -acaricié su cabeza- te deseo demasiado, pero no me importa esperar el tiempo que sea necesario. Además, pasaremos mucho tiempo juntos, no hay prisa -le di un empujonsito para mirar su cara, y dejé un beso en su frente antes de tocar sus labios con mi dedo- podemos ir poco a poco -realmente no creo que lo haga mal, o que llegue a herirme. Pero creo que hay algo en sus palabras que tienen que ver con sus pensamientos del pasado- hasta que te acostumbres y te sientas seguro -tomé su mano por detrás de mi espalda y la conduje bajo mi cadera- aunque honestamente, no creo que tú puedas lastimarme -mordí mi labio y sonreí- te enseñaré paso a paso -me siento emocionado por esto. Ya no es como si yo estuviera abusando de él, ahora me siento totalmente correspondido y animado.
Desabroché su pantalón y quité su cinturón, y luego comencé a desabrochar. Toqué la punta y sonreí, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo.
-Quiero lamerlo -dije mirándolo a los ojos. Tal vez hoy no lleguemos a mucho, pero no es como si solo deseara hacer una sola cosa con él.

Seguro que parece algo nada común en mi. Yo inseguro con respecto al sexo. Pero no es como cualquier persona y no solo es sexo, esta vez sería hacerlo con una persona que realmente me importa, alguien a quien amo con una fuerza tan intensa que no tenerlo duele demasiado.
Él besa mi frente, siento como si ahora fuera él, quien cuida de mi.
-Bueno- acepto un poco tímido eso de ir poco a poco. Me intimida aun más cuando toma mi mano y la pone en su cadera y más cuando hace ese gesto de morder su labio -¿no te aburre estar con alguien tan inexperto como yo?- pregunto un poco intimidado.

-¿Qué? ¿Qué haces?- me siento conmocionado por lo que ha hecho, y de inmediato mi respiración se volvió más profunda, como intentando controlar lo nervioso, pero mi cuerpo reacciona ante lo que hace.
-Andy- le hablo nervioso moviéndome en un ligero espasmo por que me ha tocado -¿que?- él es tan directo que me intimida demasiado -dices cosas tan vergonzosas- creo que mi cara debe estar demasiado roja en este momento, no solo por todo lo que dice, sino porque mi cuerpo reacciona demostrando que no soy indiferente a nada de esto, casi pareciera que mi cuerpo está desesperado por todo esto.
-¿De, de verdad lo harás?- cubro mi rostro con mis manos, me siento tan apenado -¿esto es ir paso a paso?- no puedo controlar mis nervios. Pongo mis manos para cubrirme -no puedo Andy- mi rostro arde mucho más ahora, me siento un poco menos borracho, tal vez por todo lo nervioso que me he puesto de repente -es que no voy a aguantar, si cuando me tocaste no pude… su haces eso- seguro va a pensar que soy el peor amante que puede haber, aunque no creo que pueda tardar menos que esa vez, a penas y me tocó unos segundos, y yo terminé de inmediato. Mi cara quema ahora como nunca lo había hecho, pero solo basta lo mucho que me he excitado por algo que él solo ha dicho.

Nunca pensé que era aburrido, ha habido tantas sensaciones en mí al estar con él, nuevas y algunas a las que estaba acostumbrado, pero nunca el aburrimiento.
-No -le respondí confundido, tal vez no debería presionarlo tanto- me gusta tocarte y que me toques -esbocé una pequeña sonrisa- tus besos son los mejores -sé que él no ha estado nunca con un hombre, si lo hubiera estado me sentiría fatal. Ser el primer y único hombre en su vida me da un tipo de exclusividad. Quiero que todo lo aprenda conmigo, y por tratarse de él, no me fijo demasiado en cómo lo hace, con solo sentir sus dedos sobre mi piel siento que mi cuerpo quema.
Dejé de mover mis manos, dije que iría lento, y lo estoy incomodando.
-Lo siento -me disculpé, no quiero que se arrepienta. Pero cada vez que estamos solos yo me siento muy ansioso. Soy quien dijo sobre el tiempo, pero quiero tocarlo- pero realmente pienso eso, quiero sentirte -mi corazón va muy rápido, me siento un poco mareado, no quiero perder el control con él ni presionarlo demasiado, pero es difícil, lo quiero.
Sonreí y moví mi cabeza afirmando, y bajé un poco  a la altura de su entrepierna. Mordí mi labio y comencé a tocarlo por encima de su ropa, pero él pone que manos y lo miré confundido. Sentí mi pecho pesado, pensé que no lo quería, pero él solo está nervioso. A mí no me importa si tarda mucho o poco, es un deseo egoísta lo que estoy pidiendo.
-Entonces hazlo -dije sonriendo, me gusta cómo luce su rostro- quiero que lo hagas -tragué saliva y  puse todo el peso de mi cuerpo sobre él para acercarme a su oído- ¿puedo? -lamí su oreja y besé su cuello. Quiero tenerlo en mi boca, ya que no podremos llegar al final, yo me conformaría con eso.
De nuevo me fui moviendo hacia abajo poco a poco, yo también estoy excitado, y dudo que soporte tanto. No me justifico pero soy un buen amante, y solía tener mucho control sobre mi cuerpo cuando buscaba amantes temporales, pero aquel día con él bastó tocarnos un poco para que yo llegara al climax.
Hice sus manos a un lado y las besé, y despues dejé un beso por encima de su ropa interior. Siento que la temperatura de mi cuerpo aumenta, y tengo algunas fantasías sobre ambos haciendo esto. Pero no aceptará, para mí es sencillo pero para él es como un mundo nuevo. Descubrí la zona y toqué con mis manos, está muy erecto, y lentamente acerque mi boca.

Lo que dice es un poco vergonzoso, pero me alegra escucharlo decir algo como eso, pero no puedo compensar todo en lo que fallo solo con besos. Creo que Andy y yo tenemos conceptos muy diferentes de lo que es ir lento.

Su imagen es demasiado agradable, y su tacto aun por encima de la ropa es muy excitante, demasiado para lo que estamos haciendo, que es prácticamente nada. Por eso lo detengo, estoy seguro de que no podré resistir casi nada.
-Pero sería vergonzoso- digo un poco bajito.
SE ha movido y ahora esta encima de mi, me siento atrapado, habla a mi oido como si pidiera permiso, y cuando siento su lengua me estremezco.
Lo miro expectante cuando comienza a bajar, y toma mi manos y no pongo resistencia. Cuando deja ese beso, de manera irregular yo, dejo escapar un poco de aire por mi boca.
Cierro mis ojos cuando siento como toca mi boxer, pero aun no veo siento esa libertad. Muerdo mi labio por los nervios y jalo mucho aire por la nariz para intentar calmarme, pero lo suelto de golpe por la boca cuando sus manos me tocan.
Abro mis ojos, necesito verlo, quiero tanto verlo mientras lo hace, sé que se una mala idea, así definitivamente no podré concentrarme en tratar de aguantar más.
Su imagen, sentirme la humedad de su boca, es demasiado para mi, no podré resistir nada.
-Andy, ya- le aviso como puedo, para que se quite si no quiere que termine en su boca.
Mi cuerpo aun se estremece por lo que acaba de pasar y me siento realmente fatal.
-¡voy a ser el peor amante que has tenido!- me quejo un poco caprichoso, estiro mi mano para cubrir mi cara con la almohada, estoy demasiado avergonzado.
Quito la almohada y me siento en la cama, ni siquiera me preocupo por arreglar mi ropa, y miro a Andy, aun estoy todo avergonzado.
-Ven- separo mis piernas y doy unos gopecitos en el colchón para que se siente justo en el espacio que he hecho. Pego su espalda a mi pecho y lo abrazo así por un momento. Respiro profundamente y mis manos se mueven a los botones de su camisa y termino de desabotonarla y la bajo un solo un poco para descubrir sus hombros, pero no se la quito. Mis manos acarician la piel de su torso ahora desnudo y beso un poco su cuello.
-Yo nunca te he tocado- digo cuando mi mano llega al borde de su pantalón, mi otra mano sigue al mismo destino y desabrocho. Respiro profundamente. Los dedos de mi mano derecha se abren un poco de espacio, y muy lento sigo buscando acercarme. Mi respiración ahora es bastante profunda y golpea en el cuello de Andy. Lo siento por fin con mis dedos, y se mueven un poco más hasta envolverlo con toda mi mano. El primer movimiento lo hago lento y es mas que nada para hacer que su ropa interior baje de ser un estorbo. De nuevo respiro muy profundo, por sobre su hombro miro como mi mano lo está tocando, y me gusta, no creo que pueda existir nada que haga con él que me pueda resultar desagradable. Mi corazón late con mucha fuerza en mi pecho y mi mano comienza a moverse sobre él a un ritmo algo lento.

Sonreí, siento un cosquilleo en el pecho por cada una de sus lindas reacciones, me hace pensar que todavía sigue siendo un poco inocente. Lo amo, y no me importa qué tan bueno o malo sea en esto, no tengo la cabeza para andar clasificándolo, simplemente siento, es imposible con él tener tiempo para andar analizandolo.
Al introducirlo en mi boca sentí un espasmo. Pasar mi lengua por su piel desnuda y tocarlo con mis dedos, hace que mi propio cuerpo tenga esas cosquillas por doquier y deseé más. No paré incluso cuando me lo pidió, y el sabor amargo y la sensación caliente en mi boca me hicieron sentir más excitado. Es la primera vez que alguien hace esto, se siente extraño, hasta un poco pesado y con dificultad lo trago.
Me incorporé en la cama y sonreí mientras llevaba mi mano a mi boca para limpiar, no puedo creer que él realmente lo hiciera, me siento feliz, y avergonzado porque me estaba mirando, es bueno que tenga su cara cubierta.
-No lo eres -comenté con una risa avergonzada, y cuando me indicó que fuera, en ahora mi pecho sentí como si algo golpeara. Me senté donde él quería, en mi estómago siento una maraña de sensaciones, y me siento expuesto y vulnerable. Pero el abrazo me hace calmar un poco y cierro mis ojos, aún estando excitado, disfruto de los segundos en que permanecemos así- yo puedo hacerlo -abrí los ojos cuando noté que sus manos desabrochaban el resto de los botones. Los nervios me hacen querer levatarme para que pare, necesito tomar un poco de aire. Pero me quedo quieto- ah… -apreté mis labios, el beso en mi cuello es demasiado agradable y cerré los ojos con fuerza. Abrí la boca y me moví un poco lejos de sus labios, para que me diera un poco de espacio para recuperar el aliento, pero fue en vano- no -corté la frase de golpe, miré sus manos, realmente lo está haciendo. A mí no me importaba si era el único tocando, la vez anterior sentí que lo presioné demasiado, y es suficiente para mí el ver que él disfrute. Pero en este momento que lo hace, aunque lo deseé tanto, no sé cómo controlar mi cuerpo y sus reacciones. Sus dedos y el aliento en mi cuello me hacen moverme un poco, y miro hacia abajo sus manos- Dima, no tienes -aparté la vista, antes de terminar mi frase, mi cara arde demasiado, y enterré mis dedos en una de sus piernas. Solté el aliento, siempre me pongo demasiado sensible y estoy tan mareado que ni me preocupo por las cosas que él pensaba cuando yo lo estaba tocando. Eché mi cabeza hacia un lado, solté un gemido y mordí mi labio de nuevo, no quiero que pare, pero siento vergüenza por la posición en la que estamos- ah -solté otro gemido, todo está demasiado nublado en mi cabeza, lo único en lo que puedo pensar es en el placer- no te detengas -susurré muy bajo y cerré mis ojos, perdí la vergüenza por esos segundos en que sentía que llegaría al climax. Ni siquiera le avisé que terminaría, y luego de recuperar un poco el aliento tapé mi cara con ambas manos- lo siento mucho, no quería hacerlo tan rápido y de este modo -dije un poco fuerte contra las manos en mi cara. Me siento demasiado avergonzado, he manchado sus manos y dije un montón de obscenidades. ¿Qué pasa si se hace una mala opinión de mí?

Aunque le aviso, él no se aleja, creo que eso fue lo demasiado para mi, no solo estar en su boca, sentir su lengua, la humedad que deja en mi, sino que no se mueva. El que no se mueva fue el plus que necesitaba para no resistir más.
Andy me hace sentir como una persona realmente pervertida, porque lo observo. Veo como he terminado en su boca, y me gusta.
-Claro que si- me quejo porque no solo ya es malo ser tan vergonzoso, sino que es peor que el trate de hacerme sentir mejor diciendo que no lo soy.

Aunque me dice que el puede hacer lo de su camisa no le hago caso y yo sigo con eso. Estoy un poco torpe por mis nervios, pero al final lo consigo. Él dice que no tengo que hacerlo, pero la verdad es que quiero hacerlo.
-Shhh- le hago callar. Siento un gran calor en mi pecho, el aire se siente como si me costara respirarlo, pero es porque estoy demasiado expectante de las reacciones de Andy.
Al menos ya no anda diciendo que no tengo que hacerlo, y cuando mueve su cabeza vuelvo a besar su cuello. Me siento con un poco más de confianza y más por esos sonidos que salen de su boca.
Me dice que no me detenga, y obediente sigo con los movimientos, tenerlo entre mis manos es un poco extraño, es la primera vez que lo hago, pero me gusta tocarlo. No tenía ni idea de lo excitante que podría ser tocar a otro hombre, pero se que me siento de esta manera porque es la persona que más amo en este mundo, la persona a quien quiero cuidar y hacer feliz. La persona a la que quiero complacer en todos los aspectos de la vida.
Siento en mi mano esas contracciones que tiene al terminar, parte de su semen está ahora en mis menos, se siente caliente. Mis manos le sueltan y con mi dedo toco una de las manchas en mi mano, es espeso. Pensé que me daría asco, pero no curre eso.
-Ahora sabes lo que siento yo- si, seguro que entiendo la vergüenza que está sintiendo. Mis brazos lo envuelven para volver a abrazarlo, no me importa mancharme un poco más, porque aun no me he limpiado.
Me muevo un poco para hacerlo recostarse en la cama y lo obligo a quitar las manos de su cara.
-Dime que te gustó- le pido, aunque sé la respuesta quiero escucharlo de sus labios -a mi me gustó tocarte- digo recostándome a su lado, usando su brazo como mi almohada.

No estoy acostumbrado a ser dominado, siempre me gustó mantener el control en mis encuentros sexuales y el hacer que la otra persona me quitase la ropa y esas cosas, no es mi estilo. Pero con él no puedo moverme, solo dejo que haga lo que quiere y me quedo quieto, nervioso, temblando un poco por lo que su simple aliento en mi cuello le provoca a mi cuerpo.
No pude controlar mis reacciones, ni siquiera el momento en que me vine, y ni siquiera estamos teniendo sexo. Me siento avergonzado por actitudes que siempre he tenido, pues nunca me avergoncé por la manera en que coqueteo o intento seducir a alguien, pero con Dima todo es diferente, y quiero que la imagen que él tiene de mí no se manche. Pero no pude contenerme, fue algo tan sencillo y yo terminé siendo vergonzoso, y hasta quedé como un mocoso precoz.
-Eres tan malo -me quejé, mis latidos siguen yendo rápidamente, siento cómo mi cara arde, no sé si es por lo bien que se sintió y aún está débil mi cuerpo, o por cómo actué- Di...-caí a la cama y antes que pudiera descubrir mi cara, él ya lo había hecho- ¿qué? -mi cara está roja seguramente, y no sé porqué me cuesta tanto admitirlo, nunca he sido de los que ocultan cómo se siente- me gustó -me acomode de lado cuando él se recostó, dejando mi brazo estirado para que se apoyara, y después sonreí. Dice que le gustó también, y luce feliz- me encantó -ahora me siento seguro de nuevo, aunque todavía me da vergüenza, y por eso desvié la mirada hacia su pecho- pero has manchado tu ropa -seguramente también manchó la mía, es un poco raro que use sus manos con tanta libertad. Me limpié un poco con mi ropa interior y acomodé mi ropa, se siente extraño y hasta un poco desagradable, pero no me levantaré ahora, puedo soportar estar desaliñado por un rato- ¿quieres tomar un baño? -pasé mi mano por su cabello- puedo prestarte ropa -quisiera que se quedara aquí, no me importaría mantenerlo con tal de no separarnos, es un pensamiento muy egoísta.

Al menos creo que el efecto que Andy tiene en mi, yo lo provoco en él. Así ya no me siento tan mal por mis penosas reacciones.
Sonrío feliz cuando dice que le ha gustado, me siento más tranquilo de escucharlo de su propia voz.
-Que bueno- digo dando un beso en su brazo.
Él habla de mi ropa ahora, eso es de lo menos importante en este momento.
-No, no quiero bañarme ahora, solo quiero abrazarte- le pongo mi brazo y mi pierna encima luego de decir eso -¿ropa?- me siento para mirar mi ropa, no se ve tan mal y no es que tenga manchas demasiado grandes. Me mito la camisa y limpio mis manos en el interior de la prenda y luego me quito el pantalón y mi ropa interior.
Lo miro a él, y hago lo mismo con la ropa que tiene. Ahora los dos desnudos, me recuesto encima de él y lo beso por algunos segundos.
-Durmamos así- vuelvo a abrazarlo -quiero sentir tu piel toda la noche- me acomodo de nuevo a su lado y me duermo bastante rápido gracias al alcohol.

Hace tanto que no podía descansar tan bien, me siento tranquilo y feliz, todo es perfecto hasta que ese ruido infernal comienza a sonar y me levanto de golpe, mi cabeza duele, y tengo mucha sed. ¿Cuanto tomé? tallo mi cabeza para tratar de aliviar el dolor y veo que no estoy en mi habitación. ¡Ay no, dime que no! giro mi cabeza poco a poco esperando ver a la persona a un lado de mi. Siento un alivio en mi estomago al ver a Andy.
¡La alarma lo va a despertar! me muevo rápido siguiendo el sonido y apago la alarma. Me vuelvo a recostar a su lado, lo abrazo con cuidado para no despertarlo y comienzan a llegar a mi cabeza los recuerdos de lo que pasó. Me siento feliz, de las cosas que él me dijo, incluso de lo que me atreví a decirle y nosotros hicimos, ¿Lo hicimos? no, no lo hicimos él solo… Recuerdo esa imagen de él y siento que toda mi cara arde y de lo que yo hice, mi mano por instinto baja a mi erección. Sé que no debería hacerlo, no estoy solo, me siento fatal por la cruda, pero es que es imposible no querer hacerlo recordando lo que pasó, y teniéndolo él desnudo aquí junto a mi.
Me detengo cuando creo que estoy haciendo mucho ruido y lo miro para ver si se ha despertado. Lo miro confundido, ¿tiene el sueño tan pesado? ¿ o será que solo se hace el dormido?
-¿Andy?- le hablo bajito y solo espero que siga dormido, sería vergonzoso que yo me estuviera masturbando mientras el estaba despierto.

Parece un chiquillo, y solo me río siguiendo caso a sus consejos. También quiero quedarme aquí con él, aunque un baño juntos me habría encantado, pero seguro me levantaba el humor nuevamente y por hoy ha sido suficiente.
-Vas a manchar la ropa -dije riendo al ver cómo se limpiaba sin preocupación alguna, y luego miro cómo se acerca para también deshacerse de mis prendas- hace frío -dije entre risas, pero acepté dormir como él quiso, porque la idea de permanecer toda la noche sin ninguna barrera entre nosotros, me encanta- está bien -lo abracé también y permanecí en silencio. Él se duerme tan rápido, pero mirarlo y sentirlo tan cerca me hace sonreír. También me siento nervioso, tengo miedo que este sea un muy buen sueño. No es así, las cosas irán bien, quiero creerlo.
Ni siquiera noté en qué momento me dormí la noche anterior, pero un ruido molesto me hizo abrir apenas los ojos. Miré la espalda de Dima y sonreí, pero el sonido es demasiado molesto y volví a cerrar los ojos. Está aquí, no tengo mucha fuerza para despertar, simplemente quería confirmar que eso no fue un sueño. Sentí que se alejaba de mí y pensé en levantarme, pero todo es tan pesado, y además no tardó en volver a mí y abrazarme. Apenas sonreí y me quedé quieto, él no está huyendo, y eso me hace que mi cabeza vaya pensando con más claridad. Quiero dormir más, se está muy cómodo en sus brazos. Pero un movimiento tras otro me hace sentir raro. Primero pensé que solo se estaba acomodando en la cama, pero no, ha comenzado a soltar sonidos extraños. El roce de las sábanas, la ligera vibración en la cama… ¿debería abrir los ojos? Pero me siento avergonzado, aún cuando anoche nos tocamos, sigue siendo vergonzoso. Y para mi mala suerte me encuentro desnudo, no hay nada que haga sentir seguro a mi cuerpo.
Intenté mover mi cadera lejos de él en un muy lento movimiento, pero creo que no fue lo suficientemente sigiloso.
Mi ceño se frunció aún con mis ojos cerrados, y abrí lentamente los ojos.
-Hola… -¿hola? Pero es que no sé qué debería decir ahora- buenos días -le sonreí y miré su rostro, realmente se está masturbando, no puedo creerlo. Pero ambos somos hombres, ya sabemos qué ocurre por la mañana. Llevé mi mano a mi entrepierna, es imposible no reaccionar si él está haciendo eso a mi lado, y en lugar de ir al baño solo se quedó aquí- juntos -miré a un lado- ¿quieres que lo hagamos juntos? -inmediatamente lo dije, me tapé la cara con la sábana.

-Me compro otro y ya lanzo la camisa al suelo, no soy apegado a las cosas materiales, poco me importan porque se bien que puedo siempre comprar algo nuevo, más si son cosas tan insignificantes como prendas de ropa.
-nos tapamos y ya- para mi todo parece tan simple en este momento. Jalo como puedo las cobijas para así cubrirnos y que ya no tenga nada más para objetar.

Andy me hace hacer cosas absurdas, pero no lo puedo evitar, lo amo y despierta en mi un deseo que apenas puedo controlar. Y no hablo de querer poseerlo, no es eso, solo que es imposible no excitarme cuando pienso en lo que hicimos, su rostro, los sonidos que hacía cuando lo tocaba.
Él me contesta y me confirma que está despierto, quiero inventar una excusa, decirlo lo que sea para justificar lo que sea que pudo haber visto o escuchado, pero estoy tan apenado que me he quedado en blanco.
-Eso, yo… buenos días- contesto bajando la mirada, creo que debería ir al baño para al menos tratar de ocultarme, pero el vuelve a hablar. Siento ese hormigueo en mi estomago. Siento que casi me quedo sin aire de escuchar su pregunta. Lo sabe, y ahora dice eso tan…
-bueno, solo porque- intento decir algo para no verme tan desesperado o deseoso de que sea así, de mis acostumbradas quejas o reclamos -no quiero quedarme a medias- evito mirarlo y pongo una cara bastante seria. Pero por dentro estoy que me muero de los nervios. Me giro para quedar recostado sobre mi costado y mi brazo va hacia él para hacer que quede en la misma posición pero de frente a mi.
-Bu, buenos días- le digo casi en un susurro le doy un pequeño beso y luego escondo mi rostro en su cuello y pego mi cuerpo al de él. Mi mano baja hasta tocar su erección pero me detengo, respiro profundamente y lo toco de nuevo. Mi mano se mueve un poco insegura -¿A, así está bien?- le pregunto sin levantar mi cara, no quiero que veo lo rojo que debo de estar. Ya hice esto anoche, pero ahora que no tengo alcohol en la sangre me siento hasta torpe para tocarlo.

Temo un poco que él niegue lo que pasó entre nosotros, anoche estaba ebrio, pero creo que a estas horas el efecto se fue, y él suele ser menos honesto así. Pero le sonreí intentando no desconfiar, dije que sería fuerte sobre nosotros, que no lo dejaría ir y más cosas, no puedo comenzar con mis pensamientos pesimistas.

Él aceptó y destapé de nuevo mi cara, miré el techo por un momento, dijo que sí, pero ¿debería simplemente tocarlo y ya? Esto es tan nuevo para mí, me siento como un ignorante que por primera vez tocará a alguien más.
-Bu… buenos días -lo repetí también, me ha hecho mirarle y mi rostro no puede estar más avergonzado. Luce demasiado sexy, ¿cómo puede alguien verse tan bien a la primera hora en la mañana? Pero cerré mis ojos disfrutando el pequeño beso, siento mi pecho caliente, y también hay otra parte de mi cuerpo donde el calor se va acumulando- ah -abrí los ojos sorprendido, él fue el primero en tocarme, siento que mi corazón va a parar de tan rápido que está latiendo- s-sí -está demasiado cerca, y aprovecho para buscarlo con una de mis manos. Siento un cosquilleo en mi estómago al tomarlo en mi mano, y comencé a masajear a un ritmo similar al suyo. Viene un espasmo tras otro, no puedo creer que de nuevo esté pasando, apenas anoche estábamos tocándonos.
Mi respiración comenzó a hacerse pesada, intenté no soltar ningún sonido extraño, a la distancia que se encuentra es obvio que me va a escuchar.
-Quiero besarte -mis ideas empiezan a nublarse, y con ello voy perdiendo toda esa vergüenza de hace un rato. Cuando me miró no dudé en acercarme y tocar sus labios con los míos, y lo solté de repente para moverme encima de él. El movimiento fue rápido, lo miré desde arriba a pocos centímetros de su rostro, y de nuevo fui a sus labios. No debería presionarlo, tengo que aguantar con lo que él me da, pero...- lo siento -me disculpé, pero no me moví de arriba de él, es como si mi mente se dividiera entre lo que quiero hacer, y lo que debo.
Lentamente me senté arriba de él, y tomé su erección con mi mano. Me gusta mirarlo desde arriba, me pregunto, ¿a él le gustaría también verme así? La idea de nuestras posiciones invertidas me excita.

Al menos parece que no lo estoy haciendo tan mal. A veces me sorprendo de lo sencillas que se vuelven algunas cosas cuando estoy tomado, más cuando al estar sobrio no puedo hacer las mismas cosas con la soltura de antes. Cuando dice que si me relajo un poco, pero aun estoy muy nervioso, quiero hacerlo bien.
Trago algo de mi saliva cuando él me toca, y hace que nuestros movimientos vayan al mismo ritmo. Esto es tan extraño, muy diferente a todas las experiencias que he tenido, las manos de Andy pareciera que hacen a mi cuerpo ser más sensible de lo he sido con otras personas.
Ahora que él me está tocando, es un poco más complicado concentrarme, solo sigo moviendo mis manos, pero ya no pienso tanto en eso, es imposible concentrarme tanto en ello, solo comienzo a dejar que mis movimientos sean más por instinto.
Lo miro cuando habla sobre besarme, pero no me da tiempo a reaccionar, el ya me está besando y yo correspondiendo sin dudar.
De alguna manera él ha terminado encima de mi y lo observo un poco confundido, pues por el movimiento repentino y cambio de posición me siento un poco perdido. Pero de nuevo no me da tiempo a nada más que corresponder a sus labios.
Escucho como se disculpa, pero ¿por qué lo hace? no puedo seguir el ritmo de lo que él hace o dice, estoy completamente perdido. Él vuelve a tocarme y yo muevo mi cabeza hacia atrás y dejo escapar algunos sonidos provocados por la manera en que me toca. Cierro mis ojos y actúo un poco egoísta dejando que él me de algo de placer mientras yo solo disfruto. Mi mano se mueve buscándolo, no quiero dar una imagen tan vergonzosa de nuevo, pero no creo poder resistir demasiado. Aunque creo que ahora no debo verme tan diferente. Me siento completamente sometido por él y haciendo a penas lo que mi cerebro alcanza a procesar.  Mi mano sigue ahora el ritmo que él marca. Cierro mis ojos porque si lo miro en este momento creo que no podré aguantar más. Ni siquiera sé para que me esfuerzo tanto en aguantar, al final no puedo controlarlo, y siento ese golpe de placer al llegar al climax. Aunque al menos ahora he durado más… creo.
Me levanto avergonzado y lo abrazo, no quiero que vea mi cara. Pero mi mano sigue entre nosotros dos, buscando que el también termine y aunque lo hace, yo sigo abrazándolo un rato más.
-más te vale no volver a dejarme nunca más- digo en tono amenazador, pero aun no me atrevo a soltarlo para mirarlo -hay que bañarnos, me salpicaste todo- digo como si me quejara ahora de eso, pero solo decirlo siento como mi cara arde.

Siempre que estoy con él pierdo el control, me siento en conflicto conmigo mismo sobre cómo debo actuar. No quiero molestarlo con mi comportamiento o que piense mal de mí, tengo mucho miedo de seguir arruinando la imagen que tiene de mi persona. Pero por culpa del placer y mis sentimientos se vuelve complicado razonar. Tan solo bastan unos besos, el roce de sus dedos o sus gestos para que yo me pierda en las sensaciones y actúe a mi modo. Pero él no se ha quejado, ni parece molesto o incómodo, y siento eso como una aprobación. No me moví de arriba de él y continué moviendo mi mano para darle placer. Ver sus expresiones me hace sonreír, y su voz resulta excitante, y es inevitable continuar.
Mordí mi labio al notar las contracciones de su cuerpo por haber terminado, me quedé mirando unos segundos con la respiración agitada. Al sentir su abrazo mi pecho sintió una punzada agradable, y luego las sensaciones se hicieron más fuertes gracias a su mano. No me preocupé por aguantar u ocultar mi voz, y cerré mis ojos para disfrutar de ese momento hasta que llegué al climax.

Abrí los ojos y respiré con dificultad, él está hablando menos cariñoso que ayer, pero lo que ha dicho me ha puesto muy feliz, mucho más de lo que ya me sentía. El placer que nos hemos dado en contadas veces es fascinante, pero cuando expresa sus sentimientos abiertamente es mucho más significativo.
-Lo siento -sonreí, ayer no parecía importarle y hoy parece que me está regañando, es muy tierno- solo si me dices que me amas -creo que quiero aprovecharme un poco, quiero escucharlo de nuevo. Lo conozco y sé que borracho es más honesto, quiero que también lo sea consciente. No dudo de sus sentimientos, es más un capricho mío- yo a ti te amo, y no te dejaré -aspiré cerca de su cuello y suspiré.
Me separé de él para poder movernos al baño, la atmósfera se siente como si hubiésemos hecho muchas cosas sucias, me gusta.
Tomé su mano y le jalé hacia el baño. Es un poco extraño tomarnos de las manos teniendolas un poco manchadas, pero está bien. Abrí la llave de la regadera y esperé que se templara un poco, quisiera tomar un largo baño en la tina, pero primero debemos quitarnos todo de encima.
-Quédate a desayunar -le pedí, no quiero que saliendo del baño intente huir- y a comer, si quieres también a cenar -estoy mirando el azulejo del baño, es vergonzoso.

No solo es nuevo toda la experiencia de hacer esto con un hombre, sino que nunca he sido una persona tan dócil con mis parejas en esta clase de situaciones. Claro que me gusta que me den placer, pero deliberadamente busco conseguirlo, pero ahora solo me siento completamente bajo los deseos de Andy, soy como un idiota que olvida como hacer las cosas. Y creo que el disfruta de tener esta clase de control sobre mi, yo en su lugar seguro que lo haría.

¡Él realmente es! respiro profundamente, de alguna manera intento buscar la manera de decir algo tan vergonzoso, ¿por qué pide algo como eso? si ya se lo dije anoche, no se cuantas veces lo repetí, pero seguro que fueron muchas veces, ¿por qué escucharlo de nuevo?
-Yo- comienzo a hablar, pero las palabras se detienen, es tan difícil decirlo ahora, y no porque no lo sienta, sino que simplemente estoy muy acostumbrado a guardar esa clase de pensamientos y sentimientos que me cuesta demasiado expresarlos -¡agggg!- me quejo frustrado y lo abrazo con mucha más fuerza -te amo- digo muy bajito y siento como el calor de mi cara se expande por todo mi cuerpo, la vergüenza es demasiada en este momento. Aun así, cuando dice que me ama, sonrío y me siento más tranquilo cuando dice que no me dejará.

Aun me siento apenado por todo, mi aparentemente inevitable eyaculación precoz, las palabras que acabo de decir, incluso el que ahora estemos desnudos y bañados en nuestros fluidos. Aun así camino de su mano para ir al baño.
-Bueno- digo bajito mirando el suelo, pero levanto la mirada cuando esa invitación a desayunar termina llegando hasta la cena, lo miro un poco extrañado -Está bien… me quedaré para, todo eso- bajo la mirada. Me siento tan feliz por todo esto, por el tiempo que podemos compartir de nuevo, que no quiero irme.
Me meto bajo el agua de la regadera y suelto mi cabello antes de terminar de meter mi cabeza, tallo un poco para tratar de quitar lo que queda en nuestra piel…
-¿Tus amigos no se molestarán si me quedo?- pregunto recordando que él no vive solo, ¿nos habrán escuchado? no fui demasiado discreto anoche, aunque tampoco es como que fuera mucho rato...