Issues (Ilya)

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy fue uno de esos días en que tuve que visitar a mi madre. Honestamente no es nada agradable, pero mi hermano y su padre no son tan nefastos como ella, no puedo decir que me la pasé tan mal. Sin embargo, luego de un rato ella comenzó con sus comentarios y a mencionar cosas sobre mi padre, y realmente es cuando yo pierdo un poco esa tolerancia que le tengo. Pero no quiero crear un ambiente incómodo, más del que ella se encarga de formar, por eso le dije que tenía que trabajar y me despedí de ellos luego de unas horas.
Cuando salí de su casa, le envié un mensaje a Hannu. Ya es casi una costumbre. A veces son solo caritas, o “ten un lindo día”, entre otros textos cortos pero que no ocultan el cariño que siento por él. Creo que las cosas van bien entre nosotros, a pesar de que él todavía no se siente listo, no soy alguien impaciente.
-Qué hay -llegué a la cafetería de uno de mis amigos y me senté en la barra. Pedí un café y algo dulce para acompañarlo, comí con mi madre pero muy poco, ella tiene tanta habilidad para eso como para cuidar niños- hola, pequeño, ¿cómo estás? -saludé a Ilya de rápido al verlo ocupado, y mientras tomaba el café, me puse a platicar con el dueño y nos desviamos hacia temas de hace muchos años, me gusta mucho frecuentar este lugar, pero, últimamente me siento un poco incómodo al hacerlo. El primer día que vi al exnovio de Hannu aquí, me sentí molesto, pero no dije nada hasta unas visitas después, aunque solo pregunté si habían contratado a alguien y ya el dueño me contó que estaba aquí gracias a Ilya. Pero afortunadamente hoy no está, supongo que salió antes y me alegro por eso. No puedo evitar cierto desagrado hacia él, a pesar de no actuar imprudente, eso no quiere decir que pueda ignorar por completo ese hecho.
-Hey, ¿ese es amigo tuyo? -la noche cayó sin darnos cuenta, tuve que consumir otro café y una bebida para quedarme y no verme tan mal.
-Lleva ahí un rato, ¿cierto? -asentí y de nuevo miramos afuera al tipo que estaba al otro lado de la acera. Hace un momento se vio muy entusiasmado al despedirse y agradecerle a Ilya- creo que lo está esperando -el dueño es mayor que yo, creo que por eso siente esa necesidad por cuidar mucho a sus empleados, y con ese chico al ser el menor es aún más precavido.
Llegó la hora de cerrar y me hicieron salir por la parte trasera. Les ayudé a recoger ya que me encontraba allí, y como salí antes que ellos, decidí esperar al pequeño, además le prometi al jefe que echaría un ojo.
-Ilya -luego de unos cinco minutos le llamé y apagué el cigarro que estaba fumando- ¿por dónde te vas? Ya es algo tarde -le sonreí- ¿por qué no nos vamos juntos? También debo tomar el metro -comenzamos a caminar hacia la acera principal. El tipo no dudó y se acerco, y le regalé una sonrisa cuando me saludó, aunque la suya fue muy falsa.

Saki:

Asiento un poco apenado por ese gesto que ha tenido, solo ha sido un guiño, pero ya a este punto creo que cualquier cosa que él haga me va a poner emocionado y nervioso, ¡me encanta!
-Gracias- ¡dios! ¡Saki es una persona increíble! hoy sin duda es mi día de suerte.

Él no se ha molestado, creo que no he sido demasiado obvio, o simplemente que soy un chico y él no piensa que yo pueda pensar cosas raras.
-¡aaaah!- exclamo porque había olvidado que me tenía que bajar, apresurado lo sigo para salir del metro -Ammm, mas o menos, pero ya te he molestado mucho- entrelazo mis manos, porque hoy ya le he dado muchas molestias. La zona donde viven mis tíos no es de las que se llega con facilidad si no tienes tu propio auto, a mi no me molesta caminar y todo eso, de hecho me gusta, es un poco agobiante estar en esa casa tan grande y vacía. Me hace sentir que mi vida ha cambiado demasiado y claro que ha cambiado, perdí a mis padres, pero no me gusta sentirme tan rodeado de lujos.

Le observo un poco confundido al principio no entiendo de que habla pero luego capto y siento los colores subir a mi rostro y comienzo a mover mis manos.
-No, no, no te preocupes, no pasa nada, no, yo no… no me molesté- admito al final con algo de esfuerzo -jeje, cierto- actúo demasiado tímido, debo calmarme o sino ¡él lo va a notar! Hasta ahora solo me comporto de esta manera con dos chicos. ¿Que pasa conmigo? antes me pasaba solo con chicas y ahora hasta los hombres me ponen de esta manera. Aunque al menos no son todos…
-Debe ser el cansancio- río de manera exagerada y rasco mi cabeza. Creo que él no lo ha notado, pero es que antes no me comportaba tan tímido, era normal, hasta que Min me dijo que él debía gustarme, yo ni lo había pensado pero entonces poco a poco, cada vez que lo veía comenzaba anotar las cosas que me hacía sentir. Pero debo controlarme, no puedo seguir de esta manera, no puedo evidenciarme. No quiero que él me vaya a odiar.

Creo que debería acompañarlo y ya, si pregunto entonces este trato un poco formal entre nosotros, no va a cambiar.
-No digas eso. Ya sé, te acompañaré un tramo, ¿vale? -tal vez le incomoda que lo cuide mucho. Pero bueno, soy así, no tengo que ser diferente a como soy con mis otros amigos, debo dejar de preocuparme por si lo voy a molestar o eso. Hace un rato me pidió ser amigos, se vio muy tierno, pero quiere decir que le agrado, y a mí me gusta él, entonces debo relajarme para que él también lo haga.
Comencé a reírme y solte un obvio suspiro, y llevé mi mano a su cabeza.
-Creo que nos ponemos demasiado tensos por nada -le sonreí y comencé a caminar, pero pare en seco al mirar que lo dejaba atrás sin querer- me imaginé que sería algo así, has trabajado mucho hoy -me puse a la par con él y lo miré preocupado- después de todo no es fácil, eh -le codeé despacito y reí- pero ahora ya sé mas o menos por dónde vives. También te llevaré algún día a que conozcas mi casa -eso me hace sentir más cercano a él. Siempre me ha gustado hacer nuevos amigos y llevarlos a casa. Aunque a él ya lo conocía y le consideraba un poquito más que solo un conocido, es lindo nombrarnos amigos.

Caminamos por un rato, la bulla de la gente comenzó a disminuir hasta solo escucharse nuestros pasos. La zona en la que estamos es bastante lujosa. Ahora que lo pienso, no sé mucho de Ilya.
-Vives en un bonito lugar -le comenté con una sonrisa- pero sí caminas bastante, ¿verdad? No deberías dejar que el jefe te explote tanto -me paré en mitad de la calle. Hemos avanzado ya algo, siento que si lo llevo hasta su puerta me perderé de regreso- ¿falta mucho para tu casa? Por acá es bastante grande, creo que voy a perderme si avanzo más -me reí nervioso por mi torpeza. Pero luego se hizo de nuevo el silencio, lo miré fijamente, él es lindo. De hecho, es muy lindo, no lo había notado porque siempre me dio la impresión de ser un niño, y yo no me meto con niños. Bueno, Hannu no debe ser mucho mayor que él- tienes bonitos ojos, Ilya, no los había visto con claridad -puse mi mano en mi barbilla y lo miré. Y se avergüenza como siempre- estás colorado, mira, mira -comencé a molestarlo y reír, y lleve mis manos a sus mejillas- vamos, no te sientas tan apenado -le sonreí, pero luego noté que tal vez me había sobrepasado. Normalmente eso aumentaría mis ganas de molestar, incluso haría bromas con respecto a mi sexualidad y eso, pero ahora solo bajé mis manos despacio.

No sé como negarme, bueno, la verdad no quiero negarme, quiero que me acompañe, que pasemos más rato juntos, me gusta mucho tenerlo cerca, pero él ya comienza a notar mi comportamiento raro, creo que solo terminaré siendo como siempre, demasiado obvio.
-Si- y solo acepto, porque mis deseos son más grandes que mi sentido común.

Caminamos, ya no me preocupo tanto por seguir el camino correcto, ya lo se de memoria, así que no pienso demasiado. Mientras mas avanzamos, las casas se vuelven más grandes y lujosas.
-¿en serio? eso me gustaría- conocer su casa, temo que podría tomar demasiada confianza, por eso me gusta pasar el tiempo en el departamento de Ilkin aunque es lujoso, no se siente tan grande, ostentoso y solo como la casa de mis tíos.
-Ah, si, es la casa de mis tíos- no me gusta pensar que esa es mi casa, yo no me siento parte de ese lugar, amo a mi tía, y mi tío es una persona amable, pero yo no siento que ese sea mi hogar.
-Que dices, no lo hace, es solo hoy porque no voy a clases mañana, pero entre semana siempre salgo antes- defiendo un poco al jefe, aunque se que ha sido algo así como una broma.
Niego con la cabeza, la casa ya queda cerca.
-Está por allá, si quieres ya puedo ir solo desde aquí- señalo en la dirección  para que vea que no le miento, aunque no es que el conozca la casa en la que vivo.
-¿Qué?- pregunto con algo de sorpresa y siento su mano en mi cara que me hace mirarlo. Mi corazón late con fuerza y siento como todo mi rostro de nuevo comienza a sentirse caliente. Debería decir algo, reir como él lo hace, al menos algo, pero no, solo me quedo quieto sintiendo mi rostro más y más caliente. Cuando me suelta salgo de mi estupor y cubro mi rostro con mis manos.
-yo, yo… ¡gracias por acompañarme!- casi he gritado lo último, hago una gran reverencia pero también muy rápida y salgo corriendo. Si, estoy huyendo de él porque no creo poder conseguir que mi corazón se calme.

-Bien, entonces… pero eso luego de ir al parque. Vaya, hemos hecho varios planes sin querer -me reí un poco fuerte. No soy la persona más ocupada pero tengo algo de trabajo, más las salidas con Hannu, otros amigos… tengo que hacerme algo así como una agenda y ver qué día salir con Ilya, no quiero que piense que fue mentira.
-Ah… vives con tus tíos. Yo vivo con mis abuelos -dije el dato al azar, no quiero preguntar nada personal. A mí no me preocupa contar la situación de mis padres, pero hay personas a las que eso les incomoda. Pero me dio curiosidad sobre si por esa razón trabaja, pero obviamente no pregunté- bien bien -me reí, obviamente no hablaba en serio, pero sí es bastante lo que camina. Aunque yo estoy acostumbrado, sé lo pesado que es la vuelta a casa luego de una jornada de trabajo.

Asentí y le sonreí. No se ha molestado por nada de lo que dije hoy, tampoco por lo que hice después de tocar su cara. No pensé mucho para tener ese gesto, yo soy muy cercano a mis amigos y cosas como abrazarnos o besarnos en la mejilla son un poco normales. Pero a Ilya debió incomodarle, y encima lo avergoncé.
-Ah, no, lo -pero no dejó que terminara de disculparme y salió corriendo. Me quedé mirándolo sin entender porqué. ¿De verdad lo incomodé tanto?- sí, cuídate -pero él ya no me escucha, y me reí nervioso. Rasqué mi cabello y me quedé de pie viendo a dónde entraba. Al darme la vuelta me sentí confundido. Creo que me pasé, él dijo que fuésemos amigos pero tal vez Ilya no es tan familiar con sus amigos. Porque sino, sino… imposible- ah, espero que no esté molesto -mientras caminaba de regreso saqué mi celular. Le pediré una disculpa, no quiero que comencemos mal cuando apenas decidimos ser amigos. Esto es raro, es como si comenzara una relación de otro tipo, nunca antes alguien me pidió tan seriamente ser amigos.

“Perdón pequeño, no quería incomodarte. Pasaré un día de estos a verte para quedar ^^ “

Suspiré y guardé mi teléfono.  El jefe dice que le agrado mucho, por eso me sobrepasé pero cuidaré mi comportamiento a partir de hoy. De nuevo saqué mi teléfono para enviarle a Hannu un mensaje de buenas noches y decirle que lo quiero. Ojalá nos veamos pronto, lo extraño demasiado.