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Tragedies [Sato]
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Tragedies [Sato]
Recuerdo del primer mensaje :
Llamé a Ilkin ayer y me dijo que ha estado enfermo estos días, me preocupa porque la mayor parte del tiempo la pasa solo y aunque dijo que su madre ha ido a cuidarlo, creo que no ha estado todo el tiempo a su lado. Por eso me decidí a ir a visitarlo. Es un poco raro porque vive con dos personas más ahí, pero mi prioridad es que él se sienta mejor, así que podré sobrellevarlo. Además uno de ellos ya lo conozco, y el otro es primo de Ilya, debe ser una buena persona también. Pero antes de ir, tengo que comprar algunas cosas en el súper para poder cocinarle, me alegra que este tiempo la señora me haya puesto a ayudarla porque mis habilidades en la cocina han mejorado, y es emocionante la idea de cocinarle a mi novio.
-Pero todavía no sé qué haré -también debo avisarle que iré, aunque ya cuando esté en el taxi voy a llamarlo. Hoy no quise molestar a Sato para que me llevara, además al pensar en que tenía que ir a dejarme a la casa de Ilkin fue incómodo. No se va esta sensación, cada vez que pienso en él o que estamos juntos se siente raro. Se ha recuperado, estuvo varios días en casa y nos hicimos más cercanos con eso, tanto que sentí feo el día que regresó a su casa- tengo que concentrarme -di un suspiro y comencé a meter algunas cosas en el canasto de compras. Llevo algunas verduras frescas, y pensé en hacerle algún pudin o postre pero... ¿está bien que lleve fruta conservada? Tomé un frasco de duraznos y me quedé meditando, no puedo usar los naturales, o tal vez debería añadir algunas fresas.
-Qué linda coincidencia -un hombre habló muy cerca de mí, pero lo ignoré porque puede que le esté hablando a alguien más. En todo caso, me alejaré- Jaja, ¿ahora te haces la digna? Si antes hasta me abrías gustosa las piernas.
Me congelé y me quedé mirando el frasco. No me está hablando a mí, no hay forma que me diga eso... Coloqué el frasco de nuevo en la repisa y comencé a caminar, pero un jalón en el brazo me hizo reaccionar de inmediato y me giré para golpearlo.
-¡No me toques! --al mirarlo lo reconocí, y un sentimiento de miedo y enojo comenzó a invadir todo mi cuerpo. Me soltó por un momento y se quejó, pero luego caminó de nuevo a mí y yo retrocedí unos pasos- ¡aléjame! -no hay personas cerca, ¿por qué? No lo pensé y di la vuelta para huir, pero me tomó del vestido, me jaló hacia él y pasó su mano por mi cadera, haciendo un sonido asqueroso. Solté la canasta para poder defenderme. Tengo miedo, mi cuerpo tiembla pero mis reacciones son automáticas desde que aprendí a defenderme. Por eso le pegué con mi codo en la cara y cuando me soltó, lo empujé al suelo y comencé a patearlo. Mis lágrimas escurren por mis cara y el zumbido en mi oído empieza a hacerse cada vez más fuerte. Apreté los puños y comencé a gritar mientras le pateaba el torso.
Una persona me tomó por las axilas y rápido intenté golpearlo, y otra más llegó a ayudar al hombre a ponerse de pie.
-Suéltame -intenté zafarme y rápidamente me soltó, es uno de los trabajadores del supermercado. La gente ahora está cerca de nosotros, a él lo ayudan y le ofrecieron su mano, mientras que a mí me están señalando y mirando mal.
-¿Qué diablos te pasa, maldita ramera¡ -de nuevo intenté acercarme a golpearlo pero los empleados me detuvieron, y en cuanto me tocaron los empujé y di dos pasos hacia atrás. Esto está mal, ¿por qué me están culpando? Comencé a llorar y sus caras solo mostraron odio por mí, y ese hombre no deja de decir que solo soy una sucia y violenta prostituta., y aún así las personas lo están ayudando.
Me tiré en el suelo y comencé a llorar, y en unos minutos llegó un policía y me tomó del brazo. Mi primera reacción fue alejarme, y debido a eso su trato dejó de ser amable y me obligaron a salir del supermercado hasta la patrulla que habían llamado.
Mi cabeza está en blanco ahora, esto parece una pesadilla. Sí, debe ser un muy mal sueño. Tengo que llamar a papá pero me han quitado mi bolso. No pude hacer nada, no importa cuánto aprendí estos años al final él ganó, ellos siempre ganan. Nunca voy a dejar de pertenecer a ese sitio no importa lo que haga.
Cuando llegamos a la comisaría me sentía sin fuerzas, y entré con la cabeza agachada hasta un separo, allí el policía me dijo que esperara y el hombre, que nos siguió en su auto, dijo que se encargaría de hundirme y que le haría pagar.
Llamé a Ilkin ayer y me dijo que ha estado enfermo estos días, me preocupa porque la mayor parte del tiempo la pasa solo y aunque dijo que su madre ha ido a cuidarlo, creo que no ha estado todo el tiempo a su lado. Por eso me decidí a ir a visitarlo. Es un poco raro porque vive con dos personas más ahí, pero mi prioridad es que él se sienta mejor, así que podré sobrellevarlo. Además uno de ellos ya lo conozco, y el otro es primo de Ilya, debe ser una buena persona también. Pero antes de ir, tengo que comprar algunas cosas en el súper para poder cocinarle, me alegra que este tiempo la señora me haya puesto a ayudarla porque mis habilidades en la cocina han mejorado, y es emocionante la idea de cocinarle a mi novio.
-Pero todavía no sé qué haré -también debo avisarle que iré, aunque ya cuando esté en el taxi voy a llamarlo. Hoy no quise molestar a Sato para que me llevara, además al pensar en que tenía que ir a dejarme a la casa de Ilkin fue incómodo. No se va esta sensación, cada vez que pienso en él o que estamos juntos se siente raro. Se ha recuperado, estuvo varios días en casa y nos hicimos más cercanos con eso, tanto que sentí feo el día que regresó a su casa- tengo que concentrarme -di un suspiro y comencé a meter algunas cosas en el canasto de compras. Llevo algunas verduras frescas, y pensé en hacerle algún pudin o postre pero... ¿está bien que lleve fruta conservada? Tomé un frasco de duraznos y me quedé meditando, no puedo usar los naturales, o tal vez debería añadir algunas fresas.
-Qué linda coincidencia -un hombre habló muy cerca de mí, pero lo ignoré porque puede que le esté hablando a alguien más. En todo caso, me alejaré- Jaja, ¿ahora te haces la digna? Si antes hasta me abrías gustosa las piernas.
Me congelé y me quedé mirando el frasco. No me está hablando a mí, no hay forma que me diga eso... Coloqué el frasco de nuevo en la repisa y comencé a caminar, pero un jalón en el brazo me hizo reaccionar de inmediato y me giré para golpearlo.
-¡No me toques! --al mirarlo lo reconocí, y un sentimiento de miedo y enojo comenzó a invadir todo mi cuerpo. Me soltó por un momento y se quejó, pero luego caminó de nuevo a mí y yo retrocedí unos pasos- ¡aléjame! -no hay personas cerca, ¿por qué? No lo pensé y di la vuelta para huir, pero me tomó del vestido, me jaló hacia él y pasó su mano por mi cadera, haciendo un sonido asqueroso. Solté la canasta para poder defenderme. Tengo miedo, mi cuerpo tiembla pero mis reacciones son automáticas desde que aprendí a defenderme. Por eso le pegué con mi codo en la cara y cuando me soltó, lo empujé al suelo y comencé a patearlo. Mis lágrimas escurren por mis cara y el zumbido en mi oído empieza a hacerse cada vez más fuerte. Apreté los puños y comencé a gritar mientras le pateaba el torso.
Una persona me tomó por las axilas y rápido intenté golpearlo, y otra más llegó a ayudar al hombre a ponerse de pie.
-Suéltame -intenté zafarme y rápidamente me soltó, es uno de los trabajadores del supermercado. La gente ahora está cerca de nosotros, a él lo ayudan y le ofrecieron su mano, mientras que a mí me están señalando y mirando mal.
-¿Qué diablos te pasa, maldita ramera¡ -de nuevo intenté acercarme a golpearlo pero los empleados me detuvieron, y en cuanto me tocaron los empujé y di dos pasos hacia atrás. Esto está mal, ¿por qué me están culpando? Comencé a llorar y sus caras solo mostraron odio por mí, y ese hombre no deja de decir que solo soy una sucia y violenta prostituta., y aún así las personas lo están ayudando.
Me tiré en el suelo y comencé a llorar, y en unos minutos llegó un policía y me tomó del brazo. Mi primera reacción fue alejarme, y debido a eso su trato dejó de ser amable y me obligaron a salir del supermercado hasta la patrulla que habían llamado.
Mi cabeza está en blanco ahora, esto parece una pesadilla. Sí, debe ser un muy mal sueño. Tengo que llamar a papá pero me han quitado mi bolso. No pude hacer nada, no importa cuánto aprendí estos años al final él ganó, ellos siempre ganan. Nunca voy a dejar de pertenecer a ese sitio no importa lo que haga.
Cuando llegamos a la comisaría me sentía sin fuerzas, y entré con la cabeza agachada hasta un separo, allí el policía me dijo que esperara y el hombre, que nos siguió en su auto, dijo que se encargaría de hundirme y que le haría pagar.
- Mia:
Mia Ueda- Puntos : 105
Fecha de inscripción : 25/06/2016
Edad : 24
Re: Tragedies [Sato]
La cena es un poco incomoda, pero realmente prefiero esto a que ocurra cuando esté el señor. Yo quiero hablar con él, dejar las cosas en claro. Ya estoy preparado a lo que me puede decir, y ni siquiera eso me hará huir. La verdad es que tengo dudas. Sobre lo que ha pasado.
Yo le dije lo que siento, no espero nada a cambio, pero aunque ella de alguna manera me corresponde, no estoy seguro de a que grado llega eso. ¿Nosotros podríamos tener algo? ¿seguiremos como hasta ahora? ¿que pasará con su novio?
No quiero ilusionarme ni tener esperanzas, porque el futuro es incierto, pero no lo he podido evitar.
Mientras cenamos, elogio la comida de la señora Tanaka, pero lo que más hago es de vez en cuando mirar a la señorita y sonreír al ver que ahora se encuentra mejor.
Levanto la mirada cuando la señora Tanaka hace aquel comentario, no esperaba que ella fuera a decir algo como eso.
-Pero al menos ya sabes cual es la medicina que necesitabas- dice la señorita con tono algo burlón, yo solo me siento avergonzado y bajo la mirada. Parece que he sido demasiado obvio. Miro de reojo a la señorita, quiero disculparme porque por mi culpa está pasando una situación algo incomoda. Si no fuera tan obvio, pero no lo he podido evitar, ¿como se controla el ser tan feliz?
Terminamos de cenar y de alguna manera quedamos de nuevo solos, y al menos así ya no hay tantos comentarios sobre… bueno, sobre nosotros. Sonrío por esa palabra, nosotros…
La ayudo con los trastes, para llevarlos a la cocina y lavarlos y yo le ayudo a secarlos.
-Señorita, yo no quiero que se sienta incómoda por mi culpa. Al parecer he sido demasiado obvio, lamento lo de la cena- hago una pequeña reverencia con ese vaso que aun no he terminado de secar -me esforzaré en ser más prudente- dejo el vaso en su lugar y la miro a ella y me vuelvo a disculpar haciendo una reverencia.
-Debería irme para que usted para descansar- obvio no quiero, yo podría pasar a su lado odo el tiempo que ella me permita, pero tal vez ella prefiera algo de distancia. Pero realmente no he dicho que me voy, estoy como sugiriendo, pero si ella me dice que no... ¿aunque por que me iba a decir que me quede?
Yo le dije lo que siento, no espero nada a cambio, pero aunque ella de alguna manera me corresponde, no estoy seguro de a que grado llega eso. ¿Nosotros podríamos tener algo? ¿seguiremos como hasta ahora? ¿que pasará con su novio?
No quiero ilusionarme ni tener esperanzas, porque el futuro es incierto, pero no lo he podido evitar.
Mientras cenamos, elogio la comida de la señora Tanaka, pero lo que más hago es de vez en cuando mirar a la señorita y sonreír al ver que ahora se encuentra mejor.
Levanto la mirada cuando la señora Tanaka hace aquel comentario, no esperaba que ella fuera a decir algo como eso.
-Pero al menos ya sabes cual es la medicina que necesitabas- dice la señorita con tono algo burlón, yo solo me siento avergonzado y bajo la mirada. Parece que he sido demasiado obvio. Miro de reojo a la señorita, quiero disculparme porque por mi culpa está pasando una situación algo incomoda. Si no fuera tan obvio, pero no lo he podido evitar, ¿como se controla el ser tan feliz?
Terminamos de cenar y de alguna manera quedamos de nuevo solos, y al menos así ya no hay tantos comentarios sobre… bueno, sobre nosotros. Sonrío por esa palabra, nosotros…
La ayudo con los trastes, para llevarlos a la cocina y lavarlos y yo le ayudo a secarlos.
-Señorita, yo no quiero que se sienta incómoda por mi culpa. Al parecer he sido demasiado obvio, lamento lo de la cena- hago una pequeña reverencia con ese vaso que aun no he terminado de secar -me esforzaré en ser más prudente- dejo el vaso en su lugar y la miro a ella y me vuelvo a disculpar haciendo una reverencia.
-Debería irme para que usted para descansar- obvio no quiero, yo podría pasar a su lado odo el tiempo que ella me permita, pero tal vez ella prefiera algo de distancia. Pero realmente no he dicho que me voy, estoy como sugiriendo, pero si ella me dice que no... ¿aunque por que me iba a decir que me quede?
Satoshi Ohkawa- Puntos : 54
Fecha de inscripción : 29/08/2017
Edad : 30
Re: Tragedies [Sato]
Enjuagué el último traste y luego mis manos, me sequé con la pequeña toalla y la extendí a un lado.
[color:2007=ff0066]-No tienes que disculparte -me giré frente a él, está haciendo una reverencia. Creo que ambos fuimos muy indiscretos, aunque no me fijé en eso hasta quie la señora soltó ese comentario- está bien, no tienes que hacer eso -se nota que estoy nerviosa. Quería que estuviéramos a solas pero ahora soy consciente de las cosas que sucedieron entre nosotros. Nuestra relación ya no es igual que antes, incluso si no hacemos nada, no podré dejar de pensar en él de esa forma, en recordar sus palabras y las mías.
Me quedé callada nuevamente, es tarde y él trabaja, debe sentirse cansado. Debo agradecer que se dio la molestia de venir y subir a poner en orden mi cabeza.
-Sí, amm... tú también debes descansar, mañana trabajas... -miré a un lado, pensé que se quedaría más tiempo pero fue una visita rápida, y ya le entretuvimos pidiendo que se quedara a cenar.
Caminamos hacia la puerta, debo decir algo, no se pueden quedar las cosas de esta forma. Vamos, solo dile que se quede unos minutos más. ¿Pero qué le digo? Antes de cualquier cosa debo hablar con Ilkin, y después... no sé qué ocurrirá luego de eso.
-Sato -estiré mi mano y tomé su camisa- ¿debes irte ya? ¿Estás muy cansado? -le solté y desvié la mirada- yo pensé... bueno no estoy cansada, ya he recuperado energía y me preguntaba si quieres... -escuché un ruido y me puse alerta, pensé que alguien venía pero no es nadie. Lo miré de nuevo y me quedé callada, tengo que decirle las cosas claramente, no quiero que esta incomodidad se extienda a cada vez que nos veamos- ¿podemos hablar un poco? -señalé afuera y caminé a donde se encuentra la alberca. Al abrir sentí frío, pero no le di importancia y cerré la puerta, no quiero que nadie escuche, no es como si la señora o Emi fueran a hacerlo, supongo que estoy demasiado nerviosa.
Me senté en una de las sillas y le indiqué que tomara la otra. Le dije que quería hablar pero no tengo idea por dónde empezar.
-Bueno -he tardado un rato en decir la primera palabra. Tengo que ser honesta y decir lo que pienso- la verdad estoy confundida -miré el agua de la piscina. Nosotros básicamente nos confesamos al otro, pero no sé si eso marcará el inicio o final de algo. No quisiera comenzar algo con Sato si aún no he hablado con Ilkin- hablaré con Ilkin -levanté la vista y lo miré, de repente siento que puedo decir todo- yo lo quiero, es importante para mí porque fue uno de mis primeros amigos y que me ayudó a confiar en otros, por eso me gustaría hacer las cosas correctamente -aunque... aunque Sato no dijo que nosotros... Mis mejillas comenzaron a ponerse coloradas y aclaré mi garganta- no digo que nosotros, bueno, es que yo no creo que esté bien sentir esto por ti y estar con él, no te estoy obligando a aceptarme ni a que me hagas tu... tu... so-solamente quiero ser honesta con él también y quería que lo supieras -empecé a soplar mi cara con mis manos, de repente hace mucho bochorno.
[color:2007=ff0066]-No tienes que disculparte -me giré frente a él, está haciendo una reverencia. Creo que ambos fuimos muy indiscretos, aunque no me fijé en eso hasta quie la señora soltó ese comentario- está bien, no tienes que hacer eso -se nota que estoy nerviosa. Quería que estuviéramos a solas pero ahora soy consciente de las cosas que sucedieron entre nosotros. Nuestra relación ya no es igual que antes, incluso si no hacemos nada, no podré dejar de pensar en él de esa forma, en recordar sus palabras y las mías.
Me quedé callada nuevamente, es tarde y él trabaja, debe sentirse cansado. Debo agradecer que se dio la molestia de venir y subir a poner en orden mi cabeza.
-Sí, amm... tú también debes descansar, mañana trabajas... -miré a un lado, pensé que se quedaría más tiempo pero fue una visita rápida, y ya le entretuvimos pidiendo que se quedara a cenar.
Caminamos hacia la puerta, debo decir algo, no se pueden quedar las cosas de esta forma. Vamos, solo dile que se quede unos minutos más. ¿Pero qué le digo? Antes de cualquier cosa debo hablar con Ilkin, y después... no sé qué ocurrirá luego de eso.
-Sato -estiré mi mano y tomé su camisa- ¿debes irte ya? ¿Estás muy cansado? -le solté y desvié la mirada- yo pensé... bueno no estoy cansada, ya he recuperado energía y me preguntaba si quieres... -escuché un ruido y me puse alerta, pensé que alguien venía pero no es nadie. Lo miré de nuevo y me quedé callada, tengo que decirle las cosas claramente, no quiero que esta incomodidad se extienda a cada vez que nos veamos- ¿podemos hablar un poco? -señalé afuera y caminé a donde se encuentra la alberca. Al abrir sentí frío, pero no le di importancia y cerré la puerta, no quiero que nadie escuche, no es como si la señora o Emi fueran a hacerlo, supongo que estoy demasiado nerviosa.
Me senté en una de las sillas y le indiqué que tomara la otra. Le dije que quería hablar pero no tengo idea por dónde empezar.
-Bueno -he tardado un rato en decir la primera palabra. Tengo que ser honesta y decir lo que pienso- la verdad estoy confundida -miré el agua de la piscina. Nosotros básicamente nos confesamos al otro, pero no sé si eso marcará el inicio o final de algo. No quisiera comenzar algo con Sato si aún no he hablado con Ilkin- hablaré con Ilkin -levanté la vista y lo miré, de repente siento que puedo decir todo- yo lo quiero, es importante para mí porque fue uno de mis primeros amigos y que me ayudó a confiar en otros, por eso me gustaría hacer las cosas correctamente -aunque... aunque Sato no dijo que nosotros... Mis mejillas comenzaron a ponerse coloradas y aclaré mi garganta- no digo que nosotros, bueno, es que yo no creo que esté bien sentir esto por ti y estar con él, no te estoy obligando a aceptarme ni a que me hagas tu... tu... so-solamente quiero ser honesta con él también y quería que lo supieras -empecé a soplar mi cara con mis manos, de repente hace mucho bochorno.
Mia Ueda- Puntos : 105
Fecha de inscripción : 25/06/2016
Edad : 24
Re: Tragedies [Sato]
Al parecer me tendré que ir, ella no ha dicho nada, y yo no me atrevo a abusar de su confianza. Si ella no me pude queme quede no lo haré. Además supongo que necesita descansar, hoy fue un día de mucho estrés para ella y no quiero agregar mayor peso a su día.
-Si mañana trabajo- lo confirmo, aunque ella no preguntó.
Nos dirigimos a la puerta, mis pasos son algo lentos a mi ritmo habitual para caminar.
-¿Si?- miro su mano que toma mi camisa, tengo que estar tranquilo -No, no debo si usted no quiere- niego con la cabeza - No estoy cansado- la miro mientras habla, no la interrumpo -Si- acepto sin dudar, aunque yo aceptaría sin dudar lo que sea que me pida.
Caminamos para salir, la casa es grande, siempre me siento un poco perdido cuando vengo, no porque sea complicada, sino porque estoy tan acostumbrado a mi pequeño y simple espacio, que esta casa me hace sentir algo perdido.
Miro el agua de la alberca, hay luces dentro y los reflejos hacen que se vea bastante bonito.
-Está un poco fresco, si prefiere podemos volver a entrar le digo porque no trae algo que la proteja.
Me sente en la silla que me indica y la observo en espera de lo que quiere hablar.
No la interrumpo, aunque no me pone especialmente feliz que diga que está confundida, esta clase de cosas era lo que quería evitar, por eso no decía nada. Yo no quiero que pase un momento desagradable por mi culpa, no quiero que se sienta confundida o perdida de alguna manera.
Dice el nombre de su novio y asiento y lo vuelvo a hacer cuando dice que lo quiere, yo lo entiendo. No me hace feliz escuchar eso, pero lo que yo siento es lo que menos me importa-
-¿Correctamente? entiendo- de nuevo comienzo a emocionarme, ¿puedo yo tener tanta suerte? vamos tranquilo, no te ilusiones, solo deja que las cosas fluyan sin forzar ni presionar nada -No me siento obligado, yo quiero- por primera vez la interrumpo y bajo la mirada -Lo siento, no me refiero tampoco a que tiene que pasar algo, yo solo digo que obviamente estaría encantado si llegara a suceder en algún momento- trato de suavizar un poco mi abrupta interrupción anterior.
-Si mañana trabajo- lo confirmo, aunque ella no preguntó.
Nos dirigimos a la puerta, mis pasos son algo lentos a mi ritmo habitual para caminar.
-¿Si?- miro su mano que toma mi camisa, tengo que estar tranquilo -No, no debo si usted no quiere- niego con la cabeza - No estoy cansado- la miro mientras habla, no la interrumpo -Si- acepto sin dudar, aunque yo aceptaría sin dudar lo que sea que me pida.
Caminamos para salir, la casa es grande, siempre me siento un poco perdido cuando vengo, no porque sea complicada, sino porque estoy tan acostumbrado a mi pequeño y simple espacio, que esta casa me hace sentir algo perdido.
Miro el agua de la alberca, hay luces dentro y los reflejos hacen que se vea bastante bonito.
-Está un poco fresco, si prefiere podemos volver a entrar le digo porque no trae algo que la proteja.
Me sente en la silla que me indica y la observo en espera de lo que quiere hablar.
No la interrumpo, aunque no me pone especialmente feliz que diga que está confundida, esta clase de cosas era lo que quería evitar, por eso no decía nada. Yo no quiero que pase un momento desagradable por mi culpa, no quiero que se sienta confundida o perdida de alguna manera.
Dice el nombre de su novio y asiento y lo vuelvo a hacer cuando dice que lo quiere, yo lo entiendo. No me hace feliz escuchar eso, pero lo que yo siento es lo que menos me importa-
-¿Correctamente? entiendo- de nuevo comienzo a emocionarme, ¿puedo yo tener tanta suerte? vamos tranquilo, no te ilusiones, solo deja que las cosas fluyan sin forzar ni presionar nada -No me siento obligado, yo quiero- por primera vez la interrumpo y bajo la mirada -Lo siento, no me refiero tampoco a que tiene que pasar algo, yo solo digo que obviamente estaría encantado si llegara a suceder en algún momento- trato de suavizar un poco mi abrupta interrupción anterior.
Satoshi Ohkawa- Puntos : 54
Fecha de inscripción : 29/08/2017
Edad : 30
Re: Tragedies [Sato]
Al final obligué a Sato que se quedara, debí preguntarle si quería en lugar de imponerselo, aunque él no se negaría si se lo pido. De todos modos esto es importante para ambos, ¿o tal vez no? Tal vez él solo quería expresar lo que siente y listo, sin necesidad de cambiar nuestra relación. No pensé en eso.
-¿Tienes frío? -pregunté-[color:cf46=ff0066] yo me siento más cómoda hablando aquí, pero si tienes frío podemos entrar, no hay problema -le mostré una sonrisa, yo también siento un poco de frío.
Detuve el movimiento de mis manos, lo miré y asentí no sé porqué, creo que porque le doy la razón, yo también lo quiero. Bajé mis manos y sonreí.
-Mia -le dije- dime Mia, no señorita -me reí nerviosa, parece que le estoy dando una orden- y también quiero escuchar lo que piensas y lo que quieres. Aprecio muchísimo tu consideración y respeto, pero no quiero que reprimas tus pensamientos. En este momento solo somos tú y yo, ¿podrías ignorar tu posición? -agaché la mirada, siento que estoy siendo egoísta, pero no quiero que acepte lo que yo diga y ya, quiero que ambos digamos lo que pensamos. Si él no quiere está bien, lo aceptaré, aunque dijo que sí y por eso deseo escuchar sus razones- quiero saber lo que piensas, y.. y si algo llega a pasar -mi voz comenzó a salir extraña por los nervios- deberá ser un mutuo acuerdo, sino parecerá que estás cumpliendo un capricho mío -aunque siento toda mi cara ardiendo, no aparté la mirada de él. Di pequeñas respiraciones para tranquilzarme, no tengo mucho éxito pero no importa- yo... ya decidí lo que haré por mi parte, incluso si tú llegas a arrepentirte o tu cariño por mí cambie, seré firme con mi decisión -temo que las cosas entre nosotros se arruinen, que nuestra ya buena relación se vea afectada por los deseos de cada uno, pero es un riesgo que decidí correr. Tal vez porque todo está fresco y estoy demasiado emocionada y confundida, pero no importa, seré responsable de ello.
-¿Tienes frío? -pregunté-[color:cf46=ff0066] yo me siento más cómoda hablando aquí, pero si tienes frío podemos entrar, no hay problema -le mostré una sonrisa, yo también siento un poco de frío.
Detuve el movimiento de mis manos, lo miré y asentí no sé porqué, creo que porque le doy la razón, yo también lo quiero. Bajé mis manos y sonreí.
-Mia -le dije- dime Mia, no señorita -me reí nerviosa, parece que le estoy dando una orden- y también quiero escuchar lo que piensas y lo que quieres. Aprecio muchísimo tu consideración y respeto, pero no quiero que reprimas tus pensamientos. En este momento solo somos tú y yo, ¿podrías ignorar tu posición? -agaché la mirada, siento que estoy siendo egoísta, pero no quiero que acepte lo que yo diga y ya, quiero que ambos digamos lo que pensamos. Si él no quiere está bien, lo aceptaré, aunque dijo que sí y por eso deseo escuchar sus razones- quiero saber lo que piensas, y.. y si algo llega a pasar -mi voz comenzó a salir extraña por los nervios- deberá ser un mutuo acuerdo, sino parecerá que estás cumpliendo un capricho mío -aunque siento toda mi cara ardiendo, no aparté la mirada de él. Di pequeñas respiraciones para tranquilzarme, no tengo mucho éxito pero no importa- yo... ya decidí lo que haré por mi parte, incluso si tú llegas a arrepentirte o tu cariño por mí cambie, seré firme con mi decisión -temo que las cosas entre nosotros se arruinen, que nuestra ya buena relación se vea afectada por los deseos de cada uno, pero es un riesgo que decidí correr. Tal vez porque todo está fresco y estoy demasiado emocionada y confundida, pero no importa, seré responsable de ello.
Mia Ueda- Puntos : 105
Fecha de inscripción : 25/06/2016
Edad : 24
Re: Tragedies [Sato]
Ella pregunta por mi, y sonrío, no pensé que ese fuera a ser su primer pensamiento.
-No, yo, lo digo por usted- ya que yo uso mi camisa con manga no suelo tener problema con un poco de fresco -Si, usted está cómoda, entonces está bien para mi.
Dejo de hablar cuando dice su nombre, creo que mi sorpresa ha quedado clara porque ella confirma que puedo decirle por su hombre.
-Mia…- solo decir su nombre me pone nervioso, sobre todo por la circunstancia en la que estamos.
-¿Ignorar mi posición?- respiro profundo, algo como eso no estaba en mis planes. Siempre me reprimo mucho porque trato de nunca olvidar la diferencia entre nosotros.
-Yo, estoy feliz de saber que siente afecto por mi- bajo la mirada avergonzado -Me siento una persona con mucha suerte- admito algo apenado Yo, por lo que siento por usted, claro que me gustaría que algo pasara. Pero no quiero hacerla sentir presionada, tengo la idea de que las cosas que van a pasar, solo van a fluir, porque así es la vida- además yo tendría que hablar con el señor, no puedo solo callarme. Debo decirle lo que siento, ya sé lo que pasará, eso no le pondrá feliz, y seguro me ganaré una gran advertencia de su parte; por no llamarle amenaza.
-No señorita… digo, Mia- me río nervioso al corregirme -mi afecto por usted no cambiará- digo con determinación, se que puede parecer una tontería, asegurar algo así, pero jamás voy a permitir que nadie le quite su lugar a ella, porque yo no quiero amar a nadie más en esta vida.
-No, yo, lo digo por usted- ya que yo uso mi camisa con manga no suelo tener problema con un poco de fresco -Si, usted está cómoda, entonces está bien para mi.
Dejo de hablar cuando dice su nombre, creo que mi sorpresa ha quedado clara porque ella confirma que puedo decirle por su hombre.
-Mia…- solo decir su nombre me pone nervioso, sobre todo por la circunstancia en la que estamos.
-¿Ignorar mi posición?- respiro profundo, algo como eso no estaba en mis planes. Siempre me reprimo mucho porque trato de nunca olvidar la diferencia entre nosotros.
-Yo, estoy feliz de saber que siente afecto por mi- bajo la mirada avergonzado -Me siento una persona con mucha suerte- admito algo apenado Yo, por lo que siento por usted, claro que me gustaría que algo pasara. Pero no quiero hacerla sentir presionada, tengo la idea de que las cosas que van a pasar, solo van a fluir, porque así es la vida- además yo tendría que hablar con el señor, no puedo solo callarme. Debo decirle lo que siento, ya sé lo que pasará, eso no le pondrá feliz, y seguro me ganaré una gran advertencia de su parte; por no llamarle amenaza.
-No señorita… digo, Mia- me río nervioso al corregirme -mi afecto por usted no cambiará- digo con determinación, se que puede parecer una tontería, asegurar algo así, pero jamás voy a permitir que nadie le quite su lugar a ella, porque yo no quiero amar a nadie más en esta vida.
Satoshi Ohkawa- Puntos : 54
Fecha de inscripción : 29/08/2017
Edad : 30
Re: Tragedies [Sato]
Sentí que mi pulso se alteró cuando dijo mi nombre, por un instante tuve una sensación fuerte. Asentí cuando preguntó sobre su posición, tal vez le estoy pidiendo algo muy difícil.
Mientras lo escuchaba sonreí, me hizo sentir aliviada pero a la vez emocionada, porque prácticamente pensamos lo mismo. Claro que no planeo que las cosas sucedan ya, además de resolver las cosas con Ilkin, no veo porqué apresurar lo nuestro. Pero al menos no me ha rechazado, los dos pensamos que la idea de que algo más surja es buena.
-Lo entiendo, estoy de acuerdo con eso -le sonreí, me alegra poder comunicarme correctamente con él. Creo que con nadie más tengo tanta confianza como con Sato- en cuanto a apresurarme, no lo estás haciendo. No quiero que pienses que por expresar lo que sientes y quieres estás siendo egoísta. Además, no soy la clase de persona que accedería a estar con alguien solo por amabilidad -me puse un poco seria. Lo que siento por él no es solo una amistad, eso ya está claro, pero si lo fuera entonces ni siquiera le daría esperanzas. No sé cómo manejaría la situación, creo que me sentiría muy incómoda, pero no es algo por lo qué preocuparme porque... él me gusta.
De nuevo me llamó señorita, pero al menos no tuve que corregirlo porque lo hizo por sí mismo, además ha sonreído, me gusta ver que lo haga.
-Gracias -no puedo confiarme de eso, yo nunca planee que mis sentimientos por Ilkin cambiaran, son cosas que suceden- sabes, cuando te conocí pensé que dabas un poco de miedo, eras demasiado serio -llevé mi mano a mi boca y reí- te daba un aire muy misterioso. Aunque no tardamos mucho en llevarnos bien.
Escuché el sonido del auto, con el silencio que nos rodea no fue complicado. Inmediatamente ambos nos levantamos de la silla, creo que hasta en eso nos sincronizamos, papá va a pensar que es sospechoso si nos ve afuera. Entramos a la casa y cuando nos encontrábamos en la sala, papá entró. Me acerqué a saludarlo, su pantalón y zapatos tienen gotas de sangre. Tuve una sensación incómoda, pero muy pequeña.
-Bienvenido a casa -hice una ligera reverencia, él me preguntó porqué no estaba descansando y si me sentía bien, y asentí. Lo miré a los ojos, por la tarde ni siquiera le presté atención pero ahora noto esa expresión preocupada en su rostro- gracias papá -hice otra reverencia y luego saludé a Toouji y al padre de Emi. Les ofrecí algo de tomar, pero él insistió en que subiera a descansar, creo que viene muy estresado y es mejor hacer caso. Además, aunque estoy feliz por lo que sucedió con Sato, aún tengo los recuerdos de esta tarde.
Me acerqué a Sato y suspiré, puse mi cabello tras mi oreja y lo miré.
-Gracias por tu ayuda el día de hoy. Que descanses -desvié la mirada y luego me despedí de los demás para subir a mi recámara y dormir.
Mientras lo escuchaba sonreí, me hizo sentir aliviada pero a la vez emocionada, porque prácticamente pensamos lo mismo. Claro que no planeo que las cosas sucedan ya, además de resolver las cosas con Ilkin, no veo porqué apresurar lo nuestro. Pero al menos no me ha rechazado, los dos pensamos que la idea de que algo más surja es buena.
-Lo entiendo, estoy de acuerdo con eso -le sonreí, me alegra poder comunicarme correctamente con él. Creo que con nadie más tengo tanta confianza como con Sato- en cuanto a apresurarme, no lo estás haciendo. No quiero que pienses que por expresar lo que sientes y quieres estás siendo egoísta. Además, no soy la clase de persona que accedería a estar con alguien solo por amabilidad -me puse un poco seria. Lo que siento por él no es solo una amistad, eso ya está claro, pero si lo fuera entonces ni siquiera le daría esperanzas. No sé cómo manejaría la situación, creo que me sentiría muy incómoda, pero no es algo por lo qué preocuparme porque... él me gusta.
De nuevo me llamó señorita, pero al menos no tuve que corregirlo porque lo hizo por sí mismo, además ha sonreído, me gusta ver que lo haga.
-Gracias -no puedo confiarme de eso, yo nunca planee que mis sentimientos por Ilkin cambiaran, son cosas que suceden- sabes, cuando te conocí pensé que dabas un poco de miedo, eras demasiado serio -llevé mi mano a mi boca y reí- te daba un aire muy misterioso. Aunque no tardamos mucho en llevarnos bien.
Escuché el sonido del auto, con el silencio que nos rodea no fue complicado. Inmediatamente ambos nos levantamos de la silla, creo que hasta en eso nos sincronizamos, papá va a pensar que es sospechoso si nos ve afuera. Entramos a la casa y cuando nos encontrábamos en la sala, papá entró. Me acerqué a saludarlo, su pantalón y zapatos tienen gotas de sangre. Tuve una sensación incómoda, pero muy pequeña.
-Bienvenido a casa -hice una ligera reverencia, él me preguntó porqué no estaba descansando y si me sentía bien, y asentí. Lo miré a los ojos, por la tarde ni siquiera le presté atención pero ahora noto esa expresión preocupada en su rostro- gracias papá -hice otra reverencia y luego saludé a Toouji y al padre de Emi. Les ofrecí algo de tomar, pero él insistió en que subiera a descansar, creo que viene muy estresado y es mejor hacer caso. Además, aunque estoy feliz por lo que sucedió con Sato, aún tengo los recuerdos de esta tarde.
Me acerqué a Sato y suspiré, puse mi cabello tras mi oreja y lo miré.
-Gracias por tu ayuda el día de hoy. Que descanses -desvié la mirada y luego me despedí de los demás para subir a mi recámara y dormir.
Mia Ueda- Puntos : 105
Fecha de inscripción : 25/06/2016
Edad : 24
Re: Tragedies [Sato]
La miro con sorpresa cuando dice que le daba miedo, creo que tal vez fui un poco frío al comienzo, pero no sabía como tratarla, era una desconocida para mi.
-Lo siento- me disculpo, pero luego ella dice que no fue por mucho tiempo porque nos empezamos a llevar mejor.
Me pongo de pie al igual que ella. Es obvio que los señores han regresado, volvemos a entrar y nos encontramos con ellos. Siento la pesada mirada del señor Ueda sobre mi.
-Que descanse- hago una pequeña reverencia cuando ella se despide.
-Satoshi, me gustaría hablar contigo- me dice cuando ella se ha ido. Con una mano me indica que lo siga. Llegamos a una habitación -¿linda cierto? estoy pensando en quitarla y poner un estudio- no creo que quiera discutir sus planes de remodelación.
-Señor- intento hablar para preguntar el motivo de esta charla, pero el parece ignorarme.
-Si, hay mucho espacio que no usamos en esta casa, supongo que debería preguntar a Mía.
-Si, señor- contesto porque parece que no tengo que hablar por el momento.
-Sato, eres un hombre leal- dice mientras comienza a desabotonar las mangas de su camisa -has cuidado muy bien de mi hija, y solo espero que seas mejor mintiendo como policía que como lo haces cuando estas con ella. Además ella tiene novio y por ella, yo hago lo que sea, ¿lo entiendes verdad?
-Si, señor- digo serio y sin inmutarme por esa “sutil” amenaza.
-Entonces tal vez es hora que su seguridad sea responsabilidad de alguien más.
-No lo creo- contesto son pensar en si lo estoy interrumpiendo -tal vez no puedo mentir en cuanto a lo que siento por ella, pero sin duda mi interés es solo cuidarla. Si me cambia por otro, ella no se sentirá bien. Y si espera que me de miedo el pensar en lo que pueda llegar a pasarme, entonces, lo siento señor, pero yo no crecí en esta familia para tener miedo por morir, mucho menos si es por la persona que amo- el comienza a reir, pero no suena a que se burle por lo que he dicho.
-Me alegro que no aceptaras- se acerca a mi y da unos golpecitos en mi hombro - así solo pensaría que no vales la pena para ella. Solo espero que le puedas ganar a ese príncipe azul que tiene de novio.
Salimos de regreso y me despido de todos. Ese encuentro ha sido extraño, pero me siento mucho más decidido ahora.
-Lo siento- me disculpo, pero luego ella dice que no fue por mucho tiempo porque nos empezamos a llevar mejor.
Me pongo de pie al igual que ella. Es obvio que los señores han regresado, volvemos a entrar y nos encontramos con ellos. Siento la pesada mirada del señor Ueda sobre mi.
-Que descanse- hago una pequeña reverencia cuando ella se despide.
-Satoshi, me gustaría hablar contigo- me dice cuando ella se ha ido. Con una mano me indica que lo siga. Llegamos a una habitación -¿linda cierto? estoy pensando en quitarla y poner un estudio- no creo que quiera discutir sus planes de remodelación.
-Señor- intento hablar para preguntar el motivo de esta charla, pero el parece ignorarme.
-Si, hay mucho espacio que no usamos en esta casa, supongo que debería preguntar a Mía.
-Si, señor- contesto porque parece que no tengo que hablar por el momento.
-Sato, eres un hombre leal- dice mientras comienza a desabotonar las mangas de su camisa -has cuidado muy bien de mi hija, y solo espero que seas mejor mintiendo como policía que como lo haces cuando estas con ella. Además ella tiene novio y por ella, yo hago lo que sea, ¿lo entiendes verdad?
-Si, señor- digo serio y sin inmutarme por esa “sutil” amenaza.
-Entonces tal vez es hora que su seguridad sea responsabilidad de alguien más.
-No lo creo- contesto son pensar en si lo estoy interrumpiendo -tal vez no puedo mentir en cuanto a lo que siento por ella, pero sin duda mi interés es solo cuidarla. Si me cambia por otro, ella no se sentirá bien. Y si espera que me de miedo el pensar en lo que pueda llegar a pasarme, entonces, lo siento señor, pero yo no crecí en esta familia para tener miedo por morir, mucho menos si es por la persona que amo- el comienza a reir, pero no suena a que se burle por lo que he dicho.
-Me alegro que no aceptaras- se acerca a mi y da unos golpecitos en mi hombro - así solo pensaría que no vales la pena para ella. Solo espero que le puedas ganar a ese príncipe azul que tiene de novio.
Salimos de regreso y me despido de todos. Ese encuentro ha sido extraño, pero me siento mucho más decidido ahora.
Satoshi Ohkawa- Puntos : 54
Fecha de inscripción : 29/08/2017
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