Unfold -Ian-

Recuerdo del primer mensaje :

Por fin he regresado. Llevo ya tantos años viviendo en este país que cuando regresé a Londres, me sentía más como un extranjero allá. Aun no encuentro un lugar para vivir, me estoy quedando en un hotel, porque el departamento que rentaba, ya no está disponible.
Salgo del hotel y tomo mi celular, y marco aquel número de mis contactos, aun sigo con el número de Londres, así que será una llamada cara, pero no importa, ahora me puedo dar esos lujos. Cambie mi número porque no estaba en mis planes regresar, pero es curioso que mi carrera como modelo es mucho más exitosa acá que en Londres.
-Vaya, es bueno saber que no estas en prisión aun- es algo así como mi saludo y claro que él sabe porque digo eso. Me río cuando no tarda en reconocerme -Acabo de regresar, ¿no quieres salir a tomar algo? ¿o tienes que quedarte a arrullar a la nena para que se pueda dormir?- vuelvo a reír -estaré en el bar de siempre, no me dejes plantado- le digo disque amenazándolo.

Tomo el metro para ir, sigo acostumbrado al transporte publico, y aunque sea un modelo exitoso, la verdad es que las personas pocas veces recuerdan a la persona que vieron en una revista, o en alguna foto en internet. Así que no es agobiante para mi salir y andar por la calle como si nada.
Llego al bar de siempre, no le he dicho una hora a Ian, eso está de más para nosotros, si llega, pues llega y sino lo hace, pues sus motivos tuvo. Es lo bueno de nuestra amistad, no somos demandantes, y no nos ofendemos por tonterías, más bien las usamos para bromear.
Busco la mesa de siempre, por suerte está vacía, hay rock clásico sonado a un nivel que permite platicar a las personas. El hombre de la barra; ya de cierta edad, tiene arrugas alrededor de los ojos y el cabello grisaseo.
-Sale un wiski- dice al reconocerme. La mesera trae la bebida, parece que es una nueva empleada y le sonrío cuando deja el vaso en mi mesa y se ríe nerviosa.
Saco mi celular para perder un poco el tiempo, aprovecho para mandarle un mensaje a ella, para preguntarle cuando nos podríamos ver. Supongo que me acostumbré a tenerla cerca y ahora no podemos pasar tanto tiempo juntos. Río por la respuesta que manda a mi mensaje.
Saco un cigarrillo y lo enciendo, disfruto de esa primera calada, siempre es la mejor. Cierro mis ojos y tarareo un poco la canción que suena de fondo.

leigh:

bar:

Esa es una probabilidad más alta y desventajosa para él, me imagino que regresó con la idea de buscarlo, entiendo ese sentimiento de desesperación y miedo, de querer ver a alguien a pesar de todo el daño que te ha hecho.
-Por eso te digo que no lo hagas -asentí, aunque me gustaría que regresara a terapia, pero sin duda yo estaré ahí para él cuando lo necesite. Regresar o no con el terapeuta es su elección, no puedo obligarlo, solo aconsejarlo una vez y dejar que tome la decisión que guste- ya sabes dónde encontrarme, es más, deberías ponerme en tus contactos favoritos, aunque me ofendería si no lo estoy -me reí, él debe saber que del mismo modo en que él me apoyo, yo lo seré para él. No es porque sea una persona muy justa, es porque lo quiero y deseo lo mejor para él. Me cansa ver a las pocas personas que quiero sufriendo.

Llegamos al lugar y su humor mejoró notablemente, y nos sentamos con un par de chicas a bromear. He mantenido mi distancia de ellas, y aunque es inevitable no apreciar la belleza de algunas, tampoco son la gran cosa. Creo que Karin sí me tiene demasiado idiota, si leyera mis pensamientos de ahora se burlaría de mí aunque luego se esté avergonzando.
Tomamos más de lo que tenía previsto, él se puso a coquetear con la chica un rato mientras yo platicaba con la otra de cosas nada interesantes, y después nos quedamos viendo el espectáculo. Terminamos cubiertos de brillantina y olor a perfume barato, y aunque yo venía con la intención de cuidarlo y llevarlo a casa, terminamos arrastrándonos como pudimos hacia un taxi. Incluso dentro veníamos riendo, el conductor no está nada feliz con sus pasajeros pero con el grado de alcohol que tengo en la sangre no me preocupa.
-Cállate idiota, no vayas a besarme aquí, espérate a que entremos-empecé a reír muy fuerte a pesar de decirle que hiciera silencio. Con torpeza abrí la puerta y tropecé en la entrada, fue una suerte no caer porque él venía tras de mí, pero terminamos tambaleándonos y riendo muy fuerte- shhh, no quiero despertar a Karin -tomé su nariz con mis dedos y la apreté fuerte, y lancé mis cosas a la silla del comedor, o eso creí, terminaron en el suelo- mierda, qué maldito calor hace -comencé a quitarme el suéter, la camisa y luego el pantalón, pero mi equilibrio ahora es pésimo y terminé sentado en el suelo. Reí más fuerte y levanté las piernas hacia él- deja de reírte y ayúdame, idiota -estoy demasiado ebrio y él también, mi pantalón no salió tan rápido ni con su ayuda. Me siento cansado, hace demasiado tiempo que no tomaba tanto, mañana tendré una resaca horrible pero he de admitir que fue la noche más divertida que he tenido desde hace tiempo.

-Nunca en mi vida he puesto a nadie en mis números favoritos- creo que ni siquiera se como hacerlo, nunca lo había pensado, porque llamar a alguien o mandarle un mensaje… no es como que pierda demasiado tiempo en buscar al contacto.

Al menos la noche se torna algo divertida y es divertido pasar un rato con mujeres que solo me aceptan como soy, porque de entre todo lo que viene, soy bastante decente, aunque muchos puedan opinar lo contrario, y además soy guapo y tengo un buen cuerpo, no es como que les cueste mucho sacrificio estar conmigo.
Algunos besos, algunas caricias y muchas bromas, esto es justo lo que necesito para dejar de pensar en otras cosas.
Cuando llegamos a su casa, me siento feliz, hace mucho que no me relajaba de esta manera.
-Ya quisieras- deshago mi abrazo en su hombro y lo empujo un poco. Comencé a reír fuerte cuando el tropezó apenas entramos -Eres un idiota- le digo abrazando mi estomago, pues de tanto reír duele un poco -auch- de un manotazo hago que suelte mi nariz, aunque como la estaba apretando, me terminó jalando un poco antes de soltarme. Mi plan es avanzar hasta el sillón y solo dejarme caer en él, pero de nuevo estallé a carcajadas.
-Claro claro- me agacho y tomo su pantalón y lo empiezo a jalar, pero no sale a la primera sino que lo tengo que hacer varias veces, y una voz me distrae, levanto la mirada, es la chica de mi amigo. Jalo una ultima vez y por fin sale por fin -¿estás bromeando cierto?- digo con mirada desconfiada y luego miro sus piernas, pero de inmediato desvío la mirada, ella es la chica de mi amigo, así que ya no puedo hacer esas cosas.

Pretendía ir a dormir, pero no lo sé, creo que siento mucho la ausencia de Ian, así que para matar un poco el rato saqué mi violín, lo afine en unos minutos y comencé a tocar unas canciones, nada complicado, solo melodías al azar que iba recordando.  Cuando mis dedos comenzaron a arder luego de un par de horas guardé el instrumento en el estuche y me metí en la cama.
-Que ridícula eres- me digo cuando me pasa la idea de ir a su habitación y recostarme en su cama, así al menos podría percibir su aroma. Doy algunas vueltas en la cama, pero como no me quedo dormir, termino viendo tonterías en internet. Un video tras otro hasta que escuché ruido.
Ríen mucho, así que me levanto para ver que pasa.
Ian esta en el suelo… Leigh le está jalando el pantalón, saco mi celular y comienzo a grabar lo que ocurre.
-Chicos, saluden a la cámara- les digo para que noten que los estoy grabando y así poder reir un poco por sus reacciones -No es broma- detengo la grabación y la pongo a reproducirse para que se escuchen -Pero será para mi uso personal- digo con tono pícaro.
Obviamente vienen borrachos. Me agacho en el piso para quedar a la altura de Ian, sacudo su cabello con mis dedos.
-Apestan- le digo divertida y pongo mis dedos frente a sus ojos para vea cuanta brillantina se me ha pecado con lo haberlo tocado -¿Debería enojarme?- le pregunto juguetona -Debieron invitarme- digo como si la única razón para molestarme fuera que no me llevaron con ellos.

karin:

Me quedé tirado en el suelo con los brazos abiertos, tengo pereza de hacer esfuerzo y dejo que él haga todo el trabajo, yo solo me preocupo porque mis piernas no azoten en el suelo.
-Hola -le sonreí feliz a Karin y luego me miré, para de nuevo regresar la vista a ella- puedo ver tu ropa interior -escucho cómo reproduce el video que grabó, y me giro en el suelo para poder levantarme, aunque solo me he sentado. Cerré los ojos cuando tocó mi cabello y cerré los ojos, luego me olí porque dice que apesto- amm... ¿no? -me reí, ella no está enojada conmigo, es un alivio. Pensaba no sobrepasarme hoy pero en algún punto se me olvidó, es bueno que ella no sea tan quisquillosa en ese aspecto- eres menor -dije justificando, sería raro ir juntos a un lugar de esos, aunque puede que también resultara divertido.
Le extendí la mano a Karin para que me ayudara a levantarme, y la abracé cuando estuve de pie, empecé a reír y mordí su oreja.
-Ya llegué, cariño -otra risa más salió de mi boca, y me separé de ella, casi me olvido que Leigh viene conmigo- oh, sí, tú... usa mi cama -miré a Leigh y señalé mi cuarto- yo dormiré contigo, qué bueno que estás despierta todavía. ¿Me estabas esperando? -le piqué la mejilla a Karin, siento que por cada pequeña cosa que hago termino riendo. Pero dice que huelo mal, debería tomar un baño antes de dormir aunque siento que terminaré durmiéndome del cansancio- b no seas celoso, ya fui tuyo hace rato -me dirigí a Leigh porque comenzó a molestar, y solté a Karin para arrimar mi ropa a un lado- te diría que te dieras un baño antes, pero apenas si puedes mantenerte en pie -me burlé de Leigh, pero estoy igual de ebrio que él, afortunadamente ninguno de los dos ha vomitado.

Me quedo mirando como ellos interactùan, es lindo ver a mi amigo enamorado, se le ve feliz.
-Eres como un cachorrito- me burlo de Ian, no lo puedo evitar, creo que es la naturaleza de nuestra amistad, nos molestamos un poco siempre que es posible -vaaaaaaale, me voy. Solo espero que esta noche si tengas suerte -digo con una gran sonrisa -báñate tú- le contesto mientras camino a su habitación.
Paso al baño primero y luego solo me tiro en la cama, ni me preocupo por mi ropa. Tomo mi celular, tal vez debería llamarla. Pero eso la haría pensar que sigo siendo el mismo idiota de siempre, y lo soy, pero, al menos intento cambiar un poco.
Al final no la llamo, pero por suerte estoy tan borracho que no tardo en quedarme dormido.

Río cundo el hace ese comentario, realmente está muy ebrio, es lindo.
-Y todos podrán ver la tuya- comento mientras ve él video que grabé -Claro, ahora eso importa- digo con una risita divertida.
Le doy la mano para que se ponga de pie, y luego me abrazo, realmente apesta y ahora va a apestar mi camisa. Le doy un pequeño codazo cuando me da esa mordida, pero es mas por la sorpresa y no porque me moleste.
-Ammm, no digo a su pregunta de si lo esperaba -Es que ustedes hacen mucho ruido cuando llegan-[/b] tal vez hay una pequeña mentira, porque si lo esperaba, pero en su estado dudo que pueda notar mi mentira. Y si va a dormir conmigo, definitivamente va a tener que darse un buen baño.
Me río por la burla infantil de Leigh, ellos son buenos amigos y Leigh me agrada, se ve que se tienen mucho cariño, a veces quiero preguntar como se conocieron, pero Ian sigue siendo demasiado reservado y no quiero preguntar, porque no se que cosas puedo o no preguntar, que tal si Leigh está ligado a ese pasado de Ian.
-Vente- le digo a Ian para que vayamos a mi cuarto. Cierro la puerta y voy directo a la regadera la abro -Ahora, te bañas o duermes en el suelo- señalé el baño, como si regañara a un niño. Jalo mi camisa y percibo el aroma de ese perfume -demonios, yo también apesto ahora- me quejo. Yo nunca uso perfume, por eso soy algo sensible a los perfumes, no me molestan la mayoría de lociones para hombre, pero los de mujeres suelen ser escandalosos o muy empalagosos, no me gustan nada.

Tenía la esperanza que me esperara, pero como le avisé no había razón para hacerlo.
-Lo siento, no quería despertarte -no sé si se encontraba durmiendo ya, recién me vengo a dar cuenta del escándalo que veníamos armando, aunque los vecinos no me preocupan, no deberían quejarse por una o dos veces que esto ocurra.

Karin me llevó a su cuarto y mientras ella preparaba el baño, me tiré a descansar un poco. El sueño empieza a venir a mí, sé que ella no quiere que me acueste en este estado pero es complicado moverme, hace mucho que no tomaba tanto.
Me senté soñoliento sobre la cama y di un gran bostezo, y asentí con los ojos apenas abiertos. Pero antes de levantarme e ir hacia el baño, me estiré a tomar su mano y la abracé de la cintura. Pasé mis manos por sus piernas y de nuevo subí hasta su cintura, y me recargué unos segundos en su abdomen, sonriendo y cerrando los ojos.
-Báñate conmigo -abrí los ojos y comencé a dar pequeños besos en su abdomen sobre la camisa- anda, si me dejas solo en este estado, seguramente terminaré en el suelo. Por favor -hice un puchero y la miré desde abajo. Nunca nos hemos dado un baño juntos, a lo mucho la he visto en ropa interior y el pensamiento de por fin ver su cuerpo desnudo hizo que el sueño se fuera un poco.

Me levanté al baño y sin soltar su mano, entré. Cerré la puerta y comencé a quitarme la ropa de abajo, y luego tomé su camisa por abajo.
-Vamos, quiero ir rápido a la cama -pero antes de levantarme me acerqué a sus labios y llevé mis manos a su cintura. Comencé a besarla y apreté su cuerpo contra el mío sin ser muy considerado, pero incluso yo siento el sabor amargo en mi boca y me separé de ella por eso- lo siento, me lavaré la boca -tomé mi cepillo y le unté la pasta, puedo ver por el espejo su reflejo y le3 sonreí coqueto al cruzar miradas.

Él me abraza, ya que está sentado en la cama, yo acaricio un poco su cabello, siento como acaricia mis piernas y yo, juego un poco con su cabello, tiene toda esa mezcla de aromas, no me gusta nada, pero con él suelo ser mas tolerante a esas cosas.
-¿Acaso esto es un plan elaborado para llevarme a la cama?- pregunto bromeando un poco -ammm, bueno si es por tu seguridad, supongo que podría- no es que sea algo complicado para mi, de hecho, tal vez en el fondo, quien siente más deseos por bañarse juntos sea yo.

Me lleva con él hacia el baño, se tambalea un poco al caminar. Mi regadera no es tan amplia como la de su habitación, vamos a estar, muy cerca…
Veo como se quita la única prenda que le quedaba en la parte baja del cuerpo y luego se acerca, pensaba que iba a quitarme mi playera, pero comienza a besarme. Creo que al estar borracho está dejando un poco de lado todos puntos donde siempre decide detenerse porque sabe que si no lo hace él, lo hago yo. Pero la verdad, creo que ya se acostumbró demasiado a eso, porque ya no tengo que impedir nada, de hecho, hace mucho que yo no lo detengo, él solo lo hace.
-Ok- él comienza a lavar su boca. Cuando termina, soy yo quien lo toma de la mano, me meto a la regadera sin quitarme la ropa y lo jalo para que él también entre. Con mis manos, guío las suyas para que tome mi playera y levanto los brazos para que me la quite, solamente queda mi ropa interior pero me deshago de ella.
-Bien, ¿no estás decepcionado?- pregunto sintiendo su mirada sobre mi. No me siento avergonzada de mi cuerpo, y nunca me a importado si no soy el ideal físico de nadie, aunque ahora con Ian, yo tengo algunos pensamientos de inseguridad, tal vez le gustaría alguien con más busto, o mas caderas, no lo sé, me vuelvo insegura cuando se trata de él.

No pensé en eso, simplemente quería tomar un baño con ella, pero ahora que lo ha mencionado la idea viene a mi cabeza y claro que me gusta, es algo que he esperado desde hace mucho.
-No lo sé... ¿tal vez? -me reí. Pero odio que esta oportunidad ocurra justo cuando estoy muy ebrio, apenas si puedo mantenerme en pie, no quiero hacer de nuestra primera vez un desastre.

La seguí a la regadera, no la recordaba tan pequeña, tal vez porque no usaba este baño y también porque no solía traer mucha gente a mi casa. Sora fue la única que vino, pero no hacíamos este tipo de cosas como bañarnos juntos.
Dejé que guiara mis manos. El agua y lo que está sucediendo despertaron un poco más mis sentidos, aunque todavía tengo la sensación de mareo, pero hago lo posible por mantenerme atento a cada movimiento. Cuando terminó de desvestirse y tragué saliva. Consciente intento ser discreto y prudente con la manera en que la miro, pero ahora no pongo mucho cuidado a esos detalles y recorrí su cuerpo con mi mirada.
-Eres hermosa -le tomé de la cadera con una de mis manos y comencé a besarla con mucha desesperación. No estoy cuidando detalles como usualmente, como el ritmo con que nos besamos o si debo parar en algún momento. Me separé de ella en busca de aire, y sin dejarle replicar tomé su rostro y la volví a besar. Di un paso hacia ella para que su espalda pegara en la pared. Mi cabeza se siente más confusa, pero eso no limitó el movimiento de mis manos, una hacia su pecho y la otra comenzó a acariciar desde su espalda hasta más abajo. Dejé sus labios por un momento y comencé a besar su cuello y sus hombros, mientras con mi mano acariciaba uno de sus pechos. Pero el repentino placer me hizo sentir más débil y mis piernas comenzaron a temblar un poco. Dejé de tocarla para poder apoyar mi mano en la pared y sostenerme.  Mi respiración está agitada y no puedo siquiera ocultarlo, me odio en este momento. ¿Por qué tomé tanto? Pero no sabía que tendría la oportunidad, pensé que ella estaría dormida ya y ni siquiera tenía la fuerza para caminar correctamente. Y además, ¿cómo es que no he creado el ambiente perfecto antes? Mi yo borracho es más eficiente e inútil a la vez, porque a pesar de estar excitado por ver y tocar su cuerpo por primera vez, también siento que puedo caer al suelo en cualquier momento- lo siento, estoy... -empecé a reír y la miré, y dejé un lento y corto beso- hace mucho que no tomaba de esta forma, por eso me siento mal ahora. Sabes, antes tenía problema con la bebida, por eso durante años tuve miedo de tomar más de tres copas -con mi mano quité el cabello mojado de su rostro y acaricié su mejilla. Ella es tan hermosa. Sus ojos, su piel, es perfecta de pies a cabeza- te amo Karin, como no te imaginas -di un paso hacia atrás y sosteniéndome de la pared, me puse en cuclillas. Cubrí mi boca y cerré mis ojos, de repente siento demasiado asco- estoy bien -abrí mis ojos y la miré- perdón, soy patético -me reí pero por dentro me sentí un perdedor. Siento mi cabeza pesada, tengo muchas ganas de dormir, hasta pensar en levantarme me cuesta.

Correspondo a sus besos con desesperación, creo que estaba ansiosa porque esto pasara. No tengo la menor idea de como me he resistido todo este tiempo. Debo estar loca por actuar de esa manera con la persona que más he amado en este mundo, pero es verdad eso de que el amor te vuelve idiota, y eso lo demuestro justo en este momento. Él me besa y me toca y yo, actúo como una tonta, demasiado entregada a las sensaciones que apenas y mis manos logran colocarse al rededor de su cuello.
Jalo aire por la sorpresa cuando el me hace pegar la espalda a la pared, siento el frío del azulejo.

Me siento un poco mareada y confundida cuando se separa de mi y se disculpa.
-Oh, eso- digo cuando comienza a explicarme aquello sobre la bebida. Sonrío cuando dice que me ama pero lo miro preocupada cuando se agacha y cubre su boca -¿estás bien?- le pregunto agachándome frente a él -ammm, no diría que patético… - digo con algo de sarcasmo y me río un poco. Me estiro para besar su frente, me levanto y le cierro al agua.
-¿Quieres vomitar?- le pregunto para así poder ayudarlo si necesita.
Seco rápido mi cuerpo y me envuelvo con una toalla, y me acerco a él y tallo su espalda mientras vomita.
Regresamos a la cama, busco entre mi ropa otra camisa para salir y buscar en un cajón de la cocina unas pastillas para ayudarlo con las nauseas y luego de servir un poco de agua regreso -Campeon, tomate esto y te duerme- le doy las pastillas y le doy el agua.
Nos acomodamos en la cama y lo abrazo.
-Siempre te voy a recordar esta noche- le digo con burla.

Aún con la mano en la boca la miré decepcionado, pero de mí mismo y esta horrible imagen que le estoy dando. No cabe duda que ella sacará absolutamente todas mis facetas y las hará suyas.
Me levanté despacio con su ayuda y fui directo a la taza a vomitar. Hace tanto que no atravesaba por esto, no puedo creer que alguna vez me acostumbré a estas sensaciones, era en verdad idiota e inmaduro.
-Lo siento -me disculpé apenado, arruiné la atmósfera entre nosotros e incluso tuvo que ayudarme con esto. Yo haría lo mismo por ella, pero la idea que le dé asco pasa por mi cabeza y me da un poco de miedo.
Enjuagué mi boca y envuelto en una toalla que ella me dio, volví a la cama. Me sequé apenas y me metí sin ropa a la cama, mi cabello todavía está mojado. Me levanté de nuevo mientras ella salía a la cocina, no es mi cama, tengo que ser cuidadoso al menos con esto, por eso sequé un poco más mi cabello.
-Gracias -tomé la pastilla que me ofreció y dejé el vaso vacío junto a la cama, y me metí entre las cobijas para acurrucarme con ella. Tengo escalofrío, pero una vez acostados mi cuerpo comienza a entrar en calor- qué considerada... -dije sarcástico pero riendo, sé que lo hará y me odiaré, pero al menos ahora sé que puedo avanzar sin miedo. Ella no se negó a mis caricias, eso quiere decir que sino estuviera tan ebrio, lo habríamos hecho- gracias .la abracé más fuerte y cerré los ojos, gracias a que vomité antes y la pastilla pude conciliar el sueño rápidamente.

-Siempre lo soy- doy un beso en su frente y me acomodo para que nos podamos dormir. Como ya es tarde y no he dormido nada, no tardo demasiado en dormirme, aunque él se durmió muy rápido.
No quiero levantarme de la cama, pero algunos ruidos me hacen despertar un poco asustada. De inmediato pienso que alguien se ha metido a la casa, pero comienzo a reconocer los sonidos, es en la cocina.
-Voy a matar a tu amigo- digo a Ian, pero bajito para no despertarlo. Me levanto con cuidado para no hacer mucho movimiento en el colchón, paso al baño, y luego salgo para encontrar al moreno haciendo el desayuno. Paso mis dedos por mi cabello porque no me he peinado.
-¿Como puedes estar de pie?- pregunto porque anoche apenas y podía caminar y ahora se encarga del desayuno y no huele nada mal. Me siento a la mesa y el deja una taza de café frente a mi y luego revuelve mi cabello de manera cariñosa. Siempre odie que hiciera eso, porque sentía que me trataba como una niña, pero ahora es agradable.
-Ian seguía dormido, él pobre se puso un poco mal anoche- le cuento cuando pregunta por él.
Tomo la taza de café y le doy unos pequeñitos sorbos mientras veo a Leigh caminar para ir a mi habitación a despertar a Ian.

Me despierto un par de veces en la noche, así que aprovecho para salir y tomar agua, esa es una costumbre que me quedó de mis épocas ser un borracho que se vomitaba encima. Pero aprendí que tomando agua me ayudaba a disminuir los efectos de la cruda. Paso una buena noche y lo que termina despertándome en la mañana es una llamada.
-¿Si?- es ella que llama porque ha ido al hotel pero no me ha encontrado y se ha preocupado -¿Estás celosa?- le pregunto un poco burlón de que ahora ella tome esas actitudes e inseguridades -Salí con Ian, me quedé en su casa- le explico.
Mientras hablamos un poco me levanto, aprovecharé para darme un baño.
-Vale, te veo en la noche- le digo como despedida.
Me meto bajo el agua, está algo fría, pero así me gusta, eso hace que me despierte aun mejor. Al salir del baño, me veo en el espejo, mi barba está un poco rasposa, pero ya me rasuraré en el hotel.
Me vuelvo a poner mi ropa, y salgo, comienzo a buscar en su refrigerador, saco unos huevos para prepararlos con un poco de jamón, un poco de pan con mantequilla y café.
-Buenos días- Saludo a Karin cuando aparece -porque yo soy un hombre increíble- le contesto con orgullo porque parece sorprendida de verme en buen estado. Le sirvo café a ella y otro poco a mi -¿y tu novio?- pregunto cuando Ian no llega -yo lo despierto- dejo mi taza en la mesa y termino de servir los platos de comida.
Entro a la habitación y jalo las cobijas para destaparlo.
-te prepararé el desayuno- le digo con voz cantarina -bien, al fin se te hizo- digo felicitándolo, al ver que no tiene ropa.

Intenté ignorar los ruidos de fuera, estiré mi mano sobre el colchón y no sentí a Karin en la cama, abrí ligeramente mis ojos para comprobarlo, pero por la luz decidí volver a cerrarlos. Voy despertando poco a poco aún sin abrir los ojos y el sonido se va haciendo más nítido, y también empiezo a ser consciente de las punzadas en mi cabeza, y tapo completamente mi cabeza con las sábanas. Debo levantarme, se supone que tengo que ir a trabajar pero me siento bastante mal.
Sentí cómo jalaban las cobijas y abrí los ojos para mirar de mala gana al responsable, me hice bolita y tapé mi cabeza con la almohada.
-¿Cómo puedes estar tan animado en la mañana? -sentí el olor proviniendo de la cocina y quité la almohada de mi cara para finalmente sentarme sobre la cama- te ves tan fresco... -hablé con cierta envidia, y me paré a buscar un pantalón para poderme e ir a la cocina. Ignoré totalmente su comentario, seguro que si sabe de mi papelito de anoche no parará de reírse.

Salimos a la cocina y fui directo al grifo para lavarme la cara, me asomé a la estufa y sonreí, y luego de secarme la cara, me acerqué a Karin para darle un beso- buenos días -me senté junto a ella y le sonreí, incluso con el dolor de cabeza y la vergüenza por lo sucedido anoche, la mañana se siente agradable- servicio completo, te luciste cariño-le dije a Leigh para luego levantarme a servirme café. Busqué una pastilla para el dolor de cabeza, pero al final la dejé, seguro se me pasará en un rato luego de desayunar

Se ve fatal, que casi sentiría lastima de despertarlo, pero en lugar de eso me río.
-Era alcohólico y profesor, tuve que aprender manejar mi vicio y mi trabajo- digo orgulloso de las mañas que aprendí para no estar como él está ahora -Tome como dos litros de agua en la madrugada y me di un baño con agua fría, y tomé unas aspirinas que me encontré- le digo mi receta para estar en tan buen estado. No es que esté perfecto, pero al menos no parezco un zombie como él.
-Uy, así de mal- hago una mueca de pena cuando no contesta mi pregunta -claro cielo, yo siempre te consiento- le digo con tono afeminado.
Me siento a desayunar con ellos.
-Entonces anoche no hubo sexo ehh, tú no tienes cara de haber tenido sexo- digo señalando a Karin y ella se empieza a reir -tengo un sexto sentido para esas cosas- le digo a ella -tal vez deberías tomar esas pastillas que ayudan- le digo a Ian mientras con mis dedos hago un movimiento simulando una erección -aunque deberías ir al doctor, a tu edad no debería pasarte- pongo una sonrisa bien grande en mi cara.
-Yo cociné, ustedes limpian- le digo mientras me levanto y miro mi celular, le queda casi nada de batería -debo irme, tengo una cita- guiño el ojo coqueto a Karin solo para molestar un poco a mi amigo.
Salgo de aquel edificio para ir al hotel, me duermo un rato en el trayecto del taxi al hotel y al llegar me cambio de ropa porque debo ir a unas pruebas para un trabajo.