curiosity ºAarenº

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy he quedado con los chicos del trabajo, no suelo convivir con ellos fuera de la cafetería, pero hoy he aceptado salir con ellos. Lo normal sería ir a quedarme a casa de Ilkin. Pero hace algunos días que no voy. El recuerdo de porque he dejado de ir me hace sentir un poco extraño.
Min y ese chico, besandose, nunca pensé que Min pudiera tener esa clase de expresiones. Toco mi labio inferior con mi dedo indice y siento ese sonrojo en mi rostro. ¿Cómo se sentirá ser besado de esa manera?
Min una ves me besó, pero no fue así, el beso de Ilkin, tampoco. Suspiro.
Busco a la tía por la casa y me despido de ella. Me dice que me cuide, creo que está preocupada por mi, he tenido una vida bastante independiente desde que vivo con ellos. Pero no quiero ser una carga, y tampoco que ellos me cuiden me convierte en un niño rico. Por eso trabajo, claro, ellos me pagan la escuela y me dan un techo para vivir y se los agradezco de todo corazón, pero todo lo demás que necesito, siempre corre por mi cuenta.
La casa en la que vivo ahora, es muy bonita, pero ni me gusta la zona, todo casas grandes, si no tienes auto es algo casado salir, por eso he pedido un taxi.

El lugar que han escogido parece uno donde solo pueden entrar mayores de edad.
-Oigan, no creo que me dejen entrar- les digo algo inseguro.
-Claro que si, solo ven- uno de ellos me abraza por el cuello y casi me arrastra a la entrada. Él sujeto ni revisa las identificaciones, solo nos deja entrar.
Uno de ellos me pide una cerveza y la acepto. Me gusta que no me tratan como un niño. Si, me molestan mucho, pero nunca lo hacen de manera cruel.
Mientras caminamos a una mesa, reconozco a alguien de inmediato, ¡que no me vea por favor! o al menos eso pensaba hasta que se me olvidó y veo a su acompañante, era quien estaba con Min. Saki se ve cariñoso con él.
-¡Ey Saki?- saluda uno de los chicos que lo ha visto también, yo bajo la mirada.
-Hola- saludo, levantando un poco mi mano.
-¿Que te pasa chico?- me pregunta quien viene abrazándome. Me lleva a la mesa para sentarme. ¿Por qué esta mesa? ¿Por qué con ellos? se hacen las presentaciones. Pero solo tomo mi cerveza mientras todos ellos platican y bromean. Algunos terminan yendo a coquetear con algunas chicas. Pero yo no lo soporto más, no quiero verlos, pero es imposible no hacerlo. Entonces escucho que me habla, dice que le gustaría platicar conmigo. ¿Por qué lo hace? ya sé que no le gusto ¿por que tiene que ser tan cruel? me levanto de la mesa sin contestarle.
Mis ojos se llenan de lágrimas, no lo he podido evitar, y termino chocando con alguien.
-Lo siento- me disculpo, miro a la persona, se ve un poco borrosa por mis lágrimas, pero es uno de los amigos de Saki, ¿cuando se alejó de la mesa? parece que va de regreso -¿Sabes por donde puedo salir?- le pregunto sorbiendo mi nariz con fuerza.

Elijah:

Me sentí aliviado, pensé que se enojaría pero no, y por como describe lo que siente estoy seguro que lo disfrutó.
Ahora él se acerca a mí y muevo mi mano detrás de su cabeza para profundizar el beso, He tratado de ir más lento, él está empezando a mover más su lengua y me acoplo a su ritmo. Mi mano baja por la parte trasera de su cuerpo, estoy comenzando a excitarme un poco más pero la interrupción no se detendrá a menos que atienda la llamada.
Elijah no dice mucho sobre Saki, pero creo que no le gustó lo que me dijeron.
-Pues... sí, eres lindo y me gusta cómo se siente al besarte -lo miré confundido, su pregunta fue muy repentina y directa. Me gusta su cara, y también besarlo aunque no sea un experto en ello, pero... no lo conozco mucho, aunque parece una buena persona, no me planteé si me gusta, es muy pronto o más bien, no tuve tiempo de pensar en eso- ¿una cita? -nunca me habían pedido eso tan directamente, se siente raro pero bien- sí, tengamos una cita -sonreí, aunque a él le gusta Saki, ¿por qué me pidió tan repentinamente salir? Pero no es como si solo debiera gustarle una persona- creo que ya podemos salir de aquí -caminamos fuera del callejón de nuevo hacia la estación, ahora ya no tengo muchas ganas de ir en el transporte, debería pedirle que tomemos un taxi para llegar pronto a casa. Tengo curiosidad por lo que haremos una vez lleguemos a mi departamento, tal vez solo quiera jugar video juegos como dijimos- ¿quieres que tome tu mano? -estiré mi mano y esperé que aceptara o se negara- si preguntaste si me gustabas, ¿eso quiere decir que yo te gusto? -lo miré, debo gustarle o de otro modo no tendríamos una cita. Pero eso no nos convierte en una pareja, ¿cierto? No sé si quiero una pareja ahora, el compromiso se canceló pero no me siento listo, además no quiero dejar de ver a Ivan, no me gustaría que me prohibiera estar o tener contacto con él, Ivan me gusta más que él o alguna otra persona.

Él, es raro. Su manera de hablar es diferente, no le basta decir que si, empieza a dar explicaciones que no he pedido, pero parece que si le gusto, o al menos eso entiendo, porque no dice “si me gustas”, sino que se pone a decir que soy lindo y eso de los besos.
Asiento con mi cabeza para confirmar lo de la cita. Sonrío cuando acepta. Es la primera vez que pido una cita, y no me he puesto tan nervioso como en otras ocasiones. Con el no me siento tan nervioso como con las demás personas que me gustan.
-Genial- se siente bien que no te rechacen.

Salimos del callejón como él lo ha dicho y caminamos un poco. Lo miro de reojo cuando dice eso de las manos.
-¿En serio? ammm, si- mi mano busca la suya -Es extraño, no caminaba de la mano de alguien hace mucho- Min a veces tiene ese tipo de gestos, pero siempre quito mi mano y le digo que no soy un niño, que puedo caminar solo, aunque a veces caminamos de la mano, pero es mi amigo, así que supongo que eso no cuenta -solo con mis padres y con un amigo que tengo, pero es porque el siempre me trata como un niño- resoplo.
Lo miro de reojo, ¿en serio tiene que preguntar?
-Si- hago una pausa, no se si quiere que agregue detalles como él lo ha hecho. O tal vez piensa que es raro porque dije que me gusta Saki -es normal que te gusten varias personas ¿no? no es lo mismo que estar enamorado- le digo porque al menos yo pienso eso -ammm ¿crees que es despecho?- pregunto un poco curioso, yo aun desconozco muchas cosas, por eso le pregunto, él debe tener más experiencia que yo.
Llegamos a la estación, es bueno que por la hora no esté tan lleno. Subimos en la linea que él dice nos llevará y tomamos asiento.
-Esto es muy extraño, es como hacer una locura- digo al darme cuenta que vamos a su casa, nos hemos estado besando y le he pedido una cita. Pero si vamos a su casa… -No eres un asesino ¿verdad?- le pregunto algo serio, pero es que me he puesto nervioso al pensar que he actuado de manera muy impulsiva.

Tomé su mano, es más pequeña que la mía, me recuerda a las veces que tomaba la mano de Karin, no lo hacíamos tan seguido cuando comenzamos nuestra relación, pero en la época que fuimos amigos, sí.
-Oh, entiendo. A mí también me gusta tomar la mano de uno de mis amigos -su mano es cálida, con el frío que se siente el contacto es agradable- ¿te molesta que te trate como un niño? -ese gesto mostró su desagrado, pero él parece un niño, aunque con lo que acaba de suceder no podría tratarlo como tal- ¿acaso es mayor que tú? La gente más grande suele ser protectora -pero él no luce como un niño. Es pequeño y femenino, pero obviamente está en la adolescencia, tampoco se comporta como un niño, llorar no es exclusivo de la gente pequeña. ¿Será porque es muy torpe? De repente recordé cómo se quemó con los fideos.

Asentí cuando pregunto si era normal gustar de varias personas, porque es lo que me sucede ahora.
-Sí, eso creo, nunca he estado enamorado -es demasiado complejo el sentimiento. Él no tiene experiencia, nunca había besado, aunque bien pudo haberse enamorado sin llegar a tener contacto con la otra persona- no.. lo sé. ¿Me besaste para hacer sentir mal a Saki? -no lo creo, además fui yo quien lo besó primero y a Saki no creo que le importe- no sé cómo funciona el despecho -sé que se interpreta como una especie de venganza, pero en sí no comprendo el sentimiento.

Cuando llegamos a la estación no soltamos nuestras manos. No sé si debería hacer esto públicamente, desde aquellas amenazas de mi padre trato de ser prudente en espacios muy concurridos, aunque dudo que alguien aquí me conozca.
-¿Por qué? -moví su flequillo y le sonreí- por supuesto que no soy un asesino -respondí serio- ¿es la primera vez que sales con un desconocido? -antes creía que eso era peligroso y estúpido, pero desde que conocí a Karin mi perspectiva con ciertas cosas cambió radicalmente- creo que es genial conocer personas nuevas con las que puedas congeniar. Sabes, difícilmente soy compatible con otros, por eso me alegra que hoy hayas aceptado a venir a mi casa -me gusta invitar a mis nuevos amigos a mi casa, siempre me dicen que agarro confianza fácilmente, pero... a él no parece molestarle.
Fuimos platicando en el camino, y cuando llegamos a la estación que está cerca de mi departamento, le dije que bajáramos. Es algo tarde, ya cenamos algo pero tal vez sería buena idea comprar algo más, aunque tengo algo de comida en casa.
[color:0361=0033cc]-Llegamos -caminamos apenas cinco minutos para llegar a mi departamento. Abrí la puerta y le indiqué entrar primero, me quité los zapatos y los acomodé en la entrada- puedes encender el televisor y la consola -caminé a mi recámara y dejé el suéter delgado que tenía para ir por uno más grueso, y regresé a la sala junto a Elijah- ¿quieres jugar, cierto? ¿O deberíamos hacer algo más? Tengo películas, series... uhm... -lo miré esperando una respuesta, tal vez prefiera hacer algo más.

Departamento:

Pienso que tal vez es la diferencia cultural, pero tal vez solo se deba a que yo no tenía amigos con quienes tomarme de la mano, tal vez es más normal de lo que pensaba y yo solo exagero a veces.
-Si, porque ya no soy un niño- me quejo un poco -Si, lo es- el me explica ese detalle y de nuevo es algo que no consideraba, pero supongo que es verdad.
-Supongo que es por eso, pero a veces es un poco molesto- me siento apenado, creo que he sido un poco rudo con Min en varias ocasiones, pero creo que me afectó mucho, como me molestaban tanto con lo de ser gay y afeminado, que ahora soy un poco tosco. Pero es una tontería, ahora voy de la mano con un hombre.

-¿En serio? la gente siempre habla sobre el amor, nunca había conocido a alguien que me dijera que nunca se había enamorado- yo pensé que estaba enamorado de Mia, pero luego entendí que ella solo me gustaba y le tenía cariño por lo que hizo por mi, pero no estaba enamorado.
Niego a lo de hacer sentir mal a Saki.
-No estaba pensando en él- agrego -Entonces no debe ser despecho- llego a esa conclusión gracias a lo que él me ha dicho.

La forma seria en que me contesta me hace soltar una risa.
-Si contestas así, solo pareces mas sospechoso- me sigo riendo un poco más -Si, pero creo que eres buena persona- no sé que tan bueno puedo ser juzgando a las personas, pero con él no me siento en peligro.
-¿En serio? entonces a mi también me alegra- le sonrío de manera alegre -a mi me gusta hacer amigos, desde que llegué a este país, he hecho muchos, así que me hace feliz que tu también seas mi amigo- antes tenía a mis padres, y ellos eran mis amigos, por eso no sentía que me faltaran amistades, pero ahora ellos no están, pero tengo amigos, seguro que ellos desde el cielo me ven y se ponen felices de ver lo que he podido lograr.

Llegamos a su departamento, es grande y bonito, no tanto como el de Ilkin.
-Que linda tu casa, ¿vives solo?- pregunto porque no sé si debo saludar a alguien -Si, jugar- camino haca la pantalla y la enciendo, igualmente lo hago con la consola. Me senté en el sofá -Hay un juego, se llama cup head, podríamso jugar juntos y no está caro- le digo mientras lo busco en la tiene en linea -Mira, es ese, los dibujos son lindos, pero no es un juego fácil- le explico con algo de entusiasmo -¿Lo podemos comprar?- le pregunto poniendo esa carita de cachorro con la que siempre convencía a mis padres.

Tiene razón, a veces parece que el amor es el centro del todo. Antes pensaba que eso era imposible, que inclusive la gente podría vivir sin relacionarse con los demás a menos que fuera estrictamente necesario, pero una vez que desarrollas sentimientos por otra persona, no importa de qué tipo, cambia tu perspectiva.
-En sí, ¿cómo sabes cuando estás enamorado? Y si al final las cosas terminan, ¿qué tan auténtico fue? Yo no lo entiendo -suspiré desilusionado, tal vez por eso siempre me terminan dejando.
Al menos aclara que no pensó en Saki, aunque en ese momento no se me ocurrió la posibilidad, pero es bueno porque no me gustaría que me besara pensando en otra persona.

Lo miré extrañado, ¿cómo debí responder entonces? Para empezar su pregunta fue extraña, la gente no diría eso a alguien que acaba de conocer.
-Tú también, eres muy agradable -pero eso me hizo sonreír, además su sonrisa es muy bonita, y creo que lo hace mucho, debe sentirse cómodo conmigo y me tranquiliza pensarlo. A pesar de que nos besamos en el callejón él actúa con normalidad, en serio no se molestó- ¿en serio? ¿Dónde vivías antes? -es obvio que no es de este país, antes no me tomé la molestia de preguntar mas que su nombre, pero me gustaría saber más sobre él ahora que somos amigos- ¿qué edad tienes, por cierto? -no creo que sea tan joven, solo espero no tenga quince años porque creo que sí sería un niño casi.

Asentí, porque al vivir en casa de mi padre no creo que lo hubiera llaveado conmigo, no me sentía muy cómodo invitando a otros.
-Claro, cómpralo -su gesto fue muy tierno, y mientras él compra el juego en la consola, puse mis manos alrededor de su cintura y le abracé- pero, ¿de qué trata ese juego? -parece como esos juegos clásicos, ni siquiera había prestado atención antes- ¿quieres algo de tomar? Puedo prepararte chocolate caliente o un té, o si prefieres una bebida fría, tengo jugo de manzana -esperé a su respuesta y me levanté a servir una bebida para ambos mientras él espera, aunque tardará un poco en descargarse el juego. Coloqué los vasos en la mesa de centro y me senté de nuevo- Elijah, siéntate aquí -palmeé en el espacio que dejé entre mis piernas para que se sentara y poder abrazarlo por la cintura. Una vez que lo hizo, tomé mi mando y envolví ambos brazos alrededor de él- ¿quieres jugar algo más mientras se descarga? ¿O prefieres hacer otra cosa? -me incliné hacia un lado, y al sentir el rico aroma de su cabello, me acerqué a dejar un beso tras su cuello.

Lo miro, yo no tengo una respuesta, seguro que sé mucho menos que él.
-Supongo que cuando pasa lo sabes- no es que no crea en el amor, de hecho tengo expectativas muy grandes porque crecí viendo a mis padres, ellos se amaban mucho y me amaban a mi, por eso se que no me he enamorado, porque no me siento como creo que ellos se sentían.

-Moscú- digo con una sonrisa, lo extraño un poco, pero no puedo decir que no me siento feliz de estar aquí. Vivir con los abuelos sería horrible, ellos nunca me quisieron mucho por ser hijo de papá. Nunca lo decía, pero hay cosas que no hace falta decirlas, así que vivir con ellos habría sido como un gran castigo, en cambio los tíos han sido amables y no han tratado de imponer nada sobre mi -Dieciséis, ¿y tú?- no había pensado en preguntar eso, pero es que no se ve muy grande, así que no le di importancia.

Me emociono cuando dice que lo puedo comprar y no pierdo el tiempo en hacerlo.
-Es de plataformas, y tiene un estilo de caricatura vieja- le explico mirando como se comienza a descargar, parece que tiene buena conexión así que no tardará tanto, en casa a veces tenía que esperar hasta el otro día para poder jugar, eso era horrible -Jugo- contesto mientras muevo un poco más para ver que mas tiene, pero parece que no juega mucho.
Cuando me habla lo volteo a ver, me acerco y me siento en donde me ha pedido que lo haga y me vuelve a abrazar.
-Si, uno de esos juegos que dijiste que tienes- le comento pero siento un escalofrío que me recorre cuando besa mi cuello -je, parece que me dio cosquillas- digo riendo un poquito nervioso mientras paso mi mano donde él besó mi cuello.
Mis nervios se dispararon por ese beso, pero es que estamos solos en su casa… no lo había pensado hasta ahora. Recargo mi espalda en él y estiro mis brazos hacia atrás, pongo mis manos en sus orejas y muevo su cabeza, solo pequeños movimientos de un lado hacia otro, solo en un gesto un poco juguetón.
-No estoy acostumbrado a los besos que no sean en mi frente o mejillas, me pones nervioso- le cuento dejando de jugar con su cabeza, lo miro de reojo mientras me hago un poco chiquito, tomo sus manos para que suelte el control y cubro mi cara con sus manos -¿Quieres que nos besemos otro poco?- pregunto muy apenado, pero por eso he cubierto mi cara con sus manos, para que no me vea.

Así que es ruso, por eso es tan atractivo. ¿Qué será lo que le trajo aquí? Considero que Rusia es un buen país para vivir. Tal vez sus padres decidieron mudarse por trabajo.
-Veinte -es cuatro años menor que yo, aunque ni yo luzco tan grande y él se ve de su edad, tal vez un poco más grande. Pero comparado con Saki no soy tan mayor, él sí le lleva bastantes años, no sé si Saki saldría con él por ese detalle. No debería tomarle importancia a ese detalle, tampoco me incomoda mucho como pensé, no estamos haciendo nada además, solo nos besamos un poco.

Lo observé, luce feliz solo porque compré el juego, tal vez debería preguntar si tiene otra recomendación, seguro que no será la primera vez que me visita.
-Entiendo, tiene un dibujo inusualmente llamativo -no es tan detallado pero tiene su atractivo, me gusta- puedes venir cuando quieras a jugar -imagino que en casa tendrá su consola, pero ya que me hizo comprarlo es mejor que lo juguemos juntos, yo no tengo mucho tiempo para hacerlo y si estoy solo, me enfoco en otras cosas.
Comienzo a pasar los títulos para que elija cuál quiere, pero me detengo para mejor mirarlo a él. Se ha puesto nervioso, eso me hizo sonreír. Luego comenzó a mover mi cabeza, tiene unos gestos muy impredecibles, pero no me molesta.
-¿Y eso es malo? -anteriormente disfrutó de nuestros besos, él también inició el contacto después. Sonreí por lo que pidió, he perdido el interés en jugar y descubro su cara. Una de mis manos baja hasta su abdomen, y la otra le toma del rostro para poder girarlo. Me he inclinado para poder acercarme a sus labios- sí -luego de responderle junté mis labios con los suyos. Me controlé a diferencia de la primera vez, pero no dudé en introducir mi lengua en su boca. Es increíble que con un par de estos él ya sabe cómo hacerlo mejor, tal vez es natural en el ser humano adaptarse rápido en estas cosas- gírate -detuve nuestro beso y alejé mis manos de él para que se sentara de frente, es mucho más cómodo. Dejé mis piernas un poco más juntas y cuando se acomodó, puse mis manos a la altura de su cadera. Me estiré hasta sus labios y de nuevo empecé a besarlo. La posición es más cómoda, y la presión de nuestros cuerpos se siente bien.
Subí una de mis manos a su rostro para hacer más profundo el beso. Nos separamos y limpié un poco de saliva bajo su labios- ¿solo quieres que nos besemos? -lo miré fijamente a los ojos. Mi mano comenzó a colarse bajo su camisa, su piel se siente caliente.

Veinte, es mayor que yo, pero no se ve tan grande, además no es tanta la diferencia, creo… Aun así no deja de ser guapo. Creo que me gustan las personas mayores, la única de mi edad ha sido Mia.
-Pero la trama es siniestra, pero no te la contaré, para que así disfrutes el juego- mucha gente piensa que los dibujos son lindos y no piensan que se trata de un juego donde te conviertes en el mandadero del diablo para así recolectar unas almas que se le escaparon -Pues si quieres que lo acabemos juntos, seguro tardaremos mucho tiempo, tal ni siquiera podamos pasar el primer nivel hoy- le digo con emoción, porque me divierte la dificultad que tiene este juego.

Él quita sus manos, una la baja a mi estomago y con la otra me hace girar el rostro, la forma en que me contesta ¡dios! me ha hecho sonrojar con solo decirme un simple “si”. Cierro los ojos para que comencemos con ese beso. Besar es muy agradable, hace que me cuerpo se comience a calentar. Al separarnos me dice que me gire, lo miro confundido, pero no es tan cómodo como nos estamos besando. Creo que esto es vergonzoso, pero me giro y me acomodo en sus piernas, pero se me olvida lo vergonzoso que es esto, cuando inicia un nuevo beso. Respiro algo agitado y el beso se vuelve bastante húmedo, pero me gusta.
De nuevo nos separamos y lo miro algo atontado.
-¿Qué?- pregunto un poco confundido y mis manos lo toman de los brazos para que se detenga -no quiero ir tan rápido- digo un poco incómodo porque no sé como reaccionar. Tomo sus manos y la saco de entre mi camisa -Lo siento- no sé si debo disculparme o no, pero me siento inseguro, porque papá decía que el sexo no es algo que deba tomarse a la ligera, que muchas veces la lujuria nos haría actuar sin pensar en consecuencias y eso es malo. Me levanto de sus piernas y rasco mi cabeza, no sé que hacer ahora.
-¿Quieres que me vaya?- tal vez él solo pensaba en tener sexo conmigo, pero yo aun no estoy listo, así que tal vez prefiere que no me quede más tiempo.

¿Siniestra? Ahora me siento curioso por el juego, tiene una apariencia infantil.
-De acuerdo -esta vez sonreí emocionado. Me gusta cuando los demás me dan opiniones sobre las cosas que les gustan para poder probar yo también. No tomo en cuenta siempre la palabra de otros, pero verlo tan entusiasmado me hizo querer jugarlo ya- no tengo prisa por terminarlo... al menos ahora -porque pensándolo bien, si el juego llega a gustarme mucho creo que sí optaré por acabarlo yo solo- pero ya que te lo propuse, mejor lo concluimos juntos -así él tiene una razón para venir, o incluso podríamos jugarlo en línea, pero... no sé si eso se pueda.

Pensé que por la forma en que nos besábamos estaba bien para él si lo tocaba, además decidí preguntar primero y no crear la incomodidad de hace un rato, pero creo que fallé.
Hice mis manos a un lado y lo miré alejarse de mí, creo que de nuevo me precipité, aunque yo no lo sentí así.
-Está bien, no te preocupes -debería ser yo quien se disculpe por incomodarlo. Toda la energía que tenía se ha ido, pero no tanto porque él cortara el contacto, sino por cómo actué yo- yo lo siento -no hubo tanto entusiasmo en mis palabras, aunque en verdad me arrepiento por haberlo presionado- ¿eh? ¿Por qué? -lo miré preocupado. No quiero que se vaya, no planeaba correrlo, además estamos esperando a que descargue el juego que le gusta, no tiene sentido- perdón -agaché la cabeza, no sé qué decirle para que se quede. Quiero besarlo, pero también podemos solo dedicarnos al juego si él así quiere, no tengo inconveniente con su presencia ni tampoco estoy enfadado por rechazarme. Más bien estoy un poco inconforme con la manera en que soy, repito siempre los mismos errores- no te haré sentir incómodo nuevamente... bueno, a decir verdad no lo sé. Así que por favor, si alguna de mis actitudes te hace sentir mal o te disgusta, dime, soy un poco lento leyendo a las personas, o más bien soy pésimo -me levanté y me incliné ligeramente en modo de disculpa. Constantemente recuerdo a Karin y lo que dijo. Quiero ser alguien que le agrade a ella por completo pero es inútil si no quiere verme más, pero no importa, sigo intentándolo. Siempre supe que los errores debían corregirse, pero en lo sentimental es más complicado que en actividades que no implican los sentimientos o la convivencia con otros- ¿ya no podemos ser amigos? -tal vez no quiera venir más. Es una lástima, él me gusta y es un chico divertido y lindo, ojalá no lo hubiera arruinado.

-Bueno, si te llega a gustar mucho, puedes iniciar una partida aparte para ti, y la nuestra la terminaremos juntos- sugiero, porque yo seguro estaría ansioso por jugar y no tener que esperar a que la otra persona tenga tiempo o pueda venir a jugar y yo, por la escuela y el trabajo, no tengo mucho tiempo libre, o sea, si lo tengo, pero venir hasta su casa y jugar… sería algo complicado. Tardaría más tiempo en ir y venir que el tiempo que podría pasar aquí.

¿Por qué debería irme? ni tengo idea.
-Pues no lo sé… tal vez no te gusta como soy- él es una persona con experiencia, ¿por que iba a perder su tiempo en mi? yo apenas aprendo a besar y me asusta un poco avanzar más rápido.
Él ya se ha disculpado dos veces, y parece realmente arrepentido, así que me acerco un poco preocupado. Él comienza a explicarme un poco como es… realmente es una persona rara.
-Podemos ser amigos- suspiro y me acerco más a él. Se ve triste, así que lo abrazo -no me hiciste sentir incómodo, obviamente me gustó, tus manos son suaves. Pero me asusta un poco hacer ese tipo de cosas así de repente- confieso y hago un poco más apretadito mi abrazo -No estés triste, es que yo no tengo mucha experiencia, me asusta un poquito- me separo un poquito de él, me estiro para darle un beso en los labios pero apenas alcanzo a dar en su barbilla -¿Podemos ir lento?-le pregunto con una sonrisa en mis labios. Mis brazos dejan de rodear su cintura y los estiro para colgarme de su cuello, literalmente me cuelgo -Ya no te pongas tristes- le vuelvo a pedir mientras me meso de un lado a otro. Lo empujo para que los dos nos volvamos a sentar, de nuevo he quedado  encima de él y lo abrazo ocultando mi rostro entre su cuello -Tengo mucha curiosidad, pero mis padres siempre decían que no debía apresurarme- ellos siempre me decían muchas cosas. Antes me parecían palabras molestas que no dejaban de repetir, pero ahora que no los tengo, ya no tengo esos consejos, por eso, los que me dieron, ahora los quiero tomar en cuenta.
Abrazo un poco más fuerte a Aaren porque me he puesto un poquito triste.

Negué con la cabeza y lo miré, me gusta su manera de ser y sus gestos, es una persona muy amable además y fácilmente podemos tener una conversación. Las demás personas a veces no intentan alargar una plática conmigo, pero él parece no tener problema con eso y siento que somos compatibles, es la clase de persona con la que me gusta convivir.
-Me gusta cómo eres -correspondí su abrazo y suspiré aliviado, él aceptó ser amigos todavía, al menos mi disculpa funcionó. He aprendido que una disculpa no te asegura el perdón de la otra persona, pero en este caso fue suficiente- entiendo, lo tendré en cuenta -pongo atención a lo que va diciendo, tengo que grabar me las cosas que no le gustan para así no repetir el mismo error e incomodarlo más adelante. Es más sencillo si él me dice qué puedo hacer y qué no, y al parecer por el momento no puedo tocarlo, solo besarnos- de acuerdo, no estaré triste -si él me lo pide debo intentarlo.
Cerré por un par de segundos los ojos cuando me besó, hizo cosquillas porque fue en la barbilla. Mis manos descansan en su cintura pero intento no ser tan invasivo para que no se repita lo de hace un momento. Constantemente debo recordármelo, aunque puede que después lo olvide, espero que no- lento... sí, eso está bien -pero después supe que no sé cómo ir lento. Cuando estaba con Mei las cosas se dieron al ritmo de ambos, y al no tener experiencia, ir despacio era algo natural para mí, no podía acelerarme en un terreno completamente desconocido, además Mei siempre supo cómo controlar mis impulsos. Y Karin... ella lo sabía casi todo. No solo en el sexo, ella sabía más que yo sobre cómo vivir, con ella en lugar de reprimirme sucedía mayormente lo contrario. Tal vez debí controlarme, si lo hubiera pensado antes probablemente seguiríamos juntos.
Por sus movimientos me tambaleé un poco, y terminé sentado sobre el sofá nuevamente con él en mis piernas. Le sonreí y afirmé, no me pondré triste, y si él me muestra su sonrisa para mí es más sencillo olvidar lo que estaba recordando sobre Karin.
-Oh -¿sus padres hablan con él sobre eso? Es la primera vez que escucho algo así. Las personas de mi edad que me rodean no les gusta hablar sobre sus padres, menos sacarlos a tema en situaciones de este tipo-  -¿tus padres siempre te dan consejos sobre cómo hacer las cosas? ¿Cómo es eso? -lo abracé más fuerte al sentir que él lo hacía- creo que si ellos te dijeron que fueses lento, deberías hacerles caso. Ellos saben más que nosotros, tienen más experiencia y también son la autoridad, por tanto deberías seguir sus consejos -lo impulsé lejos de mí apenas unos centímetros para poder verlo a la cara- prometo que... ¿estás bien? -luce triste, y pasé mi mano por su cara. ¿Le hice algo? ¿Qué pasó ahora? No estoy entendiendo, creí que las cosas se habían resuelto.

Al menos parece que él, es una persona comprensiva, y entiende que no quiero dar un salto tan rápido en esto del sexo. Me alegra que sea una persona comprensiva y no se enoje porque yo he puesto un limite. Seguro que yo en su lugar, no lo tomaría de tan buena manera, me enojo con mucha facilidad.
Parece sorprendido de que me llevara bien con mis padres y ellos me dieran consejos. Ellos siempre fueron muy abiertos conmigo en ese aspecto, desde los doce comenzaron a explicarme sobre el sexo. Mamá parecía creer que yo iba a ser algo así como un rompecorazones, pero supongo que es porque ella me veía con ojos de amor. Porque debería de ver lo mal que me va. Ni siquiera pude tenerlos conmigo para contarles sobre mis gustos…
-Ellos eran mis mejores amigos en Moscú- suspiro al pensar en eso. Ahora tengo nuevos amigos y Min, es mi mejor amigo, pero ellos siempre lo serán también.
Aaren dice que siga sus consejos y digo que si con un sonido de mi garganta. Hace que nos separemos y toma mi rostro, nuestros ojos se encuentran y luego bajo la mirada.
-Si, es solo que los extraño. Trato de ser fuerte, pero a veces cuesta un poco- parpadeo con fuerza, mis ojos están húmedos, pero no salen lagrimas, solo un poco de humedad que limpio con el dorso de mi mano -Ellos fallecieron, por eso vine a vivir acá- le explico y luego me fuerzo a poner una sonrisa -No, no te preocupes, tranquilo. Soy una persona muy fuerte- doy unas palmadas en mis mejillas -vamos, ninguno de los dos puede ponerse triste- me estiro para tomar el jugo que hace un rato el me sirvió y me lo tomo todo -Aaren, ¿como es el sexo entre hombres?- pregunto curioso mientras le pongo el vaso en la mano -¿Me regalas otro poco de jugo?- pregunto con una gran sonrisa. Por mis padres me esfuerzo para sonreír y seguir mi vida, sé qué eso es lo que a ellos les gustaría.
Me quito de sus piernas y me acomodo en el sofá, mientras tomo el mando de la consola para ver como va la descarga.
-Ya falta poco- digo con entusiasmo. Siempre me cuesta un poco retomar el entusiasmo cuando me he puesto triste por mis padres, pero luego de un ratito lo puedo conseguir.

Mejores amigos... ¿sus padres? Su relación debe ser muy estrecha, tengo envidia porque nunca podré entenderlo. Aunque no entiendo por qué lo mandaron aquí, ¿vino a estudiar? Tal vez sí, pero creo que es demasiado joven para estar en un país extranjero sin la presencia de sus padres.
-Tus padres deben ser personas muy agradables -puse una expresión preocupada cuando noté sus ojos llorosos, ¿no sería mejor si fuera a visitarlos? ¿O si ellos vienen a verlo a él? No sé si debo preguntar el porqué está aquí, tal vez sea un tema delicado- ah, amm -pareciera que leyó mi mente, y agaché la mirada cuando me contó que murieron, así que a eso se refería. No sé qué decirle, pero mirarlo me hace sentir triste- entiendo -debería decir que lo siento, pero no sé cómo se siente. Aún así él se esfuerza por poner una sonrisa en su cara, ¿eso está bien? Él no se ve nada feliz- de acuerdo -no estoy seguro de eso, pero si él se esfuerza estando tan triste no tengo excusa para sentirme mal.
Él hace un cambio repentino de tema, y por más que quiero olvidar lo que dijo es difícil. Recordé a Ivan y la noche que me contó sobre sus padres, aunque con él me mostré un poco más sensible, tal vez porque Elijah es un chico optimista al parecer y contagia ese carácter.
-Cómo... pues -tomé el vaso en mi mano y asentí. Debo pensar en cómo explicarle de una manera que pueda entenderlo y no ponerlo más nervioso sobre el tema, la primera vez suele ser más complicado de lo que parece. Me levanté a servir jugo, yo no he tomado nada de mi vaso. Abrí el refrigerador y saqué un pedazo de pastel y tomé una cuchara, y llevé ambas cosas a la mesita de centro- fue rápido, me alegro -me senté junto a él y tomé el plato- ¿te gustan las cosas dulces? -corté un pedazito de pastel y le ofrecí en la boca- ¿te quedarás a dormir? -dejé el plato sobre la mesa para poder tomar algo de jugo- tengo dos recámaras. Cuando Hannu o Saki vienen, duermen en la de invitados, aunque también podemos dormir juntos si quieres -aunque hasta ahora solo Ivan y Karin han dormido conmigo, y claro, Mei algunas veces.
Comenzamos a jugar y me explicó más o menos de qué iba, aunque lo demás lo supe con leer y observar el juego y cómo lo hacía. Pensé que sería más fácil por el tipo de gráficas que maneja, y al poco rato ya me encontraba totalmente concentrado. Pero me gusta, el diseño y la paleta de colores, la banda sonora... debí descargarlo antes, ahora me siento un poco tonto por ser tan selectivo y superficial con los juegos.
-Es muy diferente de lo que imaginé -dejé el mando a un lado mientras comía un poco de pastel- gracias, Elijah. Aunque no creo esperar a que vengas para terminar el juego, lo siento -le sonreí y me acerqué para darle un beso en los labios. Hoy estaba decepcionado porque Ivan no vino con nosotros, pero qué bueno que me quedé con ellos. Tal vez si él hubiera ido entonces Elijah y yo no nos hubiéramos vuelto amigos.

Asiento asegurando que mis padres son personas agradables, seguro que ahora se llevarían bien con todos mis nuevos amigos. Cuando las personas saben que mis padres han fallecido, siempre parecen sentirse incomodos, y por eso trato de no dejar que todo se ponga raro y triste. Obvio que me duele, pero no quiero la lastima de las personas, y aunque no tengan esa intención, claro que sienten pena por mi y no quiero que eso sea algo determinante en su trato conmigo. Amo mucho a mis padres como para permitir que sean un fantasma de pura tristeza en mi vida.
Lo miro esperando a que me explique, parece no saber como hacerlo.
-¿Lo has hecho?- pregunto, porque tal vez él no sabe y yo ya le estoy preguntando, tal vez debería hablar de eso con Min, él es obvio que si sabe… siento una sensación en mi estomago al pensar en eso.
Cuando regresa con el jugo doy unos tragos de nuevo y miro el pastel.
-Si- contesto con mi gran sonrisa esperando a que me de un poco y lo saboreo -¡que rico!- exclamo luego de comerlo.
Me hace esa pregunta, y luego me cuenta sobre sus amigos….
-No creo que a mi tía le guste mucho que no llegue a casa- no tiene problemas cuando me quedo en casa de Ilkin, porque sabe que estoy con mis primos, pero solo esas noches me quedo fuera de casa.
Jugamos el primer mundo, y aunque ya lo he jugado antes, sigue siendo complicado pasarlo.
-Es genial- le digo sin despegar mis ojos de la pantalla, me río cuando dice que lo va a terminar -Ni siquiera hemos pasado el primer mundo, ya quiero ver que tan lejos llegas sin mi- le digo un poco para molestarlo, por lo difícil que es el juego -¡Yeah!- grito con emoción cuando estamos a casi nada de pasar por fin, pero justo en ese momento, por la emoción me equivoco y muero -osh… y eso que ya no soy tan malo- digo inflando un poco mis cachetes por no haber ganado.

Asentí, sigo pensando en cómo explicarle, no lo había meditado.
-No sé cómo explicarte correctamente, nadie me había hecho esa pregunta antes -me quedé pensando un poco más- es diferente a tener sexo con una chica. Al inicio es complicado, las sensaciones son extrañas e incluso incómodas. No es fácil acostumbrarte. Sentir que algo introduce tu cuerpo está constantemente entre el dolor, la incomodidad y el placer, aunque el dolor depende de la frecuencia con que tengas sexo y el cómo sea tu compañero, los cuidados y la higiene... la higiene es importante -aunque tal vez él busca una explicación sin tantos tecnicismos- pero es excitante. Creo que es justamente ese choque de sensaciones lo que provoca el placer, y claro está, el hecho de que sea la zona erógena que conduce más rápidamente al placer en el hombre -lo miré para saber si estaba satisfecho con mi respuesta- lo siento, solo puedo explicarte desde el punto de vista general, porque hablando desde una percepción más personal, dependerá del tipo de educación que tengas y cuán estigmatizado tengas el tema. Las primeras veces que comenzaba a experimentar con mi propio cuerpo me la pasaba buscando cosas, no soy tan prejuicioso al respecto, pero la primera vez que toqué a otro chico... se sintió extraño, y pensé que incluso yo tenía arraigados, inconscientemente ese tipo de pensamientos -miré mi mano y sonreí- lo siento, ahora que lo pienso detenidamente no tomé en cuenta todas esas cosas antes de tocarte -honestamente, ni siquiera recordaba todo el proceso por el que pasé antes de poder tener sexo, pero cuando te encuentras en ese momento lo que menos quieres es meditar sobre tus acciones, todo es instintivo y más si eres correspondido. Además es la primera vez que conozco alguien sin experiencia después de perder mi virginidad.

Me alegra que el pastel sea de su agrado, y le ofrezco un par de bocados más, luego solo dejo que él tome cuando quiera.
-Entiendo -pensé que se quedaría, pero si en casa tiene normas que seguir no le pediré que haga lo contrario. Podría llamarle a su tía y avisar, pero no quiero que tenga problemas con su familia.
Sentí sus palabras como un reto, y soy alguien muy competitivo, seguramente estaré intentando llegar lo más lejos posible sin él.
-No me subestimes -lo dije con seriedad, será divertido superar sus expectativas- te desconcentraste -suspiro frustrado, y tomo un poco de aire para volver a la partida- aunque por mi desempeño no tengo mucho que culparte -le sonreí y volví la vista a la pantalla. Últimamente dejé este tipo de cosas de lado, entre la escuela y otros asuntos creo que mis aficiones de hace tiempo las he desplazado- ¿ves? No soy nada malo en esto. Al menos tengo algo a mi favor, aprendo rápido -no soy un genio innato como otros, pero si me lo propongo puedo aprender con más facilidad que la mayoría. El juego generalmente depende de estrategi8a y práctica, con algunos días jugando me irá mejor.

Pausamos después de un rato y me acosté hacia un lado sobre sus piernas, aunque no levanté las mías sobre el sofá.
-Paremos un rato -finalmente subí mis piernas al sofá y me giré para quedar con la cara hacia arriba- tienes ojos muy bonitos. Dime, ¿tienes hermanos? -me da curiosidad por saber más de él, pero antes recordé que hay ciertos temas que a las personas le incomodan- ah, ¿hay algún tema en específico sobre el que no deba hablar o preguntar? No quiero incomodarte -estiré mi mano a su cabello y acaricié las puntas, y después descansé mis manos sobre mi pecho.