Unas palabras [Aki]

Recuerdo del primer mensaje :

He estado cuidando a los hijos postizos de Nobu, y a la novia. Ese Nobu desperdicia mi talento en ponerme de niñera. La verdad es que no me agradaron mucho esos chicos y estoy casi seguro que a Nobu tampoco le caen bien. La novia por otro lado es diferente, y entiendo que quiere marcar más puntos a su favor con ella, pero quien viera a mi viejo y honorable amigo rompiendo matrimonios. 
Ahora que estoy libre me han encargado algo más divertido. Nuestra zona, donde la mayoría de las familias del clan vivimos; obvio no toda la zona es de gente del clan, hay familias que simplemente viven en la zona y a las cuales tenemos bajo nuestra protección. Pero parece que hay un pequeño grupo que anda causando problemas.

Llego al lugar donde están y sonrío, es un grupo de unos seis chicos, son los clásicos vándalos que no saben hacer más que molestar a todo el que pueden.
Camino lanzando una mirada a aquella florería, no me gusta que estén tan cerca de ella. Espero que no les hayan amenazado o sino me voy a enojar mucho.
-Hola chicos- saludo con una gran sonrisa al grupito. De inmediato el que parece el que manda se levanta. Intenta ser amenazador.
-¿Qué?- me dice con tono tosco, pero mi sonrisa no se borra.
-Parece que han rondado esta zona últimamente y la gente no está muy feliz con eso- digo con amabilidad, casi me divierto con pensar en lo idiota que piensan que soy por acercarme a ellos, que seguro debo estar aterrado.
-Largate- dice como si no hubiera escuchado lo que he dicho.
-Si, lo haré, pero luego de que ustedes lo hagan- comento y mi sonrisa sigue impávida en mi rostro.
Ellos me rodean, y recibo un empujo, sueltan risitas y luego otro empujón.
-Oh, no hagan eso, intento ser amable- les digo ya con voz menos amable, mas bien resignada.
-¿Qué? ya no eres tan valiente- dice el jefe y los demás rien. Hace mucho ruido y creo que comienza a atraer la atención de las personas en sus casas y en los negocios.

Tohru:

Lo miré confundido, no entendí si estará bien o no, me preocupa que se esté forzando a actuar como si nada malo pasara. Creo que soy yo quien exagera.
-Bien, si tú lo dices -no estoy muy seguro al dar mi respuesta, pero no hay nada más que yo pueda hacer. ¿Ofrecerme a cuidarlo? No, seguramente eso puede molestarlo, creo que si quisiera él lo hubiera propuesto. ¿O no? Rasqué mi cabeza al no encontrar una respuesta.

¿Cómo va a respetarme mucho? No encuentro una razón, es más bien al revés, yo lo respeto porque es un cliente frecuente y básicamente cuida de los vecinos y nosotros, ¿qué razón puede tener él?
-Pero no creo que seas insolente para nada, siempre has sido un chico muy amable -podría ser... ¿que él sí recuerde lo que pasó? En ese caso es admirable lo agradecido que puede llegar a ser, y no mentiré, me da gusto que lo recuerde, siempre creí que lo había olvidado porque de verdad eso es lo mejor. Es contradictorio, pero no deseo que tenga presente algo tan duro, sin embargo estoy feliz si es que tiene un sentimiento de gratitud por ello. Diablos, soy muy engreído por pensar que esa es la razón, probablemente sea porque soy mayor o algo similar- oh -¿cómo? No, no lo creo, sino lo hubiera hecho y hasta ahora se ha comportado correctamente- ah... -lo observé un momento, ¿él en serio se ve a sí mismo de esa forma?- eso quiere decir que... ¿estás bien quedándote aquí? -de nuevo hay confusión en mi expresión- lo siento, es que me cuesta creer que seas como te describes. No pienso que fuese malo pero como siempre eres tan educado, es difícil creerlo... ¡No me refiero a que seas un mentiroso! Cómo explicarlo... -solté un suspiro y me senté en la misma cama que él- en este momento fui quien te presionó a venir, así que, si estás bien con eso, ¿te quedarías aquí? Es un poco tarde y honestamente no me gustaría dejarte ir solo sabiendo que no tendrás alguien que cuide de ti, pero ese es mi deseo egoísta, si te incomoda puedes declinar -solté el aire luego de hablar tanto. Me siento nervioso, creo que hasta titubeé en la última frase, pero al menos pude expresar lo que pienso lo más claro posible.

Sonrío porque dice que soy una persona amable, pero él solo me conoce por el poco trato que tenemos por las flores que paso a comprar todos los días, pero no es que me pueda conocer mucho por ese trato.
Te todo lo que le he explicado, ¿y el pregunta si me puedo quedar?
-Si, pero… ¿Tú quieres que me quede? ¿De verdad?- pregunto casi incrédulo.
Me río un poco, ¿de verdad le parece tan difícil creer que soy así? Él es muy lindo al pensar de esa manera.
-No quiero declinar- admito con una sonrisa que no he podido evitar. Pero es como si él de manera inconsciente me estuviera orillando a ser como siempre.

Dejo el té sobre la mesita, apenas le he dado un par de tragos, pero la verdad es que eso me importa poco.
-La verdad es que si me quedaré- no, de repente me estoy comportando como normalmente lo hago, no lo he podido evitar, creo que de por si aguanté demasiado -mi pantalón tiene sangre… y tal vez debería bañarme, para poder dormir a gusto, además debo comprar las medicinas- comento sacando de mi pantalón aquella hoja de receta arrugada que me dieron con algunos analgésicos y cosas para la herida -Ves, creo que si estoy abusando- digo con un gesto de sincero arrepentimiento.

Asentí y le sonreí, creo que en primer lugar no lo había traído si mi intención no era cuidarlo, aunque no planeaba que se quedara pero la idea me agrada.
-Claro que sí -es como un niño que teme molestar a los demás, sabía que era amable pero no imaginé que llegase a portarse tan considerado- de acuerdo -solté un suspiro seguido de una sonrisa, me alegra que mis pensamientos se hayan expresado correctamente o que él no lo malinterpretara.


Tomo la taza y soplo un poco, luego dirijo la mirada a Tohru mientras le doy un cuidadoso sorbo.
-Está bien -respondí, pero creí que eso ya había quedado claro- oh... okey, puedo prestarte un pantalón limpio -su cambio fue un poco extraño, aunque yo ya había contemplado prestarle más ropa limpia, así que no es que me moleste.
Solté una risita y dejé la taza en el buró- me veo como alguien demasiado rígido, ¿cierto? -tengo un poco de nervios y tal vez pueda notarse en mi voz- contrario a lo que se puede pensar por cómo luzco, en realidad no me enojo fácilmente. Así que no, no creo que estés abusando -ha puesto una linda cara de arrepentimiento, es un poco extraño, pero... bueno, no importa, no ha hecho nada malo- ¿por qué no pides tus medicinas mientras yo te saco un pantalón limpio? Te traeré el teléfono -llevé mi mano y la acerqué a su cabeza, parece un niño regañado y no quiero que se sienta así.
Me levanté para traer el teléfono y que él pudiera pedir sus medicamentos, después se lo entregué y busqué el pantalón más corto que encontré.
-El baño es por aquí, ¿quieres que te ayude con la camisa de nuevo? Y el pantalón... supongo que también te costará un poco quitártelo -hace un rato estaba muy preocupado y no me preocupó ver su torso, pero incluso si él dice que suele ser diferente, no creo que se sienta muy cómodo con un desconocido quitando su pantalón.

Es una persona tan accesible y eso no puede ser bueno, porque me conozco, se muy bien como soy con esos temas. Muerdo mi labio para controlar esa sonrisa que quiere aparecer en mi rostro.
-Si, gracias- digo cuando dice que si me dará un pantalón. No importa que me quede grande, seguro por eso será aun mas cómodo.

Niego con pequeños movimientos de mi cabeza.
-Como alguien serio- cambio el adjetivo que él ha usado, pero supongo que a grandes rasgos es mas o menos lo mismo -¿En serio no? no creo que tengas tan buena personalidad, todos nos enojamos, tu también ¿que cosas te molestan?- pregunto dejándome llevar de nuevo por mi personalidad, quisiera encontrar esas cosas, no creo que pueda ser tan amable siempre, debe haber algo, ciertas fibras que me gustaría poder tocar y ver. La gente siempre quiere ver lo mejor de los demás, pero yo no, quiero conocer esos limites, porque creo que ahí es cuando se puede conocer mejor a una persona.

Tomo el telefono y desarrugo la receta, y comienzo a pedir los medicamentos y doy todos los datos necesarios para que los traigan, al terminar, aprovecho para tomar el té que ya debe estar tibio y lo tomo todo.
Me levanto de la cama para hacer lo que sigue. Tomar ese baño. Voy caminando con una sonrisa en mi rostro.
-Si por favor- digo al entrar al baño y levantando las manos para que me ayude con la playera, miro la venda sobre mi herida, tiene una pequeña mancha roja de sangre, supongo que cuando llegue la medicina tendré que cambiarla. Aunque me limpiaron el área del corte; cuando el me ayuda a bajar el pantalón, hay algo de sangre seca en mi pierna.
-En serio me gustaba esa ropa- comento con algo de decepción.

No me extraña que me vea de la misma manera que el resto dd las personas, sería más extraño que no fuese así. Tal vez debería sonreír más a los clientes.
-No me refería a que mi personalidad es muy buena -me siento tan apenado que se haya interpretado de esa manera que mis mejillas arden un poco- y claro que hay cosas que me molestan. Por ejemplo hace jb momento que comenzaron a rodearte… Esas cosas me disgustan, que se aprovechen de otros -específicamente quería decir sobre la violencia, pero incluso yo hice uso de ella hace un momento, creo que me vería un poco hipócrita diciendo eso y ya me siento suficientemente avergonzado. Además tampoco quiero que se sienta obligado a no hacer esas cosas que me disgustan, ya que él es muy amable pienso que podría sentirse presionado - ¿qué hay de ti? ¿Qué cosas pueden molestarte? -me gustaría saber por si casualmente no he hecho alguna de esas cosas.

Él acepta mi ayuda y después de su llamada hemos caminado al baño. Comienzo a levantar la camisa y la dejo a un lado, luego miro la mancha de su pantalón, creo que será difícil de quitar.
-Puedes sostenerte de mis hombros -me agaché para ayudarle a bajar su pantalón, la posición es un poco incómoda, por eso me concentro en mirar la prenda y ayudarle a que sus movimientos sean los menores posibles- listo -tomé el pantalón y lo dejé doblado en una esquina, podría lavarlo pero mejor esperaré- la derecha es caliente y la izquierda fría -le sonreí y salí del baño. Cuando cerré la puerta solté el aire, es raro hacer esto pero también me alegra pensar en comenzar a llevarme mejor con él.

Cuando dice el tipo de cosas que le hace enojar, creo que me siento herido, supongo que pese a que pueda decirme que está agradecido con la manera en que cuidamos de las personas de esta zona, yo no soy tan diferente a lo que creo a él no le gusta. Pero es obvio, ¿quien va a sentir real agrado por alguien como yo? estoy seguro que incluso Evan, el prefiere separar nuestra amistad de la persona que soy, del grupo al que pertenezco. Esa es la razón por la que no debería involucrarme tanto con personas fuera de ese mundo y Akira forma parte de ese otro lado al que yo no puedo pertenecer.
-Ya veo, ese tipo de cosas- comento con una sonrisa, pero me siento triste de saber lo diferentes que somos -¿A mi?- no sé para que pregunta, creo que él no debería intentar conocerme -Ahora no se me viene nada a la cabeza- vuelvo a poner una sonrisa en mis labios, ¿Qué me hace molestar? no tener lo que quiero, que las cosas no salgan como yo lo deseo, la gente insufriblemente en el papel de víctima. Pero decir esas cosas suenan tan mal a comparación de las cosas que a él le molestan, solo demostraré que soy una persona desagradable a comparación suya.

Una vez en el baño el me ayuda con mi ropa, lo hace sin inmutarse ni un poco. Definitivamente él está muy por encima de mi. Pero siempre lo he sabido. Suspiro cuando me deja solo y me meto al agua, dejo que la sangre seca que queda en mi piel se moje y así comience a caerse.
Presiono con mi dedo mi herida y siento aquel dolor inevitable, pero aun así sigo haciendo presión a cierto ritmo en la herida.
- Es demasiado bueno- comento con hastío, pero en realidad en mi pecho siento una gran tristeza. Nunca me ha importado tanto eso, siempre he pensado en la moral como algo que todos manejan a su antojo, incluso con Evan, pero esta vez, con Akira, él de verdad parece una buena persona, y se siente demasiado inalcanzable, aunque ¿qué es lo que deseo alcanzar?
Cierro al agua cuando parece que ya no queda sangre. Salgo de la regadera dejando que todo el piso del baño se moje por lo que gotea mi cuerpo.
-¡Ya terminé!- aviso desde adentro.

Me quedé esperando una respuesta más precisa pero él no dice nada, y tal vez sea mi imaginación pero siento que lo he incomodado con lo que dije. Aunque si ahora pregunto qué pasa, probablemente se vea fuera de lugar ya que no ha dicho nada malo.
-Oh, entiendo -me reí nervioso y agache la mirada, solo espero no ser la clase de persona que le desagrada y ahora piense diferente de mí.

Mientras él toma un baño yo saco una manta limpia y recojo las tazas que utilizamos para poder lavarlas, también busqué en el refrigerador qué podríamos cenar, pero no sé cocinar así que en lugar de darle algo recalentado, debería preguntarle si desea que ordenemos la cena.
-Es por eso que debo aprender -solté in suspiro y busqué una toalla limpia.
Sonó el timbre e imaginé que sus medicamentos estaban aquí, así que salí con algo de efectivo y pagué. Al regresar las dejé sobre la mesa y cuando llamó me acerqué a la puerta y toqué un par de veces.
-¿Te sentó bien la ducha? -dije después de entrar, y puse sobre sus hombros la toalla para que comenzara a secarse. He tomado el pantalón limpio pero antes de ayudarlo recordé lo de su vendaje- espera, llegó tu pedido, traeré las cosas para ayudarte con eso -salí y tomé lo necesario para curarlo junto a una crema, y después comencé secar el área con una gasa. No pregunté y me incliné para comenzar a aplicar con cuidado un poco de crema, y finalmente cubrí su herida- listo, ahora levanta tus brazos para poder ponerte la camisa -siento como si estuviera cuidando de un niño, incluso dejó mojado el piso, pero ya me encargaré después de eso- tu ropa interior está muy mojada, creo que es mejor si te la quitas y la metemos a la secadora -aunque si hace eso tendré que salirme y deberá colocarse él solo el pantalón, porque imagino que de ayudarlo será incómodo.

El regresa con una toalla que pone en mis hombros, pero no hago nada para secarme, solo la dejo ahí. Si me ayuda a vestirme porque no vaya a ser que me duele, ¿por que entonces voy a secarme yo solo? eso requiere más esfuerzo que ponerme una camisa.
-Lo siento, es que me duele- digo un “intento” de comenzar a secarme -¿Me ayudas?- pido con gesto apenado.

Esta vez no he tenido que pedirlo, pero él se ha puesto tratar mi herida. Lo miro mientras me pone la crema y la gasa para cubrir mi herida.
Como lo indica levanto mis brazos para que me ponga la playera.
-Ah eso. Ok- supongo que pedir que me cambie por completo ya es mucho. Así que en cuanto sale yo me deshago de la prenda sin mucho problema, si, claro que duele, pero no es algo a lo que no esté acostumbrado. También me pongo el pantalón, el cual si, me queda grande. Pienso que me he cambiado demasiado rápido y sería raro que saliera tan pronto, así que me tomo un tiempo para salir.
-Listo- digo al salir del baño y sin preguntar camino de regreso a la recamara y me subo a la cama -¿No había pastillas para el dolor?- pregunto con gesto aquejado.
Sé que no soy una persona a su nivel, pero entonces al menos quiero poder sacar tanto provecho de esta oportunidad como me sea posible. Después de todo, no soy buena persona, así que supongo que debería de dejar de actuar como un tonto cada vez que lo veo.
-Aki, eres muy amable, gracias por todo- comento, y parece que mi anterior intención de solo ser totalmente yo, no ha funcionado. Yo realmente quiero que el piense que soy bueno.

-Claro -tomé la toalla y con cuidado comencé a secar su cabello, luego su torso y dudé un poco, pero finalmente pasé la toalla por sus piernas. Esto no tiene por qué ser incómodo, estoy cuidando de una persona enferma, y si ahora lo pidió es porque tampoco le toma importancia. Simplemente es extraño, lo conozco de hace mucho pero es la primera vez que intercambiamos más de dos palabras- listo -le sonreí y dejé la toalla a un lado para ocuparme de lo demás.

Salí del baño y solté el aire, la verdad es un poco tierno, parece un niño pequeño.
-Te queda muy grande -solté una risita y lo miré- sí, claro -qué vergüenza, ese comentario puede haberse malinterpretado.
Fui por sus pastillas y un vaso con agua y lo seguí hasta la recámara. Puse el vaso  sobre el buró y le entregué su medicina.
-De nada -le regalé una sonrisa y esperé que tomara esa pastilla para el dolor, ese sobrenombre es algo que nadie usa-¿tienes ganas de dormir? Ahora que estás en cama tu herida dejará de molestarte un poco -creo que se ha movido demasiado, lo ideal es que en cuanto llegó se pudiera acostar, pero no lo hizo y no me gustaría que su herida se abriera- ¿necesitas algo más? -me senté en una orilla de la cama y solo por precaución, llevé mi mano a su frente, pero está fresco.

Y sin problema alguno él se pone a secarme, tal vez alguna otra vez pensaría algo como que es muy amable, que no debería ser así, que me gustaría ver el limite de su “buena actitud”, encontrar ese punto en el que puedo hacerlo sentir molesto. Pero no quiero, la verdad es que no quiero conocer ese limite y aun así me estoy arriesgando y pidiendo cosas como ropa, un baño, que me seque.
-Muchas gracias- digo cuando ha terminado y mi agradecimiento ha salido con toda sinceridad.

Sonrío por su comentario, pero no es en si por eso, sino por su risa, casi siempre lo veo serio, aunque siempre he pensando que tiene una expresión cálida, ahora simplemente me parece que desearía verlo reír más seguido.
-Si, mucho, pero me siento muy cómodo- comento moviéndome un poco para que la tela se agite con el movimiento pero me detengo al sentir una pequeña punzada.
Me acomodo en la cama y él ha ido por mis pastillas, luego de secarme, creo que pedir mis pastillas no parece ser tan demandante.
-Me siento un poco cansado, ¿tú dormirás en esa cama?- pregunto señalando la otra cama de la recamara. La idea de compartir habitación me agrada mucho.
Me tomo mi pastilla y doy unos tragos al agua que vuelvo a dejar a un lado.
-¿y tú ya tienes sueño? porque sino, prefiero esperar a que tu vayas a dormir

Me hace feliz saber que mi ayuda le ha servido, además se nota más relajado que cuando llegó, creo que solo necesitaba un poquito de tiempo para tomar confianza conmigo. No sé si él es la clase de persona que después volverá a ser como siempre, sospecho que no, no parece que le desagrade y honestamente me encantaría ser más cercanos, pero no quería que pensara mal de mí.
-Qué bien, estaba un poco preocupado por eso. Pero después de todo es ropa para que puedas dormir, así que no deben ser malas unas tallas más grandes -no se ofendió y eso es bueno, creo que estoy pensando demasiado las cosas, él siempre ha demostrado ser una persona sencilla y amable, no debería ponerme tan tenso cada que crea algo no va bien.

Miré mi cama y asentí, ¿le pondrá incómodo si me quedo en la misma habitación? Dios, debo dejar de preocuparme por cada cosa que habla.
-Aunque no inmediatamente, pero sí. Tú deberías descansar ya -iba a sugerir la cena pero si está cansado, mejor mañana me levanto más temprano a servir el desayuno- ¿pero eso está bien? No quiero que te quedes despierto solo por mí, además debes estar cansado -a mí también me gustaría permanecer platicando un rato más, pero no puedo exigirle a una persona enferma- si quieres puedo quedarme a tu lado hasta que te duermas -esto es como tener un hermano pequeño, o me imagino que así debería ser. Yo tengo medios hermanos pero no soy cercano a ellos, solo con el menor recientemente. ¿Así hubiesen sido las cosas? Pensarlo se siente agradable, pero también amo la familia de mi madre y yo solos.
-Si aún no tienes sueño, ¿te gustaría cenar?  Aunque no soy bueno cocinando, pero podríamos pedir algo o calentar lo que quedó de hoy -la cocina de mi madre es deliciosa, me hubiese gustado preparar algo especialmente pero tampoco es malo que coma lo que hay.

Niego, pero si, hay siento algo de cansancio, pero creo que es más por lo tenso que me he puesto en la pelea. Que él se metiera agrego mucha carga de estrés para mi y yo para nada estoy acostumbrado a esos niveles. Creo que por lo general las cosas me importan poco como para que me afecten tanto. claro, hay cosas importantes y eso, pero nunca a tanto grado.
-No quiero dormirme solo- admito, no es que no pueda dormir solo, pero digamos que si puedo elegir, prefiero la compañía. En casa, suelo poner alguna serie para no dormirme en completo silencio -Eso me gustaría- admito cuando dice que se puede quedar hasta que me duerma -Pero si tienes cosas que hacer, yo puedo esperar, prefiero esperar y que podamos dormir los dos- no quiero que se vaya solo cuando me quede dormido, yo quiero que se quede a mi lado toda la noche.
Creo que por el té y las galletas, había olvidado la cena. No tengo hambre, pero podría comer algo.
-¿Tú que prefieres? no me importa si pedimos algo, para que así no trabajes de más, pero si prefieres calentar la comida porque te gusta más, entonces prefiero probar lo que a ti te gusta- comer juntos.
Recuerdo que cuando era pequeño, luego del incidente y de salir el hospital; obviamente. Cuando lo veía, yo me ponía a pensar en como acercarme a decirle gracias, pero era imposible, para ese entonces yo no podía hablar, pero si, soñaba que el milagro de recuperar mi voz ocurría cuando me acercaba a él para agradecerle, de ahí nos hacíamos amigos y comíamos juntos. Supongo que esto puede ser una versión alterna de esas fantasias.

Me ha sorprendido que diga que no quiere dormir solo, es extraño cómo alguien que tiene más fuerza que yo probablemente, también tenga ese tipo de miedos. Y como pensé para mí es imposible no recordarlo como en el pasado, quisiera saber si es por eso que ahora no le gusta dormir solo, pero no deseo ser imprudente.
-No tengo cosas qué hacer en realidad, solo que es algo temprano para mí para ir a la cama… -a veces me desvelo para preparar las cosas del día siguiente, eso planeaba hoy ya que mamá salió y así podría ahorrarle trabajo, pero si le explico mis razones ella seguro entenderá- aunque… tampoco es malo dormir temprano de vez en cuando -es muy amable de su parte que aún sintiéndose mal, me tenga en consideración.

Después de todo él no se duerme instantáneamente y acepta mi idea de cenar, pero ha dejado la elección en mis manos. Me pregunto qué le gustará más, y así como él yo también quisiera conocer sus gustos.
-Creo que la comida en casa es más saludable -además así no tendremos que esperar mucho y él podrá descansar pronto- calentaré la cena y vuelvo, ¿de acuerdo? -me levanté y para que no se aburriera le entregué el control de la tv- puedes mirar algo si quieres -salí hacia la cocina y saqué la comida y platos para servir. Es raro para mí tratar a alguien así, no tengo un amigo tan cercano o alguien además de mi madre con quien pueda ser de esta manera. Por eso me hace sentir feliz, ligeramente emocionado, es una experiencia única.

Al terminar de servir llevé primero su porción de comida. Un poco de sopa arroz y un guisado de carne y verduras ligero, después volví por lo mío y un par de vasos de agua.
-Es la primera vez que comeré en mi habitación -me senté en la otra cama, me resulta un poco incómodo comer así, pero no quiero que se mueva mucho y no dejaré que cene solo.

Niego cuando parece pensar en dormir temprano solo porque yo dije que estoy algo cansado.
-No por favor, no quiero alterar tu ritmo- digo eso pero obviamente lo estoy haciendo, hasta lo hice secarme en el baño -Me sentiré mucho mejor si te espero- insisto en eso y mi voz lo demuestra aunque no pierde ese toque de amabilidad.

Sonrío y asiento, la verdad prefiero lo hecho en casa, mi mamá me ha acostumbrado a eso, pero no iba a exigir que fuera de esa manera.
-Me encantaría probar esa comida- digo ahora que él ya ha elegido.
El sale para ir a calentar la comida y yo enciendo la televisión, paso varios canales hasta dar con una caricatura americana, así que la dejo, es un capitulo que ya he visto, pero no importa, está gracioso.

El regresa y tomo la comida que me ha dado. Sonrío de solo percibir el aroma.
-¿En serio?- no puedo creer que sea la primera vez, eso parece tan irreal para mi, porque yo siempre que tengo oportunidad lo hago -mi mamá siempre me regaña cuando lo hago, pero aun así lo sigo haciendo- le cuento soltando una risa traviesa.
Comienzo a comer, y mi apetito se abre de inmediato, pues dejo el plato casi limpio al terminar.
-Que rico cocina tu mamá- digo notando que ni he hablado mientras comía por el hambre que no sabía que tenía -gracias por la comida- digo apenado al ver que ni he tenido modales para comer.
Tomo un poco de agua y sin decir mucho más me acomodo en la cama.
-la cama es muy chiquita.

Tohru es muy comprensible y considero maleducado el insistir en algo, porque él se está tomando la molestia en pensar en mí. Normalmente yo soy esa persona, no me cuesta para nada ceder ante las cosas que la gente que quiero pide, y tener un trato similar ahora de alguien que no esperaba, se siente muy bien.
-Gracias -tengo una pequeña sonrisa en la cara, y me muevo rápido para así no hacerle quedar despierto tanto tiempo.

Asentí mientras movía la cucaracha dentro de la sopa.
-Mi madre también es muy exigente con eso, y al crecer simplemente me acostumbré a comer en el lugar apropiado. Incluso cuando enfermo me levanto al comedor, aunque nunca he estado en una condición como la tuya -a lo mucho he sufrido infecciones o resfriados, nada que realmente me pida estar en cama- pero mi madre es buena persona, es una mujer disciplinada pero amorosa, siempre ha sabido cómo educarme sin faltar al respeto. La admiro mucho y estoy feliz de que haya sido ella quien cuidó de mí -solté un suspiro y sonreí- lo siento estoy hablando mucho. Come, por favor -me dediqué a comer y repentinamente solo se escuchaba el ruido de la televisión. Lo miré unas cuántas veces para saber si el sabor es de su agrado o prefiere pedir algo más, pero creo que no está mal ya que no se quejó.
Al terminar él hace un cumplido y me siento aliviado, y me levanto para retirar sus platos y ponerlos sobre el buró.
-Gracias, me alegra que lo disfrutaras -me alivia ver que tuvo apetito- oh… lo lamento. Uhm… -yo no me muevo mucho al dormir, así que está bien para mí el tamaño- puedo juntar las dos camas si lo prefieres, solo déjame llevar esto a la cocina -eso no lo esperaba, pero tal vez él tiene un mal dormir y necesita más espacio.
Cuando volví moví el buró y lo acomodé en una esquina, y moví la cama muy pegada a la suya.
-¿Qué tal así? -aunque ahora tendré que dormir en la recámara de mi madre, porque no creo que quiera dormir en la misma cama, ¿o a eso se refería?