Caos [Ian]

Recuerdo del primer mensaje :

Respiro profundo, los recuerdos de la platica con mi madre; aun no sé de que otra manera referirme a ella. Porque tal vez fui todo lo mala que pudo ser, pero sigue siendo la persona que veo como madre. Pero hoy me ha buscado y no pude negarme a hablar con ella. Al final, en el fondo tengo mucho de esa niña que desea complacer a esa mujer.
Me dijo que debo regresar a la casa, que estoy manchando el nombre de la familia, mucho más al vivir con un hombre. Me ha querido mostrar cosas sobre Ian, lo ha investigado. Fue una sorpresa saber que justo fue su ex... lo que sea que fuera ese chico de la otra vez. Él fue quien habló con ella para decirle donde y con quien estaba.
Obviamente ni me molesté en abrir aquel folder con cosas sobre Ian. No me interesa saber, lo que hizo no cambiará la manera en que ha sido conmigo.
Pero ella no se detuvo en eso, no, claro que no. Ella es la clase de mujer que obtiene lo que desea, y ha hecho lo único que podría hacerme aceptar. Ha usado a Ian, no puedo ni decir que me sorprende.
Está tan segura de que ha salido victoriosa que ni se ha quedado a esperar mi respuesta.

He llegado a casa, y busco en mi mochila aquel pequeño paquete que he comprado antes de encontrarme con... la madre de Kajsa.
-Solo es una falsa alamar- me digo sin convicción. Entro al baño y comienzo a leer como diablos se hace el maldito test. Con algo de desagrado sigo las instrucciones y no salgo del baño, solo me quedo esperando ver el resultad.
-No, no...- digo cuando al final aparece y casi como si no creyera, pese a saber ya el resultado, vuelvo a leer como esperando haber confundido el positivo con el negativo, pero no es así, no importa cuantas veces revise, el resultado no va a cambiar.

Karin:

Al menos parece que esta vez no lo hacemos tan mal, pero creo que aun nos gana un poco el nervio o el miedo, no sé que es, pero no deja de ser especial este momento.
Lo miro un poco confundida de que no se ponga condón, pero recuerdo que ya estoy embarazada y creo que ninguno de los dos tiene alguna enfermedad, así que supongo que no hay problema. Pese a que he tenido una vida sexual activa, jamás lo había hecho sin protección, pero si es él, si ya vamos a ser padres, supongo que está bien

Dejo que se acomode entre mis piernas y cierro los ojos mientras el entra poco a poco, mis dedos presionan con fuerza sus hombros.
-Yo a ti- digo abriendo los ojos y sin poder evitar algunos pequeños jadeos que salen de mi boca.
Mis manos se deslizan por sus hombros para llegar a su cuello y subir a su cabello, el cual despeino un poco antes de cerrar mis puños y jalarlo para besarlo.
Tal vez esto no es el encuentro perfecto, ni es el mas romántico, ni el que demuestra la experiencia de los dos en la cama, pero aun así, para mi, esta vez es muy excitante y a diferencia de la vez anterior, mi cuerpo reacciona por completo ante él, y aun si es con torpeza en algunos momentos, yo no dejo de sentir este placer que por primera vez conozco con él.
Suelto su cabello y mis manos se mueven hacia la almohada la cual comienzo a estrujar al sentir aquel placer que hace a mi cuerpo estremecer. Con él parece que no necesito demasiado para que esto ocurra.
-seguimos pareciendo vírgenes- digo riendo un poco luego de recuperar un poco del aliento.

El beso de ahora es desenfrenado y descuidado, pero creo que nadie se preocupa por que estas cosas salgan a la perfección, pues al estar completamente excitados y entregados a ello, el hacerlo como las fantasías de ambos ya quedó descartado. Su cuerpo es tan precioso que pierdo la concentración y dejo de ser tan cuidadoso, me encuentro en un estado extraño donde, aunque deseo hacerlo lo mejor posible, el deseo nubla mi juicio. Pero pese a ello procuro mantener un ritmo que evite lastimarla. He sido egoísta al no usar protección pero el resto no planeo hacerlo solo para mi beneficio.
Mis movimientos se van acelerando poco a poco, ella parece sentirlo y eso me hace querer ir un poco más a prisa. No sé por qué, creo que ahora soy como un hombre básico que solo quiere que ambos lleguemos a sentir el máximo placer. No dejo de mirar su cara mientras puedo, pero en determinado momento he cerrado los ojos y soltado un par de gemidos. Siento apretado y muerdo mi labio para ahogar ese gemido que estaba por salir. Mi respiración es muy agitada y ya ni siquiera cuido ir a un ritmo lento porque mi cabeza está tan llena de esto que solo quiero llegar.

Al terminar trato de respirar con normalidad y le sonrío, me siento apenado porque esperaba ser como siempre, pero una vez más fallé. Aunque tampoco pudo ser tan malo.
-Pero salió mejor, ¿no crees? -me inclino a dar un beso en su frente- tu cara lo decía -e río de ella y con cuidado salgo de su cuerpo. He manchado la cama pero no me preocupa mucho, y me quedo a un lado mirándo su perfil- te ves tan preciosa estando despeinada -me reí y la abracé, se siente más real que la primera vez- si quieres bañarte al menos espera algunos minutos, ¿sí? -comienzo a darle besos en la mejilla y cierro los ojos. De nuevo pienso en que se irá, parece que el placer es momentáneo pero los miedos… ellos me acompañan siempre por distintas razones.

Me río cuando el dice que al menos ha sido mejor. No lo negaré, yo he sentido satisfacción pese a lo básico que parece que ahora somos.
-Si, mejor- río otro poco por ese beso en mi frente -Mi cara… ¿me vas a decir eso? señor acelerado- digo dandole ese apodo para molestarlo un poco mientras bajo mis piernas para estirarlas.
-jaja, como eres, deberías decir algo super cursi, no hablar de mi cabello despeinado- y aun así con esas palabras yo me he sentido feliz -está bien, espero- le digo buscando acurrucarme un poco contra él.
No voy a tener de esto en mucho tiempo, bueno tal vez no tanto, pero yo estoy segura que se va a sentir como una eternidad. Dios, aun no me voy y ya lo estoy echando de menos. Me limpio un poco usando sus sabana para no estar incómoda, y trato de disfrutar de este momento.
-Te amo- digo en un susurro pues de alguna manera me siento vencida y sé que me voy a quedar dormida y no me interesa evitarlo.

Asiento riendo, tal vez sí me aceleré pero… bueno, no tengo excusa, y si ella no lo dice como si la incomodara, creo que no pasa nada el haber fallado como el amante perfecto.
-¿Yo? Pero quien propuso todo fuiste tú. Además, no te estabas quejando hace un rato -comencé a reír y la abracé, tal vez mañana me sienta avergonzado por ser cursi con ella y decir comentarios tan melosos que me costará mirarla a la cara sin el miedo a que se burle de mí, pero no importa, me siento feliz y deseo atesorar este momento- mmm cursi… de acuerdo, ya me di cuenta que en realidad eres una romántica de closet. Tal vez mañana vuelva con chocolates y flores -le di un poco de libertad para moverse y después nos volvimos a acurrucar. Honestamente yo no deseo levantarme ahora, no me importa estar un poco sucios, podemos bañarnos juntos después y luego desayunar si es que nos vence el sueño hasta el amanecer. La idea es linda, siempre ha sido muy cálido despertar y tener ese tipo de rutina, pero ahora sucederá desde otro ángulo. Todavía no solucionamos nada, puede que le queden días aquí, pero… disfrutaré tanto como pueda antes de que se deba alejar temporalmente.
Respiré hondo y sentí el aroma de su champú, siento mi pecho extraño pero no me dejaré decaer por mi pesimista manera de ver las cosas. Esta vez no saldrá mal, no volveré a arruinarlo ni dejaré que terceros nos arrebaten nuestra felicidad.
-Te amo, Karin -pasé mi mano por su cabello y me quedé mirando la oscura habitación. La música ha parado y solo se escucha su respiración luego de un rato, y no me muevo para comprobar si ella se durmió ya. Cierro los ojos y la abrazo un poco más fuerte, y por lo cansado del día, el esfuerzo físico y las recientes noticias, no tardo en quedar dormido.