Burning flame ºSakiº

Hoy Touji tenía trabajo, realmente casi no lo puedo ver, su trabajo es demasiado importante como para que pueda tomarse mucho tiempo para pasarlo juntos. Ya no sé bien como va nuestra relación, digo es apuesto y lindo pero creo que que no somos lo que el otro busca. Él busca a su jefe... porque es realmente obvio que muere por él, y yo, bueno tal vez si Evan no estuviera tan enamorado de ese chiquillo. De ahí en fuera no he conocido a nadie que me interese de esa manera.

Así que hoy luego de hacer algunos cobros que me mando Nobu, he decidido salir con amigos. No suelo frecuentarlos mucho más que nada los recuerdos. Cada que los veo pienso en cierta persona que intento sacar de mi mente. Pensé en invitar a Chi, pero hoy iba a ver a su novio. Tss, y luego Yuu iba a salir con Kai... solo puedo pensar que el mundo se está volviendo loco.

Llego al bar donde tocaran mis amigos, hace frío, así que me pido un trago con brandy, me gusta porque es dulce y así podré entrar en calor. Saludo a todos y pasamos un rato juntos mientras aun no abre el bar. Llegue temprano para poder pasar un rato con ellos. La verdad es que tomamos lo suficiente para que cuando el bar estuviera abierto, nosotros ya estábamos bastante alegres.

Todo fue bien, la verdad me sentí muy bien de verlos y pasar un rato con ellos, hasta que en cierto punto de la noche lo vi llegar.
¿Por que diablos sigue siendo tan sexi? ¿no podía la menos venir con un grano en la cara, no, tenía que lucir perfecto.
-Hola- le saludo con normalidad, pues no voy a actuar como el ex ardido que ni quiera le quiere hablar. Solo que verlo me hace sentir un poco idiota, porque recuerdo todo lo nuestro y pienso ¿como diablos pasó de esa manera?
Como sea, pasamos un rato en grupo, todo tranquilo, hasta que llega la hora de que los demás vayan a tocar.
-Salud- digo como por hablar de algo y luego prestar atención a los chicos.

Tohru:

Uno de mis amigos me invitó al bar a verlos tocar, y ya que Hannu ha estado ocupado con la escuela últimamente, pensé que sería buena idea reunirme con la banda para pasar el rato. Había planeado llegar temprano, pero el trabajo me tuvo hasta tarde y apenas tuve tiempo de llegar a casa para bañarme. He mandado un mensaje a Hannu para desearle éxito en su proyecto, y solo de leerlo voy sonriendo mientras camino hacia el lugar donde me reuniré con mis amigos.

Cuando llegué tardé en alcanzarlos en su mesa, me pasé saludando a la mayoría y todos preguntaban por qué disminuyeron mis venidas al bar, como si no lo supieran ya.
-Responsabilidades -me reí y entré a donde estaban los chicos, y fue entonces que lo vi, sentado como si nada. Mi primer pensamiento fue retroceder y salir del bar, no sería la primera vez que sin que Tohru me note, me voy del lugar para evitar encontrarnos, pero ahora es diferente del pasado, esta vez estoy con Hannu y creo que debería dejar de huir de él cada vez que lo vea. Era poco probable pero aún así sucedió, no queda más que actuar con normalidad y comenzar a restarle peso de verdad- hey -le saludé de vuelta y después fui a hablar con el resto. Es más fácil decirlo que actuar, porque para mi desgracia siento cosas al haberlo encontrado luego de algunos años, supongo que eso sucederá hasta que por fin pueda cerrar ese ciclo que creí ya lo estaba.
Traté de mantenerme tranquilo, conviví sin tomar de más y cuando subieron a actuar, nos quedamos solos. Es por eso que nosotros comenzamos a involucrarnos, éramos los que sobraban y eventualmente nos hicimos compañía.
-Salud, salud -me tomó desprevenido, choqué mi botella con su copa y me enfoqué en el frente. Pero una vez que la música cesó para el cambio de grupos era inútil mantenerme mirando al frente- qué sorpresa verte aquí, ¿cómo te va? -respiré hondo y hablé tranquilo, aunque un poco fuerte por la música- lindo tu cabello -tomé un trago y noté que el elogio salió natural y sin presiones, y eso me hizo regañarme por dentro. Estaba tan acostumbrado a eso que ahora apenas lo veo y no puedo evitarlo.

Saki:

Lo miro atento cuando dice responsabilidades. Una pareja sin duda… asumo de inmediato y siento una sensación amarga dentro de mi. Pasaría algún día, pero ahora me siento algo idiota de pensar que él me ha superado mucho más de lo que yo a él. Solo doy un trago a mi bebida, no quiero formar parte de esa conversación, pero no quiero incomodar a los demás, así que solo actúo como si todo estuviera bien. Soy un tipo que trabaja en la mafia, al menos actuar se me da un poco bien.

No intenté hacer platica, soy patético, solo me siento herido por pensar que esta con alguien más.
-Sobreviviendo- contesto con una sonrisa algo forzada -Parece que a ti te va bien, me alegro- un escalofrío me recorre al decir esas palabras -gracias, tú te ves bien- luego de decir eso tomo todo lo que queda en mi vaso, simplemente no puedo con esto -bueno, necesito salir un rato. Ya vuelvo- comento con una ultima sonrisa y solo alejándome.
Llego al pasillo de los baños, me apoyo en la pared, estoy mareado por el alcohol, pero me siento mal. Saki me hace perder el control con prácticamente nada. Siempre puedo ser el chico sociable y amigable con todos, pero Saki me quiebra.
-Ya no te ama, entiéndelo de una vez- me digo pero incluso solo decir eso hace que se me quiebre la voz -Necesito algo para estar mejor, solo por ahora- tomo mi celular y busco algunos de mis contactos seguro alguno debe estar por la zona. No suelo recurrir muy seguido a esta clase de cosas, pero no me quiero derrumbar frente a él.
Por suerte consigo a alguien que está cerca, salgo para encontrarlo.
-Solo algo para relajarme un poco- le digo rápido, no quiero tampoco algo más intenso, solo algo que me ayude con esta situación. Me lo entrega y cuando le voy a dar el dinero me dice que no -somos familia, esta te la invito- me dice en tono tranquilo, supongo que ha notado lo alterado que estoy y de cierta manera creo que se ha preocupado -pero que no se repita pronto, a nadie le gustaría verte mal- me advierte en tono paternal y asiento, pues no está en mis planes volverme un adicto.

Regreso adentro tengo frío, pido otro brandy con soda y me tomo el speed que me ha dejado hace rato y regreso a donde está Saki.
-Vaya frio hace afuera- comento cuando regreso e intento sonreírle de nuevo. Solo espero que esto haga efecto ya.

No puedo no sentir nada si me responde así, pero decirle que no es necesario presionarse luego de lo que pasamos, tampoco lo encuentro viable.
-Sí bueno, trabajando -y es verdad, ahora mis horas de trabajo aumentaron y en parte me alegra, hace que mis días transcurran más rápido y el resto del tiempo, suelo dedicarlo a Hannu o a mi familia- de acuerdo -creo que le incomodé, y no es para menos, la última vez que nos vimos fue caótica como las anteriores, era un sube y baja emocional que llegué al punto de tocar fondo, por eso tuve la fortaleza de dejarlo. Pero mirarlo huir sin decirme nada me hace sentir mal, porque después de todo, él fue muy importante para mí durante mucho tiempo.

Me levanté y lo seguí, me quedé cerca sin acercarme porque lo vi detenerse, y al comenzar a hablar él solo simplemente no pude intervenir. He sentido una punzada y un poco de tristeza, no tengo el valor de ir hacia él como antes, pero no tanto por el hecho de que ya no lo ame como asegura, sino porque temo que las cosas salgan como siempre y yo vuelva a caer. Estoy muy seguro de mi amor por Hannu, estoy bien ahora, pero no quiero ignorar a Tohru, simplemente no puedo y la parte de mí que aún no lo supera, me tiene aquí esperándolo.

Regresé a la mesa y él volvió algunos minutos después, puedo intuir por qué tardó pero no me animo a preguntar.
-Bastante -estoy mirándolo, no sé qué decirle y me preocupa- ¿cómo está tu madre? -sigo observando y trato de sonreír. ¿Por qué tenía que toparlo aquí? Soy paciente pero él me hace salir de mi zona de confort y actuar irracional- okey, es algo forzado este flujo de conversación -admití un poco cansado, jugar al maduro me funciona con todos menos con él- también pareces un poco mareado -me levanté y me acerqué a su silla- vamos, te llevaré a casa -lo mejor sería dejarlo ser, pero por la historia que tenemos no puedo ignorarlo y dejarlo a su suerte- sabes que no podré dejarte aquí solo -imagino qué viene después de esto, lo sé muy bien porque al inicio yo era el espectador que cargaba con Tohru y las consecuencias de su mala relación con ese tipo, y después la causa… parece que aún lo soy.

La platica no fluye pero es lo normal, ¿como iba a solo fluir las palabras entre nosotros? sería un caso de locos que hiciéramos algo como eso.
-Está bien- yo no me pongo a preguntar por su familia, no porque no me interese o los odie o algo así, solo creo que yo mismo quiero evitar seguir hablando. sé que no es nada importante y aun así de alguna manera siento que duele hablar.
-Si, jeje, un poco, pero no tenemos que hablar, podemos solo esperar a los demás- le digo intentando quitar esa carga de nuestros hombros -Ah bueno, es porque hemos estado bebiendo desde antes de abrir el bar- me excuso sobre mi estado, porque no soy el único que está un poco ebrio.
-Oh, vamos, no digas eso. No me quiero ir. Pocas veces puedo tomarme un día con mis amigos, solo déjame disfrutar de una noche con ellos- es mi manera de negarme a que me lleve a casa. La verdad duele que muestre interés, porque no sé que pensar, si aun le importo o es que ya le soy tan indiferente que solo puede intentar cuidar de mi para evitar ser una carga para todos los demás -Pues no me dejes solo. Intentemos divertirnos como antes, alguna vez fuimos amigos- creo que se nota que lo que tomé comienza a hacer efecto, me siento mucho más tranquilo aunque sigo hablando con él e incluso hablo sobre pasar un buen rato como amigos. Sin duda algo que no podría decir en otra circunstancia, pero bueno, ¿que tiene de malo compartir un momento como amigos? digo tal vez podamos regresar a ese punto de nuestra relación.
-Solo un poco de diversión, con mi trabajo, necesito desesperadamente momentos como este- pongo cara de cachorro que pide por su premio al portarse bien.

No importa si fui directo ahora porque no funcionó, pero es agradable que él responda con sinceridad. Tal vez yo soy el del error al buscar que tengamos una conversación sabiendo que las cosas no estaban bien.
-Entiendo. Yo quería venir antes, pero últimamente salgo tarde del trabajo -di una respuesta simple para relajarme- creo que eso demuestra que ya no somos tan niños, aunque tampoco es como si me sintiera viejo, sabes -solté una risa y para mi sorpresa fue natural.

No me pude negar y volví a sentarme, esta vez fue junto a él y respiré hondo para ver las cosas desde otro enfoque. Tohru ya no es una persona que yo debo cuidar, probablemente fui arrogante al pensar que le afectaba y solo debería actuar normal, tal como él dice.
-Bien, bien, pero si tomas demasiado me aseguraré de regañarte -amigos… sí, eso podría funcionar, si lo logramos será el paso definitivo para reconciliarme con esa parte de mi pasado. También está el hecho de que lo quiero, pese al tiempo que ha pasado, el cariño no muere porque sí fácilmente- así que, ¿sigues en lo mismo? -no es un secreto para mí el mundo por el que se mueve, pero no me corresponde juzgarlo- por cierto, en serio te queda bien ese estilo -extraño tantas cosas de nuestra relación inicial, cuando éramos honestos con el otro y nos apoyábamos mutuamente. Quiero al menos ser capaz de recordarlo sin todo el daño que nos hicimos y de vez en cuando, tener el valor de saludarlo y desearle que le vaya bien.

Tomé mi botella vacía y ordené más, la cerveza la puedo controlar y por eso no cambio a una bebida más fuerte, no quiero que el alcohol domine mis acciones.

Al menos no insiste en llevarme, no quiero que lo haga porque me hace sentir mal el solo pensar que cuide de mi.
-Que dices, pero si solo he tomado un poco- me justifico de los tragos que traigo encima y miro el que tengo en mi mano, y lo dejo en la mesa en señal de que no tomaré demasiado más.
-Es algo familiar, supongo que sería raro que no siguiera en ello- claro que no le diré que ahora hago cosas tal vez reprobables y por eso no le contaré, no quiero que lo sepa, me da miedo que sienta más rechazo por mi.
Llevo mi mano a mi cabello pasando los dedos entre él.
-Gracias- me siento un poco nervioso cuando lo vuelve a decir y ese cosquilleo en mi estomago empezó repentinamente.

Escuchamos a la banda un rato, y yo ahora me siento mejor, mas relajado y alegre.
Los chicos bajan y platicamos de nuevo todos juntos, el ambiente es tan tranquilo entre nosotros, todos bromeamos y jugamos. A veces me siento enojado con Chi, porque siento que desde que regresó no pasamos casi nada de tiempo juntos, saliendo a divertirnos y obviamente los demás menos. Yuu siempre trabajando y Nobu igualmente. No siquiera ahora que terminó con su novia sugirió que saliéramos un rato.

Tal vez intenté no tomar tanto, pero al bajar los demás solo comenzamos a hacerlo. Muchos estamos ya bastante ebrios y al tener a Saki a un lado de mi dejo caer mi cabeza en su hombro.
-Todo se mueve- comento soltando un resoplido.

Tohru siempre fue dulce, tiene una personalidad complicada pero esa ternura en él no es fingida o para ganar simpatía. Y ese lado es el más complicado de olvidar, cada vez que lo veía empezaba a sentirme atraído por esa dulzura y sencillez, y entonces las cosas se salían de control y terminábamos lastimándonos.
-Supongo que sí. Yo también terminé trabajando con mi padre, sabes, es algo graciosa la coincidencia -la verdad no es nada del otro mundo, muchas personas continúan donde sus padres, pero creo que busco la manera de conectarnos sin necesariamente sobrepasar los límites.

Cuando el resto regresó a la mesa fue más sencillo sobrellevar el hecho de que él está aquí, y me integré con facilidad a su charla y relajo sin pensar demasiado. No me he movido de mi sitio, y uno de mis amigos más cercanos me observa porque sabe que estoy con Hannu, pero no dice nada. Pero entiendo lo que piensa, y por eso antes de Hannu no tuve ninguna relación formal porque de alguna manera sabía que terminaría lastimando a un tercero por no poder romper mi relación con Tohru.
-Te dije que te midieras -suspiré y mi brazo rodeó por delante su cuello para acariciar su cabello cerca de su oreja- en serio deberías dejar de tomar -tomé su copa y la alejé de él. Uno de los chicos me vio y me preguntó si quería que lo llevara a casa, creo que todos saben la fuerte dinámica que llevábamos y a su manera tratan de ayudarnos, pero no puedo seguir huyendo de esto y fingiendo que todo está bien- yo me encargo, gracias. Además Tohru no dejará que nadie lo lleve, ¿o sí? -le pregunté, puede que en este tiempo él también haya cambiado.

Cuando siento su toque en mi cara sonrío y disfruto de ello.
-Pero no he tomado tanto- digo haciendo un pequeño puchero, como si mi estado no fuera del todo mi culpa. Lo veo alejar mi trago de mi, pero no reprocho solo lo dejo hacerlo -Está bien, ya no seguiré- sedo ante él con tanta facilidad.
-Ni siquiera se atrevan a tocarme- advierto a todos. No es que todos sepan a lo que me dedico, pero creo que todos saben que soy bastante bueno peleando, así que sonrío cuando parecen captar que no aceptaré la ayuda de nadie -Puedo encargarme de mi mismo- me levanto del hombro de Saki y le sonrío. Creo que es mejor que me vaya, no hace falta prolongar este momento, ya he disfrutado de lo que debía.
Me levanto apoyando mi palma en la mesa para tener mayor estabilidad.
-Mejor me voy, mañana trabajo. Los veré algún día o no, tal vez nos veamos en mi funeral- bromeo con eso, es algo que suelo decir, porque es verdad, no es seguro que yo vaya a poder verlos de nuevo, cualquier día podría morir.
No me siento bien para ir a casa, seguro que mi madre me va a regañar mucho, ir a casa de Touji, no me apetece en este momento, no quiero solo utilizarlo para sacar el recuerdo de Saki, tal vez no estamos enamorados, pero jamás lo usaría de esa manera. También es tarde para pasar a ver a Aki, seguro que la florería cerró hace horas, aunque ojalá pudiera, seguro que él lograría con su sola presencia que mi corazón y mente se calmen. Evan ni siquiera es una opción, lo quiero mucho como para dejar que me vea en este estado.

Comienzo a caminar a la salida, ya no hay tanta gente en el bar, siento mis oídos cansados por el ruido de la música. Siento el frío que hace afuera, pero en mi estado de casi euforia, no le doy importancia, aunque si, siento ese golpe de mareo y me recargo en la pared.
-Te odio tanto- digo mirando las estrellas, pues es inevitable que luego de ver a Saki no recuerde a esa persona de mi pasado.

Tohru está muy tranquilo, y me alegra no haber regresado a casa cuando lo vi. Empiezo a sentirme cómodo y no quiero pensar negativamente de esto, él dijo que nosotros fuimos amigos y tal vez podamos recuperar eso. No digo que nuestra relación va a ser cercana e íntima como al inicio, pero al menos saludarnos tranquilos cuando estemos conviviendo con las mismas personas, no es tan malo.
Me reí cuando les lanzó la advertencia, pero después se negó a recibir mi ayuda y se levantó, es obvio que no puede caminar y me levanté también. ¿Lo estoy molestando? No puedo evitar pensar que tal vez mi insistencia lo daña, creo que la arrogancia no se va y continúo debatiéndome.
-¿No irás?
Uno de mis amigos me pregunta y me quedo confundido, aunque después dice que no es necesario y que Tohru se sabe cuidar solo, aún así salgo atrás de él. Está mareado y camina lento, así que voy tras de él a una distancia prudente.
-Eres terco -me paré junto a él y sonreí- vamos, déjame llevarte -le ofrezco mi brazo para que comencemos a caminar- esto me trae recuerdos, de esos bonitos que tuvimos -es necesario hablarlo, no puedo seguir evitando ese hecho y creyendo que por sí solo sanará- recuerdo que tu madre nos regañaba cuando llegábamos así, y luego nos ofrecía algo para bajar el malestar del alcohol -no todo fue malo, por muchos años solo repasaba los malos momentos en mi cabeza, por eso ahora quiero ser capaz de ver lo bueno que tuve con él.

Sonrío al escuchar la voz de Saki y me giro para verlo.
-Solo a veces- le digo riendo -Bueno, pero solo porque has venido hasta acá, que no sea un esfuerzo desperdiciado- estiro mi brazo para tomar su mano y rodeo su brazo -Lo sé, hubo muchos buenos momentos, ¿recuerdas esa vez que olvidé mi chamarra y juraba que no tenía frío y terminé temblando, tuviste que envolverme como pudiste con tu chamarra- a veces puedo ser un poco terco, sobre todo cuando estoy con él. Creo que he madurado y dejado atrás un poco de eso.
-No, y no sabes las regañadas que me ponía luego de que te ibas- ella se contenía un poco en su regaño por él, pero cuando él se iba, comenzaba a regañarme de nuevo, así que recibía doble regaño por eso.
-Hoy el cielo es hermoso, o tal vez solo es porque hace mucho no lo veía o tal vez es por ti que me parece más hermoso, no lo sé, pero siento que las estrellas brillan más esta noche- siento como mi cuerpo se estremece por lo que acabo de decir y me abrazo con un poco más de fuerza a su brazo -Sabes, últimamente me siento muy solo, sé que no me lo creerías dado que siempre me rodeo de personas y hago amistades, tengo nuevos amigos, regresó un Chi también, pero creo que con nadie puedo ser completamente genuino como lo era contigo. Eso con el tiempo se comienza a sentir como una carga- suelto una risa y me separo de el para adelantarme un par de pasos -Como sea, me alegra haberte visto hoy, se siente bien- si me siento feliz, pero supongo que mi exceso de sinceridad viene de las drogas y el alcohol -¡mira! ¿recuerdas esos columpios?- corro un poco para llegar a ese lugar y me agarro de uno de los columpio y me siento para comenzar a mecerme en él.

Reí al recordar, estoy seguro que fue más de una ocasión en la que hice eso, me gustaba cuidar de él y saber que dependía mucho de mí.
-Hacías eso cada tanto, sospecho que después solo disfrutabas quedarte con mis chamarras -al final hasta yo tenía algunas de sus prendas, y como no tuve la fortaleza de tirarlas, simplemente las guardé en una caja que nunca abro- puedo imaginarla, y tu padre con una expresión de… “no necesito decir nada porque ella te dará un regaño por los dos” -su familia era animada, su madre aunque estricta, era una mujer muy cariñosa que siempre estaba pendiente de él.

Sus palabras me afectan, he sentido ese cosquilleo en el estómago similar a cuando estábamos juntos, cuando decía cosas lindas y terminábamos dándonos mimos sin necesariamente llegar al sexo. Pero no respondo nada, simplemente lo escucho hablar y no puedo evitar pensar que sus palabras suenan tristes. Pienso que si yo no estuviera con Hannu… no debería, pero lo hago, y es tonto ya que de no ser por él, yo no habría cambiado tanto. Es verdad que he madurado en algunas cosas, pero aprendí a tener una relación sana gracias a él y de no haberlo conocido, no sé si creería que yo soy capaz de relacionarme con alguien más sin caer en la codependencia.

Llegué donde él y me senté en el columpio de al lado, parece un niño pequeño.
-Yo también te extrañé, y estoy muy feliz de verte -me mecí lento, sin mirarlo- y siempre vas a ser una persona importante para mí. Quería hablarte y estar sin discutir, pero no encontraba fuerza para ello y tenía mucho miedo de herirte de nuevo. Así que en este momento, aunque es complicado, estoy feliz de haber perdido el miedo -tenía miedo a nosotros, a lastimarnos y a perder lo bueno que he conseguido- yo no sé si esto esté bien, y puede que nos lleve más años, pero… ¿no sería genial volver a ser amigos? -siento mucha tristeza, incluso unas ganas de llorar que con pequeñas respiraciones logro calmar- no podemos cambiar lo que ya pasó, pero tal vez podríamos vernos de vez en cuando y no lo sé, hablar sobre esas cosas que no podemos contarle a nadie -mi mecer se volvió más fuerte, estoy sonriendo pese a sentirme triste- ahora somos adultos.

-Ya lo sé, mi padre siempre se puede ahorrar los regaños- suelto una risa, pues creo que es por eso que mi padre nunca me ha regañado de esa manera.

¿Ser amigos? ¿es algo posible? es obvio que nos hemos evitado todo este tiempo.
-Tal vez- digo sin mirarlo, no me atrevo, ¿está bien ser amigos? no, no lo está porque yo no quiero su amistad. Pero con la excusa de ser amigos tal vez podría obtener lo que realmente deseo de él. Es una posibilidad ¿debería hacerlo? no es como que yo quiera engañarme y decir que soy una buena persona y haré lo correcto, puedo jugar un poco sucio con tal de salirme con la mía.
-Si, supongo que como adultos, podemos manejar las cosas de mejor manera- me muevo un poco para columpiarme más y me dejo ir hacia atrás, estirando mis brazos que se aferran a las cadenas del columpio. Veo moverse el cielo al ritmo del columpio. Las cadenas se sienten frías, pero no me importa demasiado, todo mi cuerpo esta un poco adormecido por el alcohol.
-Supongo que nos podríamos ver en la próxima tocada de los chicos- no voy a ser tan obvio como para decir que nos veamos un día solos, prefiero que parezca que quiero intentarlo con calma. Me vuelvo a sentar bien en el columpio.
-Me maree- comento deteniendo el movimiento y apoyando mis codos sobre mis piernas, pero pese a estar muy mareado, río, porque no lo pensé pero era obvio que me pasaría -Creo que hoy me quedaré en casa de un amigo, a mi edad, ya no me gusta mucho llegar a que me regañe mi madre- ¿podría ir a casa de Aki? la verdad me gustaría verlo, pero no quiero ser una molestia para él, nuestra amistad apenas comienza y no quiero obligarlo a tener que cuidar de mi. Evan, seguro se preocuparía demasiado, tal vez Chi... podría llamarlo y decirle que me deje quedar en su casa.

Las cosas no suenan mal y me alegra que él piense de una manera similar.
-Creo que podemos, hay que tener fe en nosotros -soy extrañamente optimista, no entiendo de dónde surge la seguridad pero si él está de acuerdo no creo que sea tan malo- oh… claro, es una buena idea -eso es un poco… incierto, pero para el comienzo debería estar bien. No podemos pretender que nada pasó y de un día a otro arreglar las cosas- ¿está bien si intercambiamos números? -estar en contacto de vez en cuándo o saber si él necesita, no sé, compañía para relajarse- así puedo saber si vendrás y traer una chamarra extra -bromeo.
Paré el movimiento del columpio y sin levantarme me acerqué a él.
-¿Estás bien? -coloqué mi mano en su espalda- entiendo, ¿es muy lejos? Te llevaré, no quiero que quedes tirado a medio camino -no… puedo invitarlo a casa, he sentido el impulso de hacerlo, pero eso no está bien… ¿pero por qué no?, si nos propusimos recuperar nuestra amistad, ¿no será una manera? Creo que solo son excusas egoístas por mi parte- si tu amigo no responde, también puedes quedarte en mi casa… amm, aunque aún no soy independiente, sigo viviendo con mi padre y mis abuelos -he soltado una risa muy nerviosa- y estaba diciendo que ya era un adulto… -solté una carcajada y me levanté para agacharme frente al columpio de él.

Acepta mi oferta y me siento emocionado por las posibilidades de poder hacer que vuelva a mi. No puede solo decir que ya no siente nada. Lo nuestro fue intenso, realmente muy fuerte como para que ya solo le sea indiferente de esa manera. Después de todo somos seres humanos y si hay algo que puedo lograr con él, es sacar sus instintos más básicos, y todos sabemos cuales son esos instintos. Pero por el momento debo actuar solo como el chico bueno y agradable de siempre. No es que esa parte de mi sea una fachada, claro que lo soy, pero en ocasiones se puede sacar ventaja de ello.
-Oh, números… yo sigo con el mismo ¿Me borraste? - suelto una risotada y saco el aparato para busca su contacto y le muestro la pantalla de contacto, está su número y el nombre de “My chocolate” -Creo que debo cambiar el nombre- me río -¿Entonces ese ya no es tu número- pregunto para saber si debo actualizarlo -Vamos, ya aprendí a traer mis chamarras- comento con un ademan de abrigarme más con la que traigo.

Marco a Chi, y me manda a buzón, así que suspiro.
-¿Se lo dices al adulto que aun vive con su madre?- me río parece que ninguno de los dos se ha independizado -No, no quiero ser una molestia, apenas retomamos nuestra amistad y que tengas que lidiar conmigo borracho, no, no, dejemos eso para la tercera o cuarta salida- me río de nuevo mirando el contacto de Aki. Muerdo mi labio pensando que seguro él me contestaría. Por alguna razón siento que él siempre aceptaría cuidarme, además es lindo bajar de su casa en las mañanas y sentir el perfume de las flores de la florería. Pero no le llamó, termino mandando un audio a Chi.
-Eres el peor de los amigos, ¿a que hora llegas a tu casa? necesito un lugar para dormir- digo con la esperanza de que en algún punto de su cita escuche el audio. Porque bueno, estará con su novio, pero ese par no son de pasar la noche juntos, su novio es muy soso con eso del sexo, nada de hacerlo hasta estar completamente seguro. Tan virginal y aburrido queno entiendo como Chi sigue con él.