Burning flame ºSakiº

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy Touji tenía trabajo, realmente casi no lo puedo ver, su trabajo es demasiado importante como para que pueda tomarse mucho tiempo para pasarlo juntos. Ya no sé bien como va nuestra relación, digo es apuesto y lindo pero creo que que no somos lo que el otro busca. Él busca a su jefe... porque es realmente obvio que muere por él, y yo, bueno tal vez si Evan no estuviera tan enamorado de ese chiquillo. De ahí en fuera no he conocido a nadie que me interese de esa manera.

Así que hoy luego de hacer algunos cobros que me mando Nobu, he decidido salir con amigos. No suelo frecuentarlos mucho más que nada los recuerdos. Cada que los veo pienso en cierta persona que intento sacar de mi mente. Pensé en invitar a Chi, pero hoy iba a ver a su novio. Tss, y luego Yuu iba a salir con Kai... solo puedo pensar que el mundo se está volviendo loco.

Llego al bar donde tocaran mis amigos, hace frío, así que me pido un trago con brandy, me gusta porque es dulce y así podré entrar en calor. Saludo a todos y pasamos un rato juntos mientras aun no abre el bar. Llegue temprano para poder pasar un rato con ellos. La verdad es que tomamos lo suficiente para que cuando el bar estuviera abierto, nosotros ya estábamos bastante alegres.

Todo fue bien, la verdad me sentí muy bien de verlos y pasar un rato con ellos, hasta que en cierto punto de la noche lo vi llegar.
¿Por que diablos sigue siendo tan sexi? ¿no podía la menos venir con un grano en la cara, no, tenía que lucir perfecto.
-Hola- le saludo con normalidad, pues no voy a actuar como el ex ardido que ni quiera le quiere hablar. Solo que verlo me hace sentir un poco idiota, porque recuerdo todo lo nuestro y pienso ¿como diablos pasó de esa manera?
Como sea, pasamos un rato en grupo, todo tranquilo, hasta que llega la hora de que los demás vayan a tocar.
-Salud- digo como por hablar de algo y luego prestar atención a los chicos.

Tohru:

Lo hice, y no fue solo su número, también las fotos y mensajes que nos mandamos durante ese tiempo. Solo conservé unas pocas fotos, todo lo demás lo eliminé en un arranque de ira.
-Sí, tengo el mismo número, puedes enviarme un mensaje para registrarte -no le expliqué más- pero debes escoger un buen apodo, yo también elegiré uno lindo -se siente extraño pero es lo que hay, al menos estamos en busca de otra oportunidad por retomar nuestra amistad.

Él llama a su amigo pero no parece atenderlo, pienso en cómo lo habrá hecho durante este tiempo y no puedo evitar preocuparme. Hubo un tiempo en que le odié, detestaba a ese Tohru que no me había elegido, que según el yo de ese entonces, había arruinado todo y también parte de mí. Pero ahora que puedo ver también lo responsable que fui, no lo odio para nada, y sería tonto decir que no siento absolutamente nada porque es mentira, lo que tuvimos existió de manera intensa y creo que es algo que llevaré muy dentro de mí por siempre.
-Okey, pero si tu amigo no te contesta, vienes conmigo -no sé qué quiero que pase, pero quiero confiar en mí y en él, tal vez por eso insisto en que se quede conmigo- mientras, ¿no deberíamos conseguir un café o algo? -me levanté y extendí ambas manos para que me siguiera. No es momento para hablar sobre Hannu, pero me pregunto, ¿cómo reaccionaría de saberlo?, ¿qué dirá Hannu sobre esto?- ¿cenaste algo? Yo tomé poco así que tengo hambre -aún está esperando respuesta de su amigo, y mientras eso sucede, podríamos estar un rato más juntos. De verdad lo extrañé.

-mmmmUn buen apodo, que tal chamarra- comento sin que se me ocurra algo menos romántico que eso. Incluso en ese mismo momento lo edito y hasta le pongo una foto de una chamarra y se lo muestro -¿Que tal? lindo ¿no?- me rio por algo tan bobo como eso.

-no te preocupes, seguro contesta- sin duda ese par no pasará la noche juntos y no quiero tentar mi suerte con Saki, iré lento, es la mejor manera, no lo sé capaz y en medio del camino decido que si somos ideales para ser solo amigos; ja, ya me estoy mintiendo a mi mismo -amm, si un café suena bien- me puse de pie luego de que él lo hace -Pues comí tarde, pero algo en el estomago me ayudaría a que se me baje la borrachera- caminamos por un rato hablando de tonterias, bromas sobre nuestros amigos y como han cambiado también en este tiempo.

Llegamos a una local donde comprar las cosa que buscamos. Entramos y yo me compro un café, muy pero muy cargado y encuentro un pan de chocolate que hace se me haga agua la boca.
-Que rico- comento emocionado por el pan. Una vez todo listo nos sentamos en la barra que hay al fondo del lugar. Tomo un trago, está realmente caliente, pero estoy acostumbrado a tomarlo así, aunque mi madre siempre me regaña por eso, me dice que debería esperar a que enfríe más. En eso me llega un mensaje es de Touji. Tal vez debería ser más atento con él, poner mas interés en nuestra relación, pero él está demasiado entregado al trabajo y a mi modo lo entiendo, es una de las cosas que más respeto de él, así que no me atrevo a intentar obtener mas atención suya -Mira, lindo ¿no?- digo enseñándole una foto que le tomé una mañana cuando salió de la ducha. Se llama Touji, somos novios desde hace algunos meses-[/color] le comento con una sonrisa porque si, Tou es tan sensual, es imposible no sonreír al verlo, al menos para mi.

Solo con Tohru puedo sacar mi lado estúpido y raro, no es que los demás me juzguen o tema hacerlo, es porque con él es mutuo, natural y divertido.
-Eso es lindo, yo te llamaré helado -esto es divertido y un poco cursi, pero no solo se es así con la pareja, también con los amigos- listo, señor helado -bromeo.

Aceptó lo de la comida y el café y buscamos un lugar sencillo para comprarlo, pedimos ambos un café y yo un sandwich, tomarnos nuestro tiempo servirá para qué él se estabilice y para que se solucione lo de su amigo, pero así como habla de ellos, seguro termina durmiendo en mi casa.
-¿Lo es? -estaba por pedirle, es algo que hacíamos antes, pero no creo que ahora sea tan prudente- mi sandwich también lo es, más de lo que creí -es uno de esos sitios donde entras sin expectativas y sales más que conforme con lo que compraste.
Lo miré recibir un mensaje y pensé que era su amigo, pero entonces él me muestra la foto de un chico y me siento raro, bastante, pero lo disimulo bien y miro al chico de la foto; es muy atractivo.
-Es muy sexy, tienes muy buen gusto -me reí porque es extraño, nosotros dos diciendo que el novio del otro es sexy o evaluando chicos, aunque bueno, hubo algunas ocasiones que lo hicimos- así que sales con alguien, ¿cómo es él? Se ve serio pero seguro es solo mi impresión -no sé si es apropiado, pero ya que hablamos sobre parejas, ¿no sería momento de hablar de Hannu? No sé por qué me pongo tan nervioso al respecto, él me lo contó con toda naturalidad. Saqué mi teléfono, noté un par de mensajes de buenas noches de Hannu y luego de responderle, busque una foto suya- mira, ya que presumimos nuestros amores, te enseño al mío. Es Hannu y llevamos saliendo ya un buen rato -él está mirando pero yo sonrío mientras hablo de él- es muy lindo -su novio es guapo, y estoy entre tranquilo y un poco celoso, pero es porque no pensé que él pudiese salir con alguien. Creo que subestimé el hecho de que Tohru también cambió.

Rio por lo de los apodos es un acto tan tonto y cursi, pero él no me ha rechazado con eso, así que parece que no está tan a la defensiva conmigo, parece que se está abriendo a mi y tomando confianza. ¡Que linda sonrisa tiene! no lo recordaba.
-Muy bien señor chamarra, entonces ya estamos en la agenda del otro- digo con tono solemne.

Estiro mi brazo con el pan y lo muevo para que lo tome.
-Toma un pedazo, tienes esa mirada de que se te antojó- le digo moviendo el pan frente a él como si el pan le hiciera un baile chistoso, incitándolo a que tome un pedazo.

-Claro que tengo buen gusto- digo como si fuera ofensivo que llegara a pensar lo contrario -¿Serio? no, no, lo que le sigue- suelto otra risa -pero al menos se que no fuerza la risa en ningún momento, cada sonrisa es sincera- digo  lo que considero un gran atributo de Touji.
Miro la foto que el me muestra.
-¡Oye!- digo como emocionado y le doy un golpecito con el puño en el hombro -Muy lindo si, me encanta su cabello- elogio a su novio, debo admitir tiene un aspecto que resalta de inmediato y no no tengo problema en decir cosas positivas o actuar como solo un amigo, más que nada porque me siento más motivado a causar problemas entre ellos, sería divertido. Lo hice un poco en la relación de Evan y si fue muy entretenido, seguro con Saki se sentirá aun mejor.

Tomé su pan y le di una mordida, está rico y di otra mordida pero más pequeña.
-No querrás que me lo coma todo -se lo devolví y le ofrecí del mío, es lindo compartir de esta forma tan natural y sin discutir, y tener solo lo bueno de nuevo se siente como un sueño de mis viejos anhelos.

El chico con el que sale es muy diferente a lo que estuve acostumbrado a ver junto a él, conocí algunas de sus conquistas, a su ex también y dista mucho de ser un chico serio. Y por lo poco que dice de este nuevo novio parece que es un buen chico, me alegra por él.
-Me alegra, Tohru -estoy honestamente feliz por él, y él también reacciona de manera positiva, eso me hace sonreír- ¿verdad? Algún día te lo presentaré, tú también debes, eh -esto cuenta como cerrar las heridas, ¿cierto? Es extraño, pero posible.

Terminamos y salimos para caminar y tomar un taxi, es tarde y el transporte no pasa ya, al menos venía con eso en mente.
-Vamos, solo quédate, tu amigo no responde -no sé si lo hizo, pero creo que me habría avisado- te daré la cama, lo prometo -aunque desde el inicio compartíamos la cama, creo que ahora al menos por ser la primera vez, yo debería tomar el sofá de mi cuarto.

Él también me ofrece de su comida pero lo rechazo.
-Solo tengo antojo de algo dulce- digo y como un poco de mi pan y luego tomo un poco de mi café, el que obviamente he azucarado mucho.
-ah, eso no lo sé. No creo que debas conocer a Tou, él trabaja en lo mismo que yo... no es buena idea que te rodees de ese entorno- tal vez es lo más sincero que he dicho. No quiero que Saki se mezcle más, no quiero que corra peligro y no es que Tou le vaya a hacer algo, solo es un pensamiento sobre que no debería conocer más personas de la mafia, eso solo aumentaría sus posibilidades de algún peligro.

Termino mis cosas, me siento menos mareado, y también la pastilla que tomé está bajando su efecto, después de todo ya tiene horas que la tome.
-Ok, creo que te  tomo la palabra... vaya amigo tengo- me quejo un poco de Chi, aunque estoy seguro que contestará al final.

-Oww, entiendo -si él lo dice debe ser lo mejor, y solo espero que sea una persona que lo comprenda lo suficiente y no como aquel tipo que solo lo utilizó- espero que vaya todo bien con él -no puedo saber si está completamente bien o se ha hecho mejor en ocultar las cosas.

Tohru aceptó y me siento feliz por ello. Sé que mi padre me va a cuestionar pero aún así, si le explico debidamente comprenderá, él me deja tomar mis decisiones.
-Hace bastante que no vienes -bajé del taxi y entramos despacio, es tarde y mis abuelos deben estar durmiendo y mi padre también, y ya que duermo en la planta de abajo, puede que ni nos escuchen llegar- deberías avisar a tu madre que dormirás fuera, ¿no? -le dejé entrar primero, él sabe dónde está mi recámara y entramos directo para yo quitarme la chamarra- ¿tienes sed o algo-’ ¿Quieres ropa más cómoda? -es raro ofrecerle, normalmente él tomaba lo que necesitara y ya- iré por agua -salí de la recámara hacia la cocina para traer una botella de agua. Mandé un mensaje a Hannu, quería invitarlo mañana a desayunar pero no sé si sea buena idea.

Cuando volví, cerré la puerta de mi cuarto con seguro por pura costumbre, no sé si él quiera dormir ya pero yo no tengo sueño, y encendí el televisor simplemente para tener algo de ruido.

Casa:

Llegamos a su casa, una sensación nostálgica se ha despertado en mi y mi pecho arde un poco.
-si, ya voy- tomo mi celular y le mando un mensaje a mi madre, es tarde como para llamarla. Entré a la casa, y de nuevo otra sensación extraña retumba en mi pecho.
-No, puedo dormir con lo que traigo- me quito la chamarra y la dejo la cama en la cual me siento segundos después -Te encargo un poco de agua- él sale y yo me quedo solo.
Me recuesto en la cama, y aspiro su aroma, cierro los ojos con fuerza y siento ese nudo en mu garganta.
-No debí venir- siento ese dolor que me recorre, duele tanto que creo que hasta mi cuerpo puede sentirlo. Abrazo con fuerza la almohada para ocultar mi tallan.
Cando lo escucho entrar me limpio los ojos y esquivo su mirada, extiendo el brazo para tomar el agua.
-Gracias- intentó hablar normal y creo que lo conseguí o tal vez no, ya no lo sé -¿es mucho pedir un abrazo?- he bebido toda el agua de golpe luego de decir eso. ¿Acaso no iba a jugar con él? iba a hacer las cosas con cuidado y metódicamente y ahora patéticamente le pido un abrazo.

Al entregarle el agua lo noté diferente, pero antes de encontrar la manera de abordarlo, él ya ha sido honesto. Me acerqué y me senté en la cama para poder abrazarlo, y de alguna manera terminamos recostados junto al otro. Este sentimiento fuerte es demasiado peligroso y adictivo como lo recuerdo, el acurrucarnos juntos no es por simple condescendencia, y creo que si la noche fue tranquila y mantuve  una distancia prudente, fue precisamente para evitar sentirme así.
-Tohru -llamarlo se siente nostálgico, hace mucho que dejé de anhelar un momento como este y tenerlo ahora es extraño- extrañaba abrazarte -no quiero recordar lo bueno ahora, no es que desee recordar lo malo tampoco, pero si los bellos momentos juntos vienen a mi cabeza, temo que nuble mi juicio. Soy una persona serena y segura, pero con Tohru es distinto.
Me quedé quieto, siento que su respiración es un poco agitada y me preocupa, pero si la razón soy yo y no algo más, ¿cómo hacerme responsable? Puede que mi pensamiento sea vanidoso, pero tengo miedo de arruinarlo.
-¿Quieres que apague el televisor para poder dormir? -no creo que sea prudente dormir abrazados, pero… no puedo soltarlo. Así que un poco, solo por ahora.

Encuentro refugio en sus brazos con tanta facilidad en sus brazos. No existe un lugar más reconfortante para mi que estar entre sus brazos. Hasta me siento un poco idiota por no haberlo buscado antes. Su aroma, no ese de la crema o el shampoo, su verdadero aroma lo alcanzo apercibir y me gusta tanto, creo que mi lado más primitivo simplemente adora ese aroma suyo.
-Saki- su nombre lo digo solo luego de que él ha dicho el mío, como si fuera una simple conversación que no necesita nada más -Y yo a ti, como loco- ya no se trata de mi plan de buscar algo más solo por diversión, ahora habla el Tohru más sincero que hay en mi. Mis brazos casi se aferran como niño que estaba perdido y ha encontrado su hogar, con esa necesidad y alivio.
-Si, pero recuerda encender una lampara…- él apaga el televisor, y lo ultimo lo comenté solo por si no recordaba que no puedo  estar en completa oscuridad -¿Te cuento un secreto?- mi voz es muy baja, como intentando no perturbar nada en el ambiente -No acepté la ropa, porque tengo miedo- mi voz se quiebra al final un poco -no quiero que veas mi cuerpo y lo diferente que es ahora, no podría soportar que tengas lástima de mi- aunque sigo hablando bajo, mi voz es más un chillido apagado. Nunca he odiado lo que soy, ni me he avergonzado del clan que es mi familia. Excepto cuando estoy con Saki, no quiero, no puedo soportar su rechazo, y si ve mi cuerpo ahora. Antes solo uno más de los niños del clan, un mandadero y ya, pero ahora, lo que hago… lo que soy y las marcas que han quedado en mi cuerpo, sin ir más lejos, la puñalada de hace unos meses. Ya ha cerrado pero aun se ve muy clara la cicatriz en la piel y no es la única marca nueva que él vería.

Antes de volver a la cama, me aseguré de encender la lámpara, planeaba acostarme para que pudiéramos dormir, o intentarlo, pero él parece tener mucho por decir aún. Su voz es apagada y siento que en toda la noche, ahora es cuando puedo ver de nuevo al Tohru que conozco. Los nervios crecen, el saber que él no ha cambiado tanto y que los sentimientos que tenemos siguen mutuos, me da miedo. Pero no puedo evitar abrazarlo y consolarlo, porque ahora que he dejado atrás todo ese odio, siento que de nuevo lo quiero. Es inexplicable, no dudo de lo que siento por Hannu, solo es diferente.

-¿Por qué la tendría? -hablo calmado, a pesar de que mi corazón late muy rápido, me adapto al volumen de su voz-he visto muchas facetas de ti que fueron difícil de procesar. Verte enganchado por alguien que te hería, o convertirme en esa persona… todo eso fue complicado pero ni una sola vez, ni siquiera cuando te veía tocar fondo por llorar por él, sentí lástima de ti -me senté con las piernas cruzadas y estiré mis manos para que las tomara- si no quieres mostrarme, está bien. Pero creo que tu ropa es bastante incómoda -aún con la luz tenue soy capaz de llegar al closet y sacar una playera y un pantalón, y vuelvo a la cama- ¿recuerdas cuando te regaste toda la cerveza encima y tuve que bañarte porque estabas muy mareado y con un ataque de risa? Ese día creo que comprendí a tu madre -solté una risa y levanté sus manos- o cuando me regañaste por drogarme y ser incapaz de ponerme de pie, me gritaste lo estúpido que fui -tomé su camisa con mis manos y la levanté para quitarla y poder poner algo más suave y ligero. Fue inevitable no sentirme preocupado por verlo herido. Sé la clase de mundo en la que vive, siempre miré hacia un lado porque no podía hacer nada por ello, y aceptar esa parte era más sencilla que aceptar que al inicio, solo era una especie de consolación- te ves tan varonil -reí, y pasé mis dedos por su torso-ahora vamos a ponerte esto -no preguntaré, hace mucho que dejé de decirle que tuviese cuidado o tratar de persuadirlo, ahora sería todavía más inútil.

Se siente tan bien estar con él, sigo cuestionándome como he logrado mantenerme lejos tanto tiempo, Saki me hace sentir tanta paz, claro también lograba poner mi mundo de cabeza, pero aun así, aun con todo esa rabia, lográbamos alcanzar de nuevo aunque fuera por momentos la paz y lograr sentir que aun con todo eso el amor seguía ahí, creciendo hasta desbordar las cosas.
Resoplo una risa
-No, no me refiero a eso- comento mordiendo mi labio porque duelen esos recuerdos que menciona, esa parte rota en mi; tal vez una de tantas, soy una persona con demasiadas grietas desde pequeño -Si, es incomoda- admito con la mirada baja. Río por los recuerdos que ahora menciona, yo no siento enojo al recordar nada de eso, así que río -Que dices, mamá me echaría un balde de agua fría y me obligaría a bañarme en el patio con agua fría- si, soy el bebé de mamá, pero eso no quita que sea estricta conmigo, es una mujer de carácter demasiado fuerte y cuando hago algo que no le gusta claro que me castiga, incluso ahora que soy un adulto -Bueno es que yo no podía cargar contigo, claro que me enojé, no sabía como llevarte a casa- me siento apenado por haber reaccionado así, pero con facilidad se me cerraba el mundo en aquel tiempo.
Dejo que me quite la camisa, siento como me mira, por suerte la poca luz hace que no vea todo. No es que mi cuerpo sea un desastre de cicatrices, pero tengo varias, algunas que apenas se notan como una marca de tono más claro en mi piel, otras más profundas que han dejado una marca tangible, así que son varias, pero creo que él puede ver menos de las que son en realidad.
-Ja, no lo crees de verdad- mi piel se eriza cuando pasa sus dedos por mi piel. Tomo la camisa que me da, pero no me la pongo, de hecho tomo su mano para volver a acercarla ahora en la herida más reciente -cuando muera… -suelto otra risa resoplaba -Ni siquiera te enterarás cuando pase- comento arrepintiéndome de lo que pensaba decir. Hemos pasado tanto tiempo sin saber el uno del otro, supongo que luego de esta noche será igual -Solo estoy jugando, no me hagas caso- suelto su mano y fuerzo una sonrisa.

-Supongo que entenderla y tomar sus mismas medidas… todavía habría una gran diferencia -me reí, y esas pequeñas risas rompen un poco lo tenso del ambiente. Pero no es una tensión incómoda, porque no quiero salir corriendo ni me arrepiento de haberlo traído conmigo, simplemente estamos algo nerviosos. A pesar de eso, nuestras palabras fluyen con la confianza de antes, lentamente se van abriendo más y más y esa comodidad y familiaridad es muy fuerte- era un tonto… bueno, no es que haya crecido tanto, pero al menos quiero creer que maduré, ¿no? -estoy preguntándome, haciendo algo al tonto para que él se relaje más y se sienta seguro, porque no he perdido esa necesidad al parecer.

Mi mano lo tocó y miré la zona que aún con la poca luz hace visible esa cicatriz. Sin embargo volví mi vista a él, serio, sin reír porque esas palabras no solo no me causaron gracia, duelen porque tal vez sea verdad. Este tiempo lo contemplaba a veces y tenía miedo, prefería que siguiera vagando, o incluso saliendo con uno y con otro antes de pensar en él yéndose para siempre.
-Tienes razón, pero eventualmente lo sabría -y después de hoy, con mayor razón- no creo que podría superarlo -me reí de una forma rara y aparté la mirada. Di un largo respiro y me quedé viendo la pared. Es como si todos los sentimientos volvieran de repente, le hice daño y me hizo daño, y me esforcé por olvidarlo y convencerme que estaba bien sin él. Pero no funcionó, no puedo estar sin él. O puede que sea capaz pero si está cerca, siento que mis esfuerzos fueron en vano y que ni siquiera valen la pena- no hables sobre ti muriendo, por favor -di otro largo respiro y lo abracé. Al menos así puedo ocultar mi expresión, regular mi respiración e intentar hablar con tranquilidad- al menos sé que puedo seguir abrazándote, Tohru -me gusta su nombre, y él, con su sonrisa y su negatividad, con sus experiencias peligrosas y también esa manera amable de ser con otros.

No estoy seguro de que sea cierto, tal vez si, eventualmente, ¿pero cuanto tiempo es eso? ¿meses? o tal vez años. De ser así preferiría que no se enterara nunca, menos si para ese entonces ya es feliz y solo soy un recuerdo borroso. Porque seguro que algún día seré eso para él. Es obvio quien ha superado más al otro. Él actúa tranquilo y yo, pues tuve que drogarme para poder estar cerca de él.
Cierro los ojos cuando me abraza y le correspondo.
-Lo siento, no lo diré de nuevo- respiro profundamente, es mejor que aleje esos pensamientos de mi, de cualquier forma pensar en eso no cambiará lo que ocurrirá.
-Siempre podrás hacerlo- ¿él se sentirá tan bien como yo me siento en este momento, pese a mis palabras anteriores, yo me siento bien de tenerlo cerca de nuevo.
Lo abrazo un poco más fuerte y luego otro poco más y las palmas de mis manos recorren un poco su espalda. Papando poco a poco.
-No quiero que el tiempo pase, si pudiera me quedaría así para siempre, contigo- me muevo solo un poco para dejar un beso en su pecho. en un gesto de afecto que no he podido evitar.
Me muevo para empujarlo un poco y hacer que así regresar a estar acostados, ni me he quitado el pantalón, pero ahora hacer eso se siente como tiempo perdido lejos de sus brazos -creo que mi corazón va a explotar--suelto una risa un tanto apenada de mi estado, como la reacción de un chiquillo enamorado y solo estamos abrazados. Creo que esto es lo que llevo buscando por mucho tiempo, buscaba justamente estos brazos y esta sensación que solo Saki me ha dado y no la he encontrado en nadie más. Vuelvo a dejar otro beso en su cuerpo, donde mis labios están más cerca y uno más otro, solo besos esporádicos porque parece ser un reflejo o más bien una necesidad.

No es precísamente correcto hacerlo, porque el abrazo que le doy no tiene un significado simple o amistoso, no es como abrazar a cualquiera de mis otros amigos, incluso si los besara en modo de broma, no significaría nada; pero con Tohru todo significa algo más allá de la amistad, para empezar ni siquiera fuimos amigos en un inicio, desde el comienzo hubo un interés romántico al menos por mi parte.
-Entonces no digas esas cosas -vuelvo a regañarlo. Cerré los ojos y al sentir cosquillas en mi pecho solté una risa, pero trato de mantenerme calmado- ¿podrías? Eres inquieto. Pero no suena mal -no sé ni por qué mi esfuerzo se dirige en mantener mis reacciones tranquilas, cuando debería esforzarme en tomar la distancia prudente que necesito. Pero parece que algo en mí pide un poco más, y como si solo fuese dentro de estas cuatro paredes, continúo disfrutando sus atenciones y el contacto.

Quedamos recostados y mis manos se mueven un poco sobre su espalda, he soltado una risita por sus besos, hacen cosquillas en mi estómago y mi pecho y sé exactamente por qué, no viene precisamente del estímulo físico.
-Te pusiste muy cariñoso de repente -estoy riendo, y atrapo su rostro entre mis manos- parece que ya no tienes sueño -he besado su nariz para controlar el deseo de ir a sus labios- y al final rechazaste mi camisa, eh -tras el reclamo trato de poner distancia a los sentimientos, hay una forma más directa de hacerlo pero es complicado porque no quiero, y me siento culpable por desearlo.