Unexpected // Yuna

Camino entre los demás alumnos de la escuela, no tengo ganas de regresar a casa, obviamente sigo evitando a Salvatore, no porque me afecte lo que pasó o lo que no pasó, sino porque se que me hará enojar, parece ser que el tiene una facilidad para alterar mi estado de ánimo. Ya no lo puedo ver como el hermano maduro que pensaba que era, sino que veo todo aquello que he descubierto no me gusta de él.
Aun así paso a casa de rápido a dejar mis cosas y cambiarme de ropa, odio andar con uniforme por la calle. Me miro en el espejo que esta en mi baño, y comienzo a colocar las piezas en mis perforaciones, al menos solo las del rostro que por ir a clases tengo que quitármelas.
Mamá dice que coma algo, pero solo me despido de ella dándole diciendo que iré a comer con Souta, y ella solo lo acepta, y me suelta un "si llegas tarde avísame".
Tomo el camión porque no tengo ganas de viajar en metro, realmente odio lo mucho que se llenan y aunque puedo llegar mas rápido, prefiero tardar y no tener que estar rodeado de personas. Así es como termino arriba de un camión del transporte público. Me siento hasta la parte de atrás y para disfrutar un poco del trayecto pongo mis audífonos  en mi para escuchar música.

Cuando el camión se detiene en donde debo bajar, solo me levanto y voy directo al centro comercial. ¿Y que hago yo en este lugar? pues simplemente vine a ver a un amigo que trabaja en uno de los locales. No es Souta, solo un amigo que conocí. Estoy interesado en comenzar a trabajar de medio tiempo, y con suerte, en algún tiempo salirme de casa. Poder decir que realmente soy una persona independiente, obviamente aplicaré para una beca en la universidad y ese tipo de cosas.
Se que en unos años tendré derecho a poder usar el dinero de mi herencia, eso dinero que nadie me pudo robar porque no estaba invertido en ninguna de las empresas de mis padres. Pero prefiero esperar mas tiempo para tocar ese dinero, cuando le pueda dar un uso que realmente tenga sentido. Crear mi propia empresa y tal vez poder recrear el legado que era de mis padres.

Camino por el lugar, y como de costumbre recibo varias miradas de desagrado de las personas presentes, pero solo les ignoro. Camino un poco más hasta que una de esas miradas se siente un poco pesada y me hace girar la cabeza.
-esa chica otra vez- me digo al notar a esa chica que rechace hace poco.

Con todo el asunto de la mudanza, el elegir la nueva casa, que debó de admitir que en gran parte fue mi culpa que tardáramos en escoger la indicada, las decoraciones, los muebles y todo lo relacionado a nuestro cambio, hemos estado bastante ocupados. No me molesta porque gracias eso he podido pasar más tiempo con mi papá, e incluso con mi hermana, que aunque ya son años que somos una familia siento que aún existe una delgada barrera entre nosotras y pues papá siempre ocupado se hizo un tiempo para poder pasar con nosotras, por lo que no tengo derecho a quejarme. Afortunadamente casi está todo listo para la mudanza final y decidimos tomarnos un descanso, el cuál aproveche para salir con mi mejor amiga, ya habían pasado varios días en los que sólo hablábamos en la escuela.

Al inicio me pareció extraño cuando me invito, después de todo le había contado desde hace un tiempo que estaría muy ocupada con la mudanza, sin embargo ella parecía muy interesada por lo que no pude negarme. No me imaginaba a dónde iba tanto interés hasta que justo cuando nos dirigíamos hacia el centro comercial me confesó sus verdaderas intenciones, al inicio pensé en salir huyendo, por mucho que me dijera que el chico era bastante guapo e interesante, no comprendo su interés en presentármelo, jamás le he dicho que estoy interesada en conocer chicos, yo sé que al estar en un colegio femenino es difícil convivir con hombres, pero no es algo que me tenga realmente preocupada. Simplemente la seguí porque ella parecía más emocionada que yo al respecto y porque confió en ella.

Mientras caminamos por el centro comercial comienzo a sentirme un poco nerviosa, por no decir demasiado, no sé nada sobre el dichoso chico, ni siquiera me contó a detalle su apariencia física. No quiero anticipar nada, sólo va a presentarme a un amigo no es como si fuera a pasar algo después, me siento tan tonta de pensar cosas como estás pero no puedo evitarlo, realmente no convivo con tantos hombres, sólo con papá y Ken-san, su asistente. De pronto nos detenemos y ella parece observar a un chico, supongo que debe ser él, recuerdo mencionó en algún momento su cabello rubio sin embargo no me comentó nada sobre las perforaciones, no me desagradan, sólo me impresionaron un poco. No se equivocaba, el chico es bastante guapo y un leve rubor aparece en mis mejillas, me detengo detrás de ella dudando sobre lo que debería de hacer, él no parece ser alguien muy amistoso o al menos no parece estar emocionado por el encuentro, así que sólo espero a confirmar que sea mi amiga quien tome la iniciativa.

Mi plan es solo seguir mi camino y hacer lo que viene a hacer, eso y nada mas, pero esa chica comienza a acercarse, y aunque no lo parezca no me gusta ser una persona grosera, así que también me acerco. La chica es bonita, no puedo decir que no lo es, pero simplemente hay algo en su personalidad que hace que no me guste, y por eso la rechacé.
Noto que a su lado hay otra chica, supongo que debe ser su amiga. Pero no le presto atención, porque no soy la clase de persona que analiza a todos de inmediato, solo lo hago cuando lo considero necesario, pero solo voy a saludar y seguir mi camino.
-Hola- digo hablando como monotonía, porque no voy a fingir felicidad o entusiasmo por este encuentro.
Ella me saluda y me dice que es una sorpresa encontrarnos, yo solo la miro un poco confundido, pensaría que es una acosadora por las muchas veces que nos encontramos casualmente, pero supongo que al menos  una parte de mi le da el beneficio de la duda.

Miro a su amiga cuando me la presenta, tiene un lindo cabello y bastante largo, aveces me pregunto como hacen las chicas para cuidarse tanto. Ella es bastante linda y parece un poco tímida. Termino sonriendo para ella cuando la molesta de Kaede dice mi nombre.
-un gusto- le digo a la joven a la cual observo con un poco mas de atención; aunque claro no la miro de manera intensan, solo observo un poco mas a detalle. Yo y mi costumbre de mirar a los ojos de las personas, no me importa hacer ese contacto directo, sus ojos son lindos, no tienen ese que se ha convertido en mi color favorito de ojos, pero en general mi color favorito en otras cosas es el verde -tienes lindos ojos- declaro sin pena o sin pizca de coqueteo, solo soy sincero en mi pensamiento. Mis ojos también son de color verde, pero no considero que el color de los míos sea bonito.

Suelto un suspiro cuando Kaede insiste en que hagamos algo juntos, no se que tiene, su comportamiento es raro, pero aun así acepto, creo que me siento un poco curioso de saber que clase de chica podría soportar ser amiga de Kaede.
-claro, no tengo prisa, ¿que quieren hacer?- cuestiono al par de amigas.
No soy una persona con demasiados amigos, pero la verdad no tengo tanto problema para socializar, mas bien mi soledad es elección propia y no una falta de habilidad.

Normalmente no me muestro tan tímida hacia las personas, pero es que simplemente no me acostumbro al trato con los chicos, y ese en especial tiene algo que me hace mantener mis reservas, no todos lo amigos de Kaede me agradan, hace un tiempo tuve una mala experiencia con alguien que ella me presento, aunque la perdoné porque sus disculpas parecían ser sinceras y quise confiar en que no tenía malas intenciones cuando lo hizo y que ya no trata más con ese tipo de sujetos.
-Hola- saludo aun a la distancia, ya que en verdad creí que él nos esperaba y ahora me doy cuenta que mi amiga aparenta que se trata de un encuentro casual. Aunque prefiero no opinar, sólo mantengo una suave sonrisa en mi rostro, sin llegar a parecer fingida.

-El gusto es mío. Soy Matsumoto Yuna- hago una reverencia. El chico parece extranjero por sus rasgos y me da un poco de curiosidad preguntar pero me contengo por educación, no lo conozco y mi papá me ha regañado tantas veces al ser imprudente en mis comentarios que prefiero esperar antes de preguntar, además que esa mirada tan penetrante que tiene me intimida bastante, aunque no lo siento como a esos pervertidos que luego me molestan, hay algo tan diferente en él, que me intriga bastante. El comentario sobre mis ojos me sorprende bastante, que a no ser por ese tono tan desinteresado y monótono podría pensar que sus intenciones son otras, a pesar de todo parece ser un halago sincero, así que mi sonrisa se ensancha un poco más –gracias- respondo con dulzura y refinamiento, no respondo con un halago ya que me parece que está de más.

Sólo niego con la cabeza y rió un poco nerviosa, esa Kaede parece molestar a Ivan, y no me sorprende incluso a mi me parece un tanto molesta su insistencia –gracias por acompañarnos Scarsi-san- me dirijo a él de manera formal –Porque no vamos a….- no terminó de decir lo que quería cuando Kaede me interrumpe y me toma del brazo, insistiendo en que vayamos a la sala de videojuegos, tan emocionada que me es difícil negarme, además ella lo conoce mejor y seguro es algo que le gusta –Entonces vayamos a la sala de juegos- asiento con una sonrisa, no me molesta realmente que ella eligiera.

La amiga de Kaede parece ser esa clase de chicas educadas, ¿será de alguna familia adinerada? la verdad no lo sé, aunque eso no es que me importe, apenas la estoy conociendo, no es como si fuera a pensar en tener algo con ella y que por eso este evaluando si es de alguna familia adinerada, porque preferiría evitarme un escenario similar al que viví con Adel... Espera un momento, ¿por que estoy pensando todas esas cosas? Ella es linda y sin darme cuenta yo ya estoy evaluando posibilidades que no deberían siquiera pasar por mi cabeza.
Cuando descarto todos aquellos pensamientos tan fuera de lugar, es que hago ese halago y ella solo lo acepta. Es un poco extraño, al comienzo parecía un poco tímida pero mis palabras no le han afecta, supongo que estará acostumbrada a que le hagan halagos, tal vez solo estaba confundido en mi primera impresión.

Escucharla decir mi apellido y ese "san" es un poco incómodo, es algo que no me gusta de la cultura japonesa, pero aun así solo asiento para darle a entender que no me importa acompañarlas y obviamente en mi expresión no he demostrado que me desagrade el que me hable de esa manera. Supongo que yo debería hablarle a ella por su apellido para que no se sienta incomoda.
Espero a que Yuna diga su propuesta, pero Kaede solo la interrumpe.
- por mi esta bien- soy un tipo al que le gustan los videojuegos, así que la idea no me desagrada -Kaede hoy pareces demasiado animada, pensé que no querrías volver a hablarme- le digo a la chica, a quien miro de reojo.
Cuando la rechacé no fue grosero, solo fui sincero, aunque aveces la sinceridad es lo que mas molesta a las personas, aun así ella parecía realmente indignada por mi rechazo.

Caminamos por la plaza hasta llegar a aquella zona de juegos, el ruido de las maquinas y de las personas es un poco elevado, pero es la clase de ambiente que hay en esos lugares, saco mi tarjeta y voy a la maquina para poder agregar un poco mas de dinero a ella.
-¿tienen tarjeta? o podemos usar la mía- comento mientras la maquina se traga ese billete que he puesto y en la pantalla se eleva el número de dinero que tengo para poderlo usar -¿entonces que les gustaría jugar primero?- pregunto a ambas una vez que saco la tarjeta de la maquina.

Ese chico a logrado llamar bastante mi atención, intento ser discreta mientras lo miro ya que no quiero que me mal interprete o se haga una idea equivocada de mí, es sólo que sus rasgos y esa apariencia de chico rebelde que le dan las perforaciones me tiene cautivada, aunque su mirada y su actitud contrastan bastante, parece un tipo prudente y bastante serio. No debería hacerme de prejuicios con la primera impresión, además siendo como es Kaede tal vez sea la primera y la única vez que nos veamos, siempre sucede lo mismo con ella, me presenta a alguien y después pierde el contacto, es bastante extraña pero es mi amiga, ella estuvo conmigo cuando yo necesitaba a alguien, junto con mi familia es alguien valioso para mí.

Aunque no parezca ser un chico de muchas palabras, entiendo la amabilidad detrás de sus ademanes, sólo no espero fastidiarlo ya que cuando tomo confianza suelo hablar mucho. Ahora que lo pienso, si mi papá me viera saliendo con un chico como él seguro haría un alboroto, de hecho con cualquier chico, una suave risita se escapa de mi boca ante mis pensamientos.
Sólo sonrío y asiento, no me equivoque, imaginaba que debían gustarle los videojuegos.
-¿Pasó algo entre ustedes- miró a mi amiga, me tomó por sorpresa esa expresión del chico. Ella sólo niega nerviosa y me hace saber que no es nada importante, además de que no es de mi incumbencia, es sólo que no me gustaría que alguno se sintiera incomodo por la presencia del otro –disculpa mi indiscreción pero ya sabes cómo es Kaede- supongo que son amigos y por ello es que me dirijo con tanta confianza, asumiendo que la conoce bien.

Normalmente paso de largo los videojuegos y mucho menos había entrado a un lugar como este, así que nada más entramos dirijo mi mirada hacia todos lados, es un mundo bastante interesante y no sé ni siquiera en dónde concentrar mi mirada.
-No tengo tarjeta- respondo con un poco de duda, ya que no tengo idea de cómo funcionan estas cosas. Cuando el chico pregunta sobre los juegos me quedo en silencio, ya que no conozco nada sobre ellos – el que ustedes elijan está bien- respondo cuando ella me empuja suavemente del brazo, indicándome que escoja.

No presto mucha atención a lo que ellas se dicen y esas cosas, prefiero darles la privacidad que supongo dos amigas deben tener.
La chica que acabo de conocer me dice algo sobre que ya se como es Kaede, ¿pero por que hace ese comentario?
-la verdad es que no sé, apenas la conozco- le explico a la ojiverde mientras continuamos el camino.
En mi cabeza la duda del porque ha dicho esas palabras aun me ronda la cabeza pero supongo que solo debo dejarlo pasar, no puedo solo tener el control absoluto de la información de alguien, mucho menos de personas que acabo de conocer.

Veo como Kaede saca casi con orgullo una tarjeta y sonrío un poco por eso, no se puede negar que es una chica bastante persistente.
-Descuida Matsumoto, yo te prestaré la mía- le digo a la joven, se siente tan raro para mi hablar de manera tan formal a una persona que es de mi edad, pero aun así lo hago -Kaede no sabía que te gustaban los juegos- comento a la joven que sonríe con complacencia -me gustan mucho, aunque no soy tan buena- comenta la chica -tal vez tu deberías elegir el juego- le digo esperando a que ella sugiera algo y no tarda en seleccionar un shooter así que nos encaminamos a la maquina -mira- digo a la ojiverde porque doy por sentado que ella no ha jugado estas cosas. Pongo la tarjeta para poder pagar por un juego y le ofrezco la pistola de juguete a la chica -es un juego muy simple pero entretenido- digo ayudándola a mantener sus brazos a la altura adecuada y explicando como debería apuntar y disparar. Kaede por otro lado, como ella escogió el juego doy por sentado que ella ya sabe jugar y no le explico nada -ustedes deberían jugar el primero- comento quedándome a un lado para incomodarlas mientras juegan.

Kaede no responde mi pregunta sólo hace un gesto que me hace pensar que hay algo que no me ha contado, sin embargo me parece inapropiado continuar mi cuestionamiento cuando está Ivan presente, ya le preguntaré a detalle más tarde. Sin embargo la respuesta del chico me toma por sorpresa, dirigiéndome con tanta confianza y resulta que…
-¿Apenas se conocen?- miró a Kaede buscando una explicación, Scarsi parece una buena persona, pero esa mujer que no entiende, ya ha tenido malas experiencias con desconocidos y a mí también me ha arrastrado a más de un mal rato, sólo espero que no terminemos en una situación incómoda.

No esperaba que Kaede tuviera una tarjeta, ya que no la había visto jugando antes, y casi estoy segura de que sería algo a lo que me hubiera arrastrado a ello desde hace mucho –Gracias Scarsi-san- respondo con una amable sonrisa. Me parece un poco incomodo que a Kaede le llame por su nombre mientras a mi lo hace por apellido, sin embargo no lo comento ya que aun estoy insegura de todo esto; así que sólo sigo su conversación sin entender mucho de lo que hablan, ellos parecen llevarse bien y tener cosas en común, espero no hacer mal tercio, aunque siendo como es mi amiga, seguro me deja sola antes de que me dé cuenta.

Estaba un tanto perdida en mis pensamientos que cuando me doy cuenta ya estamos frente a una de las maquinas, y que me llame tan de pronto me hace pegar un pequeño salto, que intento disimular enseguida. Tomo la pistola en mis manos, es la primera vez que tengo una aunque sea de juguete –Espero poder aprender rápido- intento apuntar a la pantalla pero no tengo la menor idea de lo que debo hacer. De pronto siento las manos de Ivan sujetando mis brazos, mi corazón se acelera ante la cercanía, estoy segura que mis mejillas me dilatan por el rubor que las adorna, por lo que sólo asiento nerviosa a su explicación. Comprendo poco de lo que él me dice, tanto porque es la primera vez que juego como por la cercanía entre nosotros.

-Sí. Pero tendrán que explicarme porque aún no entiendo mucho- les pido a ambos. En cuanto empieza el juego, Kaede muestra ser mucho mejor que yo claramente, y pronto me opaca. Disparó por todos lados sin lograr dar a un solo objetivo, lo que pronto provoca las burlas de ella, me siento tan avergonzada, que quiero dejar el juego a un lado ya.

Asiento ante la pregunta de la chica, aunque no entiendo porque ella parece tan sorprendida.
-¿por qué?- cuestiono, pues si reacción hizo que mi curiosidad despertara. Aunque para mi el hecho de cuanto tiempo tiene de que conozco a alguien no es tan importante, pero si lo ha preguntado debe ser por algo, ¿parezco cercano a Kaede? pues nos hemos visto varias veces y no soy un tipo grosero que solo ignora a las personas, se que no lo parece, pero tengo mas modales de que lo muchos piensan.

Supongo que con su sonrisa puedo compensar lo incomodo que me hace sentir que me hable de esa manera tan formal.
-no es nada, descuida- entiendo que las personas tienen que se educadas, yo lo soy a mi manera, pero aveces me incomoda el exceso de formalidad que tienen en esta cultura. Kaede me parece una chica un tanto pesada en su manera de ser, pero si algo puedo decir que me gusta es que no se toma tan enserio esos protocolos, o al menos nunca lo ha hecho conmigo.

-las cosas que se aprenden rápido se aprenden mal, así que solo tomate tu tiempo- le digo solo para que se relaje, los juegos deberían ser para divertirse y no para estarse preocupando. Aun así decido ayudarla un poco para que se sienta un poco mas cómoda al jugar.
Resulta ser que la ojiverde realmente es mala para esto, pues no alcanza a dar a nada en la partida, y Kaede es mucho mejor de lo que pensaba por lo que me sorprendo un poco.
-bien hecho Kaede- digo levantando mi mano para que choque su palma contra la mía y luego miro a su amiga -te puedo ayudar si quieres- le digo a la joven.
Estiro mi mano para que me de la pistola y la siguiente partida comienza. Mientras hago disparos le explico algunas cosas a Yuna, que creo le ayudarán a mejorar su puntería.
Cuando la partida termina, ha saco una puntuación mucho mejor que la de Kaede, pero era normal, porque yo he dedicado muchas horas a estos juegos. Vuelvo a ofrecer el arma a Yuna.
-¿te molesta si toco tu mano?- le pregunto porque no la quiero incomodar al invadir su espacio personal, pero creo que podría ayudarla un poco mas a entender lo que tiene que hacer.

Ladeo un poco mi cabeza ya que me toma por desprevenida que me cuestione el por qué hice énfasis en mi creencia que ellos se conocían de antes, y luego sonrío amable –Bueno es que…- juego un poco con mis dedos, ya que no sé cómo explicarlo –es que ustedes parecen cercanos, se hablan con mucha confianza- son suposiciones mías tal vez pero cuando Kaede me habló de Ivan parecía saber mucho sobre él, tal vez debería dejar de pensar en ello no quisiera meterme en cosas que no me incumben.

De nuevo sólo sonrío en respuesta, no encuentro un tema sobre el cuál hablar con el chico, yo no conozco nada de videojuegos y aunque Kaede me contó a detalle, ahora que estamos juntos parece que mi cerebro se bloqueo haciéndome olvidar todo, así que me quedo callada.

-Eres muy comprensivo. Aunque ahora no tenemos mucho tiempo, supongo que jugar con alguien que apenas está aprendiendo no debe ser divertido para los expertos- respondo más para Kaede que para Ivan, ya que me empieza a molestar que me vea con esos aires de grandeza sólo porque ella si sabe jugar, no debía haberla dejar escoger, me da la impresión que lo está disfrutando y lo que más me molesta es que celebre junto con el chico, realmente se ven bien juntos y ahora siento que salgo sobrando en este momento.
Empiezo a pensar seriamente en irme pero entonces escucho la propuesta de Ivan, el chico tiene algo que me ha cautivado a primera vista y no puedo negarme –Por favor- le entrego la pistola y sólo me quedo observando mientras observo atenta la pantalla alternando con sus manos y la forma en que toma la pistola.
-¿Mi mano?- un leve sonrojo se extiende por todo mi rostro, aun así asiento con timidez –si, está bien- no estoy acostumbrada al contacto con los hombres, y aunque sólo será mi mano, no puedo evitar sentirme nerviosa, sé que es tonto pero es algo que no puedo evitar.

Creo que he sido un poco idiota al cuestionarla por su pregunta, pues con su respuesta me parece bastante obvia, pero para ser sincero no era muy consciente de lo "cercano" que puedo parecer a su amiga, simplemente yo soy esa clase de persona.
Llevo toda mi vida viviendo en este lugar, pero aun así fui criado por italianos, y sobre todo, la educación que me dieron mis padres, ha quedado muy marcada en mi. El contacto físico no me molesta, mucho menos me intimida. No tengo problemas con las muestras públicas de afecto y aunque me adapto un poco a esta excesiva amabilidad de los japoneses, la verdad prefiero evitarla.
-supongo que eso parece- no puedo decirle nada mas, podría explicar mi forma de ser, ¿pero no sería eso entrar en demasiado detalle con una desconocida? es raro que yo piense en justificarme, pero al final solo no lo he hecho.

Las palabras de Yuna me parecen un poco condescendientes. No se que pasa con estas dos, son raras y parece que de esa misma manera, su amistad también lo es.
Mientras disparo con cierta habilidad adquirida con los años de jugar, miro de reojo a Kaede, realmente es una chica atractiva, y pareciera que se ajusta muy bien a lo que yo esperaría de una chica, y eso es lo que me hace desconfiar de ella. Al comienzo era muy pesada y aparecía por todos lados y poco a poco fue cambiando. Es halagador pensar que ella esta cambiando solo por intentar gustarme, ¿pero cuando de lo que me ha mostrado de ella es real y cuanto es mentira?

He notado ese ligero sonrojo en el rostro de la chica, y he sonreido un poco por ello. Por mi cabeza pasa la idea de que yo puedo ser el culpable de que ella se sonroje, pero no quiero ser tan engreído, pues podría ser solo la diferencia cultural entre nosotros. Aunque creo que me permitiré ser un poco egocéntrico y pensar que al menos hay un poco de la primera opción.
Espero a que Yuna tome el arma de nuevo y me coloco a su lado quedando entre ella y Kaede, dando la espalda a esta ultima. Me pareció un poco grosera la manera en que le echó en cara a su amiga que era mejor. Mi mano envuelve la de ella. Pongo mucho cuidado de que solo sean nuestras manos las que están en contacto.
La nueva partida comienza y comienzo a mover su mano y a disparar esperando que se acostumbre un poco a mi ritmo y así ella comience a tomar el control de los movimientos.
-ves, es muy sencillo- le digo cuando damos en el primer objetivo.

El chico frente a mi me parece tan misterioso e interesante, aparentemente parece alguien muy serio y un tanto frío, incluso ahora debo admitir que me da un poco de miedo, pero creo que es amable y una buena persona, lo veo en la forma en que trata a Kaede, sé perfectamente lo molesta que puede ser ella y si en verdad no son cercanos, haber aceptado acompañarnos cuando aparentemente no nos esperaba creo que es una prueba de ello; quisiera conocerlo un poco más
-Un poco- le respondo con una sonrisa nerviosa, no veo necesario continuar con el tema o insistir demasiado, no quiero escuchar que ella le gusta y ni siquiera sé porque, lo único de lo que voy a estar segura es que me va a decepcionar demasiado, apenas lo conozco pero no quiero que ellos dos estén juntos por más egoísta que parezca.

No pretendo pelear con Kaede, pero es que me molesta que me trate así, tal vez sea su forma de ser pero comienzo a cansarme que a veces me trate como si fuera una tonta, por otro lado me avergüenza comportarme así frente a Ivan. Por un momento me quedo atenta en su juego, el chico es bastante bueno, incluso lo hace parecer demasiado sencillo y por ende me siento aún más tonta de lo que me sentí hace un momento. Para descansar mi vista, la despego de la pantalla, es entonces que noto como Ivan parece mirar a Kaede, siento una pequeña punzada en mi pecho, al final siempre es ella quien se queda con los chicos. De nuevo vuelvo al juego, no quiero que él se dé cuenta que lo estoy mirando.

Inconscientemente volteo y alcanzó a ver su sonrisa, se ve tan atractivo cuando lo hace, que parece ser no tan seguido, sin embargo devuelvo mi mirada rápido a la pantalla, mi corazón se ha acelerado y no quiero que lo note. Tomo el arma intentando disimular mis nervios, trataré de concentrarme en el juego y olvidarme del chico que tengo a mi lado, lo que parece imposible justo cuando siento su mano sobre la mía, sé que lo hace por ayudarme y que no hay más ahí, que la que le gusta es Kaede y que yo no tendría oportunidad. Cuando la partida comienza, suelto un suspiro y me dejo llevar, disparar no es tan malo me ayuda a liberar un poco de la tensión que se comienza a acumular, poco a poco comienzo a entender de qué va este juego –realmente no es tan complicado- respondo emocionada, tal vez le pida a mi padre que me compre uno –eres un buen maestro- volteo a verlo con una sonrisa y la ilusión reflejada en mi rostro.

La piel de Yuna es bastante agradable al tacto, podría decir que no he tocado a muchas mujeres y que por eso me lo parece, pero la verdad, ya he conocido la piel de bastantes mujeres en esas noches que aveces salgo a solo distraerme un poco.
Últimamente lo hago un poco más y no estoy seguro, o mejor dicho, no lo quiero aceptar, pero creo que lo hago con la esperanza de volver a encontrarme con ella... Realmente soy patético.

Ella se emociona y se ve linda cuando lo hace, sus gestos tienen una armonía que solo la hace lucir encantadora.
A pesar de que solo estoy tomando su mano, me he colocado cerca de ella. Así que cuando gira para decirme que esas palabras, se que debería alejarme pero no lo hago, solo le sonrío con amabilidad por sus palabras.
-gracias, pero no he hecho realmente mucho, creo que solo estabas demasiado tensa, así que solo relájate y disfruta- le sugiero -creo que ya puedes hacerlo sola- digo al darme cuenta que en todo el rato no he dejado de tomar su mano, así que la retiro con cuidado, sin ser brusco.
-¿quieren jugar a algo mas?- pregunto cuando la partida entre ellas termina. Kaede se ha puesto silenciosa de repente y yo, bueno, solo he pretendido mirar el juego, pero solo pienso un poco en lo que hablé la última vez con Sou. Dije que me conseguiría una novia, pero la chica que me gusta, esa de la que le hable, no la he vuelto a ver, y no se si lo haré algún día. Miro de reojo a Kaede y luego a Yuna, ambas son dos chicas bellas, conozco mas a Kaede, pero simplemente no puedo dejar de sentirme desconfiado con ella y con Yuna, a ella realmente no la conozco ni un poco, pero creo que me gustaría conocerla. Pero claro, yo no puedo solo tomar una decisión como esa a la ligera. Ellas son amigas, sería muy desagradable de mi parte solo ignorar y hasta herir a Kaede solo porque siento interés en su amiga, y tal vez Yuna solo me rechazaría por el simple hecho de que yo le gusto a su amiga. Esta situación es demasiado complicada para mi gusto.
Cuando llegamos a siguiente juego que elige Kaede, es uno de carreras, pero solo se puede jugar de una persona así que mientras ella trata de tal vez, impresionarme yo solo miro a Yuna de reojo un par de veces. Me inclino para preguntar a Kaede que quiere tomar y decirle que se lo iré a comprar. Ella me dice lo que desea y parece muy animada -Matsumoto ¿me acompañas por algo de tomar mientras ella juega?- le pregunto siendo un poco impulsivo, pues se que todo esto es un poco complicado, pero aun así lo estoy intentando, me estoy dejando llevar un poco solo por esta vez. Lo peor que puede pasar es que ellas solo se enojen conmigo, lo cual no me parece un resultado tan fatal.

A pesar de que me siento extraña al estar tan poco acostumbrada a ser tocada por otras personas en especial un chico, no hago por alejarme, estoy segura que en estos momentos mi piel debe estar caliente o al menos así lo siento yo. No quiero que se dé cuenta, apenas nos conocemos, es un chico apuesto y bastante interesante pero no puedo dejarme llevar sólo por eso, me encantaría poder conocerlo un poco mejor, quizás volver a salir. Agito mi cabeza, comienzo a hacerme ideas.

Al ver su sonrisa me olvido de la cercanía y de que aun sostiene mi mano, él no parece ser del tipo de personas que lo hagan seguido, de hecho se ve bastante serio, así que su sonrisa me resulta encantadora, tanto que me quedo embelesada por unos segundos hasta que lo escucho hablar
-Estaba preocupada porque es la primera vez que juego algo como esto, pero tú me has ayudado a tomar confianza y relajarme- respondo sincera, a veces digo lo que siento sin darme cuenta. Cuando retira su mano, vuelvo a mi realidad y me concentro en el juego para disimular un poco, me ha gustado el contacto y eso no debería ser correcto.
-Si ustedes quieren, me gusta aprender cosas nuevas- ahora tengo curiosidad por probar todos los juegos, tanto que no sabría por cuál decidirme, así que los dejaré a ellos que son los expertos. De pronto notó que Kaede se ve extraña, como que bastante sería, seguro algo le molesta, tal vez no ser el centro de atención, a ella le gusta brillar sobre todos. Sonrío de medio lado, estoy segura que si le digo algo pretendiendo hacerla sentir mejor seguro se molestará y de alguna forma es mi amiga, aunque ha cambiado mucho con el paso de los años, ella fue la única que estuvo cuando más necesite a una amiga.

Sin más sigo a mi amiga al próximo juego, ahora se trata de carreras, parece divertido sin embargo me limito a sólo mirar para aprender, no quiero hacer el ridículo una vez más. Mi atención está por completo en la pantalla y en la forma en que Kaede juega, que no pongo atención a lo de las bebidas ni al coqueteo de mi amiga con el chico, hasta que el me pregunta si quiero acompañarlo.
Lo miró un instante y sonrío, incapaz de negarme –Te acompaño- respondo sin dudar y sólo un poquito después de que él preguntara –volvemos- aviso a mí amiga y me dispongo a ir con Ivan.

Es un poco tierna su reacción, casi quiero acariciar su cabello, pero obviamente no lo hago. Por suerte no soy ese tipo de persona impulsiva, aunque debo confesar que me sorprendo de mi inesperado pensamiento por tener ese gesto para con ella.
-es bueno ser de ayuda- digo un poco solo por hablar y no dejar el ambiente entre nosotros solo en silencio.
Ignoro un poco la cara de obvio desagrado de Kaede, lo cual solo me confirma que en efecto, la joven nunca me ha dejado conocerla realmente y solo me ha mostrado lo que ella piensa me gustará.
-claro, sería divertido, ¿no crees Kaede?- pregunto a la chica solo para integrarla un poco y no se sienta tan desplazada por mi culposo interés en su amiga.

Yuna acepta acompañarme y yo solo no puedo dejar de dar vueltas en mi cabeza al pensamiento sobre lo que estoy haciendo. ¿Yo intentando conocerla? va en contra de todo lo que soy y creo. Supongo que la joven me ha flechado un poco, no es la primera vez que me pasa, pero es la primera vez que estoy intentando avanzar mas allá de solo una atracción física.
Vamos a una maquina de bebidas que hay cerca. No hablo sobre nada, la verdad no tengo idea de que decir o preguntar. Esto realmente es un ambiente completamente nuevo para mi.
Por lo general las chicas se acercan a mi e intentan llamar mi atención, y esta es la primera vez que yo estoy tomando ese papel.
Busco en mi pantalón algunas monedas para echar a la maquina.
-¿que quieres tomar?- le pregunto por fin a la chica mientras presiono el botón para la bebida de su amiga.
Una vez que me dice lo que desea repito el procedimiento. Me inclino para tomar la bebida y se la entrego y me olvido que falta algo para mi, pero es que la verdad yo no tengo sed, solo quería alejarme un poco de todo aquel ruido y de Kaede. Solo debo dejar de comportarme como un estúpido chico de mi edad y ser yo.
-Matsumoto... disfruta tu bebida -digo solo sintiéndome un poco idiota y avergonzado de mi mismo -no, yo quería decir otra cosa- me corrijo de inmediato -me gustaría conocerte más. Se que estoy siendo precipitado, porque apenas nos hemos conocido, y es la primera vez que hago algo como esto, así que estoy nervioso. Se que Kaede es tu amiga, y no quiero causar problemas, así que entiendo si tu prefieres rechazar mis petición- no, no le estoy pidiendo que sea mi novia, solo que quiero conocerla más porque obviamente me gusta. Estoy tan perdido en mis palabras y tratando de explicarme que ignoro el hecho de que mis mejillas se han tornado en un ligero tono sonrosado. Pero no puedo solo ir dando rodeos a las cosas, ese no es mi estilo, prefiero un rechazo inmediato, lo cual es lo que obtendré seguramente. Pero al menos saldré de esta caótica situación que en meses pasado solo habría ignorado.