Unexpected // Yuna

Recuerdo del primer mensaje :

Camino entre los demás alumnos de la escuela, no tengo ganas de regresar a casa, obviamente sigo evitando a Salvatore, no porque me afecte lo que pasó o lo que no pasó, sino porque se que me hará enojar, parece ser que el tiene una facilidad para alterar mi estado de ánimo. Ya no lo puedo ver como el hermano maduro que pensaba que era, sino que veo todo aquello que he descubierto no me gusta de él.
Aun así paso a casa de rápido a dejar mis cosas y cambiarme de ropa, odio andar con uniforme por la calle. Me miro en el espejo que esta en mi baño, y comienzo a colocar las piezas en mis perforaciones, al menos solo las del rostro que por ir a clases tengo que quitármelas.
Mamá dice que coma algo, pero solo me despido de ella dándole diciendo que iré a comer con Souta, y ella solo lo acepta, y me suelta un "si llegas tarde avísame".
Tomo el camión porque no tengo ganas de viajar en metro, realmente odio lo mucho que se llenan y aunque puedo llegar mas rápido, prefiero tardar y no tener que estar rodeado de personas. Así es como termino arriba de un camión del transporte público. Me siento hasta la parte de atrás y para disfrutar un poco del trayecto pongo mis audífonos  en mi para escuchar música.

Cuando el camión se detiene en donde debo bajar, solo me levanto y voy directo al centro comercial. ¿Y que hago yo en este lugar? pues simplemente vine a ver a un amigo que trabaja en uno de los locales. No es Souta, solo un amigo que conocí. Estoy interesado en comenzar a trabajar de medio tiempo, y con suerte, en algún tiempo salirme de casa. Poder decir que realmente soy una persona independiente, obviamente aplicaré para una beca en la universidad y ese tipo de cosas.
Se que en unos años tendré derecho a poder usar el dinero de mi herencia, eso dinero que nadie me pudo robar porque no estaba invertido en ninguna de las empresas de mis padres. Pero prefiero esperar mas tiempo para tocar ese dinero, cuando le pueda dar un uso que realmente tenga sentido. Crear mi propia empresa y tal vez poder recrear el legado que era de mis padres.

Camino por el lugar, y como de costumbre recibo varias miradas de desagrado de las personas presentes, pero solo les ignoro. Camino un poco más hasta que una de esas miradas se siente un poco pesada y me hace girar la cabeza.
-esa chica otra vez- me digo al notar a esa chica que rechace hace poco.

Poco a poco los nervios comienzan a disiparse, supongo es normal que estuviera tan nerviosa frente a un desconocido y más tratándose de un chico con su apariencia, no es que sea una chica de prejuicios infundados, sólo no he convivido con muchos hombres, en su mayoría sólo se ha tratado de los compañeros de trabajo de papá con sus elegantes trajes y sus charlas de negocios, con la excepción de su asistente, quien es algo más que eso para mí.
-Enserio gracias- la conversación se vuelve redundante sin embargo no quiero dejar de hablar con él, tengo la sensación de que si lo dejo perderé su atención, es algo que no quiero que se quede Kaede, esta vez no.

Sonrío de manera amistosa mientras Kaede me mira con coraje,  no he hecho nada para que se moleste, fue ella quien quiso presentarme a Ivan, jamás terminaré de entenderla.
-Kaede, enseñarme también por favor. Podríamos jugar juntas de vez en cuando- le digo intentando contentarla, después de todo seguro no quiere ser dejada de lado.

Sigo a Ivan a pesar de que Kaede parece más molesta que antes, simplemente paso de ella, estoy segura que al final se contentará, siempre lo hace, después de todo por algo llevamos tantos años juntas. Ahora que estamos solos, los nervios se vuelven a apoderar de mí, justificar en que es por estar a solas con un chico no parece del todo la razón, del chico me parece bastante atractivo y no me es para nada indiferente. Me siento un poco asustada de mis propios impulsos, quisiera volver a verlo, conocerlo pero… no estoy segura de lo que realmente deseo, al final sólo es un impulso lo que estoy siguiendo.
-Té por favor- respondo cuando me pregunta por la bebida, me siento bastante distraída, sólo estoy parada frente a la maquina, mirándolo disimuladamente, sus rasgos, las perforaciones, el color de su cabello, cada detalle que enmarca su rostro me tiene por completo cautivada, no quiero que se dé cuenta que llama tanto mi atención. Una vez que me entrega la bebida, la abro y comienzo a beberla, intentando disimular aquello que parece que empieza a ser bastante obvio, cierro mis ojos y me concentro en el sabor del té.

Cuándo me llama, abro los ojos y lo miró expectante, no estoy segura siquiera de lo que espero de él –gracias, tu también- respondo por cortesía cuando me dice sólo lo de la bebida. Mi corazón da un pequeño salto cuando se corrige y sonrió levemente y luego río de manera discreta, es tan lindo diciendo aquello, para mí también es nuevo y estoy demasiado nerviosa. Respiró profundo y vuelvo a una expresión más seria de nuevo –Yo también quiero conocerte y no veo porque me causarías problemas con Kaede- tal vez sea una mala amiga pero no veo el por qué rechazar una oportunidad, sólo para tenerla a ella contenta, quiero intentarlo, ser egoísta al menos por una vez –Scarsi san…. si prefieres no me llames por mi apellido, puedes hacerlo por mi nombre, creo que para los extranjeros es más cómodo… y a mí me gustaría que lo hicieras- me sonrojo al decir lo último, si Ivan fuera japonés, seguro pensaría que soy demasiado atrevida, apenas me pidió conocernos y ya le pido me llame por mi nombre, incluso yo lo pienso ahora pero ya lo dije y no hay vuelta atrás, si das un paso, hay que ser firmes y seguir adelante.

En realidad no comprendo las amistades entre las chicas, o tal vez solo no entiendo las amistades entre las personas. Kaede, no se que pensar de ella, su manera de actuar no hace mas que despertar la desconfianza en mi, y por la clase de persona que soy, desconfiar es algo que se me da con mucha facilidad. Pero de alguna manera extraña esta otra chica, solo no me inspira tanta desconfianza como la que suelo sentir con cualquier desconocido. Tal vez es la inocencia que parece tener, aunque en esta cultura suelo confundir modales con inocencia... no sería la primera vez, tal vez solo es que su atractivo me ha hecho bajar un poco la guardia.

Ella acepta, ¿pero entendió lo que yo quiero? no es que espere que seamos amigos, sino que tengo intereses mas allá de una simple amistad. Bueno creo que eso ya se lo podría aclarar después.
-Yuna- digo su nombre apenas ella me ofrece la oportunidad de hablarle de esa manera mas intima que para los japoneses parece ser tan importante -por favor tu dime Ivan, solo Ivan- le pido revolviendo mi cabello pues espero que ella no se sienta incomoda con mi petición. Realmente las chicas japonesas son un poco complejas para mi. Pese a que llevo casi toda mi vida viviendo entre ellas, sigo teniendo la mentalidad de un extranjero -deberíamos volver- sugiero porque imagino que Kaede debe de estar ahora muy molesta. ¿Lo que estoy haciendo me convierte en una mala persona? Se que Kaede quiere conmigo, pero aun así me he insinuado a su mejor amiga a quien acabo de conocer.
No es la primera vez que lastimo a alguien que quiere conmigo, supongo que simplemente soy una mala persona cuando se trata de esas cosas. En mi memoria aparecen esos ojos rojos, pero ¿de quien son? ¿Adel... Sou... Tore... o incluso de aquella otra chica?

Caminamos de regreso, obviamente no soy un tipo de hacer mucha conversación, así que solo camino en silencio con la bebida de Kaede en la mano.
-toma- digo extendiendo la lata--deberías entregarla tu- comento solo porque no quiero que algo tan simple como darle una bebida pueda ser usado en mi contra -¿te gustaría salir la próxima semana?- le pregunto cuando ya estamos cerca de la zona de juegos -tal vez al cine, o no sé, ¿te gustaría ir a algún lugar en especial?- pregunto de forma directa porque realmente nunca he salido con una chica, así que no se lo que se hace o a donde les gusta ir.

No comprendo lo que me pasa, muchas veces preferí complacer a Kaede antes de pensar en mi misma, simplemente no puedo dejar de lado el agradecimiento que tengo al haber estado conmigo cuando más necesitaba una amiga, cuando otras se alejaban, quise darle mi lealtad en recompensa, pero ahora es diferente, no puedo ir por la vida pagándole un favor de antaño, sacrificándome ante sus deseos todo el tiempo. La aprecio mucho y siempre será importante sin embargo no voy a hacerme a un lado, es absurdo que esta disputa en mi mente la provoque un chico, ni siquiera estoy segura de lo que pasara después, tal vez no lo vuelva a ver y aún así no puedo dejar de hacerme presente en lugar de dejarle el camino libre a mi amiga.

No quiero pensar en algo más allá que una simple amistad, ya de por si mi corazón se acelera de saber que este chico que acabo de conocer está interesado en mí, no quiero hacerme ideas equivocadas ni generarme expectativas, sólo quiero que pase lo que tenga que pasar.
Una nueva punzada en mi pecho al escucharlo decir mi nombre, algo tan íntimo viniendo de un desconocido, nuestras culturas son distintas y aunque tal vez para él no signifique nada para mi es demasiado significativo –Si… I… Ivan- agacho un poco mi rostro tratando de ocultar mi evidente sonrojo detrás de mi cabello, mi voz suena más suave de lo normal, aun con todo me siento emocionado de haber dado este paso, es como si de pronto pasara de ser un extraño a alguien verdaderamente cercano –Volvamos, Kaede debe sentirse sola – estoy segura que debe estar bastante molesta, y me lo hará saber una vez que estamos solas. Alguna vez la deje porque tenía que ver algo con mi hermana y aunque fue rápido según yo, para ella fue demasiado la espera y ahora aunque no sentí el tiempo pasar, estoy segura que nos tardamos más de lo que hubiera hecho si hubiera ido sólo Ivan.

Normalmente hablo mucho y soy bastante alegre pero Ivan me contagia su silencio o más bien me hace disfrutar de ello también, sólo me basta con caminar juntos aunque nuestros brazos apenas se rocen ocasionalmente.  La atmósfera se rompe cuando me habla para entregarme la lata, no entiendo para que me la dá a mí, aún así sólo asiento sin hacer ningún comentario, eso ya es asunto de ellos.
Después de la bebida no vine venir lo que diría después, por un momento sentí que la lata se resbalaba de mis manos -¿La próxima semana?- me detengo un momento y llevo mi mano a mi rostro, descansando mis dedos sobre mis labios, recordando si no tengo algún compromiso familiar que me impida salir con él –Por mí está bien- respondo, aunque con el corazón pendiente de un hilo –el cine está bien- no quiero hacerme una idea equivocada pero acaso esto es ¿una cita? - y después podríamos ir a comer. Quisiera saber más de ti, Ivan-

Su reacción por decir mi nombre es bastante tierna así que sonrío por eso.  Parece que para ella esto de hablarle a alguien por su nombre es algo de mucho peso, tal vez por eso pensaba que su amiga y yo somos cercanos.
Asiento cuando ella consiente que regresemos. No se si estoy cometiendo un error. Yo estoy enamorado de alguien más, pero jamás me he dado la oportunidad de conocer a alguien en un contexto romántico, la una persona con quien lo intenté fue con mi amigo Souta, pero con el ya era demasiado tarde, el y su obsesionado amor por Ilkin me cansan. Probablemente yo era la mejor elección para él, pero desafortunadamente mi amigo no puede ver mas allá de sus deseos egoístas y yo le quiero al punto de que prefiero solo dejarlo luchar por esa supuesta felicidad que el desea.

Ella acepta salir conmigo y yo asiento ante su respuesta.
-ir a comer estaría bien- le digo mirando que Kaede esta recargada en la pared fuera del local y nos mira con un gesto desaprobatorio. Espero a que Yuna le entregue lo que hemos traído para ella.
-¿me darías tu número?- le pregunto a Yuna sacando mi celular, porque sino no habrá manera para que nos pongamos de acuerdo para salir. Se que tal vez no es adecuado hacer esto frente a Kaede, pero pienso que ocultarlo sería algo aun peor.
Al tener mi celular en la mano me doy cuenta que tengo un par de llamadas del amigo que iba a ver, y le mando un mensaje para decirle que ya estoy en el centro comercial.
-lo siento, tengo algo que hacer, así que tengo que irme digo dando mi celular a Yuna para que anote su número en él. Cuando me regresa el aparato abro la aplicación de la cámara y apunto a la chica -Yuna ha sido un gusto conocerte- le digo con una sonrisa esperando a que ponga una de esas reacciones suyas en su rostro y entonces tomar la foto -me voy, cuídense- les digo como despedida mientras comienzo a caminar. Veo a mi amigo que al parecer ya ha terminado su turno y me estaba buscando, así que camino hasta él y me giro una ultima vez para despedirme moviendo la mano.