chihuahua vs doberman |Suota

Recuerdo del primer mensaje :

Era un simple día de trabajo, cerrando algunos negocios, cobrando algunos favores o cobrando deudas. La herida que tengo ya sanado bastante bien, incluso Takumi retiro los puntos, así que creo que podré reunirme con mi lindo Jiro, espero que me haya extrañado todo este tiempo, yo lo he extrañado a él, quiero un poco de su compañía, es agradable estar con él, porque me siento un poco como una persona normal, mas relajado, olvidando un poco mi trabajo y las desventajas de este.
Voy en el auto leyendo en mi tableta electrónica algunos de los informes de las pequeñas empresas que tengo para lavar dinero, no me gusta hacer movimientos demasiado sospechosos, después de todo la policía siempre esta pendiente de mis negocios, son tan molestos.
-Mi hermosa Mia, mi adorada Mia, cada día sufro más con la idea de nuestra separa- digo mientras doy un pequeño masaje con mis dedos en el puente de mi nariz, incluso decido mover un poco el parque para quitarlo de mi rostro. La tableta sigue en mis manos, pero yo solo me siento cansado de ver todos esos números, mi ánimo esta apagado por saber que perderé a mi tesoro, a mi mayor adoración, no quiero que me deje, aveces pienso que en lugar de regresarla a su familia solo debería hacer que los mataran, que parezca un accidente y así ella no tenga mas remedio que quedarse conmigo -quiero besar su cabello- digo mirando el techo de mi auto. Pero se que aun cuando mis anhelos por ella son muy grandes, no puedo hacerlo, porque mas allá de atarla a mi lado, deseo verla sonreír, quiero que sea feliz y yo no tengo la posibilidad de hacer que ella sonría.

Me falta ir a visitar a un viejo conocido, los negocios parecen ir raros, así que quiero visitarlo pasa que sea que no lo he olvidado y que sigo al pendiente de todo lo que hace para mi, o que debería hacer pero parece que lo ha olvidado. Detesto cuando alguien piensa que puede salir de lo que yo he estipulado, piensan que pueden crecer y volverse poderosos a expensas de mi. Vuelvo a acomodar mi parche en mi rostro. Esto es algo que podría dejar en manos de Takumi, pero aunque es mi mano derecha, prefiero que su identidad no se vea comprometida solo por caprichos míos, me sirve más como un médico respetable que como mi mano derecha públicamente.
Siento como el carro frena de golpe, la tableta se suelta de mis manos y apenas y me da tiempo a poner resistencia apoyándome de la puerta para no golpear mi rostro con el cristal que separa mi parte del auto con la de Touji mi chofer.
-¿que diablos ha sido eso?- pregunto molesto bajando el cristal para ver a mi chofer que dice en respuesta "un niño".

No creo que sea posible que haya alguien que no sienta culpa o arrepentimiento alguna vez en su vida, eso sin contar a los psicópatas crónicos, los demás me parecen simples hipócritas –Aún me cuesta creer que haya gente así… debe ser una existencia triste no poseer sentimientos – si no eres capaz de sentir culpa es que tampoco eres capaz de sentir alguna otra emoción. Si lo pienso bien no creo que esa persona que menciona se tan radical, las situaciones pueden forjar un carácter fuerte y hacerte menos sensible pero eso no significa que no vas a sentir nada por completo, en fin cada quien ve la vida de diferente manera, ahora mismo se supone debería sentirme peor por lo que acabo de ver, pero supongo que tengo problemas para sentir empatía.

Lo miró con una ceja alzada, incrédulo, ojala fuera verdad que uno puede elegir a su familia si fuera así no habría elegido a la mía, claro que se supone que a nuestros amigos a las personas con las que no nos unen los lazos de sangre somos nosotros los que los elegimos y sin embargo tantas cosas son las que nublan nuestro juicio a veces vemos en las personas lo que queremos ver y no lo que en verdad son – Me sorprende que una persona que se dedica a… - hago una pausa ya que no quiero especular sobre sus actividades obviamente ilícitas –me refiero a que… lo natural sería que desconfiaras de todos- después de todo las personas no son dignas de confianza, te traicionan y te hieren, ni el amor es suficiente para evitar que puedan hacerte daño. Aunque intento creer que sus palabras son ciertas y los rostros de los hombres a mi alrededor parecen honestos, es inevitable que piense que hay algo más que oculta detrás, en su negocio no hay gente buena.

-Si continuas viviendo con arrepentimiento significa que no aprendiste de tu error- suspiro cansado, siempre que pienso en errores y arrepentimiento me es inevitable no pensar en Ilkin, aunque aprenda de mi error y aunque me arrepienta de por vida, no  volverá a mi lado.
-Pero de qué sirve aprender si no se puede recuperar lo que perdiste por ese error- yo sé que pueden llegar muchas oportunidades más de amar en mi vida, sin embargo en estos momentos no quiero a nadie más –La traición no me parece que sea un error, es algo que elegimos deliberadamente. Tal vez lo único que pueda convertirse en un error es elegir de manera equivocada a quien vamos a traicionar- si lo pienso bien un error sería dejar vivir a alguien que demostró que podría convertirse en una amenaza, no hay enemigo pequeño –algunos errores no nos dan oportunidad de volverlos a cometer- me encojo de hombros, seguro algún día me encontraré en la misma situación que aquel hombre.

Lo miró con coraje, no me molesta lo que dice este hombre, lo que en verdad me molesta es la impotencia de no poder hacer nada en su contra –No pretendo ser diversión de nadie- le digo ofendido.
-¿Puedo saber a qué se debe tu interés? – Supongo que por dentro debe haber perdido la calma, pero no comprendo porque es que ha decidido tomarse tanto tiempo en hacer lo que sea que pretenda hacer conmigo –simplemente hazlo-

-No, no lo son. No puedo seguir aferrándome a algo que no voy a tener- no quiero seguir viviendo de falsas esperanzas, no quiero que ellos resulten dañados por mi culpa, me meto en demasiados problemas y ellos podrían terminar por pagar mis culpas algún día. Tal vez no sea un cumplido real pero para mí es muy significativo ser reconocido por alguien es la primera persona que no me dice que soy un inútil sin futuro. Ahora sonrío como idiota y por algo tan simple.

-¿Me llevarás contigo?- no esperaba que aceptara tan fácil, no se supone que hace poco quería matarme o no va a decir algo como: “chico no quiero que lleves la misma vida que yo”. Sonrió emocionado y feliz, se siente tan bien ser aceptado –Akiyama Souta- respondó enseguida – ¿Cuál es tu nombre?- en la tarjeta venía escrito, pero por educación debe presentarse también.
Subo al auto, esta vez por voluntad propia y con un sentimiento muy distinto al de hace rato. Suspiró al escuchar su pregunta, la respuesta es sencilla –Quiero saber lo que es tener una familia de verdad- se supone que es una decisión que no puedo tomar a la ligera, y más cuando no tengo la menor idea de en lo que me estoy involucrando -¿puedo ser parte de tu familia?- preguntó de vuelta.

-yo no dije que no tenga sentimientos, solo que la culpa y los arrepentimientos no entran en el tipo de cosas que siente- mi amigo sin duda es todo un misterio para mi. Un sádico manipulador, cruel y sin interés en casi nada mas que él mismo. ¿Como alguien así es tan especial para mi? porque el cariño que él siente por mi es el mas sincero y fiel que puede existir.

Me encojo de hombros por sus palabras, realmente no es que confíe con absoluta certeza en las personas de mi clan, de ser así, entonces no me habría enterado de ese intento de traición, pero los mas cercanos a mi, los que se han ganado mi confianza, en ellos tengo plena confianza, el amor por una persona puede hacer que la razón les abandone, y ellos a su manera me aman.
-debo de ser un tonto ingenuo- resto importancia a ese detalle.

-si pudieras recuperar algo con facilidad, ¿entonces aprenderías algo?- claro que no, la vida no es un cuento de hadas y mucho menos un lugar donde deberíamos detenernos y lamentarnos todo el tiempo por el pasado, o por nuestra triste suerte, en ese tipo de actividades la gente de ahora pierde mucho tiempo -si terminas muerto claro que fue un error, pero si no ves la traición como un error, entonces creo que no tenemos más de que hablar- lealtad y honor son lo mas importante para mi, si este chico no lo ve de esa manera, entonces creo que solo he estado perdiendo mi tiempo.

Suelto una sonrisa descarada por sus palabras.
-como si aquí importara lo que tu pretendes- le expreso aun con mi sonrisa en el rostro -no, no se puede- y el solo quiere que ya lo haga, aunque eso signifique su muerte, pero es mas divertido que el solo quiera saber ya lo que pasará -no, no quiero hacerlo todavía- escucho como mis hombres sueltan unas risitas por mis palabras, no es la primera vez que me ven jugar con una persona.

El que no se pueda seguir aferrando no significa que ya no sean su razón, solo bastan sus palabras para saber que son importantes, incluso creo que sería mas fácil hacerle daño usando a esas personas, podría ser una posibilidad bastante tentadora. Darle mas de un juguete a Takumi, eso seguro lo entretendrá un rato. Pero bueno, ya tengo lo que necesitaba, luego solo sería cosa de poner investigar a alguien y ver que consiguen, pero la verdad es que el chico aun siendo como es, me agrada un poco, creo que debería solo dejarlo irse y también detenerme en mis pensamientos sobre como doblegar a este chico y su arrogancia.

Asiento ante su pregunta, supongo que parezco un poco loco por amenazarlo antes y ahora aceptar que venga conmigo. El me dice su nombre y pregunta el mío aunque ya debe saberlo, aun así lo repito.
-Ueda Shinya- contesto sin detener mis pasos.
El acepta demasiado rápido lo que me hace pensar que el podría resultar un problema por su impulsividad, pero yo también lo fui-
-puedes, ¿pero entiendes lo que implica? yo soy el que pone las reglas, yo cuidaré de ti, pero tu debes corresponder con lealtad y honor. Desdes demostrar respeto ¿puedes hacer algo así Souta?- le llamo por su nombre el me agrada, pero no por eso sería permisivo con él -mi familia es lo mas importante para mi, serás mi protegido, yo seré tu familia, y solo cuando crea que de verdad deseas ser parte de esto, entonces lo serás- explico volviendo a dejar mi tableta a un lado -iremos a tu casa por tus cosas y hablaré con tu padre- no quiero que algo como esto me haga terminar en prisión, además que me gustaría causar un escarmiento a ese hombre -háblame de ti.

Lo miró con incredulidad, ¿en verdad hay que sea capaz de vivir de esa manera? Da igual cuál sea la respuesta si a mí no me involucra y tampoco me interesa lo que sea ese sujeto del que habla –Debe ser una persona bastante peculiar- aunque pensándolo bien quizás sea divertido conocerlo, no me interesan mucho las personas pero alguien tan especial seguro que vale la pena.

Echo a reír completamente divertido por la manera en que lo dice, me gusta su sentido del humor –No puedo creer que una persona tan ingenua haya sido capaz de llegar tan alto…- obviamente él es el jefe –eso me da esperanzas- le digo en un tono que puede sonar sarcástico pero que esconde detrás mis aspiraciones.

Parpadeó unas cuantas veces, ese tipo hace unas preguntas muy complejas, me siento peor que cuando tengo que responder un examen en la escuela –Supongo que no…- seguro que por muy dura que fuera la perdida lo olvidaría si vuelve a mi enseguida –Si termino muerto ya no hay oportunidad de aprender ni de arrepentirse- ahora yo soy quien me encojo de hombros, si muero el juego se terminó –La traición no es un error, es algo imperdonable y un error se perdona. Si eres capaz de traicionar a la mano que te dio de comer eres la peor basura del mundo y aunque lo perdone no podré volver a confiar - tal vez exagero pero si hay algo que soy incapaz de perdonar es la traición, una vez que muestran los dientes no sabes en que momento volverán a tirar otra mordida.

Ese tipo en verdad me molesta, froto mi cabeza con mis manos despeinando mi cabello en señal de desesperación – Dime algo que no sepa, al menos si logro que te enfades lo harás más rápido- le respondo molesto, esa sonrisa en su rostro me pone en verdad furioso -¿Por qué no se puede?- cuestiono enseguida, la curiosidad me está matando, y siento que este tipo sólo está jugando conmigo –ya hazlo, me molestas- le exijo haciendo evidente mi desesperación.

No comprendo porque ese hombre ha aceptado tan rápido llevarme con él, y yo soy un idiota al aceptar seguir tan fácil a un tipo que ni siquiera conozco pero que ya me ha mostrado lo peligroso que puede llegar a ser.
-Un placer Ueda-san, por favor cuide de mí- respondo con cortesía, quisiera poder llamarle por su nombre pero no siento que pueda tener esa clase de confianza.
Suelto un nuevo suspiro, no sé cuántas veces lo he hecho en este rato –los perros somos leales y fieles- respondo enseguida –y aunque no lo creas, para mí el honor es muy importante- aunque a veces lo confundo con el orgullo, pero aún me falta mucho camino por recorrer –no me importa seguir tus reglas, y siempre que me des algo voy a corresponder- si él cuida de mí, yo cuidaré de él; sí me da una nueva vida, yo ofrendaré la mía para proteger la suya.

Tal vez sus palabras no signifiquen mucho para él, pero para mí con sólo escuchar que tendré una familia es suficiente –me esforzare hasta lograr que me reconozcas- sonrió abiertamente como pocas veces lo hago –mi padre ya se fue, sólo debe estar la bruja de mi abuela. A esa vieja ofrécele dinero y me dejara ir sin problemas. Ella sólo me conserva porque el padre de la mujer que me dio a luz prometió una compensación cuando yo entrara a la universidad- le comentó sin darme cuenta, odio tanto a esa supuesta familia con la que comparto lazos de sangre.
-No hay mucho que decir de mí, ya lo viste- soy un idiota sin futuro que sólo se sabe meter en problemas, que más podría decirle que no sepa –me gusta pelear y aunque ahora no fue evidente, creo que soy bastante bueno- le digo con orgullo – qué más…. Estoy en tercero de preparatoria, y me expulsaron de mi último colegio- me divierte tanto decirlo, lo que lamento es no haber visto la cara del viejo cuando se enteró que su inversión no sirvió de nada, porque de nuevo terminé en una escuela para delincuentes.

Solo muevo mi cabeza ante lo que dice de Takumi, aunque claro está, son muy pocas las personas que saben como es realmente. Ante el hospital es un hombre muy agradable y confiable, incluso ganando cierto respeto en sociedad. Un padre amoroso y dedicado... Aveces me sorprende su habilidad para engañar y manipular, y no dudo que muchas cosas de las que he hecho en este trabajo sean cortesía de la manipulación de mi amigo, pero no me preocupa tanto, porque sé que el es incluso mucho mas inteligente que yo.

-es porque los buenos siempre ganan- comento con sarcasmo y soltando una risa por eso, simplemente yo disto mucho de ser catalogado como una buena persona, aunque obviamente tengo mis detalles de bondad pero solo para con los míos.

Sonrió por sus palabras, el parece realmente apasionado diciendo todo eso de la lealtad. Aunque una gran lealtad no sirve de nada cuando eres un chico tan impulsivo como lo es él. Pero con un poco de ayuda, seguro podría ser hasta mi mejor prospecto para un sucesor. Aun es demasiado joven, pero yo fue aleccionado desde el momento en que me adoptaron.
No me pondré a explicarle que aveces se tiene que perdonar a alguien por motivos de razón mayor, los negocios son así, pero no creo que el comprenda aun ese tipo de cosas, pareciera que para el todo es o negro o blanco.

El parece realmente frustrado por el pequeño juego que he iniciado.
-¿te molesto? ay lo siento, no era mi intención- digo como si me disculpa, pero mi tono de sarcasmo no lo puedo ocultar.

Al menos parece que el tiene mejores modales que los que yo tenía en aquel entonces.
¿Acaso el se acaba de compara con un perro? no se porque pero me ha hecho sonreír por eso, ha sonado un poco tierno al decirlo.
-de acuerdo, entonces cuidemos el uno del otro- digo estirando mi meno como su cerráramos un trato.

Parece que su situación es un poco mas complicada de lo que pensaba, tendré que buscar a ese otro abuelo suyo y hacer que corte el suministro de dinero a esa anciana.
-no voy a darle dinero, porque no te estoy comprando, solo vamos a informarle que ahora yo me haré cargo de ti- declaro dando unos golpecitos con mi dedo en mi parche -¿que planeas estudiar en la universidad?- pregunto ya que el lo ha mencionado.
-¿expulsado? de acuerdo, entonces te gusta pelear, ¿tienes malas notas?- definitivamente hay mucho en lo que trabajar.
Miro la hora, parece que ya estamos cerca de su casa.

Me cubro la boca intentando no reír, es gracioso que este tipo se denomine así mismo como un tipo bueno aún después de lo que acaba de hacer –Entonces deberías tener cuidado- le digo divertido, más por molestarlo que por otra cosa, no es que me interese mucho y tampoco voy a juzgar si es bueno o es malo.

No buscaba complacer al otro con sus palabras, le importaba poco si le creía o no, después de todo él sólo compartía sus ideales de la misma manera que él otro lo había hecho, aún era un inexperto y le faltaba demasiado por vivir, su visión del mundo seguro estaba sesgada por completo pero era lo que por ahora tenía por ofrecer.

Tengo tantas ganas de golpearlo, quizás si lo hago por fin haga “eso” que quiere hacerme, es la curiosidad lo que me está matando, y ese sujeto no hace más que burlarse de mí – No te burles, en verdad que voy a arrancarte el otro ojo- lo amenazó de nuevo con lo mismo que antes.

No sé si pueda confiar en su propuesta, quiero creer en toda esa mierda de la familia que me tiro antes, y en que al fin seré parte de algo. Sin embargo no tengo nada que perder, no creo poder terminar en una situación peor de la que estoy ahora, además de que ese hombre tiene algo que me atrae de una manera que no puedo explicar, quiero estar más cerca de él y descubrir que eso que me hará permanecer a su lado, dejando atrás lo poco que tengo, aunque eso signifique dejar atrás a mis dos personas más importantes.
-Confiaré en ti, tú puedes confiar en mí- estrecho su mano y sonrió. No me importa que signifique para él, para mí lo significa todo.

Seguro a la vieja no le va a gustar, pero no me importa es mi decisión me iré con Shinya esté de acuerdo o no, después de todo en ningún momento está obligada a tenerme en su casa para recibir el dinero –Me parece bien- no digo más, lo único que quiero ver es por última vez su cara después de decirle lo mucho que la detesto –No voy a estudiar la universidad. No hay nada que me interese, además alguien como yo ni siquiera lograría ingresar a una- le respondo directo y como si fuera algo obvio, ni siquiera los tutores de la escuela se han esforzado demasiado en convencerme.

-Me gusta pelear, por gusto, por obligación, por dinero, para mí da lo mismo- le doy mis motivos aunque no sean muy buenos –Mis notas son malas, y mi conducta peor- le cuento orgulloso –la escuela no es para mí, debería rendirme con ella ya- estoy harto de esa farsa del estudiante.

Sus amenazas ahora de parecen tan absurdas, es un completo cabeza hueca, orgulloso y arrogante, pero ya me estoy aburriendo.
La elección de matarlo o no, se basa en las simples palabras que el me ha dicho de su padre. Porque ya no puedo solo ignorarlo, el chico me recuerda mucho a mi, y tal vez soy un asesino, un traficante y de lo peor en el crimen organizado, pero sigo teniendo un corazón sensible. Tal vez mi mayor debilidad, pero también lo considero una fortaleza, porque eso me ha hecho conocer a personas que ahora me son completamente fieles.

El cambio del chico para conmigo ha sido muy drástico, ¿se puede confiar en alguien que cambia de parecer tan rápido? pues dada la forma tan ignorante que mostró de su pensamiento, creo que es realmente alguien en quien vale la pena confiar.
No me siento satisfecho con su respuesta, el realmente planea ser solo un salvaje fracasado. Y no digo que todos necesiten un titulo para ser grandes en el mundo, hay personas que no terminaron ni su educación media, pero son simplemente unos genios para los negocios. Pero no parece ser el caso de este chico.
-vaya- es lo único que digo pues no tengo ganas de ponerme a debatir con él sobre que sería lo mejor para él. Después de todo ya sellamos un pacto, y dijo que seguiría mis reglas.

Cuando llegamos a donde vive, es un edificio en muy mal estado pero no presto demasiada atención. Solo sigo al chico hasta la puerta donde el vive.
Una vez dentro sale aquella señora con mirada severa que parece no importarle mi presencia.
-ve por tus cosas- le digo a Souta para así tener mi oportunidad de hablar con esa mujer a solas.
-me llevaré al chico, ahora será mi responsabilidad- le digo a la mujer que parece se ha calmado un poco al ver el arma que he dejado a la un poco a la vista. Ella se queja, sin duda un temperamento similar al del chico, menciona cosas a las que no le presto atención, de hecho la estoy ignorando como si mis guantes fueran mas entretenidos. Solo saco mi tarjeta y se la entrego a la mujer, claro que solo es una tarjeta con mi número, pero sin nombre ni nada.
-Diga al padre del chico, que si quiere hablar me llamé a ese número -y usted deje de estar preocupada, el estrés a su edad puede ser muy peligroso- mi voz esta impregnada de amenaza.
Se que podría comprar cosas nuevas al chico, pero no lo haré, al menos no tan pronto.
-Souta, date prisa, en casa la cena se sirve a las ocho- comento mirando la hora en aquel reloj de pared.

Soy una persona realmente simple y un poco lamentable, se supone que todo lo que he pasado en mi corta vida debería haber formado un gran temple pero al contrario, sólo una caricia o una muestra de cariño que parece sincera son suficientes para derribar todas mis barreras y dejar al descubierto a ese niño necesitado de amor, que es capaz de mantenerse fiel, de matar o matarse sólo con la condición de poderse mantener a lado de la persona amada.

No es que no tenga sueños o aspiraciones, es sólo que todos a mi alrededor se han encargado de destrozarlas, de matar mi autoestima, de convertirme en un perro de pelea que no ve más allá, que desconoce sus capacidades, y que ha escuchado tantas veces que es un estúpido que ha llegado a creerlo. No tengo futuro, no tengo esperanza.
-¿Pasa algo?- pregunto, aunque supongo que no está feliz con mi respuesta, pero que podría hacer yo en una universidad, cuando ni siquiera sé si podré graduarme, ni siquiera recuerdo que quería ser de grande cuando era un niño.

Todo el camino a casa me mantengo pensando, ni siquiera sé que esperar al unirme a su familia, qué es lo que quiero hacer, se supone que debería tener una razón y luchar por cumplir ese objetivo, sin embargo sólo me deje llevar por mis impulsos y no sé a quién le he entregado mi vida. Al llegar a casa mis miedos se arremolinan todos, jamás hubiera imaginado que tuviera tanto miedo a la vieja o más que ella a mi padre, si me escapo de casa seguro me matará cuando me encuentre, después de todo haré lo mismo que mi madre y lo abandonaré cuando más me necesita.
-S… Si- asiento y entró corriendo pasando a un lado de mi abuela sin siquiera mirarla.

Aun desde arriba puedo escuchar todo lo que ella le dice y como a pesar de que no niega que me vaya, intenta persuadirle diciendo cosas como: “para que le serviría un chico tan inútil”, “es una carga”, “es un idiota”, “es una molestia”, “se arrepentirá de llevárselo”… cubro mis oídos, no puedo escuchar más. Al final ella sólo termina por aludir al gasto infructuoso que resulto.
Al bajar siento su mirada fija y en reflejo volteó a verla y escucharla decir: “Si te vas, no vuelvas”, mientras dobla la tarjeta de Shinya y luego le responde que le pasará el recado aunque le hace un favor al alejarme de su vida, así su hijo podrá volver a ser feliz, lo que me duele bastante.

Agacho mi cabeza y me quedó de pie esperando, hasta que una frase desconocida logra que levante el rostro y sienta ilusión por algo que escucho por primera vez en mi vida –Ya voy- digo emocionado y corro al auto, sin responder a la vieja, desconozco si es verdad lo que dijo pero me gustaría pensar que al llegar, conoceré lo que en verdad es una familia.

Niego con un simple  movimiento a su pregunta, porque no es que pase realmente algo, solo no sé cómo lograré dar un propósito a su vida. Para mi fue muy simple, luego de superar esa etapa de rebeldía me convertido en un adolescente completamente fiel al clan, a mi familia, estudié porque me lo podieron. Mis modales y conocimientos eran tan pocos en ese entonces, me costó tanto regularisarme en la escuela, pero lo hice solo por ellos.
-estudiarás, no importa si te toma diez años terminar la universidad, lo harás, quiero a una persona preparada a mi lado- explico sin dar mucha más importancia al tema, no creo que sea el momento para discutir sobre eso, ya lo podremos ver otro día.

Ver la manera en que se comporta al ver a esa vieja me hace sentir enojado ¿que le han hecho a este chico como para que se comporte de esa manera? Era tan retador y arrogante y ahora solo parece tan pequeño y asustado.
El no prestar atención a lo que me dice la anciana es más que nada porque se que me enojaré de escucharla con cuidado, y la bala que no usé para volar los dedos a Souta, la terminaré disparando dentro de la boca de esta ruidosa e insoportable abuela del chico.
-Para que me lo llevaré es asunto mío. Y dígale a su hijo que estaré encantado de hablar con él cuando quiera- me pongo de pie para ir a la puerta y salir de ese lugar.
-manda a alguien a cuidar de la vieja y que me avise cuando llegue el hijo- le indico a Touji, para que mande a alguien a vigilar lo que piense hacer la mujer, no quiero que se le ocurra ir a la policía para sacar ventaja de esto y además saber cuando llegue el padre de Souta, quiero “negociar” con él un poco.

Subimos de nuevo al auto y miro al chico, lo abrazaría pero tal vez pensará que soy demasiado emotivo o algo así, y bueno soy un hombre sensible.
-hay reglas- comienzo a hablar para que me ponga atención -tengo una hija, la adopté hace un tiempo, ella es especial, no puedes tocarla, ni gritarle, tal vez hasta mirarla demasiado le afecte, ella tuvo un pasado dificil- comienzo a explicar porque lo que menos quiero es que este chico vaya a incordiar a Mia, ella es mi vida y si algo pasa… yo solo quiero verla sonreir -puedes salir cuando quieras a la hora que quieras, pero la cena es a las ocho, y siempre cenaremos juntos, ¿entendido?- si es muy complicado para mi ajustar mis horarios, pero es la única vez en el día que puedo ver a Mia -quiero buenas calificaciones y nada de peleas, si quieres pelear entra a algún club en la escuela, o puedes entrenar con los chicos del clan, no quiero problemas con la policía, no quiero problemas en tu escuela- sigo dando mis condiciones -yo te daré un hogar, te daré el trato que mereces como mi familia, te daré un futuro- estiro mi mano a su cabeza para acariciar su cabello oscuro y lo acerco a mi para darle un beso en la frente -lo siento, soy demasiado sentimental- me disculpo por mi gesto de cariño, pues tal vez lo estoy incomodando.

No puedo evitar que mis traumas me persigan y la necesidad de aprobación por quien sea, así que verlo tan serio de pronto y esa expresión de desacuerdo en su rostro, me hace inevitable sentirme mal, lo he decepcionado estoy seguro y si me pide que desaparezca de su camino, tendré que aceptarlo.  Afortunadamente todos mis temores fueron infundados y más que molestarme que me mandara a estudiar, fue felicidad lo que lo que me invadió por completó.
-Realmente tienes mucha paciencia, diez años es mucho tiempo… - lo miró con una ceja alzada tratando de ocultar su emoción –sólo porque tu lo pides y porque quiero superarte- le dijo con una sonrisa y mirada retadora.

Reaccionó de manera inconsciente ante mi abuela o mi padre, simplemente me han hecho daño durante tantos años que si no me comportó sumiso, voy a terminar por atacarlos y estoy seguro que no descansaría hasta que dejaran de respirar. No sigo el hilo de la conversación pero escuchar las ordenes de Shinya, hacen que me dé escalofríos, después de todo sé perfectamente lo que puede ser capaz, pero no puedo defenderlos, además qué le diría, no les hagas daña, seguro me manda muy lejos o yo me encargaré, eso aún es imposible.

Al subir al auto me siento un poco nostálgico, trato de animarme pensando que no podría ser peor, que a pesar de todo Shinya es una buena persona, después de todo me dejó vivir cuando tenía toda la oportunidad de matarme. Miró por la ventana una vez más y sólo volteó a verlo cuando menciona las reglas –ya vamos a empezar- le digo a juego  y escuchó con atención sus condiciones –No te preocupes, no me interesan las mujeres. Si no tengo que verla para mí mejor- me cruzo de brazos y volteó de nuevo a la ventana, escuchar que tuvo un pasado difícil me provoca empatía, pero las mujeres no me agradan – pero si es tu hija, me puedo comportar- por él podría soportar compartir el mismo techo con esa mujer – ¿Era verdad lo de la cena?...- es lo único que atino a decir, ni siquiera los permiso para salir me han logrado impresionar tanto como pensar que todos los días tendré que estar a las ocho en casa, con mi nueva familia –entendido- afirmo por último. Su siguiente advertencia me produce escalofríos, para mí lo más complicado de cumplir pero hizo una propuesta interesante –Puedo practicar con los chicos del clan ¿Estás seguro? Yo no tengo nada de técnica y quisiera aprender- la idea le gustaba y le había emocionado casi tanto como la hora de la comida –y de las calificaciones, me esforzare- digo sin estar completamente convencido. Un nudo se forma en mi garganta al escucharlo decir que me dará un hogar y un futuro, ni siquiera sé como decirle gracias, sin embargo nada me deja más pasmado que el beso que me da en la frente. Mi cara se puso roja por completo y mi corazón se aceleró como hace mucho no lo hacía por nadie, ese hombre que apenas conozco está provocando tanto en mí –no… no, está bien- lo miró un par de segundos y luego desvío la mirada –gracias- murmuro al no saber que decir.

Me río por lo que dice de los diez años.
-pues espero que te tome menos- comento con una sonrisa porque al menos no parece tan negativo ante la idea y su determinación me parece algo bastante lindo en él -estaré feliz el día en que me superes- apenas nos conocemos, lo he amenazado con matarlo y ahora somos familia. Parece absurdo, pero parece que por fin he encontrado a la persona en quien podría dejar el peso del clan para cuando muera.

Asi que no le interesan las mujeres, eso esta bien para mi, no necesito un chico hormonal rondando cerca de mi hermosa Mia.
-descuida, ella tal vez se irá pronto- comento con desánimo, pues perderla no deja de ser mi tormento de cada día desde que le ofrecí esa oportunidad. Podría retenerla a mi lado de tantas maneras, matando a su familia, simplemente obligandola, pero no quiero que ella me mire con odio, apenas y soporto su mirada de miedo. No quiero dañarla jamás, aunque eso signifique mandarla lejos de mi -me gusta escuchar eso- Souta parece muy dispuesto a cumplir con las cosas que me dice, solo espero que sea verdad -lo es, yo siempre ceno con Mia y ahora tu formarás parte de esa rutina. Se que a tu edad eso parece un poco anticuado, pero en cuanto termines de cenar puedes salir con tus amigos, ya no eres un niño, así que tendrás todas las libertades que quieras, pero a cambio espero que seas responsable- puntualizo, porque muchas veces las personas confunde libertad con libertinaje y dejan de la lado sus responsabilidades.
-ellos te enseñarán, incluso podríamos practicar juntos de vez en cuando- me gusta mantenerme enterado del nivel de que tienen cada persona del clan.
El dice que se esforzará y le creo, es solo un niño ante mis ojos, pero creo que se ha ganado mi confianza. Espero no estar solo engañándome por la ilusión de mi propio recuerdo.
No se ha molestado por mi gesto así que me relajo un poco.
-Sinceramente, sin importar si te gustan los hospitales o no, ¿necesitas ir a uno? No habrá registros de nada- le digo porque no he olvidado que menciono algo de una costilla rota y no quiero complicaciones para después por culpa del descuido.

Busco mi celular y entro a la aplicación de la galeria, la primera fotografía es de Mia, y se la muestro.
-ella es mi hija- le explico, obviamente ella y yo no nos parecemos en nada, obviamente ella es extranjera, la siguiente foto es de Takumi con Emi rondando a su alrededor como una molesta avista o al menos eso parece por la expresión de mi amigo -el es mi mano derecha y mejor amigo Fukui Takumi y su hija Emi, ella y Mia son amigas- muevo de nuevo y sale una foto mía con algunas personas del clan en un apequeña fiesta que tuvimos, empiezo a decirle los hombres y cuento detalles sobre algunos de ellos, porque quiero que conozca a su nueva familia, al menos a los más importantes de ella.
Muchos consideran a nuestro clan inferior porque hemos cambiado algunas cosas. Nadie fuera del clan conoce a Takumi como miembro y mi mano derecha, el que lo llega a conocer es porque no vivirá para poder contarlo, así que ante los ojos de otros clanes, yo no tengo ningun teniente a mi lado, pero en realidad son los más cercanos a mi, Takumi y Touji, el chofer que siempre anda conmigo. Tampoco en el clan tenemos la costumbre de los tatuajes, no me averguenzo de quienes somos, solo que mi piel ya no es la más apta para dichas ornamentas y muchos en el clan deciden hacer lo mismo que yo, no tatuarse por mantener un perfil bajo y no tener algo que nos ligue de manera tan obvia, tengo personas muy inteligentes en el clan, no solo irresponsables que piensan que ser Yakuza es algo más fácil que trabajar y que te dará dinero rápido, por lo general esos mueren muy rápido.
-Touji es el mejor en cuanto a peleas se trata, y tiene una puntería envidiable- explico mirando esa fotografía con el que es mi chofer ante los ojos de las personas. Sigo pasando algunas fotos más y presentado incluso a esos dos que hoy lo obligaron a quedarse sentados. Llego a la foto del que hoy acaba de morir por mi mano, estamos él, su hermana menor, su madre y yo -fueron ellas quienes me contaron sobre él- explico un poco herido -Saki quiere ser teniente algún día, es una chica con ambiciones y muy fiel, igual que su madre- comento bloqueando mi celular -ellos son algunos de la familia, los conocerás pronto.

Lo decía en broma, no quisiera tomarme diez años en terminar la universidad, no podría encadenarme durante tanto tiempo a ese lugar
-Lo intentaré pero no puedo asegurarte nada…- iba a completar diciendo que si no me echan antes pero seguro se molestaría por el comentario, después de todo ese hombre me ofrece un futuro que no puedo simplemente rechazar. Mi corazón dio un salto cuando él hablo sobre estar orgulloso si logro superarlo, ahora mismo me parece imposible pero sólo por comprobar si es real lo que me está diciendo me esforzare al máximo por lograrlo, no importa lo que cueste o el tiempo que me lleve –Haré que estés orgulloso de mí- después de decirlo me sentí un poco extraño, ya que apenas hoy nos conocíamos y sentía que hablábamos cómo si nos conociéramos de mucho tiempo atrás.

No me esperaba dijera eso, después de todo mencionó que era su hija entonces no comprendía porque tendría que marcharse.
-¿A qué te refieres?- es evidente lo mortificado que esta por lo que acababa de declarar, una ola inexplicable de celos se apodera de mí, en un pensamiento prematuro y egoísta quiero convertirme en esa persona más importante y que todo lo demás sucumba ante mí – Sí se va seguro es la mejor decisión- lo que menos deseo es tener que convivir con una mujer en la casa, quisiera tanto que sólo fuésemos nosotros dos.

Escucho atento la regla sobre la hora de la cena, para cualquier chico sería molesto que lo obligarán a participar en ese momento familiar pero para mí es lo contrario, me llena de una gran felicidad –Es la primera vez que tendré una cena familiar, no me importaría estar todos los días a la misma hora en casa- tantas veces había hecho de todo con tal de no volver a casa, buscando un pretexto que hiciera pasar el tiempo antes de tener que volver –No me meteré en problemas si es a lo que te refieres, no quiero causártelos a ti- temó de que si lo hago, no dudará en echarme.
-¿Hablas enserio?.... Gracias- mis ojos brillan con emoción, ya estoy ansioso por comenzar a practicar, jamás me aceptaron en una escuela por lo problemático que soy, además que jamás me ha gustado estar atado a una disciplina –me encantaría que pudieras ayudarme- estoy seguro que debe ser un hombre muy ocupado y aún con todo, si me dedica aunque sea un poco podrá hacerme muy feliz.
-No quiero ir al hospital- me quejó abiertamente –y no es por el registro, simplemente no me gustan. Los doctores, las enfermeras todos sólo juzgan en silencio- varías veces los vi y escuche cuchichear haciendo que su sentimiento de inferioridad creciera aún más.

Tomó su teléfono y miro la fotografía de la chica, no me causa ninguna impresión, sólo me hace sentir un poco de celos la manera tan orgullosa con la que la menciona –Por tu expresión se ve que la amas mucho- comentó haciendo evidente mi molestia –ese es el sujeto que mencionaste antes- esa mirada no era simple molestia por la chica fastidiosa que tenía a un lado. Del resto sólo me dedicó a escuchar y mirar, no memorizo todos los nombres ya que son bastantes y el parece conocerlos muy bien y tenerles bastante aprecio. No intervengo hasta que menciona que su chofer es el que mejor pelea –crees qué él pueda enseñarme- hacer que me interese en algo es tan simple a veces. Cuando llega a la fotografía del hombre que acaba de matar y me presenta a su familia un extraño escalofrío se apodera de mi cuerpo, más cuando hace mención de su familia –Eso quiere decir que ellas también están dentro- le tomó por sorpresa su referencia a que ellas habían sido el contacto –las mujeres no son de confianza- completo enseguida, jamás confiaría en una mujer –espero llegar a agradarles-

-no se si es lo mejor, pero es lo que ella desea- explico sin mucho entusiasmo. Pero no puedo solo fingir que estoy bien con esa decisión, no quiero perderla, ella es mi luz, mi adoración. ¿Como podré vivir si no puedo verla al menos unos minutos al día? la amo tanto que pensar en como se acaba el tiempo juntos me lastima.

El no protesta con lo de la cena lo cual me hace sentir bien, supongo que no es un problema, pues Mia no disfruta de mi compañía y cuando ella se vaya, al menos tendré a Souta para llenar el vacío, aunque no es igual. Yo he amado a Mia desde el primer momento en que la vi, y Souta es mas bien el recuerdo de la persona que era, verlo me conmovió y por eso lo quiero cuidar.
También parece satisfecho con mis condiciones y la idea de entrenar le ha gustado, no parece que sea un chico tan complicado para tenerlo cerca.
-¿y acaso crees que los médicos que prestan sus servicios para mi son de los que juzgan? - le cuestiono pero no espero respuesta, pues obviamente quienes ayudan a los del clan tienen una política de privacidad pactada especialmente conmigo. Y obviamente Takumi es mi mano derecha e infiltrado en esa institución, lo cual me ayuda aun mas a tener todo muy bien controlado.

Asiento ante su pregunta, porque es verdad, mi amor por Mia es algo que yo no oculto, mi adoración por ella es muy grande.
-ella es una de mis razones- le contesto recordando la pregunta que le hice cuando lo tenía en aquella bodega. Sonrio y vuelvo a afirmar cuando menciona a Takumi.
-cuando tengas el nivel adecuado el podría enseñarte- digo para alentarlo, porque no pondré de buenas a primeras a mi mejor hombre a entrenar a un niño y que así pierda mucho tiempo, tengo hombres buenos que le enseñaran y cuando sea conveniente Touji le enseñará.
-claro que lo están, la mayoría de los miembros aceptan entrar con toda su familia- explico como si fuera lo mas obvio, porque no tendría sentido para una persona tener a dos familias, eso sería una debilidad y las traiciones serían mas recurrentes.
-¿no lo son? ¿por que? que una persona sea de confianza no tiene que ver con su sexo, hasta ahora no he tenido que matar a ninguna de las mujeres del clan, y en cambio hombres me traicionan constantemente. Ellas son mi familia y me han sido leales, a mi, el hombre que les dio una casa, que las saco de la misera de la cual no las podía sacar el hombre que hoy murió. Ellas son de la familia, y no quiero volver a escucharte decir algo así de las personas del clan, al menos no sin fundamentos- digo en un tono severo, porque realmente no me esperaba que el me dijera algo tan absurdo como "las mujeres no son de confianza" -lo harás, cuando no estas gritando, arrojando piedras o amenazando, eres una persona muy agradable, me inspiras confianza- le explico, para que no se preocupe en querer agradar a los demás, seguro lo hará, tal vez no de inmediato, pero cuando vean este lado tan lindo que me ha mostrado, seguro lo aceptaran.

Dudo un momento en que responder, poco conocía al mayor pero era evidente que estaba dolido, reconocía esa mirada porque esa era la suya cuando supo que Ilkin se había alejado de su lado, incluso ahora cuando se descuidaba y dejaba abajo sus barreras, podía notarse la tristeza que significaba su pérdida –No sé qué decir pero creo que mientras que tu estés para ella aunque no esté a tu lado…. Algún día volverá- mi recuerdo es tan fuerte que no puedo criticar a la chica por su decisión.

Estoy tan emocionado que sólo asiento a todo lo que él me propone sin cuestionarlo, es simplemente que todo es tan nuevo para mí, que no hay oportunidad para reflexionar. Un hogar, una familia, es algo que siempre he deseado, y no me refiero al clan, después de todo él me dejó claro desde el principio que aun no sería parte, para mí, mi familia serán Shinya y esa niña tonta que se supone que es su hija y que tanto lo hace sufrir.

-No lo sé- cómo puede preguntarme cosas como esas si ni siquiera conozco a sus médicos, todo ha pasado tan rápido que apenas estoy asimilando muchas cosas –supongo que no…- pensándolo bien, tratándose de un “yakuza” suponía que sería difícil que los médicos se atrevieran a cuestionarlo o más bien en su mayoría debían ser médicos a los cuáles les importaba más el dinero que el paciente.
-Iré- se tocó el costado, justo sobre su costilla rota, el efecto de los analgésicos había pasado y comenzaba a doler bastante.

-Una de tus razones…. ¿Entonces tienes más?, bueno aparte de tu familia- quería saber más sobre el otro, suponía que un hombre en su posición debería tener pocos lazos, aunque seguro que eran fuertes.
-¿Cómo voy a aprender si no me dejas entrenar con los mejores desde el principio? – reclamó, después de todo creía que ya tenía un alto nivel de pelea aunque era consciente de su carencia de técnica.

-¿Pero eso no es peligroso?... Digo… pensaría que la mayoría preferirían mantener a su familia alejada de esto- después de todo le parecía ilógico exponer a las personas importantes, cualquier enemigo buscaría el eslabón más débil para hacer daño a alguien y si lo tenía a la vista sería más sencillo atacar. Me molesta escucharlo decir todo eso, trato de comprender su punto pero simplemente para mí las mujeres son una peste, ese pensamiento es el que me ha ayudado a sobrellevar el abandono de mi madre, los abusos de mi abuela –será como tú dices, pero yo no puedo aceptarlo, nuestras experiencias han sido distintas- le echó en cara, esperando un poco de su comprensión –ya no lo diré, sin embargo no confiare en ninguna mujer- se giró hacia la ventana, haciendo berrinche.
-Sólo fue contigo y porque casi me atropellas- le culpó de alguna manera por su actuar –me esforzaré porque todos me acepten como tú hiciste – ahora tenía un propósito y ese era ser aceptado por todos en la familia.

Explicar la situación con Mia no tenía sentido, confiar el pasado de Mia era algo que no hacía con nadie, solo Takumi. Pero por eso mismo sé que ella no desea volver a verme, quiere olvidar todos esos años de tortura y abusos. Cada vez que pienso en eso, deseo encontrar a cada hombre que se atrevió a tocarla, quiero acabar con cada uno de ellos, pero creo que ni así lograré que ella recupere su sonrisa.
Solo suspiro pero no doy una respuesta sobre que algún día ella pueda volver. Llevo ya mas de un año cuidando de ella, velando cada noche que tiene pesadillas, evitando mirarla y sin tocar ni un cabello suyo. Me he esforzado tanto por cuidarla pero ella nunca lo notará. Porque en mi solo ve el recuerdo de su pasado, de todo lo que le hicieron.

-claro que no- digo solo para que le quede claro, no voy a ser un idiota como para que se me puedan asociar a actividades ilícitas solo por registros médicos o empleados de hospital demasiado indiscretos.
-vamos al hospital- digo fuerte para que Touji lo escuche.

-cada persona de mi familia es una razón- miro mi reflejo en el cristal de la ventanilla, estoy feliz de tener un grupo tan único, por eso mismo es que mi clan no es tan grande como otros, pero sin dada somos uno de los mas leales y organizados -¿te crees tan bueno? se tiene que empezar por lo básico para ser de los mejores, cuando me convenza que tienes un nivel aceptable podrás tener mejores personas para entrenar. Para subir siempre hay que empezar desde abajo- no quiero ponerme tan filosófico pero solo porque el se crea bueno no significa que lo sea, solo porque pueda resistir golpes no significa que realmente pueda soportar el entrenamiento con mis chicos.

-yo no quiero una persona que tenga su corazón dividido entre el clan y su familia de sangre. Yo protejo de los míos no importa su rango, así sea solo la mujer o la abuela de uno de ellos que se dedica a cocinar. No espero que lo comprendas ahora, yo tardé mucho en entenderlo- somos un grupo con una organización bastante compleja, hacemos negocios, nos cuidamos unos a otros. Tener familias enteras ayuda a que permanezcamos unidos, a que la sensación de unidad no se pierda y se desvié a solo ser delincuentes ambiciosos -si otro clan enemigo desea corromper a alguien que se uniera a mi clan, pero su familia no estuviera dentro, nadie cuidaría de ellos y estarían a merced de cualquier persona que lo vea como una ventaja, pero si están juntos en esto, una amenaza al pequeño niño que esta saliendo de la escuela es una amenaza a alguien de los nuestros, nos cuidamos los unos a los otros- se que suena idílico, y lo es, porque aveces como hoy aparece alguien a quien lo esta corrompiendo el poder y la ambición, pero no ocurre tan seguido por esa unidad que tanto me esfuerzo en mantener.
-pues no confíes en ellas, tampoco te metas con ellas- no puedo obligarlo a cambiar, pero me ha puesto de mal humor su actitud, pero al menos me hace abrir un poco los ojos, ¿como he pensando en el como un posible sucesor? no se nada de él, y si muestra esta aversión por las mujeres, simplemente no podría ser un líder para el clan. Supongo que solo me estaba precipitando.
-no tienes que esforzarte en eso, por ahora solo concéntrate en los estudios- estamos llegando por fin al hospital y luego de una llamada de Touji, salimos del auto y vamos a una de los consultorios. Takumi no está, así que un médico que ya ha trabajado para otros de mis chicos nos atiende. Yo solo espero mientras terminar de atender a Souta y cuando terminan regresamos al auto para ir directo a casa.

Tomo mi celular para llamar a Mia, ella me contesta con esa voz tan seria y distante pero yo aun así sonrío.
-oye, llevo a una persona conmigo, se que te incomodará conocerlo así de pronto, si quieres hoy puedes cenar en tu habitación- no quiero incomodarla ni obligarla a nada -recuerda no tocarla, ni gritarle, no seas violento con ella, si escuchas grita en la noche es porque esta teniendo pesadillas. Como tu lo has dicho nuestras experiencias son distintas, pero ella ha vivido un infierno que pocos pueden superar seguir viviendo, ni siquiera yo puedo comprender el grado de daño que le han hecho- si, fui violado incontables veces en el orfanato, fui golpeado por ese hombre, acosado y amenazado, fui rechazado por los demás en el orfanato y maltratado por los que debían ser mis amigos y hermanos. Pero ella vivió algo horrible, y de la peor manera, ella conoció la felicidad, una familia que la quería y luego fue arrastrada a un infierno. Mis puños se cierran con fuerza por el coraje que siento de solo pensarlo.

Quisiera darle unas palmadas en la espalda, pero no lo conozco, no entiendo su situación y es de esperar de una mujer que lo haya traicionado. Sólo me contengo, mirándolo en silencio, tratando de descifrar que pasa por su mente, yo creo que es el mafioso más sui generis que he podido conocer, no creo que en el mundo haya alguien como él. Lo que hace que me cuestione sobre cómo un hombre como él pudo haber terminado sumergido en un mundo que hace daño a las personas, que hace daño al país, que genera conflicto, incluso muerte y desolación y que tal vez sus buenas acciones no sean suficientes para compensar las malas. Supongo que eso es lo que me hace seguirlo, la curiosidad y las ganas de comprender su visión del mundo, él no intento imponer su ideología, sólo me habló de ella y yo decidí seguirlo.

-Está bien- de pronto se me han quitado las ganas de pelear y sólo acepto lo que esté sujeto me dice, después de todo no quiero que por esa costilla rota, se merme toda mi vida como peleador, además de que no me gusta estar enfermo, ya no quiero desmayarme a mitad de los momentos importantes. Me recargo en el asiento mientras él ordeno y hecho un último vistazo a mi barrio, es más difícil decir adiós de lo que creí.

-En verdad que no te entiendo, hablas como si fueras una clase de salvador o algo así- por muy buena que pudiera ser una persona no creía que alguien pudiera tener tanto apego a cada una de las personas que le sigue –Está bien, hare las cosas como tú dices y pronto te demostraré que tengo talento- es en lo único que creo firmemente que soy bueno, es lo único que nadie me a criticado, ni cuestionado, de una manera u otra se convirtió en mi forma de vivir. Cómo sea seguiré ese sendero que él me ofrece, después de todo el prometió darme una razón para seguir adelante.

Me quedo pensativo –Realmente no lo entiendo- le digo seguro –no sería lo mismo tener a su familia como un rehén, no físico, simplemente con que sepan que podrías hacerles daño en cualquier instante… olvidalo- después de todo prefiero ver lo que él me dice con mis propios ojos y corroborar si sus palabras son ciertas, formar mi propio criterio y seguir su ideología o descartarla. Guardo silencio para escuchar el resto de su explicación tan más romántica –Me esfuerzo por comprender, pero ¿no eso los vuelve al mismo tiempo más vulnerables? Y si por ejemplo, ¿qué pasaría si la familia de ese hombre que acabas de matar no comprende tus motivos y busca venganza? Después de todo ellos conocen cómo funciona el clan desde el interior- sólo son suposiciones pero ha despertado mi curiosidad.

-No te preocupes no me interesa involucrarme con ellas- le digo seguro de mis palabras, o eso creo, la verdad es que tengo curiosidad sobre su hija y todas esas extrañas reglas que la rodean. Estoy dispuesto a comenzar una nueva vida, y eso puede incluir darle una oportunidad a todos, incluso a las mujeres.
-Cómo tu digas, pero tendrás que ayudarme porque la escuela no se me da, otosan - le llamaré papá desde ahora y sólo por gusto.

-Ya entendí, no es necesario que lo repitas tantas veces. No voy a molestarla y no tienes que preocuparte porque a mí no me gustan las mujeres- exponer mi homosexualidad no es algo que haga frecuentemente, después de todo, eso es algo que a nadie más que a mí me importa. Por otro lado tengo curiosidad de conocer a esa niña y el por qué de todas las reglas a su alrededor –Puedo saber algo, ¿Sólo la proteges como un padre o es porque estás enamorado de ella?- simplemente me parece extraña tanta devoción por alguien, al final todos vivimos nuestros propios infiernos personales, y la violencia se puede sufrir de tantas maneras, al final todos somos víctimas y algún día victimarios justificándose en su pasado.