chihuahua vs doberman |Suota

Recuerdo del primer mensaje :

Era un simple día de trabajo, cerrando algunos negocios, cobrando algunos favores o cobrando deudas. La herida que tengo ya sanado bastante bien, incluso Takumi retiro los puntos, así que creo que podré reunirme con mi lindo Jiro, espero que me haya extrañado todo este tiempo, yo lo he extrañado a él, quiero un poco de su compañía, es agradable estar con él, porque me siento un poco como una persona normal, mas relajado, olvidando un poco mi trabajo y las desventajas de este.
Voy en el auto leyendo en mi tableta electrónica algunos de los informes de las pequeñas empresas que tengo para lavar dinero, no me gusta hacer movimientos demasiado sospechosos, después de todo la policía siempre esta pendiente de mis negocios, son tan molestos.
-Mi hermosa Mia, mi adorada Mia, cada día sufro más con la idea de nuestra separa- digo mientras doy un pequeño masaje con mis dedos en el puente de mi nariz, incluso decido mover un poco el parque para quitarlo de mi rostro. La tableta sigue en mis manos, pero yo solo me siento cansado de ver todos esos números, mi ánimo esta apagado por saber que perderé a mi tesoro, a mi mayor adoración, no quiero que me deje, aveces pienso que en lugar de regresarla a su familia solo debería hacer que los mataran, que parezca un accidente y así ella no tenga mas remedio que quedarse conmigo -quiero besar su cabello- digo mirando el techo de mi auto. Pero se que aun cuando mis anhelos por ella son muy grandes, no puedo hacerlo, porque mas allá de atarla a mi lado, deseo verla sonreír, quiero que sea feliz y yo no tengo la posibilidad de hacer que ella sonría.

Me falta ir a visitar a un viejo conocido, los negocios parecen ir raros, así que quiero visitarlo pasa que sea que no lo he olvidado y que sigo al pendiente de todo lo que hace para mi, o que debería hacer pero parece que lo ha olvidado. Detesto cuando alguien piensa que puede salir de lo que yo he estipulado, piensan que pueden crecer y volverse poderosos a expensas de mi. Vuelvo a acomodar mi parche en mi rostro. Esto es algo que podría dejar en manos de Takumi, pero aunque es mi mano derecha, prefiero que su identidad no se vea comprometida solo por caprichos míos, me sirve más como un médico respetable que como mi mano derecha públicamente.
Siento como el carro frena de golpe, la tableta se suelta de mis manos y apenas y me da tiempo a poner resistencia apoyándome de la puerta para no golpear mi rostro con el cristal que separa mi parte del auto con la de Touji mi chofer.
-¿que diablos ha sido eso?- pregunto molesto bajando el cristal para ver a mi chofer que dice en respuesta "un niño".

¿Un salvador? eso es demasiado arrogante incluso para mi, aunque muchos no comprende el nivel de compromiso que tengo para con los míos.
-tal vez solo una clase de protector- comento pero sin intención de adentrarme mas en eso, me parece un poco absurdo el pensarme de alguna manera, creo que solo debo pensar en mi trabajo y dar lo que puedo a las personas que me han dado su confianza.

Tal vez el nivel de compromiso que tengo con mi familia no es algo fácil de comprender, pero tal vez algún día el comience a entender de lo que hablo. Que eso que digo de la familia no es solo un cuento, realmente es la ideología que sigo. Una familia unida que confía los unos en los otros y que cuando alguien falla, no importa quien sea, debe pagar.
-es un riesgo que se corre, cualquiera podría traicionarme, pero por eso intento conocer a los miembros lo mas que puedo, muchos realmente me consideran su padre de verdad y me respetan, y otros como el de hace rato, solo quieren sacar ventaja, pero como entro con su familia, él no contaba que me preferirían a mi. Por eso los lazos de sangre para mi no son tan importantes- no dudo que mas personas me traicionaran, y tal vez moriré mucho antes de lo que espero en manos de quien menos creo, pero si hago un buen trabajo, si de verdad logro que mi familia me ame y me necesite entonces podría correr con la suerte de tener una vida plena y duradera -sea cual sea el método, siempre habrá un traidor- comento con una sonrisa un poco resignada porque ya he perdido a personas que consideraba especiales en el clan, aunque siempre se nota cuando alguien planea algo más. Aveces lo noto yo, aveces otros me lo cuentan, pero hasta ahora siempre los descubro.

Sonrío cuando escucho la manera en que se refiere a mi, se ha escuchado algo lindo, mi mano va hasta su cabeza y acaricio de manera cariñosa peinando un poco su cabello.
-te ayudaré siempre que pueda, aunque aveces no tendré mucho tiempo, pero haré lo posible- mi dedo pulgar acaricia su mejilla con suavidad, el es realmente lindo.

-yo siempre protejo a los míos, ya sea Mia o sea mi chofer o tú- comento porque ya hace mucho tiempo solo he sido el padre de ella, mis sentimientos son algo que guardo solo para mi, y ante los demás solo soy un padre devoto -yo ya tengo a alguien a mi lado, pensaba presentarlo a Mia dentro de poco, pero ahora que te tengo a ti, quiero que también lo conozcas, organizaré una cena para luego de que te adaptes a tu nuevo hogar- sonrío al pensar en mi adorable novio. Tal vez no le amo, pero lo quiero, y me logra satisfacer como pocas personas lo han logrado.

La casa en la que vivo no es una mansión enorme, ni una hermosa casa tradicional, es solo una casa de buen tamaño. Se que es una de las mejores zonas de la ciudad, pero no quería nada tan ostentoso, pero si seguro. Un estacionamiento para varios autos debajo de la casa. Dos plantas, con una sala bastante amplia, una cocina a la que nunca entro, un estudio que suelo usar,  y un patio. En la parte de arriba hay cuatro recamaras con sus baños aunque solo están en uso dos.
Touji y su madre que es la que se encarga de limpiar, cocinar y cuidar a Mia y otros de los miembros que son mas de mi confianza, ellos viven en la casa que está junto, que cuanta con una puerta que conecta las dos propiedades.
No tengo hombres cuidando la casa, pero si los mejores sistemas de seguridad.

Al bajar del auto tomo las cosas de Souta y luego de despedirme de Touji con un abrazo y una palabras de agradecimiento y buenas noches. Le indico a Souta que me siga para subir por las escaleras.
-ven- digo para seguir subiendo a la planta alta -esa es mi recamará, esta la de mía y la tuya será esta- he señalado primero la recamara del fondo, que es la mía, luego la que queda a mi derecha junto a mi habitación, y por ultimo la de la izquierda que queda enfrente de la de Mia.
Entramos y tiene una cama, una puerta y  ventana amplia con la cual se puede ver una parte del patio y el cielo nocturno. En la habitación también hay un escritorio y un ropero algo grande para las pocas cosas que el ha traído  consigo. Dejo sus cosas en la cama y le indico con mi cabeza que bajemos a cenar. Al salir toco la puerta de Mia y solo le aviso que llegamos.
Bajo de nuevo y me siento en la mesa que tiene todo dispuesto para cenar.
-luego de cenar deberías ir a descansar, para que tu cuerpo se recupere lo mas pronto posible- comento luego de acabar lo con lo que tengo en la boca -y no olvide tomar tus medicinas- le indico regresando a comer. Hoy he sido muy impulsivo, ¿como le diré a Jiro que ya tengo otro hijo? bueno ninguno de los dos es realmente mío, pero ¿quien adopta a tantos niños siendo soltero? Aunque Souta ya es casi un adulto aunque no lo parece -¿quieres conservar tu apellido?- cuestiono curioso.

Supongo que no hay forma de no sonar pretencioso al definirse así mismo, y está explicación sobre los valores de la familia ya ha ido demasiado lejos para mí, ya no entiendo absolutamente nada.
-Supongo que algún día te podré decir lo que en verdad creo que eres- no quiero formarme expectativas ni prejuicios, así que simplemente me daré la oportunidad de conocerlo.

Realmente sigo sin comprender su punto, simplemente me parece algo demasiado perfecto para ser cierto, si las personas realmente se pudieran conducir de la manera en que él dice, esté mundo sería por mucho un lugar mejor.
-Deberías tener más cuidado, ahora mismo suenas como si fueras un dios, además de que suenas bastante arrogante- le digo un poco contrariado, por experiencia sé que hay lazos más fuertes, Ilkin jamás fue capaz de romper el vínculo con su madre, desde el inicio fui yo quien estaba destinado a perder –No quiero llevarte la contra y es que todo lo que me dices parece ser demasiado perfecto para ser verdad. Las religiones durante siglos han predicado esa basura y no hay pruebas de que eso haya funcionado de verdad- una política basada en el amor y el respeto, comienzo a darme cuenta que este hombre es demasiado aterrador, lo mejor será callar.
-En eso no voy a contradecirte. La ambición corrompe hasta las mejores personas- lo miró fijo, simplemente este hombre no parece un mafioso.

No me esperaba ese gesto, por lo que no sé cómo actuar y mucho menos cómo corresponder, así que sólo me encojo de hombros, haciéndome a la idea que cada caricia me costará fuertes golpizas.
-Gra… gracias- giro mi rostro cuando el otro acaricia mi mejilla, las cuáles ahora parecen arder y seguro que están más que rojas. Mi corazón se ha acelerado de nuevo, el miedo de hace un momento ha desaparecido y ahora sólo queda la ansiedad.

No responde mi pregunta, pero lo dejo pasar, al fin de cuentas no es algo de mi incumbencia –voy a creer que soy especial- comentó por lo bajo, después de todo me acaba de conocer y ya me menciona entre sus más allegados. Siento que mi corazón se detiene por un instante y una terrible decepción amarga mi garganta, él tiene a alguien… en qué estoy pensando, eso es normal él tenía una vida antes de conocernos hoy, no es como si fuéramos a descubrir que estábamos destinados el uno para el otro y desechemos nuestro pasado para estar juntos –Me gustaría conocer a esa persona, debe ser alguien muy especial- comento con un tono ligero tono de celos.

Tal vez para él su casa no fuera demasiado ostentosa pero para mí era una mansión, me parece incluso que es más grande que la casa de Ilkin o de Ivan, no puedo creer que yo vaya a vivir en un lugar como este, estoy nervioso de pronto.  Al bajar del auto lo sigo en silencio, no tengo palabras para describir lo que siento en estos momentos, sólo lo sigo sin decir nada.
- ¿Tendré mi propia habitación?- en mi viejo departamento, la habitación que tenía era compartida con mi padre, afortunadamente casi no venía a casa, pero cuanto estaba prefería buscar un lugar en la calle - ¿Está Mia en casa?- tengo curiosidad por conocerla, aunque tampoco haré demasiado alboroto por ella –Es enorme- comentó al apenas entrar –es demasiado para mí- cierro la puerta de golpe e intento salir corriendo pero sólo logro dar la media vuelta, dándole la espalda ese hombre tan perfecto. Shinya suena como un verdadero padre diciéndome todas esas cosas, tanto que me han dado ganas de llorar –yo…- suelto un sollozo que parece más hipo -¿Por qué haces todo esto? ¿Qué es lo que realmente quieres de mí?- cuestiono al fin, nada de esto debe ser gratis –No me importa mi apellido, nunca fui parte de esa familia- estoy tan feliz y asustado al mismo tiempo que comienzo a llorar. Sólo cubro mis ojos con mi brazo, como si eso pudiera evitar que no me dé cuenta.

Suelto una carcajada cuando dice eso de que sueno si fuera un díos. Este niño si que es divertido con las cosas que dice.
-imagino que has escuchado a muchos dioses hablar como para decir algo así- comento aun divertido por eso -y claro que soy arrogante, mis méritos tengo para darme ese lujo- una sonrisa afable se posa en mis labios.
Su afan por comprar esto con la religión es curioso, no me lo esperaba, pero es divertido verlo de esa manera.
-puedes creer lo que quieras- no voy a poner a tener un debate con este chico sobre el efecto de la religión, pero claro que tienen efecto, el mundo sigue lleno de personas creyentes a religiones, personas que se matan por su fe, personas que van a guerras por sus creencias.

Muevo mi cabeza en una simple afirmación solo para que se de cuenta que es especial, sino lo fuera yo no lo habría dejado con vida.
El no parece tener objeción en conocer a Jiro, el aun sigue fuera de mi vida, somos pareja, pero no tiene ni idea de quien soy o de las cosas que hago. Temo que cuando lo sepa el solo me dejará, después de todo nadie quiere estar con un asesino como yo.
-lo es- Jiro es una buena persona, y yo tengo la esperanza de que cuando el momento llegue, el pueda amarme aun con todo mi terrible historial.

-si- comento mientras lo guío -si, esta en casa, pero hoy le he permitido no cenar con nosotros, tal vez unos días no lo hará- sonrío de medio lado un poco decepcionado porque la veré ahora menos que antes, pero tal vez es lo mejor, que me vaya acostumbrando a su ausencia.
Souta es demasiado emotivo y solo lo miro mientras dice aquello. Entiendo lo que siente que todo sea demasiado bueno como para ser real. Dejo la comida de lado. Y lo observo unos segundos.
-¿que quiero de ti? Tal vez un abogado- es más simple de lo que el piensa -eso fue lo que hicieron conmigo, me sacaron de un infierno para darme un hogar y estudios, pero a cambio cuando llego el momento yo entré al clan como un miembro real no solo como un protegido, aunque solo era el administrador, no tenía que matar a nadie, solo cuidar del dinero y eso fue lo que hice, ser para el clan, lo que mi Oyabun deseaba. Quiero una persona en quien pueda confiar, aunque realmente no planeo obligarte a permanecer, por ahora solo serás un protegido mío, cuando lo considere prudente te ofreceré ser un miembro real del clan, y tu puedes rechazarlo y hacer tu vida en otro rumbo. Así que tendrás tiempo para saber si aceptas o no- estiro mi mano para tomar su brazo y que descubra su rostro [color:ab9a=ffff99]-pero por ahora lo que quiero de ti, es que respetes las reglas de esta casa. Cosas buenas pueden pasar incluso a personas como nosotros- Se que ya tiene dieciocho, pero ante mis ojos es solo un niño, tal vez por su complexión o su comportamiento pero me levanto y lo envuelvo entre mis brazos con cuidado de no lastimarlo -ahora ve a tu habitación- ordeno al separarme de él. Recojo la mesa de donde el parece no ha querido comer nada. Pero bueno creo que por una vez puedo aceptar que no se siga la regla de la cena. Tomo algo de la cena en un plato y vaso con agua para subirlo. Toco a la puerta de Souta para que me deje pasar -come o la medicina te hará daño y luego duerme, quiero que te recuperes pronto.

Mi primera impresión es hacer una serie de pucheros por la forma en que se ríe de mí, al final y por su comentario termino por reír yo también.
-No con muchos pero con los pocos que he hablado es suficiente para saber cómo habla uno- le sigo el juego, es divertido y agradable que este hombre que apenas conozco se tome el tiempo para bromear conmigo –Además modesto- le digo más alegre, ahora lo sigo como un perrito que va moviendo la cola a su amo por dónde quiera que pase.
-¿Ya te aburriste de discutir conmigo?- al inicio quise sonar divertido, pero al final me salió un tono de decepción, después de todo soy un estúpido que no hace más que decir tonterías, cualquiera se fastidiaría.

Tantos sentimientos se arremolinan de un momento a otro, no creí que mí corazón latiera por otro hombre que no fuera Ilkin, no me quiero enamorar de este hombre, ya me dejó en claro que tiene a alguien más, pero como no hacerlo cuando es simplemente “perfecto” ante mis ojos.
-¿Estás muy enamorado?- pregunto bajito, no quiero una mamá y si quiero una oportunidad con Shinya, ya estoy pensando tonterías pero no puedo evitarlo.

Mi corazón da un salto cuando menciona que la chica está en casa, jamás me había puesto tan nervioso conocer a alguien y mucho menos una mujer – ¿Le hablaras de mí?- supongo que primero tendrá que decirle que me he unido a la familia – No le haré daño y voy a tratarla bien, aunque si será mi hermana supongo que debo cuidarla- le comento asumiendo mi nuevo rol en la familia.

-Un abogado…- me quedo frío ante el comentario, no tengo nada contra las leyes, pero no puedo dejar de relacionar abogado con el arrogante de Salvatore, aunque quizás podría ser interesante –lo pensaré, aun queda tiempo para los exámenes, sólo debo convencer a mi tutor que me deje cambiar mi formulario- después de todo cuando me había tocado llenarlo, puse que quería ser un golpeador profesional y casi me expulsan de nuevo. Por lo siguiente sólo me dedique a escuchar su historia, definitivamente es un modelo a seguir y aunque no sé cómo era cuando joven, me da el ánimo para continuar –supongo que si te digo de una vez que quiero entrar al grupo me dirás que no- le digo sólo por curiosidad.

Estoy tan consternado con todo lo que ha pasado que ya ni sé porque lloro, como si fuera un niño pequeño. Me niego a despegar mi brazo porque no quiero que me vea, así que me limito a asentir sin decir nada, por primera vez me quedó completamente callado. Suelto algunos sollozos entre sus brazos y me voy a mi habitación como un niño obediente. Cuando vuelve con la cena, ya estoy más relajado –Gracias Shiny…. Otosan- le digo con una sonrisa –mañana prometo cenar contigo- le digo antes de que salga y yo terminar mi cena y tomar mis pastillas antes de dormir.