Sweet Talk -Leigh Darcy-

La vida como actriz a veces se torna bastante pesada, ser la intérprete de moda en los doramas y tener que filmar una película de manera casi simultánea es demasiado desgastante, sin embargo es el estilo de vida que yo escogí, fui yo misma la que decidió dejar mi pueblo natal y mi familia por continuar haciendo en lo único que soy buena, después de todo siempre he sido un personaje, soy mejor actuando que siendo yo misma, de hecho hace mucho que olvide quien soy yo, puedo ser cualquiera dependiendo la ocasión siempre y cuando esté escrito dentro de un guión.

Después de terminar la filmación del capítulo del dorama de moda, de cual soy protagonista, algunos compañeros me arrastraron a un bar a beber con ellos. No soy aficionada a la bebida, más bien soy lo que se considera una bebedora social, después de todo se necesita hacer lo que los demás para poder encajar y más en un mundo tan competitivo como en el que vivimos, de cualquier forma esa es la manera en que he logrado llegar hasta dónde estoy, renunciando a la persona que fui para convertirme en lo que soy ahora.

Ya todos han pedido sus bebidas, para mí pedí un coctel del cuál no recuerdo su nombre, pero llamó mi atención por los múltiples colores que lo forman. Todos parecen platicar muy entusiasmados, sin embargo yo cuando no tengo un guión enfrente no sé cómo debería comportarme exactamente. Así que después de un rato y haber terminado mi primera bebida me levanto de la mesa que compartimos con el pretexto de ir al baño, a dónde no quería ir realmente sólo necesitaba un espacio para relajarme.

Justo cuando estaba por llegar a los baños, un fan me reconoce y comienza a hostigarme, es por eso que detesto venir a estos lugares –Por favor déjame en paz, ya te di el autógrafo que querías- le insisto con tono sombrío, esto se vuelve cansado. Intento alejarme y el sujeto me sostiene de los brazos, haciéndome proposiciones que no me interesan, me agarra tan fuerte que aunque forcejeo no puedo zafarme.

Pido otro whisky y solo doy el trago de manera tosca, mi tolerancia al alcohol sigue siendo bastante buena y eso que he dejado de tomar tanto como lo hacía hace un par de años, pero las ultimas semanas he retomado un poco el ritmo de antes. Simplemente estoy enojado por todo lo que ha pasado, por una vez en mi vida esta abierto a la posibilidad de que entre Jiro y yo pasara algo, y el termina corriéndome de su casa porque tiene novio.
Es mi culpa por si quiera dejar que por mi cabeza pasara la posibilidad de hacer algo como eso. ¿Yo con un hombre? no, definitivamente no es algo que vaya conmigo. Solo me basta a ver a esa mesera con el descaro escote y sentir que mi cuerpo ya reacciona. Las mujeres me gustan demasiado y nunca jamás otro hombre me ha gustado a parte de Jiro.
Suelto un suspiro y termino mi trago, doy un golpecito con mi dedo en la barra a un lado de mi vaso para indicar que me servan otro mientras voy al baño. Suelto un par de bostezos y despeino mi cabello para relajarme un poco. Paso al baño y luego de orinar lavo mis manos y las seco en mi cabello.
Al salir me encuentro con una pareja, tal vez están peleando porque ella no parece muy feliz, así que decido seguir con mi camino, pero luego escucho como parece ser no son nada. Me detengo entonces al lado del chico y rodeo sus hombros con mi brazo de manera amistosa, como cualquier amigo cercano.
-Oye amigo, ella obviamente no esta interesada- le digo de manera relajada, pero la verdad es que mi abrazo sobre sus hombres ejerce un poco de fuerza, no para amenazarlo precisamente, solo para advertirle que obviamente yo soy mas fuerte que él, creo que a simple vista se nota, pero solo para que su valentía no lo motive a hacer algo estúpido.

Es molesto como la gente puede ser tan insistente que no entiende con un simple “no”. No estoy interesada en el sujeto que se me ha plantado enfrente, y lo que más me molesta es no encontrar el modo de quitármelo de encima, doy muchas vueltas a la situación y recuerdo todos los papeles que he interpretado en estos años, y no logro llegar a un consenso sobre cómo debería comportarme o más bien quitármelo de encima. Así que sólo forcejeo con él hombre, ya que mi fuerza física es mucho menor en comparación.

Un hombre ha llegado y abraza al otro, parecen conocidos por la confianza con la que lo ha abrazado, por un momento siento un poco de miedo ya que si no pude con uno, será imposible que pueda enfrentarme a los dos, sin embargo mi rostro sólo puede reflejar confusión.

-No te metas en esto amigo- responde el hombre con un gesto de dolor – yo la vi primero- le advierte mientras intenta zafarse –La linda Ai-chan será mía- me mira con lujuria, lo que me parece completamente desagradable. Conforme la presión aumenta el hombre parece ceder, parecía no haber puesto mucha atención en el otro, ya que cuando lo ve con mayor atención parece asustado y se aleja un poco –Pagarás por esto. Ella será mía- le dice mientras se aleja.


Por mi parte sólo observo la escena sin mostrar ninguna expresión que delate lo asustada, preocupada y nerviosa que estoy, por otro lado también estoy bastante contenta de haber sido rescatada por un hombre tan apuesto, esto es cómo en las historias que he interpretado. Ahora que debería decirle, debería lanzarme a sus brazos como si fuera “mí héroe” o tal vez decirle que no era necesaria su ayuda.  Después de pensarlo un rato lo miro un poco y optó por sonreír tenuemente –gracias- le digo sin saber que más, y sin despegar la mirada de él.

El tipo al comienzo parece querer "ponerme en mi lugar", pero realmente no me asusta, obviamente el nivel de alcohol en su sangre lo que le da tanto valor, pero cuando capta un poco de la realidad parece decidir desistir de sus intentos.
-vale campeón- le digo cuando comienza a alejarse y declara que ella será suya, ¿que pasa con los hombres de hoy en día? quiero decir, ella es muy guapa, ¿pero porque ponerse tan pesado. Se que yo no soy el hombre que mas dignidad del mundo, mi exesposa es la mas grande prueba de ello. Yo me casé como un idiota enamorado de ella, y no dudo de que ella sintiera lo mismo por mi, la diferencia fue que ella tenía ciertas ambiciones en su vida que yo no, yo solo quería una vida tranquila y promedio con ella. Pero por su insistencia terminé trabajando como maestro, pero al ver que yo no podría darle esa vida que ella deseaba se divorció de mi y se casó con un hombre rico, y lo peor de todo es que yo le seguí amando y le permití usarme a su antojo, incluso me hizo creer que tendríamos un hijo... esa mujer era el demonio, creo que en parte eso me hizo enamorarme de ella, sabía que no era buena, pero le amaba. Después de todo tal vez yo estoy mas loco que el tipo ese.


La miro un poco confundido, porque solo se queda ahí parada sin decir o hacer nada, y solo estoy por irme, porque tal vez sea una de esas chicas tímidas que no pueden hablar con hombres con facilidad. Pero entonces ella dice ese gracias.
-si, de nada- supongo que si es tímida, su manera de sonreír casi me pasaría desapercibida, aunque bueno, a mi casi todo me pasa desapercibido -¿te acompaño a tu mesa? ese tipo estaba como loco podría regresar- se que aveces soy demasiado amable, algo contradictorio en mi personalidad, pero esto suele pasarme solo con mujeres.

Todo ha terminado bien, no me gustaría ver una pelea cuando ni siquiera conozco a ninguno de los dos, claro que si me preguntan prefiero por mucho al hombre que acaba de llegar, tal vez mis pensamientos están mal, ¿debería ser un error sentirme atraída hacía un desconocido? En la ficción, después de esto él me invitaría una bebida y yo aceptaría fascinada por el valiente y galante caballero que me acaba de rescatar de esa situación tan incómoda, después de una larga charla me pediría volver a verme, tal vez yo huiría o simplemente aceptaría, tendríamos citas, intrigas, gente que intentaría separarnos y al final nuestro amor lograría sobresalir sobre toda la adversidad. Pero está es la vida real, debo dejarme de fantasías y aceptar la realidad tal cuál es.


Simplemente me cuesta trabajo apartar la mirada, he trabajado con hombres muy atractivos antes pero esté tiene algo que lo hace bastante interesante, aunque no después de mucho termino por desviarla, no quiero que piense algo extraño, ya he tenido problemas antes por mi “falta de vergüenza” antes, no me interesa coquetear, sólo observar.

Él sólo se ofrecer amablemente a acompañarme a mi mesa, comprendo lo que dice y que seguro ese tipo debe continuar cerca, quisiera decir que sí, pero si vuelvo ahora perdería mi oportunidad de conocerlo, al menos quisiera saber su nombre, para qué, ni yo misma lo sé, me gusta atesorar recuerdos.
-Gracias, eres muy amable- coloco mis manos frente a mí casi entrelazadas una frente a la otra -¿Cómo te llamas?- pregunto antes de empezar a caminar.

No se si ella ha aceptado mi oferta, en realidad tal vez luego de lo que ha pasado ella no tenga ganas de que un hombre siga estando con ella. Pero al menos termina por agradecerme. La verdad no es que yo desee que ella sea educada conmigo, es solo que los silencios muy prolongados no me gustan, hacen que piense que algo estoy haciendo mal.
-Amable- digo con una sonrisa como si ni yo mismo me pudiera creer que ese adjetivo va conmigo. Si, se que aveces lo soy, pero en lo general soy un tipo pesado en el trabajo, pocas personas aguantan mi personalidad tal vez demasiado relajada y descarada, y claro aveces agresiva.

Ya que no me ha dicho nada mas que soy amable, decido tomar eso como un "si claro, acompáñame", si cuando ella comienza a caminar le dedico una mirada rápida, es guapa...
-Leigh Darcy- contesto caminando a su lado, creo que mi apariencia deja muy claro que soy extranjero y mi nombre solo lo confirma -¿tu eres?- pregunto, creo que el hombre había dicho su nombre pero la verdad no lo recuerdo, no soy un tipo de recordar detalles, al menos no de muchas cosas, aunque hay veces que suelo recordar detalles de otras cosas que solo desearía olvidar.
Mientras camino lanzo una mirada a la barra, ahí esta mi trago esperando por mi, aunque de alguna manera extraña siento que de repente hay muchos ojos sobre mi.
-¿tengo algo en la cara o por que miran tanto?- cuestiono a la chica girando mi cara para que la vea.

Muchas veces mi representante y la gente que está a cargo de manejar mi carrera y mi imagen, me ha dicho que debería comportarme más amable, sonreír, siempre sin perder la imagen de chica tierna y tímida, es una imagen mía que desean conservar un par de años más, ya que hasta hace poco he cumplido la mayoría de edad, desconozco que planes tengan para después, como sea son ellos quien decidirán como debo manejarme, me debo a ellos y amo demasiado lo que hago como para actuar por voluntad propia, en este medio es mejor dejar eso de lado y convertirse en una muñeca hecha a placer del público.

-Lo eres. Me ayudaste sin conocerme- después de todo él no parece saber quién soy, aunque sólo me haya ayudado por ser una mujer, no es algo que quité merito a lo que hizo por mí, ya que al contrario de cualquiera lo hizo de manera desinteresada.

Intento decir su nombre varías veces pero no puedo evitar que suene raro cada vez que lo digo, es muy complicado –Tu nombre es muy difícil- le digo un tanto afligida por no ser capaz de pronunciarlo, aunque como imaginaba este hombre es un extranjero, y bastante sensual, incluso su tono de voz es bastante agradable, es en momentos como estos en los que agradezco no ser tan buena expresando mis emociones –Takayama Aika- me presentó usando mi nombre completo –Puedes llamarme Aika- no me molesta mi apellido pero prefiero ser llamada por mi nombre.

Veo a mis compañeros en la mesa que compartimos, ellos parecen divertidos incluso sin mí como era de esperarse, ninguno de ellos se ha preocupado si quiera por venir a buscarme, no me molesta sólo son detalles que llaman mi atención, nada más.
-Debe ser porque eres un guapo extranjero- digo sin ningún miramiento – Además todos deben reconocerme y seguro si alguno toma una fotografía, saldrá en las noticias- le digo como si el supiera de lo que hablo. A pesar de todo no me gusta mucho alardear sobre mi trabajo, prefiero que sea la gente la que lo miré y lo juzgue.

-bueno, esque ese tipo estaba siendo demasiado idiota- comento como si esa fuera razón suficiente para ayudarla, pero tal vez solo se debe a que soy impulsivo.

Ella intento decir mi nombre y yo suelto una risita, la ventaja de haber estudiado idiomas es que mi oido y lengua tienen una habilidad muy buena para adaptarse y sonar casi como nativo... al menos en el acento, porque muchas veces sigo expresándome demasiado como acostumbro a hacerlo en inglés. Dicen que cuando aprendes otro idioma es como desarrollar otra personalidad, pero a mi eso nunca me ha pasado, supongo que es porque desde pequeño he manejado mas de un idioma.
-Supongo que lo es un poco- digo como justificando pero no tengo alguna manera de pedirle que me diga que le sea mas sencilla, simplemente porque no tengo apodos o ese tipo de cosas -pero como sea que lo digas se entiende- digo para que solo no se preocupe. Ella me dice su nombre.
-Aika, lindo nombre- comento, se que mis pasos son un poco lentos, pero era porque no quería apresurar las palabras entre nosotros y ella tampoco parece ir demasiado aprisa.

La miro y le sonrío de medio lado cuando dice lo de guapo extranjero, no esperaba que ella dijera algo como eso, pero para nada me ha molestado.
-¿reconocerte? ¿eres famosa?- pregunto un poco sin creerlo, pero supongo que puede ser verdad, después de todo yo nunca estoy muy al pendiente de ese mundo.
-Entonces supongo que mejor te dejo con tus amistades, no querrás verte envuelta en un escandalo por mi culpa- comento un poco desanimado por el hecho de que sea famosa. No es que la sienta fuera de mi alcance, sino mas bien que seguro sería un problema. Llegamos a su mesa, y de nuevo miradas, supongo que no esperaban que ella aparecería acompañada. Tantas miradas me incomoda, ¿por que a la gente le gusta ser famoso? -bueno, divierte... voy a la barra- digo como despedida y aun incomodo por las miradas de sus amistades y luego de un movimiento de mano solo regreso a la barra donde mi whisky reclama mi anención.

Como imagine su reacción no fue precisamente por mí, pero me alegra que aún haya caballeros que actúen desinteresadamente.
-Precisamente por eso lo digo, lo notaste y decidiste detenerlo- sonrío de manera autentica, ni yo mismo lo puedo creer, que alguien me haya provocado una expresión genuina.

Mientras yo sufro intentando decir su nombre, él parece tan divertido con mis errores, no noto que lo haga con mala intención así que no le digo nada, no suelo tampoco perder el control y menos por cosas tan simples. Él asiente y yo me siento como una tonta, cualquiera de los directores con los que he trabajado seguro ya me habrían regañado por ser incapaz de pronunciar su nombre –lo es- le recalco –siempre sufro mucho con el inglés- le cuento decepcionada - ¿Estás seguro que se entiende?- otro defecto mío es que tiendo a ser demasiado perfeccionista.
-Gracias- respondo sobre el halago de mi nombre, a mí también me gusta y me alegra no me lo hayan hecho cambiar.  

Leigh parece un poco incómodo por mi comentario, pero sólo he dicho la verdad así que no haré nada por disculparme, además dicen que los extranjeros son de mente más abierta, así que no debería haber problema alguno.
-Se podría decir que sí, soy actriz y participo en algunos doramas y películas- le digo como si no tuviera la mayor importancia, después de todo él no parecer reconocerme y yo no voy a insistir, después de todo me emociona más conocer una persona que no sabe quién soy, que alguien que sólo me adulará por mi trabajo – No debería meterme en problemas, puedo hacer lo que quiera, ya soy mayor de edad- antes se supone que debería tener cuidado de mis acciones e imagen, pero ahora me han dado más libertad.

Me deja sola con mis compañeros de vuelta y él simplemente se va, mientras se aleja lo miró con tristeza y los otros comienzan a burlarse de mí en cuanto Leigh se aleja, diciendo cosas como que “jamás me habían visto mostrar tantas expresiones cuando no estoy filmando” o “sonreíste demasiado”, incluso me animaron a ir por él. Finalmente una de las chicas, me toma de la mano y me lleva de la mano hasta dónde está Leigh y después de dejarme a su lado dice: “-Nos vemos luego, nosotros ya nos vamos. Te la encargo-”. Después de eso se retira y alcanza a los otros que incluso ya se habían levantado de la mesa y se dirigen hacia la salida.

Ella parece muy empeñada en corregir su pronunciación, y eso no es algo normal, o al menos no he conocido a muchas personas que le interese hacerlo.
-aun así se escucha lindo como lo dices- comento y asiento ante su pregunta sobre si se entiende. Llevo ya varios años viviendo aquí, mi esposa era de aquí, y estoy acostumbrado a que lo pronuncien con esa dificultad característica de los japoneses. Incluso he conocido personas con un supuesto buen nivel de inglés que simplemente no lo dicen bien.

-será porque prefiero los deportes a los doramas- eso es algo que gusta mucho a las chicas ¿no? ¿a Jiro le gustarán? no se si eso es un estereotipo que yo tengo porque el es gay, aunque si el me gusta ¿yo también lo soy? pero realmente no me gustan ese tipo de cosas, me aburren las películas románticas y termino dormido, así que si no aguanto ver una película, no creo que pueda soportar varias horas de un dorama.
-oh, eso es un alivio- me muestro sorprendido, una de las razones es porque se que en esta cultura no es tan aceptado entre las familias que sus hijos o hijas tengan algo serio con un extranjero, aunque nos otros apenas sabemos nuestros nombres, pero al ser famosa ¿no sería dañino a su imagen un escandalo con un don nadie extranjero?

Bebo un par de tragos del vaso y miro la pantalla de la televisión, por un momento me pienso en mirar en mi celular y buscar a esa chica, ¿tan famosa es? no creo que sea tanto si puede venir a un lugar como esté y no la andan molestando con autógrafos y fotos.
De pronto la chica está a mi lado, junto con otra persona, sonrío por la escena que ha montado su amiga.
-simpática tu amiga- comento llevando la bebida de nuevo a mis labios -¿quieres algo de tomar? tal vez te ayude a pronunciar mejor mi nombre- comento con una sonrisa un tanto coqueta que es una costumbre en mis expresiones.

Debería ser menos estricta conmigo misma, pero todos me lo han dejado bien claro, está carrera es bastante cruel y si no logro perfeccionarme a mi misma cada día, voy a terminar por caer en el olvido, la gente olvida rápido, a ellos no les interesa el interprete si no el personaje, si sólo me descuido un poquito seré la siguiente en pasar al olvido, mi carrera está en ascenso pero entre más rápido y más alto intentas llegar más fácil es perder el control y terminar por descarrilarte.
-Lindo- me detengo apenas arrastrando mi lengua para dejar salir un casi imperceptible sonido, agacho la mirada y sonrío más para mí que para él, los halagos significan más cuando vienen de alguien que parece desinteresado.


Se me escapa una suave risita al escuchar sus razones, es claro que un hombre “rudo” como él preferiría algo con un poco más de acción que un melodrama lleno de emociones y sentimientos, seguro pensará que es algo demasiado cursi y dramático, no creo que un hombre como él se complique tanto en el amor.
-No importa si no me conoces, prefiero que la gente no me reconozca. Tengo que cambiar mi apariencia para pasar desapercibida y a veces ni así lo consigo- le cuento el lado oscuro de mi profesión -¿Por qué es un alivio?- No comprendo por qué el podría sentirse aliviado, cuando soy yo la que se siente aliviada de poder tener un poco más de libertad.


No alcanzó a decir una sola palabra, más bien no alcanzó a reaccionar, todo pasa tan rápido que cuando me doy cuenta mis amigos se han ido y me han dejado sola con este hombre. Nos gusta frecuentar este bar, porque la mayoría son conocidos, aunque no falta alguno como el sujeto de hace un rato.
-Sólo intenta serlo para agradar a los demás- respondo sincera, ahora mismo estoy muy molesta por haberme dejado sola, la salida será lo complicado, siempre es un suplicio llegar al auto – Un Cosmopolitan por favor- desde que puedo beber, he tomado cierto gusto por los cocteles, ya que es lo que me han enseñado, claro que tengo curiosidad por algo más común.  Me gusta la sonrisa de Leigh, me pone un tanto nerviosa, pero de nueva cuenta no se que más hacer, más que recargar mis brazos en la barra.

La vida de un famoso suena bastante complicada para mi, y aveces lo consideraría irreal, por que no veo sentido a acosar a una persona solo porque lo has visto en películas o series... pero dado lo que he visto hace un raro, parece que si es algo muy real.
-debe ser cansado- no se me ocurre otra palabra para definirlo -porque así no me meto en problemas si estoy cerca de ti- la verdad es que aveces me cansa un poco la discriminación, la viví demasiado cuando me casé con Yoko y solo me he vuelto un poco intolerante a ese tipo de cosas... intolerante a la intolerancia vaya ironía.

-¿y no todos lo hacen por eso?- mi pregunta es mas retorica que otra cosa, no espero que me de una respuesta, realmente no me interesa hablar de la psique porque sé que inevitablemente yo traeré a mi cabeza al imbécil de Jiro.
Ella solo pide un coctel y se acomoda, parece menos interesada en hablar que hace rato que la acompañaba a su mesa...
-Oye, si quieres irte está bien, solo me romperás el corazón pero puedo vivir con ello- le digo en tono relajado y un poco bromista, la verdad no quiero que una mujer se quede conmigo solo por no se que razón, pero no parece realmente muy interesada.

-Un poco… bastante- corrijo enseguida, a mí me gusta mi carrera porque en verdad amo la actuación pero me desagrada todo lo que está alrededor de ella, si de por si te la vives interpretando diferentes personajes, porque hacer uno de tu vida misma, sólo lo soporto porque eso me hace las cosas más sencillas, no tengo que preocuparme por si mi personalidad no agradará a la gente, porque tengo que desarrollar una conducta y una personalidad que siempre agrade.
-Si te preocupas por meterte en problemas al estar cerca de las personas, nunca podrás acercarte realmente a alguien- quizás me tome con demasiada seriedad su comentario, pero no entendí bien la referencia hasta después de hablar y entendí que quizás lo decía porque soy mayor de edad pero ya era demasiado tarde para corregir.

-Sí, más en este medio, realmente en este medio dependemos demasiado de la opinión de la gente- le digo explicando él porque de nuestra forma de actuar, aunque por otro lado es verdad que ante un hombre tan atractivo cualquier chica querría parecer agradable, si con eso logra acercarse aunque sea un poquito.
-¿De qué hablas?- de pronto me dice que me vaya y que le romperé el corazón, no entiendo que es lo que quiere decir –No quiero irme y mucho menos romperte el corazón. Me gustaría conocerte un poco mejor, me pareces alguien interesante. Además me gustan los extranjeros, me gusta aprender cosas diferentes- la verdad es que no quisiera irme, aunque sea un poco quisiera estar un poco más con él. Tal vez sólo sea curiosidad, y aunque no pueda definir un motivo realmente no quiero irme, al menos no ahora.

No pareciera que ella disfrute mucho de esto de ser famosa, pero bueno, cada quien sabe lo que le gusta o no además de que mis interpretaciones de las personas suelen siempre ser equivocadas, soy realmente malo leyendo a otros, muchas veces ni a mi mismo me comprendo.
Ella parece realmente tomar demasiado en serio mis palabras, yo solo hablé de manera casual, realmente por solo decir algo.
-ok...- contesto ya para no decir nada más, realmente parece ser una mujer complicada.

-amm, si viven de la imagen, incluso los deportistas suelen cuidar ese tipo de cosas por su fama- comento solo recordando algunos escandalos que se han dado con estrellas del deporte, a mi eso no suele importarme demasiado mientras sigan ganando, pero aveces es imposible no escuchar ese tipo de cosas incluso en ese mundo.
Suelto una risita por su reacción, ella parece darle demasiado imporantancia a las cosas.
-oye tranquila, solo jugaba. No soy un tipo demasiado profundo, realmente soy muy básico, así que no le des demasiada importancia a mis palabras- le explico relajado y con una sonrisa mientras acerco mi vaso a su copa y hago chocar el cristal y lo llevo a mi boca -¿y en que sentido te gustan los extrageros? - pregunto en tono coqueto como si lo anterior ya lo hubiera olvidado.

Muchas veces me he preguntado en cómo serían las cosas si yo no hubiera dejado mi pueblo natal, si hubiera rechazado mi primer papel importante, si habría podido llegar a convertirme en una persona normal a pesar de mi falta de capacidad de expresar mis emociones de la manera adecuada. He aprendido mucho durante estos años en la actuación y creo que poco a poco he logrado darme a entender mejor con las personas, después de todo ya me invitan a reuniones cómo la de hace rato, aunque me hayan abandonado con quien sabe qué razón.

-Sí, últimamente también para los deportistas la imagen es importante. Conozco algunas chicas que salen con deportistas sólo por mantener la fama de ambos- era terrible que a veces lo que más sobresaliera no fueran los resultados de sus carreras en sí, sino los escándalos que a veces los envolvían.
Me siento realmente estafada, este hombre acaba de jugar con mis emociones de alguna manera, aunque ya me parecía extraño que alguien que apenas conozco me dijera que le he roto el corazón sólo por dejarlo bebiendo solo –Tendré cuidado de como interpreto lo que dices- me siento un poquito tonta por haber exagerado mi reacción.
-Lo que me gusta…- Leigh me logro poner nerviosa con esa pregunta o más bien con el tono que uso para hacerla –Me gusta, su forma de ser tan abierta y relajada- dije lo primero que me vino a la mente, también me gusta su físico pero no lo diré o creerá que intento coquetear con él.