Late [Touji]

Recuerdo del primer mensaje :

Paso las hojas de una en una, mirando todos aquellos datos. Parece que el negocio está yendo bien, pero aun así tengo que poner especial cuidado en cada cifra. Se que muchos se sorprende de que un mafioso como yo, sea tan riguroso en los negocios. Pero de no se así cualquiera tomaría de mi tanto como les fuera posible, y no voy a permitir algo como eso.
Aunque tengo un detalle en mi contra y es que últimamente no puedo concentrarme como de costumbre. Lo que ocupa la mayor parte de mis pensamientos es ella y en que pronto la perderé.  
Gracias a que ella se ha vuelvo una distracción por la tristeza que me causa, tengo que repasar de nuevo la misma sección de la hoja en mi mano.
Levanto mi mirada del papel y veo a ese grupo de personas que son mis socios. Es uno de mis tantos socios. Poco a poco, estoy logrando que el clan tome más fuerza y reciba el respeto que merece.
Seguro que si mi señor viviera, estaría muy orgulloso de lo que he logrado en tan pocos años. Aunque seguro tampoco le gustaría la manera en que he dejado algunas costumbres de lado.
Dejo las hojas en la mesita que me separa de las otras personas, y espero que comiencen a explicarme como van las cosas. Trato de prestarles tanta atención como puedo, pero de vez en cuando pierdo un poco el hilo de sus palabras y pienso en lo que ella estará haciendo. Comienza a hacerse tarde, ¿extrañará nuestras cenas cuando se vaya?
Estiro mi mano para tomar un poco de mi bebida y hago una señal de que prosigan. Tal vez debí dejar que Touji se encargara solo de eso, yo podría haberme quedado en casa, pero, si sigo dejando mis responsabilidades de lado, perderé el respeto de mi familia, y la amo, pero cuando ella se vaya, ellos serán lo que me quedará y no quiero perderlos tampoco.
-Entonces, ¿perdimos un porcentaje?- cuestiono ante unas palabras que me dicen y no puedo ignorar, y solo vuelvo a tomar las hojas, para buscar esa información -¿y justamente solo es de mi inversión?- cuestiono ya un poco molesto. Se que en los negocios perder dinero es algo común, pero, dada la clase de tratos que realizo, perder dinero no es algo que ocurra seguido, a menos que la policía intervenga, y no he recibido información de algo así, lo cual hace que desconfíe de mis socios. Giro un poco mi cabeza para buscar a Touji a mis espaldas, y esperando ver si el piensa lo mismo que yo. Estos idiotas parece que se creen que pueden tratarme como si fuera un tonto y robarme en mis propias narices.

Emití un sonido inconforme y me hice a un lado para que él lo hiciera. Me siento apenado, en una cosa tan sencilla soy un incompetente. Además él no tendría que estar haciendo esto por mi.
-También quiere fruta, y otras cosas... -caminé atras de él y fui metiendo las cosas al carro de compras, es un poco nostálgico hacer esto juntos, y sonreí al ver su espalda escogiendo la mejor marca con tanta determinación. Él es increíble, si yo fuera Mia definitivamente cumpliría con cualquiera de sus caprichos.

Caminamos a la caja y luego de pagar tomé la mayor parte de las bolsas. Abrí la cajuela del coche y metí las compras, y antes de abrir la puerta del auto, me incliné para oedirle una disculpa por mi imprudencia. No tengo que perder de vista mi posición como subordinado.
-Lamento haber sido imprudente y haberlo arrastrado hasta aquí -abrí la puerta del coche para hacerlo pasar. No me arrepiento de lo que dije, pero no me compete opinar sobre su vida personal solamente pir asociarlo por mi amor no correspondido. Por lo demás, fui bastante atrevido, y mi madre me reñira si sabe que le hice ayudarme con su pedido.

Subí al auto y arranque para dirigirnos a casa, o donde sea que quiera o tenga que ir.
-¿Tiene algún compromiso personal que atender o prefiere ir a casa? -al menos el ambiente no es tan pesado como hace un rato, pero no importa cómo sea su humor, me siento bien estando la mayor oarte del tiempo a su lado.

Este momento me hace recordar un poco a nuestros tiempos cuando éramos jóvenes y no teníamos todas estas responsabilidades. Solo teníamos que ser buenos hijos y alumnos. Era agradable cuidar del pequeño Touji. Él ha crecido tanto, y siento que por eso he perdido un poco esa sensación entre nosotros que resultaba tan agradable. Creo que él es de las primeras personas que me hizo sentir que podía haber algo de bondad en mi.

Tomo algunas de las bolsas, pero la mayoría las lleva él. Caminamos de regreso al automóvil, y dejo las bolsas en la cajuela. Luego me encamino a la puerta para subir, pero el hace una pausa y demuestra su respeto y se disculpa por lo de hace rato. Sonrío, aunque se disculpe, las palabras que me dijo no cambiaran, pero no puedo seguir enojado, al menos no con él.
-Si no venía contigo, habrías tardado horas haciendo esto- comento con una sonrisa y dejando de lado cualquier mal sentimiento entre nosotros. El no tiene la culpa de que Mia no pueda amarme, ni de lo de Jiro.
Di una palmada cariñosa en su cabeza antes de subir al auto.

Me tomo unos segundos para pensar, no tengo nada privado para hacer, mi novio debe estar en casa de su amante, y la verdad mi pésimo humor no me hará una buena compañía para Mia, no creo que hoy pueda solo actuar como el padre que ella necesita.
-Solo llévame a un lugar lejos de todo, quiero ver las estrellas, con la lluvia el cielo se verá despejado- comento mirando por la ventanilla, creo que necesito un poco de calma de todo esto.

A pesar de que no lo demuestro, me siento feliz de haber recibido ese gesto de cariño. No deseo nada más, sé que no puedo obtenerlo y él de esta forma me hace sentir importante. No es de la forma que siempre he querido, pero aprecio tanto su cariño que me conformo con lo que él desea. Yo solo quiero estar con él y ser parte de su vida.

Prendí la calefacción del auto, la lluvia ha hecho que la temperatura disminuya. El día tiene un aura gris y manejé sin prisa luego de que él me indicó dónde ir. Tengo un lugar en mente, aunque tardaremos un poco en llegar pero tal vez le ayude despejar su mente. Hoy no fue un buen día, sé que su relación con Okanao no era de ensueño pero él siempre ha respetado a sus parejas, y él no era la excepción. Pensé que había encontrado alguien que complementara su mal carácter, pero al final, nuevamente, fue un espejismo. Podría decirle que no importa quiénes vayan y vengan, nunca lo dejaría solo. Pero sus deseos no son tener a alguien que es prácticamente suyo, siempre busca los imposibles.

Me fui todo el camino recordando y pensando en todo lo que siento. Tengo muchos pendientes y varias cosas por investigar aún, pero en días así lo que mas deseo es rememorar y sentir. El amor es doloroso para muchos, pero yo he intentado volverlo en algo placentero. Algo no correspondido que de igual forma te hace sentir bien, debo ser un masoquista.

-Llegamos -detuve el auto cerca de un mirador. Este sitio es muy frecuentado en días soleados o festivos, la vista desde aquí para los fuegos artificiales es hermosa.
Le ofreci su abrigo y salí del auto, no sé si él prefiere quedarse dentro, pero sería un desperdicio ya que venimos arriba. Caminamos solo un poco para llegar al pequeño kiosko de la cima, hace más frío que allá abajo o en el auto- hace mucho que no venía aquí, ¿cree que es un buen sitio? -el lenguaje formal volvió por la pequeña metida de pata, pero de una u otra forma, lo importante es que él se tranquilice y olvide un poco a ese par.
Me senté en la orilla del barandal y observé la ciudad a lo lejos. Me trae viejos recuerdos.

Ni siquiera pongo atención por donde vamos, aunque voy mirando por la ventanilla, realmente no pongo atención a nada. También me tomo unos minutos para escribirle a Mia, y decirle que llegaré tarde, que tengo mucho trabajo y que no podré cenar con ella. Creo que ya no tiene caso seguir con esa costumbre, pues pronto se irá.
Tomo mi abrigo pero no me lo pongo, quiero sentir el frío. Bajo un poco después de él y camino unos pasos por detrás.
-lo es- comento solo mirando la misma dirección que él.

No puedo solo decir que estaré bien, estoy tan frustrado, hoy fue un día pésimo en cuanto a mi vida personal. Pero tampoco puedo engañarme, se que Jiro al final me iba a dejar, tal vez no por el inglés, solo por mi y por no soportar la persona que soy. Puedo mentirle todo lo que quiera, pero el tiempo pasa y es imposible ocultar las marcas en mi cuerpo, que incluso siguen apareciendo nuevas de vez en cuando. El no iba a poder manejar la verdad sobre quien soy y lo que hago. Las cosas solo parecían ir bien solo porque vivimos en una mentira. Solo lo dejaba ver mi mejor lado, así que seguro la decepción ante la verdad iba a ser grande.

Sigo enojado, muy enojado con él, pero ahora he conseguido un poco de calma y claridad en mi cabeza.
-Touji, abrázame, es una orden, no una petición- la verdad es que quiero un poco de consuelo desde que me enteré de lo que me dijo. Incluso yo a veces solo necesito un abrazo -pero por la espalda- digo antes de que se acerque. He hablado bastante serio, pero la verdad es que no quiero que vea mi rostro ni toda la fragilidad que ahora no puedo ocultar. Me siento débil, y se que no perdería su respeto, pero, prefiero evitar que el vea esta clase de expresión en mi cara. He conocido el infierno desde pequeño, pero me he acostumbrado a la buena vida, que ahora sufro por tonterías como esta.

Talle un par de veces mis manos para entrar en calor. Él parece más afectado de lo que pensé. Sabía de la reacción con enojo, porque usualmente es lo primero que saca al no salirle las cosas como él quiere. Pero ahora se siente diferente. Es normal que le haya agarrado cariño a su novio, y me siento mal por lo que le está sucediendo, y también un poco molesto ahora. Es estúpido pensar en lo que yo hubiera hecho, porque aun así no me atrevo a decirle nada. Además no es bueno sentir lástima por las personas, aunque lo que siento ahora está lejos de ser eso.

-Claro -ni siquiera tenía que aclarar que era una orden, porque yo lo hubiera hecho sin titubear. Me acerque para abrazarlo y detuve mi paso antes de abrazarlo de frente, y me coloque entonces tras de él para hacerlo a su modo. Sentí un poco de vergüenza, pero al envolverlo a la altura de sus brazos, una calida presión vino a mi pecho. Aunque él lo está pasando mal, no siempre tengo la oportunidad de ver este lado suyo, me hace sentir importante. Realmente se siente frágil ahora, o tal vez me dejo llevar por el ambiente que nos rodea. Quiero que busque un poco de consuelo en mí, que confíe todavía más. Tal vez ambiciono en una situación desfavorable para él, pero solo un poco quiero ser egoísta y sentir que solo yo puedo ocupar este lugar.

-Esto me trae viejos recuerdos -cuando era joven el contacto entre nosotros no tenía esta aura de respeto, eramos más casuales, y recordé cómo lloré la primera vez que me rompieron el corazón, no le dije a nadie pero inmediatamente lo vi, comencé a llorar en sus brazos. Ni siquiera recuerdo la excusa que le di, pero seguramente sabía lo que me pasaba. Ahora veo que el amor funciona diferente para mí. En aquel entonces pensé que nunca olvidaría a esa chica, pero me di cuenta que para mí solo puede ser él, y no importa la forma en que me corresponda.
-Las estrellas... realmente se ven hermosas desde aquí -podría decirle que está bien si no están ellos con él, que pase lo que pase nunca me apartare de su lado. Pero es muy atrevido pensar que yo soy suficiente o más importante que esas personas.
Me quedé abrazandolo por la espalda y me moví un poco para dejar un beso sobre su cabello, y luego recargue mi cabeza sobre su hombro. Este sitio de verdad me encanta.

Debo estar loco al pedir que me abrace, porque en cuanto lo hace me siento tan debil, como si todo el dolor se hiciera más grande. No debería ser tan sentimental, este comportamiento solo me traerá debilidad.
Debería dedicar mi vida solo al clan, sin dejar de ambicionar algo tan innecesario como un romance. Estoy rodeado de personas que me aman. Tengo el afectos de las personas que protejo, he sido un líder amoroso que siempre cuida de ellos. Creo que debo dejar de ambicionar otro tipo de amor.
-aunque se han invertido los papeles- no puedo decir algo, como que tengo el corazón roto. No amo a Jiro, y Mia, bueno, creo que siempre he sabido que jamás podría conseguir su amor, hay en mi demasiado de lo que ella odia. Cuando ella se vaya, seguiré con mi vida, y con Jiro, con él, necesito hacer algo especial.
Trato de ver las estrellas cuando el lo menciona, la verdad es que ni siquiera prestaba atención, creo que miraba mas las luces de la ciudad. No puedo enfocar las luces en el cielo, esas pequeñas manchas brillantes se ven borrosas a causa de esa molesta humedad en mis ojos. Tengo el amor de toda mi familia, de personas que darían su vida por mi y que incluso tomarían cualquier vida que yo les pidiera. Realmente soy un idiota, porque por dos personas estoy olvidando a quienes son lo mas importante para mi, mi verdadera familia.
-si, se ven hermosas- cierro mi ojo con fuerza, siento como mis pestañas se humedecen un poco por la humedad de mi ojo, pero ni siquiera es suficientes para derramar una lágrima.
-quiero hacer que Jiro lo pierda todo- necesito mi venganza, una lenta que el no la pueda imaginar -quiero que ese inglés lo deje, y cuando eso pase yo haré lo mismo. Pero al menos quiero que tenga un rato de felicidad, para que así le duela más. Mañana llamale y dice que he salido de viaje- luego de eso no se como haré que no me deje para así lograr lo que quiero, tengo que pensar como conseguir mantenerlo a mi lado, así se a base de lastima.

Realmente se acordó y eso me hace sentir un poco avergonzado. Antes era un chico muy inmaduro e impulsivo, que de no ser por ellos yo estaría por las calles vagando sin comer y robando para sobrevivir. Tal vez alguien pensaría que mi vida actual es aún peor, porque asesinar y amenazar es un crimen mayor a solo robar para poder comer, pero me siento feliz, útil y además probé que no era un desperdicio de espacio. Superé mis propias expectativas, y pude ver a mi madre salir adelante teniendo la tranquilidad que tanto deseaba. Mi perspectiva es egoísta, pero viendo cómo ellos hacen a la gente crecer, me hace sentir satisfecho. Y he aceptado completamente esta vida.

El abrazo se volvió cálido y calmado para mí, y me enfoque en el tema de vuelta viendo la belleza del cielo.
-Todo  -repito. ¿Su empleo también? No, creo que solo engloba lo emocional- ¿piensa retenerlo? En ese caso, sería bueno desesperar al otro, ¿no? Es un mujeriego, solamente hay que presentarle al prospecto perfecto -no tengo algo personal contra Okanao, pero traicionó a la persona equivocada. Tal vez si hubiera sido honesto en el momento preciso, Shinya hubiera aceptado dejarlo. Pero hizo justo lo que más odia.

De nuevo el agua comenzó a caer y me separé de él, por inercia vi hacia arriba, es apenas una llovizna.
-El abrigo  -señale su brazo donde lo cargaba. Caminamos apenas unos pasos para cubrirnos en el pequeño kiosko de la cima, y segundos después la lluvia cayó con más fuerza. El auto no está tan lejos, pero con esa intensidad estaremos empapados para cuando logremos entrar.
-Pensé que no llovería más -me acerqué a él y con mi mano limpie las gotas en su cara- ¿debería ir por el paraguas al auto o prefiere esperar? -el clima frío tampoco está tan mal, pero él será siempre quien tenga la última palabra.

Desearía verlo perder todo, que su familia le de por completo la espalda, que sus amigos lo rechacen, que pierda ese tonto amor que cree tener. Quiero que todo se le escape de las manos poco a poco mientras yo sigo con él, quiero que piense que yo soy lo único seguro. La persona a quien traicionó es él único que no lo abandona y ser entonces el ultimo en dejarlo quiero ser su ultima esperanza y mirar como me pierde.
-Todo lo que lo hace feliz, cualquier persona por quien tenga un mínimo de cariño- tal vez estoy deseando demasiado, pero quiero que sea así, no me importa el tiempo que me tome -Creo que tienes razón con ese hombre, ¿pero quien es el prospecto perfecto? Estoy seguro de que realmente ama a Jiro.
Me asquea un poco el recordar esa mirada de amor, pero por eso mismo no se cuanto debo hacer para separarlos.

-me gusta como se siente el frío- comento sin intención de tener mas abrigo que el abrazo que el me daba.
Es como si el destino quisiera que nos quedaremos más tiempo aquí. Es un poco absurdo creer en el destino, pero he pasado por tantas cosas en la vida que creo que a veces alguna fuerza superior nos impide tomar ciertos rumbos.
-te mojarás si vas- cierro mis ojos mientras el limpia un poco mi cara.
El siempre me cuida tanto, si tan solo pudiera amarme de otra manera. ¿Pero que estoy pensando? Definitivamente hoy me encuentro un poco mal. Touji es como mi hermano, así me enseñaron que tenia que ser y por eso es de las pocas personas con quien puedo contener un poco mis enojos. Creo que jamás podría ponerle una mano encima para dañarlo.
-has crecido mucho, recuerdo cuando eras un niño y era yo quien limpiaba tu rostro, o te cuidaba en la escuela. Pareciera que todo ha cambiado tanto.
Hay muchas diferencias entre mi relación con Touji y la que tengo con Takumi. Ambos son especiales para mi, pero a Takumi lo conozco desde siempre, el vivió un infierno conmigo. Con el puedo bromear de cualquier cosas y nunca tratará de contener ninguno de mis más oscuros deseos. Touji por el contrario es calma, creo que por eso me empeño en tenerlo siempre cerca de mi, lo necesito conmigo, pero siento como si tanto respeto entre nosotros no nos permitiera realmente acercarnos.
Me quito mis guantes y los guardo en mi pantalon. No me gusta tocar a nadie sin mis guantes, pero por eso mismo hace mucho no se como se siente una piel diferente a la mía. Acerco mi mano a su rostro, hago una pausa por una creciente duda, pero aun así termino con la distancia para secar unas gotas en su rostro así como lo ha hecho el conmigo.
-dan asco ¿no?- comento cerrando empuñando mis manos como sintiendo pena por su estado -creo que desde que se quemaron no tocaba a nadie sin guantes- comento solo tratando de excusar lo que acabo de hacer. Creo que esta no es la mejor manera para romper la distancia que con los años creció entre nosotros.

Realmente quiere destruirle la vida. Un poco exagerado para mi gusto, pero al menos no pensó en asesinarlo y dejarlo tirado por allí, aunque pienso que esa venganza a base de manipulación y culpa es más cruel.
-Entonces me pondré a buscar lo que necesite -conozco infinidad de mujeres hermosas, manipuladoras y que cumplen el estereotipo de perfección, pero tomando en cuenta que se fijó en Okanao aun cuando el tipo no era homosexual, lo pone un tanto difícil- parece que sí -afrimo, aunque hay hombres que simplemente se dejan llevar por la curiosidad, y según mis datos él no se encontraba en una relación, el único en desventaja era Okanao- pero me encargaré de que se cumpla lo que deseas.

Sonreí ligeramente y me quedé justo donde estaba. Me gusta que se preocupe por mí. No es por la frase que lo siento, él realmente se preocupa por los suyos y se esfuerza por hacer de ellos personas eficientes. Es extraño que una persona pueda ser tan cruel y amable a la vez, tal vez por eso siempre me pareció interesante y maravilloso.
-Es verdad -me reí demostrando ahora más felicidad en mi rostro. Al principio era bastante inútil, y cuando me metía en problemas era él quien me daba un sermón, claro que también el jefe, que fue como un padre para mí, se encargó de corregir esa nefasta actitud mía- gracias a ti pude cambiar mucho. Realmente estoy agradecido con ustedes -alguna vez en el pasado les dije lo mucho que apreciaba todas las cosas que hicieron por nosotros, pero creo que nunca lo había dicho simplemente porque nació de mí y no guiado por alguna situación en particular.

Mi expresión cambió a una por sorpresa al ver sus manos. No es que no las haya visto antes, pero nunca me tocó sin tener los guantes puestos. Me acostumbré tanto a ellos que a veces olvido ese detalle, que en realidad para mí es insignificante pero para él no lo parece.
La sensación es áspera, y agaché ligeramente mi cabeza disfrutando de ese toque tan peculiar. Es diferente, todo en él lleva la contraria a lo que perfecto o aceptable pueda ser, y eso me tiene fascinado.
-No siento asco -me quité mis guantes también y los puse en el bolsillo de mi abrigo, y tomé con ambas manos las suyas que se encontraban empuñadas- por el contrario, nunca me habías tocado con ellas directamente -acaricié con la yema de mis dedos sus cicatrices- se siente como un símbolo de tu confianza. Es agradable sentirte más cerca.

-¿Lo harás? eres como el genio de la lampara- sonrío dulcemente, ¿Es tonto sentirse halagado porque alguien diga que te ayudará a destruir a alguien más? para mi es de las mejores cosas que he escuchado últimamente.
-Si los ancianos te escuchan decir eso, seguro se reirían. Seguro has escuchado esas historias de cuando recién llegue. Era realmente una molestia para todos.
Me río ante el recuerdo, es por eso mismo que acepte a ese niño en mi casa y le di me apellido, me recordó demasiado a mi mismo. Aunque claro, yo era un niño de orfanato sacado de una pesadilla que solo conocía una manera de vivir. El solo es un arrogante con complejo de damisela en peligro...

Dejo que tome mis manos, el tacto y la calidez de otra piel se siente tan bien. Se que podría parecer estúpido mis complejos sobre mi cuerpo. Pero desde pequeño, ese maldito... metió en mi cabeza la idea de lo hermoso que era y aunque lo odio por todo lo que me hizo, una parte de mi se sentía bien por saber que era hermoso. Sé que es patético, pero era mi consuelo.
Incluso era halagado en el clan por mi atractivo, pero un día mi piel se vio arruinada, incluso he perdido uno de mis ojos. Soy un remedo de lo que podría ser. Aunque supongo que esta desagradable imagen que tengo es lo que se acerca más a lo que soy en el interior.
-pero si son muy feas- digo en un intento de bromear cuando dice que no le dan asco.
-yo pensé lo mismo- saber que mi pensamiento no era tan errado me hace relajar un poco --se siente un poco raro tocar a alguien sin guantes- admito algo apenado. La verdad no es que pueda sentir demasiado, en muchas partes de mis manos el nervio terminó muriendo por la gravedad de las quemaduras, aunque aunque la mayoría de mis dedos siguen sintiendo con normalidad -me siento mucho mejor, sin duda eres la persona que puede ayudar a calmar mis enojos y tristezas- le agradezco entrelazando nuestros dedos, creo que estoy bastante emocionado de poder tocarlo sin la barrera que representan los guantes que siempre usamos.
El sonido de la lluvia es agradable, pero creo que la temperatura se ha vuelto un poco más fría. Y aunque no deseo irme, creo que lo mejor sería regresar a casa. No puedo solo comportarme como un tonto hombre herido. Tendré mi venganza, Mia se irá, pero más allá de todo eso, tengo que ser la imagen fuerte que el clan necesita. Si me muestro débil ellos podrían dudar, se comenzarían a sentir inseguros y no puedo permitirlo.
-creo que es hora de volver- creo que mi rostro expresa que no deseo hacerlo, pero no puedo solo evadir mi responsabilidad de ser una figura de autoridad.

Me reí por lo extrañamente tonto de su comentario. Este hombre tiene tantas caras que hacen de su persona algo encantador, y yo, como siempre, me sentí embelesado por ese cambio de humor y la dulzura con que puede soltar algunas palabras crueles.
-Para eso estoy, my lord -me sentí un muy estúpido inmediatamente después. No soy la clase de persona que hace esas bromas, y mi cara enrojeció todavía más por recordar quién sí lo es y que probablemente soné como él- sí, hablan mucho sobre ti y cómo te convertiste en un gran hombre. Me hubiera gustado también conocer esa faceta tuya.

Es agradable ver que se siente un poco más cómodo conmigo, y saber que me confía esas cosas del trabajo que a nadie más. Pero la satisfacción más grande proviene de estos pequeños momentos, cada uno de ellos guardado perfectamente en mi memoria.
-Yo creo que son varoniles -sus manos representan toda la vida que ha llevado. No lo conozco por completo, y a veces me siento ansioso por no saber el origen de sus pensamientos o esa incontrolable ira contra el mundo. Pero aún así, todavía tengo la oportunidad de tener pequeños ratos de intimidad- es agradable -seguí acariciando con la yema de mis dedos hasta que él deslizó los suyos entre los míos. Mi pecho reaccionó pero mi expresión no cambió mucho. Sé que no debo tomarle un segundo motivo a sus acciones. Me mentalizo cada día para convencerme que el origen de todo esto es por la manera fraternal en que él me ve. Duele un poco, pero esto es mejor que simplemente no tener nada- me alegra saber que en verdad puedo mejorar su humor, aunque a veces sea un poco imprudente con mis palabras -agaché la vista observando nuestras manos. Sin duda hoy pude hacer un bonito recuerdo, y este lugar se volvió más especial para mí- de acuerdo -solté un pequeño suspiro y lentamente alejé mis manos de las suyas, tomé su abrigo y lo puse alrededor de sus hombros- tú también puedes resfriarte si estás mucho tiempo bajo el frío -su camisa se siente fría, también sus manos lo estaban al principio. Acomodé su abrigo también porque inconscientemente no quería perder el contacto entre nosotros, y después caminé un par de paso hacia el auto- espera aquí, iré por el paraguas y vendré con él -sé que es un hombre fuerte que no enferma fácilmente, pero aún así siempre me ha gustado cuidar de él como él lo ha hecho conmigo.

Su respuesta me saca una sonrisa, es raro ver ese tipo de reacciones en él, pero luce encantador cada vez que se relata un poco conmigo. Es menor que yo, pero casi siempre es tan serio y responsable, a veces me hace creer que yo soy demasiado inmaduro a su lado.
-pues era muy parecido a mi adorado hijo- digo con un poco de sarcasmo en mi voz, porque aunque hay similitudes entre nosotros, yo era casi solo un niño y él solo luce como un niño.

Supongo que el tiene un poco de razón, pero dudo que a cualquiera de mis parejas le resulte erótico, sentir una caricia con estas manos.
-si, realmente lo es- digo algo fascinado por las escasas sensaciones que siento, pero por poco que sean, se siente realmente agradable.
-Eres de las pocas personas de quienes tolero ese tipo de palabras, si no lo hicieras, creo que cometería demasiados errores. Aunque no negaré que nunca quiero escuchar lo que me dices, pero gracias de todas maneras- no soy de los que aceptan sus fallos con facilidad, puedo reconocerlos para mi mismo, pero decirlo a otra persona no es para nada normal en mi.

El coloca mi abrigo sobre mis hombros, a veces creo que me cuida de más, se supone que el hermano mayor soy yo, pero  cuando hace cosas como esta me hace sentir extraño. Se que siempre me cuida, pero no es lo mismo que me traiga un café y me pregunte si el clima del auto es adecuada, a que me ponga el abrigo para evitar que me resfrié. Creo que es el tipo de cosas que una madre hace.
-Siempre te tomas demasiado en serio tus responsabilidades- comento caminando para alcanzarlo -es solo un poco de agua- me detengo bajo la lluvia y extiendo mis brazos haciendo que mi abrigo caiga al suelo --cuando era niño, disfrutaba mucho de la lluvia, era como mi mejor juguete- le cuento, sonrío mientras muevo mi cabeza hacia atrás para que la gotas mojen mi rostro por completo -ves solo es agua- comento buscándolo con mi mirada. Estiro mi brazo hacia el para invitarlo a que disfrute de las frías caricias de las gotas de la lluvia.

Me reí porque no lo imagino con un comportamiento tan inmaduro e impertinente como el de Souta, aunque supongo que eso sucedió cuando era mucho más joven que ese chico.
-Me hubiera gustado ver eso, tú conociste mi parte más vergonzosa, es una lástima que no pueda retroceder el tiempo -me hace sonreír compartir pequeños fragmentos de su pasado. Debo ser un loco u obsesivo, ¿no? porque simplezas como esta me hacen feliz y siento que tengo un poquito más de él. Incluso pensarían que soy patético, pero la felicidad que eso me da compensaría cualquier mal comentario, porque en realidad es un gusto que nunca he dicho a nadie.

-Por nada -yo aprendí a ser paciente con el tiempo, y gracias a cómo me educaron no temo mucho admitir mis errores. No es que cometa muchos, pero si se trata de alguna autoridad mayor solo me queda corregirlo. Aunque si viene de alguien que me desagrada me causa demasiada molestia, pero eso no pasa muy seguido y por eso mi humor se mantiene estable. Antes gritaba y me enojaba con todos, en verdad que era una molestia.

Di un par de pasos hacia la lluvia y llevé mi mano a mi cabeza para cubrirme, sin notar que él venía tras de mí.
-No debería… -me quedé callado y detuve mis pasos a mitad del camino, y mi ropa comenzó a empaparse de inmediato. Se ve hermoso, y aunque esa extraña manía mía por mantener todo controlado quiere obligarle a ir al auto para que no se siga mojando, desisti completamente al ver su cara más feliz que hace un rato.
Sonreí y alcé la vista para sentir el agua igual que él, pero no me siento tan cómodo, y preferí mantener la mirada al frente. De todas formas, el verlo a él tiene más significado que sentir el agua en mi cara, sobre todo en la manera que ahora me llama- esto es una locura -suspire feliz y caminé para tomar su mano. Esto es más de lo que pude imaginar. Siempre me reprimo para no crear memorias falsas en mi cabeza, y pensaba que este tipo de sentimentalismo no pegaba mucho con él, pero, me equivoqué- eres impredecible -me reí más que las veces anteriores, porque estoy demasiado feliz. Quería que al venir aquí, olvidara un poco todo lo que le está pasando, sus responsabilidades, sus fallos amorosos o las personas que le hicieron daño. No sé si su cabeza está llena de eso o no ahora pero, a como luce, pareciera que solo es la lluvia y yo en sus pensamientos. Quiero abrazarlo, pero hay un limite para mi atrevimiento y en su lugar ajusté más el agarre de nuestras manos.

-Creo que por esa actitud es que muchos no me respetaban como lider- mi dedo indice toca un poco mi acostumbrado parche en el ojo, pues es el precio que pagué por la desconfianza del clan cuando me convertí en el líder.

Mi cuerpo se acostumbra poco a poco a la temperatura de la lluvia, y al tomar su mano lo jalo un poco para que quede frente a mi. Vuelvo a mirar al cielo y disfruto del momento. Al bajar la cabeza miro a Touji, está todo mojado, me gusta su cabello un poco largo, pero ahora se pega un poco a su cara, así que paso mis dedos por su frente para quitar un poco de su cabello. Bajo mis dedos un poco y miro ese tono rojizo en las puntas.

Touji es tan atractivo, recuerdo cuando llego al clan, me gustó la idea de tener a alguien a quien cuidar. Encariñarme con él fue muy fácil, y éramos realmente muy cercanos, yo le quería tanto que no noté lo imprudente que era en mis muestras de afecto.
-Cierra los ojos- le digo en ese tono de orden que esta muy arraigado a mi manera de hablar. Espero a que lo haga, y con un poco de temor mis desagradables manos acarician su rostro, como tratando de dibujar con mis caricias cada detalle de su rostro. Hace mucho que no ponía tanta atención en él, desde que mi Oyabun me pidió que fuera mas prudente con mis trato con otras personas en el clan, no era bueno que se notaran demasiado mis preferencias entre las personas del clan. En ese momento no entendía bien lo que quería decir, pero luego entendí que fue la primera vez que me insinuó que sería el siguiente líder.
-No los abras- tomo su rostro entre mis manos. Ahora no soy mas que solo un hombre despechado cautivado por la gran belleza de un hombre de más nombre corazón.
Siento sus labios mojados por la lluvia, están un poco frío, pero son tan suaves. Mi pecho se siente muy cálido y aunque tal vez es solo un pretexto, siento algo de alivio en sus labios. No busco un beso apasionado, solo un poco de consuelo, un consuelo que el no me brindará, pero aun así he decidido tomar. No se que hacer, no pensaba en lo mucho que podría disfrutar de esto. Creí que al ser Touji, el simple contacto me haría solo desistir y regresar a una actitud prudente, pero este suave y mojado contacto entre nuestros labios es lo que me basta ahora para no pensar en nada ni en nadie más. Mi mente esta en blanco y eso no pasaba hace tanto tiempo. Siempre estoy pensando en alguien, en lo que debo hacer o como hacerlo, pero ahora solamente soy yo, besando a alguien muy especial bajo la lluvia.

Nunca he disfrutado de la lluvia particularmente, tampoco me molesta. Simplemente es un estado del clima como cualquier otro. Cuando se trata del trabajo prefiero tener un día soleado, y cuando deseo descansar pienso que la humedad que la lluvia trae consigo, es perfecta. Sin embargo hoy es completamente diferente. El lugar, el clima, las circunstancias también influyen en que todo parezca diferente. No quiero pensar si en verdad lo es o el significado que hay detrás de cada cosa. Simplemente es agradable hacer algo espontáneo junto a la persona que más quiero.

Cerré los ojos porque resultaba un poco molesto sentir el agua escurrir de mi frente a mis pestañas, pero los abrí cuando él tocó mi cabello, fue una sorpresa. La sensación de antes se hizo más intensa, e inevitablemente mi corazón comenzó a latir más rápido.
-¿Eh?. Ah, de acuerdo -intenté ignorar mi cada vez más acelerado corazón, e hice caso tratando, con todas mis fuerzas, no buscar ese significado especial que tanto anhelo. Trato de concentrarme en el ruido de la lluvia y así apaciguar mi ritmo cardiaco. Quiero poner mi mente en blanco y no dejarme llevar por esas cosas que hasta ahora he suprimido. Tampoco quiero pensar en algo negativo. Nada, simplemente estar aquí a merced de lo que quiera- no lo haré -mi voz suena como siempre, pero en cuanto toca mi rostro con sus manos ásperas y desnudas, mi estómago siente un peso como hace mucho no lo hacía. Y luego va hasta mi garganta y baja de nuevo hasta mi pecho.
Sus labios cálidos mezclados con el frío de las gotas de agua me provocan una sensación inexplicable en el pecho, y cerré con más fuerza mis ojos, apretando entre mis dedos la tela de mi pantalón. Necesito calmarme, pero ese gesto tan inimaginable me hace, por un momento, no querer ignorar tales sentimientos. Y querer un porqué, y desear más. Pero me quede quieto por miedo. Como siempre, un gesto sencillo es suficiente para mí y espero que tome solo la parte que él desea.
Mis labios temblaron un poco, me arde el pecho y las mejillas también.

Cuando se alejó de mí relamí mis labios por inercia. No quiero verlo, creo que estoy flaqueando un poco y temo que note en mi mirada todo lo que me he esforzado por ocultar.
-Shinya... -su nombre salió de mis labios sin querer. Soy yo, y él aquí. De una manera que ni siquiera intenté imaginar. Estoy feliz por ello, y también duele un poco, porque por más que intento no pensar, aún así una parte de mí sabe que esto no está pasando simplemente por ser yo quien lo acompaña.