haircut [Kim Ha Neul]

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy no tengo citas en el estudio, he decidido tomar este día para descansar, porque llevo un rato trabajando todos los días y necesito un descanso. Me gustaría dormir todo el día, pero el sonido insistente de mi celular no me lo permite. Al mirarlo veo que es de un número desconocido, aun así contesto. Es la voz de una chica, parece ser una cliente que tuve ayer, vino con unas amigas suyas a tatuarse. No comprendo bien como ha conseguido mi número, pero inicia preguntando cosas sobre el cuidado para su tatuaje, pero al final me agradece y sugiere que un día podríamos salir. Le he contestado repitiendo las indicaciones de siempre para que cuide su tatuaje y no rechazo su oferta de salir. Es guapa, pero no me interesa salir con una chica que a conseguido mi número de esta manera, salir con ella debe ser como atarse una soga al cuello uno mismo.

Salgo de  mi habitación, hay mucho silencio en la casa, y me asomo a la habitación de mi hermano, pero no está. Supongo que debe tener algo de trabajo. Voy al refrigerador y veo un paquete de comida china.
-podría comer esto- tomo la cajita y al abrirla para oler si aun sirve me doy cuenta que no es así. Con un gesto de asco la tiro a la basura -mmm no hay nada, creo que tendré que pedir algo - me digo soltando un gran bostezo. Mientras camino pensando en lo que podría pedir para comer algo. Ya es un poco tarde, he dormido toda la mañana, y lo seguiría haciendo si no me hubieran despertado.
Escucho el timbre sonar, mientras camino a la puerta voy recogiendo mi cabello y abro cuando estoy listo.
-¿si?- pregunto a la persona que veo al abrir la puerta.

Ziba:

Al menos las cosas están bien, tal vez solo imaginé que ellos parecían tensos. Conozco a Aine, a Ziba nada, y menos su relación entre ellos. aunque por cómo se expresa Aine de él parecen cercanos. Y eso me hizo sentir alivio.
-Me alegra -me quedé sentada y lo vi moverse. Agache la vista pero sonreí, pensé que iba a ignorarme porque sus respuestas fueron cortantes, pero creo que solo estoy susceptible a todo lo que hace, porque obviamente me interesa, aunque yo no sé si a él del mismo modo. Puede que no sea como todos los demás y en verdad le guste.
Mi cara se sintió caliente y cerré los ojos para corresponder su beso. Es menos intenso que los anteriores, pero mucho más significativo para mí. Soy como cualquier chica que ama las cosas dulces y románticas, a pesar de que los hombres suelen gustar de cosas más casuales y sin tanto rodeo, este gesto me ha parecido lindo.
-¿Te irás? -pregunté con obvia decepción en mi voz- no es necesario, esta es tu casa, y es algo que yo pedí a Aine -sonreí y luego me moví a donde él quería. Esta posición es más vergonzosa, aunque no creo que más que estar abajo de él, pero en este momento estoy más consciente de lo que hacemos. O eso creía, porque mientras me besa voy perdiendo el miedo. Hasta terminé sentándome sobre sus piernas y poniendo mis brazos alrededor de su cuello. No abrí mis ojos entre besos, porque ya estoy lo suficientemente avergonzada como para mirarlo.

Al separarnos lo miré y sonreí. Me siento emocionada, y me gusta la sensación de ilusionarme nuevamente. Me gusta pero… tal vez no todo vaya como espero. Pero al menos pude sentir esa atracción, emoción y alegría nuevamente. Estaba casi desinteresada por todo lo que pasó, y ahora siento como si en verdad pudiera superarlo.
-Me preguntaba… me preguntaba si podrías darme tu tarjeta para consultar el precio sobre el tatuaje -¿cómo no se me ocurrió antes? Aunque seguro no le llamaré ni mucho menos mandaré mensajes, pero ya tengo la excusa para verlo- cuando decida, claro -estoy tratando de no ser muy intensa pero es un poco imposible.

Como lo esperaba ella dice que no vaya, es ese tipo de persona. Aunque no tiene motivos para quererme lejos más que el de poder estar concentrada en lo que hace en lugar de el tipo que no deja de mirarla.
Cuando se acomoda encima de mi, le vuelvo a quitar sus lentes, aunque esta vez sin preguntar.

Nunca había estado con una chica de esta manera, solo jugueteando un poco, mucho menos con una mujer que está en mi casa.
Ella se separa de mi, miro sus húmedos labios mientras habla. Está debería ser la señal de que me detenga, está pidiendo mi número y luego de estar besándonos dudo que pueda ser solo para preguntar por lo del tatuaje, pero, solo asiento, estiro un poco mi cuello y toco con la punta de mi nariz, la nariz de ella, en ese gesto busco hacerla mover un poco la cara para poder volver a besarla.
-No tengo tarjetas, pero te daré mi número- esto ya está muy lejos de como debería ser, pero más que preocuparme por cosas sobre si debo o no darle mi número, o sobre si es hora de huir, yo solo sigo deseando besarla.
Con mi brazo derecho rodeo su pequeña cintura en un abrazo para evitar que se aleje de mi, mi otra mano acaricia delicadamente su cuello, bajando a quedar en su hombro. Comienzo a recorrer con las puntas de mis dedos el borde de su escote, es bastante alto, así que apenas y logro tocar la piel bajo su clavícula. Mis dedos se mueven de regreso hasta su hombro y busco bajar la manda de su blusa para dejar la piel de su hombro descubierta. Dejo sus labios por un momento para besar su hombro -cuatro, nueve, nueve dos- digo los primeros números entre besos en su hombro -ocho, uno, ocho, cinco, cero- sigo dando los números de la misma manera subiendo un poco por su cuello -tienes que aprenderlo- le digo como si fuera una condición y vuelvo a repetirlo un par de veces más mientras sigo besado su piel.

De nuevo Salem vuelve a aparecer y me separo de ella un poco y le sonrío a mi hermano.
-creo que ya te buscan- le aviso a ella. Mientras ella se levanta yo dejo caer mi cabeza hacia el sillón, de nuevo tengo una sonrisa que no puedo borrar, hasta que recuerdo que le acabo de dar mi número y miro un poco preocupado a Salem -Iré a mi habitación para dejarlos trabajar- rápidamente busco apagar la consola, tomo mi celular y me levanto para ir a mi habitación donde me dejo caer acostado, miro mi celular como si esperara ver algún mensaje de ella -creo que debo evitar a esa chica- me digo dejando caer mi brazo hacia un lado sin soltar mi celular.

Terminé de ordenar las cosas y acondicionar el tocador, es bastante amplio, y lo único que mantengo ordenado.
Salí por fin para llamar a Hana, y como esperaba los encontré en una situación incómoda. ¿Qué son estos dos, conejos?
-Ejem -mi voz sonó varonil y fuerte, y me crucé de brazos mirándolos desde el arco de la puerta. Ella no tardo en entrar a la recámara, y yo me quedé allí un par de minutos.
-No te vayas, de verdad quiero comer contigo, ¿ok? -y también quiero preguntar qué le pasa. Me siento preocupado, Ziba es mi única familia y la persona que está por encima de todo, por eso los comportamientos inusuales en él no los paso desapercibidos- ¿por qué no duermes un rato? A veces llegas muy tarde. Te despertaré cundo se vaya -le guiñé el ojo y me metí a la recámara. Ella parece lista, y es evidente que está feliz por lo que sea que hayan hecho.
-Vas a tener que lavar mi cara porque en la mañana me puse maquillaje -me encogí de hombros y me senté frente al tocador. Comencé a hablarle de algunas cosas del trabajo, o dando tips de la técnica que usaba y cómo podía hacerlo menos tedioso en cuanto al tiempo. Porque creo que es buena, pero a veces el que se tome su tiempo lo hace molesto desde la perspectiva de quien recibe.
Aunque ahora y entre plática todo se fue muy rápido, y realmente quedé feliz con el resultado.
-Me veo hermosa -dije tocando con cuidado mis cachetes y mirando mi reflejo- me gusta, me gusta. A veces Kara una demasiado morado, y lo odio -dije quejumbroso- es bueno que tú y las chicas estén ahí -me puse de pie y la ayudé a guardar unas cuántas cosas. No quería tocar el tema porque no es de mi incumbencia, y Ziba no es un niño- Hana -le pasé las brochas y luego me fui a sentar a la cama- ¿te gusta Ziba? -mi pregunta fue seria. Sé que ella terminó pésimo su última relación, y realmente quiero creer su versión y que el error fue esa otra persona y no ella- sabes que él es mi persona más importante, ¿cierto? -me puse de pie y le di una palmadita en la cabeza- no me haré responsable si te rompe el corazón. De hecho no quiero saber lo que hagan. Pero como hermano con pensamiento imparcial, si lastimas a Ziba me enojaré mucho contigo -esta vez fui más serio. Puede que ella sea la que termine llorando, Ziba no es de relaciones serias y ella… es la típica mujer que se ilusiona rápido. Pero ya está en ellos aclarar la naturaleza de su relación- bueno, igual y no se vuelven a ver -le mostré la lengua para molestarla y su puchero me pareció gracioso- como sea, te pediré un taxi para que no vayas cargando, y ya que te hice esperar pagaré la mitad. ¿Por qué no vas a despedirte de Ziba? No seas mal educada, yo sacaré tus cosas a la sala.

Marqué al servicio de taxis y luego saqué sus cosas como acordé. No tardé mucho, y grité para que ambos salieran.
-Zibaa, llévala abajo, estoy cansado -me quejé en voz alta y cuando se fue, yo me metí en su cuarto. Me quité las pantuflas y me senté en su cama, y cuando regresó sonreí y di dos palmadas sobre el colchón- ven, ven, vamos a hablar un poco -me recosté en la orilla para que él se acomodara junto, como cuando éramos pequeños- ¿qué pasó contigo hoy? -mi vista quedó fija en el techo- es la primera vez que te veo reaccionar así por una mujer -con él no tengo filtro. Me siento mal por haber amenazado a Hana, y casi le hago ver que Ziba se portó diferente con ella, pero al final también fui un poco idiota.

No sé si mi corazón acelerado es por los besos, por nuestros cuerpos muy juntos o el hecho que aceptó darme su número. Ya he pensado en qué forma podré abordarlo,  y cómo podría no verme tan desesperada por llamarlo. Aunque no me importaría hacerme un tatuaje, pero ya tengo uno por causa de un hombre. Sin embargo realmente creo que tiene talento.
Sentí un escalofrío cuando tocó mi cuello. Cerré los ojos mientras nos besábamos, y él delineaba con sus dedos la poca piel que se asoma por mi ropa. Tengo miedo, pero también me siento ansiosa. Y me quedé quieta dejando que él tocara donde quería, absorta en el caliente choque de nuestras lenguas.
No comprendí cuando comenzó a hablar porque estaba todavía en trance, pero cuando terminó supe que me estaba dando su número. ¿Así nada más? Cerré los ojos y apreté los labios, no puedo concentrarme si sigue besándo mi piel.
Cuatro, nueve, nueve, dos, ocho, uno, ocho, cinco, cero . Así repito en mi cabeza una y otra vez. Al principio es complicado, pero después de repetirlo tantas veces en mi cabeza, los números aparecen por sí solos.

Asentí y me puse de pie, inmediatamente me metí a la recámara de Aine, y comencé a teclear en mi teléfono el número que me había dictado.
-Cuatro, nueve, nueve, dos… ocho, uno… -me quedé pensando un rato- ocho, cinco, cero -sonreí y guardé el contacto en mi teléfono. Me siento una tonta muy feliz.
Aine regresó y dejé mi móvil dentro de mi bolsa. Él no dijo nada, solo sonrió como siempre. Y yo evité tocar el tema, porque no sabría que decir a sus preguntas. También me sirvió para concentrarme en lo que se suponía venía a hacer, y poco a poco mediante la plática sobre otras cosas, pude tranquilizarme.

-¿Qué opinas del nuevo difuminado? Honestamente no me gusta cuando te ponen demasiada sombra en los ojos, por eso pensé que usar colores más tenues se vería mejor -quede satisfecha con el resultado, pero mi sonrisa se volvió una cara avergonzada cuando por fin preguntó sobre su hermano- sí… -no lo dude, y negarlo sería estúpido luego de cómo nos encontró. También asentí a su segunda pregunta, me siento un poco acorralada. Apreté los labios y baje la mirada. ¿Por qué dice eso? ¿Es esa clase de persona? Tampoco es como si yo la fuera a traer contra él si pasa algo. Pero al menos es sincero, aunque no me gusta nada su perspectiva y las medidas que dice tomará- está bien, no tengo intención de jugar con él -aunque igual y él sí, y es bastante injusto que solo yo sea amenazada, ¿no?
Fruncí el ceño e hice un puchero, Aine no ayuda en nada.
-Idiota -no sé cómo tomar lo que dijo, porque ahora sugiere que vaya a despedirme. Tal vez solo quiere que no termine quejándome con él sobre su hermano, pero entonces si yo hago algo mal va a reprocharme… esto no es bueno, ya sabía pero… sigo sin arrepentirme- iré -saqué una de las bolsas y la puse cerca de la puerta, y luego caminé hasta su recámara, lo supe porque la puerta estaba abierta- ¿estás despierto? -hablé bajito, y me acerqué cuando vi que no lo estaba- amm… -desvié la vista y sonreí, me siento muy avergonzada, pero es peor haberme ido sin decir nada- me voy, Aine me dijo que me despidiera… y yo quería hacerlo -¿debería besarlo? Pues ya lo hicimos muchas veces, una más no creo que haga diferencia. Me senté en la cama y cuando se acomodó a mi lado me acerqué a darle un beso en la mejilla, pero terminé besando sus labios. Y de nuevo fui a sus labios para darle un beso más profundo, pero se vio interumpido por la voz de su hermano. Me reí y me puse de pie, él me ayudó con las bolsas y me despedí y agradecí a Aine.
-Cuídate -le sonreí y me despedí de él para por fin irme. Es mi día libre, podría haberme quedado pero tampoco quería aprovecharme de la situación más de lo que ya lo hice. Aunque voy sonriendo como idiota, creo que llega iré a contarle a mi hermana y ella me regañará.

Salem me ha pedido que no me vaya, así que lo mejor será no hacerlo. Tengo que disculparme por la manera en que lo trate. Como lo ha dicho, me acomodo en la cama con intención de dormir, debería ser algo sencillo, pero no lo consigo, doy vueltas en la cama. Al menos luego de un rato comienzo a sentir como el sueño comienza a llegar, aunque no me duermo del todo.
Escucho una voz. Me giro con pereza para mirar a la puerta, es ella. ¿Qué hace aquí?
-si- le contesto somnoliento tallando mis ojos -ah, ok- ella dice que se va, pero se acerca y se sienta en la cama, y yo también lo hago mientras suelto mi cabello pues al estar acostado se ha vuelto un desastre. Creo que solo debería aclararle que no busco nada como una relación. O al menos ese era mi plan hasta que ella se acercó a besarme, y luego lo hace de nuevo. Yo no la rechazo, creo que no se como hacerlo y se me olvida lo que planeaba decirle.
Se escucha la voz de Salem diciendo que acompañe a Hana.
-Vamos- le digo a ella para que salgamos, mientras camino para salir de mi habitación, voy peinando mi cabello con mis dedos. Tomo algunas de sus cosas para ayudarla. Mientras el taxista ayuda con sus cosas yo la acompaño a la puerta del taxi y si, hago lo que parece no puedo evitar, la vuelvo a besar -cuídate- Sin muchas ganas cierro la puerta del auto, y hago un ademan de despedida y me quedo cruzado de brazos mientras el auto se va. ¿Por que me quedo esperando a que se vaya? rasco mi cabeza en un gesto frustrado mientras regreso al departamento.

Al regresar me quito las botas y voy a buscar a Salem que está en mi cuarto, hago una mueca cuando me dice que vamos a hablar.
-Salem, lo siento, no quería hablarte así, pero no se que me pasó- admito sentado a su lado, pero me recuesto, no puedo hacerlo, me siento ansioso --Todo iba normal, pero ella parecía aburrida, así que la invité a jugar. Luego me golpeo- me río recordando eso -y luego comenzó a cuidarme, su cara estaba todo el tiempo roja, y cada cosa que hacia la notaba mucho más, así que la besé y luego no quería detenerme- giro mi cabeza para mirar a mi hermano --le di mi número, ella lo pidió y yo solo se lo di- creo que mi cara demuestra lo confundido que yo mismo me siento -sabe donde vivimos, trabaja contigo, es muy diferente de las chicas que me gustan. Hay tantas cosas mal en esto, y aun así siento como mis labios quieren sonreír cuando pienso en lo ocurrido- con mis dedos indices pico mis mejillas como evitando que se forme una sonrisa en mi cara.

-Me asustaste, idiota -me reí nervioso. Nosotros no peleamos mucho, Ya que somos honestos entre nosotros, no tenemos muchos desacuerdos que lleguen al grado de crear un conflicto, por eso hace un momento me sentí un poco mal, aunque solo es por la poca costumbre que él me hable así- pero tampoco es como si hubieras hecho algo malo, así que olvídalo -no me pondré delicado, además él parece preocupado, y mejor escucharlo y ayudarle a aclarar su cabeza que crearle más conflictos- ¿por qué te golpeo? -me senté sobre la cama. Ahora que lo noto, tiene lastimada en la mejilla- espera, ¿cómo es que la besaste luego de que te golpeara? -me reí- pero ¿estás bien? -dejé que continuara su relato. Parece algo simple la situación, pero para él es diferente de lo habitual. Y comprendo, porque nunca le daría su número telefónico a una chica que recién conoció y da señales de no querer solo algo físico, mucho menos trae mujeres a casa o se ha acercado a alguna de mis amigas- hmm… -torcí la boca y levanté mis piernas para abrazarlas- ¿no es eso como amor a primera vista? -ladeé la cabeza confundido. Para mí sería simple aceptarlo- ¿ella qué dijo al respecto? ¿Solo se dejó? ¿Así nada más? -Hana es muy seria en el trabajo. Es amable y habla con la mayoría, pero se toma su distancia. Incluso conmigo tardó en hablar más a fondo, solo nos hicimos cercanos desde que comenzamos a hablar sobre nuestros hermanos.
Me acerqué para ver el golpe en su cara y pasé mi mano por su mejilla. Me emociona que se enamore, pero si para él es una carga, no me hace tan feliz.
-¿Quieres que te dé su número? -de nuevo abracé mis piernas, y recargué mi cabeza en mis rodillas- realmente no es tan malo, ¿o sí? Le gustas, te gusta, puedo vigilarla en el trabajo si quieres -le mostré la lengua. No puedo evitar pensar lo feliz que sería si Sora estuviera así por mí, o haber avanzado así de rápido. Sonreí solo por recordarla. Y de nuevo estoy como idiota pensando en una persona a la que no le intereso.

Me muestro arrepentido de manera genuina, Salem es la única persona que jamás me ha tratado mal, él era mi consuelo y lo que me ayudaba a soportar el trato de nuestros padres y me siento realmente idiota por la manera en que acabo de actuar solo por una chica.
-Claro, solamente fui un poco idiota- digo con sarcasmo.
Toco cerca de la zona donde me duele.
-Se emocionó y…- trato de imitar el movimiento que ella hizo cuando se emocionó por estar jugando -No inmediatamente, ella me puso hielo, me dio una pomada… luego tenía las manos frías y se las tomé para calentarlas- me escucho contar la historia y parece un poco tonto todo -Si, no duele tanto, pero ya sabes, tengo piel sensible, así que dejó marca- explico para que no se preocupe, porque no ha sido para tanto.
Hago un gesto de desagrado por lo que dice, ¿amor a primera vista? eso es absurdo, completamente irreal.
-ja, deja de bromear- apoyo mis manos en el colchó y dejo caer mi cabeza hacia atrás -le pregunté si quería que la besara, dijo que si, y la besé. Y luego nos encontraste- no me cuesta contarle las cosas con detalles a Salem, es mi hermano y mejor amigo, es en quien más confío -supongo que es una chica bastante liberal, aunque al comienzo no lo parecía - no sabría de que otra manera definirla, aunque tiene un toque inocente que hace que no cuadre del todo con esa imagen.
-¿su número? no, yo no- suelto un suspiro, me subo bien al colchón para apoyar mi espalda en la pared y miro a mi hermano -¿vigilarla para que? tú sabes que yo no soy de los que tienen novia. Digamos que tal vez y solo tal vez he sentido algo como un amor a primera vista, eso puede cambiar en cuanto la conozca más, ella y yo somos demasiado diferentes, aun si yo aceptara intentar algo, obviamente va a terminar mal- ¿soy una persona pesimista? yo prefiero pensar que soy realista, pero creo que si, tengo cierta inclinación hacia el pesimismo en muchas cosas.

No sé si lo note, pero la manera en que lo cuenta es incluso tierna. Ziba es algo bruto, siempre dice lo que piensa no porque no tenga tacto, sino porque así lo quiere. Ahora se escucha adorable, pero si le digo creo que me golpeará, ya está lo suficientemente impactado.
-No bromeo -sonreí y lo miré a los ojos- el enamoramiento es así de rápido, solo sucede sin aviso. Sigues siendo humano, sabes -me burlé un poco de él. Tiene demasiado control de sí mismo que esto lo tomó por sorpresa. A mí también, aunque deseaba verlo reaccionar a alguien, no estaba preparado, porque soy un pésimo consejero y quiero hacer algo por él- yo tampoco imaginé a Hana así -comencé a acariciar y jugar con mi cabello- pero definitivamente le gustas.

Todo esto es muy confuso también para mí. Creo que complica demasiado algo sencillo, pero entonces recuerdo cómo me sentí y lo entiendo. Pero sería más fácil si lo acepta, porque ¿qué más puede hacer? Olvidarla… supongo que también. Yo no supe cómo olvidar a Sora, y solo la deseé hasta el punto que me siento totalmente hundido.
-Probablemente pero… -tampoco puede asegurar que ella quiera algo serio, porque supuestamente no tenía interés en hombres y entonces pasa esto- ahh -solté un fuerte quejido con pereza- pero entonces, ¿qué vas a hacer? Si fuera cualquier cosa lo olvidas y ya, eres así. Además no sabes si eso pasará, puede que funcione -sonreí y comencé a hacer círculos en el colchón- ¿no te parece emocionante? Pensar en alguien y sentir cosquillas en el estómago. Recordar sus labios, o su sonrisa. O su cara sonrojada -mi sonrisa se ensanchó más, me recosté y estiré las piernas- ¿no te agrada esa sensación?-me tapé la cara con ambas manos y comencé a hacer ruidos extraños mientras rodaba en la cama, y no paraba de sonreír. Cuando por fin me calmé me giré hacia él- no está mal confiar en otros, Ziba. Además no importa qué, yo sigo aquí -le sonreí y llevé mi mano a su cabeza para acariciarlo con brusquedad- mi pequeño bebé está creciendo -hice un ruido similar al llanto. Me siento emocionado y ni siquiera soy yo quien lo vivió.

-Siempre he preferido la atracción animal que el enamoramiento- contesto a sus burlas, él parece emocionado por lo que me está ocurriendo -Bueno, si, creo que le gusto, no sé porque lo sospecho- comento con sarcasmo, y aunque me siento curioso he logrado no preguntar sobre como es ella, que si no coquetea con los hombres en su trabajo o cosas por el estilo. Ya de alguna manera Salem me ha dejado claro que esto no es algo que ella haga, y eso es peor, porque entonces esto es algo que se sale de lo normal para ella, algo que tendrá tal vez mayor significado del que debería.

-tu has estado en mas relaciones que yo, dime ¿has estado en una que funcione?- obviamente se la respuesta, hasta ahora no le ha ido bien en ese aspecto, así que lo miro con cara que dice “no va a funcionar, porque nunca funciona”.
-No, no lo es, es más como una carga- pero por un momento muy pequeño me atrevo a recordar las cosas que le menciona y sonrío -no, no me agrada, tal vez se siente un poco bien, pero luego es raro descubrirme pensando o sintiendo cosas así- resoplo un poco cansado.
Muevo la cabeza para cortar ese tosco gesto de cariño.
-solo tengo que confiar en ti, no necesito a nadie más para eso- digo peinando mi cabello con mis dedos -bobo- le digo empujándolo con la pierna como intentando hacerlo caer de la cama -Mejor comamos, compré comida chica- me levanto de la cama para ir a la cocina y calentar las cosas. Mientras comemos, él me sigue molestando con Hanna, creo que me tendré que acostumbrar a estas bromas. Me pregunto cuando me va a llamar, tal vez vernos de nuevo no sería tan malo, y mejor si es en un lugar donde Salem no nos interrumpa.
A pesar de todo, no logré sacar a esa chica de mi cabeza, y me he entretenido trabajando un poco en papel.

Hana:

Veo el resultado y sonrío, no es el tipo de trabajos que suelo hacer, pero no he podido pensar en otra cosa para crear.
-Salem nunca te tiene que ver- digo al a hoja, porque sin duda va a insistir más con eso de que me he enamorado.