Where is my mind? *Ian*

No puedo dejar de llorar en el taxi, no es un llanto descontrolado con sollozos. Solo no dejan de salir lágrimas de mis ojos.
-Pasó que soy la peor persona del mundo al parecer- comento con una risa herida.
-Quiero tomar mucho- le digo a Ian bajando la mirada. Ni siquiera escucho la dirección que da, ahora eso me importa muy poco, solo quiero estar lejos. Pero al menos esta vez no estoy sola, el abrazo de Ian se siente tan bien.

Me quedo abraza a él, no me importa cuanto tarda el taxi en llegar a donde sea que vamos, solo lo suelto cuando bajamos. Ni siquiera me molesto en ver donde estamos. Me da igual si conozco el lugar o si estoy perdida.
-¿Por que Kajsa? - me siento tan enojada, hasta ahora podía soportar tener que dejar lo que sea porque. Me quedo en silencio de nuevo por un rato y solo dejo que Ian me lleve a donde sea que vamos.
-Hoy le grité- digo riendo un poco mientras limpio mi cara, ya no quiero seguir llorando, justamente por cosas como esta es que no me quería enamorar, que ponía mis ojos en personas que no podían amarme y que no sería nada más que algo casual o algo imposible.

Ella fue llorando todo el camino, pero como siempre, lo hace de una manera callada, como si se contuviera aún cuando su cuerpo no le obedece.
-No digas eso, enana -la abracé más fuerte y me quedé pegada a ella durante el trayecto a casa.

Cuando llegamos, la ayudé a bajar y subir a mi departamento Ella no se ha quejado u objetado cobre esto, pero siento que estaría más cómoda si nadie la ve al momento de desahogarse. Y siendo menor de edad, no puedo arriesgarme a que nos vean juntos y que esté en estado de ebriedad.
-Ya era hora -la felicité y le acaricié la cabeza con una de mis manos, laotra está sosteniendo su mano. Entramos a mi departamento y encendí la luz. Hay muchos papeles en la mesa del centro, pero no creo que eso le preocupe ahora- sabes, puedes llorar todo lo que quieras -me senté a su lado y puse su cabello tras su oreja- no tienes que soportarlo en silencio, y si quieres maldecir a alguien, sácalo tan fuerte como quieras -aflojé mi corbata y recargué mi espalda en el sofá. Ni siquiera sé si tengo alcohol, he disminuido mi consumo- bien, revisaré el refrigerador -me levanté y fui a la cocina, y noté que solo tenía dos latas de cerveza. Claro, era obvio. Las tomé y regresé a la sala- ¿puedes poner esa pila encima de los libros? -una vez que desocupó, puse las latas sobre el espacio desocupado- es lo único que tengo -me reí- ¿como te sientes? -llevé mi mano a su cara y acaricié su mejilla. No debería hacer esto, ni siquiera pude hablar con Sora. Pero no voy a dejarla sola.

Room:

Su abrazo es muy reconfortante, no estoy segura de porque, tal vez porque es la primera vez que tengo a alguien que me hace sentir apoyada, o puede ser que solo se trata de Ian y no podría sentirme así con el abrazo de nadie más, es la única persona que realmente me conoce más allá de la chica que siempre está jugando.

-No me gustó hacerlo- cubro mi boca con mis dedos como deseando que así esas palabras que dije regresaran a mi boca.
No sé donde estamos, hasta que entramos por la puerta, parece ser su casa. Supongo que tiene sentido, porque no se me ocurre otro lugar para estar. Me senté en el sillón y sonrío por lo que dice -En realidad no quiero seguir llorando, mi maquillaje se arruina- de nuevo trato de bromear, es como una necesidad hacerlo para intentar demostrar que no estoy tan mal. Pero lo siguiente que me dice, solo me hace volver a derramar lágrimas, pero como parece ser mi costumbre, solo me mantengo en silencio.
El va por algo de tomar, cuando regresa le ayuda en lo que me pide y me vuelvo a sentar -mal…- tomo la lata de cerveza y cierro mis ojos cuando acaricia mi rostro -¿a quien puedo maldecir? ¿a mi hermana por elegirlo? por ser la que siempre ser la única que puede ser feliz- no puedo evitar coraje en mis palabras y eso me hace sentir peor -ella es la única que siempre se preocupa por mi, y ahora me enojo con ella por algo que tal vez ni siquiera sabe. Para ser la mayor, es demasiado inocente - sonrío al pensar en ella -Sabes, yo realmente no soy tan buena persona, no sé en que momento empecé, pero me gustaba demostrar que era mejor que ella. Cada vez que la superaba ella solo sonreía y me felicitaba. ¡Soy una persona horrible!- exclamo sollozando, está vez no puedo mantener mi llanto en silencio.
Destapo mi cerveza y tomo de ella tanto como puedo y la dejo en la mesa, me quito mis zapatillas y subo mis pies al sillón para abrazar mis piernas, recargando mi cabeza en mis rodillas. Solo me quedo así, y me muevo solo para tomar mi cerveza hasta que se termina, realmente no me dura casi nada.
-deberíamos jugar algo, ¿tienes cartas, dados algo?- pregunto sin mucho entusiasmo, pero necesito distraerme en algo, odio los momentos de calma como este, porque realmente no quiero pensar en lo que ha pasado. No importa cuanto lo piense no hay manera de que pueda arreglar o cambiar las cosas.

Suspiré y con la manga de mi camisa limpié sus lágrimas, trayéndome un poco de maquillaje.
-No te culpes por eso, Karin. Creo que siempre has sido condescendiente con ella. Y sabes, ser ignorante tampoco es bueno. Es egoísta -ella siempre debe llorar por lo que su familia haga, y porque al final es su hermana la que se beneficia de sus lágrimas, indirectamente tal vez. Es por ello que no puedo sentir agrado. Sé que la otra chica no es culpable,pero me duele las cosas por las que debe pasar para que su hermana sea feliz.
Me quedé en silencio escuchando. Ella posee una inocencia de la que ni siquiera es consciente, a diferencia de mí, que soy un adulto malicioso.
-¿No te parece que está bien? -abrí mi cerveza y di un trago- cualquiera se siente bien superando a alguien más, demostrando sus habilidades. El ser humano naturalmente busca la cima. ¿Y tus razones son realmente malas? Porque el violín, la pintura… ¿no amas hacer eso? Creo que deberías sentirte bien porque tienes la capacidad para aprender rápido. Todo mundo espera que fracases, pero eres todo lo contrario -la abracé, y le acerqué mi cerveza- son las únicas que quedaban -dije sonriendo y me alejé de ella- te la daré solo por hoy, yo me haré un café al rato, estoy lleno.

Me levanté para traer una frazada y prendi el aire acondicionado. Es estúpido, pero no quiero ver sus piernas descubiertas y pensar cosas indebidas
-No tengo esa clase de cosas. Ni siquiera invito a nadie a pasar el rato aquí -Sora es la única que viene a verme, pero con ella solo cocinamos, vemos tv o tenemos sexo. Creo que nuestras actividades juntos son limitadas- ¿qué tal si platicamos otras cosas? Por ejemplo… ah -me quedé pensando en si debía mencionar lo de Sora, pero conociéndola, eso la hará sentir peor- ah, sí. Me regalaron un pase doble para un balneario, ¿quieres ir? Ya que me invitaste a esa cosa, creo que te hará bien cambiar de ambiente -¿por qué la invité a ella? Se supone que iría con Sora. Aunque la fecha límite se aproxima, y ella siempre está ocupada. Me siento incómodo por esto, no debería actuar tan libertino.

Suelto un suspiro, creo que porque Ian es mi amigo, ve la situación a mi favor, por mi encantada que sea de esa manera, al menos así no siento que mi animo baja tanto. De hecho el es él único hombre que ha limpiado mis lagrimas, ni siquiera papá lo ha hecho.
-Oh, no hables así de ella- me siento un poco culpable de influenciar en su impresión de algunas personas.

-tal vez no lo amo porque preferí dejarlo por hacer otras cosas y también superarla en eso- suspiro de nuevo, y con una sonrisa acepté la cerveza que me ofrece -seguro que con esta termino borracha- digo un poco sarcástica. Mientras él se aleja yo vuelvo a tomar. Lo noto cuando se vuelve a acercar, no tengo frío pero aun así acepto la frazada -¿nada? tú siempre tan aburrido- trato de bromear como de costumbre, pero creo que con los ojos llorosos no causo el mismo efecto. Lo miro expectante mientras sugiere algo para platicar.
[color:e664=9900ff]-¿en serio? si, ¿cuando?- la idea me agrada, quiero estar lejos de la familia por un rato, no sé como voy a enfrentar a esa mujer, me asusta que le cuente a Kajsa lo que dije, no quiero ni imaginarlo, porque Kajsa seguro se sentiría muy mal por todo eso, por eso prefiero mantenerla lejos de todos esos asuntos.
Termino acabando con la segunda lata, y me levanto para estirar las piernas.
-Oye, ¿me prestas una playera? usar este vestido es un poco incomodo, y seguro una playera tuya me queda casi igual- comento mientras intento quitar las cosa de mi cabello, pero termino enredándolo un poco, así que camino hasta él -ayúdame con esto también- le pido señalando la trenza en mi cabello.

Sigo caminando, ya que estoy mas tranquila pongo un poco más de atención a su casa, miro su televisión y la enciendo buscando algún canal de música mientras espero a que me presta una playera.

-Lo siento -le sonreí y dejé el tema de lado. No debo hablar mal de su familia, así que tal vez me guarde el rencor para mí mismo, ella ya tiene suficiente.

Solté un suspiro y la miré mal. No entiendo porque lo niega, me desespera un poco. Pero no puedo enojarme con ella, mucho menos ahora. Y no debería presionarla. Quién sabe, tal vez en un par de años que por fin pueda librarse de esa gente, haga todas esas cosas que ama.
-¿Tan poca tolerancia tienes? -me burlé- no soy tan aburrido, a ti te encanta estar conmigo -le guiñé el ojo y le entregué la manta. No voy a decirle que se tape las piernas, pero es bastante ancha, debería captarlo.

Ella luce emocionada por la invitación. No entiendo porqué si podría ir con quien quiera y cuando quiera, ella tiene muchos amigos, y no le cuesta mucho acercarse a nuevas personas.
-Pues expira en quince días, cualquier día antes de la fecha está bien -¿y ahora qué le diré a Sora? Entiendo que no sea celosa, pero que pase tiempo con otra chica no creo que le haga mucha gracia. Tampoco es como que vayamos a hacer cosas malas, solo… pues salir de la rutina, combatir el estrés, si- ¿no crees que te las tomaste muy rápido? -cuando se levanta no puedo evitar recorrer su cuerpo con la mirada, es muy guapa en general. Al principio se me hacía muy aniñada, ¿cuándo cambió eso? O tal vez me forcé a ignorarlo- ¿qué? -dios, esto no pinta bien. Definitivamente es malo- supongo que sí, ¿ya la quieres ahora? -tome su cabello con cuidado y comencé a desenredarlo. Es un poco tosca con ciertas cosas, pero al final pude deshacer el nudo- ya está -me alejé rápido para ir a mi habitación en busca de una playera. No quiero que use mi ropa, esto ya está cruzando el límite- debería llevarle un pantalón -tomé también una bermuda y salí de mi recamara para entregarle las cosas- puedes cambiarte en el baño -le señalé donde estaba y me fui a preparar una taza de café.

Sonrío por su disculpa, seguro que parezco una loca por querer quejarme de mi familia, decir cosas que no suenan tan bien, pero al final pidiendo que no hable mal.
-Lo siento, es que no estoy acostumbrada, ya sabes, nunca había hablado de esto con nadie- bajo la mirada porque me da pena decir esto -pero en serio gracias por todo esto, no sé que habría hecho sin ti- levanto la mirada y le sonrío agradecida, miro sus ojos por un momento y siento esa sensación que en el parque, pero esta vez no quiero actuar como si eso me asustara. Ian es guapo, creo que no conozco a nadie que podría decir que él no le gusta, ahora que lo acepto para mis adentros, creo que solo puedo seguir siendo su amiga y controlando esto otro que siento. Luego de este día, no estoy interesada en el amor, solo quiero regresar a ser como antes de querer a alguien para mi.

-Pero es porque nos complementamos, yo te hago ser menos aburrido y tú me haces ser un poco mas tranquila- digo casi con orgullo, pero si creo que es verdad, no se si tiene que ver con eso de que él es quien más me conoce y entonces puedo estar un poco más tranquila y no me tengo que esconder todo el tiempo entre bromas, risas y fiestas.

-pues tú dime cuando, eres el señor responsable y trabajador, vayamos cuando quieras- si fuera por mi saldríamos ahora mismo, no importa la hora ni nada de eso, es el tipo de cosas que yo suelo hacer -bueno, lo habría hecho más lento, pero no tienes mas alcohol… -es una pésima razón, pero es la verdad.
Asiento por lo de la ropa que le he pedido, la verdad no quiero estar usando todo el tiempo este vestido, no es la ropa más cómoda.
Me ayuda con mi cabello, por eso era mejor tenerlo corto, no requería tantos cuidados y ahora como que no me acostumbro a tenerlo largo, aunque hoy cuando me miré en el espejo me sentía bonita.
El me entrega la ropa y veo una bermuda y hago una mueca, me voy a ver mal usando eso. Miro donde está el baño, pero no voy a él, sigo a Ian pero no digo nada hasta que se gira para preguntar que quiero ahora. Me giro para darle la espalda y quito mi cabello con mi mano.
-Necesito que me ayudes- digo esperando a que me ayude con el cierre del vestido -Dime Ian, te pongo nervioso - pregunto para molestarlo mientras espero a que me ayude -es broma, se que para ti no soy ese tipo de chica, es más ¿sabes que soy chica?- le pregunto solo para dejar de lado mi pequeña broma.

Ella no debería disculparse tanto. Creo que soy muy insensible cuando de familia se trata porque no sé cómo apreciar ese vínculo, y con ella me gusta ser honesto, tal vez sone muy rudo.
-No exageres, no hice nada allí de todos modos, solo comer y tomar buen vino -además de escucharla no hice más. No puedo defenderla porque seguramente le ocasionaría problemas mayores. Pero si dice que sirve de algo, me siento mejor.

No me gusta como se escucha eso, porque tiene razón. Solo reí nervioso, pretendiendo que era un comentario sin importancia.
-No soy tan aburrido -hice una mueca. Antes era del tipo que no pasaba tiempo en casa y saltaba de cama en cama. Con los años me volví un asalariado del montón, pero desde que nos llevamos, de repente me hace salir de casa o ir a cenar juntos, mi vida se ha vuelto un poco más activa.
Saqué una taza limpia y la puse sobre la barra de la cocina.
-¿Ahora qué? -serví agua en la cafetera y prendí la estufa. A esta niña le gusta mucho molestarme, tal vez en venganza que yo lo hago todo el tiempo. Solté un suspiro y llevé mis manos a su cierre, pero me detuve y fruncí el ceño. No sé qué piensa al hablar de esa manera. Envolví mis manos en su cintura y la empujé para que comenzara a caminar hacia mi recámara. Abrí la puerta con una mano y le hice entrar conmigo pegado a su cuerpo.
-La pregunta es… ¿estás consciente que soy un hombre, verdad? -luego de susurrarle la solté y bajé rápido el cierre de su vestido- hecho -me di la vuelta y cerré la puerta de mi habitación al salir. Caminé a la cocina para revisar el café. Mi corazón está palpitando rápido. Pude limitarme a responder un no, o simplemente burlarme de ella. Pero me quedé en blanco y solo actué- qué idiota -tomé la bolsa de café y vertí un poco en la cafetera. Debo tratarla como la chiquilla que es o esto no terminará bien.

Siento sus manos en mi cuerpo y comienza a caminar empujándome.
-Wou wou woouu- exclamo en el recorrido hasta su recamara, es un poco rápido como pasa todo y siento como se pega a mi. Estoy bastante sorprendida, pero no hago nada para alejarme.
Me estremezco cuando hace esa pregunta, siento como mi vestido deja de estar ceñido a mi cuerpo y él solo se va. Yo me rio un poco divertida por la situación -oh si, sin duda lo puse nervioso- digo con alegría -¡claro que estoy consciente!- hablo fuerte para que me escuche, no he podido evitar de nuevo ese tono un poco burlón.

Me deshago por fin del vestido y me pongo esa playera que me ha prestado y veo con algo de desagrado esas bermudas. Resoplo un poco molesta, estoy acostumbrada a ser la chica sexy siempre que estoy con un hombre, pero Ian no es cualquiera, es mi amigo, así que termino usando también esa prenda extra que no pedí. Podría entrar en una sola de las piernas, me veo... ridícula. Tomo mi vestido y salgo con el en mis brazos. Camino al sofá y lo dejo a un lado.
-Este es el atuendo definitivo- le digo a Ian mientras me acomodo de nuevo en mi lugar -con esta ropa puedo matar el lívido de cualquiera, justo lo que necesito- no puedo controlar un poco de sarcasmo, ¿por que acaso no es el peor momento para sentirme poco atractiva? mi relación más seria, ha terminado porque, él debe casarse con mi hermana, y ella, es tan delicada y femenina -mi hermana, se veía muy bien hoy ¿cierto? admítelo, ¿te acostarías con ella? Claro, hipotéticamente hablando- me recuesto hecha bolita en el sillón como para protegerme de la respuesta que dará.
-ay no, ¿y si luego ella me habla del sexo entre ellos? supongo que podremos comprar experiencias- me muevo como si un gran escalofrío recorriera mi cuerpo.

Me reí al escucharla gritar. Mis conflictos internos no son nada comparado con lo que ella está pasando, así que escucharla tan energética me alegra.
Tomé mi taza de café y caminé a la sala, me senté en el sofá esperarla mientras le cambiaba a la TV.
-Te las pusiste -dije impactado, y empecé a reír fuerte por su aspecto. No es nada sexy, parece una chica masculina que va a jugar basketball- en efecto -me calmé y tomé a mi café- de hecho acabas de matar el mío -de nuevo llevé un poco de café a mi boca.
Su pregunta es incómoda, si digo que no, no me va a creer, porque sí, ambas son mujeres hermosas, pero creo que le haré sentir mal- sí, ¿quién no se acostaría con una mujer así de guapa? -me encogí de hombros para restarle importancia. Creo que soy la clase de hombre que se acostaría con casi cualquiera, sobre todo si es atractivo- deberías hablar con ella -dejé la taza sobre la mesa y me moví más hacia su lado- ¿piensas pasar tu vida conviviendo con el hombre que quieres sin poder tenerlo? -comencé a tocar su cabello- ¿y qué hay de él? ¿Acaso no le incomoda? -sé que quiere cuidar de su hermana, la quiere mucho al grado de ponerla por sobre ella- es por el bien de todos, ¿no? Aunque ya es decisión de ustedes -aún así yo estaré aquí si ella está triste, es mi papel en su vida.

Le cambié de nuevo a la TV, no quiero que se deprima, pero no soy la mejor persona consolando, a veces creo que más que hacerla sentir bien, pasa lo contrario. Creo que soy poco empático.
-¿Te quedarás a dormir? Yo dormiré aquí y tú puedes usar mi cama. Aunque ya dormimos una vez juntos -me reí. Aquella vez me sentí muy culpable, pero entre más nos conocemos y convivimos, voy dejando esa actitud paranoica atrás. Ni he mencionado lo de Sora- ahh... espera -me levanté para buscar mi teléfono y regresé a mi lugar. Comencé a escribir un mensaje para Sora. No me había cuestionado mi relación con ella en estos meses, no hasta que Karin comenzó a meterse más en mi vida.
Dejé mi celular a un lado, solo le dije que tal vez querría hablar sobre hoy, que me llamara cuando se desocupara.

Lo miro acusadora, porque creo que era obvio que lo haría, hay una fina linea en nuestra amistad, con cualquier otra persona no me asusta cruzar esa linea, pero él es muy especial.
-Ja, ja, que gracioso- digo con sarcasmo, acomodándome a su lado.
Sonrío por su sinceridad, es algo bueno de él, no me miente solo para hacerme sentir mejor y eso es agradable, por eso siento que puedo confiar en él.
-cierto, es muy guapa- suelto un suspiro resignada al aceptar la verdad -Pero ella no se acostaría contigo, así que me quedo tranquila- digo un poco burlona.
-no, sería mejor que no. Si le digo algo es capaz de cancelar todo- no negaré lo tentador que eso parece, pero no puedo aceptarlo, soy consciente que existen cosas más importante que mi primer enamoramiento -que dramático eres, hay muchos hombres, seguro puedo encontrar alguno que no sea el prometido de mi hermana- me encojo de hombros restando importancia al asunto. Solo no quiero que Kajsa sepa lo que pasó, mucho menos lo que dije, eso la haría sentir muy mal -Eso tendrías que preguntárselo a él. Pero oye, no me dijo que ya era su fiesta de compromiso ni nada de eso, ¿que habría hecho si yo no fuera la hermana de Kajsa? seguro no me iba a decir nada quien sabe hasta cuando- creo que poco a poco me enojo un poco más con Aaren por no haberme dicho. Yo misma rechacé algo serio entre nosotros por su compromiso, era mas que consiente de ello, al menos debió decirme -es un matrimonio arreglado, ¿crees que les importa el bien de nosotros?- lo empujo con mi hombro como creyendo que es demasiado inocente su manera de pensar.

-Anda, duerme conmigo, prometo no quitarme la bermuda- me meso dandole empujoncitos con mi hombro y termino dejándome caer recostada en sus piernas. Me quité que fuera por su celular, pero cuando regresa me vuelvo a acomodar en sus piernas, me acurruco tanto como puedo -hoy no quiero estar sola porque todo se volverá doloroso de nuevo- admito sin mirarlo, los ojos se han clavado en la pantalla de la televisión.

Me reí. No es que realmente lo haría, es su hermana, por esa simple razón no pasaría, solo consideré su físico.
-Eso crees tú, yo soy encantador -no me queda más que bromear al respecto, porque aunque intente ocultarlo, parece que realmente le duele hablar de ellos. No era su novio, pero luce muy herida, supongo que sí sentía algo por él- que ya era -recalqué- ¿no te molesta que te mintiera sobre estar soltero? No me digas que ya lo sabías -nunca me habló mucho de él, porque yo no quería que preguntara mucho sobre Sora. De alguna manera era muy incómodo- entiendo. Entonces solo sigan el show y ya. Es verdad que eres joven y cualquier hombre allá afuera estaría encantado de tenerte, así que tal vez no tengas nada de qué preocuparte… -sé que no es fácil, yo pasé por algo similar y entiendo el sentimiento, aunque no tuve un shock tan grande como el tener que verle la cara a mi rival de amores y que para variar fuera un cercano- ustedes los ricos son tan complicados -le di otro trago a mi café. Puedo decirle que luche por su amor y esas frases irresponsables, pero conozco los métodos sucios de esa gente, y de por sí su familia ya le complica un poco la vida.

La miré unos segundos. Me debato entre ser un buen amigo o ser un buen novio. Por sí sola, esta imagen ya es bastante comprometedora. Prestarle mi ropa, dejar que se recueste en mi regazo, dormir con ella, abrazarnos descuidadamente. Estoy consciente que esto no está bien.
-Si te digo que no, eres capaz de colarte al sofá por la noche -suspiré y acaricie su cabeza como de costumbre.
Le tomé por los hombros para que se sentara en el sofá, me quité los zapatos y subí las piernas al sofá.
-Ven -abrí los brazos para que viniera. No puedo decir nada que la haga sentir mejor, esta es la única forma que tengo para consolarla- los abrazos son buenos cuando te sientes solo -le sonreí. La entiendo, recordar esa sensación de pérdida es horrible. Y también está el hecho de que verla tan decaída me puede más de lo que pensaba.

-Bueno, no lo sé, ella es muy inocente- no quiero pensar en la posibilidad, si lo pienso un poco, creo que Kajsa idealiza mucho las cosas, pero su inexperiencia podría hacer que cualquier la enamore, solo tienen que intentarlo. Pero la persona que más le gusta, la rechazó, la otra persona que le gusta parece no querer algo formal y su prometido… sería horrible si se enamora de él, pero es posible.

-Lo sabía, por eso cuando inicio lo nuestro no acepté que formalizáramos, él, quería eso, pero yo dije que no- trato de sonreir como si eso no me afectara, pero no estoy segura de si estoy fingiendo bien, por lo general es fácil, pero esta noche creo que mis sonrisas no parecen muy sinceras -Si, creo que no debo preocuparme, de hecho no es que yo pase mucho tiempo con la familia- paso mis dedos entre mi cabello y comienzo a jugar con las puntas de este.
-Bueno, con suerte cuando sea mayor de edad podré ser una aburrida persona promedio- seguro parece algo tonto, siendo rico ¿quien desea una vida promedio? debo estar loca o algo así.

Me reí por su comentario, pero creo que esta noche tiene mucho de verdad.
-Pero sería muy incomodo, el espacio es pequeño para los dos- cerré los ojos disfrutando de ese gesto cariñoso.
Me levanto cuando siento que me toma de los hombros, parece que necesitaba ponerse cómodo. Me iba a solo acomodar en mi lugar pero cuando abre sus brazos no tardo ni dos segundos y acercarme. Asiento levemente cuando dice eso de los abrazos, y solo me refugio pegándome a él. Huele tan bien y me siento tranquila, me gustaría quedarme así para siempre. No quiero que este momento termine, porque la realidad ahora parece tan lejana.
-me siento tan cansada de pronto- no quiero ni abrir mis ojos, mis manos se aferran a su camisa buscando estar cerca de él -oye, me debes mucho alcohol- comento con voz perezosa y una sonrisa.

-¿Quería una relación formal teniendo prometida? -desde donde lo veas es un acto absurdo y caprichoso. Karin parece la clase de chica que odia las formalidades, pero hasta se ha echado a llorar por él, eso quiere decir que en verdad lo quiere- puedes venir aquí siempre que lo necesites. Bueno, ahora que sabes donde vivo, sé que no necesito decirtelo -me reí. Espero que ella continúe confiando en mí, así al menos podrá pasar tiempo holgazaneando aquí y no fuera donde corra el riesgo de cometer una estupidez por culpa de tener el corazón roto.
Ella no es como otras personas adineradas que he conocido, es muy sencilla y humilde, porque aunque muchos pretenden serlo, siempre sale a la luz su personalidad pretenciosa.

-¿Eso será impedimento para ti? Sabes que no, eres capaz de ponerme los pies en la cara -definitivamente es mejor la cama. Si debo dormir con ella, al menos allá tendré más espacio para poner entre nosotros. Aunque la primera vez dormimos abrazados, no sé cómo lo aceptó fácilmente, para mí fue la situación más incómoda.

Al abrazarla una de mis manos descansó en su cintura y la otra fue hasta su cabeza. Es diferente a lo que siento al estar cerca de Sora. no tengo el deseo de tocarla, y no es porque no provoque ese tipo de pensamientos en mí.
-¿Quieres dormir? Hoy fue un día pesado -comencé a peinar su cabello con mis dedos- sí sí, te comprare mucho alcohol otro día -comenté cansado, pero luego me limité a sonreír- iba a salir a comprar, pero no quería dejarte sola -eso es verdad. No pensé mucho cuando le hice la oferta, por eso creí que podría darme un tiempo para comprar algo de cerveza, pero ella se veía muy triste y no quise irme- sabes, yo pasé por algo similar hace tiempo -me reí al recordar. No he hablado de esto ni con Sora, y sentí cómo mi corazón comenzaba a acelerarse- por eso no soporto la gente que hace este tipo de cosas. Disculpa si he juzgado mal a tu familia -no es común que yo me disculpe, sobretodo porque ese tipo de gente no lo merece. Pero ella sí, creo que a pesar de ser un poco ingenua, los sigue queriendo y atesorado.

-Él es un poquito impulsivo- uso mis dedos para indicar ese poquito. Lo miro con un poco de sorpresa ante su oferta y sonrío pero luego hago un puchero por lo último que dice -Bueno, supongo que es un poquito verdad- muevo mis manos restando importancia a ese detalle, pues ahora que dice que puedo venir, creo que tal vez lo haga. Ya no puedo refugiarme en casa de Aaren y en mi casa sería también raro.

-No, claro que no lo es, pero estaríamos mas cómodos en la cama. Yo solo lo digo porque me preocupo por ti- parpadeo varias veces como intentando lucir inocente.
-Mmm, no quiero. Podría tener pesadillas y no quiero- temo que al dormir no podré evitar pensamientos y realmente no quiero, aunque al menos en brazos de Ian no me siento así, tal vez con él estando cerca pueda dormir tranquila, él tiene algo que me hace sentir tranquila, aquella vez también me ayudó mucho su sola presencia -Está bien, pero para la próxima no puede faltar- le condiciono con una pésima voz de amenaza.
Abro mis ojos cuando lo escucho y levanto un poco la cabeza para mirarlo.
-Sé que mi familia no es la mejor, pero es lo que tengo, yo a veces no tengo los mejores pensamientos, pero aunque tal vez tienes razón, no me gusta escuchar que alguien pueda decir nada de ellos, pero aquí entre nos, también me ayuda un poquito que tú digas las cosas que yo a veces no me atrevo- suelto el cuello de su camisa para rodear su cuello con mis brazos. Me muevo un poco, dejo que un de mis brazos resbale para dejar el área de su hombro libre y ahí apoyar mi cabeza -¿qué fue lo que te pasó a ti?- pregunto con voz bajita. Mis dedos comienzan a jugar un poco con su cabello. Tal vez él no me quiera contar, de hecho Ian no suele hablar mucho de él, prefiere dejarme a mi hablar y solo molestarme, peor hoy se está abriendo conmigo, así que aun con lo que ha pasado, creo que no es un mal día. Si, hoy fue un desastre, tengo mi primera experiencia de corazón roto, pero al menos lo tengo a él, y siento que nos hemos vuelto mas cercanos.