Save my Mind [Leigh]

Estos días han sido como un mal sueño. Una cosa mala tras otra han estado ocurriendo a Shinya, y mis problemas con tan sencilla solución, se han vuelto algo complicado. Pero no puedo dejarlo en ese estado. Entiendo que de nada sirve esperar a que se recupere para entonces poder dar el paso, porque todavía sería muy cruel para él.
Cada palabra que me dijo hoy y estos meses siguen girando en mi cabeza. Nuestra relación no era mala para nada, y con lo que ha sucedido, era obvio que recibiría todo mi apoyo. Pero el apego ha crecido entre nosotros. Yo lo quiero muchísimo, me preocupa todo lo que está sucediendo en su vida y esto último fue lo peor. Pero no puedo dejar de lado mis sentimientos por Leigh. En el fondo sé que lo que siento por Shinya es más por compasión, por ello se ha vuelto tan complicado.
Al final opté por no ver a Leigh. Le he contado sobre lo que está pasando y decidimos quedar como amigos. Pero cada vez que lo veía, inevitablemente caí en sus brazos, y comenzamos una relación de amantes que no le hace bien a mi cabeza.

Salí del vagón y caminé a las escaleras para regresar a casa. Leigh ha estado llamándome y yo simplemente he pospuesto nuestro encuentro. No quiero verlo, si lo hago seguiré deseando permanecer a su lado. Me debato entre hacer un bien y seguir mis sentimientos.
-Me duele el estómago… creo que compraré para cenar -pasé por el minisuper cercano a mi casa. Recordar el estado en que Shinya se encuentra hace que un escalofrío me recorra el cuerpo. La manera en que lo relata, todo… He evadido demasiado pensar la clase de persona que es, porque para mí, sigue siendo ese hombre amable y amoroso. Pero no soy estúpido, evidentemente algo está mal con su vida, y es otra de las razones que me hacen cuestionarme qué debería hacer. Guiarme por mis deseos sin importar terceros, o permanecer como su principal apoyo como ha sido estos meses. No quiero dejarlo solo, esto me está agotando mentalmente.
Cuando llegué frente a casa dejé las bolsas de las compras en el suelo y comencé a buscar mis llaves. Me agaché para buscarlas dentro de mi maletín, y al sentir la presencia de alguien más, alcé la vista.
-Ah… -me puse de pie. Mis corazón se aceleró de inmediato, y agache la vista para no verlo a los ojos- me asustaste -traté de sonar como siempre, pero con él es más complicado fingir- ¿qué haces aquí? Pensé que estarías ocupado con el trabajo… -es la persona que más deseo ver, pero no puedo estar feliz, no si Shinya está luchando por recuperarse.

Jiro:

Comienzo a caer en la desesperación, cada vez lo veía menos y ahora siento que ha sido una eternidad sin poder estar cerca. Ignora mis llamadas y si contesta mis mensajes es de manera esquiva.
Yo no puedo conformarme con eso, yo necesito verlo, quiero saber que está bien. Seguro se la ha pasado junto a ese tipo, y no me importa, yo puedo aceptar eso, puedo aceptar lo que sea, menos que no me deje verlo. Ya en el pasado lo lastimé porque no luché por él, cuando se fue de la escuela debí buscarlo, debí intentar encontrarlo. Así que esta vez no puedo permitir que se escape de mi.

Estos días mi ánimo ha descendido, así que mi agente me dijo que puedo tomarme unos días sin trabajar, pero no es lo que necesito, yo solo necesito ver a Jiro, quiero escucharlo decirme que me ama. Extraño tanto escuchar la manera en que él lo dice. Su recuerdo siempre es tan cálido, pero yo no puedo vivir solo de recuerdos, necesito algo real. Quiero tanto tocar su piel y jugar con su cabello, dormir toda la noche con él en mis brazos.
Con esos pensamientos camino en la calle para llegar a su casa pero, no está, así que no me queda más que esperarlo. Solo hasta ahora pienso, ¿Y si se está quedando a cuidar al hombre ese? no había pensando que esa era posibilidad, pero an así esperaré, él tiene que aparecer en algún momento.
Saco mi cigarro, necesito calmar un poco mis ansias. Al final parece que mis intentos se ven recompensados, veo pasar a Jiro pero él no nota mi presencia. Solo verlo caminar hasta su puerta me hace sonreír, y me armo de valor para acercarme y más aun, de fuerza para no besarlo justo ahora.

Me acerco a él mientras intenta buscar sus llaves.
-Lo siento- me disculpo por haberlo asustado -necesitaba verte, siento que me evitas- le respondo con sinceridad -¿Puedo pasar?- le pregunto señalando la puerta de su casa. Puede ser que Jiro me quiera evitar, pero ahora que estoy aquí, no le dejaré la oportunidad de hacerlo.

Leigh:

Quiero abrazarlo, hace mucho tiempo que no nos vemos y esas cosquillas en mi estómago me hacen desearlo. Apreté mis labios y traté de sonreír. No es que lo evite a propósito porque me he hartado de verlo, simplemente no puedo mantener una relación de amistad con él. Incluso si él no quisiera nada más conmigo, yo todavía tengo sentimientos muy fuertes e incontrolables por él. No respondí su pregunta, no estoy preparado para mentirle. Y creo que he sido bastante obvio. Tampoco puedo negarle la entrada a mi casa. Podría decir que debo volver al trabajo, pero traigo mis compras en la mano, será una excusa patética.
-Sí sí, pasa -me giré para abrir la puerta y entré, dejando mis cosas donde siempre y trayendo las compras a la mesa- siéntate, por favor, ¿quieres tomar algo? ¿Ya comiste? -necesito mantener una conversación normal. Aunque debería decirle lo de Shinya, pero resulta muy incómodo hablar sobre él con Leigh- aunque compré fideos instantáneos, pero puedo preparar algo si tienes hambre -no, no debería ser así de atento. Eso solo hace que nos volvamos más cercanos y parezcamos una feliz pareja.

Dejé las cosas en la mesa y me fui al fregadero para lavarme las manos. Supuestamente, porque solo quería tomar mi distancia.
-¿Cómo te ha ido? Hace bastante que no nos vemos -mi voz suena nerviosa. Él se dará cuenta que algo anda mal, tiene una habilidad impresionante para leerme. Por eso no paro de hablar, así le quito la oportunidad de preguntar sobre nosotros.
Estoy muy nervioso, y no sé si es por el largo tiempo que no lo he visto, pero cada día se pone más atractivo. Me resulta difícil creer que él esté enamorado de mí. Pero la manera pasional en que se comporta me lo demuestra. Extraño besarlo, abrazarlo. Y me siento una pésima persona. No sé qué hacer con esta situación, pero debo controlarme, recién fui a ver a Shinya al hospital.

Al menos acepta dejarme pasar, la verdad no se bien como hacer todo esto. Ya en el pasado he tenido una situación similar, pero por mi temperamento Yoko reaccionaba de mala manera y terminaba alejándome a un más. Con el tiempo aprendí a manejarme un poquito mejor, creo que por eso ahora estoy actuando tan tranquilo, se siente un poco como esas veces. Sé que Jiro no se parece en nada a ella, él es mucho mas amable y dócil, pero creo que es algo que quedó muy marcado en mi.
Apago mi cigarro para entrar a su casa, pero no no me siento como él me dice que lo haga.
-No, estoy bien- él se comporta demasiado servicial, ¿es que acaso no siente ni un poquito de la angustia que yo he sentido al no verlo? tal vez me ha dejado de amar -No, tengo hambre- me siento incomodo y juego con la colilla del cigarro entre mis dedos.

Él va de aquí para allá, deja las cosas, va ala cocina, solo hace sus cosas como si yo no fuera relevante.
-Si, bastante- comento ahora más molesto por su actitud. Es que ni siquiera Yoko llegó a ignorarme de esta manera, ella caía en lo cruel, pero al menos no era indiferente. Me acerco a buscarlo, para que deje de dar vueltas y me mire.
-¿Qué diablos te pasa?- lo acorralo y le cuestiono molesto -¿por que no dejas de evitarme? te he extrañado tanto que vengo desesperado por verte, y tú solo actúas como si fuera cualquier visita - le reclamo herido por su actitud. Miro sus ojos esperando a que me diga algo, pero puedo ver no hay indiferencia y sin pensar solo busco besarlo, necesito sus labios con desesperación. No lo entiendo, pero mientras él aun me ame nada más me importa.

El ambiente es muy incómodo, pero si continúo hablando puede que ambos normalicemos nuestra plática. Establecimos comportarnos como amigos, pero ninguna de las veces que nos vimos después de eso hemos frenado nuestros impulsos, siempre termino cediendo y sintiéndome peor para cuando él se va.
-Perfecto, prepararé algo rápido -saqué del refrigerador algunas cosas para cocinar pasta. Algo rápido y sencillo. No quería hacer nada, pero es mejor que tener que sentarme a su lado con el peligro que pueda pasar lo de siempre.

Odio que las cosas llegaran a este punto, si tan solo me hubiera deshecho de mis sentimientos por él. No, lo mejor habría sido elegirlo cuando tuve oportunidad.
-¿Qué? -me giré sorprendido, estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegó hasta mí- yo -no soporto que me hable y mire de esa forma. No es cualquier visita, es porque se trata de él que me comporto así. Y porque también deseaba mucho verlo, y ahora quiero tocarlo y olvidarme de todo en sus brazos. Y es justamente lo que hago al sentir sus labios presionando los míos, como si todo dejara de existir. Mis manos se fueron alrededor de su cuello, y presioné mi cuerpo hacia delante. Besándolo con una sed desesperada, como si un interruptor dentro de mí hubiese sido encendido.
Pero la culpa viene casi de inmediato, y mi cuerpo se debate entre ella y el amor que siento por él.
-Espera -me separé y bajé mis manos hasta su pecho- tenemos que hablar -agaché la vista. Sentí un nudo en mi garganta y apreté su camisa con mis manos. No quiero dejar salir de mis labios que debemos romper, pero ¿cuánto tiempo se extenderá esto?- tú y yo… no estamos cumpliendo para nada con lo que acordamos -lo miré de nuevo. Sus ojos son embriagantes, me hacen perder toda firmeza para alejarme- yo también te he extrañado. Más que a nadie te necesito, pero -miré hacia un lado. Necesitaba más tiempo y espacio para pensar. Lo que Shinya me dijo hoy está fresco en mi cabeza, ni siquiera termino de comprenderlo- vengo del hospital -estoy aguantando. Siempre he sido alguien sensible, pero últimamente era con Leigh con quien me desahogaba o platicaba para no llegar a ese punto donde no soportaba más- Shinya está muy mal. Estuvo unos días desaparecido, y su estado actual, físico y mental, está delicado -cerré los ojos y a mi cabeza vino su imagen. Su sonrisa débil, su mirada apagada y todavía, su voz dulce acompañando palabras hermosas, las cuales están siendo un peso muy grande sobre mí.

Que no me rechace me hace tranquilizar, de hecho solo me olvido de todo, yo solo soy feliz de estar ahora aquí con él. Nuestro beso es por demás apasionado, y no puedo creer que he soportado tanto tiempo sin poder besarlo.
Estoy un poco aturdido cuando se separa de mi, lo miro aun sin saber porque me ha detenido, si es obvio que él desea esto tanto como yo. Las siguientes palabras que dice, suenan a una sentencia y me alejo un poco de él, pero solo algunos centímetros.
-Lo siento, pero es que no puedo evitarlo- él de nuevo sale con eso de los amigos, si yo acepté, fue solo para poder seguir viéndolo -¿Pero?- esa precisa palabra me hace retroceder un paso, pero lo vuelvo a avanzar y lo tomo de los hombros preocupado -¡el hospital! ¿estás enfermo? ¿te has sentido mal? ¿que pasa?- suelto las preguntas de golpe, porque me da miedo que pueda decirme que está enfermo y yo no he hecho más que pensar en lo que siento, sin pensar ni un poco que tal vez él tiene problemas.
Cuando dice el nombre de ese sujeto mi preocupación se desvanece, la verdad es que a mi poco me importa lo que pase con él, no me agrada, y no me interesa si es feliz, o sino, o si lo atropellaron o si tiene diarrea.
-¿entonces es por él que no quieres verme?- ni debería sorprenderme, desde que se supone que Jiro iba a dejarlo, ese hombre no deja de tener desgracias en su vida y no siento ni un poco de empatía por sus desgracias, pero Jiro si, y solo por él he soportado esto -ok, yo entiendo que él te importa, entiendo que sientas que no lo puedes dejar por ahora, eso a mi no me importa. Solo déjame estar cerca de ti, no me alejes- me vuelvo a alejar de él y despeino mi cabello con frustración, no pensaba que volvería a caer en una situación como esta donde amara tanto a una persona que no me importaría ser solo un amante -Jiro, yo no te pido nada más, no te exijo que lo dejes, pero no me alejes a mi- le vuelvo a pedir con algo de desesperación acariciando su rostro con cuidado.

Debería sentirme mal por eso, pero me siento muy feliz de escuchar que siente esta desesperación como yo. Es cruel de mi parte, pero saber que todavía me ama y desea como yo, me hace feliz.
Su reacción es un poco tosca, y si fuera otro tipo de situación tal vez me reiría. Pero se preocupa por mí, estas cosas hacen más difícil todo y más grande mi cariño por él.
-No, yo estoy bien -confirmé. No quiero que se preocupes por algo más. Sé que a él no le importa mucho lo que suceda con Shinya, pero a mí sí. No lo amo, y deseo estar con Leigh, pero eso no quiere decir que no sienta cariño y apego por Shinya- sí… las cosas han empeorado -no entré en detalle porque él no pregunta, y pienso que sería indiscreto de mi parte. Yo todavía no sé qué pensar. Lo que he ignorado comienza a enclarecerse, obligándome a mirar el problema de cerca y ser totalmente consciente de la persona que es, más allá de esa imagen que yo tengo.
Él me pide no dejarlo, tal como la primera vez que charlamos sobre los problemas de Shinya. Parece que no importa lo que diga, él está decidido a permanecer conmigo de la forma que sea. Decidimos esperar que las cosas mejoraran, pero está pasando todo lo contrario, y empieza a ser complicado.
-¿Por qué? No tengo derecho de pedir que me esperes. Quisiera que todo se solucionara ya, y a veces pienso que debería dejarlo ahora. Si le haré daño, sea ahora o después no importa. Pero la realidad es que él está muy débil, soy la única persona con la que cuenta, y no puedo ser tan egoísta y abandonarlo -nunca pensé que los sentimientos de alguien fueran una carga. Consideraba el amor una molestia, y luego algo tortuoso. Pero los sentimientos de Shinya son muy pesado, me siento atado. No quiero pensar mal de él, lo quiero, y de verdad me preocupa todo lo que sucede con él, no entiendo cómo es que de repente le van tan mal.
Recargué mi cabeza en su pecho y lo abracé por la cintura. La sensación es diferente a cuando estoy con Shinya o cualquier otra persona. Lo que siento por Leigh es incomparable e irremplazable, por eso también me aferro a nuestra relación.
-Te extrañé mucho -sentí una lágrima escurrir por mi mejilla- demasiado -ya sabía que esto pasaría si nos veíamos. Ninguno puede mantener esa promesa de ser amigos nada más. Estoy tratando, pero si me tiende su mano, correré a ciegas tras de él.

Me separé de él y limpié mi cara con mi mano. Debo terminar esto, o terminar a Shinya. Pero si dejo a Shinya seguro cae en una depresión severa, en cambio Leigh… ¿cómo se sentirá? Y a estas alturas mis deseos van en tercer lugar. No podré complacer a todos, y uno de ellos saldrá herido.
-A veces quisiera ser como tú -una sonrisa triste se dibujó en mi cara- ir por todo y sin miedo -si me hubiera decidido antes, solo un poco antes. Soy tan despreciable por pensar así, cuando Shinya depositó su confianza en mí.

La tensión en mis hombros se alivia cuando dice que está bien, solo eso me basta y no me interesa saber ya el por qué estaba en el hospital. Pero claro, él me lo dice. Las cosas han empeorado.
-¿Como para evitarme?- no entiendo que va tan mal con ese hombre que Jiro termina haciendo estas cosas. Entiendo que el hijo desapareció, entiendo un poco eso, nunca he tenido un hijo, pero por un tiempo pensé que iba a ser padre y antepuse el bienestar de mi supuesto hijo a muchas otras cosas, ¿pero es que el sujeto no tiene amigos para apoyarse? es rico, seguro que habrá miles de personas deseando consolarlo, o especialistas.
-Pero no me lo estás pidiendo- odio que diga que hable de ese sujeto, ok, ok, acepto que no lo deje, pero no quiero saber lo que pasa. Porque es mas que obvio que Jiro solo le tiene lástima y eso me desespera.
Lo rodeo con mis brazos, y acaricio su cabeza tratando de reconfortarlo.
-Y yo a ti- lo abrazo un poco más fuerte, como esperando que nunca se aleje de nuevo de mi, beso su cabeza y mis dedos siguen acariciando su cabello.

Él vuelve a romper el contacto entre nosotros, lo veo limpiar sus lágrimas. Quiero decirle que no llore, que por mi todo está bien, aceptaré lo que sea mientras me permita estar a su lado.
-que dices si no es que no tenga miedo, es que soy demasiado idiota como para pensar en lo que hago- me río tocando su rostro, ya ha limpiado sus lágrimas, pero aun así yo lo toco como si fuera yo quien las limpia -tú puedes reconfortarlo a él y yo te reconfortaré a ti, así que ya no llores y no te preocupes por nada de eso- me acerco a besar su frente y le sonrío. No tengo orgullo, y no me importa tener que compartirlo, tal vez para muchos soy patético, y seguramente voy a sufrir mucho, y habrá momentos en los que desearé no haber elegido algo así, pero sé que aunque él me ama, no me va a elegir por sobre esa persona, y prefiero tener un poco de esto a no tener nada -no quiero que seamos amigos, nosotros nunca hemos sido amigos- le aclaro para que deje de creer esa tontería que alguna vez acepté solo porque quería que él se sintiera más tranquilo.

Asentí levemente. A diferencia de él, yo me siento culpable por la situación en la que terminamos. Pensaba arreglarlo, pero es difícil para mí dejar a Shinya a su suerte, sobre todo porque él parece apoyarse en mí más que en nadie más. No pensé que yo era tan importante en su vida hasta estos meses, y ha sido complicado de lidiar con eso. Un dia me siento decidido a ser honesto con lo que siento, pero entonces él se ve muy frágil, y no quisiera ser una más de sus desgracias.
-Eso lo sé, pero no puedo o quiero rechazarte, es casi lo mismo -ahora hemos intercambiado un poco los papeles. Yo no fui tan valiente como él, tuve miedo y preferí enfriar mis sentimientos lejos de él. Pero me di cuenta que era imposible, porque no bastó más que un saludo nuevamente para tenerme alterado por él.
Sentí un poco de tranquilidad. Escuchar su corazón latir cerca de mí, sus grandes brazos apretarme y su aroma. Siempre huele muy bien, su olor natural y tabaco.

Me reí porque tiene razón. Pero yo seguiré pensando que es muy valiente. Siempre dice lo que piensa, y va por lo que quiere. Admiro esa fortaleza, y aunque sea muy torpe para actuar, es realmente lindo.
-Eso no suena muy bien -incluso me hace sentir peor persona. Pero supongo que así será. Él debe cargar con el hecho de verme con alguien más, y yo con el sentimiento de culpa con ambos- pero prefiero eso a no estar contigo. Perdón por haberte evadido -lo abracé fuerte. Seguramente cuando esté con Shinya de nuevo querré evitarlo, pero intentaré ser fuerte. Quiero que esto termine pronto, quiero estar con él apropiadamente, pero supongo que debo prolongar las cosas hasta que Shinya se recupere, porque tampoco deseo causarle más daño a una persona que ha sido tan buena conmigo.
Me reí y le di un beso en los labios. Yo tampoco lo he visto como tal, nunca, ni siquiera cuando trabajabamos juntos.
-Eres un idiota -sonreí- me has levantado el ánimo. Gracias -agaché la cabeza de nuevo. Me siento mal, pero no puedo evitar estar cómodo en sus brazos.
Desde que entró al mundo del modelaje me he sentido un poco inseguro, pero viendo la manera en que me trata y la pasión con que me toca, tal vez no tenga mucho por lo que deba preocuparme. El es muy atractivo, y es una buena persona.
-¿Cómo ha ido el trabajo? Te vi en una revista…. con una modelo -hice un puchero. Sé que es parte de su trabajo posar con gente hermosa, pero verlo me da miedo, porque si algo ocurriera, no tendría ningún derecho de reclamarle.

-Eso se soluciona muy fácilmente, deja de rechazarme- hablo de eso como si fuera lo más sencillo del mundo, tal vez porque hace ya mucho tiempo dejé de lado toda esa moralidad que me ataba a ciertas culpas. Pero solo de esa manera puedo tener un poco de felicidad, seguro que la mayoría de personas me acusarían de actuar mal, pero no voy a limitar mi felicidad solo por lo que algunos consideran correcto o incorrecto. Prefiero ser un descarado pero sincero a ser como esas personas que se la pasan juzgando a los demás, pero son iguales o peor que yo.

Me encojo de hombros, porque a mi no me importa mucho lo que suena bien o mal, pero creo que eso ya lo tiene muy claro. El alivio lo puedo sentir cuando el solo dice que acepta lo que yo digo. Ser amantes no está tan mal.
-No importa, a demás ya deberías conocerme, soy demasiado terco como para que me puedas alejar tan fácilmente- digo con casi orgullo por esa parte de mi personalidad, tal vez no es un punto a considerar como una cualidad, pero yo así prefiero verlo.
-Lo soy, pero un idiota demasiado atractivo que no puedes dejar de amar- me río seguro de mi mismo y luego despeino un poco su cabello cuando dice que se siente mejor -me alegro de escuchar eso- temía que él me fuera a decir que terminábamos, pero hoy he tenido bastante suerte.
-Bien, tengo unos días libres-[/color] sonrío por su expresión -Es bastante guapa ¿cierto?- comento recordando a la modelo y sonrío mirando la expresión de Jiro, me gusta molestarlo un poco con mi trabajo -de hecho me dio su número- comento con una sonrisa de victoria.

Estaba muy desanimado, estos días he estado de este modo, y debo llegar con Shinya y mostrarle una buena cara para evitar que se preocupe por algo más. Es injusto que busque a Leigh solo para mostrarle lo que con Shinya no puedo, pero tengo más confianza en él, además que me ha quitado la tristeza en unos minutos.
-Ah, te sientes muy guapo, eh -dije casi molesto, aunque solo en broma. Su atractivo y su terquedad son cosas que nunca podré negar, pero forman parte de las cosas que amo de él. Le miré emocionado cuando mencionó sus días libres. Hace tiempo que no nos quedamos juntos.

Ya no meditaré si es bueno o malo lo que estoy pensando, porque quiero estar con él toda la noche.
-¿Entonces te quedarás? -pregunté emocionado- ah, bueno, mañana debo ir a trabajar -si nos vamos a dormir temprano no habrá problema, pero a quién diablos engaño, seguro dormiré pasadas las tres- pero me gustaría que te quedaras -siento un poco desesperación porque caiga la noche, lo que más necesito en los días malos es su compañía y su sonrisa. Pero la mía se borra inmediatamente, y me sentí molesto, pero sobre todo triste. Él a veces hace esas bromas, y la verdad no me gustan nada- no lo sé, no me gustan las mujeres -no soné molesto, sino un poco decaído. No podría reclamarle por haberle dado su número, tal vez por soportar que esté con Shinya, él también quiera ver a alguien más. Esa idea me hace sentir mal de nuevo. Sería muy injusto pedir que sea fiel si yo no he dejado a Shinya, pero pensar en que pudo tener algo con esa mujer me hace sentir un dolor muy grande en el pecho- ya veo -me separé de él para comenzar a preparar algo para ambos- prepararé algo de comer, dijiste que tienes hambre -intento sonreír, pero mi voz no tiene fuerza. No debo pensar en eso, pero y si ellos ya… no, dios, no sé porqué pregunté por su trabajo- ¿y la has llamado? -pero no pude evitar preguntar. Y me sentiré fatal si dice que sí, porque es obvio lo que pasó después.

Niego con la cabeza un par de veces.
-No me siento, lo soy- le corrijo como lo hacía a los chicos en la escuela cuando era maestro.
Sonrío por su reacciona al preguntar si me quedaré, aun si no tuviera días libres yo me quedaría si él me lo permite.
-Si, me quedaré- confirmo con una enorme sonrisa. Realmente él me tiene los días vuelto loco porque me evita y ahora no puedo estar enojado con él por eso, solo estoy feliz de que podamos seguir juntos.

El cambia por completo cuando he mencionado a la modelo, la verdad es que ni recuerdo su nombre y ni anoté su número. Solo fui un poco amable con ella y al terminar el trabajo mando a su agente a dejarme su número.
-Ah, así que porque no te gustan las mujeres, ninguna te puede parecer guapa- comento con sorpresa, como si fuera un gran descubrimiento.

Se aleja de mi y se pone con eso de hacer la cena, yo solo sonrío, él es tan celoso que me da un poco de ternura, me siento feliz porque al menos me hace sentir lo mucho que aun le gusto.
-Mmm no, no la he llamado, mi la he pasado usando mi celular en llamadas que tú no contestas- me acerco para abrazarlo por la espalda -estás celoso, muuuy celoso -comento con una risita de diversión -y no la llamaré, porque tengo usaré mi teléfono para seguir llamándote- digo cerca de su oido y luego muerdo su oreja -eres tan lindo- lo hago girar un poco su cabeza para poder besarlo -desde hace tiempo que la persona mas guapa para mi eres tú- le digo al separarnos.

Esta noche estaba seguro que de nuevo me costaría dormir, y tal vez pase, pero si es por él no me importa. Al menos lo que resta de la noche seguro descanso mejor de lo que he hecho en los últimos días. Puede parecer tonto, pero para mí el estar sin verlo ni hablar con él, resultaba muy estresante, porque es la única persona con la que puedo actuar libremente.

No entiendo para qué quiere saber eso de mí, y por supuesto que sé que esa y todas las mujeres que lo rodean, son hermosas.
-Para mí son todas iguales -es mentira, pero no me siento cómodo diciendo que sí, que ellas no solo son hermosas, pasan por muy encima del promedio.
Sentí mucho alivio, y con ello vergüenza. Seguro piensa que mis celos no tienen fundamentos, pero hasta él lo ha dicho, es demasiado atractivo, dudo que alguien en su trabajo pueda ignorarlo, porque no solo es su físico lo que destaca.
-Cá-cállate -le dije bajito, y sonreí. Aunque no me gusta que me moleste, parece que tiene una afición por hacerlo. Pero me alegra que él no haya tomado mucho en cuanta a esa mujer.
Cerré mis ojos y apreté mis labios. Ha pasado mucho tiempo sin vernos, y obviamente sin haberlo hecho. Y los temores que él tenía al principio con mi cuerpo, desaparecieron al poco tiempo. Por eso siento cómo mi corazón se acelera, y las ganas de tocarlo y que él me toque.
Me giré para besarlo de nuevo. Extrañaba esto más que nada, es la conexión más especial entre nosotros.
-Exageras -me reí- tú eres el hombre más atractivo que he conocido… Pero sé que no es necesario que lo diga -sonreí y puse mis manos alrededor de su cuello- te amo -me acerqué a besarlo. También hacía mucho que no lo decía. Por teléfono no podía, me sentía culpable, incluso por mensajes de texto. Pero en este momento salió natural, y me hace sentir tímido. Lo abracé muy fuerte y aspiré su aroma muy cerca de su cuello. Tengo mucho miedo de perderlo. El habernos separado antes fue doloroso, no imagino lo mucho que sufriría si él se cansa de mí, de esto- bien, hagamos ya algo de comer, ¿o quieres compartir los fideos conmigo? -no tengo muchas ganas de cocinar, pero si él me lo pide, entonces lo haré.

Creo que nunca podré dejar de molestarlo, es algo que ha caracterizado nuestra relación desde el primer momento, siempre he disfrutado mirando sus reacciones, es lindo cuando tiene celos y hasta cuando se enoja por mis tonterías.
-Claro que es necesario, porque prefiero escucharlo de ti que de cualquier otra persona- soy una persona que ama las palabras, lo mejor siempre es hablar y decir las cosas. Muchas veces me dicen que soy demasiado honesto, la verdad es que aunque se puede decir que lo soy, me cuesta dar el primer paso, por eso tuve tanto problemas con mi atracción por él, era tan complicado aceptar algo así, pero en cuanto doy ese primer paso para aceptar las cosas, ya no me preocupo tanto y es cuando me vuelvo realmente sinceros.
- Y yo a ti- gustoso correspondo a sus labios.
Ni siquiera recordaba ya la comida, la verdad es que ni apetito tengo, solo dije que si, como buscando un pretexto para extender el tiempo que podría quedarme, pero por suerte todo se ha arreglado rápidamente. Eso me gusta, que aunque las cosas parecen complejas y a veces irremediables, nuestro amor realmente nos hace superar todo eso. Puede ser cursi, y lo es, yo soy un tipo cursi, de esos que cree que el amor logra cosas asombrosas. No es una creencia tonta, pero creo que cuando dos personas se ama tanto, deben esforzarse, encontrar la manera de seguir adelante. Seguro que muchos me dirían que ser el amante no es seguir adelante, pero me gustaría saber que tan felices son esas personas que prefieren su orgullo y valores a comparación de la felicidad que yo siento en este momento.
-Los fideos suenan bien- comento llevando una de mis manos a su corbata para comenzar a aflojar el nudo -tiene rato que llegaste del trabajo y sigues con la corbata- río un poco por lo tonto que puede ser. Es verdad que el miedo nubló mis pensamientos hace rato, estaba un poco fatalista, pero ahora solo noto todos esos detalles que delatan lo que siente Jiro.

Seguramente no faltan los cumplidos en su trabajo, debe tener un montón de gente tras él por lo guapo y carismático que es. Me siento afortunado, aunque a veces me dominan las inseguridades, pero él, indirectamente, siempre se encarga de hacerme olvidar todos esos malos pensamientos.
-Entonces lo reafirmo -tenía bastante de no sentirme así de emocionado y feliz. Mucha gente puede pensar que es estúpido, por eso nunca he hablado sobre mi complicada relación a nadie.

Dejé que me quitara la corbata y desabroché dos botones de mi camisa. Estaba tenso y preocupado, no sabía ni cómo confrontarlo o lo que pasaría. Tenía mucho miedo, estaba supuestamente decidido a dejarlo, pero… al final todo mejoró. Aunque mi situación es la misma, nosotros no hemos cambiado.
-Tú eras más importante que ponerme cómodo -me moví a la estufa para poner un poco de agua a calentar- ayúdame a lavar esto -le di las verduras y conforme él iba entregándolas, yo las partía. Son muy pocas, solo para darle un poco de sabor a los fideos. También saqué un pedazo de carne de cerdo- por cierto, tendré un turno más en el trabajo -mi voz sonó desanimada. No tenemos mucho tiempo para vernos, pero tampoco podía desistir de una oferta a la que yo aspiré hace ya un tiempo. Sinceramente no pensé que me contratarían, pero el dinero me viene bien, y también agregar dicho trabajo a mi expediente si es que después necesito moverme, aunque por ahora estoy bien allí- por ahora he dejado la asesoría personal, creo que no soy muy bueno en eso -me reí nervioso. Dar terapia individual es un poco complicado para mí, no tengo mucha experiencia y además creo que yo también debería darme un tiempo por las cosas que recién pasan. Soy alguien muy débil, y prefiero manejar lo que cabe en mis posibilidades a desempeñar un trabajo mediocre- estaré en otra facultad, por eso llegaré un poco más tarde… Pero te daré un duplicado de la llave. De hecho, por allí debe estar uno guardado… -fui hasta el cajón de la alacena para buscar, pero no encontré nada- no, creo que después te lo daré -al principio también tenía planeado eso, pero por alguna u otra razón nunca lo hice. Tenía miedo de que se cruzaran sin yo antes haber aclarado las cosas. Pero ahora Shinya no viene mucho a mi casa, y entre Leigh y yo no hay secretos.