Minjah

-Naa, para nada, mi primo eligió la cosa mas ostentosa que había, pero a mi me gusta mas este y no, ni siquiera lo había pensado- comento con una mueca de cansancio de solo recordar a Dima cuando estábamos con lo del disfraz y dejando el arma descansara en mi espalda -Gracias- le digo con una sonrisa agradecido por sus palabras.

Él no conoce a Mia, ella es una persona muy amable, y seguro que se preguntará a donde he ido sin decirle nada. Pero en parte agradezco no tener que estar sentado con ellos. Si él se ha dado cuenta, tal vez iba a conseguir delatarme delante de ella y no quiero eso -Elijah- me presento cuando lo pregunta.
-Mmmm, ok- no sé si me agrada eso, obviooo no quiero que vaya a jugar con Mia, pero si van en serio definitivamente mis posibilidades son cero -Es mi amiga, claro que me preocupa- digo con la mirada baja.
Lo sigo de nuevo por el lugar, pero sigo tratando no perder de vista la mesa de Mia, y pongo aun mas atención cuando estamos en la mesa.
-La otra niña ya no está- comento un poco alarmado, ¿por que los dejó solos? solo me desanimo al verlos solos -Es tu amigo, no hablarías mal de él- suspiro por lo que me dice sobre ese “Ilkin” -Tal vez…- supongo debería darle el beneficio de la duda, pero ahora siento más celos que otra cosa.

-¿que? no ¡oye!- reclamo porque ha soltado mi cabello, ¿que le pasa? es demasiado confianzudo -como sea… aun si me veo mejor, no lo notará la persona que me gustaría lo notara- suspiro resignado y estiro mi mano para quitar la liga de mi cabello -un comando no iría a una misión con el cabello suelto para verse bien- comento ahora hablando del disfraz en si.

Vaya, ni siquiera es capaz de decidir esa pequeña cosa. Empiezo a pensar que es la clase de chico que hace todo lo que los demás quieren. No me gusta la gente así, pero él es, cómo decirlo, más natural.
-Elijah -repito. Es un nombre extraño, pero no hay que ser un genio para darse cuenta que es extranjero- ¿te molesta si te llamo Eli? No me gustan los nombres largos el suyo no lo es tanto, pero la pronunciación… no quiero hacer el ridículo con eso.

No parece gustarle mi respuesta. Pero ¿qué esperaba? No voy a hablar mierda de mi amigo.
-¿Solo como amiga? -sonreí ligeramente. Se ve que es la clase de chico que a los demás les da por molestar- no tienes que preocuparte, Ilkin la cuidará bien -casi siento cómo mi sonrisa se ensancha. Pero diablos, su cara triste no me deja disfrutar de esto, y suelto un suspiro de fastidio. Él es honesto, al menos hace un momento se notó mucho en su reacción, debe tener una especie de amor platónico por la chica. Y no es que yo sea demasiado intuitivo, seguro Ilkin lo notó también, y no sería capaz de correrlo, por eso decidí traerlo conmigo.
-¿En serio? -me asomé para ver a su mesa, como no estaba observando me costó localizarlos- es verdad -bueno, era de esperarse, esos dos tienen derecho a privacidad. Pero eso debe estarlo torturando-  por supuesto -afirmo respecto a mi descripción de Ilkin- pero podría estarte amenazando sobre lo que te pasará si arruinas lo de ellos. Sin embargo, uno, no es mi estilo meterme en los asuntos de mi amigo. Y dos, él me regañaría por eso -me encogí de hombros, si él no me cree es su problema.

Me reí por su reacción, creo que no le gustó, y luego sale con esa broma tan mala que solo me hizo reír más fuerte.
-Puedes ser como esos personajes que lucen más su aspecto físico sin importar lo incongruente de la situación -le sonreí. Creo que se ve mejor con el cabello suelto, no sé porqué se pone tan pesado- además, ¿realmente es tan importante la forma en que ella te ve? Es obvio que no le interesas más que como amigo -tomé mi cerveza y di un trago largo. No me gusta lo amargo, pero no me conformaría con solo una copa si fuera una bebida agradable- ven, deja de mirarlos -tomé de nuevo su mano, y con la otra mi cerveza para caminar hacia atrás donde no pudiera verlos, si sigue ahí suspirando juro que lo dejaré solo- y hablando del disfraz -comenté mientras caminaba- tú eres el personaje lindo, yo soy el chico atractivo -le guiñé el ojo y finalmente lo solté cuando llegamos a uno de los sofás.

Se nota que le cuesta decir mi nombre, pero a todos en este lugar les cuesta y si, justo como él, prefieren buscar una manera fácil para referirse a mi.
-ah- mi nombre no es para nada largo, pero creo que no tiene caso discutir con él ese detalle -puedes decirme así- acepto, porque probablemente ni nos volveremos a ver, la verdad es que no me gusta para nada, pero no le daré importancia.

Inflo un poco mis mejillas cuando me hace esa pregunta.
-Si, me preocupa porque es mi amiga, que me guste no cambia eso- explico un poco nervioso, porque no quiero que se me malinterprete, aunque bueno si, me dan celos y todo eso, pero Mia es mi amiga y si va a estar con alguien, debe ser alguien que la merezca. Resoplo un poco por lo que dice, de que su amigo la cuidará, no quiero que me siga presumiendo a su grandioso amigo… ya, ya, estoy exagerando pero ¡no soporto saber que es tan genial!
Miro con mala cara cuando comienza a decirme esas cosas ¿Que pasa con este tipo? no se decir si es agradable o no, es raro definitivamente.
-Como si pudiera arruinar lo de ellos- él la conoce desde antes que yo, ella me habla de él desde el primer día que hablamos, y ahora que lo conozco estoy resignado, creo que no soy para nada el tipo de Mia.

Bajo la cabeza cuando me dice tan directamente lo que ya sé, pero no es lindo que un desconocido me lo eche en cara.
-Me importa, aunque ella no esté interesada, claro que me importa - abro por fin mi botella de agua y doy unos tragos. Me vuelve a arrastrar con él y ante ese gesto giro mis ojos un poco exasperado.
Lo miro con extrañeza luego de lo que acaba de hacer, este tipo si que es extraño.
-ok- seguro que tiene su ego bastante elevado, y claro que no me ha gustado que me diga lindo, pero lo que mas me ha extrañado fue ese guiño, no es algo que espero recibir de otro chico.

Parece que ya no teme aceptarlo, aunque sería ridículo que intentara evadir más lo obvio.
-Qué buen amigo eres -realmente, porque sabiendo que no tiene oportunidad, no veo porque debería seguir preocupándose con ella. Creo que el pensamiento más común es querer que el tipo que esté con ella fracase para así ir en su consuelo, pero él parece querer lo contrario.

Diablos, pero sí que se pone pesadito cuando de la niña esa se trata. Era un maldito ejemplo.
-No lo sé, no te conozco -respondí medio molesto, porque obviamente eso no pasará, solo era una forma de explicar el porqué… qué demonios, al diablo con lo que piense- hablaba hipotéticamente. Porque, ¿cuántas veces encuentras alguien que se interese por otra persona y al ser rechazado lo acepte con humildad? Nunca -menos para mí, que tengo un temperamento difícil- por eso puse… ese ejemplo -pero al final sí que le expliqué, y me siento un poco estúpido. ¿Cuántos años tiene? No es nada lindo, retiro lo no dicho.

Y de nuevo ella, vaya que está enamorado. Solté un suspiro, no sé si me molesta o me da pena. Después de todo hubiera elegido a la chica. Aunque esto hace mi estadía más fácil. No podría serle infiel a Asb, pero de repente soy un chico débil. Lo arrastré conmigo porque es lindo y me dio lástima, pero con su comportamiento necio apaga un poco su encanto y eso en realidad es algo a favor de mi paz mental esta noche.
-Eli, ¿cuántos años tienes? -llamé a un mesero y pedí otra cerveza para mí y una para él- ¿es agua todo lo que vas a tomar? Sabes, a las chicas les gustan los hombres que inspiran confianza. Si sigues agachando la cabeza frente a ella, nunca conseguirás nada -el mesero se llevó la botella vacía y di un trago a esta. Amargo, no me gusta- toma -le ofrecí la botella, no sé si la tomará pero sería divertido ver cómo es estando borracho, seguro no tiene nada de tolerancia.

Quiero ser un buen amigo, porque hace años que no podía tener uno, en la escuela todos me molestaban mucho, los que eran mis amigos se volvieron las personas a quien deseaba tener mas lejos de mi. Por eso, aunque no tenga una oportunidad con ella, quiero seguir siendo si amigo, no quiero perder a mi amiga.

-No lo sé, es la primera vez que me pasa esto- me encojo de hombros, pero no soy tonto, se que Mia no me ve mas que como su amigo, al que tuvo que defender de otros niños, al que se la pasó viendo llorar mas que haciendo otra cosa. A lado de su novio yo no podría hacer nada, él es alto y varonil, parece muy amable y bueno, el punto es que si nos comparamos yo pierdo en todas las categorías que puedan existir -ah, un ejemplo- tal vez es mi falla con el idioma, aun no me acostumbro a tener que hablar en un idioma que no es el que conozco desde que tengo memoria, pero llevo años prácticandolo con mis primos, pensaba que lo dominaba bastante bien.

-dieciséis, ¿Tú?- el pide dos cervezas más, ¿se va a tomar dos juntas? no se que contestar, primero pregunta lo del agua pero no me da tiempo a decir nada porque comienza a decirme algo sobre la confianza. El mesero regresa con las dos dos botellas -¿para mi?- estiro mi mano para tomar la botella, y la acerco a mi boca para tomar de ella. Es muy espumosa así que tomo mas espuma y casi nada de liquido, así que volví a dar otro trago. Es un sabor amargo pero no desagradable -gracias- digo con una sonrisa porque me ha gustado.
Donde estamos ya no puedo mirar a Mia, por eso ya no me la paso mirando a esa dirección. De alguna manera me termino la cerveza, me la he tomado bastante rápido, pero es un sabor que me ha gustado.

Solté un suspiro. No sé porqué de repente me siento como un consejero amoroso. Esto es absurdo en muchos sentidos. No soy la persona indicada para hablar sobre el amor o cómo llevarlo de una manera eficiente y madura. Y se trata de la novia de mi amigo, eso lo hace todavía más incómodo.

-Diecinueve -es tres años más joven. Pero incluso yo a su edad ya era bastante imbécil, me sorprende que sea tan inocente, aunque algo desesperante- ¿no la quieres? -pregunto. Pero parece que sí, y sonrío satisfecho. No quiero pasar la noche hablando de amores fracasados, me deprime lo patético que llegamos a ser las personas por eso. Y me recuerda a mi renuente yo del pasado, pero lo entiendo, no querría ser como Eli y sufrir por la persona que amo mientras esta goza de su felicidad con alguien más- de nada -mi cara se volvió seria. Su sonrisa es bonita, tiene justamente ese toque de inocencia y dulzura que me transmitió al principio, y sentí algo raro. Creo que después de todo sí es bastante lindo.
Yo apenas llevaba media botella cuando él ya se había tomado toda. Ahora me arrepiento de no haber pedido vodka, porque verlo disfrutar y a mí no me da un poco de envidia, pero no quiero mezclar alcohol.
-¿Es la primera vez que tomas alcohol? -bueno, luce inocente, pero puede que alguien más ya le haya hecho tomar- deberías hacerlo más lento. Aunque, ¿quieres otra? -le sonreí y levanté mi cerveza para dar un trago grande y acabar el contenido. Amarga, tan malditamente amarga. Ahora no me contuve y solté una mueca por haberla tomado de un trago- hey, mesero. Dos más -levanté la mano y le sonreí al mesero, luego volví mi vista a Eli- oye, ¿qué te parece hacer algo loco? -me siento un poco ligero. No estoy borracho, es porque hace tiempo que no salía a divertirme. Desde que terminé con Hannu solo he estado en casa, la escuela y con Asb. A veces salimos, pero no a este tipo de sitios. Al menos con Hannu podía hacer las cosas que los chicos de mi edad hacen. Siento que lo extraño- ¿qué te parece si ligas con alguna chica esta noche? -me incliné hacia él y le sonreí con malicia. Nuestras cervezas llegaron y tomé un trago. Cada que doy uno el sabor es más tolerable.

-ah, pensé que eras mayor- al menos mas de veinte si creí que tenía, pero creo tiene mucho que ver que no estoy acostumbrado a estos ambientes y antes solo trataba con personas de mi edad en el colegio. En el trabajo hay un par de chicos universitarios, pero los demás ya son personas adultas, aunque igual todos me molestan.
-Está bien -tal vez no debería aceptar la cerveza, pero tengo mucha curiosidad, y aunque Dima me trajo es un poco delicado con estas cosas, en cuanto al alcohol me trata como un niño.
-No, mis padres cada me daban a probar una copa de vez en cuando, pero nunca tomaban cerveza- hablo de eso con mi sonrisa, pero mientras mas palabras suelto, mi sonrisa se va esfumando -Si, por favor pido mirando mi botella vacía, pensar en mis padres hace que recuerde lo mucho que los extraño, por eso evito pensar en ellos, tal vez no es la mejor manera de manejar la perdida, pero para mi esto funciona -¿Eh? ¿como que?- abro mis ojos ante la sorpresa, suena muy parecido a mi primo -¿Qué? no, no, eso es imposible. Jamas- muevo mis manos en rechazo absoluto a esa idea, aunque yo quisiera, mis habilidades con ls mujeres son las peores -yo no se hablar con las mujeres, ya debiste notar como incluso para saludar a Mia estaba todo nervioso. Además ya tengo a alguien que me gusta ¿Por que haría algo así? no, no, imposible- admito dando unos tragos a mi botella y obviamente volviendo a negarme, no quiero pasar mas vergüenza por este día -Mejor hazlo tú, se ve que eres una persona que sabe de eso, yo puedo quedarme aquí, aunque tal vez debería ir buscando a alguno de mis primos- miro un poco en todos lados como buscando ser salvado, pero entre todo el mar de gente no veo a ninguno. De nuevo he terminado rápido mi botella, así que intento levantarme para ir a buscarlos, pero siento ese mareo por el alcohol, parece que si he tomado muy rápido, y aunque he probado el alcohol antes, siempre fue en cantidades muy pequeñas -Je, lo siento- me he apoyado en su hombro y apenas me doy cuenta, me vuelvo a sentar, aunque ahora lo hago en el lugar junto a él y no el que está al frente -Estoy mareado- digo riendo porque me siento algo torpe.

-¿Sí? Pues no, aún soy menor de edad -decirlo se siente raro, como si fuera un niño. Tengo algunos conflictos con esto de la edad desde que regresé con Asb, no me gusta sentirme pequeño.

Entonces es su primera cerveza. Creo que un trago más dulce pegaría más con su imagen elegante, pero si no es tolerante al alcohol, que tome algo que le gusta puede resultar contradictorio. No quiero cargar con un desconocido en estado de ebriedad.
-Pues siempre hay una primera vez para todo. Aunque no es como si la cerveza fuera lo mejor. De hecho no me agrada su sabor amargo, pero soy quien conduce -y dudo que los profesores a cargo me dejen marchar en mi auto si me ven un poco ebrio, son quisquillosos en ese aspecto.

Como imaginé se niega, qué aburrido. Además no es imposible, es del tipo lindo y hay chicas que les gustan los hombres así.
-¿Y qué si ya tienes alguien que te gusta? No es como si fueran a comenzar una relación con una extraña. ¿No te da curiosidad tener un ligue de una noche? -me siento como una gran mala influencia, pero no voy a obligarlo, solo quiero divertirme y si se queda aquí sentado, seguirá hablando de ella- no, ni hablar -negué con mi cabeza- a mi pareja no le haría mucha gracia eso. Y no hay alguien que haya llamado mi atención como para hacerlo -aunque en el pasado no era algo a lo que le tomara importancia, con Hannu aprendí a controlar mis impulsos. De nuevo estoy pensando en él- ¿quieres irte? -pregunté. ¿Lo estoy aburriendo? Bueno, no es como si estuviéramos haciendo algo divertido.
Lo miro levantarse y chasqueé la lengua. Al final terminaré pegado a Ilkin y su novia. Pero está mareado, ¿con dos cervezas? Aunque sí se las tomó muy rápido, yo apenas he dado tres tragos a la segunda botella.
-Ya lo noté -sonreí. De verdad esa sonrisa se ve bonita. Y sería fantástico si no se portara tan fastidioso y sonriera todo el tiempo.
De nuevo se sentó ahora más cerca. Tal vez debería pedir agua para que se hidrate.
-Pediré agua para ti. A menos que quieras otra botella de cerveza -le acaricié la cabeza. su cabello es suave. No luce como una chica, pero tampoco es varonil. Tiene una boca bonita, me dieron ganas de besarlo. No debería pensar en eso, pero tampoco es como si lo pensamientos por sí solos dañaran algo, porque no planeo hacer nada y mañana ni siquiera recordaré su cara.

-Ah, es que como eres tan grande… yo pensé- me río, pero obvio pienso que entonces el novio de Mia, no es tan grande, pensaba que también lo era. Bueno eso ya no importa, ¡Mejor dejo de pensar en ellos!

-ah, pues a mi me gustó, me gustan los sabores fuertes- veo la botella tratando de leer la etiqueta, la verdad es que aun me cuesta un poco leer, soy mejor hablando, así que al final desisto porque ni siquiera está en japonés.
En serio que cada vez me recuerda más a mi primo Dima.
-No, bueno, tal vez un poco, pero sé que nada saldría bien- claro que me da curiosidad pero se que voy a fracasar, soy pésimo con las mujeres, me cuesta hablar con ella, Mia es algo así como un caso especial, porque ella me ayudó ese día, y nuestra amistad ha sido casi desde entonces a distancia. Ya tengo confianza con ella, por eso pude acercar a saludarla, pero no podría hacer lo mismo con una desconocida -Oh, tienes novia- hago un gesto confuso porque eso de que nadie le ha llamado la atención como para hacerlo, suena a que su pareja no le importa realmente mucho -si no tengo que hablar con alguna chica no, pero si es lo contrarío entonces si, creo que tengo algo que hacer- creo que es obvio que no quiero hacer lo que el propuso para divertirnos.
-Yo tengo agua- comento señalado la botella de agua que he pedido hace rato, apenas le he dado unos tragos. Me encorvo cuando acaricia mi cabello, no soy bueno aceptando gestos cariñosos de las personas, era algo que solo recibía de mamá y ahora de la tía -no, creo que ya no debo tomar más- digo algo desanimado, pero es que no me siento para nada mal, mi cuerpo ligero y relajado se siente bien, entiendo porque a las personas les puede gustar esto. Y aunque he dicho que ya no debería tomar, cuando un mesero levanto mi mano y señalo la botella para indicarle que me traiga otra. Cuando trae el agua veo que también deja un vaso de agua con hielos -el agua de la botella ya no debe estar fría- me dice con una sonrisa y me doy cuenta que es la persona de hace un rato -Muchas gracias- le agradezco con dulzura por su gesto, parece que su ánimo ha mejorado y eso me alegra.

Él no es delicado con los sabores. Generalmente las personas al probar alcohol por primera vez hacen muecas y muestran disgusto, pero él no. Es un poco raro.
-Entonces está bien -le resté importancia. Tomé otro trago ahora, sintiendo un poco de desagrado. Me pregunto porqué le gustó- entonces sí quieres -le sonreí travieso. Ni siquiera sé cómo podría ayudarlo además de los consejos básicos, pero si es cierto que reacciona de la misma forma que lo hizo frente a la novia de Ilkin, puede que fracase. Aunque seguro las chicas mayores piensan que es tierno o algo parecido, pero eso tampoco es muy alentador- ¿prefieres no saberlo en lugar de intentar? Piensalo un poco. Si lo arruinas, no volverás a ver a esa chica. Pero si sale algo bien puede que te dé su número -quiero empujarlo otro poco. Tal vez porque yo no puedo hacerlo, aunque a mí no me costaría el mismo trabajo. Imaginar cómo lo haría es lo divertido- novio -corregí, aunque siento nuestra relación un poco más compleja que eso, por eso prefiero llamarle “mi pareja”.

Pero el simplemente se niega, y como no quiero quedarme solo, suspiré rindiendome.
-De acuerdo, entonces no lo hagas -qué aburrido. ¿A qué vino entonces? ¿Será por la chica? Probablemente, pero si ella ya está con su novio no veo para qué quedarse. Aunque no se lo diré.
Miré su botella, no recordaba que pidió eso al principio, pero debe estar caliente y dudo que le haga sentir mejor. Y apenas estoy por pedir algo de hielo cuando uno de los meseros lo ofreció al momento de traerle otra cerveza. Eh, qué amable, ¿no?
-Parece que le gustas a la gente -no sé si le incomode porque diga directamente que le gustó al tipo- al menos tienes tu agua fría -me encogí de hombros y tomé mi cerveza para llevarla a mi boca- pensé que no tomarías más, ¿estarás bien? ¿Tienes quién te lleve a casa? -él mencionó a sus primos, pero no han aparecido ni una sola vez y si le costó levantarse, no imagino buscándolos en medio de tanta gente- si quieres podemos pasarte a dejar -no es que sea amable, pero soy en parte responsable por haberlo hecho tomar. Pero solo lo haré si es que lo dejan aquí.

Hace dos semanas, Aaren propuso a Hannu y a mí ir a una fiesta de disfraces. Dijo que no tenía con quién ir, y creo que por verme tan seguido con ellos me ha incluido. Me hizo sentir bien, es como llevarte bien con los amigos de tu novio, aunque nosotros todavía no damos ese paso pero prácticamente estamos ahí.
Fuimos juntos a rentar unos disfraces, incluso nos acompañó la novia de Aaren. Me sentí mal porque el otro día pensé que pasaba algo con el otro chico, pero en realidad tiene una novia. Compramos incluso lentes de contacto de colores y algunos accesorios. Me divierte hacer este tipo de cosas. Cada año salgo con mis amigos a una fiesta, aunque la cosa es más sencilla, pero igual disfruto este tipo de juegos de disfraces. Me pregunté si ya estaba un poco grande para eso, pero Hannu luce emocionado, y eso es suficiente para que yo también lo esté.

Hannu y yo llegamos antes que él, creo que hoy también verá a su novia.
-Te ves muy bien esta noche -le sonreí a Hannu y pasé mi mano por su cara. Me agrada la forma en que nos llevamos. Y no me molesta esperar por él, pero creo que al igual que yo, está esperando que diga algo sobre nuestra relación. No tengo algo específicamente planeado, pero definitivamente hoy haré que las cosas tengan un nombre.
Aaren llegó solo y nos dio nuestros respectivos pases, y luego de saludarlo, entramos. Primero estuvimos con algunos amigos suyos, todos parecen chicos de dinero. De hecho, el lugar es demasiado elegante y moderno, y no pude evitar mirar los detalles de los arreglos, el amueblado y la estructura. Según ellos, esto es una fiesta exclusiva. De verdad supero mis expectativas.
-Hannu, iré al sanitario -luego de unas cervezas, lo dejé un momento para ir al sanitario. No quiero quitarle todo su tiempo, aunque me muera de ganas por llevarlo aalgún rincón conmigo, me gusta verlo feliz al lado de sus amigos. Pero tal vez traerlo conmigo no hubiera sido mala idea, porque ahora no sé cómo volver. Este lugar es más grande de lo que pensé. Caminé recto, pero venía tan a prisa que no me fijé en el camino, así que comencé a buscarlos entre las personas, pero nada. Me detuve a recordar un poco, y cuando me giré en dirección de donde pensé era el camino, noté una cara familiar. Me quedé de pie mirando hasta que él volteó, y levanté la mano saludando. Pero creo que no me reconoció.
-Qué hay -terminé yendo a donde el chico de la cafetería. Es un tipo muy alegre y amable, y hemos platicado algunas veces desde que comenzó a trabajar aquí- oh, lo siento, solo me acerqué a saludar. Hola, qué tal -saludé de igual modo a su acompañante- no pensé verte por aquí. Genial disfraz -sonreí y me quedé unos minutos ahí- wow, ¿es disfraz de pareja? -sus trajes son mucho más detallados que el mío, aunque no parecen muy cómodos, pero se ven espectacular.

Saki:

Por fin es la fiesta, no pensaba que asistiría, es un evento un poco caro y no soy de los “privilegiados” que son invitados de manera gratuita, pero Aaren y Karin querían asistir, y bueno, ellos se han encargado de las entradas, la verdad me siento un poco mal por eso, no me gusta cuando Aaren hace este tipo de cosas por mi, se que es rico pero no me siento cómodo, pero ya veré alguna manera de recompensarlo otro día.
-¿De verdad? me siento un poco raro- comento mirando el resultado, se que es de disfraces y me he esforzado en ello, creo que le he puesto demasiado entusiasmo porque en el fondo, me emociona la idea de ir a esa fiesta -Tu te ves muy guapo- seguro que él ya lo sabe, siempre se ve guapo.

La fiesta es un poco extravagante, y eso hace que me relaje un poco con lo de mi traje, son muchas las personas con cosas mucho mas ostentosas, por eso ya al menos siento que encajo en el lugar.
Saki se aleja del grupo para ir al baño y yo me quedo platicando con ellos, la verdad es que está noche está resultando bastante divertida, tal vez no lo parece, pero me gustan las fiestas y esta clase de ambientes, no en exceso, pero cuando salgo me gusta disfrutar el tiempo.
Luego de un rato, Saki no ha regresado, se que no debería preocuparme, no es que aquí le pueda pasar algo, pero me pone un poco ansioso que tarde tanto. Tal vez se enfermó del estomago. Con esa idea camino hacia los baños pero no lo encuentro, así que camino un poco más buscando. Pero me relajo cuando lo descubro platicando con algunas personas deben ser sus amigos, creo que no debería molestarlo, pero si son sus amigos a los que ya conozco creo que por modales debería al menos saludarlos así que comienzo a acercarme.

Hannu:

-No, no, o sea si me da curiosidad, pero no quiero- hasta a mi me confunde la respuesta que he dado -bueno, tal vez así parece una mejor posibilidad- no sé porque, pero como que me comienzo a sentir un poco interesado en lo que dice, per no, ¿que estoy pensando? es una locura -no, no, pero no tendría el valor- digo ya resignado, porque me conozco a mi mismo, y sé que no podría, no importa mi curiosidad o lo que sea -Oh… ah- no esperaba esa respuesta, él parece un hombre muy varonil, así que no lo imaginé.
-No realmente- si lo pienso es solo hasta que he venido a vivir con los tíos que las personas no me molestan, supongo que es la manera en que la vida intenta compensar una cosa con la otra. Tenía padres maravillosos y una vida de mierda en la escuela, ahora me va bien en ese aspecto pero he perdido a mis padres. La vida te jode siempre de alguna manera -Si, ha sido muy amable- antes que tomar de la cerveza tomo del vaso de agua, se ve bastante tentador -si, yo también lo pensé, pero se me olvidó- me río como si fuera una pequeña travesura -Si, mis primos, vivimos juntos- hago una mueca por su oferta -Eres amable, pero la verdad no quiero estar cerca de tu amigo- admito algo receloso.

Algo atrae mi atención, un rostro familiar y sonrío feliz de verlo, no creía que lo encontraría por aquí, pero es increíble, Saki es el chico más genial que he conocido. Levanto la mano para corresponder a su saludo.
-¡Hola!- le saludo con entusiasmo -Vine con mis primos, gracias, el tuyo también, ¿eres un ninja o algo así?- pregunto curioso mirando la espada. Volteo a mirar a Min Yoo, y comienzo a reirme nervioso -No, no. Nos acabamos de conocer… - le contesto nervioso a Saki.

Tch, casi lo hago cambiar de parecer, pero me he retractado al final. Bueno,al menos ya se ha relajado más que hace rato, debería parar de molestarlo.
-¿No? Yo creo que sí, fuiste amable con él -eso es algo extraño. Yo no habría sido así de amable si me hubiera puesto semejante cara, de hecho me habría enfadado. Y probablemente ese mesero no se ha topado con nadie amigable en esta fiesta. La mayoría es gente adinerada, y por naturaleza somos algo pedantes o fríos. Pero Eli parece alguien sencillo a pesar de su apariencia. ¿Será por ser tan joven? No creo, yo a su edad era más insoportable que ahora.

-Oh... Oye, puede que los conozca aunque sea de vista, son universitarios, ¿no? -ni siquiera había preguntado su apellido, pero no me parece necesario en estas fiestas- jaja -me reí- es verdad -le sonreí. Pero seguro Ilkin se ofrecería a llevarlo si lo ve solo. Imagino su rostro preocupado y diciendo si podemos acompañarlo. Aunque no fuera amigo de su novia, si lo ve conmigo lo haría, él es así de amable.
Una persona se acercó y me giro para verlo. Por la forma en que se saludan no parece que sea uno de sus primos.
-Hola -regresé el saludo. Debe ser un buen amigo suyo, porque su rostro ha cambiado, hasta creo que se emocionó un poco- ¿cómo? No, no -me reí. Pensé que era algo absurdo lo que dijo, pero luego nos miré- me pregunto si las demás personas tuvieron la misma impresión -me volví a reír. Me había olvidado que venimos con el mismo uniforme. Me acerqué a abrazarlo por los hombros y pegué mi cara a su oído- ¿ves? Por eso te dije que fueras a ligar con chicas -me burlé de él y me alejé. Ya no quería molestarlo, pero sus gestos son lindos- ¿no quieres sentarte? -no sé porqué soy amable con el tipo que llegó, pero parece agradable y habla de una forma muy informal sin rozar lo molesto. Además mi amigo no da señales y dudo que lo haga por hoy, hasta creo que se querrá ir con su novia y no conmigo.

Recibir el saludo de siempre me hizo sentir tranquilo. No quisiera incomodarlos, pero él es amable igual que siempre.
-Sí, se supone -sonreí. Él me da una sensación refrescante, siempre anda con una sonrisa en su rostro y atiende a las personas de manera amable. No pensé que lo encontraría en un lugar así, no parece un chico como los que hay por acá. Bueno, Hannu y yo supongo que tampoco encajamos mucho, tal vez algún amigo lo trajo- oh, lo siento -llevé mi mano a mi cabeza, creo que dije algo raro, aunque no insinuaba ese tipo de pareja- pero no se preocupen, a ambos les queda bien -a veces me preocupo por si la gente tomará mis comentarios a mal, sobre todo el tipo de gente que hay por aquí- ah… pues estaba buscando a alguien pero… supongo que no pasa nada si me pierdo por otros cinco minutos -en realidad ha sido más tiempo. Pero quiero dar un poco de espacio a Hannu, y ya que me invitaron a sentarme, no seré descortés- lo siento, no me presenté. Soy Saki -extendí la mano al moreno, con Elijah no es necesaria la presentación.
El mesero se acercó a ofrecerme algo y negué con una sonrisa. No planeo quedarme tampoco tanto tiempo. Creo que de hecho, debería enviar un mensaje a Hannu, de paso avisarle que no encuentro el camino de regreso. Parezco un viejo.
Pero avisar ya no fue necesario, porque de reojo lo note y sonreí.
-Lo siento, me acerqué a saludar a un conocido -una vez se acercó, me levanté. Probablemente él quiera regresar donde sus amigos- me perdí, ¿puedes creerlo? Estaba a punto de llamarte -moví mi mano para acariciarlo, pero recordé que estamos en una mesa ajena- ah, perdón. Hannu, él es Elijah. Trabaja en la cafetería de Taki, ¿lo recuerdas?  -creo que ni siquiera se acuerda de mi amigo, tendré que llevarlo un día para que se vaya familiarizando- y él es su amigo.