Minjah

Recuerdo del primer mensaje :

-Naa, para nada, mi primo eligió la cosa mas ostentosa que había, pero a mi me gusta mas este y no, ni siquiera lo había pensado- comento con una mueca de cansancio de solo recordar a Dima cuando estábamos con lo del disfraz y dejando el arma descansara en mi espalda -Gracias- le digo con una sonrisa agradecido por sus palabras.

Él no conoce a Mia, ella es una persona muy amable, y seguro que se preguntará a donde he ido sin decirle nada. Pero en parte agradezco no tener que estar sentado con ellos. Si él se ha dado cuenta, tal vez iba a conseguir delatarme delante de ella y no quiero eso -Elijah- me presento cuando lo pregunta.
-Mmmm, ok- no sé si me agrada eso, obviooo no quiero que vaya a jugar con Mia, pero si van en serio definitivamente mis posibilidades son cero -Es mi amiga, claro que me preocupa- digo con la mirada baja.
Lo sigo de nuevo por el lugar, pero sigo tratando no perder de vista la mesa de Mia, y pongo aun mas atención cuando estamos en la mesa.
-La otra niña ya no está- comento un poco alarmado, ¿por que los dejó solos? solo me desanimo al verlos solos -Es tu amigo, no hablarías mal de él- suspiro por lo que me dice sobre ese “Ilkin” -Tal vez…- supongo debería darle el beneficio de la duda, pero ahora siento más celos que otra cosa.

-¿que? no ¡oye!- reclamo porque ha soltado mi cabello, ¿que le pasa? es demasiado confianzudo -como sea… aun si me veo mejor, no lo notará la persona que me gustaría lo notara- suspiro resignado y estiro mi mano para quitar la liga de mi cabello -un comando no iría a una misión con el cabello suelto para verse bien- comento ahora hablando del disfraz en si.

Eso va más allá de una simple pelea, pero no me corresponde decirle a un extraño sobre ellos. Incluso yo no debo meterme, porque Hannu y yo aún no estamos saliendo. Y viendo lo de ahora entiendo porqué.
-Sí -contesté honesto- no sé qué hacer -me reí nervioso. No quiero preocuparlo o contagiarlo con mis problemas, pero creo que necesito alguien que me diga qué hacer. Siempre me prometo actuar de la manera más racional posible, y termino haciendo lo contrario. Por eso mis relaciones anteriores fracasaban.
Lo escuché con mucha atención. No creo que comprenda bien el problema, lo cuál me da un poco de ternura y me recuerda a la inocencia de Hannu. No quiero que regrese con él, pero tampoco es justo retenerlo a mi lado si su corazón está en otro lado.
-¿Tú crees? -mi perspectiva para solucionar los problemas es otra, aunque estoy completamente de acuerdo con atesorar a las personas que quiero, y el alejarte de quienes te dañan. Pero el problema es que no sé si él realmente quiere alejarse de él o solo huye de lo que aún siente.
Lo seguí con la mirada y mis manos se movieron a su cuerpo para sostenerlo.
-De acuerdo -dije vacilando- pero te dejaré aquí solo, ¿está bien eso? Prometo que no tardaré -el ex novio de Hannu ni siquiera se preocupó por Elijah, aunque dijeron que se acababan de conocer, pero no es educado dejarlo a su suerte si se nota que está mareado. Supongo que todavía le importa Hannu, o es un tipo realmente cruel y manipulador- de acuerdo -le sonreí con seguridad y lo ayudé a sentarse de nuevo- gracias. De verdad eres encantador -le sonreí y me levanté- te juro que no tardo. Bueno, probablemente sí. Ya te compensaré cuando te vea, me ayudaste mucho -creo que necesitaba un empujón. Todavía no sé qué veré cuando llegue, y si ellos desean quedarse solos, me haré a un lado. Pero es verdad que no puedo dejar a Hannu estar con alguien que le hizo daño. A veces somos incapaces de verlo y nos aferramos.

Caminé a prisa y me detuve en la entrada, dudando un par de segundos y tomando aire para clamarme.
-Hannu, ¿te encuentras bien? -intenté hablar con calma, y me acerqué a él- yo me encargo de él, gracias -creo que verlo tan débil me ha hecho responder con recelo- Elijah se quedó allá, está mareado y no creo que sea buena idea dejarlo solo -sé que es un intento de chantaje, pero siento que si no hago esto, terminaré causando un conflicto y solo quiero crear un ambiente tranquilo para Hannu.

No quiero escuchar que diga esas cosas, no quiero que se preocupe por mi ahora, no cuando ya no hay razones para lo que lo haga, no somos nada mas que dos personas que se quieren olvidar ¿cierto? por que yo quiero olvidarlo. Un escalofrío me recorre por ese pensamiento, ¿que es lo que está mal conmigo?
-ah- mi voz sale sin energía o recelo, solo apagada y triste -pero - no se que decir, quiero pedirle que entonces no lo demuestre, pero yo hace un rato no he podido hacer lo mismo. Nuestra relación sigue teniendo un peso demasiado grande en mi. Soy mas o menos bueno engañándome, diciéndome que ya no me importa, que no volveré a sentirme mal. Y lo hago tan bien que lo ignoro por completo en la escuela, pero en realidad solo se trata de evitar todo lo que tenga que ver con él, así es como he logrado sobrellevar este tiempo, solo he buscado una manera de mantener la distancia, pero ahora a la mínima interacción pierdo los estribos con facilidad.

Mi corazón se detiene cuando el se acerca, pero solo pretende limpiarme. Ahora me siento fatal por la decepción que me llega, no puedo creer que siga esperando algo. Saki no merece algo como esto, me siento tan mal por ser una persona tan horrible.
Desvio la mirada cuando menciona a Saki, realmente me siento mal. él tal vez se enojó… no ha venido ni siquiera, debió molestarse, porque claro que lo notó, él es tan bueno para notar esas cosas.
Me vuelvo a girar, me estiro para tomar una toalla y mojarla un poco para volver a limpiar donde el ya lo hizo.
-Ah- cierro mis puños estrujando en uno de ellos el papel con el que me he limpiado, las personas en el baño se la pasan entrando y saliendo, al menos eso me ayuda a no sentirme tan acorralado -intentaré que no vuelva a pasar- le digo para que ya deje de darle importancia a esto.

Un gran alivio me invade cuando escucho la voz de Saki, en cuanto se acerca tomo su mano.
-Temía que te hubieras ido- le digo porque pensaba que simplemente me dejaría, alguien como yo no lo merece, estoy preocupado por eso al punto de que no he contestado a su pregunta -Si, ve con tu amigo- aprieto un poco la mano de Saki y mentalmente me repito que no estoy celoso -¡Min!- le digo antes de que se vaya, le he llamado por su nombre sin pensar -gracias por preocuparte, pero ya no tienes que hacerlo. Solo sé feliz- duele mucho decir estas palabras, he guardado tanto rencor todo este tiempo, pero tengo que dejarlo ir. Tal vez si, aun siento cosas muy fuertes, pero no puedo hacer algo malo a Saki, no quiero causar el daño que yo he sufrido.

Se le nota lo mucho que está preocupado, su sonrisa son es la misma de siempre y, bueno, no sé lo que pasa con esos otros dos, pero no quiero ver mal a Saki, si quiere ir, debería poder ir, no hay nada de malo en preocuparse por los amigos.
-Si, definitivamente- digo más animado para darle seguridad.
El me ayuda a recuperar el equilibrio, siento un pequeño hormigueo en mi estomago. Es extraño, pero agradable.
-Estaré bien, solo tengo que sentarme- le digo para que no se preocupe -Genial- digo cuando parece aceptar a ir a ayudar a su amigo. Con su ayuda vuelvo a sentarme y le sonrío. Siento mi corazón dar un vuelvo cuando me dice que soy encantador -Si, luego nos vemos- con una sonrisa lo veo alejarse. Debe ser lindo tener amigos tan importantes, me siento un poco envidioso, me hubiera gustado pasar mas tiempo con Saki, pero conociendo un poco a ese chico raro, creo que lo mejor es no dejar a su amigo a solas con él.
Ya que no hay nadie, no se que hacer, así que me recuesto mi cabeza sobre la mesa y comienzo a jugar con la botella de mi cerveza.
-¡mamá, hoy ayudé a una persona que me gusta mucho! - comento con entusiasmo a la nada -¿Papá y tú están orgullosos de mi?- suspiro ahora sin la gran sonrisa, de hecho mis ojos ya no enfocan bien, todo se ve borroso -Los extraño mucho- me levanto para tomar de la botella, pero el sabor ya no es nada agradable ahora que no está fría.

Hannu no responde nada de lo que digo, solo parece afectado. No me ve, ni me habla. Se siente horrible ser ignorado por él. Aprendí a sobrellevarlo en la escuela, pero ahora estando de frente no es nada sencillo pretender.
-No es tu culpa tampoco -comento cansado. Cada cosa que digo pone las cosas más tensas.
Quiero abrazarlo, pero seguro termino con la poca calma que él tiene, y yo también estoy alterado. No tengo reacciones tan evidentes como él, y dios, cómo agradezco eso.

Su novio entra y lo miro de reojo. Otra vez habla tranquilo, y me molesta que sea capaz de controlarse. Empiezo a pensar que es todo lo contrario a mí, y es un poco decepcionante. Soy muy malo por querer que su pareja sea como yo, porque si es diferente, entonces quiere decir que no es un sustituto, que realmente entre ellos hay algo y que Hannu está olvidando.
No respondí a ellos, solo lo miré mal. Ese chico no es mi amigo, pero no puedo montar un espectáculo aquí, ya entendí el mensaje.
-Entiendo -agacho la vista. Me giré para irme, pero me detengo y lo miro cuando escucho mi nombre. Sentí una presión en el pecho, él dijo que nunca más me llamaría, y lo he sentido tan intensamente que mi enojo por ser echado se ha disuelto. Mi cara también cambia, y siento un nudo en la garganta. Me quedé unos segundos en silencio, mirándolo asombrado. No solo a él, sino a ambos, y pensé que esa persona pude ser yo, pero ya no, yo decidí dejarlo y él no iba a estar atormentado por mí para siempre. Deseé que encontrara alguien bueno para él, y ahora que probablemente lo ha hecho, no me siento nada bien- gracias -le sonreí triste- tú también sé feliz, Hannu -alcé la mano para decirles adiós, y me salí tranquilamente del sanitario. Pero apenas puse un pie fuera, la música comenzó a aturdirme y aceleré el paso. Mordí muy fuerte mi labio, tanto que sentí cómo el sabor a sangre se escurría a mi boca. Mierda, me siento perdido, realmente no sé qué hacer ahora.
Mis pasos me regresaron a la mesa. Planeaba tomar mis cosas e irme, quiero salir de aquí ya, necesito ver a Asb. Pero el chico está… ¿está incosciente? Me quedé mirando unos segundos y luego me senté junto a él.
-Oye -al menos esto ha evitado que mis emociones salgan a flote- oye -dije más asustado, está llorando- ¿te sientes mal? -¿acaso le pasó algo? Pero ese tipo no lo dejó mucho tiempo solo.
Suspiré y llevé mi mano a su cabeza. No me gustan los borrachos que lloran, odio el sentimentalismo. Pero ahora quiero tomar hasta quedar inconsciente, y también llorar.
Bajé mi mano a su espalda y le di algunas palmaditas. No soy bueno consolando a las personas, y hoy ha sido un pésimo día como para soportar esto.
-Vamos Eli, anímate. Me estás deprimiendo también -agaché la vista sin dejar de palmear su espalda.

Mi corazón se aceleró en cuanto lo vi. Está mal, esto todavía le afecta más de lo que me gustaría.
-Cómo crees -negué con la cabeza y me acerque a tomar su mano. Al menos el tipo hace caso y decide irse, y siento un alivio. No quiero discutir, estoy cansado de lidiar con personas problemáticas. Quiero que esto sea diferente, y tomaré toda la paciencia que necesite para lograrlo.
Ellos se despiden de una manera extraña, y me sentí mal, incómodo y celoso. Pero Hannu ha dado un paso muy importante. De ahora en adelante, le ayudaré a que su decisión permanezca firme. Esa persona no debe ser buena para él si la daña a tal grado que se refleja en su estado físico, y egoístamente quiero que él se aleje.

Cuando se fue abracé a Hannu. Fue un abrazo fuerte, porque por un momento sentí que lo que hemos conseguido, sería arrebatado por alguien más. La verdad es que no soy tan fuerte, y no quería que regresaran.
-¿Cómo te sientes? -pregunté de nuevo al separarme, y limpié sus lágrimas con mis dedos- no sabía si venir o ser paciente -me reí y de nuevo lo abracé. Él es una buena persona, y un chico frágil. Siento la necesidad de cuidarlo, pero también de compartir muchas cosas. No quería que volvieran, pero tampoco quería ser alguien miserable. Le dije que sería paciente, y creo que todavía debo serlo, pero, deseo que esa persona no afecte más su vida- tuve un poco de miedo -admití riendo. Me gusta su aroma, aunque ahora huele un poco a vómito, pero eso no es problema para mí.
Lo solté para de nuevo tomar su mano. Acomode su cabello que se despeinó con nuestro contacto.
-¿Dónde quieres ir? -no sé si ese tipo regresará arriba. Me gustaría ver si Elijah no quedó solo, pero hay algo más importante ahora- ¿te apetece caminar? Podemos ir a pedir dulces si quieres -le sonreí. No me gusta verlo triste, ni con esa expresión de culpa. No es su culpa, sé lo que es no poder dejar de amar a alguien aunque te haga daño, y yo estaba al tanto de eso, no puedo reprocharle nada- le avisaré a Aaren que nos iremos temprano, ¿si? -le di un beso en la frente. La gente comienza a vernos mal, y le mostré la lengua para luego tomar su mano y salir del sanitario.

Sonrío al escuchar a Saki, mi idiotez no lo ha hecho abandonarme. ¿Puedo merecer algo así? definitivamente no lo merezco.
No sé cuando voy a dejar de quererlo o preocuparme por él, tal vez nunca lo haré, es como una maldición por enamorarse, quiero atesorar las cosas buenas que hubo, pero no se si puedo lograrlo. Definitivamente me hace daño tenerlo cerca, me siento celoso, me doy cuenta de cuanto lo extraño, y por eso tengo que evitarlo. No importa cuanto lo puedo amar, y aun si el me amara, el amor no es la solución a los problemas. Pero definitivamente no puedo estar cerca de Min, es demasiado fácil sentir el peligro que representa para mi. Solo bastó que diera un paso hacia mi, para pensar que algo iba a pasar, deseaba que algo pasara, y no puedo permitirme esa debilidad, no quiero caer en algo tan lamentable, mucho menos no cuando tengo a alguien tan maravilloso como Saki, tengo que ser fuerte.
Abracé con anhelo a Saki, siento miedo de que él decida que lo que ofrezco no es suficiente, no quiero perderlo.
-Ahora bien- digo buscando de nuevo refugio en sus brazos -gracias por hacerlo, yo no puedo estar solo con él. Lo siento tanto- no puedo negar lo que es una obviedad, pero no significa que no sienta arrepentimiento por esas cosas que no puedo controlar.
Me río por lo de ir a pedir dulces, pero siento como mi estomago ruge un poco.
-Tengo hambre, pero no quiero seguir aquí- asiento por lo que dice de avisar a Aaren y con una sonrisa le sigo.
No puedo evitar una mirada hacia Min pero de inmediato desvío la mirada. Tengo que esforzarme mucho más, tal vez no pueda arrancarlo de mi corazón, pero podría aprender a vivir de esta manera. Tengo que dejarlo ir, pero es tan complicado cuando una parte de mi desea ir a buscarlo, pedirle una oportunidad, solo una… Suspiro y solo me concentro en Saki, él me da un poco de fuerza, si no fuera por él, yo no se como habría hecho las cosas, tal vez ganaría esa otra parte mía.

No me doy cuenta cuando ese chico regresa, estoy tan metido en mis recuerdos, extrañando a mi familia, que ya ni me importa donde estoy o si la gente me ve llorar. Claro que he llorado por mi familia, pero lo he hecho siempre cuando estoy solo, o con Mia, pero nadie más.
-¿eh?- niego cuando pregunta si me siento mal y limpio mi cara, pero unas lagrimas salen de nuevo. Bajo la cabeza cuando me toca, se siente un poquito de consuelo, tal vez no es tan malo como he pensando todo el rato.
-Lo siento, es que estaba de muy buen humor y luego ya no… jalo mucho aire con mi nariz para evitar que los fluidos comiencen a salir, pero al final solo estiro mi mano para tomar una servilleta y limpiarla.
-¿Alguna vez has extrañado tanto a alguien que sabes que ya no puede estar contigo?- vuelvo a limpiar mis ojos y me dejo caer hacia el para recargar mi cabeza en su pecho -voy a llorar otro poquito- le aviso, me esfuerzo por no hacer demasiado ruido, solo busco acurrucarme contra él. Su aroma es agradable, tiene un toque similar al de papá, y eso no sé ni porque, pero se siente bien, así que comienzo a relajarme un poco y mi llanto va cesando. De hecho me relajo tanto que me quedo ligeramente dormido. En un movimiento que hago siento como que me voy a caer y despierto. Me levanto poco a poco y miro a la persona con al que esto.
-todo se mueve raro- me siento como sofocado y busco acomodarme en sus piernas -No eres mala persona ¿verdad? eres raro, pero no mala persona, aunque me molestas mucho- reclamo haciendo un puchero y llevando mis manos a su cara y dandole palmaditas -No seas malo conmigo, seamos amigos- le digo con una gran sonrisa.

No puede cambiar de humor tan rápido solo por alcohol, siempre hay una razón detrás. Pero conocerla sería acercarnos más, y en este momento siento que no deseo más personas importantes en mi vida.
-No llores -solo le pido eso, porque al verlo me hace tener ganas de hacer lo mismo.

Su pregunta me dio justamente en el punto, y sentí cómo comenzaba a agitarme. No quiero pensar más en Hannu, pero sus palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez. No quiero llorar aquí, es patético que la música alegre esté sonando al fondo y yo solo piense en echarme a llorar por mis decisiones estúpidas. Lo extraño, hoy más que nunca lo he sentido. Y me doy cuenta de lo idiota que fui, y que finalmente él parece decidido a soltarme. Soy tan egoísta que quiero tenerlo, pero no soy capaz de dejar a Asb tampoco.  
-Justo ahora -dejé que se recargara en mí. Tal vez piense que lo estoy consolando, pero en realidad soy yo quien se refugia en él- lo extraño mucho -mi vista comenzó a hacerse borrosa, y pasé mi mano por mis ojos antes que alguna lágrima cayera. Llevé mi brazo alrededor de sus hombros y sonreí. Quisiera ser así de honesto con lo que siento y no importarme nadie ni nada. Pero no puedo, y por eso he perdido una de las personas más maravillosas que he tenido en mi vida.

Él se ha quedado dormido, y no me muevo. Veo la gente pasar, todo se siente tan denso y molesto. Debería llamar a Asb, necesito escucharlo para que mis arrepentimientos desaparezcan. Siempre ha funcionado así, no debería, ¿verdad? Pero no tengo otra salida. Soy esta clase de persona.
Me muevo un poco para alcanzar mi teléfono en mi bolsillo del pantalón, pero termino despertando a Eli.
-Lo siento -él parece más tranquilo, me pregunto qué lo hizo llorar hasta quedarse dormido en este sitio. Ahora se acomodó en mis piernas, bloqueando definitivamente el acceso a mi bolsillo izquierdo. Lo miré desde arriba. ¿Por qué dice eso? No me importa ser mala persona, he aceptado mi personalidad desde hace mucho. No necesito escuchar de un extraño algo como eso- demonios, Eli -me reí y cerré los ojos con fuerza. Necesito sacarlo, pero no quiero. No tengo idea de lo que quiero, lo que merezco y lo que debo tener. Son tantas opciones y al final siento que ninguna me llena. Me siento mal, quiero irme, pero no tengo fuerza para levantarme.
Me incliné hacia delante, mis ojos siguen cerrados y he mordido mi labio para detener el dolor en mi pecho. No soy fanático de autoinflingirme dolor, pero lo necesito ahora, sino creo que voy a romperme.
-No seré malo contigo -dije en voz baja- así que vuelve -inevitablemente recuerdos pasan por mi cabeza. Duele todo mi cuerpo, creo que nunca había experimentado esto. Cada vez que lo veo, duele un poco más que la vez anterior. No quiero volver a encontrarlo, porque entonces no voy a dejar que se vaya. Al diablo su felicidad, no soy nada honesto deseandosela.
Abrí los ojos, me costó enfocar la imagen frente a mí.
-Seamos amigos -sonreí. No sé porqué, pero siento que si hubiera estado solo, habría buscado una salida mucho más sucia a mi sufrimiento- no le digas a nadie lo que acabas de ver-amenazo- a Andy, a Mia, a nadie. Mucho menos a ese amigo tuyo -de por sí puede que alguien aquí me reconozca y lo note. Aunque por la posición en la que estamos, creo que la impresión sería otra, y honestamente lo prefiero así.

Desde que lo conozco he agradecido su honestidad, pero tal vez porque no eran cosas que me lastimaran o me hicieran sentir tan incómodo. Ahora me ha sabido mal que acepte que no puede estar junto a él. Obviamente lo noté, fue más que obvio, pero sigue siendo un trago amargo.
-No te preocupes, ya serás capaz de hacerlo -intenté darle tranquilidad, pero no estoy seguro si de verdad logrará superarlo, porque parece que todavía siente cosas muy fuertes por él. Tengo un poco de miedo que al final las cosas no resulten, pero intentaré no dejarlo solo hasta que sea capaz de afrontarlo. De nuevo hago todo lo contrario a lo que quería, pero sino, si me rindo ahora, estoy seguro que fácilmente podré perderlo- entonces vayamos por algo de cenar afuera -por lo menos él es consciente del poco control que tiene, y que quiera alejarse me hace también querer apoyarlo para hacer que lo que sea que tenemos, funcione.

Salimos del sanitario y saqué mi teléfono para mandar un mensaje a  Aaren. No me agrada la idea de dejarlo aquí si él nos invitó, pero tampoco quiero que sea a costa de la incomodidad de Hannu.
-¿Qué te gustaría cenar? -una vez fuera respiro hondo el aire fresco de la noche- ¿qué tal unas hamburguesas? Conozco un buen lugar -le ofrecí mi mano para que la tomara. Quería dar ese paso hoy, pero ya esperé un tiempo, puedo esperar otro poco con tal de no confundirlo más.
Comenzamos a caminar un rato de la mano. Es una zona poco transitada a pie, además no deseo soltarlo.

Acepto sus palabras con una sonrisa. Él tiene razón, seré capaz de hacerlo. Es absurdo pensar de manera tan fatalista como que viviré eternamente siento de esta manera, el tiempo nos hace cambiar, y no sé cuanto tomará, pero Saki tiene razón. Que bueno que él está aquí conmigo y me ayuda a ver esas cosas que mis sentimientos nublan.
-Hamburguesas es perfecto- no sé si lo que ha pasado ha dañado esto que tenemos, en realidad no estoy seguro de que es lo que tenemos, pero lo que sea, no quiero perder.
Salimos del lugar, yo aun me siento inseguro, pero creo que este no es el mejor momento para discutirlo, no estoy en mi estado mas sereno y creo que podría decir cosas inadecuadas.
-quiero que hablemos de esto en otro momento, porque necesito explicarte unas cosas, pero ahora no creo poder hablar mucho del tema. Pero de verdad lamento el mal momento que te pude haber causado- se que no ha pasado nada, pero mis reacciones creo que bastan para incomodar a alguien, incluso a mi mismo.

-yo también los extraño- entiendo lo que me dice, pero realmente no pongo atención en el sentido de lo que quiere decir.
No sé ni porque me he dormido así de fácil, bueno si, me sentía muy a gusto.

-Ilya- le corrijo marcando cada sílaba -Repítelo - con mis manos en su rostro intento hacer que lo repita -Ilya, IIIILYAAA- articulo de manera exagerada.
Dejo de hablar cuando el se acerca a mi. Sonrío por lo que dice, aunque luego dice algo que no tiene sentido, creo que no habla conmigo, no lo sé realmente, pero suena un poco a como yo hablo cuando extraño a mis papás. Muevo mis brazos para rodear su cuerpo en un abrazo -Si- digo sonriente a lo de ser amigos. Lo miro confundido porque no se que es a lo que se refiere con lo que acabo de ver -tu tampoco puedes decir nada- le digo con gesto adusto, no quiero que su amigo maravilloso sepa que me gusta Mia, o que estuve llorando o cosas así, pero no tardo mucho en olvidarlo y le vuelvo a sonreír, mis manos que lo abrazan se mueven un poco para acercar un poco más y le doy un rápido beso en la punta de su nariz, era un gesto común en casa, sobre todo las veces que estaba triste o enojado, no sé porque lo hacían pero creo que me acostumbre a que luego de eso tenía que sentirme mejor.

Él también llora por personas en específico. Los, eso fue lo que dijo. No sé qué pase por su cabeza, pero no esperaba que tras ese chiquillo molesto habría tanta tristeza, de otro modo no creo que, siendo tan penoso y un poco cobarde, quisiera llorar así en un sitio tan concurrido.

Él me distrae corrigiendo la pronunciación de su nombre. Está muy ebrio, y es de los que son honestos con el alcohol al parecer.
-Ilya -repetí fastidiado, es incómodo tener sus manos en mi cara- Ilyaaa -usé el mismo tono de voz que él. ¿Qué pasa con esa repentina energía? Estaba comenzando a preocuparme. Pero gracias a eso es que pude despejar un poco mi cabeza, y también sacar un poco de la frustración de hace un rato.
Recibí su abrazo con gusto, me hizo sentir un poco mejor. No me gusta que los demás me tengan lástima, lo odio. Pero él no parece hacerlo por eso, creo que es por empatia, porque tal vez está sintiendo lo mismo que yo.
-Hecho -cerramos una especie de trato y sonreí. Él es lindo, y cálido- tienes una bonita sonrisa -es un halago sin segundas intenciones. Lo pensé desde que lo vi, pero estando tan cerca me dieron ganas de hacerselo saber. Es increíble cómo puede pasar de una expresión tan melancólica a una tan fresca.
-¿Eso qué fue? -me reí, me puse nervioso porque por un segundo pensé que iba a besarme, pero fue algo en mi nariz nada más- es un gesto infantil -me burlé, pero recordé que dije que no sería malo con él- lo siento -me disculpé- El… Ilya -repetí de manera exagerada- ¿siempre acostumbras a besar a tus amigos? -espero que no, porque seguro que a Ilkin no le gustará. Aunque dijo que su novia no es muy fan del afecto, pero por las dudas he preguntado.

No sé como pero incluso así suena un poco chistoso cuando lo dice, así que río un poco, pero al final lo dice bastante acertado.
-Dicen que es como la de mi mamá- comento feliz de escucharlo, antes eso me solía molestar, era de las cosas que me acomplejaban, que me dijeran que me parecía a mi madre, pero ahora es algo que me gusta, duele un poco porque es inevitable no pensar en lo triste de todo esto, pero ya no me molesta para nada la comparación, me hubiera gustado haberme sentido así desde antes.
-Un beso- digo con voz de que eso es obvio, inflo mis cachetes por lo que dice -mis papás lo hacían cuando estaba triste, o enojado, siempre me hacía sentir mejor, ¿no te sentiste mejor?- supongo que lo que funciona conmigo, no es que vaya a funcionar con todo el mundo -No, de hecho nunca lo había hecho- admito, ni siquiera debería haberlo hecho, creo que deben ser los efectos del alcohol -Oye, creo que debo buscar a mis primos, no me siento muy bien- tengo un poco de calor, así que deshago el abrazo y comienzo a levantarme, me cuesta, pero cuando lo consigo me quito los guantes y demás accesorios del disfraz para quedar solo con la playera y el pantalón. Me recargo en el sofá y dejo caer mi cabeza, como que se siente muy ligera pero al mismo tiempo pesada -quiero ir a dormir, mañana tengo que trabajar- a penas me vengo a acordar que mañana tengo turno en la tarde -Trabajo en una cafetería, es un lugar agradable, pero unos chicos tuvieron que dejar sus turnos, así que ahora me explotan, lo más difícil, es cuando va una clienta bonita, de milagro tomo los pedidos bien- suelto una risa, pero ni me acuerdo porque he comenzado a platicar del trabajo -mi tía dijo que no tenía que trabajar, pero a mi me gusta, lo he hecho desde hace un par de años, es agradable tener un poco de sensación de independencia- hago una pausa muy pensativo -¿Que era lo que me preguntaste?- pregunto confundido.

-Pues tu mamá debe ser muy bonita -sonreí.
Ahora que lo pienso, parece un chico criado con mucho amor de sus padres. Yo no podría tener un gesto tan íntimo con los míos. Las expresiones de afecto en casa son limitadas, mi madre solo utiliza las palabras cuando jugamos a la familia feliz frente a otros, por eso es algo extraño para mí, pero él parece acostumbrado.
-Pues… sí, gracias -este niño es muy raro, pero tierno- oh… -bueno, seguro es por el alcohol, pero de todos modos fue algo extraño- ¿quieres que te ayude? -cuando se levantó me levanté para estirar las piernas. No creo que pueda encontrar a Andy en ese estado, debería llamarlo y llevarlo con él.

Me reí al ver la situación en la que se ha metido, ojalá no tenga resaca mañana.
-Eso debiste pensarlo antes de tomar - yo también debería quitarme todo, pero no quiero cargar con ello, aunque empiezo a acalorarme y no quiero sudar.
Él empieza a hablar de su trabajo, y aunque no me importa realmente, le pongo atención. Pensé que ya se iba pero creo que lo ha olvidado.
-¿De verdad eres así de malo con las mujeres? -me hice una imagen en mi cabeza y reí por lo que cuenta- eso es bueno, pero ¿no estudias? -con esa familia no debe faltarle nada, realmente debe gustarle ganar su propio dinero- no pregunté nada, tú comenzaste con la plática de borracho.
Le estire ambas manos para que las tomaron y se pusiera de pie.
-Ven, te llevaré con Andy, no puedo dejarte -además no tengo ya nada qué hacer. No sé dónde está Ilkin, pero creo que lo esperaré fuera o le diré que fui a casa, si es que todavía sigue por aquí- puedes abrazarte de mí. Solo no vayas a vomitar, por favor -puede que en Hannu no me haya importado, pero no quiero que él vaya a descargar todo sobre mi ropa.

Caminamos despacio. No se ve que sea alguien débil, pero por alguna razón no puedo dejarlo solo, y lo llevaría a casa si no fuera tan necio.
-Ilya, déjame llevarte a casa, es menos problemático que andar buscando -saqué mi teléfono con una mano, y note un mensaje de Ilkin- además solo seremos tú y yo.

-Si, no hay nadie como ella- siempre me ha gustado presumir de ella, incluso ella fue de lo primero que llegué a hablar con Mia, siempre me gustó presumir de ella. Supongo que todos dirían que sus madres son las mejores, pero yo realmente tenía cosas de sobra para presumir, era linda, siempre cariñosa conmigo y amable con todos, talentosa como pocas personas.
Acepto su ayuda para levantarme, mi cuerpo anda un poco raro, me cuesta controlar mis movimientos. Cubro con mis manos mi boca porque siento como un poco de aire sube por mi garganta. Hago una mueca por lo que acaba de pasar, me ha dado un poco de asco.

Asiento energético a lo de las mujeres, no hay duda de que eso es de mis peores habilidades, pero es que cuando son tan lindas yo me pongo muy nervioso-Soy el peor- aseguró sin vacilar.
-Estudio en las mañanas y trabajo algunas tardes y fines de semana, no todos los días, pero si tantos como puedo- le explico con un gran sonrisa de orgullo. Lo miro acusador, como si no creyera lo queme dice, acrece una tontería, pero luego comienzo a reír y creo que tal vez tiene razón -Supongo que si estoy borracho- me río como si acabara de ser atrapado en mi travesura.

Tomó sus manos para que me ayude a levantar, y de nuevo me siento muy mareado, así que cuando dice que me puedo apoyar en él, no lo dudo y pongo una de mis manos en su espalda y estuvo su camina buscando seguridad, pero él, es grande seguro que puede fácilmente conmigo.
No me siento tan bien, por eso ahora que repite eso de llevarme, parece mucho mejor idea que hace rato.
-Si- no me resisto nada, él ha dicho ser amigo de Andy y ahora también es mi amigo. Lo sigo hasta su auto, ni sé cómo me subo pero lo hago y me esfuerzo para no dormirme en el camino, pero me cuesta mucho. Solo quiero llegar a casa a dormir,