Sorrow Song [Ian]

Al salir del trabajo fue de inmediato a casa. Mi estado de ánimo no ha sido el mejor desde lo de Aaren, lo extraño, y realmente fue difícil no contestar sus llamadas. Por eso le dije a Ian que por ahora no podía iniciar otra relación, sería complicado cuando aun tengo sentimientos por Aaren y sería raro. Todo era mas sencillo cuando no me enamoraba.

Una vez en la casa, me di un baño y me puse una de esas camisas que le he robado a Ian y ahora es mía. Todavía faltan un par de horas para que llegue a la casa.
Camino a la cocina para poner a calentar un poco de agua para hacerme un té y mientras se calienta abro el refrigerador, creo que podría prepara algo para la cena.
Mientras comienzo a sacar algunas cosas el timbre suena, apago al agua que ya esta hirviendo y camino a la puerta. Es un poco temprano pero tal vez salió temprano.
-¿Acaso olvidaste tus llaves?- pregunto burlona mientras abro, pero entonces veo que no se trata de Ian, sino de un chico.
-¿Es la casa de Ian?- pregunta de inmediato, parece confundido comenzando a mirar los números de otras puertas.
-Si, aquí es- contesto con la misma confusión que él ha expresado.
-¿Quien eres tú?- no es que moleste su pregunta, sino la manera en que lo ha hecho.
-Soy su roomie- en cuanto digo eso él me recorre con la mirada y parece no creerme.
Ni siquiera se como ha pasado, pero él ahora está sentado en la sala y yo sirvo un poco de té para él, aunque obviamente le he mandado un mensaje a Ian, diciendo que al parecer un amigo lo está buscando.
Le ofrezco el té y solo lo deja a un lado, ¿si no va a tomarlo para que me lo pidio?
-¿Entonces solo eres su compañera?- pregunta y yo asiento, su expresión cambia por una mas relajada. Todo lo que ocurre después es algo que me cuesta procesar. Lo escucho hablar de como se siente tranquilo ahora, de como era su alumno y tuvieron una relación, de la esposa de Ian. Todo lo que me cuenta me hace darme cuenta que no conozco a Ian.
-¿No crees que eres indiscreto?- comento molesta, porque solo deseo que se calle. Es como si la vida me echara en cara que esta persona conoce a Ian y yo no -No deberías andar contando las cosas de Ian- aunque no he sido nada amable el sonríe y me doy cuenta de lo idiota que soy, él está marcando su territorio.

Veo como la puerta se abre frente a mi, ya que estoy en el sillón individual y veo a Ian que está llegando.
-Buenas noches, tienes visita- le digo con una sonrisa forzada y me levanto para ir a mi habitación. No puedo creerlo, estoy muriendo de los celos y actué como una estúpida.
¡Pero es que ese tipo es completamente desagradable! ¿Como pudo gustarle alguien así? salgo al pequeño balcón de mi habitación y buscando un poco de aire.

Karin:

casa:

Salí un poco temprano del trabajo y decidí pasar a comprar comida para Karin y oara mí. Nuestra relación no ha avanzado a pesar de que ella ya no está con ese chico, pero al menos sigue siendo la misma de siempre, y estoy dispuesto a esperar lo que sea necesario para que se sienta segura sobre lo nuestro. Mientras tanto, continúo luchando con el deseo de tenerla y obviamente con mis impulsos sexuales, porque no he visto a nadie más desde que terminé con Sora.
—¿Un amigo? -me pregunté extrañado cuando recibí el mensaje de Karin, además de Leigh no tengo otro amigo cercano, seguramente es del trabajo pero es extraño que no me haya contactado directamente. Por fortuna no me tomó mucho tiempo llegar, y saqué las llaves de mi bolsillo.
—Llegué, traje alitas —anuncié mi llegada y la busqué, inmediatamente reconocí la persona frente a mí sentí un escalofrío y mi sonrisa se borró rápidamente. Ni siquiera puse atención a lo que Karin dijo, y puse la comida en el comedor mientras él se acercaba con esa singular sonrisa. Sin meditar retrocedí un paso, pero no pude evitar ese efusivo abrazo de su parte, está más alto— ¿Cómo me encontraste? —mis manos se colocaron en sus hombros y lo alejé lentamente. He comenzado a sentirme mal, no me imaginé que lo volvería a ver.
Él me arrastró hacia la sala y lo miré confundido, y me solté de su agarre con la excusa de que debía quitarme el bolso.
-¿Dónde está Karin? —me bloquee por unos minutos y olvidé que ella estaba con él, tengo miedo de lo que pudo decirle, sé que Adrik no tiene el carácter más accesible y Karin es demasiado prudente como para defenderse de alguien así.
-¿Tu roomie? —puntualizó y lo miré— se fue, pero eso qué importa, hace tanto tiempo que no nos vemos, te extrañé muchísimo. Te dije que volvería por ti —tragué saliva y desvié la mirada. Necesito sacarlo de aquí, no me estoy sintiendo bien y tampoco quiero que Karin sepa de él.
¿Qué le dijiste? —pero tuve la torpeza de preguntarle, como si realmente él fuera a decirme la verdad. En el tiempo en que estuve en terapia comprendí que era una persona tóxica para mi vida, sin embargo no fue sencillo deshacerme de la dependencia que desarrollé por él.
Comenzó a preguntar el porqué de mi preocupación por ella, y decirme que era injusto, que prometí esperar y me había buscado cualquier zorra para consolarme. Eso fue suficiente para molestarme, y lo miré serio, yendo a la puerta y abriendola para que saliera.
—Por favor, vete —no quiero hablar de Karin, no permitiré que se acerque de nuevo a ella. Él me dedicó esa expresión triste y dolida que de momento me hizo sentir culpable, me prometió volver y accedió a irse dejando un beso que solo alcanzó a tocar mi mejilla. Eso se sintió como una amenaza, pero mi urgencia por sacarlo era tanta que simplemente me quedé callado. No quiero hablar frente a Karin, no quiero que ella sepa sobre eso u otra etapa de mi vida.
Me tomé unos minutos para recuperarme y caminé a la habitación de Karin. Toqué un par de veces y entré, ella se encuentra en el pequeño balcón.
—Karin —le llamé e intenté parecer tranquilo, pero todavía me tiemblan las manos— ya se fue… Amm… ¿te dijo algo? -al notar que el movimiento en mis manos no se detenía, las metí a los bolsillos de mi pantalón— lo siento, es muy imprudente y caprichoso. Amm, él fue mi alumno cuando trabajé de profesor —mi corazón está latiendo muy rápido, quiero recuperarme y hablar con ella como siempre, pero me siento débil e inestable— traje la cena, ¿por qué no entramos y la comemos? Va a enfriarse —solo ruego que no le haya dicho algo fuera de lugar o grosero, no quiero que dañe a Karin, no se lo permitiría.

Ian:

Me pongo a tararear una canción intentando aclarar mi mente, pero me cuesta sacar de mi cabeza las cosas que ese chico me contó. No me molesté por lo que escuché, todos tenemos pasados, Ian no sabe la cantidad de cosas que hecho entre mis locuras. Pero duele saber que hay tanto que acabo de descubrir, tanto que él no me compartió conmigo. Yo no he sido tan sincera sobre mi vida con nadie más, Ian tiene esa importancia en mi vida, pero creo que yo no soy así para él.
No me di cuenta que entró a mi habitación hasta que lo escuché que me llama. Me giro y lo veo saliendo al balcón.
-Pues de algo teníamos que platicar- digo con una pequeña sonrisa, la verdad es forzada, pero soy buena haciendo esa sonrisa -¿Alumno? no seas discreto que ya me dijo que fueron mas que eso- digo dandole un pequeño codazo de manera juguetona.
-Oh, que bien, tengo hambre- pongo una sonrisa en mi rostro y me muevo para entrar de nuevo y voy directo donde está lo que ha traído, pero la verdad solo estoy huyendo de él.
Camino luego para ir por un plato y regresar a la mesa y comienzo a servirme un poco para comenzar a comer.
-¿Y que tal el trabajo hoy? mi día fue algo pesado- digo mientras tomo una de las alitas y le doy una mordida.

Esa respuesta solo hace que me sienta más nervioso, pero ella actúa como siempre, tal vez él no dijo nada extraño. Sí claro, Adrik no es alguien prudente, siempre fue caprichoso y posesivo, y si ella se apartó inmediatamente llegué no es buena señal. Generalmente solo se movería a la cocina o incluso me diría que la presentara, pero ella desapareció en cuanto entré.
—¿Qué te dijo? —pero ni por lanzar la pregunta directa obtuve respuesta, y además él le dijo sobre nosotros, y eso no me pone muy feliz— creo que deberíamos hablar sobre eso —no puedo creer que justamente ahora apareciera, pensé que había dado vuelta a esa página en mi vida y de repente se aparece frente a mi puerta.

La seguí hasta el comedor y me senté frente a ella. No tengo hambre, siento náuseas y estoy a nada de ir a mi recámara para no tener que confrontarla, tengo miedo de lo que pueda pensar.
—Bien, terminé la columna a tiempo —me levanté a traer una lata de cerveza y también traje una para ella— aquí. ¿Saliste temprano? -abrí la lata y di el primer trago. Ella no dirá nada, seguramente está esperando que olvide el tema y estoy casi convencido de querer lo mismo. Pero si hago eso puede que las cosas entre nosotros cambien o incluso empeoren, tal vez es hora de hablar un poco— ¿Qué más te dijo Adrik? Él no es del tipo prudente y humilde —dejé la lata a un lado y la miré, no sé qué más le dijo, habló sobre nosotros eso es seguro— ¿quieres saber? Sobre él y yo. Apuesto que no te agrada la idea de saber que me involucré con un hombre —tomé la lata y di un trago grande, y luego me dediqué a mirar la lata. No le he contado nada de mi vida a Karin, creí que no era tan importante como el crear nuevos y más sanos recuerdos. Tenía la idea que él jamás volvería a pararse frente a mí. ¿Por qué volvió? Fue él quien me botó, perdí mi trabajo y casi pierdo la licencia por él, y todavía quiere venir y tener control sobre mi vida nuevamente.[/color][/color]

Me encojo de hombros como restando importancia a lo que me dijo. De hecho no creo que nada de lo que escuché no tenga importancia. Pero que me lo haya dicho ese tipo y no Ian, es lo que hace que tome esta actitud como si fuera irrelevante.
-Oye, no pasa nada, yo no me espanto por eso- le digo para dejar el tema.
Aunque creo que me siento afectada por darme cuenta que no conozco nada de él, creo que tampoco quiero escucharlo hablarme de esa persona. Ese tipo es tan… molesto y no quiero saber nada de ellos. Solo pensar en cuando Ian llego a la casa, en como su ojos se posaron en él, en como yo quedé eclipsada completamente. Me siento demasiado celosa y no quiero que mis celos me hagan actuar como una tonta.

-Si, un compañero me dijo que me podía ir, que él se hacía cargo- no tengo nada de apetito, pero aun así estoy comiendo como si muriera de hambre, pero solo intento mantener mi boca llena para así no tener que hablar.
Dejo de comer cuando él, vuelve a preguntar sobre lo que ese chico me dijo.
-Oye, ya te dije que no tengo problema con eso. Es tu vida y tú haces lo que quieres con quien quieres- me levanto para llevar lo que queda en mi plato y tirarlo y luego comienzo a lavarlo.
-De verdad que a mi eso no me importa. De hecho Aaren, antes también salía con un chico- lo sé, soy consciente de que he mencionado a Aaren porque intento darle celos, así de tonta y predecible soy, lo hago como esa mención a mi compañero que obviamente intenta hacer puntos conmigo para conseguir algo de mi.
-Además tu y yo solo somos amigos, no tienes que darme explicaciones de nada- comienzo a secar el plato he que lavado y lo dejo en su lugar.
Me coloco a espaldas de él y lo normal sería que le plantara un beso en la mejilla o hiciera algo como eso, pero no hago ningún movimiento. Porque vuelvo a recordar lo que ese chico dijo, y a Ian llegando y mirándolo.
-Buenas noches- es lo único que digo y me alejo para ir a mi habitación.
Ian tenía esposa, Ian tuvo un apasionado romance con su alumno, Ian… lo iba a esperar, porque ellos están enamorados.

Ella también está evadiendo el tema, probablemente solo le mencionó que estábamos juntos y nada más. ¿Pero es que acaso no está ni un poco celosa? ¿No le molesta? Ella tiene una gran tolerancia en estos asuntos, pero sé que solo en exterior, porque la actitud despreocupada de su antiguo novio sí le nolestaba pero preferiría evitar el conflicto.
—Él y yo ya no tenemos nada que nada que ver —mi miedo por haber visto a Adrik se pierde y me voy concentrando en ella, y en su lugar me empiezo a molestar un poco, pero al menos ya no tiemblo ni siento esas ganas de vomitar, solo estoy desesperado por explicarle las cosas, por no dar paso a un malentendido— sí, pero yo no soy Aaren —de solo nombrarlo hace que mi enojo incremente, ¿por qué me compara con él?
Iba a explicarle, le contaría si me pidiera detalles. No sé qué le dijo, y me avergüenza la clase de relación que desarrollé con él, y también mi pasado, pero si decirle hará que avancemos entonces estoy dispuesto a hacerlo. Pero no, ella dice que somos amigos, así simplemente. Ha hecho como si no sintiera nada por mí ni yo por ella, como si ninguneara mis sentimientos y nosotros no hubiéramos dicho nunca lo que sentimos.
—¿Amigos? -la tomé del brazo antes de que entrara a su habitación. Me tuve que levantar a prisa porque estoy seguro que si atravesaba la puerta le pondría el seguro y no la vería hasta no sé cuándo— ¿es en serio? ¿Realmente te da igual? —la solté y la miré con el ceño fruncido- ¿de verdad nada te molesta? Vamos, hasta yo sé que él es desagradable, pero tú dices que está bien, que no tiene que ver contigo porque “somos amigos” —me alteré porque entré en pánico, como si ella supiera que no soy un buen partido y esta es la excusa perfecta para zafarse. Era por eso que no quería contarle, ¿porque quién iba a querer lidiar con mi pasado? Y ella no sabe la peor parte, apenas es… Oh dios santo, esto no puede estar pasando. Pasé mi mano por mi cabello y tomé aire. Tengo que relajarme, necesito aclarar las cosas o sino… sino terminaremos mal, y yo no quiero que esto quede aquí por su culpa, por nada del mundo.

-No dije que fueras él, solo que eres una persona libre de elegir con quien hacer lo que quieras hacer- tal vez no debí mencionar a Aaren, pero es la única persona que parece causar en efecto en él.
Mi intento de huida ha fallado, el me ha detenido. Evito su mirada, no sé como contestar.
Me abrazo a mi misma cuando me suelta y sigo evitando su mirada, siempre es más sencillo para mi evitar enfrentar las cosas. Me he acostumbrado a solo aguantar y ya, la madre de Kajsa me ha ayudado a ser buena en ese tipo de cosas. Solo callar y sonreír.
-¿Que quieres de mi? Hoy me di cuenta de algo tan obvio. Yo no te conozco- sigo con la mirada en el suelo -Y tuvo que venir un tipo con actitud desagradable, que me miraba como si le diera asco. Y ese - guardo silencio para ahorrarme el adjetivo que quiero usar para ese tipo -sujeto, tuvo que venir a echarme en cara que lo que hay entre nosotros no es reciproco. Tu sabes todo de mi, tu eres la única persona a la que le he contado, quien soy, como es mi vida. Tu cargas con mis problemas, pero tú me dejas hacer lo mismo por tu- suelto un suspiro.
-Y la verdad, yo ya no sé que pensar. Cuando llegaste y lo viste, fue como si yo no existiera- mis manos hacen presión sobre mis brazos porque intento controlar lo que digo.
-¡Y todo me molesta!- digo por fin dejando de contenerme tanto -¡dios, ese tipo es increíblemente molesto! ¿como puedes amar a alguien así?- por eso no debí hablar, por eso debí encerrarme en la habitación y enfrentarlo mañana que ya hubiera pensado como evitar todo esto.
-¿Por qué alguien como él puede conocerte y yo no?- realmente estoy muriendo de celos por todo esto y odio tanto sentirme así. He hecho todo mal desde hace tiempo, ¿como pensé que podíamos ser amigos? vivir juntos, todo esto no está bien.

—¿Y era necesario mencionarlo? —desde que ellos terminaron ha dejado de hablar sobre él, y por eso mi tolerancia disminuyó considerablemente. No me gusta que nos compare, estoy muy seguro que nuestras situaciones son totalmente distintas.

Por fin comienza a hablar y siento un ligero descanso, pero apenas un poco. Parece y como imaginé él fue muy descortés, y por cómo se expresa me hago una idea de la clase de cosas que le dijo. Solo basta recordar cómo se refirió a ella antes de irse, obviamente la lastimó con lo que sea que contó. Y tal vez sea injusto de mi parte, pero ver que le causa un conflicto me reafirma que ella aún siente algo por mí.
—Eso fue porque —solté un chasquido y pasé mi mano por mi cara. Estaba muy impresionado al verlo, sentí miedo al estar frente a él y no controle mis reacciones— Karin, por favor, no, no digas eso. ¿Cómo puedes pensar que esa persona me conoce más que tú? ¡Vivo contigo! Y además, ¿quién dice que todo lo que salió de su boca es verdad? Es un manipulador egocéntrico —me gustaría que en lugar de callar las cosas, me dijera. Dice que confía en mí pero no es verdad, ella piensa que le haré lo mismo que ese maldito ex novio suyo, o que su familia y todas esas personas que la lastimaron- ¿amarlo? No, no, no, ¿qué diablos estás diciendo? Sí, nosotros salimos, y fue… Una muy dura etapa de mi vida, pero no, eso ya terminó —solté un suspiro pesado. Bo me imaginé que Adrik volvería alguna vez, yo ya estaba más que seguro que nunca más tendría que verle la cara. No negaré que me afectó, pero no tengo intenciones de regresar con él ni mucho menos siento lo que alguna vez sentí. Lo único que tengo es un rencor que lentamente intento desaparecer, pero no es sencillo. Ni siquiera puedo perdonarme a mí mismo.
Me acerqué a ella y la abracé, no quiero que se vaya, no sé qué haría si de repente decide dejarme. Nosotros no somos una pareja, pero tampoco somos amigos simplemente.
—Por favor, hablemos. Te diré lo que quieras, pero no creas solo lo que él dijo, déjame explicarlo —me separé de ella y agaché la mirada— te amo, y lo único que quiero es que esto funcione. No me importa esperar hasta que estés lista, pero no me hagas esto, no huyas de mí —la conozco, sé que prefiere evadir los problemas y que no le gusta salir lastimada. No se da cuenta que eso solo incrementa su miedo y tristeza. Lo sé porque yo soy igual, o lo fui, de lo único que no quiero escapar es de ella

-¿Y entonces ahora su nombre es un tabú en esta casa? le das más importancia que yo- sus resoplo un poco por su actitud, no pensé que eso fuera a molestarle tanto, me intención era despertar un poco de celos, no que se enojara.

-Pues ese es el punto, no sé si es verdad o no, ¡porque no sé nada!- no puedo evitar algo de reproche en mis palabras, ¿por que actúo de esta manera? -¿estabas casado?- pregunto solo porque me parece demasiado mentir sobre algo así. ¿Por que ese chico iba a decir mentiras que Ian podría desmentir de inmediato? sería algo demasiado estúpido.
-¿Terminó? ¿De verdad?- él no tiene porque mentirme, ¿que ganaría? si solo quisiera acostarse conmigo, eso lo pudo haber conseguido hace mucho. Por eso creo que, no tiene razones para mentirme.
Cuando me abraza yo tardo un poco en corresponder, pero mis manos se cierran atrapando un poco de su ropa entre mis puños.
-Tú nunca me dejas huir- río un poco y me separo de él -dios, estoy actuando como una loca celosa- admito sin nada de orgullo por eso -Ok- respiro un par de veces -tienes razón, tal vez no sé sobre tu pasado, pero te conozco- lo que haya en su pasado no cambia lo que ha hecho por mi, y los detalles que he aprendido desde que vivimos juntos. Conozco a la persona, aun si no tengo la historia.
-Entra- señalo mi habitación. Yo paso al baño para cepillar mis dientes, porque quiero quitarme el sabor de la cena, aun tengo algo de nauseas.
Regreso y me siento en la cama y respiro.
-Quiero que me cuentes lo que me quieras contar. Te prometo que no voy a creer nada de lo que él me dijo aun si tu no me cuestas sobre esas cosas- ¿por que no hice esto desde el comienzo? deje que mis celos me hicieran actuar como una idiota, ni siquiera cuando supe lo que pasó entre Ivan y Aaren me puse de esta manera.

Suspiré pesadamente, ella debería preguntar antes de sacar conclusiones precipitadas. Pero la palabra “casado” tensó todo mi cuerpo. ¿Cómo es que él sabe sobre eso?  ¿Cuál es el propósito de mencionarlo? Ni siquiera recuerdo haberle dicho a él sobre mi pasado, o tal vez sí, no puedo recordarlo, pero conociéndolo seguro lo investigó.
–Eso… sí –no quiero pensar en cómo me verá a partir de ahora, probablemente va a distanciarse y toda clase de ideas pase por su cabeza.
Pero luego de que explotó se ha calmado un poco, y comienza a preguntar de manera racional. Asentí  débilmente y sonreí, me siento más relajado ahora que aceptó conversar sobre ello.
–Ya deberías estar acostumbrada –hace un momento sentí que todo terminaría incluso antes de comenzar, pero también por lo que acaba de ocurrir comprendo que nuestros sentimientos son mutuos– el pasado está sobrevalorado –reí– eres mi presente, Karin, es obvio que quien mejor me conoce eres tú.

Entré a su recámara y cerré la puerta. Respiré profundo y esperé que ella saliera del baño, no sé ni por dónde empezar a contar o si debería ir por partes, de todos modos él habló más de la cuenta.
–Bien –me senté a su lado y comencé a jugar con mis manos, y luego de un par de minutos me decidí a comenzar– es que nunca he hecho esto, sabes, ni siquiera sé cómo él supo sobre eso, supongo que lo investigó –otro  silencio se hizo, esto es tan difícil. La única persona a quien le dije sobre mi pasado fue al terapeuta, pero me llevó mucho tiempo hacerlo y en varias sesiones– me casé apenas cumplí los dieciocho, fue con una amiga de, amm –rasque mi cabeza y proseguí– soy huérfano, así que de la misma casa hogar –reí nervioso– y pues poco después ella se embarazó. Yo era un chico irresponsable y tenía un serio problema con la bebida, entonces amm hubo un accidente… –me levanté de la cama– perdón, necesito usar el baño.
Comencé a sentir náuseas y sin esperar respuesta, entre a su baño y abrí la llave del lavabo. Comencé a respirar con dificultad y moje mis manos para lavar mi cara. No puedo hacerlo, no quiero que ella me odie o sienta miedo de que pueda lastimarla. No le haría daño, la amo pero… pero ya sucedió antes, nada puede borrar esa parte de mi vida.

En todo este tiempo, nunca imaginé que se hubiera casado, ¿quien es ella? ¿por qué ya no están juntos? No sé que debo creer, estoy asustada sobre todo esto, no quiero ser desplazada. Me aterra la idea de que pueda amar a otra persona más que a mi, a su ex esposa, a ese chico.
Me tranquiliza cuando dice que soy su presente. Las personas arruinamos las cosas porque nos volvemos idiotas, no quiero ser una persona idiota.

Respiro un poco ansiosa, y me siento un poco alegre al saber que en realidad ese chico no es que lo conozca más. Es realmente manipulador, y me siento idiota por haber caído en su juego.
No digo nada, porque no sé que decir, solo espero a que él comience, pero lo que dice es algo que no esperaba. Todo es demasiado fuerte. Cubro mi boca por lo que me cuenta. No esperaba nada de eso.
Se ha metido al baño y de inmediato yo me levanto para ir detrás de él, no ha cerrado la puerta, así que entro y me coloco a su espalda para abrazarlo.
-Tranquilo- apoyo mi frente en su espalda. No pensé, he sido muy egoísta, y ahora él se siente mal por eso.
Comienzo a separarme de él, busqué su mano para hacer que me siguiera de regreso a la habitación, -shhh- pongo mi dedo en sus labios cuando parece que intenta hablar.
Tomo su rostro entre mis manos, su piel está mojada.
-hoy dormirás aquí- le digo, o mas bien le aviso. Me subo a la cama y me coloco de nuevo a sus espaldas, comienzo a quitarle el saco que trae y lo dejo a una orilla de la cama, seguro se caerá en un rato.
-No tienes que contarme todo hoy- mis brazos lo rodean para ir ahora a los botones de su camisa y desabotonar la prenda, al igual que con el saco, la deslizo por sus brazos para quitársela y la dejo encima igualmente, en la orilla, lo abrazo de nuevo ahora que su torso está desnudo.
-Nunca había sentido tantos celos- me confieso apoyando mi frente en su hombro -tienes un pésimo gusto en hombres- comento soltando una risita un poco forzada, solo intento hacer el ambiente un poco más ligero.

Me quedé quieto mirando mis manos para que dejaran de temblar, mi cabeza empezó a doler y todos los recuerdos comenzaron a surgir. Ellos siempre están allí, dormidos. Todo este tiempo he forzado a que permanezcan enterrados  para poder continuar mi vida y ser un persona normal, porque no tengo la fortaleza de lidiar con la culpa.
Sentí la presencia de Karin pero solo la seguí inercia, debo hablar con ella, se lo prometí.
—Ah —pero ella impidió que continuara, y fue un ligero alivio porque no sabría por cómo explicar todo.

Ella empezó tocando mi rostro y cerré los ojos un momento, y después comenzó a quitar mi ropa, yo simplemente moví mis brazos para facilitar el trabajo, pero tampoco hice mucho esfuerzo. Cuando terminó y me abrazó, mis manos fueron a mis rodillas y estrujé mi pantalón, pero su pregunta y esa risita hizo que el agarre se deshiciera poco a poco.
—¿No sientes asco? —ella cambió el tema, probablemente no quiera saber para no lidiar con eso— tengo miedo que me odies -llevé mi mano a mi cabeza y cerré los ojos— no quiero que me odies pero tampoco quiero que sientas lástima —me reí. No puedo llorar, y me pregunto si es porque cada día pierdo más sensibilidad a las cosas. El cerrarme a todo posiblemente me ha hecho daño, pero todavía me siento culpable y con miedo.
Me giré a ella y después de algunos segundos la miré, busqué su mano y la apreté.
—Mis prejuicios contra la gente de dinero son a causa de Adrik. Aunque sé que solo busco culpables, todavía no estoy listo para aceptarlo —sé que he sido grosero con su familia, estoy muy lejos de ser una buena persona, y aún así ella decidió confiar en mí- tengo miedo —mi mano fue hasta su cuello y la acerqué a mí. Solo pegué nuestras frentes y cerré los ojos.

¿En serio me ha preguntado eso? casi me sentiría ofendida de que confíe tan poco en mi, pero entonces el debería estar más ofendido de como yo he reaccionado por culpa de lo que un tipo loco me vino a decir.
-¿Asco? ¿En serio?- digo con una sonrisa como si aquello fuera imposible.
-Ian, yo no te odio y sobre lo otro- correspondo a aquel apretón que da a mi mano -sabes que no podrás detener mi huida si es que siento que me vas a lastimar, pero sigo aquí ¿cierto?- soy la clase de persona que podría ser capaz de esperar a que el duerma e irme en la madrugada, pero de ser así no estaría hablando con él ahora.
Creo que por primera vez creo que siento odio por una persona. Ese chico ha venido a alterar nuestro mundo, y lo odio, porque Ian, ahora está mal. Afectado por lo que ocurrió en su pasado, por lo que pueda yo pensar.
Cerré mis ojos cuando nuestras frentes se tocaron.
Ian, siempre me da seguridad, siempre cuida de mi y trata de hacerme sentir bien. Está vez es él quien me necesita.
-No siento asco, no te odio y no me has hecho daño - le aclaro de nuevo -Tu pasado, quiero saberlo solamente si tú quieres contarme, pero solo cuando estés listo- no quiero que se sienta obligado, temo que si es por eso, al final el podría ser quien me odie a mi por hacerlo pasar por esto -ahora solo seamos nosotros- me separo un poco de él y le sonrío. Tal vez este es el momento indicado para decirle que lo amo, pero no sé si se sentirá sincero o pensará que lo hago solo por como están las cosas.
-Tengo algo que decirte- guardo silencio, solo son dos palabras, respiro profundo -Solo estoy usando tu camisa, no llevo nada abajo- cierro los ojos con fuerza, porque estoy molesta conmigo -y- siento como si mi cara explotara por la vergüenza. Me dejo caer en la cama y pongo una almohada sobre mi cara -¡TE AMO!- ahogo mi confesión gritada con la almohada.

Lo sé, ella se iría sin avisarme, estoy seguro que si no la obligaba a decirme lo que piensa, mañana ya no la encuentro en nuestra casa.
—No debes huir de mí, sé un poco más paciente —aunque lo es y a la vez no, pero la conozco y creo que por lo menos detecto el momento en que se rinde, eso me ayuda a retroceder u obligarla cuando es necesario.

Es extraño cómo he logrado calmarme, aunque voy lento, pero comparado a las ocasiones anteriores, solo me bastó estar cerca de ella y escuchar sus palabras para tener un poco de seguridad de vuelta. Katin es más importante para mí de lo que creí, y me alivia que haya logrado comprenderme, que no me presione demasiado para hacerme hablar y tampoco me juzgue.
-Lo siento -me disculpé con ella por no dar más detalles, de hecho no sé si alguna vez tendré la fuerza para hacerlo, espero que sí, con ella debería estar bien.
Me separé de ella y la miré con miedo. Sonreí nervioso ante esa frase, ahora estaría jugando y deseando su cuerpo, pero me siento débil por lo que ocurrió y lo que sea que va a decirme. Sin embargo sentí como si el corazón se me parara, y llevé mi mano a mi boca por la impresión, mis movimientos se detuvieron por unos segundos.
—Es… Ah -solté una pequeña risa y sonreí demasiado, ni siquiera pude expresar lo que quería. Me lancé junto a ella y sin quitar la almohada de su cara, la abracé— te amo —por fin quise mirar su cara, y obligue a la almohada a dejar de estorbar, lanzándola fuera de la cama—te amo tanto que me casaría contigo —la miré a los ojos y me reí, porque la idea del matrimonio es tan reprobable para ambos que parece imposible— así que no huyas. Hace mucho que abandoné la idea de ser feliz, pero contigo y sin querer lo estoy viviendo —no sé cuánto más tendré que esperar, honestamente ya ni siquiera me importa porque ahora estoy seguro que nuestros sentimientos son mutuos.

-No es que no sea paciente. Bueno ya sabes, soy ese tipo de gente que se asusta muy fácilmente- es algo así como miedo al compromiso, y no lo niego, antes era mi forma de ser. Siempre que algo parecía ir mas serio o ser más profundo, yo me alejaba de esa persona.

No puedo creer que lo dije, no quiero que vea mi cara en este momento, estoy tan avergonzada, y la verdad, si, un poco asustada. O mejor dicho mucho.
También algo confundida, siento aun algo por Aaren, no sé como me sentiría si lo viera de nuevo. Pero siento todo esto por Ian y aunque he tratado de mantener estos sentimientos al margen, pero hoy ya no pude.
Siento como me abraza y me aferro con fuerza a la almohada para que no me la quite, pero no lo hace, así que me relajo mientras estamos abrazados.
Sonrío cuando dice esas mismas palabras para mi. Creo que ya no importa, quien es ese tipo, o su pasado. Yo soy la persona que ama ahora y este es nuestro presente. Lo demás ya no importa, no quiero complicar las cosas, porque, es sencillo. Lo amo, me ama y estamos juntos.
Me quita la almohada mientras estoy descuidada y lo que dice no me lo esperaba.
-¿eh?- contesto confundida. El matrimonio no es algo en mis planes, pero si lo pienso un poco, no parece tan malo.
-No me iré- aseguro.
Creo que mi cara debe seguir toda roja por mi confesión.
-Entonces… ¿quieres dormir aquí?- mis dedos acarician su espalda baja mientras espero su respuesta -prometo que te respetaré- me estoy esforzando relajarme un poco haciendo algunas bromas como de costumbre.