Fragile |Song MinYoo|

Me siento nervioso, pero muy emocionado, las cosas comienza tener un aspecto mucho mas agradable. Evan parece de mejor humor y aunque suene egoísta, pero lo mejor de todo es que pro fin podré pasar un tiempo con Min.
Dios es que yo le amo aun como un idiota, desde que volví a probar sus labios ese día no puedo dejar de pensar en cuando será el momento en que vuelva a sentirlo cerca. 
Siento como mi cara arde un poco y trato de echarme aire con la mano, al menos tengo el pretexto de sentirme así por el clima de la playa.

Mi estomago no deja de sentir esas mariposas, estoy tan emocionado. No importa cuanto tiempo pase, creo que este amor que siento por él jamás se sentirá diferente a loco amor de un adolescente, mi emoción nunca ha disminuido. Se que la intensidad de estos sentimientos muchas veces es lo que nos hace daño. Obviamente aun no hemos aprendido a mantener esto bajo control, pero tal vez es porque necesitamos aprender a hacerlo juntos y no huyendo de ellos y de nosotros.
Miro la hora y el camión se detiene por fin en la parada mas cercana a su casa. En cuanto piso el asfalto mi emoción se dispara aun más, y creo que seguirá en aumento hasta que llegue a verlo. También he sentido el golpe de calor pero ahora eso me parece tan insignificante.

Tomo el rumbo a su casa y imaginando una y otra vez cual será su reacción al verme, ¿sonreirá feliz? ¿o sera una sonrisa coqueta? ¿o tal vez solo no podremos evitarlo y nos besaremos de inmediato? creo que yo solo le diré uno de esos "te amo" que le he guardado por tanto tiempo.
Cuando por fin he llegado toco el timbre y espero un poco ansioso, no hemos llegado juntos porque yo tenía que arreglar unas cosas en el laboratorio, pero creo que eso mismo de llegar por separado hace que mi emoción esté tan excitada.

Terminé el periodo de exámenes y entrega de trabajos, estaba tan estresado por no tener nada de tiempo para mí. No he podido hablar con Hannu, apenas si nos vemos un rato y las cosas van aparentemente normal, pero me siento tenso, y no encuentro el momento indicado para terminar. Soy injusto pero ¿qué hago entonces?, no me quedaré con él por lastima. Lo quiero mucho, pero las cosas cambiaron cuando Asb apareció de nuevo en mi vida. Y probablemente él también sabe que algo se rompió entre nosotros.

Dejo salir un suspiro cansado y sirvo jugo en un vaso. Vine a esta casa desde ayer, quería tiempo para mí y pensar en lo que haré. Me preocupa el cómo terminaré con Hannu, ahora que Asb ya no está con su novio no permitiré que se me escape, pero yo también debo hablar claramente con Hannu. Usar una excusa o decir la verdad, todavía no decido cómo lo haré. Además mi madre ya comenzó con sus estúpidas ideas sobre matrimonio. Pensé que se iba a tardar más tiempo pero parece que en sus reuniones cuchichea con otras mujeres que ya quieren tirar a sus hijas a otro lado. Sin contar la maldita escuela.
-Hace demasiado calor hoy -después de tomar el jugo dejé el vaso sobre el fregadero, revisé la hora y sonreí. Me siento emocionado, no quiero pensar ahora en lo que tengo que hacer a futuro. Quería planear una buena cita, salir al centro comercial, una cena de lujo. Pero al final decidimos pasar un par de días en la playa. No me gusta para nada, pero es de lo más romántico, y estoy en un punto donde esas cosas me emocionan. Soy un ridículo.

Me tiro en el sofá a esperar, ya quiero que llegue. Ayer compré muchas cosas para comida, bebidas, incluso condones y lubricante. Parece que ha tenido días estresantes también, pero al menos la idea de venir aquí y estar solos lejos de todas las personas le pareció una buena idea.
-Vooy -me levanté de un salto a abrir la puerta, no sé por qué grito si no me va a escuchar. Y en cuanto abro, sonrío. ¿Qué tiene este hombre que me pone tan idiota? Al menos ahora no me da miedo demostrar mi afecto, y de inmediato me lanzo a besarlo. Extrañaba mucho sus labios, desde aquel día no me permitió tocarlo pero ahora puedo hacer lo que quiera- entra, hace calor -tomé su mano para que entrara y en cuanto cerré volví a atrapar sus labios.

Su recibimiento es muy afectuoso, realmente me hace muy feliz el solo mirar su imagen aparecer por la puerta, pero el sentir sus brazos, sus labios. El hace que sienta que mi corazón esta apunto de explotar, realmente le amo mucho.

Me dejo llevar al interior por él, me gusta que sea tan afectuoso, no es que antes no lo fuera, solo que ahora se siente diferente de a como era en el pasado, solo que ahora realmente siento que él me quiere de verdad, mas allá de solo ser un juguete.

No puedo negarme a sus labios de nuevo, lo necesitaba tanto. Mis brazos rodean su cuello con necesidad y prácticamente me cuelgo de él.

Por fin podemos llegar a esto, por fin podré decir que soy solo de él y el solo mío.

-te extrañaba tanto- le digo entre jadeos y mordiendo un poco su labio, pero luego separo mis labios de él y escondo mi rostro en su pecho. Me siento realmente tan feliz que al final un par de lágrimas salen de mis ojos y no quiero que las vea -soy tan feliz- le digo en un susurro. Luego lo empujo un poquito y me alejo de él.
-no quiero que vayamos tan aprisa- confiezo sintiendo mi felicidad un poco opacada por el miedo de que esto que me parece tan perfecto, tan idilico como un sueño -¿que haremos?- le pregunto tallando mis ojos con mi brazo para secar el rastro de las lágrimas.

Me pone feliz sentir sus labios después de tanto tiempo. La manera en que él pone a mi cuerpo a reaccionar es algo que nadie ha conseguido. Mis sentimientos son los de un niño caprichoso, quiero arrebatarle todo y que me vea solo a mí. Lo suave de sus labios, el calor en mi pecho mientras mi lengua recorre su boca y mis dedos rozando su cabello y tocando su cuello. Cada pequeño toque lo tengo muy presente. Su aroma y también su cuerpo acalorado por el clima.
Me separé de él para abrazarlo un rato más. Tenemos todo el día de hoy y parte de mañana, pero aun así no me será suficiente.
-Yo también -mis palabras suenan bajito. Me siento avergonzado cuando tengo que decirle lo que siento. Nunca tuve problema con las palabras, solamente cuando se trataba de él era que mi boca se cerraba por miedo y vergüenza.

Pero él se aleja un poco y pone esa expresión desconfiada. Supongo que mis palabras por mucho que me cueste expresarlo, no son suficientes.
-Bien -me molesta un poco, pero no puedo enojarme inmediatamente ha llegado. Sobre todo ahora que podremos estar juntos. Tomo su mano de nuevo para que camine conmigo a la cocina- puedes dejar tus cosas ahí, después las subiremos a mi recámara -me siento como un niño, emocionado por nuestras cortas vacaciones- compre muchas cosas para comer, incluso le robé una botella a mi padre -me giro para mostrarle la lengua como si hubiera hecho una travesura, y cuando llegamos a la cocina lo suelto para quitar unas bolsas de las sillas y que él pueda sentarse- ¿has almorzado? podemos hacerlo juntos. Después nos damos un baño y si quieres caminar en la playa, lo haremos -él sabe que esas cosas no me gustan mucho, pero también es la clase de persona que me obligaría a intentarlo y me haría pasar un momento agradable.
Me pongo tras su espalda y lo abrazo por la cintura, recargando mi cabeza en su hombro.
-¿No te trae recuerdos? -luego dejo un beso en su cuello y vuelvo a donde están las compras. Yo no sé cocinar, generalmente él lo hacía para mí pero ahora quiero ayudarlo.

El no parece feliz por lo que acabo de hacer, creo que tal vez he arruinado un poco este momento.
-lo siento- le digo por lo bajo sintiéndome arrepentido por mi reacción. Supongo que he sobre reaccionado, pero esque estoy un poco asustado. Temo que si cruzamos esa linea donde me entrego por completo a él, entonces volvamos a esa relación de antes.

Dejo mis cosas donde mi dice, solo es una pequeña maleta con un par de cambios de ropa. Como siempre sigo siendo un poco descuidado con ese tipo de cosas, creo que ni siquiera he traído cosas para peinar y obviamente no traigo bloqueador.
-¿Una botella? Yoo, pero aun no eres mayor de edad- le reprendo un poco por eso, se que solo está a un año, pero mientras no tenga veinte años el sigue siendo menor de edad. Supongo que aun no puedo controlar mi lado de "profesor" pero es algo casi natural en mi.
-no lo he hecho, quería comer contigo- le explico y luego siento mi cara arder ante la sugerencia del baño -¿juntos?- pregunto un poco demasiado afectado por esa idea, y lo peor es que quiero pedirle que si, que nos bañemos juntos... -me encantaría ir a caminar contigo- me siento conmovido de que el ofrezca algo como eso, simplemente me hace sentir tan especial, porque se que para el hacer eso es algo así como un sacrificio, y aun así ofrece hacerlo solo por mi. Estos pequeños detalles me llenan de felicidad, porque yo no pedía una muestra de amor enorme, solo este tipo de cosas, pequeñas que me hacen sentir que realmente me ama... dios quiero volverlo escuchar de sus labios.
-todo siempre me trae recuerdos sobre ti- admito dejando que mi cursilería salga sin mas. Mis manos acarician las suyas y me estremezco por ese beso que me ha dado. Lo veo ir a donde estan las cosas y le sigo, no quería que me soltara, pero tengo que ser maduro, tenemos que hacer algo porque esta vez si funcione.
-¿que quieres que prepare?- le pregunto tal vez mas como una costumbre que otra cosa.

-¿Por qué te disculpas? -al final quien tiene la culpa de esa reacción dudosa soy yo. Las cosas no pueden arreglarse solo con palabras bonitas, pero no me esperaba que reaccionara así. Aun así ponerme de mal humor solo va a empeorar las cosas. Supongo que con el tiempo se dará cuenta que las cosas no son igual que antes. ¿No lo son? No tengo la seguridad del futuro, hay tantas cosas que todavía debo arreglar como para asegurar que no le haré más daño.

Por fortuna él es una persona madura, o tal vez conoce mi lado caprichoso y a veces decide ignorarlo. Y esta vez también he puesto un poco de mi parte, quiero tener un par de días maravillosos. Lo esperé tanto desde que lo prometimos. Me sentía culpable, pero creo que mi egoísmo y amor por él es más grande.
-No sea pesado, profesor -contesto en tono de broma- solo será un poco. Tal vez no ahora, pero sí para nuestra cena -para esta ocasión pensé demasiado. Qué comeremos, qué cenar. Lo que vamos a hacer antes y después de eso. Y también parte del día de mañana. Sí, también pensé en que quiero que tengamos sexo toda la noche. Y dormir con él, extraño mucho esa parte- entonces preparemos algo rápido, pero tendrás que guiarme porque sabes que la cocina no es lo mío -por ese lado creo que soy bastante mimado, yo solo hago cosas sencillas tan típicas de un hombre soltero, por eso solía visitarme cuando mis padres se iban, diciendo que era muy irresponsable y que no me alimentaba bien. Y yo como que lo hacía para que él me cuidara.

Esta vez no se negó a nuestro baño, me alegra que su reacción de antes no prevalezca.
-Sí, un baño largo, juntos -creo que mi yo de hace tiempo se burlaría de mi por soltar algo tan cursi, pero ahora no veo algo por lo que deba avergonzarme- bien, tendré que aplicarme mil capas de bloqueador -solté un quejido acompañado de una risa, incluso el estar bajo el sol me parece romántico ahora. Debo verme muy estúpido, no es como si nunca hubiéramos estado juntos pero… supongo que es el momento adecuado para hacer las cosas bien. Al menos lo intentaré.
Me recargue en la mesa pensando, compré un montón de cosas pero no pensé en un desayuno en particular.
-No lo sé, sorpréndeme -guiñé el ojo y comencé a sacar las cosas de las bolsas- pero esta vez voy a ayudarte -luego caminé a donde mi madre guarda los delantales, puse el mío sobre la silla y me acerqué a él para colocarle el otro- no quiero que te ensucies o tu ropa se apeste mucho -luego me agaché a darle un beso en los labios.

-Por mi reacción exagerada- explico bajando la mirada, no quería sobre reaccionar, pero al final lo hice -tengo miedo de que si me dejo llevar por toda la felicidad que tengo, algo malo podría pasar- soy una persona científica, y aun así me estoy dejando llevar por un miedo irracional de algo que no tiene explicación, pero con Min las cosas no suelen tener mucho sentido.

-tal vez solo un poco- comento cediendo ante él, porque ya no es el niño de antes, creo que me cuesta aceptar que el tiempo ha pasado desde que nos separamos -¿quieres cocinar?- no puedo ocultar mi asombro ante ello, el realmente se esta convirtiendo en un hombre maravilloso, mucho mas de lo que ya era.

Creo que mi cara no puede estar mas roja, la sola idea me tiene un poco atontado. Solo imaginarlo desnudo, con su piel y cabello mojados, se vería tan sensual. Deseo tanto poder tocarlo, sentir su piel tibia.
Desvío mi cabeza en otra dirección porque se que mi expresión delata mis pensamientos.
-olvidé traer bloqueador- la verdad es que no me importa demasiado ese detalle, pero se que el me obligará a usar esa cosa. Realmente detesto usar bloqueador, mi piel se siente incomoda con todo eso encima.
Rebusco en las bolsas para ver que preparar.
-¿que te parecen unos omelettes?- pregunto para que así comamos algo rápido y luego hagamos lo que sea que el quiera, tal vez abrazarnos un rato solo mirando las olas. Eso me encantaría.
En mi cabeza ya nos imagino a los dos tendidos en la arena abrazados y... dios este chico realmente me hace ser un gran pervertido. De nuevo tengo que llevar mi mirada a otro lado.
Quiero decir, mi vida sexual con Evan no era mala, pero creo que nunca fui de esta manera con él, pero con Min mis hormonas parecen ser de nuevo las de aquel adolescente desesperado por sexo. Le he dicho que quiero que lo tomemos con calma y creo que al final soy yo él que mas desea que la calma solo acabe ya.
-te amo- digo con la mirada baja y con mi cara igual de roja.

Me quedé callado cuando me dijo sus dudas. No soy la clase de persona que se disculpa porque sí en una situación similar, y las cosas del pasado tampoco puedo arreglarlas. Simplemente le dedique una sonrisa esperando que comprendiera mi frustración por haber sido rudo con él, y que deseo olvide todo. Pero eso no será nada sencillo, y si pudiera decírselo sería diferente.


Al final las cosas no llegaron a más, odiaría tener una plática recordando lo horrible que fui, no quiero que tenga arrepentimientos sobre regresar conmigo.
-Claro que no -dije riendo- solo te ayudaré, yo no soy bueno con la cocina. ¿Qué tal si pongo la mesa? o preparo algo de jugo tal vez -es divertido el estar de esta manera nuevamente. En el pasado me quejaba porque me ponía a ayudarle pero amaba esas mañanas a su lado. Ver cómo se reía o me coqueteaba sutilmente, esos gestos inocentes y tan sensuales que solo él tiene- lo que quieras hacer por mi está bien -me fui a sacar la fruta que recién había puesto en el refrigerador y tomé el extractor de jugo.
Solté una risita y dejé las cosas sobre la mesa para poder acercarme de nuevo a él.
-¿Cuánto me amas? -hace mucho que no me lo dice, me encanta escucharlo con esa expresión apenada porque me siento seguro sobre nosotros- ¿mucho? -me puse junto a donde estaba cocinando y ladee mi cabeza a él. Abrí mi boca intentando decir algo pero al final la cerré y le revolví el cabello. Parece que decirlo me resulta complicado.


Esperé que terminara y acomodé mi silla muy junto de la suya, no me gusta sentarme al otro extremo.
-Extrañaba comer contigo -le serví jugo y luego tomé un pedazo de mi omelette para llevarlo a su boca, y abrí la mía esperando hiciera lo mismo- pero como siempre tú cocinas bien, no me molestaría tenerte así cada mañana. Deberías casarte conmigo -me sentí nervioso por decirlo, no es algo que pueda pasar y no soy la clase de persona que tenga en buen concepto el matrimonio, pero ser solo nosotros dos suena tan tranquilizador. Desearía solo robarlo y permanecer encerrado por siempre.
Terminamos de comer y dejé los platos sobre el lavadero.
-¿Por qué no vas a preparar el baño? lavaré los trastes. Puedes acomodar tus cosas arriba en mi recámara -no me gusta dejar nada sucio después de desayunar, y aunque odio la cocina soy un chico muy ordenado con lo demás.

Su risa hace que yo inevitablemente también ría un poco, pero el hecho de que el se ofrezca es tan lindo.
-un poco de jugo estaría bien- comento, se que soy un idiota por emocionarme de esta manera ante la posibilidad de tomar algo que él ha preparado para mi, pero me hace tanta ilusión algo tan simple como eso.
-de acuerdo, entonces prepararé los omelettes- si el no dice que no, entonces para mi es un si.
Me siento un poco tonto, porque ya se que él no iba a contestar con el típico "yo a ti".
-mucho- contesto un poco apenado -¿tu me amas a mi? puedes mover solo la cabeza si no quieres hablar- soy realmente un idiota, el con sus pequeños detalles me demuestra que le importo y yo tan terco solo quiero confirmar que me ama, no quiero que piense que exijo demasiado, pero solo necesito escucharlo de nuevo, una sola vez más, ahora que no estamos desesperados por retenernos, ahora que puede ser de manera sincera y honesta y no solo por la desesperación de estar en un salón de la universidad, con demasiadas emociones y dudas.

Me distraigo un rato preparando el desayuno, dejo de pensar en todas esas cosas que pasan por mi cabeza y solo disfruto de una actividad normal con el hombre a quien amo.
Preparo los platos y los dejo en la mesa, me encanta como él se encarga de que nos sentemos cerca.
-¿en serio?- cuestiono muy sorprendido por sus palabras, aunque no tardo en aterrizar a la realidad, casarnos es algo... complicado -me encantaría ser tuyo todas las mañanas- digo dejando de lado ese comentario anterior.
Comer con él, platicar de cosas absurdas, es simplemente perfecto, algo como esto me llena de tanta felicidad.

-¿ya quieres bañarte?- pregunto bastante nervioso, realmente lo deseo, pero me siento como si estuviera a punto de perder mi virginidad. Se que es una tontería, lo hemos hecho muchas veces, e incluso en la universidad estuvimos a nada de hacerlo, pero ahora solo estoy muy nervioso. No puedo negarlo, yo extraño la manera en que él se adueña de mi cuerpo, con Evan el sexo no era malo, pero, era tan diferente... Min Yoo simplemente me hace perder la cabeza, y hace tanto que no he sentido eso, que estoy muy nervioso, casi tanto como nuestra primera vez.

Me reí de nuevo, antes no me cuestionaba estas cosas. Me gusta que hayamos cambiado y a la vez da un poco de miedo. Quiero decirle que lo amo demasiado, que dejaría todo por él si me lo pide, incluso esa persona en la que me convertí por no tenerlo. Tomé su cara con ambas manos y lo miré a los ojos con mucha seguridad.
-También te amo -pero lo solté tan rápido como pude, mi cara llena de vergüenza arde, y mi pecho está tan acelerado como el día en que nos encontramos. Nadie me puede dar más alegría de lo que él puede, incluso quitarmela y volverme tan miserable. Nosotros somos muy extraños y tal vez nadie llegue a entender por qué nos apegamos tanto, a veces yo tampoco me explico eso. Pero lo que siento cuando estamos juntos es algo que nadie más logró, y estoy seguro, a pesar de que soy solo un mocoso, que no me sentiré así por otra persona.


De repente nos pusimos románticos, las cursilerías no se me dan tan mal después de todo, y nosotros estamos como en una especie de luna de miel.
-En serio, te llevaré a algún país de América o Europa y me casaré contigo, así no me vas a poder dejar -le señalé con mi tenedor amenazandolo y luego me llevé la comida a la boca. Estas pláticas no son tan malas, y me hacen olvidar todo el estrés que tengo, a las personas, mis obligaciones..


Terminando de comer estaba ansioso por devorarlo, pasar parte de la mañana en la cama y ponernos al corriente con lo del otro. Pero siguen sus peros, excusas, dudas.
-Pensé… -me quedé callado, es que él también es la única persona que me hace molestar tan fácilmente- tienes razón, mejor vayamos a caminar y regresamos a darnos un baño -me giré al fregadero y puse toda mi atención en esos pocos platos- ¿o quieres hacer algo más? Ver una película, ir a comprar algo, lo que quieras -la sensación del agua fría me tranquiliza. Me siento seguro, de repente ya no. Y pienso que él saldrá huyendo de nuevo. Tengo miedo que se aleje de nuevo, y me cuesta ser el hombre maduro que él quiere.

Solo me pierdo en sus ojos, y escucho sus palabras, mi corazón quiere estallar, yo creo que quiero llorar de lo tan feliz que me siento ahora. Apenas mi suelta yo soy quien lo abraza.
-gracias- digo emocionado, besando su hombro.

Me cuesta creer que el hable en serio, pero dice eso de ir a otro lugar donde podamos casarnos. Realmente debo estar soñando.
-deja de decir esas cosas, me harás llorar- juego un poco con mi comida porque la verdad es que ahora estoy tan emocionado. Quiero imaginar nuestra boda, el se verá tan guapo en traje, quiero ver su mano adornada con un anillo en señal de que nos perteneceremos el uno al otro -antes de casarnos debes terminar la universidad- comento tratando de sonar como un hombre determinado, pero creo que mis nervios se notan mas que cualquier otra cosa.

Ahora me siento tenso, ¿lo he hecho enojar de nuevo? ¿pero porque no me dice nada o me reclama? Me he quedado sin saber que decir, pero el ahora esta lavando.
Me levanto de la mesa y le abrazo por la espalda.
-lo siento- mi rente se apoyo en su espalda, quiero llorar, estoy siendo un idiota, no quiero arruinar esto, no quiero hacerlo enojar, el que no me diga o me reclame cuando se enoja no es algo normal, ¿es que lo he hecho enojar demasiado? -quiero hacerlo, bañarnos, pero estoy muy nervioso, me siento como si fuera la primera vez- me siento avergonzado pero quiero que el no esté enojado conmigo -¿y si lo hago mal? ¿o si te das cuenta que ya no te gusto tanto? ¿y si te aburro?- comienzo a decir mis miedos.

¿No es extraño que me agradezca por amarlo? O es tal vez porque he madurado un poco, al menos ahora trato de expresar con palabras lo que él ya sabe. Porque no tendría ningún mérito en utilizarlo de nuevo, ya no tengo tiempo para eso. Pero me cree, eso es importante para mí, me hace ser un hombre fuerte y me da la determinación de terminar ese ciclo que dejé inconcluso. No puedo ponerme a pensar en todo el mundo, soy un egoísta y esa no es novedad. Y ahora solo debo preocuparme por nosotros dos en cuanto a sentimientos se trata.
Y es que no imagino un futuro agradable sin él. Me había rendido, estaba decidido a dejar esa parte de mi vida atrás y luego encargarme de las cosas por las que debo responder con mi familia. Tener un amante normal, luego casarme. Me premedité a una vida cualquiera solo visualizando mi objetivo profesional, a lo demás no le tenía tantas expectativas.


Pff -me llevé comida a la boca e hice una mueca luego de terminarlo- no arruines la atmósfera. Obviamente terminaré la escuela antes de casarme contigo, ¿con qué dinero piensas que vamos a mantenernos? ¿o tú me vas a mantener? Puedo aprender a ser un amo de casa, pero no usaré un mandil sexy, eso tendrás que ponertelo tú. Y la comida también la harás tú -me reí por la imagen que apareció en mi cabeza luego de decir eso, no estaría mal tener algo así. Creo que parezco una de esas chicas tontas que apenas se consigue un novio ya quiere matrimonio.


“Lo siento, gracias” Sus palabras me resultan tan formales. Pienso que lo hace por demostrar que me ama, y también porque agradece que al menos un poco yo soy confiable ahora. Eso no sé si es realmente bueno.
-No te disculpes, está bien -no, la verdad estoy un poco irritado pero ¿qué no podemos pasar un día sin discutir? Tal vez soy alguien con el carácter muy inestable, pero sólamente me pasa con él.
Cierro la llave de agua y me seco las manos en el mandil, y retiro sus manos para poder estar de frente.
-¿De qué diablos hablas? -tomé su cara con mis manos y le hice verme a los ojos- ¿crees que es todo lo que me interesa de ti? Sé que soy un mocoso pero… no, de hecho ya no lo soy -doy un suspiro largo, en realidad sí lo soy y por eso me molesté, pero no lo admitiré- yo parezco un desesperado por tener sexo ¿no te parece? Creo que no tendré suficiente de ti y por eso te pedí dos días enteros, y solamente porque comprendo lo ocupado que estás -lo abracé llevando una de mis manos a su cabeza y otra a su cintura- no hay forma de que me aburras. Siempre fuiste la única persona que me enloquecía. Siempre lo serás. No pienses negativo, por favor, yo tampoco puedo con mis inseguridades -tal vez la voz me tembló un poco al final, pero regresar pretendiendo que nada pasó no es tan fácil.

Es muy extraño platicar de esta manera sobre el futuro, hace que me sea imposible no sentirme inseguro, ¿puedo tener tanta suerte? He lastimado a muchas personas y aun así, ahora estoy aquí con la persona que amo, hablando de un futuro para nosotros. ¿Realmente lo merezco? Lastimé a Emi, a mi familia, incluso me interpuse entre la felicidad de Evan y Meier. Tengo miedo de que la vida solo me esté dando esto para después golpearme de una manera cruel y me diga que no lo merezco.
Me siento por lo que dice del mandil sexy, solo quiero ser egoísta y dejar de pensar en todas las razones que existen para que yo no merezca esto.
-yo me encargaré de la comida- digo con una sonrisa, porque me gusta tanto todo esto. Incluso mirarlo comer era algo que extrañaba --¿te ha gustado?- pregunto con media sonrisa esperando que me diga que si.

Toda esta sinceridad entre nosotros es muy nuevo para mi, al menos recibir la sinceridad de parte de él. Me dejo envolver entre sus brazos, de repente me siento tan seguro, tan feliz. Mis manos descansan en su pecho.
Es verdad que lo nuestro es un sentimiento salvaje, lleno de pasión que no nos deja ver a nadie mas que a nosotros mismos, creo que eso mismo hacía que no me diera cuenta de lo complicado que sería regresar. El pasado es algo muy pesado para ambos.
-Te amo- vuelvo a decirle, creo que lo estoy pronunciando demasiadas veces, pero quiero decirle lo que siento cada vez que pueda, quiero repetirlo para que nunca lo olvide, para que no lo dude.
Mis manos suben por su pecho y rodeo su cuello para abrazarlo pegando mi cuerpo al suyo y oculto mi rostro en su hombro.
-Me siento tan feliz en este momento y eso me asusta tanto, como si este sueño se pudiera terminar, y despertaría solo, lejos de ti- aspiro su aroma que me llena de calma.
Ese fuego entre nosotros que me asusta un poco, debo dejar de huir de él, si me va a consumir de nuevo, tal vez lo mejor es dejar que solo lo haga de una vez.
Levanto mi cabeza luego de dejar un beso en su cuello, quiero entregarme a mi mayor perdición, quiero sufrir de nuevo en sus manos, de todas las maneras que a él se le antoje.
-prepararé el baño- anuncio por fin separándome de él, robando un fugaz beso y saliendo a paso apresurado hacia las escaleras.

-Sí, la extrañaba -puedo comer donde quiera, tener lo que sea y sin embargo, estas cosas me hacen sentir mejor que muchas otras que la gente considera más especiales. Un omelette, jugo, sentados en esta mesa sencilla. Esto lo esperé desde hace mucho. En mis recuerdos vivía la imagen de nosotros jugueteando en la cocina, haciendo mis deberes y paseando sin tomarnos de la mano. No fue todo tan malo ¿cierto? Podemos tomar nuestros momentos preciosos y hacer fuerte esta relación, no solamente tendremos que recordar lo malo. No solamente cuando fallé.


Siento mi corazón latir intensamente. Incluso mi respiración se ve afectada por este abrazo. Lo quiero de todas las formas posibles, estoy desesperado por hacerlo mío de nuevo y borrar el recuerdo de la otra persona con la que estuvo antes. Aunque siempre soy tan seguro de mí mismo, ahora me siento como un niño que teme ser abandonado.
-Te amo -hablé muy bajo pero en esta habitación sin ruido él me escuchará, mi cara caliente y mis ojos cerrados demuestran que ahora estoy como un novio que recién ha conquistado a su persona especial. El sentimiento me hace sentir estúpido, pero el contacto con él vale este tipo de emociones. Desde el inicio mis sentimientos eran negativos, pero incluso así lo disfrutaba- estaremos bien -estoy nervioso, tantas cosas pequeñas y grandes me esperan, a él seguramente también y sin embargo parecemos decididos. Ahora lo estoy, lo necesito en mi vida. Yo sé que sin él me sentiré vacío.


Se separa de mí y dejo caer mi brazo con pesadez, pero el día recién comienza, y yo tengo que comenzar a vernos distinto.
-Está bien -sonrío satisfecho y cuando se va suelto una risa aún más visible, parezco idiota, me hace serlo con esas frases tan trilladas. Nunca funcionaron en mí, las cosas que la gente utiliza para engatusar no son algo que me impresiona. Y aquí estoy esperando que él quiera ser de nuevo uno conmigo.
Subo a la recámara y saco ropa limpia, escucho el ruido de la llave de agua y mi expresión permanece feliz.
-Traje nuestras batas -dejé las batas de baño dobladas sobre la barra de marmol, y le envolví por la cintura. Le di un beso en la oreja y otro más en la parte trasera de su cuello.

Todo mi ser se estremece cada vez que el dice que me ama, sabía que escucharlo me haría feliz, pero no pensaba que sería tanto. Mi corazón quiere salir de mi pecho a celebrar por escuchar esas palabras.
Asiento con seguridad cuando dice que estaremos bien, y yo le creo. Ya una vez dejé todo por él, y ahora que el me corresponde no tengo porque dudar.

Subo con prisa, ni siquiera siento todo el esfuerzo que hago con mis piernas al subir de dos en dos los escalones. Abro la llave, y sigo con el corazón emocionado, aunque creo que ahora a influido un poco la manera en que subí con tanta prisa.
-calma Asb, solo relájate- me digo pero simplemente estoy demasiado emocionado. Comienzo a desabotonar mi camisa. Se que he dicho eso de ir lento, pero realmente es que yo deseo que esto pase desde hace el primer momento en que nos separamos, incluso estando aun en la escuela. Deseaba que Min me buscara y me hiciera rendirme ante él.

El llega y siento su abrazo y yo, bueno yo solo disfruto de sus labios sobre mi.
-estoy nervioso- admito y creo que me he escuchado exactamente como esa primera vez que tuvimos. Creo que he perdido un poco de ese descaro que solía tener -quiero que tu me bañes- digo avergonzado y cubriendo mi rostro con mis manos, porque decir ese capricho mío me está haciendo sentir muy tonto -jeje, solo estoy jugando- mi risa suena muy nerviosa, porque quiero que solo piense que realmente no acabo de pedir algo tan tonto solo hagamos lo que tu quieras- digo girándome porque quiero mirarlo aun si la vergüenza por lo anterior aun no acaba.