Sorrow Song [Ian]

Recuerdo del primer mensaje :

Al salir del trabajo fue de inmediato a casa. Mi estado de ánimo no ha sido el mejor desde lo de Aaren, lo extraño, y realmente fue difícil no contestar sus llamadas. Por eso le dije a Ian que por ahora no podía iniciar otra relación, sería complicado cuando aun tengo sentimientos por Aaren y sería raro. Todo era mas sencillo cuando no me enamoraba.

Una vez en la casa, me di un baño y me puse una de esas camisas que le he robado a Ian y ahora es mía. Todavía faltan un par de horas para que llegue a la casa.
Camino a la cocina para poner a calentar un poco de agua para hacerme un té y mientras se calienta abro el refrigerador, creo que podría prepara algo para la cena.
Mientras comienzo a sacar algunas cosas el timbre suena, apago al agua que ya esta hirviendo y camino a la puerta. Es un poco temprano pero tal vez salió temprano.
-¿Acaso olvidaste tus llaves?- pregunto burlona mientras abro, pero entonces veo que no se trata de Ian, sino de un chico.
-¿Es la casa de Ian?- pregunta de inmediato, parece confundido comenzando a mirar los números de otras puertas.
-Si, aquí es- contesto con la misma confusión que él ha expresado.
-¿Quien eres tú?- no es que moleste su pregunta, sino la manera en que lo ha hecho.
-Soy su roomie- en cuanto digo eso él me recorre con la mirada y parece no creerme.
Ni siquiera se como ha pasado, pero él ahora está sentado en la sala y yo sirvo un poco de té para él, aunque obviamente le he mandado un mensaje a Ian, diciendo que al parecer un amigo lo está buscando.
Le ofrezco el té y solo lo deja a un lado, ¿si no va a tomarlo para que me lo pidio?
-¿Entonces solo eres su compañera?- pregunta y yo asiento, su expresión cambia por una mas relajada. Todo lo que ocurre después es algo que me cuesta procesar. Lo escucho hablar de como se siente tranquilo ahora, de como era su alumno y tuvieron una relación, de la esposa de Ian. Todo lo que me cuenta me hace darme cuenta que no conozco a Ian.
-¿No crees que eres indiscreto?- comento molesta, porque solo deseo que se calle. Es como si la vida me echara en cara que esta persona conoce a Ian y yo no -No deberías andar contando las cosas de Ian- aunque no he sido nada amable el sonríe y me doy cuenta de lo idiota que soy, él está marcando su territorio.

Veo como la puerta se abre frente a mi, ya que estoy en el sillón individual y veo a Ian que está llegando.
-Buenas noches, tienes visita- le digo con una sonrisa forzada y me levanto para ir a mi habitación. No puedo creerlo, estoy muriendo de los celos y actué como una estúpida.
¡Pero es que ese tipo es completamente desagradable! ¿Como pudo gustarle alguien así? salgo al pequeño balcón de mi habitación y buscando un poco de aire.

Karin:

casa:

Tal vez en ese aspecto somos parecidos, con la diferencia que con ella yo me abrí como nunca antes, y que no tengo intención de huir. A diferencia de Karin, yo opte por limitar mis relaciones. Ella es diferente, puede convivir con su familia y amigos, pero parece que sus relaciones siempre se mantienen hasta cierto punto.
-Entiendo que el “nosotros” te asuste, al principio tampoco planeaba confesar mis sentimientos por ti, pero ahora no me arrepiento. Incluso si terminaras odiandome, no me arrepentiré de haberte dicho lo que siento —yo también tengo miedo, principalmente a que nunca más quiera hablar conmigo o que al final diga que realmente no le intereso.

Ella definitivamente tiene control sobre mí y probablemente ni lo sabe, tal vez es lo mejor. Y es increíble que respecto a casarnos no se haya negado, a pesar de ser una idea vaga ella no lo encontró ridículo o desagradable.
—Lo hubiera hecho aún sin tu permiso —mi mano se deslizó a su cintura, quedamos frente a frente acostados sobre la cama y sostuve su mejilla con su mano— gracias —la única vez que nos besamos fue aquel día del festival en su colegio, y desde entonces ese tipo de muestras de afecto las ha limitado. Ahora ya no podrá sentirse culpable, sé que aún siente algo por ese chico pero lo que dijo hoy, eso demuestra que me he vuelto más importante, ¿cierto? Quiero confiar no solo en ella, sino en mí.
Me acerqué a ella y rocé nuestros labios. Mi mano acaricio su oreja mientras mi boca hacía lentos movimientos. Todo lo que sucedió hoy tal vez fue importante, pues sabía que antes de comenzar algo serio con ella no solo Karin debía arreglar su pasado, también yo debía hacerlo.
—Deberíamos pelear más seguido -dije sonriendo y en broma— y ya sabes qué sigue —mi mano se deslizó a su hombro y me encima un poco sobre ella para besar su cuello, y me separé rápido para mirar su reacción. Pero solo es un pequeño juego, ahora lo que necesito es asegurarme que ella en verdad se quedará conmigo. Esta confianza entre ambos ha tomado su tiempo en construirse, no quisiera que terceros comenzaran a romperla.
Me acurruque junto a ella y cerré los ojos, respiré un par de veces y sentí una calma inexplicable. Su olor y el ritmo de su respiración hacen que el estrés de hoy se termine de esfumar completamente.
-Karin, dímelo de nuevo —no suelo ser caprichoso, pero una vez más me gustaría escucharlo para desechar completamente los malos recuerdos.

-Que intenso te pones a veces- le digo bromeando sobre lo que comenta de que lo vaya a odiar -Yo jamás he odiado a nadie- hago una pausa en un gesto pensativo -Bueno si, una persona, pero fue por celos… realmente tienes pésimo gusto en hombres- me quejo de nuevo de ese chico, pero es que realmente despertó en mi muchos sentimientos negativos y yo que he soportado a la madre de Kajsa por años, no pude ni siquiera con unos minutos con ese idiota.

Hago mi respiración mas profunda cuando siento su mano moverse y quedamos mirándonos, el me pone muy nerviosa, pero nunca se lo diré.
-De nada- contesto sonriendo, me gusta que ahora esté mejor. No sé su pasado, solo unos fragmentos, y parece algo doloroso para él, y no quiero obligarlo a decirme, estoy segura de que lo que me cuente no puede cambiar en nada lo que siento.
No me alejé con cuando se acerca, de hecho he esperado con ansias que esto pasa, pero me sentía extraña de iniciarlo, por eso al final lo evitaba.
-de acuerdo, mañana deberíamos pelear porque no lavé los trastes del desayuno- digo como si estuviera agendando nuestra pelea -¿Sexo desenfrenado?- digo solo bromeando, pero entonces el hace el siguiente movimiento y de nuevo altera mi ritmo cardiaco. Muerdo mi labio para no jadear cuando besa mi cuello, pero luego se aleja muy rápido -ohhh ya veo… con que así se siente- digo porque parece que ha jugado conmigo así como yo lo he hecho con el tantas veces -ja, eres un hombre despiadado- le digo cuando se acomoda junto a mi. Mis dedos juegan con su cabello. Solo he dicho unas palabras y se siente como si todo lo que nos rodea haya cambiado.
-Te vas a mal acostumbrar si te lo digo tanto- me quejo un poco, no quiero ser ese tipo de mujer que se la pasa diciendo esas cosas, no solo porque sea cursi, sino porque realmente me cuesta expresar mis sentimientos. Él lo sabe mejor que nadie, lo mío es ocultar mis sentimientos con mi fachada de chica divertida y sin preocupaciones -ok, solo una vez- siento como mi pecho se inflama por la respiración profunda que doy, es como si fuera a dar un salto en paracaídas y mi adrenalina se disparara -te amo- digo rápido y muy bajito -bien, ya está… ahora acomodemos la cama para dormir- digo inmediatamente como cambiando el tema.
Bajamos las cobijas para poder taparnos y ambos nos metemos bajo ella.
-oye tengo una dudita- digo en cuanto apago la luz -¿eras el pasivo?- pregunto con voz traviesa.

No imaginé que abiertamente admitiera sus celos por mí y ahora que nos tranquilizamos puedo disfrutar de ello. No es muy amable de mi parte, y hasta hace un momento la estaba pasando fatal, pero ella es un calmante para mí, siempre hace que mis problemas se vuelvan menores y ocupa toda mi cabeza.
-Por eso el primero y el último —dije riendo. En realidad no me gustan los cNo imaginé que abiertamente admitiera sus celos por mí y ahora que nos tranquilizamos puedo disfrutar de ello. No es muy amable de mi parte, y hasta hace un momento la estaba pasando fatal, pero ella es un calmante para mí, siempre hace que mis problemas se vuelvan menores y ocupa toda mi cabeza.
-Por eso el primero y el último —dije riendo. En realidad no me gustan los chicos, pero estaba tan desesperado por afecto que me aferré a la primera persona que me prometió felicidad y me demostró un poco de cariño.

Me reí de nuevo y dejé otro beso corto en sus labios. Aunque se trate de un contacto básico entre nosotros, me hace sentir muy lleno, es como si recargara energía y pudiera aguantar cualquier cosa.
—Pensándolo bien, no quiero sexo desenfrenado, quiero hacerte el amor —hasta para mí fue vergonzoso eso, por eso no me atreví a mirar su reacción. Podría aceptar acostarnos ahora, es algo que he anhelado desde poco tiempo luego de conocerla, pero en este momento siento que sería un poco obligado, no quiero que ese tipo de circunstancias influyan en nuestro primer encuentro- era hora de que probaras una cucharada de tu propia medicina -aunque yo disfruto mucho de ese juego entre nosotros, al principio era difícil, pero con el tiempo comencé a disfrutar de la tensión que se creaba.
Me quedé quieto y sonriendo, mis latidos incrementaron y comencé a morder mi labio ansioso. Ella lo ha dicho de una forma muy tímida, tan ella, y me ha causado la misma emoción que hace un rato.
—Lo reproduciré una y otra vez en mi cabeza —me levanté riendo y le ayudé a acomodar la cama para acostarnos. ¿Hace cuánto que no dormimos juntos? Pero esta vez será totalmente diferente a las anteriores, y un poco similar a la primera vez, solo que en este caso seré yo quien se acongoje en sus brazos.
Me acosté diferente de las veces anteriores, y abracé su cintura para quedar a la altura de su pecho.
—Pero qué curiosa eres -dije riendo—no te preocupes, he reservado mi trasero para mi verdadero amor —di un beso bajo su clavícula y cerré los ojos— oye, ¿en serio a tu ex le gustan los chicos? Pensándolo bien, sí se ve un poco homo —solté una risita y solté un suspiro. Tengo mucho sueño, pensé que no podría dormir hoy pero ella ha hecho esa carga muy ligera- ¿te imaginas dormir cada día así? Mira lo que te estás perdiendo, ya deberías darme el sí —siento que comienzo a hablar incoherencias, y por tantas emociones de hoy empiezo a caer más fácilmente en un muy relajado estado de sueño.
hicos, pero estaba tan desesperado por afecto que me aferré a la primera persona que me prometió felicidad y me demostró un poco de cariño.

Me reí de nuevo y dejé otro beso corto en sus labios. Aunque se trate de un contacto básico entre nosotros, me hace sentir muy lleno, es como si recargara energía y pudiera aguantar cualquier cosa.
—Pensándolo bien, no quiero sexo desenfrenado, quiero hacerte el amor —hasta para mí fue vergonzoso eso, por eso no me atreví a mirar su reacción. Podría aceptar acostarnos ahora, es algo que he anhelado desde poco tiempo luego de conocerla, pero en este momento siento que sería un poco obligado, no quiero que ese tipo de circunstancias influyan en nuestro primer encuentro- era hora de que probaras una cucharada de tu propia medicina -aunque yo disfruto mucho de ese juego entre nosotros, al principio era difícil, pero con el tiempo comencé a disfrutar de la tensión que se creaba.
Me quedé quieto y sonriendo, mis latidos incrementaron y comencé a morder mi labio ansioso. Ella lo ha dicho de una forma muy tímida, tan ella, y me ha causado la misma emoción que hace un rato.
—Lo reproduciré una y otra vez en mi cabeza —me levanté riendo y le ayudé a acomodar la cama para acostarnos. ¿Hace cuánto que no dormimos juntos? Pero esta vez será totalmente diferente a las anteriores, y un poco similar a la primera vez, solo que en este caso seré yo quien se acongoje en sus brazos.
Me acosté diferente de las veces anteriores, y abracé su cintura para quedar a la altura de su pecho.
—Pero qué curiosa eres -dije riendo—no te preocupes, he reservado mi trasero para mi verdadero amor —di un beso bajo su clavícula y cerré los ojos— oye, ¿en serio a tu ex le gustan los chicos? Pensándolo bien, sí se ve un poco homo —solté una risita y solté un suspiro. Tengo mucho sueño, pensé que no podría dormir hoy pero ella ha hecho esa carga muy ligera- ¿te imaginas dormir cada día así? Mira lo que te estás perdiendo, ya deberías darme el sí —siento que comienzo a hablar incoherencias, y por tantas emociones de hoy empiezo a caer más fácilmente en un muy relajado estado de sueño.

Río por su respuesta, la verdad es que no imaginaba que a él le gustaran los hombres, supongo que hay un poco prejuicios de mi parte, porque si pienso en eso, Leigh tampoco entraba en ese grupo.
-Cuuuuuursi- lo molesto por lo que ha dicho, es algo que se sienta tan extraño entre nosotros -hagamos el amor desenfrenadamente- digo poniéndome un poco cursi, porque, decir que haré el amor con alguien es algo que nunca ha pasado. Siempre es sexo y ya. Pero si ya pienso que tal vez algún día me podría casar, ¿por que no iba a hacer el amor?

Resoplo por lo que me dice, pero luego me río porque es gracioso. No me siento frustrada, se que si lo intento, ahora podríamos estar teniendo relaciones, pero creo no tengo prisa, porque lo nuestro a penas comienza.
-Si, hazlo, porque no me la pasaré repitiéndolo una y otra vez - esta face entre nosotros es nueva, ser algo así como cursis, a nuestra manera, la verdad es divertido.

La manera en que se acomoda me provoca querer cuidar su sueño para esta noche. Pese a ser un hombre tan grande, ahora se siente como alguien que quiero cuidar.
-Genial, te prometo que seré amable- digo con tono travieso y luego reí cuando me dio ese beso -Amm, si. Empezamos como amigos y era mi amigo gay- me río por el recuerdo -No sé porque le gusté, tal vez porque soy poco femenina- comento con algo de duda -¿debería? no lo sé, ya que vi que eres un hombre tan cursi, quiero que me sorprendas con una declaración super romántica- la verdad creo que decir que si, ya está de sobra.
Juego con su cabello y escucho como se va quedando dormido.
-Te amo- le digo ahora que se que no me escucha, y no tardo en quedar dormida igual que él.