Let's no fall in love [Dasha]

Recuerdo del primer mensaje :

Me duele un poco la espalda, pero ni aun por eso quiero levantarme de la cama. Tengo un libro que estaba leyendo, pero simplemente no quiero hacer nada. Estar en este estado me ha vuelvo mucho más flojo que de costumbre.
-Debería ponerme a trabajar- me digo sintiendo esa graaaaan flojera.
Me arrastro en la cama para tratar de agarrar mi computadora, pero al final solo me quedo con la cabeza colgando del colchón. Siiii, ya sé que podría solo sentarme, estar mi brazo y agarrar el aparato pero eso le quita dramatismo a mi flojera.
Así que solo me quedo tendido en la cama, mirando de cabeza la habitación.

Ese tonto de Dima me obligó a venir a su casa, porque cuando salí del hospital, él no quería que yo estuviera solo en mi casa. Pero el infame hay veces que tarda días en venir a verme.
-Tengo los peores amigos- reclamo a la nada por eso. Pareciera que ellos solo me querían cerca cuando se peleaban, pero ahora que YO, los ayudé a estar juntos, solo se olvidan de mi.
Jalo un poco mi camisa para estirarla y acercarla a mi nariz.
-Podría bañarme mañana- me digo soltando la playera -Esto es humillante, me siento tan solo que hasta hablo en voz alta conmigo mismo... - tomo mi celular, me gustaría llamar a Hana, pero se que hoy tiene un trabajo importante y no puedo distraerla.
Dima, pues no ha venido hoy, creo que anoche ni llego, Ili, ese niño tampoco pasa mucho tiempo en esta casa, ooooobviamente el don de la casa ni por error pasa a verme y Dash, ella anda ocupada con su galería, así que tampoco la veo tanto.
Al final me gana lo aburrido que estoy y me levanto para agarrar la computadora, solo la abro y pongo música, porque seguro que ya no hay nadie en la casa.
Así que le subo volumén y comienzo a cantar can ganas, y obvio, hago mi voz afeminada cuando toca cantar el coro.

Luciel:

Siento como si él se preocupara por nada, al final seguro que las cosas le salen bien. Es decir, llevan saliendo casi medio año y sin haber tenido sexo las cosas les han funcionado, definitivamente lo suyo no es solo algo físico. Ella es muy afortunada por tener a su lado un chico como él, espero que valore todas esas cosas que hace por ella y sus preocupaciones, aunque duele, deseo que él esté con una buena mujer.
Pero aún así cuando admitió tan feliz que la ama, dolió, era obvio que luego de tanto tiempo sus sentimientos por ella crecerían, no es que me fuese a querer para siempre, él solo necesitaba un amor en su vida para olvidar esos sentimientos. Por eso no pude mantener la mirada en él, no quiero arruinar esta confianza entre nosotros, si él se esfuerza, yo también, es mejor si somos solo amigos que no ser nada.
-Claro que lo es -dije riendo- lo que pasa es que eres muy pesimista. Además es obvio que piense anticuadamente, tengo treinta, pequeño tonto -le hice una mueca, yo estaría feliz que hicieran algo lindo para mí, y sí, tal vez los jóvenes parezcan cada vez más frívolos, pero seguro que cuando la persona que amas hace algo especial para ti siempre será bienvenido.

Me sobresalté un poco, ¿de verdad he cambiado? Mis mejillas ardieron un poco y sonreí. Creo que aunque conservo sentimientos por él, también estoy comenzando a encariñarme mucho con Nobuyuki.
-¿No piensas que es raro? -pregunté apenada. Se suponía que salía con alguien más y ahora con otro... ¿no me hace ver como una mujer fácil? Y para variar menciona la marca en mi cuello, asentí avergonzada, pero creo que en el momento de hacerlo no soy muy consciente de esas cosas-es un chico -solté una risa, no creo que pudiera estar con otra mujer, no quiero ni pensarlo- ¿en serio no crees que soy demasiado...? Ya sabes, salir con un chico hace medio año y ahora otro... Aunque con Leigh me di cuenta que lo veía más como amigo, pero ahora... simplemente surgieron las cosas -solo suena a excusas, pero no quiero que tenga una mala imagen de mí, su opinión es muy importante- fue complicado al inicio, todavía... todavía es difícil, pero él es una persona muy amable y calmada, es muy respetuoso y me escucha, y a mí me gusta escucharlo a él -sentí algo cálido y sonreí. No planeaba sentir esto por Nobuyuki, pero las cosas van creciendo y a estas alturas ya no quiero que pase.

No puedo evitar una mirada recriminatoria, yo realmente detesto que use su edad como algo determinante.
-Te voy a decir un secreto. Siempre he odiado que uses tu edad como excusa para cosas. No es como si a una chica más joven no le van a gustar ese tipo de cosas- me quejo un poco.

Arrugo un poco mi frente por su pregunta y niego algo confundido.
-Me quejo levantando la voz un poco exasperado- me molesta que piense que yo puedo hacer esa clase de juicios, yo que por sobre todas las personas odio ese tipo de criticas, porque he crecido siempre escuchando las acusaciones de mis padres por no ser lo que ellos esperan de mi -No me levanto de esta silla para regañarte porque no puedo- resoplo con algo de indignación -Así salgas con mil tipos al mismo tiempo jamás pensaría eso. Además vivimos en el siglo veintiuno, liberación y empoderamiento de la mujer o como se diga- digo pensando en esas frases que tanto escucho de feministas.
Empujo las ruedas de mi silla para colocarme frente a ella.
-Dash, deja de preocuparte por esas cosas. Además solo dos hombres en medio año… ¿sabes cuantos caeríamos ante ti solo por una mirada?- le digo con una sonrisa sincera.
Parece que ese hombre es una buena persona y eso es lo que me alegra, saber que puede estar con alguien que la trate como merece.
-Vaya, parece todo un partido ese hombre- digo con sonrisa picara -a ver amiga, y este ¿esta lleno de bolas también?- pregunto con voz afeminada y curiosa como si yo fuera esa típica amiga chismosa.

No me cuesta actuar como si no me afectara, porque en realidad yo me siento feliz por ella, claro que tal vez tengo una pizca de celos, pero los puedo ignorar con facilidad.
-Oye quieres aprender a jugar videojuegos, te puedo enseñar- le sugiero en un susurro como si eso fuera una propuesta super alocada.

Me sorprendió lo que dijo y agaché la mirada. Es inevitable que me sienta así, creo que tiene que ver con el hecho de que Mitya siempre elige gente más joven que yo, y que me casé muy pronto y desaproveché muchos años de mi juventud.
-Lo lamento, trataré de no decirlo -pero me agrada que sea honesto, y pese a que sonó como un regaño, me hizo sentir bien.
Pero de nuevo viene y me regaña, y no pude resistir, al final solté una carcajada por cómo se expresó. Por cosas como estas es que yo terminé teniendo sentimientos fuertes por él, pero creo que nunca se dará cuenta de lo mucho que me afecta y también, es un poco tarde para eso.
supongo que debo dejar atrás esa mujer tan conservadora -podría explicarle porqué soy así y me preocupa tanto esos aspectos, pero solo daría a entender que no confío en él, y no es eso. Es mejor si aprendo de sus palabras y empiezo a forjar más confianza en mí misma, lo he empezado a hacer este tiempo y todavía quiero esforzarme más- lo siento, y gracias, siempre me haces sentir bien -además es a la primera persona que le hablo sobre Nobuyuki. No tengo amigas muy cercanas, las chicas del local seguramente ya se dieron cuenta, pero no lo he expresado abiertamente hasta hoy. Creo que sí, nosotros solo podemos ser amigos y eso no es tan malo- exageras, además lo mismo digo de ti, mira qué chica tan preciosa te conseguiste de novia -mi corazón empezó a latir rápido por eso, quiero tomarlo como un halago amistoso pero es difícil.
Reí y negué con la cabeza, su manera de decirlo fue realmente cómica, al menos por eso sé que se siente bien.
-No, es en realidad algo diferente. ¿Quieres verlo? -a estas alturas mostrarle una foto de él no es gran cosa. Le mostré la foto de mi teléfono y sonreí, no tomamos tantas fotos juntos, pero un par de él solo sí he podido sacar.

Nobu:

Después de mostrarle la foto me propuso jugar, es un poco raro para mí pero le dije que sí, y me levanté para llevar su silla dentro.
-Bien, solo espero no terminar enviciada como tú -bromeé entre risas.

Empujé su silla y regresamos a la habitación, allí me indicó cómo conectar la consola de Dima que nunca usa y me tardé un poco,  y después le pasé el mando y tomé el otro.
¿Quieres que te ayude a subir a la cama? -miré el control, tiene muchos botones- solo te advierto que debes tenerme paciencia, ya viste, apenas si pude prender esa cosa -me hace sentir emocionada, no tiene sentido, es algo que no va conmigo y también sé que es solo por pasar el tiempo, pero... creo que puede ser divertido.

-Pero por favor nena, no me gusta para nada esa actitud- de nuevo le digo con tono afeminado, agregando unos ademanes algo exagerados. Pero en realidad creo el ser conservadora es ya algo muy del sigo pasado… si, si, no tiene tanto que cambiamos de siglo, pero el mundo ha avanzando demasiado rápido, y creo que a veces deja atrás a unas personas por sus formas de pensar.

Me río cuando menciona a Hana, es verdad que ella es muy guapa.
-Es que yo tengo un gusto muy bueno en mujeres- tal vez no he estado con muchas, hasta ahora solo he tenido tres novias, pero sin duda que todas han sido guapas, aunque con Niki, bueno, con ella creo que fue porque era más joven que yo y supongo que sus expectativas no eran muy altas, y mi otra ex, fue mi mejor amiga y las cosas solo se dieron, pero con Hana, con ella, creo que es con la única con la que me he arriesgado.
-Pero si, ella es preciosa- admito algo embobado por el recuerdo de ella.
Asiento con entusiasmo por la idea de conocer al famoso creador de esa marca en su piel.
-¡Oh demonios! ¡mujer!- exclamo cuando veo la foto -Es lindo- digo con tono pícaro dandole un pequeño manotazo en el hombro. Este sujeto es realmente guapo y tiene un toque exótico pero elegante. La verdad me siento envidioso, todos los hombres que se meten en el camino de las mujeres que me gustan siempre están por encima de mi escala, yo soy bastante normal a lado de ellos. Aunque no conozco al novio de Niki, seguro que es un super modelo o algo así, el chico de Hana, bueno, se ve tan genial y es imposible no notarlo, y aun con todos esos tatuajes y cosas, sigue pareciendo waaaaao, y para Dash, el otro de los super músculos y ahora este… y lo peor es actuar como si fuera genial que les gusten esos hombres, como si a mi eso me hiciera feliz.

Ella se encarga de la consola, le doy algunas indicaciones porque parece un poco perdida.
-no, que va, yo puedo solito- miro la cama -Bueno si, te acepto la ayuda- estiro mis brazos como si fuera un niño chiquito. Cuando se acerca, rodeo su cuello con mi brazo y con el otro, me impulso desde la silla para levantarme, pero se me olvidó poner el seguro, y la silla se mueve. Tratando de recuperar el equilibrio apoyo mi pierna, y por desesperación ante el dolor, mis brazos rodean el cuello de Dash para intentar dejar de apoyar mi pierna, pero me recargo tanto de ella que hago que caigamos en la cama con ella encima de mi. El dolor es muy fuerte, así que la abrazo con fuerza mientras mi respiración es irregular. No sé cuando duramos así, pero es que esta vez me ha dolido mucho, pero poco a poco se me va calmando el dolor, no del todo, tal vez debería tomar unas pastillas, pero esas me dejan peor que cuando tomo, por eso no me gusta mucho tomarlas.
-Uy, perdón- digo ya liberado un poco del dolor y dándome cuenta que aun no la suelo, es un alivio que ya no traiga ese vestido de antes, porque sino, no, no, no… mi mente pervertida estaría imaginando eso que ya estoy imaginando -Dash, puedes… pasarme las pastillas- en realidad no quería tomarlas, pero no se me ocurrió otra manera para hacer que se quite de encima sin exponerme. Por suerte se quita antes de que las reacciones de mi cuerpo se noten. Me siento en la cama y jalo una almohada para cubrirme. Tomo las pastillas en cuanto me las da y luego tomo el control de la consola.
-Este es un juego viejito, pero a mi me encanta- selecciono el Crash y comienzo el primer nivel, le explico los controles y como hacerlo -¿entendiste? entonces juega tú- le entrego el aparato y me recuesto en la cama mientras veo como tarda muuuucho en avanzar.
-¡Salta, salta!- le digo pero me empiezo a reir de ver como ha muerto -te ves muy linda cuando pierdes- le digo un poco burlón.

Me hizo sentir un poco nerviosa su comentario aunque claramente sé que lo dice por su novia, ella es una chica muy guapa, tiene una belleza diferente a lo convencional. También aquella otra que me presentó era muy linda, aunque su belleza era más natural.
-Eres muy modesto -comencé a reír y agaché la mirada. Me alivia saber que se siente bien en su relación, últimamente antes de dejarnos de hablar, sentía que había un tipo de complejo en él. No lo entiendo, es muy guapo y agradable, pero también es quien se encarga de alejar a sus prospectos y creo que su excesiva personalidad comprensiva hace que sus conquistas fracasen. Por eso esta chica debe ser distinta, más segura de sí misma y debe quererlo mucho, ellos lucen como una pareja muy enamorada.
Comencé a reír, sentí un cosquileo en el pecho ya que es la primera vez que le cuento a alguien sobre Nobuyuki.
-Basta -dije imitando su falso tono de voz- sí, él es lindo, llamó mi atención desde la primera vez que lo vi... aunque siendo honesta no pensé que terminaríamos así -pasé un mechón de mi cabello tras mi oreja y sonreí- es la primera vez que le digo a alguien sobre él, se siente extraño -creo que esto marca el hecho de que somos buenos amigos. Él debe tener otras amigas, y también amigos además de mis hijos, pero yo no, la gente con la que me relaciono es por trabajo o contactos de Mitya, y de allí no tengo nadie más que considere realmente íntimo. Con Leigh he hablado un poco, pero por lo sucedido me da un poco de vergüenza contarle sobre mi nueva pareja incluso si sé que él tiene a su lado esa hermosa mujer. Además es un tema delicado para mí, tal vez es cierto que la época cambió y lo mío no es tan extraordinario, pero para mí está más estigmatizado por cómo fueron mis padres con nosotras.

Terminé de conectar esa cosa y fui a ayudarle a subir a la cama. Metí mi brazo tras su espalda como la vez que iba a ayudarle a ir al baño, pero no fui cuidadosa con la silla y terminamos cayendo a la cama. Al escuchar su quejido deduje que hizo esfuerzo con su pierna lastimada, y por cómo se sostuvo de mí yo envolví mis brazos en su cintura.
-Lulu,¿estás bien? -su rostro está muy cerca, pero mis latidos acelerados ahora fueron por lo nerviosa que me sentía por haber ocasionado que se lastimara. Le ofrecí ayuda pero fui incompetente, por ello lo observo con preocupación y espero que se recupere un poco. Tuve que abrir un poco mis piernas para evitar presionar sobre la suya lastimada, suerte que ahora traigo pantalón- no te disculpes, fue mi error. ¿Estás bien? -lo miré a los ojos, pero él pide las pastillas y me doy cuenta que permanecí mucho tiempo encima de él. Mi cara comenzó a arder y me levanté para tomar las pastillas y agua, y le ayudé a acomodarse sobre la cama. Me da vergüenza por haber sido tan descuidada, pero también por no percatarme de lo invasiva que fui, aunque fue un accidente.
Esperé que se recuperara y me senté a su lado para comenzar a jugar esa cosa, todavía siento mi corazón palpitar rápido, ¿está realmente bien? Y detesto que en esa situación que le puso en riesgo, mi cabeza vaya y piense en otras cosas.
-Oh, de acuerdo -traté de poner atención, pero entre lo que pasó y mi nula experiencia con este tipo de cosas, me costó más de lo que imaginé. Comencé a frustrarme, dirigir esto es tan complicado y en más de una ocasión pienso en decirle que mejor no lo hagamos, pero entonces no tendría otra razón para permanecer con él, por eso lo intento aunque sea tan mala- ¿qué? ¿Cómo? ¿Dónde? -sin querer levanté la voz y al final mi esfuerzo fue en vano, fruncí el entrecejo pero al mirar su cara también sonreí. ¿Por qué no puedo normalizar esos cumplidos? Antes los hacía con frecuencia y yo ni siquiera me inmutada, ¿cómo hago para ser inmune a eso?- no te burles, esto de los juegos es nuevo para mí, nunca lo había hecho -le mostré la lengua y le entregué el aparato, creo que la imagen que tenía no volverá, no importa si se encuentra en pijama y con el cabello desaliñado, inevitablemente pienso que se ve atractivo- tú te ves guapo jugando -no, no, ¿por qué dije eso? Tomé una almohada y se la lancé- anda, tienes que enseñarme mejor, si fallé es porque eres un pésimo maestro -puedo sentir cómo se incrementa mi pulso, tengo que mantener un buen ambiente entre nosotros.

Si, parece feliz con esta nueva persona y esa es razón suficiente para que yo me sienta feliz, al menos parece que esta persona si la aprecia, porque realmente espero que no esté con otro idiota como lo es su marido.
-Oh, pues es porque yo soy tu confidente, pero estate segura que seré muy discreto con eso- le digo ya dejando un poquito de lado las bromas, porque somos amigos y quiero que confíe en mi.

¡No, no estoy bien, me duele mucho! al menos eso diría si el dolor me dejara hablar, pero no, solo sigo quejándome un poco más, hasta que me puedo tomar un respiro.
-Un poco- contesto con la voz alterada por mi respiración -Si- ella se levanta y me ofrece las pastillas. Las tomo casi con desesperación y bebo del agua para pasarlas, con tanta prisa que me goteo un poco, pero ahora eso me importa muy poco.
Mientras ella intenta jugar, yo me voy tranquilizando más, en parte porque me comienzo a reponer del dolor y obviamente la otra parte es por el efecto de las pastillas.
-No me burlo, no creas que yo juego todo a la perfección a la primera, aunque tampoco lo hago tan mal como tú…- digo lo ultimo para molestarla de nuevo. Tomo el control y reinicio el nivel, pero me dejo morir cuando ella me dice que me veo guapo. No esperaba escuchar eso y le sonrío, pero luego me lanza una almohada y me comienzo a reir -voy a pensar que me intentas seducir para que te pase los niveles- le digo con burla.
pongo en mi espalda la almohada que me lanzó para estar mas cómodo -Ven aquí, te enseñaré lo que este maestro te puede enseñar- en realidad es bastante simple el juego, pero de hecho creo que por eso es uno de mis favoritos, o tal vez porque es de los primeros que jugué -eres mala porque tu vista y el movimiento de tus dedos no van a la par, no tienes que pensarlo tanto- le vuelvo a explicar cada comando y voy pasando lento el nivel para que ella pueda poner atención en lo que hago -¿Ahora estás lista?- pregunto deteniendo al personaje para que ella decida si quiere terminar el nivel -Anda, no importa si mueres, puedes volver a empezar- le entrego de nuevo el control.
Mas que ver como juega, la veo a ella, se ve más linda que antes, tal vez porque ahora es una persona más feliz o tal vez porque ya no la veo tanto como antes.
-¿Qué te ponen nerviosa las miradas?- le pregunto cuando escucho que ha fallado un salto y perdido una vida. Entonces la miro acercando mi rostro al de ella como para ponerla más nerviosa, pero al estar tan cerca, la verdad es que la veo bastante borrosa y prácticamente solo veo su mejilla y el perfil de sus labios -Si que eres mala- digo cuando no tarda en volver a fallar. Recargo mi frente en su mejilla, me siento un poco mareado.
-Odio estas pastilla- digo en un suspiro -Dash, eres muy bonita, como una muñequita de porcelana- me separo de ella y tomo su rostro entre mis manos aplastando un poco sus cachetes -una muñequita que juega muy mal- tomo el control y se lo quito -por eso mejor juego yo- le digo mientras comienzo a jugar ya sin explicar nada, solo juego para mi -Amm a ver ammm si paso el nivel en ammm menos de dos minutos, me dejarás comer una bolsa de papás, si no lo hago, entonces yo… ¿comeré brócoli? - digo para iniciar na absurda apuesta.

Solté una pequeña risita, no creo eso de que a él no le salga bien a la primera, al menos no a estas alturas. No por algo se dedica a ello como parte de su trabajo, es lo que se le da muy bien y ahora entiendo cuán difícil puede ser. Obviamente esto no debe compararse con el tipo de cosas que él hace, pero es por su gran experiencia en ello que se le da tan fácilmente. Es un chico muy hábil.
-Oh, moriste, moriste -señalé la pantalla con una gran sonrisa en el rostro, probablemente fue a propósito, pero no importa. Pero su respuesta hace que mi anterior comentario me avergüence más, aunque no he reaccionado, mis latidos por minuto se van incrementando por los nervios- de acuerdo -me acerqué y lo miré para seguir sus instrucciones, es algo sencillo pero quiero hacerlo bien. Su explicación es simple, pero coordinar en este tipo de actividad es algo nuevo para mí- lo haces sonar tan simple -observo la pantalla y después sus manos, y de nuevo empiezo a pensar cosas que no tienen que ver con el tema.
Sacudí mi cabeza y me concentré, como va muy lento, pude aprenderme algunos movimientos básicos para cuando me entregó el control.
-Pudiste explicarlo así desde el inicio -camino lento como él lo indica, y hago los movimientos necesarios para esquivar las cosas y trato de imitar lo que hizo, pero es imposible concentrarme con él mirándome, es mejor si pone atención a la pantalla pero no lo hace, me intimida- es que siento como si fueras a juzgar mi pésimo desempeño -perdí más rápido de lo esperado, pero como él dijo, volví a empezar e hice exactamente lo mismo. Solo que con él mirando es imposible, y ahora pierdo más rápido porque me hago consciente de su cercanía, y termino bajando las manos cuando siento su frente pegada a mi mejilla. Mi cara comienza a ponerse caliente, lo miro de reojo y pongo mi mano sobre su mejilla, se siente cálido pero a una temperatura normal- ¿qué? -dejé de tocarlo, y sentí sus manos presionar sus mejillas y eso me obligó a mirarlo. Dice esas cosas con tanta facilidad que me molesta, porque después comienza a jugar despreocupado y yo sigo con el pulso acelerado por un simple cumplido. Estoy acostumbrada a recibir esas palabras, pero si las dice él tienen un efecto mayor en mí.
Puse mi mano sobre mi pecho y miré cómo jugaba, estoy un poquito enojada, entiendo que tenemos que ser amigos pero ¿cómo puede decir esas cosas?
-No -dije firme- es obvio que puedes hacerlo, así que nada de apuestas que tengan que ver con frituras o cosas que rompan tu dieta -lo miré y llevé mi mano a su nariz para darle un leve jalonsito- pero puedes apostar cualquier otra cosa que quieras -sé que él no hace estas cosas por probarme o jugar conmigo y lo que siento, pero me sentí atrapada y quise actuar también descuidada, coqueteando sutilmente con él- solo si quieres -bajé mi mano y mordí mi labio mientras lo miraba, y por sentir mis mejillas rojas, desvié la vista a la pantalla.

-Si, ves… hasta yo aun fallo- digo para darle ánimos y obvio olvidando la razón real por la que me he distraído un poco. Ni siquiera sé porque me he dejado afectar, para es decirme esas cosas es como cuando se las dice a sus hijos, he reaccionado como un tonto, por algo que debería tomar con normalidad.
-Porque es simple- tal vez exagero, yo estoy acostumbrado a los juegos, y por eso lo veo tan simple, sería como si ella me dijera “es simple pintar” y obvio para mi no lo sería.
-Pues así lo expliqué… solo que ahora lo hice más lento- rasco mi cabeza un poco apenado por no ser tan bueno enseñando, pero jamás había tenido que enseñar a nadie a jugar, por eso tal vez no puse tanto detalle en explicar al comienzo -Justamente eso es lo que hago, te juzgo- le digo con una sonrisota.

Ella de plano me dice que no, ni siquiera me da oportunidad de tratar de negociar, pero estoy un poco cansado de comer pura cosa sana, quiero un poco de comida chatarra, papas, una hamburguesa, una soda buen fría… pero parece que mientras esté en esta casa no podré tener nada de esas cosas.
-Pero solo son unas papas- digo desanimado mientras ella menciona mi dieta. Pongo pausa al juego cuando ella toma mi nariz y da un jaloncito.
Sentí como si mi corazón diera un latido fuerte y profundo y luego decidiera detenerse; obvio se que no se detuvo, pero algo así sentí. La miro un poco, no que va muy afectado. Poco a poco me doy cuenta que no es que mi corazón dejara de latir, sino que lo hace tan rápido. Y eso de apostar, creo que despierta algo en mi memoria. Recuerdos borrosos del hotel, en aquella fiesta, Dash y yo encerrados en la habitación, jugamos algo, también apostamos, y luego, ¿luego? pero esos besos solo fueron producto de mi imaginación, ¿no? porque no es como que sea la primera vez que ella está en mis sueños y pasan cosas, si seguramente solo se tratan de mis sueños de siempre, obviamente no pudo pasar nada entre nosotros, porque vamos, ¿Dash y yo? imposible.
-Jeje, que barbara- le doy un golpecito en su hombro con mi puño -debes tener más cuidado cuando dices esas cosas o alguien podría mal interpretar- así es, seguro que cuando ella dice “cualquier otra cosa que quieras” no se refiere a “esas cosas” -debe ser culpa de las pastillas, perdón. Como que mis pensamientos se vuelven más básicos- trato de explicar porque la he mal interpretado por un momento. Me muevo para quedar un poco más recostado, pues me siento bastante atontado ya por culpa de las pastillas y comienzo a reír -Ay, soy muy tonto. No sé por que pensé esa clase de cosas. Te digo que debe ser la medicina, porque te lo juro, yo jamás buscaría mal interpretarte- le sigo explicando porque no quiero que piense mal de mi, no quiero perderla, porque yo he descubierto que puedo sacar a cualquier persona de mi vida, menor a ella, prefiero ser solo su amigo, solo me importa saber que sigue aquí, tan cerca para poder verla sonreír y poder ser feliz.

Habla de esto como algo simple pero para mí no lo es, pero como ahora luce como un chico regañado, le sonrío, es divertido estar así con él, tengo la oportunidad de pasar tiempo juntos y creo que lo que menos me importa es ser una experta jugando.
-Entiendo, entiendo -tal vez con esto podamos pasar tiempo juntos más seguido, ¿pero eso es realmente una buena idea? Me he puesto nerviosa por tan poco, he dicho cosas fuera de lugar y él también, pero solo yo parezco afectada por los comentarios- hey, y además te has vuelto más descarado -fruncí el ceño e hice una mueca, aunque él siempre fue así, solo soy yo la ue cambió el modo de ver las cosas.

Lo miré confundida cuando me dio el golpecito en el hombro, pero rápido comencé a ponerme nerviosa. Él cree que fue una broma, y me doy cuenta que yo pensé mal y esperaba ese tipo de petición de su parte. Mi cara inmediatamente comenzó a tomar un color rojizo, siento calor en el pecho y solo me quedó desviar la mirada, porque me ha descubierto. Pero mi vergüenza se va pasando, ahora me voy sintiendo mal, como si él esperara que eso no fuese cierto.
-¿Por qué no? -miré al lado contrario de donde él estaba- ¿crees que yo no puedo tener esa clase de pensamientos? A veces siento que me idealizas demasiado -no debí hablar, simplemente reír y decir que sí, que era raro y reírme con él, seguir dándole esa fachada de mujer pura que tiene de mí- está bien, perdón por decir cosas raras. De hecho tal vez deberías descansar, las pastillas deben haberte dado un poco de sueño -tomé aire discretamente y lo miré- además no debes preocuparte, ya sé que eres un poco pervertido -reí muy nerviosa de repente, tal vez con eso deje de disculparse cada vez que dice algo que me hace sentir bien o nerviosa, al menos una broma es más sencillla de procesar, que pensar en su arrepentimiento por decir o pensar eso. Él es muy honesto, siempre me termina diciendo sus pensamientos pero también hace que yo sienta como si no debiera tenerlos y cumplir cierto rol desinteresado. ¿Es para mantener una distancia prudente entre ambos? Ya no lo sé, pero está muy claro que no me es indiferente, pero al parecer él ni recuerda eso.

-¿Descarado?- la miro con algo de sorpresa -Que va, si sigo igual- le digo forzando una sonrisa grande. ¿Tal vez me he pasado un poco? pero siempre soy medio idiota y hago comentarios fuera de lugar, sobre todo si estoy nervioso. ¿Le incomodará? ay, idiota, claro que le incómoda -tendré más cuidado- obvio que no quiere que haga comentarios raros, Dash sabe lo que siento por ella, obvio es incómodo.

Trago mi saliva y me siento nervioso por lo que dice.
-Si… si puedes- bajo la mirada por los nervios, de nuevo mi cara debe ir a juego con mi cabello -No, no lo soy- le digo un poco avergonzado, no quiero que tenga esa imagen de mi -soy como cualquier hombre… yo… pero es que…- suspiro no sé ni que intento decir. Me encorvo un poco y comienzo a revolver mi cabello con frustración -¿Cómo no lo voy a ser? o sea ¡Dash! hoy me desnudaste, me bañaste… ¡tú ropa se mojó! ¿tú tienes idea de lo que yo vi?- ok Luciel, ¡ya cállate! -Es como si la vida me dijera, “oh mira, la mujer que más amas, mira lo hermosa que es, mira que sensual” y luego la vida se ríe en mi cara- ¿por que no cae un rayo del cielo para hacerme callar? -¡soy un idiota! ¿lo ves? soy demasiado patético- me señalo un poco frustrado -y pervertido me escurro en la cama y cubro mi rostro con la almohada para ahogar un grito. Tal vez es culpa de mi tiempo de abstinencia, pero es que... diablos, seguro yo no será un buen amante comparado con el otro sujeto que le gusta a Hana, se nota que él tiene kilómetros de experiencia más que yo. No quiero que me compare, no quiero ser él novio que le ofrece el peor sexo de su vida y lo peor, él que fantasea con su primer amor porque se mojó su vestido blanco.
-diablos- quito la almohada de mi cara pero la abrazo con fuerza y miro al techo -sé que no es que otro hombres no fantaseen con mujeres aun estando en una relación, pero no debería hacerlo contigo, tú eres tan imposible y aun así la persona que mas he amado y pensar en una mínima posibilidad, es como un adicto que tiene al alcance esa droga que tanto desea... bueno no lo sé, no sé que sienten los adictos, pero imagino que debe ser así. Pero también amo a Hana, he tenido tanta suerte de conocerla, y al final no dejo de pensar que al igual que las demás encontrará a alguien más, Niki me dejó por su familia y luego por su profesor sensual, Kana también me dejó por alguien más "adecuado", tú a tu chico hermoso, y Hana seguro también se dará cuenta de que soy un perdedor...- hago una pausa al notar que he agregado a Dash a mi lista de ex -Dios, hasta te agregué en la lista, así de patético soy- y no, no he logrado cerrar la boca, ¡malditas pastillas!

Moví mis manos negando, es mejor si él tiene más cuidado pero con esa expresión me siento mal por haberle dicho descarado, no intentaba insultarlo ni regañarlo, pero supongo que sonó así.
-Está bien, no te preocupes, yo sé cómo eres y no me molesta... -creo que eso tampoco sonó tan bien, lo mejor es solo decirle que sí y sonreír, lo que siempre hago.

El ambiente se puso tenso, debí ignorar sus comentarios o reírme de ellos, decir el clásico “eres un tonto” y tomarlo como una broma, o “¿cómo crees eso?” Pero no pude, me lo tomé demasiado personal y le dije cosas vergonzosas mías y suyas, como si fuese realmente necesario externar mi opinión. Pero este juego de ignorar sus insinuaciones no me gusta, no puedo con él. Antes no era consciente y era sencillo tomarlo a broma, pero desde que él se confesó y yo me di cuenta que sentía algo también, fue difícil no pensar de más por cada frase que decía o por cómo actúa conmigo. Y aún así es quien pone esa barrera entre nosotros.
-Lu- -no pude detener sus palabras, y lo miré aún más desconcertada. Ha dicho que soy la mujer que ama, y mi pulso se disparó casi ignorando todo lo demás. Tengo una mezcla de deseo y vergüenza, no debería pensar eso pero es algo tarde para arrepentirme, porque así como él habla tan rápido, mis pensamientos van uno tras otro sin detenerse. Y me hizo feliz, creo que lo peor de todo es que me siento bien de saber que él todavía sienta algo por mí, de que sienta deseo al verme y no simplemente haga cumplidos por cortesía- no eres patético - sentí una punzada en el pecho, no me gusta que se exprese así de sí mismo, lo hace con mucha frecuencia, como si él estuviese a un nivel más bajo que todos esos hombres que conoce.
Me quedé en silencio, debería decirle algo, creo que es el momento perfecto para decirle lo que yo también siento, ¿pero después? Él tiene su linda novia a la que también dice que ama, y yo tengo a Nobuyuki, ignorando claro que soy mayor y también casada. Esto es más complicado que solo lanzarme a decirle que lo quiero, hay más personas involucradas que al inicio y no quiero hacerles daño, mucho menos a Nobuyuki.
-No - -tomé aire y suspiré- ¿no te interesa saber lo que yo siento? -él está mirando hacia el techo, y me acerqué un poco más para tener su atención- seguro también olvidaste lo que te dije en la fiesta del año pasado, o lo que sucedió. Todo el tiempo dices lo que piensas, pero al final te arrepientes y tú mismo me alejas de ti y pones una brecha entre nosotros. Crees que no tienes oportunidad porque la pasaste mal con ellas... bueno, no es como si yo fuese como ellas -eso lo dije un poco molesta, creo que denoto mis celos- pero tampoco puedo culparte, no soy la persona adecuada para juzgar que alguien más no sea capaz de dejar atrás su pasado y hacer las cosas sin miedo, así que también entiendo que sea difícil para ti superar esas cosas -solté otro suspiro, y terminé quitando mis zapatos y acostándome a su lado de la misma manera que él, mirando al techo- sabes, Lu, intenté verte como ese amigo que me prometiste ser y también quise verme solo como la amiga que te prometí ser, pero cada vez que estamos juntos, aún cuando nuestros encuentros se redujeron, inevitablemente terminamos diciendo y sintiendo muchas cosas. Somos demasiado conscientes del otro. Y para que lo sepas, odio que te llames a ti mismo perdedor, patético o cualquiera de esas cosas, nunca, ni una sola vez he pensado que lo eres o que los otros son mejor que tú -me giré hacia él y puse mis manos bajo mi cabeza. Siento el nerviosismo crecer, estamos un poco similar a aquella vez, me pregunto si eso le hará recordar las cosas que hicimos y dijimos- lo que quiero decir es... creo que ya lo entendiste. Esos pensamientos que tienes y todo lo que sientes... no eres el único que lo está experimentando -cerré con fuerza los ojos. No sé si él me entendió porque hablé tan enredado que tal vez mi mensaje no llegó con claridad, pero básicamente he terminado confesando lo que según no quería decir. No sé qué hacer ahora, me siento totalmente nerviosa y vulnerable. Mi corazón no se calma para nada, y siento un cosquilleo raro en el estómago. Me gusta mucho, no, creo que va más allá de un gustar y eso lo sé.

¿Lo que ella siente? ¿quiero saberlo? no, solo recordar como pasaron las cosas la vez que estúpidamente me confesé por quedarme dormido, su cara, su reacción… obviamente no había nada de esperanza para mi.
-Lo siento- me disculpo, no sé si ella sepa porque, pero es porque realmente no he tenido el valor de enfrentar un rechazo directo de ella. No lo necesito, pero tal vez ella piensa que hay que cerrar el ciclo o algo así.
-¿La fiesta? bueno es que estaba muy borracho por culpa de Dima- no sé porque, pero creo que me siento como si me estuviera regañando, tal vez es que le ha molestado que la agregara en la lista de mis ex, pero eso lo entiendo, yo no debí. Suspiro -Lo siento- me disculpo por eso de que ella no es como ellas.
La miro de reojo mientras se acuesta a mi lado y se pone a ver el techo, como si algo interesante ocurriera en él que ahora la mirada de ambos está clavada en él.
¿Es que no me puede ver como un amigo por lo que le dije? oh dios, realmente lo he arruinado todo.
-¿Lo siento?- me vuelvo a disculpar por haberme referido a mi mismo como patético y perdedor. Así son las cosas, ella dice que no le gusta que lo diga y yo me disculpo por haberlo hecho.
La verdad a veces no entiendo como ella no se dio cuenta de mis sentimientos desde antes, creo que soy demasiado obvio, pero bueno, todo lo oculto tras mi mascara del tipo bromista que nunca dice nada en serio.
De nuevo la miro de reojo porque se ha girado, pero vuelvo a clavar mis ojos en el techo.
-Tú… ¿lo sientes?- me giro con una expresión de sorpresa y la veo -Wow mareo- cierro los ojos con fuerza hasta recuperarme. Eso que ha dicho, ha dolido un poco, pero supongo que trata de crea un vínculo de empatía conmigo -Yo, bueno, obvio, yo- tomo un poco de aire y le sonrío bien grande -me alegro mucho por ti. Ese hombre debe ser realmente especial si ahora sientes cosas así por él- me muevo un poco para poder abrazarla.
Es una sensación amarga el confirmar que ella siente algo tal vez más fuerte por ese tipo, pero debo dejar de lado eso, lo que más debería importarme es que es feliz, que las cosas ahora le están resultando bien.
Estiro mi mano para poder revolver un poco su cabello.
-Yo sabía que encontrarías a alguien, quiero que seas muy feliz Dash. Intentaré ya no decir lo que ser perdedor y eso. A veces no lo puedo evitar, pero oye, lo haré por ti. Y oye, sé que a veces digo cosas que te pueden incomodar, pero es porque, pienso que él no decirlas es como volverlas un tabú, eres mi amiga, y eres hermosa, y no tiene nada de malo decirlo, pero si te molesta, lo dejaré de hacer también- supongo que es incomodo por mis sentimientos y eso.

¿Lo siente? ¿Es eso señal de rechazo? Porque no ha dicho querer saber, aunque yo ya le expresé lo que siento, él prefiere disculparse. ¿Entonces qué quiere de mí? Dice que me ama, que me desea, pero no le interesa saber lo que siento yo al parecer. No comprendo qué espera de nosotros, no sé si simplemente quiere decirme sus confusiones y desahogarse nada más, ¿y lo que yo siento dónde queda? Me sentí herida, creí que me escucharía pero solo viene una disculpa tras otra. Yo no necesito que se disculpe, no me molesta lo que ha dicho a pesar de todo, en cambio el evadir el tema o pretender no entender sobre mis sentimientos... eso sí me lastima.
-¿Así que eres de los borrachos que olvida lo que hace? -solté una risita, pero mi expresión no denota ninguna pizca de felicidad- ya veo -no creo que me entienda, o tal vez sí pero como dijo que también ama a su novia, prefiere ignorar el hecho de que sentimos lo mismo.

Lo miré y asentí, parece que por fin entiende lo que siento por  él. No espero... no, en realidad sí espero algo de él, aunque no sé claramente qué, pero al menos algo, mínimo que sepa que para mí no es indiferente, ni tampoco una molestia.
-¿Te encuentras bien? -lo miré preocupada, debería dejarlo descansar, no quiero que este tema lo agobie más. Pero su felicitación me toma por sorpresa, ¿qué está diciendo? No busco que apruebe mi relación, ¿qué no puso atención a lo que dije? ¿Está haciéndolo a propósito?
Su abrazo no me hace sentir bien, es como si me rechazara y me confirmara que no importa qué, nosotros solo podemos ser amigos, y empiezo a pensar que ni siquiera eso. Si esa era su resolución, no entiendo porqué continúa haciéndome sentir especial, no quiero eso. No quiero ser una persona especial solo de nombre, no quiero que sienta algo por mí si al final no querrá estar conmigo y marcará un muro entre nosotros. No se da cuenta, peor me hace dar vueltas a su alrededor.
-No estás entendiendo nada -alejé su mano de mí y me senté sobre la cama- malinterpretaste todo lo que te dije, y ya no sé cómo transmitirte lo que siento -limpié mi mejilla, no me di cuenta en qué momento unas lágrimas escurrieron- ¿qué quieres que haga? ¿Quieres que seamos amigos? Bien, entonces no seas tan lindo conmigo, no me digas que soy hermosa, o que me amas. No puedo normalizar tus elogios porque para mí significan algo más. Me pones nerviosa cada vez que te acercas, me haces recordar... oh, es verdad, ni siquiera te acuerdas de nada -solté un suspiro, al menos no me puse a llorar, solo fueron esas lágrimas y ya- solo olvida todo lo que dije hoy, tienes razón, encontré a alguien y tú estás feliz con tu chica, lo siento -me levanté de la cama, lo dejaré solo porque si me quedo con él, no sé lo que vaya a decir. Él ya dijo todo lo que piensa, debería hacer lo mismo pero ya me di cuenta que su intención no es que nuestros sentimientos sean mutuos.

-¿Qué? noo, no… o sea- no puedo dar una peor imagen a la que debe estarse creando de mi en este momento -yo no tomo, no estoy acostumbrado, entonces cuando lo hago me pega mucho, igual que con las pastillas o con cualquier sustancia que altere el estado. Bueno no estoy diciendo que me drogo, digo que yo hasta con jarabe para la tos me emborracho- tal vez es algo un poco raro, no son muchos los chicos de mi edad que prefieren evitar ese tipo de cosas, pero es porque yo realmente no lo disfruto mucho y si, muchas veces termino teniendo lagunas mentales por culpa de excederme un poco -Soy un poco, delicado en ese aspecto- me río con algo de pena.

-Si, si, solo es la pastilla, ya sabes delicado- digo poniendo énfasis en esa ultima palabra para recalcar lo que ya le conté antes.
Wow, ¿que está pasando? ¿Por qué llora? ¡diablos, diablos, diablos! ¿qué dije mal?
Siento como mi peche se oprime mientras ella habla.
-¿Significan algo más?- creo que apenas y me ha salido la voz, respiro muy lento, puede ser por culpa de las pastillas o porque trato de mantener la calma -¿Nerviosa? yo a ti, yo, ¿có… có… cuan… - ¿está diciendo lo creo creo que está diciendo? Pero es una locura, ella por mi -Felices, claro si- digo cuando menciona a Hana y a su tipo -Pero y si- y si somos más felices juntos. No, no me atrevo a terminar eso en voz alta. Porque no hay una razón por la que siempre he buscado mantener lo que siento por ella en algo platónico, al menos tanto como me sea posible. Es la madre de mis amigos, podría perderlos, no quiero que me odien, y si llegara a tener el valor de estar con ella, si eso pasara y en algún momento se arruina, entonces los habría perdido a ellos y luego a ella.
-Dash yo- hago una pausa de nuevo y la miro por un momento, creo que si no tuviera una pierna rota ya me habría levantado a abrazarla -¿que pasó cuando estaba borracho?- será que no solo se tratan de fantasías en mi cabeza -Yo… nosotros ¿hicimos algo?- ¿pero de que sirve saberlo ahora?

Por eso tiene sentido que estuviera así ese día, ¿pero a ese grado como para olvidar? Yo tampoco acostumbro a beber y aquella vez tomé más de la cuenta. Buscaba tener un poco más de valor con el alcohol, y por esa noche funcionó, pero si él no lo recuerda prácticamente es inútil.
-Lo sé, eres un chico sin vicios, esa parte me agrada de ti -estaba molesta, pero aún así mi elogio salió sin pensar. Él está a un nivel diferente de los hombres que conozco. Es ingenuo e inocente, incluso con sus pensamientos pervertidos, es como un jovensito que no se interesa por imitar las maldades de otros. Él considera eso una debilidad al parecer, pero yo siempre lo he visto como su punto bueno. Esto es malo, puntualizar las cosas buenas que tiene hacen que la idea de que me gusta se haga más presente.

Ni siquiera parece que me crea, ¿qué más debo decirle? Ya nada, claro está, no tengo porqué aclarar lo que es obvio, y si recién se da cuenta... ¿en serio recién lo nota? Es difícil de creer, pero siendo él tiene sentido. Ahora siento arder mi cara, dije cosas vergonzosas y no he salido corriendo, estoy un poco congelada por ver que por fin va entendiendo.
-Está bien, no tienes que forzarte -mi cara se siente caliente, y como soy una tonta, me volví a sentar en la orilla de la cama. No tengo las agallas de mirarlo, y comencé a jugar con una de las pulseras de mi mano- bueno, me acompañaste toda la noche. Platicamos, me contaste de tu chica y yo también, y después... ¿para qué quieres saberlo ahora? -levanté un poquito la voz, eso me hace avergonzar más- ¿qué harás cuando lo sepas? -sigo sin mirarlo- me dijiste algo similar a hoy, tocaste mis mejillas y comenzaste a decirme lo hermosa que soy -por fin lo miré, a pesar de tener la cara enrojecida, tuve la necesidad por verlo a los ojos- nos besamos, más de una vez.
Tragué saliva y me volví a recostar como hace un momento, como aquella vez que estábamos en el hotel.
-Estábamos así, acostados frente al otro. Tocaste mi cara e hiciste algunos mimos, fuiste tan honesto y cariñoso que todo el estrés de la fiesta lo olvidé en un instante. Mis preocupaciones se fueron yendo, estábamos ebrios y co... coqueteamos -cerré los ojos, mi pecho se siente agitado por culpa de la emoción y los nervios. Recuerdo la dulce forma en que me tocó, con mucho cuidado y cariño. También sus nervios y pensamientos obvios cuando derramé el vino. Esos recuerdos han hecho que mi rostro se relaje y esbocé una sonrisa- también te dije que me gustas -abrí los ojos. Lo dije, no hay marcha atrás. A estas alturas fue más sencillo, porque no he parado de darle señales sobre lo que siento.