Boda -Emi-

Recuerdo del primer mensaje :

Hace un mes me hicieron llegar una invitación en el hospital que estaba dispuesto a declinar, pero ya que he trabajado sin descanso y además proviene de alguien importante, creo que no es mala idea asistir al evento. No me gustan las celebraciones de matrimonio, son hipócritas, sosas y es una pérdida de tiempo, pero el lugar es turístico y unas pequeñas vacaciones no me vendrían mal. Además, la semana pasada le comenté a Emi y se emocionó, ella no ha asistido a un evento similar y creo que la idea que sea cerca de la playa, le gusta. Debería negarme solo por eso, pero cuando lo noté, ya había reservado la habitación del hotel y pedido algunos días en el trabajo. Al menos así ella seguirá con su buen comportamiento, y darle de vez en cuándo lo que quiere no es tan malo…

Alisté mi maleta y bajé para meterla al auto, no tengo ropa para la ocasión, tendremos que ir de compras hoy para mañana no perder tiempo.
-Date prisa, no quiero salir tarde -le hablé fuerte a Emi desde la planta de abajo, revisé que todo estuviera en orden y salí para esperarla en el auto. Una vez que entró me ajusté el cinturón y la miré- tenemos que ir a comprar ropa, no tienes nada adecuado para el evento -encendí el auto y seguí las indicaciones del GPS. No viajo mucho mas que para las cosas que Shinya necesita, y el lugar al que vamos nunca lo había visitado- puedes dormir si quieres, nos llevará un rato llegar -encendí el aire acondicionado y nos encaminamos. Vi algunos artículos en línea sobre el lugar, parece un pasaje agradable. No suelo hacer estas cosas, pude irme mañana y regresar el mismo día, pero como Emi me acompañará, supongo que no está mal revisar el sitio, además conducir de ida y vuelta un día es más pesado.

Después de conducir un rato hicimos una parada para comprar algo de almorzar. He esperado a Emi y pasé mi brazo por sus hombros, pues hay muchas personas y la gente joven suele ser un poco imbécil.

Mis compañeros la escucharon, y seguramente estarían mirándola mal o criticando lo maleducado que fue su comentario, pero ya que ella es tan guapa lo omiten y se ríen, como si fuesen parte de la conversación en primer lugar.
-Entiendo -aunque la opinión ajena me es indiferente, no soy tan idiota como para saber la responsabilidad que llevo de la mano con mi posición.

Ella no habla de su pasado con dolor en sus palabras, sabe que eran cosas espantosas pero no se ve a sí misma con pena. Al igual que yo, solo considera eso hechos desagradables y no traumáticos como el resto de las personas.
-Entonces sabes hacerlo -podría resumir a eso, pero aunque no entrara en detalles es obvio por qué lo sabe hacer- ¿quieres saber cómo aprendí yo? -eso delata mi mentira de hace un rato- fue para propósitos similares a los tuyos -sentí un piquete en el pecho. No son recuerdos dolorosos, tampoco me avergënza; pero antes de Emi  a ninguna persona le expresé abiertamente y por capricho en lo que consistía mi vida- entonces hagámoslo así - es inevitable no tener atención de quienes nos rodean, y es que ambos salimos un poco de la norma, sin mencionar nuestra supuesta relación y lo sospechoso que debemos lucir en este momento.
Me dejé llevar por el ritmo en mi cabeza más que por la música en sí, y con su declaración solo me quedó sonreír.
-No se puede evitar -no, no haré algo estúpido como besarla en medio de la pista- además solo será una hora o dos, no es gran cosa.
Me quedé un rato más pegado a ella y bailando, pero después fuimos interrumpidos por el maestro de ceremonias para pasar todos a sentarnos y brindar por la pareja. Fue un rato de intercambiar felicitaciones y demás formalidades, seguido de la cena y otro rato de socializar con los de la mesa.
-Creo que es tarde, debemos irnos -supongo que para ellos no lo es, pero ya me harté de estar aquí- el viaje fue muy cansado, y mañana debemos volver temprano, llegamos en auto -no me cuesta fingir, y después de despedirnos salimos de allí.
Al estar fuera me deshice de la corbata y el saco, aunque me he acostumbrado a vestir formal, prefiero estar más libre.
-Ven, vamos a la playa -en la playa no tendré que enseñarle a nadar, y tampoco que cuidar las miradas a nuestro alrededor.

Al llegar a la playa me detuve antes de pisar la arena. Recogí mi pantalón, me quité los zapatos y con los pies descalzos comencé a caminar en dirección al agua. Si volvíamos por un traje adecuado seguramente querría quedarme. Tal vez era mejor eso, pero arrepentirme ahora ya es ridículo; pero en este momento de verdad no quiero decepcionarla.

Sonrío porque supongo que no hace falta que diga más para que entienda que si sé. Además a veces es mejor no hablar tanto, sobre ciertas cosas. Su pregunta me toma por sorpresa y asiento mientras quedo atenta a lo que va a decir. Sonrío por su respuesta, no era algo que yo sabía, pero no es que su pasado me pueda molestar, o asustar.
-Entonces debes bailar mejor de lo que me has dicho- contesto dejando que mi cabeza descanse de nuevo en su pecho, me gusta estar así con él, poder sentir su cálido pecho y escuchar su corazón, aunque con la música eso es imposible ahora.

-Pues una o dos horas me parece mucho- digo con un suspiro odiando la idea de pasar más tiempo en ese lugar, pero sin poder estar realmente cerca de él.
Regresamos a la mesa luego de unos minutos, y solo me siento completamente aburrida de todo lo que pasa, como sin muchas ganas, y ningún plato lo termino. Pero sonrío cuando dice que es hora de irnos, me despido de sus conocidos del trabajo, siento tal vez un par de miradas sobre, pero decido ignorar aquello.
Salimos del lugar y dice que iremos a la playa, sonrío y asiento con la cabeza y al llegar a la arena me quito los tacones para poder caminar. Como es de noche, la arena ya se siente fría. Él también se ha quitado los zapatos y camina descalzo por la arena.
-¿Aquí ya puedo tener un beso?- pregunto porque ya no estamos entre sus compañeros del hospital.

Suelto una risa y asiento, hace mucho que no lo hago; las parejas que tuve no solía llevarlas a bailar, eran más relaciones de apariencias y cama.
-No pongas demasiadas expectativas -me siento extraño al mantener un coqueteo como este con ella. No siento la necesidad de dar un giro a las cosas, o de simplemente parar para ver su reacción. Estoy actuado diferente a cómo soy, y sinceramente no creí que yo pudiese llevar a cabo acciones tan sosas por el placer de otra persona.

Ella se ve feliz y estar aquí sin tanta gente y el calor del sol es incluso reconfortante. Además esta clase de paisajes no son algo que me había dado el tiempo de apreciar antes. No soy alguien romántico o que mira la vida como una gama de oportunidades; diría que soy del tipo que solo existe. Pero con Emi he cambiado, y no me alegra tanto ser consciente de eso.
-Sí -llevo el saco colgado en el hombro y los zapatos en una de mis manos. La abracé y esperé que ella me besara, es quien lo desea después de todo- vaya que te gustan las cosas románticas -puse mi mano en su cintura y correspondí al beso. Con ella estoy disfrutando del contacto físico más allá de las reacciones naturales de mi cuerpo, son muy pocas las ocasiones en las que he sentido satisfacción real al besar o tocar a alguien.
Me dejé llevar un poco y solté los zapatos para poder colocar ambas manos en su cintura. No me detuve en un beso, o dos, porque si lo estamos disfrutando no veo caso a detenernos. Son experiencias que sé no podré obtener después fácilmente, y de esa manera se hace más sencillo dejar de analizarlo tanto.
-Emi, se siente muy extraño -al parar el beso la abracé. Conozco mi cuerpo y entiendo por qué responde a los estímulos, también sé que todo se trata de una composición química en mi cerebro. Pero pensé que yo era incapaz de llegar a ello, y me alegraba. Estar enamorado no era algo de mi interés, y sintiéndolo tampoco deseo prolongarlo. Pero imagino que aún contra mi voluntad la sensación irá creciendo, y resulta frustrante no poder detenerla; más todavía disfrutar lo placentero que es- Emi, ¿crees que me amas? -sé la respuesta, aunque por momentos he dudado, pues ella puede ser impredecible- desde pequeño he sido incapaz de amar a otros. No importaba el tipo de relación que tuviese, no pude desarrollar apego por ellos -la única persona por la que sentí amor fue por Shinya. Desde allí debí saber que en algún punto, podría llegar alguien más que de la misma forma se metió en mi cabeza.

Me dice que si, y rodeo su cuello con mis brazos y miro sus labios un momento antes de poder besarlo y el dice eso sobre las cosas románticas.
-Solo contigo- admito esa debilidad que siento cuando se trata de él y de esta clase de cosas que con otro hombre son solo una actuación, pero con Takumi quiero hacer estas cosas y sentir todas estas emociones que jamás había experimentado con nadie.
Termino la distancia para buscar sus labios, mi corazón comienza a acelerar su ritmo y siento esa sensación que se extiende por mi cuerpo, y como mi pulso se acelera ante la emoción que siento que me voy a quedar sin aire. Apenas me separo lo mínimo de él para recuperar un poco de mi aliento pero parece que necesito más de sus labios que del mismo aire y en cuanto puedo vuelvo a buscar sus labios.

El beso termina y él me abraza y yo sin disfruto de ello.
-Pero se siente bien- dijo y luego se me escapa un suspiro -Pensaba que no podía sentir algo así, estaba tan acostumbrada a fingirlo, pero contigo siento todo esto- busco su mano para llevarla a mi cuello, pues es el lugar donde se sentirá muy fácilmente mi pulso -Nadie me había hecho acelerar el pulso de esta manera. Yo no entiendo mucho de emociones, pero si lo pienso, estoy segura que esto es amor- trato de explicar lo que siento -¿Eso quiere decir que tu me amas?- pregunto con emoción, pues lo que ha dicho parece que lo insinúa, pero conociéndolo es capaz de negarlo al preguntárselo de manera directa.

¿Bien? Sí, claro que hay un placer en ello, pero yo no me siento seguro por haber aceptado esto todavía. Lo he expresado a ella por impulso, pero si lo hubiese meditado más tiempo seguramente podría haber durado con este juego otro rato. Pero ella parece feliz, y me siento tonto por tener esa razón tan sencilla y considerarla suficiente para seguir con esto. Aunque si lo pienso, ella y yo no tenemos una relación muy convencional, ¿exactamente qué va a cambiar?
-Fingir se vuelve cansado con el tiempo -en ese sentido yo ya estaba harto de jugar a lo mismo de siempre con diferentes personas. La mayor parte de mi vida se basa en fingir, mi trabajo, amistades y compañeros; todo está puesto sobre la gran mentira que soy.  Aún así es increíble que no pude hacer algo tan simple como mantener mis sentimientos por ella al margen.
La miré y coloqué mi mano en su cuello, no me sorprende que ella esté en ese estado, pero me alivia.
-Pareces muy segura de ello a pesar de no saber nada -me reí, y seguramente a futuro lo recordaré y me burlaré de mí mismo por haber flaqueado. ¿Qué es esto? Incluso si  en mi cabeza hay un duelo no puedo parar de sonreír, ella me hace feliz con cosas tan simples. Pero es inevitable, creo que al final incluso las personas como yo están expuestas a esta clase de relaciones con otros- ¿qué?-bajé mi mano hasta su hombro y la miré. Es obvio que su pregunta venga después de las cosas que dije y por haber insinuado eso, hasta alguien como Emi podría notarlo. eso… -si lo niego sería estúpido, si lo acepto estaré condenado- a ti te parece tan simple -bajé mis manos para poder sostener las suyas. No puedo mirarla a los ojos y decirlo claramente. Puede ser estúpido y exagerado para otros, me siento débil y eso no me agrada.
Me quedé un momento en silencio tratando de desenredar ese hilo en mi cabeza, lo único que puedo escuchar es el ruido del mar.
-Supongo que por ser tú no tienes las mismas expectativas que otros respecto a esto o a nosotros -la miré a los ojos. De todos modos ya todo está muy claro, da igual si sale o no de mi boca- pero incluso así, hay muchas cosas que yo no puedo ofrecerte tan fácilmente. Además está de sobra decir que no cambiaré nada de mí por nosotros, tampoco puedo ofrecerte una vida segura o la relación de ensueño que a tu edad acostumbran -ella pudo haber crecido diferente, pero ahora, ¿cuántas personas no se cruzaran en su camino? ¿Cómo sé que de verdad esto puede sobrevivir?- ¿aún así puedes asegurar lo que sientes? -puse mis manos sobre sus mejillas- tu vida recién empieza -bajé mis manos y las alejé de ella. Creo que es normal que las cosas a mi alcance se destruyan o desaparezcan, y si pretendo seguir con esto, tendré… que aprender cómo deshacerme también de lo que siento cuando ella se canse- es verdad. Te amo, pero eso me provoca miedo -desvié la mirada. ¿Qué tan débil soy como para temer esta clase de pérdida? Puedo obligarla a quedarse a mi lado, tengo los medios para alejar cualquier persona de ella, incluso para aislarla de todos. ¿Entonces por qué?

Me encojo de hombros pues no puedo decir nada más para explicar el porque estoy segura de sentir amor por él. Solo sé que eso me pasa, siento cosas que no siento con nadie más. Conozco lo que es tener aprecio y cariño por una persona, Mia es esa persona, y sé que la quiero, y con Takumi, siento cosas parecidas, aunque completamente diferentes. Es verdad que al principio lo veía como mi dueño, y eso me volvió una persona incondicional a sus deseos, lo que fuera yo intentaba complacerlo en eso, siendo su hija, mejorando en la escuela, saliendo con Mitya cuando me pidió que lo hiciera. Sus deseos para mi, son prácticamente una orden. Pero más allá de eso, siento cosas, y siento ese deseo de querer estar con él, querer sentir esa calidez en mi pecho que explota en mi pecho cada vez que me besa. ¿No es amor? pues no tengo ninguna otra palabra para definir lo que siento.

Tal vez no debí preguntar si el siente lo mismo, creo que a veces me arriesgo mucho al intentar tocar sus limites y parece que decir que siente algo por mi, es lo más a lo que puedo aspirar. No quiero asustarlo, pero tal vez lo acabo de hacer y quiero decirle que no tiene que responder, que no es necesario, pero él sigue hablando.
-No quiero que cambies, ni busco una vida segura, tampoco una relación de ensueño. Si incluso me presto a tus juegos, tal vez lo único que no puedo decir que no quiero que cambies es que ya no estés con otras mujeres, pero si tu me dijeras que no lo dejarás de hacer, yo lo aceptaría. Nunca he tenido una vida segura, y no la necesito, puedo morir hoy ahogada en esa playa, o en cualquier lugar y por cualquier razón, no tengo miedo a eso. Y para mi ya es de ensueño poder estar a tu lado cada día- ¿así que el tiene miedo de que deje de amarlo?
-No puedo asegurar que pueda amarte por siempre, pero estoy segura que no será sencillo enamorarme de alguien más- le explico, puesto que para mi tener sentimientos por otras personas es complicado -Incluso si quieres puedes matarme si dejo de amarte- digo segura de que mis sentimientos no cambiaran así de facil.

La escucho sin interrupción, he vuelto a mirarla porque necesito ver la expresión que hace al decir esas cosas. Ella suena segura, y lo está, al menos por ahora. Eso es suficiente. No soy de pensar a futuro en cosas que no son realmente importantes, y aunque esto lo es, darle tantas vueltas no cambiará el resultado porque no solo depende de mí.
Le sonreí y la volví a abrazar, fue algo corto pero me hizo sentir bien.
-No digas eso, sabes perfectamente que lo haría -sí, es muy probable que si llegase a dejar de sentir algo e intentara huir, yo le arrebataría la vida sin pensar ni remordimiento- no necesito otras mujeres, pero no puedo prometerte nada. O más bien no quiero hacerlo -no creo en promesas, y aunque Emi es muy importante en mi vida, todavía no me siento seguro como para comprometerme de esa forma. No estoy obligado a cumplir y lo sé, si ella lo dice también es probable que no lo cumpla; pero es la manera en que soy y quiero al menos conservar eso.

La solté y tomé su mano para caminar un poco alrededor. Me siento más tranquilo y un poco cansado.
-Supongo que otro día vendremos especialmente a nadar -lo mencioné porque ahora no tengo la intención de hacerlo, al menos ella pudo disfrutar un poco el viaje,  eso parece- debemos volver -mis pies se sienten fríos y un poco ásperos.
Volvimos al hotel con la ropa un poco sucia, no he soltado su mano desde que estábamos allá y aquí me pareció irrelevante cuidar nuestro alrededor; además en la fiesta muchas personas nos vieron como lo que somos, una pareja.

Entré a la habitación y le dije me daría una ducha, no me gusta la sensación de la arena en mi piel y también ayudará a que me relaje. Le dije que podía entrar conmigo y llene la tina para poder descansar dentro con ella. Pero de verdad estoy agotado y ni siquiera sé por qué. Mis rutinas en el hospital son largas y esto no debería ser nada, pero tengo sueño.
-Es mejor dormir pronto, mañana nos ocuparemos de arreglar nuestro equipaje -le ayudé a secarse el cabello y me metí entre las sábanas, y ya que no puse una negativa, ella vino a mí. Fue corfortante y no me tomó mucho tiempo para caer dormido.

Cuando desperté, ella seguía durmiendo, y me levanté con cuidado para ordenar el desayuno antes de que despertara. Arreglé mis cosas y me cambié de ropa, después esperé que ella despertara para poder almorzar juntos y partir.