Acampar ^Hana^

Mi familia no es para nada unida, eso lo sabe cualquiera que me conoce un poco, podemos pasar meses sin vernos e incluso sin llamarnos, cada quien está metido en su propia vida y no molesta a los demás. De hecho con quien tengo mejor relación de mi familia, es mi medio hermano del cual me enteré de su existencia el año pasado y bueno pues me he acercado a él en estos meses.
Pero bueno, esté fin de semana toca el viaje familiar, la única que cosa que hacemos juntos una vez al año. Es como tratar de compensar en un dos días y una noche el tiempo que nos hemos ignorado en el año.
Además ya salí de la universidad, y ahora estoy trabajando en una empresa de software, he dejado lo de los videojuegos porque para ser sincero ya no es un campo que pague bien y si quiero aprender a vivir sin nada de ayuda de mis padres, debo comenzar a hacer cambios en mi vida. Y estoy seguro que eso será algo que le agrade a escuchar a mis padres, tal vez digan algo como “ya estás madurando”.

Miro la casa de acampar que está completamente deshecha y hay que armarla, miro Hana y le sonrío.
-Es facil armarlas, no te preocupes, solo hay que meter estos palos por la tela esta, y luego esto lo anclamos a la tierra- le explico porque creo que ella no tiene mucha experiencia en esto.

Hace tiempo que Luciel me contó sobre los viajes familiares que tienen cada año. Es muy raro porque evidentemente no son una familia para nada unida, incluso yo que no he visto a mis padres hace bastante tiempo, tengo mejor comunicación con ellos. Pero ya que me ha invitado debo poner de mi parte, no debería juzgarlos tanto, solo son… diferentes a lo que acostumbro a ver. Además iré para poder pasar más tiempo con él, pues los últimos meses fueron algo extraños. Él ha estado ocupado con la escuela y ahora su nuevo trabajo, y por mi parte también tengo pocas horas libres. A veces no logramos coincidir después de casi una semana de no vernos, por eso quiero recuperar el tiempo y pasarla bien. Debo admitir que estoy demasiado nerviosa por conocer a sus padres, temo no ser lo que esperan, las preguntas que harán o cómo dirigirme a ellos. Lo mejor es no pensar mucho en eso, pero… ¡es imposible! Hasta me ha llevado bastante rato elegir ropa.

Al llegar fue un poco raro, son personas serias y me siento más intimidada que cuando estoy frente a modelos famosos.
-Oh… ohh, entiendo -me muevo para ayudarle a colocar la tienda, estoy algo tensa, tengo que relajarme- la última vez que acampé era pequeña, así que perdón si soy torpe para esto -le mostré la lengua y me reí, pero no estoy hablando tan fuerte como de costumbre. Y bien, tampoco es por sus padres que me siento incómoda. Tal vez por las cosas que he hecho es que me siento insegura o distante, puede ser que todo esté en mi cabeza- vaya, ¡quedó! -una vez que la tienda estaba arriba, me pegué a él y le sonreí. Está bien, ¿cierto? Es decir, somos mayores- pero me sorprende que pudieses tomar días libres en el trabajo. ¿Cómo van las cosas? ¿Ya te has adaptado bien? -él es bueno en lo que hace, no entiendo nada del tema, pero sé que le apasiona y se esfuerza. Por fuera puede parecer relajado, pero hay cosas que se toma con mucha seriedad y eso me gusta de él.

Hana:

Luego de un rato Hana y yo armamos la casa de acampar que usaremos, mi padre tal vez no lo ve de buena manera porque solo somos novios, pero mi madre siempre ha tenido una mentalidad más liberal con eso de las novia, así que me escudo en que en su tiempo a mis hermanos les han dejado compartir la casa con sus novias.
Ella pregunta sobre el trabajo y yo me pongo un poco tenso pues mi vida a tenido un par de cambios grandes y uno de esos es mi trabajo. La verdad es que mi jefa es un tanto amable conmigo, bueno demasiado, al principio pensaba que me veía como un protegido y un niño, porque es la manera en que suelen verme todas las personas, pero ella no, he descubierto que no me considera un niño y no lo sé creo que eso no me había pasado con ninguna mujer, digo incluso mis novias suelen tratarme como un niño, hasta Hana lo hace.
Sé que jamás me había importado eso, pero no sé en que momento me pasó que ya no quería más se el “niño” lo era para Dash, y con todo el mundo, excepto en le trabajo.
-Bueno se lo pedí como favor a mi jefa, le dije que es una costumbre familiar y me dió los días- comento, me siento un poco incómodo, nada ha pasado entre mi jefa y yo, y no planeo que pase, pero no negaré que he correspondido a veces a sus coqueteos, pero bueno, tal vez este viaje me ayude a mostrarle a Hana que soy un hombre -Y si, para mi sorpresa no se me da tan mal trabajar en una oficina- le cuento a Hana.

Veo que todos ya han terminado con sus cosas y mi padre intenta encender el fuego. Hana y yo metemos nuestras cosas a la casa, y salimos para sentarnos con ellos, aun es temprano, pero mi padre prefiere tener el fuego desde estas horas para no tener problemas en las noches y que le gane la oscuridad.
-Entonces Hana, ¿a que te dedicas?- pregunta mi madre de repente, y la observo un poco confundido, no pensaba que les fuera a interesar conocerla, pensé que tal vez ni hablariamos mucho.

Vaya, es sorprendente que obtuviera el permiso, pero a veces eso es conveniente para nuestros jefes, una vez que tú pides algo después tendrás que devolverle el favor tal vez con más horas de trabajo. Además Luciel es serio al respecto, él no se ve como la clase de persona que haría algo así de precipitado por nada.
-Me alegra que tengas una buena jefa -pareciera que su nuevo trabajo es mejor que el anterior, y en ese caso estoy feliz por él. Ha estado algo desanimado por la situación con sus amigos, creo que cualquiera lo estaría, perder a alguien que ha compartido la mayor parte de tu vida no es fácil de superar- jaja, quisiera verte allí. ¿Tienes que vestir formal o algo así? -por supuesto que no he tenido oportunidad de visitarlo o ir por él al trabajo. Primero porque es demasiado pronto, no quiero dar una mala imagen a su nueva jefa o sus compañeros, esas cosas es mejor hacerlas una vez te estableces bien en el ambiente que laboras. Y bueno, yo tampoco tengo  tanto tiempo libre, pero no niego que me gustaría de vez en cuando volver juntos a casa.

Después de alistar las cosas nos acercamos a la fogata que su padre encendió, es un poco temprano, pero no me atrevo a hacer ningún tipo de comentario. Esto es un poco incómodo, incluso Luciel que normalmente bromea o rompe este tipo de atmósfera, no ha dicho nada.
-¿Eh? Ah, bueno… -miré a Luciel, y después a su madre- trabajo para una agencia de modelos como estilista -hablé segura, pero mi corazón está latiendo muy fuerte y mi cara está acalorada. No sé si consideren que eso es demasiado poco, no tengo idea de cuáles son las expectativas de sus padres. Luciel es un chico exitoso a mi parecer, se dedica a algo que le gusta y toma las cosas en serio, y aún así ellos no están conformes.
Pasé mis manos por mi pantalón y busqué la mano de Luciel, no he tenido tantos novios formales, de hecho es la segunda vez que convivo con los padres de mi pareja.
-Dijo Luciel que tienes descendencia coreana.
-Sí, mi madre es coreana y mi padre americano, aunque estoy más familiarizada con el idioma de mi madre -ya sabía que él le había comentado a ellos sobre eso, y en mi cabeza formulé una respuesta más adecuada, pero ahora salió a medias.

Me río un poco por lo que dice de mi jefa, la verdad es que me sienta fatal que diga algo como eso, porque si le digo que me ha coqueteado, no creo que diga que es una buena jefa… ¿que es lo que me está pasando? no es que siga siendo un adolescente que se deja llevar por la lujuria o esas cosas, siempre he sido muy fiel y entregado a mis parejas, pero ahora he coqueteado con otra mujer… tal vez simplemente no merezco a nadie como Hana, ella es demasiado para mi, es linda y amable y divertida…
-Jaja, no, como es una empresa extrajera, no tienen reglamento de vestimenta, puedo ir casual- le explico, y es una de las razones por las que elegí ese lugar.

Miro a mi madre por esa pregunta que ha hecho, se que a ellos no les fascinará que sea estilista, seguro que quieren que me busque una neurocirujana o algo así, seguro a Niki la aceptarían más por estudiar medicina, pero a mi padre le agrada que ella sea parte coreana, así que al menos es una cosa menos de que pensar.
-Es muy buena en su trabajo y la verdad con la gente con la que trabaja creo que hasta gana más que yo- comento riendo y eso solo hace que mis padres me vean de mala manera… si no gano una millonada como mis hermanos y gano menos que una estilista, pero ellos no comprenden lo tan bien pagado que es lo que ella hace -¿Quieres ir a caminar un rato?- le pregunto para acabar con la rara conversación.

-¿Eh? Yo quería verte pegado a un escritorio y con traje -me reí, porque para empezar, es difícil que yo pueda verlo trabajando, tal vez él sí tenga posibilidad de visitarme a mí, pero su trabajo es más exclusivo que el mío, y tampoco llegaría tan lejos por la curiosidad… aunque sí tenía ganas de verlo así, él se vería guapísimo incluso en esos aburridos trajes.

Miro a Luciel con una cara confundida, pero luego sonrío y asiento. Espera, ¿por qué asentí? No sé cuánto gana él, pero es que me siento tan nerviosa que no sé cómo comportarme frente a sus padres.
-Es algo complejo a veces -digo tratando de que no parezca cualquier cosa, porque sé que muchas personas así lo ven, no ven a un estilista como un profesional y creen que cualquiera puede hacerlo. Honestamente me molesta que la gente tenga esa imagen, pero si se trata de sus padres no me pondré terca a defender lo que hago, porque no quiero dar una mala imagen y que después sea otra razón para presionarlo- oh, claro -me levanté y les sonreí antes de retirarme. Ha sido estresante, ellos son en verdad rígidos, ni siquiera parece que organizaran esto para pasar un buen rato con él- el lugar es muy bonito, es bueno darse descansos de la ciudad -cuando nos alejamos lo suficiente tomé su mano sin dudar, siento que puede ser por sus padres, pero estamos algo alejados hoy- ¿qué solías hacer cuando venías? ¿Hay lugares interesantes cerca? -me paré para jalarlo a mí, no nos hemos besado tampoco- ¿estás bien? -toqué sus mejillas con mis manos y me acerqué a dejar un beso- siento como si estuviera haciendo una travesura -somos adultos, pero es gracioso que incluso a esta edad a veces los padres nos sigan intimidando.

-Bueno si estoy pegado a mi escritorio pero visto como siempre, eso le quita la diversión para ti- comento con una sonrisa grande porque dudo verme en esa clase de empleo que las únicas veces que me visto “formal” es para fiestas y a veces ni para eso.

-Amm, pues cuando era niño, acampábamos en rusia porque vivíamos allá, así que realmente este lugar no lo conozco mucho, solo hemos venido un par de veces y por lo general me traigo alguna consola y me la paso en mi casa de acampar jugando- me río un poco apenad de mi pésimo espíritu de campista.

Ella se detiene y me detengo cuando me hala, y toca mi rostro, ella me besa y le correspondo, pero es corto.
-¿Por mis padres? - le pregunto soltando una risa -Yo, tal vez un poco, la verdad es que me siento raro- admito sobre esta salida -Mi familia es rara y no sé, creo que a todos nos toma un rato adaptarnos a estar juntos, seguro tu te has dado cuenta de lo tenso que interactuamos entre todos- digo porque quiero que sepa que siempre es así, que no es solo porque ella ha venido. Tomé sus manos para dar un beso en el dorso de sus dedos -venga, vayamos allá- señalo un lugar al azar para que que sigamos caminando otro poco -¿Te gustaría nadar en el lago? el agua seguro está helada pero será divertido- comento riendo mientras avanzamos un poco más a donde recuerdo que está el lago. No acampamos mas cerca porque en la noche algunos animales se podrían acercar a buscar agua, así que es algo así como precaución, además que también se siente más frío al estar cerca del agua.

Si no le conociera pensaría que es un desperdicio lo que me cuenta porque este lugar es hermoso, ¿por qué se quedaría en la tienda jugando la consola? Pero entiendo que es incómodo estar con ellos, apenas si se hablan y no se siente como una reunión cálida en familia. Eso es… muy triste. Él me había contado antes un poco sobre su situación familiar, pero no creí que ellos fuesen tan indiferentes.
-Entiendo -al menos ahora estamos juntos. Sí es incómodo, pero vamos, he pasado por cosas mucho más hostiles y ahora que nos alejamos a caminar entre el bosque es incluso romántico.

Asiento y lo miro atenta cuando habla, no sé qué decirle en momentos como este, soy buena con las palabras pero de repente me quedo sin saber qué podría hacerlo sentir mejor, porque aunque me esfuerce yo no puedo entender esto. Pero él mantiene una cara tranquila, así que yo también tengo que hacerlo. Somos adultos y aunque la familia nunca deja de ser importante, aprendemos a sobrellevar las cosas.
-Más o menos -me río y vuelvo a asentir para ir donde él quiera, conoce más el sitio, yo no puedo sugerir porque nos perdería- ¿nadar ahora? -eso no suena como una buena idea, pero sería lindo salir un poco de la rutina y hacer algunas cosas locas- bueno… lo decidiré cuando sienta el agua -me siento un poco emocionada. Nosotros no salimos mucho de la rutina. De repente tenemos citas pero vamos al cine, a caminar, a comer… las típicas cosas de pareja. Y eso es cuando con esfuerzo tenemos tiempo los dos, por eso quiero disfrutar este tiempo a su lado.

Llegamos al lago y luce como algo de película, pero sigue siendo un paisaje muy hermoso.
-Diablos, debí traer mi teléfono -me río y suelto un suspiro- ¿de verdad te meterás a nadar? ¿No es peligroso? -me da entre miedo y emoción hacerlo- si tú lo haces, yo lo hago -digo segura, y aunque esté fría, sea complicado regresar o incluso enferme, creo que no me arrepentiré.

Caminamos hasta llegar a donde está el lago, y pues si hace frío pero parece que ella considera mi idea de meternos.
-Hana, vamos, Hana… me rompí una pierna por idiota, ¿Crees que no me metería al agua solo porque está fría- digo como si presumir mi idiotez pueda servir para impresionarla a ella y sonrío.
-Lo haré, está decidido- me levanto y me saco los zapatos, los calcetines, me quito la chamarra y la playera -Cierra los ojos- digo cuando comienzo a desabotonar mi pantalón y sí, me quito todas las prendas y me acerco al agua.
-¡Está helada!- me quejó pero comienzo a correr para sumergirme y por completo. El agua es muy clara, y el golpe de frío se comienza a pasar poco a poco y salgo a la superficie -¡Lo hice!- grito levantando el brazo y vuelvo a sumergirme otro poco y nada cerca de la orilla -Vamos, dijiste que entrarías- le digo luego de algunos minutos que por fin me aclimato al agua. Si está fría pero bueno, el cuerpo se acostumbra poco a poco.
La miro con descaro como en espera de que se quite la ropa como yo lo hice, no sé ni como puedo jugar con esto, si se que ella mas o menos me ve como un tipo que le cuesta iniciar pues el romance pre sexo… a veces quisiera que ella dejara de verme así, pero no sé como cambiar lo que ya piensa de mi, y me da inseguridad intentar las cosas, así que al final solo busco el camino más cómodo para mi... aunque creo que ella se aburrirá de mi en algún momento.

Solté una risa y lo miré, okey, mi pregunta fue tonta porque claro que Luciel haría esa clase de locuras.
-Vamos, pero esto es voluntario -le respondí entre risas, y aunque estaba segura de que lo haría él de todas formas me respondió de manera determinada- woow… o-okey -lo miré cuando comenzó a desvestirse, mi corazón se está acelerando porque no estoy muy segura de querer que entre, y también porque es imposible que su cuerpo desnudo me sea indiferente- amm… está bien -¿acaso soné decepcionada? Pero le hice caso y cerré los ojos, me siento nerviosa y cuando escucho su voz los abro inmediatamente.
Me acerqué a la orilla para mirarlo, no puedo evitarlo y sonrío por ver cómo juega tan feliz aún cuando se nota que la temperatura no es apta para que esté nadando como si nada.
-Dios… -miré alrededor y mordí mi labio- bien, qué más da -no sé por qué me hago del rogar si mi cara dice otra cosa, y comencé a quitarme el sueter para dejarlo algo retirado de la orilla y evitar que se mojara. Después me saqué la camisa y cuando estaba desabrochando el pantalón, lo miré rápido para terminar de quitarlo- si yo cerré los ojos, tú también debes hacerlo -aunque estoy en ropa interior aún, me siento avergonzada por la manera en que me ve. Además, ¿qué pasa si sus padres vienen a buscarnos?
Terminé de desvestirme y me metí a prisa, pero apenas comencé a sumergir las piernas, pegué un pequeño grito.
-¡Está helada! -me reí nerviosa y por reflejo me cubrí con mis brazos- realmente está muy fría -estoy mirando al agua, tengo frío pero mi cara se siente caliente. Y aunque quisiera  salir y cubrirme para elevar de nuevo mi temperatura, me sumergí hasta cubrir mi abdomen- nunca había nadado desnuda -dije apenada y aún sin mirarlo- estás loco -comencé a reírme y le lancé agua cuando lo miré a la cara, aunque me cuesta seguir jugando, pero al menos ya me descubrí el pecho. Es absurdo, no soy una puritana que tema mostrar su cuerpo y además él es mi novio con el que he salido por más de un año.

Dice que entrará y sonrío un poco por eso, a veces creo que la arrastro a mis locuras y debería dejar de hacerlo todo el tiempo.
-Te dejaré que vuelvas a experimentar conmigo y me maquilles y hasta si quieres me visto como quieras- le digo poniendo mi oferta sobre la mesa, esperando que sea suficientemente tentadora para que se decida a hacer esta tontería, por suerte a mi ya se me empieza a pasar el frío.
Ella queda en ropa interior, y obvio que mis ojos la recorren, ella es tan guapa.
-Bien bien, mira hasta me giro- doy la vuelta para darle la espalda pero en cuanto escucho ese grito suyo me giro y la veo, se cubre con los brazos y apenas ha entrado un poco.
-Oh vaya- comento con descaro por ver la imagen de ella, se ve linda y sensual al mismo tiempo, me gusta que se pueda sentir apenada conmigo -Yo tampoco creo- me río porque entre toda la lista de locuras que he hecho al algunas que he olvidado y nadar desnudo no suena a algo que me costara hacer -Amm, tal vez en algún campamento- digo riendo de nuevo por mi pésima memoria en mis tonterías.
Ella me salpica un poco de agua y me río, me sumergo por completo y salgo de golpe sacudiendo mi cabeza y haciendo que las gotas de mi cabello le mojen. Me acerco a ella y la abrazo.
-¿Por qué eres tan hermosa? - pregunto de repente como si le reclamara un poco por eso, pues si, porque a veces pienso que en realidad no merezco a una chica como ella.

No era necesaria la propuesta para convencerme, pero sabe que adoro hacer ese tipo de cosas con él, me parece lindo que lo mencione y obviamente asiento para aceptar su tentadora oferta.
-Espero que incluya fotos -digo tratando de obtener un mejor “trato”, aunque de cualquier forma terminaría haciéndolo, pues fui la primera en decir que sí si él lo hacía primero.

No sé si sea porque soy fácil de avergonzar o porque nosotros no solemos tener este tipo de atmósfera. Claro que nos besamos y ya lo hemos hecho un par de veces, pero aún así es raro que él actúe tan descaradamente. Y bueno, yo me pongo colorada con facilidad, aunque esto lo estoy disfrutando, me causa una emoción y es buena señal que aún después del tiempo juntos, todavía haya cosas que me sorprendan y situaciones que me pongan tan nerviosa.
-Vaya, entonces por eso no te costó ningún trabajo -tal vez él no note mi tono de voz nervioso- ¿entonces también hacías a tus exnovias nadar así? -me reí y luego me quedé en silencio… ¿pero qué acabo de decir? Me he puesto más colorada por la vergüenza de mostrarme de esa forma. No es que no sienta celos alguna vez, pero ese tipo de comportamiento o comentarios no van conmigo. Solo espero no haber arruinado el ambiente.

Cuando me abraza siento que mis latidos se aceleran y correspondo despacio, sonreí por su halago y me pegué a él con más seguridad.
-¿Tú podrías responder por qué eres tan guapo? -me reí, porque para eso hay mil respuestas pero no creo que ahora importe- sabes, te he echado de menos estos días. Estoy feliz de estar aquí contigo -puede que este viaje no sea tan satisfactorio para él por la situación de su familia, y tal vez mi comentario es egoísta, pero tener la oportunidad de pasar tiempo juntos sin preocuparnos mucho por el mañana, es tranquilizador.

-Todas las fotos que quieras, incluso video- digo en tono coqueto, y luego río porque tal vez si alguien escuchara pensaría que se trata de algo tan pervertido, con fotos y videos, y no solo de que ella me vaya a maquillar.

-Uy, a que viene esa pregunta ¿celosa?- cuestiono entre divertido y sorprendido, porque ella es hermosa, pensaba que no sentiría algo así por un chico como yo, porque bueno soy yo… aunque luego de ver la manera en que mi jefa me coquetea, tal vez es cierto que no soy tan insignificante como siempre he pensado, o solo es que mi jefa es una mujer que le encanta coquetear con el mundo entero, pero estoy seguro que no la he visto hacerlo con nadie más -antes de ti, solo tuve dos novias, una con la que nunca tuve sexo, así que estar desnudos, bueno, no pasó jamás y la otra, nunca salimos de acampada, así que esto solo lo he hecho contigo, y con hombres… lo cual lo segundo no suena muy bien- me río porque presumir que tal vez me he metido a lagos desnudo con hombres, no lo sé, suena como a un mal guión de película de porno gay -En todo este tiempo no he aprendido cuando es el momento para cerrar la boca- me río nervioso, porque si, yo muchas veces he matado el ambiente entre nosotros porque hablo demasiado.

-Claro que puedo responderte, dios me bendijo con extrema belleza- digo con tono altanero y luego río -Yo a ti, la verdad he pensado que tal vez ya te estabas cansando de mi- se que ella detesta mis inseguridades, pero creo que es mejor que le cuente como me siento, tal vez me va a regañar.
Doy un beso su hombro mientras busco pegarla más a mi para abrazarla.

-No… -me reí avergonzada y no tuve el valor de mirarlo a los ojos. Yo también puedo sentir celos, pero con Luciel es la primera vez que los experimento. Siempre me sentí segura de él, tal vez al inicio me daba un poco de celos por la chica que lo rechazó, pero inmediatamente me fui olvidando de ello; él es muy entregado con nuestra relación- sí… tal vez un poco -un poco, sí, no, la verdad es que he sentido algo extraño al experimentarlo, como si esa seguridad que siempre sentí en realidad no existiera. ¿Y cómo algo tan simple puede desatar eso? Tal vez a raíz de mis propias acciones, qué patética.  
Lo miré y solté una risa por su manera tan honesta de explicar. Debí imaginar que se trataba de experiencias que compartió con sus amigos, pero como una loca salté a conclusiones apresuradas.
-Estoy feliz que hayas estado con hombres -me siento aliviada- en un lago… compartiendo… espera, ¿hay algo que necesite saber acaso? -la pregunta fue en broma y después me reí- lo siento, no es que debas darme explicaciones, además incluso si lo hubieses hecho antes, puedo hacer que hoy sea mucho más especial -estoy apenada, eso me hace ver como una tipa muy presumida.

Al abrazarlo siento un escalofrío, no puedo ser indiferente ante esta situación.
-Deja de pensar así -digo en un pequeño regaño y lo miro- te extrañé, y quería tener un tiempo especial contigo.
Cuando nos conocimos creí que la comunicación sería sencilla. Él se abrió con facilidad ante mí desde el primer día, imagino que ello dio pie a que fuese más fácil hacerlo tiempo después. Pero todavía es una persona que guarda demasiado para sí mismo, eso complica que ciertas cosas no podamos expresarlas. Por eso ahora me pregunto si realmente nos conocemos y comunicamos, o solo soy yo mintiéndome para sentirme bien. Quiero saber lo que piensa y siente, todo, incluyendo esas cosas que tal vez me pongan de mal humor.
-Me gustas mucho -lo abracé más fuerte- más de lo que crees -mi corazón está muy acelerado. Quiero charlar, pero a la vez dejar esas cosas para después. Debo ser una pervertida de closet o algo así, pero ¿no es normal desear algo excitante en una situación así? Es mi novio y me gusta mucho, a veces siento como si él me gustara más de lo que yo a él. ¿Es tonto? Puede ser, pero hasta yo sentiré inseguridad si soy constantemente rechazada aunque sepa que no es porque no le gusto.

Sonrío un poco cuando admite que se ha sentido un poco celosa, aunque la verdad me sorprende, ella me conoce, no sé que se podría imaginar que le cause celos de mi. He sido siempre malo con las mujeres, las pocas veces que he tenido suerte, las puedo contar con los dedos de una sola mano. Aunque tal vez es gracias a ella que ya no soy tan indiferente, ella me ha ayudado a cambiar un poco mi imagen, y parece que eso de alguna manera funciona, parecerá estúpido, pero realmente pareciera que mis lentes y esos detalles me volvían invisible.
Me río por como dice eso de haber estado con hombre.
-Bueno… - digo intentando seguir el juego de si hay algo que debo contarle, pero me gana la risa -Si solo con estar contigo, definitivamente es más especial- comento con una sonrisa.

Ella dice que me ha extrañado, y se siente bien escucharlo, supongo que son las ventajas de tener una relación ya más madura, eso me gusta, se siente algo más de seguridad, si, se que yo soy el señor de las inseguridades, pero realmente con ella me siento más tranquilo, sino ya la tendría chocada con tantas dudas y miedos míos, pero me controlo bastante bien al estar con ella.
-Yo también- le digo dando un rápido beso a sus labios.
Se abraza más fuerte a mi y bueno, estamos desnudos… es imposible que mi amigo se quede quieto al sentirla tan cerca y lo peor es que obviamente ella también lo ha notado.
-wow… je. Creo que es obvio que tu también me gustas, mucho. Bastante- digo un poco nervioso y apenado por las reacciones de mi cuerpo al simple contacto con su piel desnuda, bueno eso de desnuda añade mucha carga erótica a todo esto.