Heavenly voice |Saki|

Recuerdo del primer mensaje :

El lugar sigue cerrado, pero mis amigos decidieron llegar bastante temprano para hacer pruebas con el audio ya que han tenido muchas malas experiencias con problemas con el audio y ahora son un poco más profesionales, así que cuidan mucho esos detalles, yo por el contrario, tenía el día libre y me pegué a ellos, no he querido ir a casa o a ver a nadie del clan, aunque la verdad es que no quiero ver a Tsubasa, anoche discutimos, siempre me habla sobre que no debo encariñarme con él ya que eso sería faltar al clan, que lo nuestro solo es un pasatiempo, que además desde que me dedico a hacer trabajos para el clan, no deja de decirme que cualquiera de los dos puede morir en cualquier momento. Odio que me diga esas cosas, odio que siempre anteponga al clan, casi me hace sentir odio por el clan, y me siento culpable por eso, pues mis mejores amigos, las personas que mas me quieren pertenecen a él.
El sonido de la batería me resulta molesto pues interrumpe mis pensamientos, pero supongo que debo agradecer el ruido que me distraiga. Me paso la tarde jugando un poco con los de la banda, aunque un par se han ido luego de checar el audio y regresan al rato.

Ya no hay luz del sol afuera, la gente ha comenzado a llegar, también ya hay algo de música en el lugar pero en el fondo sigo sin tener muy buen humor, aunque creo que nadie lo nota, si fuera un poco más egocéntrico me ofendería de que no hayan notado mi real estado de ánimo, pero la verdad es que prefiero que no lo sepan, no soy muy dado a hablar de mi, porque, bueno trabajo para una mafia, y no es algo que todo el mundo vea con buenos ojos.
Tomo mi celular esperando ver uno de esos mensajes de Tsubasa donde dice que no ha querido herirme y que nos veamos, pero no hay nada, seguro sigue trabajando. Suspiro pensando en él.
La verdad es que no sé si estoy enamorado de él, no sé bien lo que es el amor, digo, se que amo a mis padres y mis amigos, pero es un sentimiento diferente, y no se si realmente puedo amar a Tsubasa si la mayor parte del tiempo me siento molesto con él; mamá dice que lo que me pasa es que soy demasiado caprichoso, dice que me parezco a mi padre y yo solo no puedo creer que mi padre fuera así, pero ella dice que lo era y que solo hasta que maduró fue que pudo verlo con ojos de amor. ¿Eso quiere decir que tengo que madurar?
Vuelvo a suspirar, no quiero tener esta clase de pensamientos profundos, hacen que mi cabeza me duela.
Voy al baño, al regresar pido una cerveza, no me gusta mucho tomar, y la cerveza pero no me gusta porque suele inflamarme pero no quiero algo mas fuerte porque no quiero terminar llamando a Tsubasa... aunque seguro que lo ahoga, algo así como reclamarle por no amarme.
Los demás chicos de la banda llegan uno fue por su novia y el otro por su novio, supongo, ni siquiera sabía que era gay.
-Hola- saludo cuando nos comienzan a presentar -¿Saki? ¿mi Saki?- pregunto con algo de sorpresa cuando me presentan al chico.

Comencé a reír porque no me costó mucho imaginar a su madre reprendiendolo, obviamente en mi memoria es esa mujer joven y hermosa, pero no sé, probablemente siga igual que siempre, han sido solo seis años desde entonces.
-Seguramente las mañanas son muy escandalosas -ese tipo de ambiente familiar es algo lindo, en casa mis abuelos no son exactamente callados y prudentes, por eso puedo decir que pese a no vivir con mi madre, tengo una vida feliz.

Me siento bien de escucharlo decir que pensó en mí cuando nos separamos, y analizando detenidamente, él me llamó de manera cariñosa cuando nos encontramos, creo que por eso terminamos de esta forma incluso si fui yo el que comenzó a coquetear,  Tohru no parece haber cambiado mucho.
-Ah, ¿más? -bromeé, la verdad no recuerdo que fuera caprichoso, para mí siempre fue tierno- amm, pensé varias veces en ir a visitarte, pero era complicado -no me molesta contarle el por qué, pero no quiero arruinar el ambiente con cosas sobre mis padres.
Asentí y escribí un mensaje rápido explicando por qué nos fuimos y luego guardé mi teléfono en mi bolsillo. Tohru aún vive con sus padres incluso si trabaja, y mis nervios poco a poco se tranquilizan, pues es imposible que suceda algo si sus padres están en casa, sería algo extraño.
-También me gustaría verla, siempre pensé que tenías la madre más fabulosa, sabes -sentía un poco de envidia por eso, pero a su vez me gustaba estar con ellos.

-¿Chi?... oh, sí, lo recuerdo, era ese chico mayor -aunque no hablabamos mucho, solo sé que adoraba a Tohru porque cada que los veía juntos, lo cuidaba de manera sobreprotectora, llegué a pensar que me odiaba porque al inicio no me miraba bien- ¿de verdad? Oh, lo siento -no sé para qué me disculpo- ¿pero se mantienen en comunicación? Uhm, supongo que así es la vida, las personas toman su propio rumbo y eso es un poco triste -yo no he experimentado tantas despedidas en mi vida, solo él, mi madre la veo a veces pero no es como si deseara estar ahí con ella- él es algo así como tu mejor amigo, ¿cierto? -debió ser difícil, una persona que ves casi siempre y de repente ya no está.
Mientras platicabamos tomé su mano, ya que hay poca gente creo que está bien ser cariñosos.
-Tohru, ¿qué cosas te molestan de las personas? -es una pregunta compleja, pero quiero saber más o menos si hay algo de lo que no pueda gustarle.

Me rio y muevo mi cabeza varias veces de arriba a abajo pensando en las mañanas y como mi mamá aun ahora me tiene que despertar. Soy demasiado flojo… pero al menos en el clan no es como que tenga una hora de entrar, no soy de los que se encargan de la seguridad de la familia principal, si fuera así seguro que ya me habrían echado del clan por nunca llegar a tiempo.
-Si la casa es un caos por mi culpa-me río un poco rascando mi cabeza.

Hago un chasquido con mi lengua y asiento. Supongo que si soy algo caprichoso, pero no es como que alguien me ponga freno.
-No te preocupes, lo bueno es que nos hemos visto de nuevo- no le reprocho que no lo hiciera, porque tanta culpa tengo yo de no haber intentado buscarlo, así que supongo que estamos a mano.

-Si, es genial- digo orgulloso de mi madre, solo pensar en que ha conseguido un buen lugar en el clan imponiéndose a tantos hombres, creo que por eso papá la ama y respeta tanto. Sé de muchos que se burlan a espaldas de mi padre, él también lo sabe, alguna vez me enojé pero él me dijo que no prestara atención a los comentarios de hombres así, que él estaba feliz por todo lo que mamá lograba y no le importaba estar por debajo de ella en el clan. Cuando él me dijo eso, yo comencé a admirar a mi madre, él me enseñó eso.
-jaja, si ese- comento aunque todos los que son mis amigos en el clan son mayores que yo, siempre hay niños, entre las familias, pero nunca de la misma generación, siempre hay años de diferencia entre nosotros, tal vez eso es bueno, aprendemos a convivir con personas de diferentes edades desde pequeños -Claro, no puede vivir sin recibir un reporte sobre, la familia- si como no, si hablamos es porque sabe que le contaré como le está yendo a Yuu desde que se fue, pero bueno, me gusta ser prácticamente la única persona con quien mantiene contacto, aunque en parte es porque si no me contesta soy capaz de ir a buscarlo para reclamarle -Si, crecimos juntos, estuvimos juntos cuando me hice esto- paso mi dedo por mi cara para tocar mi cicatriz -Algo así te une a la otra persona- acepto que tome mi mano, no me molesta, aunque creo que Tsubasa me ha hecho acostumbrarme a no ser tan afectuoso en lugares públicos.
Giro mi rostro para mirarlos pues es una pregunta un tanto peculiar, creo que nunca nadie me había hecho esa pregunta.
-Ammm, pues no sabría contestarte, es que ¿exactamente de que hablamos? ¿actitudes, costumbres, modales? vaya Saki, si que me has puesto a pensar- echo mi cabeza hacia atrás para mirar el techo del vagón -¡oh ya sé! la gente que se miente a si mismos, o los que dudan mucho, los que piensan demasiado, los que se comprometen demasiado con una sola parte de su vida- con eso solo pienso en Tsubasa… ese idiota, me preguntó si estará preocupado porque no lo he llamado, no, seguro se siente aliviado y cuando lo vuelva a ver me dirá “¿ya se te pasó tu berrinche?”

Me levanto para bajar en la siguiente estación, no he soltado la mano de Saki. Salimos de la estación para ir a mi casa, saco la llave para abrir la puerta, no hay ninguna luz pero al entrar veo a papá iluminado solo con la luz de su laptop, apenas me estoy quitando los zapatos cuando escucho su voz.
-Tú mamá te va a regañar- me dice como advertencia sin levantar la mirada de la pantalla.
-Solo dile que no llegué tan tarde, además mira traje compañía, ¿te acuerdas de Saki? mamá adorará verlo- tomo a Saki de los hombros para ponerlo frente a mi y mis brazos le rodean los hombros.
-Hola- dice levantando la mirada de la pantalla -es un gusto verte, has crecido- mi padre no es el hombre más demostrativo, se podría decir que el hecho de que levante la mirada de la pantalla es una gran muestra de interés de su parte - vayan a la cama, le diré que llegaron temprano ¿ok?
-eres el mejor- suelto a Saki y lo tomo de la mano para subir las escaleras rápido pero en silencio hasta llegar a mi recamara -estamos a salvo- digo al cerrar la puerta pues es la señal de que mi madre no nos ha escuchado y estamos a salvo de un regaño nocturno.

Asiento asombrado por lo que me cuenta sobre su amigo. Sé que Tohru pasó por algo muy traumático, pero creo que por ser un niño en ese entonces los adultos no me contaron mucho a detalle, y bueno, no soy tan curioso al punto de preguntar por cosas que pienso pueden dañar a otros, por eso creo que solo llegué a preguntar cuando lo conocí y después nada.
-Qué grandioso. Digo, la distancia sí que es algo, ¿no crees? Pero aún así ustedes pueden seguir queriéndose el uno al otro -al menos su relación va bien, me alegro por él.

Me reí sin saber qué contestar, porque un “todo” era absurdo y lo dejaría en la misma posición. Pero de verdad quiero aprender todo sobre él, desde la comida que no le gusta, hasta las situaciones que de verdad odia.
-¿Qué de ello es lo primero que te viene a la cabeza? Por ejemplo -no es una pregunta para juzgarlo, así que está bien si me dice solo lo que piensa. Y bueno, después de todo ha citado una serie de cosas que resultan bastante complejas. Trato de pensar qué de ello puedo tener, pero no sé si en verdad soy o no algo- ya veo, uhm, eso suena muy complicado -no me preocuparé por ahora, tal vez en el momento que haga algo mal él me lo señale, probablemente- ¿en pocas palabras… te molestan las personas que se van a los extremos? -puede que haya entendido mal, pero pareciera que eso es.

Al bajar caminamos de la mano, siento nostalgia por andar por estos rumbos y llevo la sonrisa plasmada en el rostro. Este barrio tiene partes importantes de mi infancia, y es lindo volver, especialmente si lo hago acompañado de la persona que me hizo amar esos tiempos. Cuando llegamos lo seguí silencioso hasta dentro, parece que su padre se encuentra despierto pues nos escuchó entrar.
-Ah… hola -me puse un poco nervioso pero sonreí e hice una reverencia ligera, me tomó desprevenida esa introducción- también es un gusto verlo -al menos su padre no luce enojado, y por cómo actúa Tohru he sentido como si fuéramos niños de nuevo- buenas noches -nos despedimos y subimos sigilosamente. Quiero reír, así que muerdo mi labio y lo sigo hasta llegar a su recámara. He soltado un suspiro porque aunque sea un poco cómico, sí me sentía muy nervioso por ser descubierto- tu padre no ha cambiado nada -comencé a quitarme el suéter- ¿está bien si lo dejo aquí? -dentro no se siente frío, y por estar en movimiento me ha dado un poco de bochorno.
Me senté en la cama sin saber qué hacer, esto es un poco raro. Mis amigos no suelen invitarme de noche a su casa, es la mía a la que siempre vamos cuando terminamos muy tarde.
-Supongo que no obedeceremos e iremos a dormir -y además dormiremos juntos, no es algo que pueda omitir si nosotros ya declaramos ser algo más- esto me trae recuerdos de cuando éramos pequeños -no quiero estar recordando tanto sobre esos tiempos, prefiero hablar sobre el presente, pero al sentirme nervioso no sé qué decir.

Me río cuando dice que es complicado lo que he dicho.
-Si, lo sé, porque seguro son cosas que hasta yo mismo llego a hacer- es como que yo esté exento de las cosas que odio, aunque me gustaría pensar que no soy tan de esa manera, pero tal vez un poco de ello debo tener, por eso puede que me moleste tanto -Mmm, no estoy seguro si sea algo así. La verdad es que no lo sé. Debí decir algo más simple ¿no? tal vez como… ammm me molesta que coman con la boca abierta, o las personas que mascan chicle me río un poco luego de dar esas posibilidades mucho más simples y básicas que lo que dije antes, porque eso era demasiado emocional y por tanto no hay nada de objetividad o un sentido que se pueda explicar de manera racional.

Llegamos a mi recamara y río un poco por esta pequeña travesura, para mi edad mi padre tal vez sigue siendo demasiado sobreprotectora, aun pese a lo que ahora hago en el clan.
-lo sé, tan estoico que casi parece una estatua- digo jugando un poco sobre lo que dice de mi padre -Claro, donde quieras- si mi recamara está ordenada es por mi madre, pero yo sigo siendo él mismo desordenado de siempre, así que me quito mi chamarra y solo la lanzo a al respaldo de la silla, pero no queda bien y se termina cayendo al suelo.
-Te prestaré una pijama- camino hasta el mueble de la ropa y saco una pijama, el pantalón es azul marino con cuadros en lineas blancas, y la parte de arriba del mismo color azul marino, con manga larga. Se la entrego y le señalo la puerta del baño -bueno, supongo que platicaremos un rato antes de dormir, pero te doy la pijama para que estés mas cómodo- en realidad no pretendo que pase demasiado esta noche, después de todo él es más joven que yo y no quiero avanzar demasiado rápido, además estamos en mi casa, sería raro. Así que si, yo si pensaba que fuéramos a dormir, pero supongo que eso suena aburrido para él -Me daré una ducha rápida. No me gusta dormir sin bañarme- he tomado una pijama con pantalones en gris y una camisa blanca.
Me he metido al baño y no creo tardar ni cinco minutos en darme esa rápida ducha y salir de nuevo ya vestido y secando mi cabello.
-¿Tú quieres darte una dicha? el agua no está caliente, solo está tibia, pero así me gusta a mi- me acerco a la cama para quitar las cobijas y tender todo en el suelo. Mi cama es individual, así que estaríamos demasiado apretados -¿no te importa que durmamos en el suelo?- le pregunto jalando las almohadas.

También creo que todos tenemos algo de eso, pero supongo que se refiere a las personas que lo hacen todo el tiempo.
-No noo, está bien de esa manera, además fui yo el que preguntó algo raro -y eso que menciona es algo general, dudo que a alguien le guste- en realidad esperaba una respuesta similar. Algo como amm odio la gente mentirosa, o las personas que dañan a otros, no sé… -me reí, porque ahora soy yo el que describe algo que todos odiarían- a veces son cosas específicas las que no nos gustan de otros, y quiero saber eso de ti -solté un suspiro, no quiero parecer muy denso, pero tampoco ser malinterpretado.

-Ah, gracias -tomé la pijama, soy tan descuidado que suelo usar una playera o incluso dormir en ropa interior, pero bueno, no puedo hacer eso en la casa de alguien más- sí… sí, está bien, gracias -¿me habré escuchado muy nervioso? Porque no quería que pensara que yo esperaba algo más. Tal vez un poco, pero ya que no sé mucho sobre qué hacer, también está el hecho de que vive con sus padres y son personas que conozco, simplemente todo es muy confuso.
Me levanté y me quedé un momento meditando sobre qué hacer, él dice que se dará una ducha así que asiento con una sonrisa.
-Supongo que me cambiaré -dejé la pijama a un lado y me quité la camisa mientras él estaba en la ducha. Al terminar de quitarla, la doble para ponerla sobre una silla, no quiero parecer desordenado. Ni siquiera me había puesto el pantalón cuando él salió de la ducha, de verdad es rápido- eso fue bastante rápido… amm, de acuerdo, sí -si no le gusta dormirse sin duchar podría sentirse incómodo si no lo hago, además podré dormir fresco- te ayudaré -dejé el pantalón a un lado para ayudarle a acomodar las cobijas en el suelo- no te preocupes, no soy quisquilloso con esas cosas -debe haber gente que lo es, pero yo soy alguien simple- de hecho no uso pijama al dormir… ah, pero ahora lo haré, descuida -tampoco es que lo odie. En realidad no hay muchas cosas que no me guste, me adapto fácilmente- tomaré tu oferta de la ducha -le sonreí y tomé la ropa y una toalla que me ofreció. En el baño traté de ser lo más breve posible y salí ya cambiado.
Cuando salí, dejé mi pantalón donde había colocado mi camisa, luego me senté en las cobijas sobre el suelo.
-Esto se siente como una pijamada -no hago las cosas de este modo usualmente, pero es lindo- suelo dormir hasta tarde, pero si te sientes cansado podemos dormir ahora -probablemente yo me quede despierto, pero no quiero desvelarlo.

-Bueno odiar a los mentirosos o a los que dañan… no lo sé, todos pecamos de eso- yo miento, engaño y daño a personas, y no es algo que odio, tal vez es algo en lo que encuentro cierto placer, de no hacerlo supongo que no sería tan bueno en ello -pues a mi eso no me molesta, supongo que depende de la situación, pero solo pienso que todos tenemos tantos defectos, creo que es cansado pensar tanto en eso, prefiero pensar en las cosas buenas, tal vez por eso me cuesta tanto darte una respuesta- seguro que nadie pensaría que alguien que trabaja para la mafia tiene esa clase de mentalidad, pero creo que nosotros tenemos cierta libertad mental que nos ayuda, no creo que cualquiera podría llevar esta vida y ser una persona realmente funcional aun así.

Él no pone nada de objeción a lo que digo o sugiero, eso me gusta, seguro Tsubasa me diría algo como “no vamos a dormir juntos” “soy tu superior, así que yo dormiré en la cama”, no entiendo como pudo pasar algo entre nosotros, él es tan frío casi todo el tiempo.
Me he recostado en el suelo y me he medio cubierto con la sabana. Se escucha el sonido del agua mientras Saki se baña.
-Mi novio- digo con una pequeña sonrisa en los labios.
Saki no es frío como Tsubasa, es amable y parece tener una inclinación hacía satisfacerme. Tal vez es porque es más joven ¿será que me estoy aprovechando de él? pero también parece feliz con esto ¿no?
No me he secado bien el cabello y mi almohada se ha puesto algo húmeda por eso, así que le doy vuelta para buscar el lado seco. Se que se humedecerá de nuevo pero no tanto como el lado que ahora está abajo.
-jaja ¿tú crees?- me río un poco por eso de la pijamada, supongo que es la clase de pensamientos que tiene un chico como él -Platiquemos un rato- me giro hacia él para mirarlo, está sentado en las sabanas, yo sigo recostado -Tú no me has dicho que son las cosas que te molestas. ¿Me vas a decir que los mentirosos y los que hacen daño a otros?- pregunto con una sonrisa, pues espero otra respuesta, pero tal vez él es de esas personas. casi me siento mal, pero no significa que yo tenga que lastimarlo y si le miento lo hago porque la verdad que escondo es algo mucho más grande que yo o un noviazgo.

Siento como si hubiese complicado más la pregunta, y Tohru además me da respuestas que normalmente no me dirían.
-Bueno, era solo un ejemplo. Pero creo que tienes razón, es mejor centrarse en las cosas que te hacen sentir bien o lo que puedes aprender de otros -si él no puede darme una respuesta está bien, es algo muy amplio que en sí no pensé mucho a la hora de preguntar.

Me recosté a su lado y me giré hacia él, es lindo dormir de este modo, se siente el ambiente tranquilo a diferencia de con mis amigos.
-Mmm, ¿supongo? -al final volvimos a ese tema de hace un rato- no lo había reflexionado. Es decir, no me gusta que las personas dañen a otros, pero creo que en algún punto todos lo hacemos, a veces sin querer y otras excusándonos con las circunstancias -al decir eso pienso en mis padres principalmente, porque los veía pelear y lastimarse con palabras diciendo que era consecuencia de los malos tratos del otro- pero no puedo decir con certeza, creo que dependerá mucho de la situación -y en sí, aunque suene egocéntrico, soy bastante tolerante con muchas cosas- creo que más que herir a otros, no me gusta que hieran a las personas que quiero… bueno, eso no sonó muy bien  -me reí apenado, eso podría interpretarse hipócrita. Es decir, las injusticias sociales pesan pero no a nivel personal, ¿eso está mal?, creo que nunca lo había profundizado- y las mentiras… supongo que no me gustan, ¿pero hay alguien a quien le gusta que otro le mienta? -todos nos molestaríamos si alguien nos mintiera, pero también hay situaciones donde son inevitables. Desde que somos pequeños, por ejemplo, cuando nos mienten sobre santa y esas cosas.
Toqué su cabello que aún está húmedo, espero que no le moleste que sea demasiado cariñoso.
-Tengo curiosidad sobre tus parejas anteriores -más que curiosidad es saber sobre las cosas que desconozco de él- aunque solo dime si te hace sentir cómodo, si es un tema delicado entonces está bien no hablarlo -quiero que exista confianza entre ambos, y si algo aprendí al observar a mi padre, es que debo ser tolerante con la personalidad de otros. Puede que yo hable con facilidad sobre mi persona, pero a veces los demás o pueden y él me enseñó a aceptar eso. Supongo que aprendió de sus fracasos.

Sonrío porque al menos me agrada que él tome en cuenta lo que acabo de decir y que es mejor pensar en lo positivo.

Él se acomoda frente a mi y yo estiro el pie para con los dedos apagar la luz, la lampara de mi cuarto casi siempre está encendida así que nos ilumina al apagar la luz de la habitación.
-Vez, es una pregunta complicada, pero dice mucho de ti, eres una persona empatica. Alguien que no lo es, sin duda diría lo que le molesta. Las mentiras, que los dañen, pero tu no contestas como esas personas. Eso me gusta- comento y me acerco para darle un beso en la punta de la nariz, él se ve muy apuesto con esta iluminación. Aunque aun se nota que es joven, es bastante apuesto, seguro se convertirá en un hombre muy atractivo -Si, hay gente a la que le gusta que le mientan, seguro parece loco, pero te lo aseguro, los hay- siempre pienso que el mundo está loco, pero supongo que por eso me gusta.
-mmm, ¿ya pasaremos a esos temas? si que te gusta tocar cosas particulares para ser nuestra primera cita- me rio un poco, porque Saki está resultando ser bastante particular, creo que eso hace que me sienta más interesado.
Cierro los ojos mientras juega con mi cabello.
-Nunca he tenido una pareja formal, tú serás el primero- comento sin abrir los ojos solo disfruto de la manera que juega con mi cabello, eso me relaja bastante - en el colegio salí con un par de chicas. Fue lindo, pero yo no quería nada serio así que las cosas no pasaron de solo unas semanas. Amm en algunas fiestas tuve algunos royos de una noche, ni siquiera creo recordar sus nombres- no se si es mi personalidad o mi aspecto lo que atrae a las personas, pero no creo haber ido a algún lugar y que nadie coquetee conmigo, y obvio yo no desaprovecho eso -La ultima persona era alguien del trabajo, pero para él solo era un poco de diversión… y ahora yo quería algo serio ¿será el karma por lo de esas chicas del colegio? - suelto otra risa pero siento esa humedad en mis ojos que permanecen cerrados -Tú no quieres solo jugar conmigo ¿Verdad Saki?- le pregunto acercando mi mano para limpiar mis ojos.

Estoy un poco sorprendido, no sé si soy tan empático pero me agrada que no tomara a mal mi respuesta, creo que nos entendemos bien.
-¿Lo crees? -cerré los ojos un par de segundos cuando se acercó a besar mi nariz- imagino que sí, hay toda clase de personas en este mundo. También están los mitómanos que no pueden evitar mentir incluso de maneras muy obvias -nunca me he topado con uno, pero no creo que lo odiaría si me doy cuenta de su condición.
-Si es incómodo para ti puedes omitirlo. Pregunto porque quiero conocer al Tohru que no pude tener. Ah, también puedes hablarme sobre tus amigos preciados, o las cosas que más solías hacer -empecé a reírme, porque eso suena a una mala excusa- bueno, también porque quiero saber cómo eras como pareja -le mostré la lengua y reí, siento un poco la cara caliente.
Mientras acaricio su cabello él empieza a contarme sobre sus experiencias, créi que no lo haría pero habla sobre ello de manera muy relajada. Me gusta su voz, y me siento tranquilo al estar de esta manera hablando sobre cosas de su pasado.
-Vaya, creo que no puedo evitar sentirme especial al ser tu primero en algo -el cómo llevó sus relaciones es algo que no puedo juzgar, cada persona hace las cosas a su manera. Después habla sobre esa persona y suena como algo especial- el karma, eh -lo pensé un poco- no lo sé, pero creo que de cada relación se aprende algo. Nuestros amigos, parejas, familiares… todo eso sucede por algo -de verdad me quedo pensativo al respecto. No diré que me alegra o no, porque la situación es ajena a mí- ¿Eh? No, claro que no -dejé de tocar su cabello y llevé mi mano a su mejilla- soy la clase de persona que es muy serio al respecto, pero si quieres algo casual también puedo aceptarlo. A veces me tachan de condescendiente, pero… más bien me gusta dejar las cosas claras -eso… suena como si yo dejara la responsabilidad en la otra persona. Creo que soy un poco así, de esa manera puedo decirme que di todo de mí, y la verdad es que hay momentos en que no es así, las personas no son yo para empezar.

-Aham, eso creo -le digo, y su expresión al recibir ese beso me provoca una sonrisa, él es realmente lindo -Tranquilo, no me da problema contarte, no es que haya algo que esconder sobre eso- le digo, la verdad no es que me importe contar eso, pero no sé que tan bueno sea ahora que somos pareja. Pero si es el quien ha preguntado, así que supongo que está bien que le cuente con libertad sobre el tema.
-Jaja, eres especial- aseguro con esta sonrisa en mis labios, sonrisa que él hace se mantenga casi todo en el tiempo en mi cara.

Abro los ojos cuando toca mi mejilla, sonrío de nuevo porque de momento me está diciendo que es la clase de persona que es serio al respecto, pero al otro segundo dice que aceptaría algo casual si eso quiero. ¿Acaso es la persona más complaciente del mundo? es un poco raro, nunca había conocido a nadie así.
-somos dos chicos que no hace mucho dejaron de ser niños, la verdad ni siquiera entiendo bien lo que es ir en serio, pero creo que contigo puedo aprender sobre eso- me acerco hacia él rodeando su cuello con mis brazos dejando que su cabeza quede mas o menos a la altura de mi pecho -¿Y tú? ¿que me cuentas de tus parejas pasadas?- siento que Saki es aun muy niño, aunque a su edad yo ya contaba con algo de experiencia en ese aspecto, tal vez no debería dejarme llevar por las apariencias. Pero debo admitir que me gusta mucho esta sensación de tener el control sobre lo nuestro, todo será como yo quiero y de la manera que yo me sienta cómodo. Toda esa sensación de inseguridad que siento con Tsubasa, junto a Saki no la siento, me siento tranquilo y especial. Me gusta mucho esta sensación.

-Tu cabello es muy suave, me gusta mucho- una de mis manos que estaba en su espalda ha subido hasta su cabello y lo toco un poco -me gusta que juegues con mi cabello, eso me relaja, ¿podrías hacerlo de nuevo?- me separo un poco de él para volver a acomodarme a su altura -¿sigues en el colegio?- pregunto, de repente, porque debemos comenzar a ver como serán nuestros horarios para poder vernos.

Si lo plantea así también me confunde sobre ser serio al respecto. La mayoría toma eso como casarse y estar juntos por siempre, pero incluso las parejas casadas comienzan a dudar.
-Mmm, serio sería como… ¿fidelidad? ¿Honestidad? No lo sé, has hecho que me replantee lo que acabo de decir -ahora suena muy complejo. Con Tohru tal vez las cosas sean así, y me emociona pensar que gracias a él, pueda cambiar mi visión sobre muchas cosas. Creo que es muy interesante y sus pensamientos van más allá de lo normal, como con la pregunta anterior, y también esta vez- mientras seamos buenos con el otro, creo que las formalidades son lo de menos -al final las palabras se quedan en eso.
Me acomodé en su pecho y cerré un rato los ojos, me gusta estar de este modo, en serio se siente como ser una pareja.
-¿Yo? Bueno, no tengo mucha experiencia. He salido con chicos desde el principio, nunca me interesaron las mujeres en ese sentido -la mayoría de los chicos gay que conozco experimentaron primero con mujeres, pero a mí, ya que mi padre siempre fue comprensivo, no me costó tanto- tuve mi primer novio en secundaria, fue cuando le conté a mi padre sobre mis preferencias… pero duró más su shock que nuestra relación -reí, porque aunque me aceptó desde el inicio, sé que fue difícil para él acostumbrarse- después salí con otros chicos, unos eran del tipo de hacer algunas cosas a escondidas, los otros de vivir la fantasía de romance… en realidad eso es lindo -siempre terminé mis relaciones de manera pacífica, y no es que haya salido con tantas personas- ah, pero no tengo experiencia en el sexo, nunca llegué tan lejos con ninguno -ya que se trata de él me siento como un niño, pero normalmente no me hace sentir inferior el no haber tenido relaciones sexuales, aún soy joven y esas cosas sucederán cuando deba ser.

Reí cuando tocó mi cabello y lo elogió, me gustan sus caricias amables.
-Mi abuela dice que debería cortarlo, pero yo quisiera dejarlo más largo -abrí los ojos y lo miré, es algo inquieto al parecer- claro que sí, tu cabello es muy lindo. Ese color te queda muy bien -le sonreí y llevé mi mano a su cabello, también es suave- sí, pero este año fue el último. Estoy tomando un trabajo de medio tiempo desde hace un rato, y planeo dedicarme a ello de lleno. Digamos que la universidad no se adapta a mí -muchas veces he contado esto, y por alguna razón ahora no me siento mal por decirlo. No me avergüenzo, pero no todos toman a bien mi decisión. “¿Por qué no lo harás? Seguro encontrarás algo que se adapte a ti…”, esas respuestas no hacen más que hacerme sentir mal.

Suelto una risa pequeña por la manera en que parece lo he hecho pensar de más.
-Supongo que lo iremos aprendiendo en el camino, y eso me parece excitante- comento con entusiasmo de pensar en ello. Al menos Saki está dispuesto a que pasemos todas esas cosas juntos, todo eso de aprender sobre querer a alguien, tal vez enamorarse y querer estar juntos, la idea me entusiasma mucho -Ser bueno el uno con el otro, suena simple, me gusta
El confiesa que solo le atraen los hombres y sonrío por su sinceridad, porque incluso muchos hombres enfrentan temor de admitir sus verdaderos gustos y comienzan diciendo que son bisexuales, aunque a mi realmente me gusta cualquier persona sin importarme su genero.
-Oh, que valiente- comento cuando me dice lo de que le contó a su padre, yo ni siquiera le he dicho a los míos sobre mis gustos.
No esperaba que me fuera a decir de manera tan directa que es virgen, eso si no lo vi venir, pero parece que es una persona muy abierta.
-Bueno nosotros también iremos a nuestro ritmo, no te presionaré- le comento para que no se preocupe por eso.

-Déjalo crecer, te quedaría muy bien- comento, aunque seguro que a su abuela no le agradará mi sugerencia. Me acomodo para que vuelva a jugar con mi cabello -si, la universidad no es para todos, tengo un amigo que seguro habría sido el mejor en eso, pero no pudo seguir- pienso en Yuu, y en que ya no podrá seguir estudiando porque así le ha tocado -yo no podría con eso, tanto estudio y responsabilidad, así que no se me antoja para nada.
Me siento muy relajado cuando el acaricia mi cabello, y siento que comienzo a quedarme dormido. Sé que el quiere seguir hablando pero me siento con tanto sueño que simplemente pierdo el sentido.
-¡Tohru!- la voz de mi madre suena y me acurruco contra Saki y me cubro con las cobijas intentando huir de la voz- arriba- dice ahora sin levantar el tono pero nos quita las sabanas -Bienvenido Saki cariño, es un gusto verte. Los esperamos abajo para desayunar…. Tohru, si no bajas te echaré un balde de agua fría.
-Ya vamos- digo sabiendo que ella va a cumplir su palabra, más que nada porque estoy en el suelo -Buenos días- digo a Saki tallando mis ojos.

Está bien ir lento y dejar que las cosas solas tomen su curso, además que me siento seguro pese a que recién comenzó, Tohru es sincero y me dice las cosas de manera clara, tal vez soy ingenuo pero confío en que podemos funcionar bien.

-¿Tú crees? -sonreí porque me llamó valiente, pero no creo que sea eso, es porque tengo una buena familia y gracias a la manera en que me educaron y apoyaron es que yo pude ser honesto- creo que el valiente fue mi padre. No parecía asimilarlo, pero nunca me hizo sentir culpable por ello, tampoco me dijo que algo estaba mal conmigo -yo lo amo y admiro mucho, la gente solía decirme que él era demasiado permisivo, pero creo que es el mejor- creo que lo haré -mi abuela seguro me regañará, pero eventualmente me dirá “haz lo que quieras” y se acostumbrará.

Jugar con su cabello, el tenue volumen de su voz y la tranquilidad de la habitación hacen que me sienta relajado, no tengo sueño pero voy cerrando los ojos y me quedo charlando de esa manera.
-Eso es triste -yo soy privilegiado más o menos, porque mi padre me dio la opción de continuar, fui yo el que decidió- ¿cierto? Creo que también lo veo complicado para mí. Soy una persona que aprende más con la práctica, por eso admiro mucho a aquellos que tienen buena memoria o se dedican por completo a aprender teóricamente, yo… definitivamente eso no creo poder hacerlo -no soy tonto, no pienso así de mí, solo que ser un tipo culto e inteligente no es precísamente lo que me identifica, soy alguien sencillo y promedio.
Tohru de repente se quedó en silencio y abrí los ojos solo para darme cuenta que ya estaba dormido. Su respiración es tranquila, se ve lindo incluso dormido.
-No has cambiado mucho -hablo en un tono muy suave y vuelvo a cerrar los ojos, he dejado de acariciarlo para poder abrazarlo.

Por la mañana desperté gracias al movimiento y el ruido, pero me costó entender la situación.
-Sí… -me tallé los ojos- buenos días -respondí tal vez más entusiasmado de lo normal. Su madre salió y miré a Tohru, me he sentado y soltado un gran bostezo- buenos días -sonreí al mirarlo perezoso y despienado, se siente nostálgico despertar así.
Me lavé la cara luego de acomodar sus sábanas, también me cambié la ropa antes de bajar a donde ya estaba su madre sirviendo el desayuno. Me siento nervioso, pero ella me saludó tan cariñosamente que me acerqué para hacerlo ahora de manera apropiada.
-Señora, cuánto tiempo. Lo siento hace un rato -me disculpé por mi saludo tosco de antes. Volví donde Tohru y me senté junto a él, su familia es como la recuerdo, incluso él aunque creció, no es como que haya cambiado tanto.

-Bueno si, para muchos es algo dificil de hacer, creo… yo nunca hablo de esas cosas con mis padres- comento aunque eso me dejaría en el grupo de los que no son valientes, supongo que de alguna manera lo soy o me excuso con la desidia de tener que llevar esa conversación -yo no tengo idea de que pasaría, creo que no pienso mucho en eso- no creo que pase nada malo, mis padres me adoran, tengo esa certeza, pero no sé porque prefiero no hablar del tema con ellos, supongo que no quiero que me dejen de ver como su pequeño.
Sonrío cuando él solo acepta y dice que se lo dejará crecer, seguro que se le verá bien, creo que lo hará ver más maduro.

-aham- creo que si yo no hubiera hecho lo que hice de pequeño, tampoco me habrían dado la oportunidad de estudiar la universidad, de alguna manera por eso soy algo privilegiado en el clan -Ya somos dos, yo no soportaba estar en clase, me sentía como enjaulado- suelto una débil risa porque ya estoy más dormido que despierto.

Si por mi fuera me volvería a acostar y volver a dormir, pero al no estar solo, creo que logro despertar un poco más.
-Buenos días- digo de nuevo porque estaba tan dormido que no recordaba que ya se lo había dicho antes.
Me meto en el baño, lavo mi cara pero ni eso me despierta del todo, así que bajo cual zombie para desayunar.
Solo me he lavado la cara y los dientes, pero ni me he molestado en quitarme la pijama.
-Descuida querido, es un gusto tenerte aquí, además hasta haces que Tonru se levante casi a la primera- dice mi madre dejando un jugo frente a mi, el cual tomo con algo de torpeza y me termino regando un poco -¿a que hora llegaste Tonru?
-Mmm a las tres creo- digo con toda la sinceridad que tengo por culpa de seguir medio dormido.
-¡Qué?- no me grita, pero su tono de voz me hace despertar y darme cuenta de que acabo de meter la pata y la veo fulminar a mi padre con la mirada- me dijiste que no llegaron tarde- le acusa y el solo se encoge de hombros.
-Maa, hay un invitado- comento para calmar su enojo y ella mira a Saki y le sonríe.
-Si vuelven a llegar tarde, los castigaré a ambos, Saki, no quiero que dejes que Tohru haga lo que le de la gana.
-Maaa, no puedes castigar a Saki- le digo riendo un poco, porque si es capaz de hacerlo.
-Nada nada nada, son unos niños como para estar a esa hora en la calle- se escucha el sonido de su celular -en la noche tendrás tu castigo- me dice mientras se aleja a tomar la llamada.
-tan linda como siempre- le digo riendo un poco a Saki.

No imaginé que él ocultara sus gustos, aunque a veces es más porque el tema no sale a flote, y en general no es tan cómodo hablar de nuestras parejas sentimentales con nuestros padres. Pero creo que los suyos le apoyarían, siempre fueron muy cariñosos y cuidadosos con Tohru.
-Supongo que ocurrirá en su momento, forzar las cosas tampoco es bueno -aunque él no parece del tipo que le atormente eso, ¿o lo es? Me preocuparía de ser el caso, y lo apoyaré si en algún momento tiene un percance con sus padres a causa de eso.

Su madre sigue siendo amable, aunque me sentía un poco nervioso al principio por llegar de imprevisto, ahora me alegro de haberme encontrado y quedado con él.
-Gracias -no he parado de sonreír desde ayer, se nota mucho que me siento feliz de verlos. Incluso si su madre me sacó un susto al alzar la voz, y pasé de reírme a mirar obediente a ella cuando me habló- sí señora -constesté algo nervioso, y por ello tengo ganas de reírme porque aunque no es familiar mío, sé que me regañaría si hago algo que nos perjudique, pero además sé que su preocupación es auténtica y no solo por parecer autoritaria- realmente lo es -respondí a Tohru.

Comimos el desayuno y platicamos un poco, y después de ello recibí un mensaje de mi padre preguntando por mí. Le dije que me quedaría en casa de un amigo, pero si no llego temprano se comenzará a preocupar.
-Debo irme, papá me espera -me despedí de sus padres y cuando salimos me quedé de pie frente a la entrada- fue lindo verlos de nuevo -me siento emocionado, pareciera que no pasaron los años- te escribiré cuando llegue, ¿sí? -mordí mi labio y solo le di un abrazo, hay personas alrededor y quiero evitar percances- cuídate -caminé después de agitar mi mano y sonreírle, espero que podamos vernos pronto.