Okay, not. [Kajsa]

Recuerdo del primer mensaje :

La temporada está algo calurosa, aún así hay días en que el viento se vuelve frío, y la noche adornada de estrellas empieza a helar, ese humo que sale por la boca de las personas nocturnas, unas intencionales y el resto, como yo, obligadas a ello.
Desafortunadamente para mi son los días más ajetreados en el trabajo, es normal que a la gente le encante tomar café en temporada fría, aunque de cualquier forma en días soleados vienen a consumir helado. En mis primeros días de trabajo me obligaba a sonreír, me veía tan plástico que opté por solo ser educado, me fastidia, pero me pagan por ello, es un trato bastante justo. No me gusta mi trabajo, podría decir que ni mi casa, el colegio solo en ocasiones ya que disfruto lo que aprendo, pero la gente me exaspera. No hay algo que realmente disfrute, hay cosas que me gustan pero la mayoría me desgasta y ni siquiera comprendo por qué. Solo quiero terminar de estudiar e irme de allí.

Mientras me encargo de limpiar una de las mesas escucho unos murmullos de un par de chicas a mi derecha, ¿por qué las mujeres son tan indiscretas?, chismosas y superficiales. No, todas las personas son así, muy simplones y engreídos.  Y me acerco por un llamado de alguna sin hacer contacto directo, prefiero mirar el marmol de la mesa antes que interesarme en sus rostros. Educadamente tomé una más de sus órdenes y me fui a la cocina a encargarla, tengo ganas de fumar.
-¿Serán ellas? no, eran otro grupo -he murmurado para mi, no me llevo muy bien con mis compañeros y mi jefe es muy imparcial para entablar una conversación conmigo, alguien que no lo desea. Últimamente he recibido “obsequios” de alguna chica, por la fachada de este parecen costosos, y me molesta, la gente rica es la que más me molesta.
Recogi el platillo de las chicas y lo lleve a su mesa, después me alejo hasta la barra, siguen llegando más chicas. Oh, creo que eran ellas, pero no sé cuál sea, aunque no hace diferencia, de conocerla solo quisiera hacerle saber que esa actitud me molesta.

-vale- digo apenas con fuerza, me siento tan cansada, débil y estúpida. Me acomodo y para tomar sus hombros apenas mis dedos porque mis manos al estar raspadas no quiero que toquen nada porque me duele -entiendo- hablo con el mismo tono apagado que usé anteriormente. Obviamente yo no le gusto ni un poquito, supongo que ser linda para el no es importante. Hago un esfuerzo para que las lágrimas dejen de salir, porque no quiero luego tener mi nariz escurriendo de una manera vergonzosa, solo hago lo que suelo hacer cuando me siento triste, ignorar mis propios sentimientos.

Cuando se levanta y se tambalea me susto un poco así que de inmediato pego mi cuerpo a su espalda y así me quedo hasta que noto que ya no se tambalea, me despego de él y he sentido un como cara se ha encendido en rojo por la forma en que me le he pegado.
Solo voy en silencio cuidando de no pegar de nuevo mi torso a su cuerpo, miro un poco su nuca y me gustaría poder tocar su cabello, pero no lo hago, solo me quedo quieta.

-mmm- emito el sonido cuando el comienza a hablar y solo siento de nuevo el pesar de mis acciones, ¿es acaso que ya me descubrio, he sido tan obvia y descuidada? -no creo que eso importe- digo solo para evitar exponerme mas, puede que el solo de por hecho que soy yo, pero si no lo acepto al menos conservo un poco de dignidad ¿no es así? Pienso un poco sobre dejar de hacer algo tan absurdo, pero luego pienso que si dejo de hacerlo entonces sabrá que realmente era yo. Aunque el solo me ha ignorado en mi confesión, el me sigue gustando así que supongo que no importa si solo sigo con mis detalles entre la sombra, aunque creo que dejaré de ir a su trabajo, no quiero toparme con él, intercambiar palabras aunque solo sea para pedir algo del menú, creo que no lo podré manejar.

De repente se puso tan callada, pero está bien, no me gustan las chicas que hablan sin parar con tal de tener plática con alguien, a veces no es necesario hacerlo, el silencio también es agradable. Cuando la compañía de la persona te gusta no importa si esta se mantiene hablando o solo está allí, es algo que gustará, de igual forma si esta no tiene importancia, el hecho de que tenga algo por decir no cambiará el sentimiento.

-Es verdad –digo a su débil respuesta, era curiosidad pero no cambiaría nada. Si le pido que deje de hacerlo, en caso de ser ella ¿realmente lo hará?. Me incomoda porque no me gusta recibir cosas sin razón, pero tampoco es un pecado, simplemente sería malo si espera que yo haga algo por ella solo porque egoístamente me deja obsequios, claro, si se tratara de esta chica. A veces creo que soy un poco frío con las personas, pero si no lo hago lo va a malinterpretar, y sería más cruel darle esperanza al aire si al final no la voy a aceptar. Y rechazar… no estoy de humor para consolarla o verle mal, aunque ahora mismo, antes de que empezáramos a caminar ella ya se veía afectada.

-Lo siento, voy a parar un poco –digo agachándome para que ella se baje un momento, el cansancio del día me hace tener menos fuerza de lo normal. Tomo un respiro hondo, muevo mi cabeza de un lado a otro dando un masaje y luego la veo, ella es realmente linda.
-Tu confesión… lo siento, pero no puedo aceptarlo, no te conozco –dije que no lo haría y aún asi la rechacé, qué problema- ¿quieres que te cargue de nuevo?, tal vez si te cuelgas de mi brazo no será tan incómodo para tus manos –noté un ligero quejido cuando ella se subió a mi espalda, y bueno, ¿no es raro que sea amable si la rechacé?, pero no la voy a dejar aquí, la zona no es tan segura y si le pasa algo me sentiré un poco culpable.

Cuando el se inclina yo apoyo el pie que no me duele para bajar de su espalda. Desvío mi mirada para no mirarlo mientras estamos así, no quiero ver sus lindos ojos, porque creo que entonces me sentiré aun peor de lo que ya me siento. Ni siquiera puedo creer que lloré con tal facilidad. En mi casa saben lo difícil que es que yo solo llore al igual que tampoco sonrió demasiado, Karin dice que por eso las personas piensan que soy pretenciosa, pero para mi siempre es mas fácil tener una expresión de que todo me desagrada a demostrar mis emociones reales.

Suelto una pequeña risa cuando el termina por rechazarme.
-¿no puedes aceptar que me gustas?- pregunto confrontándolo por primera vez desde ha estoy en el suelo y esta vez mi orgullo no me permite solo desviar la mirada -no puedes hacer nada para cambiar eso y yo solo te dije que me gustas no que salieras conmigo- le digo mostrando lo molesta que me hacen sentir sus palabras, ¿es que acaso solo por que no le gusto, él no puede gustarme a mi? -no, no quiero ir en tu espalda y tampoco quiero tu brazo- declaro con determinación comenzando a dar saltitos para alejarme de él pero me detengo luego de un par de ellos  -¡Y ME SEGUIRÁS GUSTANDO AUNQUE NO QUIERAS!- grito con fuerza y vuelvo solo a girar solo para seguir alejándome con bastante torpeza, pero como puedo saco mi celular y mando mi ubicación al chofer de mi padre.

El hombre parece que andaba rondando la zona porque no tarda demasiado tiempo en aparecer. Es un hombre grande que me ayuda a subir al auto. Y llama de inmediato al médico de la familia para que vaya a la casa cuando yo llegue. Sin duda alguna los empleados de papá están muy bien capacitados.
Yo solo voy en el asiento trasero pensando en todo lo que pasó, en lo idiota que fui al decirle que me gusta, y luego en la manera en que mi temperamento y orgullo me hicieron reaccionar de esa manera, solo recordar la manera que grité me hace sonrojas y sentir que mi cara se va a derretir de la vergüenza.

Pero ¿qué diablos le pasa?, sí, no esperaba salir con ella, solo pensé que sería educado rechazarla para evitar que se confundiera por cómo estoy actuando. Aunque no tiene caso decirlo, en lugar de eso frunzo el ceño y dejo que se desahogue tanto como quiere, estoy muy cansado y ahora arrepentido de haberla ayudado. Como pensé solo es una niña caprichosa, y seguramente está tan enfadada porque nadie la había rechazado. No lo hice por ofenderla, pero no me gusta, no siento nada si ella me pone su expresión linda o las cosas que suelen cautivar a los demás.

-Pues disculpa –respondo simplemente, ni siquiera es agradecida, no cabe duda que la posición social no tiene que ver con la educación, al menos un “gracias” por la ayuda, pero en fin, espero que con su teatrito no le entren ganas de venir más a la cafetería.

Veo como se aleja y de nuevo grita que le gusto, ¿está loca?. No lo sé, es demasiado rara, pero por alguna razón me hace soltar una risa que después de darme cuenta, me hace sentir extraño. Suspiro y me doy vuelta para regresar a donde dejé mi bicicleta, al menos esta sigue tirada.
-Niña tonta –expreso en tono infantil y me monto en la bicicleta. Con esto no me quedarán ganas de ayudar a nadie más- diablos… olvidé la cena de esos dos –digo girando en una esquina para desviar todavía más mi camino. Yo solo quería llegar pronto a casa y descansar.