Suerte o castigo[Kajsa]

Tengo poca ropa masculina comparada con la cantidad de vestidos y blusas hermosas que he comprado. En total, no lo sé, ¿cuatro pantalones? Y ese que compré el día que vi a Sora. No lo he usado de nuevo, tengo esa tonta idea que no quiero utilizarlo para tontear con alguien más. Es una idea suuper estúpida, porque de todas formas estaré coqueteando con alguien, y lo peor, ella tiene novio y cero interés en mí.
Solté un suspiro y salí de mi recámara para ir al cuarto de Ziba. Su ropa es muy rara, pero a veces yo suelo comprarle algunas prendas casuales, y en días como hoy tomo prestadas algunas. Agarré un pantalón azul y una camisa en tono más claro, y salí para cambiarme, se hace tarde.
-No me veo tan mal -no me gusta llevar las piernas cubiertas, creo que es lo que más me gusta de mi cuerpo. Pero a las mujeres le interesan los músculos y esas cosas. La ventaja es que los hombres japoneses son tan delgados como yo en su mayoría.
Tomé mis pertenencias y salí en dirección al karaoke en que acordamos vernos. Tengo un par de amigos que saben mi secretito, y cuando quiero divertirme ellos planean alguna salida con el montón de amigas que tienen. Lo mejor es que son gente muy variada. Desde chicas súper atrevidas, niñas ricas y recatadas. Incluso una vez estuve coqueteando con una chica que parecía muy callada, aunque no pasó nada al final. Pero hoy no tengo ganas de ir solo a socializar, por eso espero que luego de allí pueda irme con alguna niña bonita a algún lugar privado. Parezco un desesperado, pero es la única forma que tengo para poder saciar mis necesidades de hombre, porque vamos, absolutamente ninguna tiene interés en tener intimidad con un tipo que usa vestido.

Salí del subterráneo y caminé un par de cuadras hasta el karaoke. Es un sitio tranquilo y sus cabinas privadas son muy amplias. No tengo idea de quienes irán, la verdad no me importa mucho, no puedo ponerme exigente.
-Hey -saludé a uno de mis amigos que por suerte estaba afuera con una chica, una muy bonita. No perdí la oportunidad y fui especialmente atento con ella. Debería esperarme, pero parece que no le fui indiferente. Muchas veces las chicas piensan, aun cuando estoy vestido con ropa masculina, que soy gay. Por eso trato de ser lo más masculino posible. Es horrible, me pierdo totalmente pero al menos solo debe ser medio día o menos.
Entramos a la cabina donde estaban otras cuatro personas. Sí, la chica de afuera es la más bonita, supongo que ella será.

Ropa:

Hoy un par compañeras de clase se han empeñado en que debemos celebrar. Por mi no hay problema, pues en el ultimo proyecto de fundamentos del diseño he sacado una nota perfecta, pero ellas no han tenido una calificación realmente alta, aun así una de ellas ha dicho que deberíamos ir al karaoke. Yo había pensado en decir que no, pero recuerdo que Aaren mencionó que algún día podríamos ir, así que quiero saber como son esas experiencias, y así no parecer tan tonta cuando salgamos.
Mi prometido es agradable, y bastante apuesto, pero creo que es un poco frío, ese día de nuestra cita fue simpático, pero no es como que el contacto entre nosotros mejorara demasiado, a veces nos mandamos algún mensaje, pero creo que ambos damos demasiada prioridad a los estudios, cuando yo tengo tiempo, Aaren está ocupado y viceversa.

Al llegar al lugar, me parece bastante ordinario, me pregunto si todos son de este estilo. Hemos entrado a una cabina donde hay algunas personas que desconozco. Nos presentan y dicen que aun faltan alguien. He pedido un agua mineral para beber por lo mientras, pero la verdad es que me estoy aburriendo un poco. Un par de los chicos han intentado hacerme platica, pero creo que soy demasiado indiferente y las demás chicas están mas entretenidas platicando con ellos que conmigo.

Voy al baño porque solo me he sentido un poco desplazada, aunque puedo sentir una que otra mirada de los chicos sobre mi, y también de las chicas. Seguro estarán pensando que soy muy rara o algo así.
-Creo que mejor les digo que me voy- le digo a mi reflejo, mientras termino de lavar mis manos.
Camino de regreso a la cabina y al entrar veo que ha llegado una persona más, es imposible no notarlo, sobresale con facilidad sobre los demás. Creo que me siento un poco como si me resultara conocido, pero es imposible.
-con permiso- hablo mientras paso frente a todos para regresar a mi lugar. Como pienso que seguramente me aburriré un poco más saco mi celular, dejaré pasar unos minutos antes de decir que me retiro, mas que nada porque se que mis compañeras se pondrán pesadas si me voy tan rápido.
Una chica comienza a cantar no es para nada buena, pero solo me hace tener menos ganas de hacer algo tan vergonzoso, mucho menos frente a personas que no me conocer.

Kajsa:

Ordené algo de tomar con poco alcohol, inevitablemente ha sido una bebida un poco femenina, pero es a lo que estoy acostumbrado. De todos modos no puedo darme el lujo de consumir tanto alcohol, no soy tan bueno controlandolo.
Comencé a platicar con la chica de afuera y otra más que se me acercó, y los demás empezaron su canto desafinado. Es muy divertido escucharlos cantar de esa forma, de hecho yo tampoco tengo una gran voz, pero esto no es un casting ni nada por el estilo, dudo que a alguien le importe cómo cantan los demás, lo importante es el sentimiento con que lo haces.
Una persona más entró a la cabina y mi sonrisa se volvió una expresión extraña. ¡¿Qué hace Kajsa aquí?! No pude evitar mirarla, pero al sentir que me veía también desvié la vista. Ay no, me reconocerá, estoy seguro. Lleve mi mano a mi cabello y me incliné un poco hacia una de las chicas, la otra se ha levantado a cantar con los demás. Continué platicando y sonriendo, pero estoy muy, muy nervioso. De reojo pude notar que ya no me miraba, ¿de verdad no me reconoce?
-¿Quién es ella? -pero qué pregunta más absurda, aunque no sé, tengo la necesidad de ponerle atención. Dios, se ve preciosa hoy, pero no puedo abordarla porque cabe la posibilidad que todo se vaya al diablo si de casualidad me reconoce. Kajsa es muy inocente, y yo no tengo una gota de maquillaje encima y mi cuerpo está casi cubierto por completo, ¿será buena idea hablarle? Pero la chica a mi lado no ayuda, ha comenzado a decir que es un poco especial y demás cosas que desde mi punto de vista podrían dejarla en mal. Pero, pff, yo ya sé todo eso, la conozco mejor.

Esperé un par de canciones y me levanté con mi bebida en mano a cantar con los demás. No puedo simplemente levantarme y sentarme junto a ella, por ahora debo ver si me reconoce,
aunque parece que no porque creo que reaccionaría, ¿no? Mi voz no es la mejor pero tampoco es tan mala, pero con una canción fue suficiente. Como pensé, me tiene un poco ansioso esto, así que caminé a donde ella y me senté a su lado.
-Hola -solo debo actuar como cualquier ocasión, sí. Se supone que no la conozco, ni ella a mí. En el peor de los casos solo debo negarlo, no tiene prueba alguna. Mi corazón va muy rápido, pero aún así quiero permanecer cerca de ella, porque los demás chicos desde el momento en que entró parecen no quitarle la vista de encima. Es totalmente entendible, es la chica más hermosa y por mucho- ¿no cantarás? -pero ¿y qué le digo? No puedo hablar de esas cosas que suelo platicar con ella. Por ahora llevaré el asunto calmado. Aunque yo no sé mucho cómo lidiar con las cosas de manera calmada. Y ella con la manera tan hermosa con que se ve hoy, no ayuda a mi nervioso corazón.

Me distraigo en mi celular, como siempre mandando mensajes a Karin, pues ella termina siendo siempre mi escape de la realidad. Le he dicho que estoy en un karaoke y solo no me cree, así que tomo una selfie para demostrarle que no le miento. Su mensaje de sorpresa me hace soltar una risita, porque la verdad ni yo entiendo que hago aquí.

El chico de hace un rato se levanta a cantar, y lo miro por unos momentos, sus ojos son lindos, aunque a la distancia que estamos no es que pueda notar mucho detalle en ellos, pero es una persona que atrae mi mirada y no sé porqué, no es algo que me ocurra con frecuencia, estoy acostumbrada a admirar la belleza de las personas, pero aunque es atractivo no encuentro la respuesta a que me resulta tan cautivador en él. Luego en algún momento regreso mi atención a mi celular, Karin me dice que ya no me contestará porque entonces será su culpa que no me divierta, y creo que esa es mi señal para solamente decir que ya me tengo que ir. Bloqueo mi celular justo en el momento que alguien se sienta a mi lado.
-hola- ¿se habrá dado cuenta que lo observaba? Espero que no, además estoy segura que he sido discreta, la única persona con quien no logro ser discreta es Takabe. Por suerte él solo pregunta algo sobre cantar y niego con una sonrisa -no, claro que no, yo no sé cantar- contesto con un tono de voz que deja muy claro que la sola idea me parece absurda.
Hace un rato que llegamos pues me presentaron a los demás que no conocía, pero como el llego cuando estaba en el baño, no sé ni su nombre.
-amm, mucho gusto soy Kajsa- siento la mirada de una de las chicas sobre mi, yo la miro sin comprender por qué pone tanta atención a mi persona -¿tengo algo en la cara o es mi cabello?- le pregunto al chico porque esa debe ser la razón de esa mirada insistente.

Estiro mi brazo para tomar mi agua, no sé que podría hablar con este chico, aunque creo que me siento más cómoda con él que con los otros, no sé ni porque, tal vez eso que noté en su mirada, se siente familiar, o algo en su voz. No se que sea pero hay algo en él que solo hace que no esté siento dan cortante como de costumbre. Vuelvo a dejar mi bebida en la mesa.
-me gusta tu señalo a su pecho donde esta aquel colgante en su cuello -es similar al mío- digo levantando mi cadena para que lo pueda observar.

Siento esa emoción en el pecho, como si fuera la primera vez que hablara con una chica que me gusta. Nuestras circunstancias son distintas, y estoy seguro que ella no me ha reconocido. Estoy aliviado.
-No creo que alguien aquí sepa hacerlo -me reí- pero está bien, ¿no sueles frecuentar lugares así? -no, creo que no, bueno es lo que yo sé, porque no es como si ella me dijera todo. De hecho no sabía que saldría hoy, aunque no es obligación decirnos tooodo. Pero somos amigas, nos contamos muchas cosas incluídas algunas experiencias “amorosas”, como aquella cita que tuvo con su prometido. Sonreí más y estiré mi mano a ella- Salem, mucho gusto -se siente extraño, pero bien. Sí, se siente bien. Es porque se trata de Kajsa. También siento un poco de culpa por estar ocultando algo de ella, pero no es como si fuera a pasar algo hoy, solo somos dos personas charlando, y ella no es esa clase de chica. Aunque no mentiré, me encantaría que pasaran muchas cosas, creo que será mi única oportunidad de que ella me vea como lo que realmente soy, bueno, algo así- umm no, tu cara y tu cabello son muy hermosos, ¿por qué lo dices? -noté como la chica con la que hablaba nos ha mirado. Las mujeres son muy indiscretas, y solo sonreí a esa chica y regresé mi vista a Kajsa. Lo siento, extraña, pero es obvio a quién voy a escoger hoy.

-Ah -mi cara se quedó congelada cuando mencionó el collar. ¡Maldición! Pero no había forma de predecir esto, por eso nunca se me ocurrió quitarmelo. Y ella… ¿en serio? Me sorprende lo distraída o inocente que puede llegar a ser- oh, es cierto -respondí nervioso- también me gusta el tuyo -llevé mi mano a su cuello y tomé la cadena para verla de cerca. No, no, debería parar con esto. Ella es muy tímida, pero también puede ser muy fría y si hago algo que le disguste mi oportunidad se irá al diablo. Volví mis manos y las apoyé en mis piernas- Kajsa -repetí- tienes un bonito nombre. Pero nunca te había visto, seguro te recordaría -di otro trago a mi bebida y la dejé sobre la mesa, estoy emocionado- ¿sueles salir mucho con..? Uhm, no sé si vengas acompañada por alguno de ellos y yo tal vez estoy siendo imprudente -no tengo idea de quién la haya traído. Sé que los chicos tienen algunas amigas de clase alta, pero ver a Kajsa aquí es lo último que se me hubiera ocurrido- ¿entonces no estás interesada en cantar? Puede ser super divertido, sabes. Además tu tono de voz es lindo, seguramente al cantar lo haces mejor que nosotros -de algún modo he podido continuar la plática. Ella se presentó primero, quiere decir que no le soy tan indiferente. Me gustaría saber qué pensó cuando me vio, o qué piensa ahora.

Rio un poco por su comentario, pues sin duda el talento no es algo que sobre en este lugar.
-¿Sé nota? que tonta, si he dicho que no canto, es obvio que no frecuento estos lugares- sonrío por la obviedad de la situación -de hecho creo que no tardaré en irme- ese era mi plan y ahora estoy platicando con él. Es un poco raro, con los demás chicos fui un poco indiferente cuando intentaron platicar conmigo y ahora estoy charlando con él, es algo un poco atípico en mi.

Al estrechar nuestras manos, me doy cuenta de que su piel es muy suave. No conozco a demasiados chicos que tengan las manos así. No es que me la pase tomando manos de hombres, pero por lo general en reuniones de mi familia tengo que estrechar las manos de empleados o socios de mi padre.
Los colores suben a mi rostro por la manera en que el dice que son hermosos, no acostumbro a escuchar esas cosas viniendo de un hombre.
-Bueno, es que me siento observada- comento con toda la discreción que puedo mientras con una de mis manos acaricio mi mejilla esperando que el rubor por sus palabras se pase.
Me quedé pasmada cuando tomó mi cadena, y él solo la suelta. Creo que estoy reaccionando sobremanera, este es el tipo de cosas que Karin suele mencionarme, mi “inocencia” como ella suele referirse a mi falta de experiencia hace que me sorprenda casi todo tipo de gestos que los hombres pueden tener conmigo, por suerte parece que soy buena ahuyentándolos y no tengo que pasar por eso casi nunca, de hecho nunca, solo con Aaren, pero él es mi prometido y con Takabe, nunca pasó realmente nada y aun así yo siempre me volvía un manojo de nervios al estar cerca. Reacciono de esta manera porque nunca he pasado esta clase de cosas con nadie.
-Gracias- digo por lo de mi nombre y luego cuando el lo menciona, miro hacia las demás personas que están aquí -¿qué? No, no, para nada, yo vine con un par de compañeras de la universidad- aclaro moviendo mis manos como intentando dispersar esa idea que podría quedar en el aire. De nuevo el dice algo que me pone un poco nerviosa -no, no, yo prefiero no exponerme a algo como eso- la idea de cantar solo está descartada desde que tengo uso de razón.

La verdad es que no entiendo bien que me ocurre. Siendo realmente sincera, no es que yo me ponga de esta manera por cualquier hombre, en la universidad siempre hay chicos intentando algo, y yo solo los freno. Con Aaren, la verdad es que nada pasó hasta que yo decidí que debía darme la oportunidad y me di cuenta que es una persona agradable, pero además de Takabe, creo que nadie más había logrado sobrepasar las barreras que yo siempre pongo.
Mientras trato de salir de mis pensamientos, noto como mi celular vibra, no escucho el tono por la música, pero veo que se trata de mi madre, así que hago una señal a Salem de que tengo que tomar la llamada y salgo al pasillo y me alejo un poco. Me llama para decirme que necesita al chofer por un rato, y le digo que está bien, que yo puedo esperar hasta que se desocupe. Luego de terminar la llamada decido regresar, pero solo me detengo cuando escucho mi nombre.
-Kajsa no debería preocuparte, tu tranquila- es la voz de una de mis compañeras.
-pero solo ve como él ya solo le pone atención a ella, ¿es que para que la trajiste?- otra voz que no me es familiar le reclama.
-pero Kajsa es super mojigata, no te preocupes que dentro de poco verás a ese chico aburrido de ella. Créeme ella no sabe como mantener el interés de los hombres- me quedó parada escuchando como mi “amiga” le cuenta lo que pasó en una de las clases donde Takabe estaba presente, y se ríen con clara burla de mi torpeza.
Inicio mi camino a la cabina, sonrío a mi compañera como si no acabara de escuchar lo que dicen y vuelvo a sentarme donde está Salem. Creo que solo debería decirle que me voy, pero no tengo a mi chofer, y si me voy ahora ellas sabrán que escuché como se burlaban de mi y mi orgullo no me permite hacer algo así.
No mentiré que una parte de mi desearía solo cerrarles la boca, pero ni siquiera sabría como hacerlo. Lo peor de todo es que ella han regresado también y siento sus miradas y como murmuran cosas mientras me miran y se ríen. Ignorarlas es complicado, si hasta para mi, que soy la persona mas despistada del mundo, me doy cuenta de ello. No sé como lo he hecho pero poco a poco he llevado mi mano hasta la de Salem y mis dedos descansan suavemente sobre los de él. Definitivamente no se coquetear pero estoy intentando algo, porque quiero que esa chica que se atreve a hablar de mi solo vea como el chico que le gusta prefiere estar conmigo.
-tus manos son muy suaves- no es ni siquiera una frase que lo vaya a hacer caer ante mi, definitivamente soy mala en esto, pero aun así mi rostro arde demasiado.

Mi expresión cambió a una no tan feliz. No, no, no puedo dejar que se vaya ahora, además acaba de llegar también, ¿no es así? No creo que haya mucho tiempo de diferencia entre nuestra hora citada.
-¿Tan pronto? -dije con un tono desilusionado- deberías quedarte otro rato -pero no sé si pedirle directamente que se quede por mí, sería demasiado de mi parte, no somos las amigas con absoluta confianza como usualmente.

Ella también notó como el otro par la veía con insistencia.
-Ah, entiendo -creo que es mi culpa, pero yo no sabía  que Kajsa estaría aquí, además solo fue un coqueteo sutil. Me siento mal por la chica, pero tampoco tiene derecho de ver de mala forma a Kajsa. Aunque darle demasiada importancia empeoraría las cosas- no hagas caso, mmm, puede que te observen mucho porque tu porte es diferente a lo que acostumbramos a ver siempre -no se me ocurre otra excusa. Estoy casi seguro que ella sabe la razón, pero no quiero ser tan directo con esto, porque más ganas tendrá de irse- oh, pensé que habías venido con un chico, es un alivio -sí, la típica línea. La mayoría de las mujeres siguen el juego a pesar de ser algo trillado, y cuando nolo hacen entiendo que no tienen interés en mí. Pero con Kajsa no sé, coquetear no se le da mucho.
Hice un puchero y luego le sonreí- entiendo, entiendo -no puedo obligarla a eso. Tal vez si fuera la de siempre ella lo haría, pero con un extraño dudo que quiera arriesgarse a algo tan simple y vergonzoso.

Su teléfono suena y ella se disculpa para ir a responder. Debería pensar en cómo retenerla aquí, o tal vez acompañarla a su casa… pero creo que así me vería como un acosador. Además ella tiene chofer, solo llegaríamos a la entrada.
Uno de mis amigos se sienta junto a mí y comienza a decir comentarios felicitándome por “llevarme lo mejor de la noche”, aunque también me dice que parece una chica difícil. Me ha molestado que le vea como el trofeo mayor, pero sí, yo también he pensado de esa forma y no puedo ponerme ahora tan digno. Estaba tan concentrado platicando que ni siquiera me percaté cuando las otras dos habían salido también, estas chicas… ¿estará bien? No, no pueden actuar tan infantil, ¿verdad? En cuanto Kajsa entra el chico se levanta de nuevo para ir con la que parece ser su novia, y yo le sonrío de nuevo a Kajsa y espero que se siente a mi lado. Ha regresado aquí sin que le llamara, pensé que tomaría sus cosas y se iría pero parece que le agrado.
-¿Pasó algo? -ella luce tensa, y las otras no intentan para nada ser discretas. Estaba por darle un poco de apoyo pero su mano tocando la mía me tomó por sorpresa. Mi corazón aceleró su ritmo, es un gesto muy simple pero de ella nunca lo esperaría. Es que… ¿por qué? ¿Está coqueteando? No, no, solo es demasiado honesta.
-Gracias -pero si no aprovecho esta oportunidad se alejará de nuevo. No le soy indiferente, la conozco y si fuera el caso desde que me senté junto a ella me hubiera tratado con frialdad. Acomodé mi mano de modo que nuestros dedos se entrelazaron, y con mi otra mano acaricié la parte superior de su mano- la tuya también es muy suave -luego la llevé a su mejilla y rocé con mis dedos- y como pensé, tu cara también -no puede ser, tengo tantas ganas de besarla. Hoy se ve demasiado linda, bueno, siempre. Me acostumbré a su belleza, pero nunca hubo un aura similar entre nosotros, era solo yo gustando de ella sin que afectara mucho nuestra interacción, pero ahora siento como más y más quiero besarla. Usualmente me propaso un poco con nuestros abrazos, pero ahora es diferente, definitivamente se siente mucho más intenso. Me acerqué a su oído para hablarle, la música está un poco duro- ¿segura que no ocurre nada? Si quieres podemos dar una vuelta fuera de aquí, ¿o estoy siendo muy atrevido? -me separé de ella para quedar cerca de su cara. No puedo actuar tan deprisa, al menos mantengo mi expresión tranquila. Pero un recuerdo fugaz vino a mi cabeza, el rostro de Sora avergonzado. ¿Por qué ahora? A ella no le intereso, ha conseguido un novio a su altura, alguien normal. Mordí mi labio y en algún momento dejé de ver a Kajsa, no debo pensar en eso ahora, o luego. Ya no debo pensar en ella.

-si, bueno, no ahora, en un ratito- contesto cuando su animo parece cambiar un poco -no lo sé, no es la clase de ambiente para mi- tal vez ahora pensará que solo soy una chica prepotente o algo así, y bueno, la verdad es que lo soy, nunca me ha importado que piensen eso de mi, pero ahora hasta le doy explicaciones a un desconocido.

Él sabe como hacerme sonreír, y solo me parece menos importante si me miran o no. Hoy el estoy dando demasiada importancia a esas cosas. La verdad es que soy una persona muy insegura, siempre actuó autoritaria y me siento respaldada por mi apellido y el dinero de mi familia, y por eso soy tan buena ocultando mis inseguridades, pero ahora al estar en un lugar prácticamente desconocido, con personas que veo por primera vez, y que no saben tal vez ni quien es mi familia y eso me hace sentir desprotegida.
-¿qué? No, no, yo para nada- niego con la cabeza y mis manos, sé que el no me conoce como para saber que yo no soy la clase de chica que solo sale con un chico de manera casual.

-¿eh? No, nada, mi madre necesitaba al chofer, así que me quedaré un rato más- le explico, tratando de ocultar lo que realmente me pasa.
No puedo alejar mis ojos de nuestras manos. Él entrelaza nuestros dedos, y siento que mi pulso se ha vuelto muy profundo, creo que hasta lo puedo escuchar. Trague un poco de mi saliva, él me ha puesto demasiado nerviosa -gracias- no tengo ni idea de si mi voz ha sonado normal, espero que si, pero siento hasta en mis oídos como bombea mi sangre. Mordí un poco mi labio cuando el toca mi cara.
Se acerca demasiado y habla a mi oido, tal vez solo debería decirle, pero me he quedado como congelada, está justo frente a mi y estoy a un instante de alejarme de golpe de él, pero escucho esas risitas que ni la música pueden ocultar.
Solo cierro mis ojos, estoy demasiado enojada y solo actúo, acabo con la poca distancia que hay entre nosotros. No tengo la menor idea de como se da un beso, es mi primer beso y lo estoy dando solo porque no quiero dejar que sus burlas tengan fundamentos.
Nuestros labios están unidos, y solo no se que más hacer, creo que acabo de cometer un gran error, ¡soy una idiota! Mi mente va tan rápido, que ni un par de segundos deben haber pasado, y solo creo que debo alejarme y salir de aquí de una buena vez.

Es lindo verla sonrojar por mí. Las veces que la he visto nerviosa ha sido por causa de Takabe, y no podía evitar sentir envidia de que él atrajera su atención. Pero ahora yo soy la razón. Se siente muy raro, pero me gusta esto. Coquetear con ella, hablar tímidamente de cosas que ni siquiera importan. No me gustan mucho los procesos lentos cuando vengo exclusivamente a algo de una noche, pero hoy es diferente, hoy tuve la suerte de encontrarla y que ella aceptara mi compañia.
-Fantástico -bueno, ahora sí podré poner la excusa de acompañarla si es que quiere irse, o bien entretenerla para que extienda su estancia tal vez más de lo que necesita- entonces tal vez deberíamos pedir algo de comer ya que no estás interesada en cantar. También podemos platicar y conocernos mejor -me siento cada vez con más confianza, Ni siquiera sé cómo lidiare con esto luego de verla como acostumbramos, pero no importa, suelo no pensar en las consecuencias.

Mi cabeza está llena de recuerdos que no deberían surgir ahora, pero la sensación cálida en mis labios ha hecho que todo se esfume de repente. Me... ¡me besó! ¡Kajsa me ha besado! Esto… ni siquiera, ¿qué? Ahora tengo toda clase de dudas y mi pulso incrementa más el ritmo, fue apenas un roce muy torpe, pero eso es un beso, ¿verdad? Y al estar así de cerca puedo ver su cara avergonzada, y seguramente yo también tengo una gran expresión de asombro.
No pensé mucho, simplemente llevé mi mano a su mejilla y la atraje nuevamente a mis labios. Ella es una chica sin experiencia, y ahora que ha dado el primer paso no me gustaría espantarla y que retroceda. No sé por qué lo hizo, esto no es para nada algo que ella haría.
-Lo siento -me separé de ella y le sonreí. Estoy demasiado feliz. Tenía sueños locos y estúpidos con ella, pero no imaginaba que se podrían hacer realidad, menos en una situación así- ¿puedo hacerlo de nuevo? -mordí mi labio esperando respuesta, y no me he movido mucho para así no tenga oportunidad de huir. Soy un aprovechado, pero si no hago esto terminaré arrepintiéndome, estoy muy seguro- eres muy linda -le di otro beso corto y luego me alejé de ella, pero todavía estoy sosteniendo su mano. Toda la emoción me ha hecho ignorar el ambiente alrededor de nosotros. Parece que nadie lo esperaba, y aunque me han visto con mucha indiscreción, la mayoría regresa su atención a otras cosas, excepto las otras dos chicas que comienzan a reír nerviosas y pretender que no han visto nada- ¿puedo preguntar por qué? -quiero saber, porque si fuera cualquier chica simplemente seguiría el juego hasta donde pudiera llegar, pero con ella esto debe significar algo.

-am, si claro, algo de comer estaría bien- aunque he dicho eso ni siquiera me muevo para buscar el menú y ver lo que podríamos pedir, sigo demasiado concentrada en ignorar a ese par que centro mi atención por completo en Salem.

Soy una idiota, una gran idiota. Eso es lo único que puedo pensar hasta que el toca mi mejilla y vuelve a besar. Lo peor de todo es que yo cierro mis ojos cuando se inicia el contacto. Creo que me ha gustado, pero sigo demasiado en shock como para reaccionar. Siento como todos mis miran, ¡odio ser tan orgullosa! ¡Apenas y se su nombre y ya nos besamos? Esto es una completa locura. Karin me cuenta que hace cosas así, solo besar a alguien porque le gusta, y a veces ni siquiera sabe sus nombres, pero Karin es una chica demasiado libre y yo no.

Abro mis ojos cuando se separa de mi, veo un poco borroso al comienzo pero cuando mi vista se aclara y escucho ese “lo siento” de su parte y además veo esa sonrisa… ¡dios su sonrisa es demasiado linda? Y siento como en mi estomago se siente un cosquilleo al verlo morder su labio. Muevo lento mi cabeza en un si, ¡esto es una completa locura! Y aun así no planeo detenerlo. Cierro los ojos para recibir ese otro beso.

¿Y que le respondo? en automático, mis ojos buscan a esas dos, y regreso mi mirada a Salem, pero decir que se estaban burlando de mi, y por una vez quería dejar de ser tan yo y solo hacer lo que una chica de mi edad hace cuando un chico le gusta; parece una respuesta demasiado tonta.
-lo hice por orgullo, pero luego, ya no sé- si, yo lo besé por esa simple y absurda razón, pero aceptar sus besos… -creo que solo quería que pasara- bajo la mirada porque me siento demasiado avergonzada para mirarlo. Seguro que ahora pensará que soy una persona desagradable y solo se irá, ¡No quiero saber lo que es ser rechazada! La sola idea me asusta, así que me levanto sin decir nada mas y salgo del lugar.
Me detengo a medio pasillo, yo quiero huir, pero no tengo chofer…

Su respuesta a la comida fue un sí, y aunque tomé el menú para ver si ordenaba algo, todo parece tener demasiada grasa. Al final solo ha sido una propuesta que no se llevó a cabo, ya que ninguno dijo nada más sobre la comida.
Y ahora mi mente no le interesa ese recurso desesperado para hablar con ella. Nuestros besos no fueron un contacto profundo, aunque no pienso conformarme con eso, pero obviamente no la presionare de inmediato.
Noté su mirada a las otras dos, creo que después de todo sí sucedió algo allá afuera. Me quedé callado ante su respuesta. No sé cómo no lo imaginé, creo que por estar tan inmerso en cómo poder conseguir algo de ella. Y la ventaja de Kajsa es que siempre es honesta, por eso terminé sonriendo. A mí no me interesa si comenzó como algo para probarse o demostrarles a ellas, porque tampoco lo habría hecho si yo le resultara desagradable. Me atrevería a decir que le atraigo.
-Entiendo. No importa, porque de todos modos me alegra -por supuesto todo sucede porque se trata de ella y no porque esté desesperado. Y verla avergonzada es tan agradable, me encantan sus gestos inocentes.

De repente se puso de pie y no reaccioné de inmediato, las chicas comenzaron a reír supuestamente con discreción, pero ni me tomo la molestia de decirles algo o siquiera mirarlas, solo me levanto y salgo tras de Kajsa. Sentí alivio cuando la vi a medio pasillo parada, creo que lo mejor es salir de aquí.
-¿Quieres que salgamos de aquí? -tomé su mano cuando estuve junto a ella y comencé a caminar muy lento hacia la salida. Supongo que mis amigos leyeron el ambiente, más tarde les explicaré porqué me fui- ¿te fuiste porque ellas comenzaron a burlarse de ti? -mientras caminamos me dedico a mirarla. He tomado su mano antes, por eso en un principio no sentí esos nervios, pero viendo nuestras manos juntas y parte de nuestras piernas es que caigo en la cuenta que esto es diferente. Ahora soy “él” para ella. Me detuve y la acorrale contra la pared, y tomé con una de mis manos su rostro- ¿quieres ir por un café o un helado? -sé la clase de persona que es, y también que su comportamiento hoy no es lo que acostumbra. Me siento especial, quiero pensar que al menos hoy soy así, más que Takabe o que su prometido.

Salem ha salido, y se acerca a mi y hasta toma mi mano. ¿Qué clase de hombre es? Creo que nadie me había tratado así. Quiero decir, Aaren es amable conmigo, pero se siente diferente, o tal vez es solo que al saber que algún día nos casaremos, tenemos un trato amable. Pero esta persona, no tiene ninguna obligación conmigo y parece preocupado por mi.
-Mi chofer no está- digo como si con eso bastara para dar una respuesta a su pregunta.
Niego cuando pregunta si me fui por eso, ¿huir de ellas? Jamás, haría algo así por unas chicas como ellas.
-Me sentí muy apenada contigo- admito mirando el suelo y siento mi corazón en mi garganta cuando me toma de la mano, lo hace de una manera tan familiar que no resulta desagradable.
Mi corazón retumba muy fuerte cuando el me acorrala. Creo que me siento un poco decepcionada cuando escucho su pregunta, pensaba que él me iba a besar de nuevo, pero solo pregunta por helado o café.
-no- contesto un poco tajante, creo que me siento molesta por mis falsas expectativas de lo que podría ocurrir. Me sentía como si fuera parte de alguna película romántica o algo así -no quiero que ellas piensen que tienen razón, aun si la tienen- no soy de las personas que se abren con facilidad a otros, de hecho, además de Karin y Aine, no me atrevería a decir algo como esto a nadie más -Pero té me hiciste poner muy nerviosa y ya no pude controlarlo. Yo nunca había besado a nadie y… - recargo mi cabeza en la pared, ni siquiera he intentado cambiar nuestra posición -mira Salem, la verdad es que soy una santurrona aburrida, y por eso ellas se burlan de mi. Creo que deberías regresar con esa chica, yo… veré como salir de mi reciente humillación- mi orgullo se siente herido, pero lograré hacer que no vuelvan a reírse de esa manera de mi, muerdo mi labio, porque si, estoy molesta por lo que ha pasado, pero también sigo nerviosa porque él está cerca. Pero el ya no me besó, así que creo que él no sintió lo mismo que yo. Soy una tonta, apenas y nuestros labios se tocaron y yo sentía que mi corazón iba a explotar, seguro que él no sintió nada, solamente es una persona amable.

A estas alturas ya no siento rechazo de su parte, y todavía me siento más feliz al saber que no eran ellas la razón de sus reacciones, sino yo. Comprendo un poco esta clase de situación, solo que nunca me había sucedido, siempre me pareció algo irreal pero lindo.
-¿Y eso por qué? -me reí- me asusté al pensar que podrías haberte molestado conmigo, no quiero que te sientas mal -lo sé, mis líneas suenan tan forzadas, pero es Kajsa, y no estoy mintiendo acerca de haberme asustado por esas cosas. Ella no me reconoce y lo que suceda hoy no creo que afecte nuestra relación al menos por su parte, pero igual no quiero quedar mal frente a ella. Hoy quiero tener un día de ensueño con la chica que me gusta y con la que sé nunca pasará nada más- entonces sí fue por ellas -suspiré. Ella es muy orgullosa, pero esos gestos suyos me encantan.
No puedo creer que me haya dicho todo lo que piensa, esta niña es tan adorable que si fuera alguien que no me interesa perder, me la comería ahora mismo.

-Eres muy honesta -más que un cumplido sonó a una afirmación. Estoy muy feliz- y no tengo interés en alguien más ahí, si fuera el caso no te habría seguido. Dime algo, Kajsa, ¿te gusto? -me acerqué más a su cara, no puedo parar de sonreír- a mí me gustas, por eso eso que te ofrecí ir a otro lugar en donde puedas relajarte, no quiero que pases un mal rato -escuché unos pasos y vi unas personas aproximándose a nosotros. Me separé de ella y esperé que pasaran para luego inclinarme a ella y volver a besarla. Esta vez mordí ligeramente su labio inferior- tienes unos labios bonitos -no puedo evitar soltar tanta habladuría, pero me gusta coquetear, es de las cosas que más disfruto. Y este es el momento indicado para hacerlo, todo apunta a mi favor, además con ella no puedo perder esta única oportunidad que se me ha dado. Intenté hacer que nuestro siguiente beso fuera un poco más profundo, aunque no pude meter mi lengua tan profundamente, pero al menos he podido tocar la suya. Siento mi pecho arder, no puedo creer que en verdad esté experimentando estas cosas por primera vez conmigo.

Me separé nuevamente de ella para continuar a la salida. No dejaré que regrese donde esas personas, no me gusta ese tipo de gente.
-Ya que no quieres ir a un café, ¿qué te parece un billar? -no sé si es la clase de sitio que frecuente, pero quiero un lugar donde pueda besarla ocasionalmente. Ella no es como cualquier chica, está comprometida, y más expuesta al ojo público- queda a unas… tres o cuatro cuadras de aquí, ¿te apetece caminar? Aunque también podemos tomar un taxi -aunque es un desperdicio con este clima tan agradable, pero estoy acostumbrado a mimarla.

¿Cómo que por qué? Creo que es mas que obvio porque me sentí apenada con él, y lo peor es que el está riendo y no se como interpretarlo, odio no entender a las personas, pero si muchas veces no me entiendo ni a mi misma, entender a los demás es casi imposible.
-Por, por lo que pasó- muerdo mi labio un poco ansiosa -contigo no- ¿en serio pensaba eso? Que complejo se ha vuelto esto, no sé como tratar con un hombre. La gente suele pensar de mi que solo soy una niña rica y prepotente y lo soy. Se muy bien dar ordenes y actuar como si fuera superior a los demás, pero fuera de ese mundo no sé como reaccionar a nada más. Siempre fui a colegios de chicas, y mi madre me cuidaba mucho como para que yo pudiera hacer las típicas travesuras de una adolescente -¿hice mal, te molestaste?- no sé, creo que la mayoría se disculparía, pero yo no soy de las que van soltando ese tipo de palabras ni aunque deba hacerlo, son muy pocas personas que me han escuchado disculparme y es casi como un reflejo evitarlas.

-No debería, ni siquiera se porque lo hago- creo que simplemente hay algo en él que me inspira confianza. Le miro fijamente, creo que he abierto un poco mis ojos por su pregunta tan directa, intento decir algo pero tartamudeo un poco y no se ni siquiera que intentaba explicar. Siento un cosquilleo en mi estomago cuando dice tan abiertamente que le gusto y luego dice todas esas cosas tan lindas. Giro la cabeza a un lado cuando esas personas pasan, no quiero que vean lo rojo de mi cara. Cuando se alejan levanto la cabeza y él se acerca de nuevo, y más cerca y más… y de nuevo me besa. Me río un poco nerviosa por esa mordida, pero se ha sentido extrañamente bien -gracias- no pensaba que alguien más además de Takabe pudiera ponerme así. El siguiente beso es un poco mas largo y el mueve sus labios y yo trato de imitar lo que hace -eso es, raro- digo cuando nos separamos y pongo mi mano en mi boca, no pensaba que un beso pudiera hacerme sentir todas estas cosas.

-¿un billar? Nunca he ido a uno- no puedo evitar hacer una mueca, no es la clase de cosas que pensaba que haría alguna vez en mi vida, pero me he besado con un desconocido, así que creo que por esta vez solo me dejaré llevar. Nunca me había gustado alguien que me correspondiera, y quiero saber que se siente todo esto -¿caminar? Amm, ok caminemos- creo que Karin preferiría caminar y ella es mi mejor referencia para hacer las cosas que tono hago comunmente.

Negué con la cabeza, es difícil enojarme con ella, menos por este tipo de situación.
-Claro que no, soy una persona muy tolerante -le guiñé el ojo para que se relajara. No quiero que todo el tiempo esté tensa al estar conmigo. Me gusta verla avergonzada, pero prefiero que vaya relajándose y se sienta completamente cómoda.

No sé porqué pero también me reí cuando ella lo hizo, y no fue mala idea el darle un beso más profundo. Puede que no haya respondido mi pregunta, pero no soy estúpido, sobre todo con Kajsa que la conozco y sé que rechazaría a alguien inmediatamente.
-¿Raro malo? -incline mi cabeza- yo creo que es algo agradable -le di un par de palmaditas en la cabeza antes de continuar hacia la salida.
Ella siempre me ha hecho sentir como si quisiera cuidarla, es un poco… especial, digamos que tiene nula experiencia en muchísimas cosas, no solamente en la cuestión del amor. por eso me gusta que hagamos algunas cosas nuevas o contarle sobre lo que yo he hecho. Aunque ahora puedo ser más abierto y atrevido que cuando soy su amiga- siempre hay una primera vez para todo -su cara no parece estar de acuerdo, pero aún así accedió, y de todas formas yo más o menos había ya tomado la decisión.

En la calle seguí sosteniendo su mano, probablemente ella me diga que no lo haga pero si no es así, aprovecharé un poco esto. Además hay demasiada gente fuera, la mayoría nos pasa de largo como nosotros a ellos.
-Entonces, Kajsa -de alguna forma debo preguntar sobre ella, porque si llego a decir algo que ya sé pensará que soy más que extraño- cuéntame un poco de ti -la escuela a la que asiste, quién le gusta, qué le gusta hacer o las cosas que odia, todo eso ya lo sé. Pero no me importa escucharlo de nuevo, no sé, dudo que cambie sus respuestas pero puede que descubra algo diferente.
El camino se hizo corto entre pláticas sobre nosotros, tuve que inventarme más de una cosa. Solo debo recordar no sacar mi teléfono. Generalmente todas las chicas preguntan porqué tiene un aspecto tan femenino, y solo digo que es un aparato que me dejó mi hermana y tengo pereza de cambiar. Eso con ella dudo que funcione, o sea, sí, es bastante distraída, pero tengo un par de accesorios en el móvil que compramos juntos, con eso daría por hecho que las coincidencias son demasiadas.
-Es aquí -le indiqué que pasara antes y fuimos a la recepción a pedir una mesa. Es un lugar un poco fino, vengo algunas veces con Ziba u otros amigos porque además tiene un bar y otro tipo de juegos similares. Es bastante agradable, aunque no sé si sea de su gusto pero el ambiente es muy tranquilo, y la música muy agradable- ¿tienes alguna idea de cómo jugar? -acomodé las bolas sobre la mesa y tomé uno de los tacos de billar para mostrarle cómo- es muy sencillo -me agaché para hacer el primer tiro y comenzar a explicar, pero al hacerlo mi palo pegó a una persona tras de mí, un hombre- lo siento -no me había dado cuenta que la mesa de junto estaba ocupada.