I'll let you know [Jiro]

Recuerdo que de pequeño, mis padres se desesperaban mucho porque era un niño algo travieso, y parece que eso ya era muestra de mi impulsivo temperamento. Esa manera de llevar mi vida, me hizo casarme con una mujer a unos meses de conocerla, entrar a un trabajo que me desagradaba y luego enamorarme de un hombre. Debo aceptar que hasta ahora eso es lo que mas me tiene sorprendido. Pero dejando eso de lado, lo más reciente que he hecho solo por dejarme llevar por mi temperamento, fue renunciar a un trabajo que me gustaba solo porque estaba celoso. Si, soy ese tipo de persona estúpida, así que de nuevo mi vida a dado un giro bastante inesperado.

Al parecer mi pequeño romance con una persona famosa, me ayudó a conseguir un nuevo trabajo. No es algo que disfruto, pero, no tengo que trabajar todos los días, y resulta que venderse resulta muy lucrativo. Pero al menos sigo conservando mi vida normal, no he conseguido fama como para ser reconocido, así que puedo salir y hacer lo que quiera. Aunque tampoco es muy agradable tener tanto tiempo libre. Me la he pasado entrenando, yendo a practicas de tiro, y leyendo algunos libros en diferentes idiomas solo para no perder practica.
Le pediría a Ian que saliéramos, pero parece que está dando un respiro a su vida, y por fin sale con alguien. La única persona con quien podría salir por ahora, me haría ir a la cárcel porque es una niña. Aunque puedo jurar que a mi edad las chicas no se veían como las de ahora.
-¿Demasiadas hormonas en la comida?- pienso en voz alta mientras avanzo para formarme en la fila del banco. Tengo que depositar el cheque de mi ultimo trabajo.

Leigh:

La ventaja de salir temprano de trabajar es que me da tiempo de hacer mis pagos personales a tiempo. Además hoy fue un buen día, en general he tenido una buena semana. Mi trabajo está en una temporada tranquila y además no me va tan mal en mi vida social. No he visto mucho a Shinya, pero he salido a beber con algunos colegas y viejos conocidos, aunque debo admitir que lo extraño. Pero sé que se encuentra ocupado con el asunto de su hija y además el trabajo absorbe demasiado de su tiempo. Ya podremos ponernos al día el fin de semana, eso espero.
-Primero al banco y luego a casa -parece que se vendrá una tormenta, tal vez deba comprar comida en el camino o después no querrán llevarmela- solo espero que no haya mucha gente.

Camine más a prisa, tal vez debí tomar el autobús pero pensarlo ahora que ya estoy cerca no creo que sirva de mucho. Comencé a sentir unas gotas y apresuré mi paso. Para cuando llegué a la entrada del banco el agua comenzó a caer con más fuerza, creo que tendré que comer algo instantáneo otra vez.
Solté un suspiro, me sacudí un poco la ropa y entré al lugar yendo directamente a la fila. Esperaba menos gente pero no creo que me tarde más de 10 minutos aquí.
Abrí mi maletín para sacar la chequera y al tener el celular en la mano, lo dejé caer sin querer al intentar cerrarla.
-Mierda -susurré para mí al sentir cómo la gente me miraba. El lugar espacioso y en casi completo silencio hizo más estruendoso el golpe de mi teléfono, aunque me preocupa más el que no vuelva a prender. Me agaché a levantarlo y cerré mi maleta para luego dejar que mi vista se concentrara en la fila. Me siento como un bobo ahora, aunque tampoco es algo tan malo pero… qué vergüenza.

Al menos creo que he tenido un poco de suerte, he llegado al banco antes de que la lluvia se desatara, pero en contra parte, está el hecho de que al irme tendré que estar bajo la lluvia hasta para tomar un taxi.

Al igual que todos los que estamos en el lugar, me giro para mirar en dirección a donde se ha escuchado un ruido. Sonrió al mirar a esa persona, ¿como puede ser posible?
Un momento, debería borrar la sonrisa de mi cara, la última vez el me rechazó, por un tipo que tiene pinta de estar loco. ¿Quien usa un parche en el ojo? ¿se cree pirata o que? ¿y porque siempre usa guantes? es raro por donde sea que se mire.
Lo mejor sería ignorarlo, terminar mis tramites e irme, pero ¿quien podría estar enojado con él? al menos yo no puedo.
El me ha hecho sentir miserable desde que lo conozco, y aun así, sigo sonriendo al mirarlo.
-Soy un idiota- me digo resignado y pido a la persona atrás de mi que cambiemos de lugar y lo sigo haciendo hasta queda en el puesto delante de Jiro. El está tan metido en sus cosas que creo que ni siquiera nota mi existencia.
-Okanao- digo su apellido como de costumbre, porque nunca le he hablado por su nombre... -que casualidad, ¿como estás?- le pregunto tratando de que hablemos como si nada. Me siento tan ansioso que quiero encender un cigarro ahora, pero dentro del banco no se puede fumar, y afuera con esa lluvia, creo que sería físicamente imposible.

¿Tal vez debería comprar una pizza? Aunque prefiero algo más saludable. Tenía ganas de comer Ramyun pero tendría que tomar doble taxi, y tampoco tengo tanto dinero para gastar. De por sí quería ahorrarme el de ahora pero… creo que no será posible.
-¿Sí? -salí de mis pensamientos al escuchar mi nombre. Su voz es inconfundible para mí pero no fue hasta que lo vi fenfrente que mi corazón comenzó a latir más rápido. E inevitablemente y como siempre, me puse muy nervioso- hola, bien -me quedé mirandolo un rato, se ve tan perfecto. Deje de lado el hecho que estamos en el banco, o que la última vez que hablamos no quedamos en los mejores términos. Y de manera fugaz pasa por mi cabeza la frase que me dijo aquel día- tú… te ves bien. ¿Cómo estás? -mordí mi labio. Obvio que se ve bien, demasiado, me molesta lo tremendamente atractivo que es. Siento que el aire se em va, y mis latidos se sienten escandalosos en esta sala tan calmada.

Tomé un gran respiro y le sonreí, no sé qué decirle. ¿Por qué hoy? Y no sé si está haciendo que mi perfecta semana se arruine o se haga perfecta.  Mi seguridad en mi relación se desmorona, y solo intercambiamos saludos.
-La… la fila -le indiqué que avanzara. ¿Cómo es que no lo noté al frente? Sí que soy idiota, pude salir de aquí antes de formarme. Sé que soy un cobarde, pero todavía no me sentía listo para enfrentarlo. Vamos, ni siquiera pensé que lo haría pronto. Con toda esa nueva imagen que vi de él yo pensé que lo inalcanzable se había hecho definitivamente imposible. Y comencé a extrañarlo en mis recuerdos- te vi en una revista, pareces importante ahora -la fila va muy lento, y me dan ganas de desistir y salir corriendo. Pero también de quedarme aquí, y luego decirle que si quiere ir conmigo a… no lo sé. Soy un imbécil. Si tan solo no hubiera dicho eso, si se hubiera burlado de mí todo sería más fácil pero en cambio expresó lo que siempre soñé escuchar. Y ahora, tiempo después, yo aun sigo muy afectado y puede que a él ya no le importe.

Parece que él no me reconoce, me siento decepcionado, pero supongo que es lo obvio. Él tiene al tuerto con mucho dinero, ¿que podría ser yo a su lado? un hombre con dos ojos y muy posiblemente un pene más grande.
-Bien...- no se que más decir, ahora lo de irme fingiendo que no lo había visto parece tan tentador.
-¿eh?- pregunto y miro hacia la fila, que hay un espacio que he dejado porque no he avanzado -ah, si, la fila- me muevo sin muchas ganas.

¿Para que me acerqué? ¿para que le hablé? no tiene sentido, es como si quisiera torturarme a mi mismo. Supongo que soy un maldito masoquista o algo así. Ya no parece tan raro, después dejé de ser heterosexual por él, ¿por que no volverme un rarito masoquista? un escalofrío me recorre por esa idea.
-Ja, ¿importante? no lo creo, pero necesitaba dinero, ya sabes, renuncié a mi último trabajo de golpe...- me río nervioso por lo que he dicho, no es que lo quiera incomodar, solo... trataba de explicar porque terminé en unas fotos para una revista.
-¿Y como va el proyecto de la editorial?- fue tan poco profesional el que haya renunciado de esa manera, ¿pero que esperaban? ellos eran tan... incómodos. Dos hombres no me resultan algo agradable de ver, soy tan homófobo y lo peor es que puede que sea porque soy gay. Por eso detesto a Jiro, me ha afectado tanto en mi sexualidad, que ni siquiera se lo que soy y parece que nunca lo sabré.
Avanzo más en la fila, y me resulta un poco incomodo el silencio entre nosotros.
-¿y que te parecieron las fotos?- y claro tengo que hablar de algo que pueda hacer vacilar mas mi sexualidad...

El comentario sobre su nuevo trabajo resultó en mi contra, y obviamente me incomodé demasiado cuando menciona el hecho que renunció repentinamente. Me siento culpable, hice de su lugar de trabajo algo incómodo y por eso se fue. Entiendo cómo se siente, no es igual a cuando yo huí pero dejar un lugar estable no es tan sencillo.
-Jaja… sí… -esto es completamente incómodo, peor que antes. Al menos en aquel tiempo podíamos fingir una plática y de allí partía hacia un tema ridículo o incluso interesante, y luego nosotros… hablábamos demasiado sobre nosotros y lo que no fuimos. Soy un idiota, y lo peor es que mis sentimientos por él siguen intactos. Su risa estúpida y su maldita cara perfecta. Pero sobre todo la manera en que se dirige a mí. Es tan diferente a mí. Yo en su lugar estuve a la defensiva, aunque no duró mucho mi resistencia pero… creo que a pesar de todo el que aún intente hablarme con normalidad me hace sentir un poquito querido- bien, está casi finalizado, así que yo ya he terminado con ellos -después del problema las miradas sobre mí y esos comentarios me hicieron un poco pesado el ambiente, pero como en cada oficina, tiempo después llegó un chisme más atractivo y pase a ser la persona irrelevante de siempre.

-¿Mmm? -di unos pasos para avanzar y agaché la vista. Es tan imprudente como siempre, pero el que mantenga esa personalidad me hace sonreír con honestidad- saliste muy bien, ya lo sabes -mi comentario sonó casi relajado- parece que te divierte tu nuevo empleo, felicidades -no sé si fue prudente decir eso ya que fui la razón de su renuncia, pero espero en verdad le vaya bien es esa industria. Aunque es un hombre demasiado atractivo, la verdad no imaginé que terminaría modelando, pues su actitud es un poco tosca para esas cosas.

Cuando fue su turno en ventanilla solté un suspiro aliviado. Y también me sentí solo, pero sé que lo mejor es despedirme de él normalmente y seguir mi camino. Solo debo terminar mis asuntos normlmente e ir a casa.

-Que bien, que bien- expreso sin demasiado entusiasmo. La verdad que no era el proyecto que mas me gustaba. Siendo honesto, la psicología me resulta aburrida, siento que hablan y hablan, para decir la misma cosa en diez formas diferentes. Pero realmente el trabajo me gustaba. Creo que mis favoritos eran los libros infantiles, era agradable buscar la manera de expresar algo que resultara agradable para un pequeño.
-Tienes razón lo sé- mi lado vanidoso no es algo para sorprenderse, pero me hace sentir bien escuchar que a él le gustó. Bueno, realmente el no dijo que le gustó, solo que salí bien... ¿pero le gustaron no? sino no le parecería que salí bien, diablos de nuevo me tiene pensando demasiado -¿Divertido? no se si se le pueda decir así, realmente es demasiado caótico y confuso, pero es lo único que encontré- tanto tiempo dedicado a mis estudios para terminar vendiendo mi imagen. La verdad eso me decepciona bastante -Es mi turno- comento cuando tengo que pasar a ventanilla.
Solo entrego el cheque, cobro una parte y la otra pido que la depositen a mi cuenta para así pagar algunas de las deudas que tengo.

Cuando termino el sigue en su ventanilla, esperarlo sería raro, así que solo camino para salir. Es lo mas prudente, corro bajo la lluvia para ir a tomar un taxi, pero al final me detengo.
-detesto ser el tipo bueno- solo me doy la vuelta y regreso a buscarlo. Lo veo a través de los cristales del banco y apenas sale me paro frente a él para impedir su paso.
-Una última vez, déjame estar contigo esta tarde, y te prometo que nunca más volveré a molestarte- soy un necio, no lo puedo negar, ¿seguiré siendo el tipo bueno? probablemente si, porque no quiero dañarlo de ninguna manera, pero quiero estar con él solo un poco más. Aun si es incomodo, es mucho mejor que no tenerlo cerca.

Pensé que al menos su nuevo trabajo le divertía. Él siempre ha sido un poco ególatra, está tan orgulloso de su físico que creí lo disfrutaba, pero obviamente su profesión y el trabajar en algo referente es mucho mejor, solo buscaba cómo sentirme mejor por haber arruinado su lugar de trabajo.
-Espero que mejore, te ves bien tras la cámara -no puedo evitar elogiarlo. Porque para mí es más sencillo admirar su perfecta cara o su físico y no enfocarme en su torpeza o esa personalidad tan honesta que me hizo enamorarme. Vamos, he pensado tantas veces qué es lo que me atrae tanto. Es un brusco sin tacto, pero al menos me dice lo que piensa, y aunque al principio fue un grosero conmigo, después de eso siempre me trató con cuidado. Aunque no sabe cómo expresarse siempre he sentido sus palabras hacia mí honestas. Y al final consideró mis sentimientos. ¿Por qué me negué a creer que le gustaba tanto? Y le creo, es por eso que me siento tan confundido y frustrado. No sé si sus sentimientos cambiaron para el día de hoy, pero los míos no.

Me inclino ligeramente en forma de despedida y paso a la casilla a hacer mis pagos.
-Depósito en estas cuentas -le proporciono los datos a la persona en ventanilla y espero a que haga el proceso. Pasé mi mano por mi mejilla y me giré discretamente a ver si seguía aquí, pero obviamente no. ¿Qué quería?, ¿que estuviera esperando por mí? Me sentí un idiota y suspiré, regalando una sonrisa y un par de firmas a la persona en ventanilla- gracias -terminé los trámites y caminé desganado a la salida, llueve horrible.
Pero detuve mi paso en seco al verlo frente a mí.
-Estás empapado -está lloviendo demasiado, y le hice que caminara conmigo hacia un lugar donde no estorbaramos el paso ni nos mojaramos. No respondí a su pregunta, dejé mi maletín en el suelo y quité el agua de su cara con la manga de mi saco- eres tan imprudente como siempre -estoy nervioso, y no termino de procesar qué es exáctamente lo que quiere de mí. Y tengo que negarme, debo hacerlo ya antes de que sea tarde- no te entiendo -bajé mi mano y susurré, siento que mi corazón se detendrá en cualquier momento. Quiero abrazarlo, besarlo. Quiero olvidarme de todo. ¿Es esta una oportunidad? Estoy harto, no hago más que arrepentirme de todo. ¿Por qué no puedo ser como antes y que deje de importarme lo que haré? Recargué mi cabeza en su pecho. Realmente tenía tantas ganas de volver a verlo- entonces bésame… -no sé si pudo escucharme. El sonido de la lluvia y mi voz tan apagada hacen que las palabras parecieran solo otro pensamiento más. Y levanté la vista para acercarme a sus labios. Fue apenas un roce que se sintió tan caliente- realmente… si te digo que no, ¿me dejarás en paz? -me odio, detesto sentirme tan débil ante él- jaja… como si pudiera negarme -tengo miedo, soy una persona espantosa y aunque sé que esto no es correcto, me he quedado aquí con él para que haga conmigo lo que se le dé la gana.

Sonrío un poco bobo cuando dice que me veo bien tras la cámara, digo, a lo sabía, pero me gusta escucharlo, más cuando es él quien lo dice.

-Solo es agua- digo restando importancia a ese a el estado en que me encuentro. Le sigo aunque creo que para mi ya no tiene caso tratar de refugiarme de la lluvia.
-¿Por que no?- ¿no fui claro? lo peor de todo es que el habla tan bajo que ni le escucho.
Pero al sentir el roce de sus labios siento como si en mi pecho acabara de explotar algo, tibio que se riega por todo mi cuerpo.
-Demonios Okanao, yo solo quería que fuéramos por un café o algo así- admito, un poco frustrado revolviendo mi cabello mojado.
Simplemente quiero besarlo con la pasión que nunca he podido contener con él, pero el hecho de estar en la calle, me frena un poco, y uno de mis pies retrocede un paso.
Mis miedos, mis eternos miedos son lo que lo alejaron de mi. Realmente lo que me ha hecho, el que prefiera a otro, sus rechazos y reclamos, los merezco todos y cada uno de ellos. Pero realmente lo amo, no se desde cuando o como, pero lo sé. Tanto había esperado una señal de él, algo que me animara a a hacer algo, pero el parecía solo rencoroso hacía mi, por eso no podía dar un paso más. No quería que me odiara aun más y ahora que él demuestra algo que no es rechazo yo soy el cobarde de siempre.

Mi mano se estira hasta el cuello de su camisa, y lo jalo. Se que es la clase de agarre que hago a un hombre cuando voy a golpearlo, pero con él he terminado halando con fuerza de sus ropas para que nuestros labios choquen de nuevo.
Estoy nervioso, ansioso, y si, asustado, o lo estaba, porque al besarlo como que todo eso deja de importar, lo único que tiene sentido ahora es besarlo.
No se cuanto dura el beso, pero no quiero terminarlo, sus labios sin duda son los mas deliciosos labios que deseo besar.
Mi mano sigue estrujando el cuello de su camisa, pero mi otra mano le ha tomado de la cintura para juntar nuestros cuerpos.
-y no, claro no que note dejaré en paz luego de esto- sentencio de manera rotunda, separándome un poco de él.

Su respuesta me hace tener miedo, y aún más cuando  se aleja de mí. Claro, ¿qué esperaba? Inmediatamente salté a la conclusión más conveniente y ahora me siento sumamente ridículo. Creo que mi autoestima fue en picada por esto, quiero salir corriendo. Pensé que tal vez era mi oportunidad de regresar a él, pero, ¿exactamente a qué? No pensé en el después, yo solo quería besarlo, seguir aquí a su lado aunque ni siquiera habláramos.
-Perdón -mis palabras se ahogaron por el sonido del agua y ese repentino jalón en mi camisa. Ese sentimiento de derrota y vergüenza se esfumó al instante en que comenzó a besarme, y sin meditarlo correspondí. Me aferré a su ropa y me dejé llevar inmediatamente. El calor de su lengua y sentir su cuerpo cada vez más cerca hacen que mi pecho comience a latir desesperado. Mis manos fueron hasta su espalda y mi cuerpo se movió más cerca del suyo, y dejé que prolongara el beso a su antojo. Tanto tiempo ha pasado, y yo me sigo volviendo loco por él. Sus besos me hacen olvidar incluso el sitio en el que estamos o nuestras circunstancias.

Tomé un poco de aire al separarnos, sentí una alegría enorme por sus palabras y se nota en mi cara. Una parte de mí se arrepiente, y sé que estoy a tiempo de rechazarlo antes de que las cosas empeoren.
-¿Es una amenaza? -sonreí y tomé un poco de distancia. Lamí mis labios y agaché la vista, porque no puedo dejar de sonreír como un estúpido- ¿dónde quieres ir? -me apresure e impulsé mis deseos sobre él. Ahora sé que es mutuo pero creo que me precipite al besarlo. Debería preguntar mejor sobre lo que pasará con nosotros, ¿no?, pero quiero disfrutarlo un poco más. No sé qué voy a hacer, no me importa ahora- primero deberíamos tomar un taxi -me asomé por si se veía algún vehículo cerca, pero tendremos que correr cerca de la carretera para atajar alguno vacío. Sigo nervioso, aún no proceso lo que acaba de pasar. Me acerqué de nuevo a él y me paré a su lado, y moví mi mano cerca de la suya para tomarla- siempre quise hacer esto contigo -sentí mi cara ponerse caliente, seguramente piensa que es un acto bobo e infantil, pero el poder tomar su mano de esta manera me hace sentir bien.

-Siempre son amenazas- comento un tanto ¿juguetón? diablos, seguro que yo me burlaría de mi mismo si no estuviera tan feliz y perdido mirando sus oscuros ojos.
-No tengo idea, la verdad ni siquiera puedo pensar- ahora incluso aquí en la calle, con las miradas ajenas, hasta eso me parece bien -ok, un taxi- camino hacia la calle mirándolo constantemente. Mi estúpida sonrisa no se puede borrar.
Siento su mano y escucho sus palabras.
-Así que eres un cursi- comento apretando ligeramente su mano en un gesto de que me gusta. Creo que la ventaja de que la lluvia aleja a las personas me hace sentir un poco más relajado con estas cosas.
Por fin luego de un rato un taxi se detiene. Dejo entrar primero a Jiro y luego subo yo, y doy la dirección de mi casa. Desde que comencé a vivir ahí, nunca he llevado a una mujer, y ahora solo quiero llevarlo a él.
Esto es una gran locura, pero me siento tan feliz. Mis dedos juegan entrelazados con los suyos.
Al bajar del taxi miro el edificio, y son soltar a Jiro solo sigo caminando, voy con prisa pero no por la lluvia, solo quiero estar solo con él.
Entro al pequeño lugar que rento y apenas cierro la puerta lo envuelvo en mis brazos y busco sus labios de nuevo.

departamento:

Lo acorralo contra la puerta para besarlo. Ambos estamos escurriendo, y el frío por las ropas mojadas comienza a sentirse más, pero no quiero separarme de sus labios.
Para respirar por unos segundos me separo de él y lo miro, no puedo creer que de nuevo puedo tenerlo cerca, mis manos acarician su rostro limpiando el agua, y peino su cabello hacia atrás para que no siga escurriendo agua en su rostro.
-No te atrevas a dejarme de nuevo- digo abrazándolo y hundiendo mi rostro en su cuello - porque entonces, yo... entonces solo podría rogarte tres o cuatro veces más, solo eso porque debo mantener mi orgullo- digo bromeando, aunque creo que es obvio que el orgullo no es algo en mi lista de prioridades.
-Necesitas un baño caliente- le comento tomando su mano para que subamos a la parte donde esta mi cama y el baño. Me quito mis zapatos, calcetines, abrigo, camisa y todo está regado en el piso del baño. Tomo un respiro y me acerco a Jiro y comienzo a quitar la ropa de él y comienzo a ponerme nervioso, muy nervioso.
-ok, ooook. No te enojes- digo esperando que no piense que le tengo asco o algo así -me encantas, y es obvio- digo señalando mi pantalón donde se ve la erección que tengo desde que lo tenía en la puerta -Es solo que no sé como... besarte lo puedo hacer muy bien, pero todo lo demás, ¿y si no te gusta como te toco, o como hago las cosas?- comienzo a caminar de un lado a otro en el baño -se usa lubricante ¿no? ¿debimos pasar a comprar? yo no tengo... ¿y si te lastimo?- toda la excitación que podría tener hace un momento simplemente se ha esfumado y solo estoy preocupado y me siento mucho mas inseguro que cuando perdí mi virginidad -ay por favor no vayas a pensar que no quiero- digo dándome cuenta de que seguro me estoy comportando como lo hice hace unos años -te amo, pero no se como hacer esto. Se un poco de teoría, leí un poco, no vi nada porque, realmente la idea de ver a dos hombres, no me resulta llamativo... ¿lo estoy empeorando verdad? - ¿que pasa con toda esta inseguridad? no pensaba que fuera a ponerme tan nervioso. Realmente me asusta ser malo en esto y que él solo prefiera dejarme.

Le di un empujonsito y me reí, su burla no era con mala intención, pero eso no evita que me sienta avergonzado de ser tan honesto. Creo que mi personalidad me impide mentir bien, pero con él me vuelvo más obvio y predecible. Me maneja muy bien y eso me aterra un poco.
Caminamos en la lluvia hasta llegar a un taxi, él dio una dirección privada así que supongo nos dirigimos a su casa, ¿o será a un hotel? No es que quisiera hacer esto tan pronto. O sea, sí quiero, diablos, llevo años esperando y soñando con esto. Y bueno, el que me lleve a su casa no quiere decir que de verdad nosotros por fin hagamos eso. No puedo dejar de pensar en eso, pero supongo que lo esperaba después de haber dado un paso hacia él.

Me puse todavía más nervioso al bajar del vehículo, ni me fijé en si el taxista notó nuestra acaramelada muestra de cariño, pues me dejé llevar adentro por él, un tanto por la lluvia y otro poco porque no puedo negarle nada.
No tuve tiempo de mirar el interior porque inmediatamente cerró la puerta ya estábamos besándonos. Y tampoco me importó, correspondí sus besos con cierta desesperación que sentí como el aire se terminaba.
-No… -no podría. Creo que soy demasiado tonto para ocultar que de nuevo lo he visto, ni siquiera debo meditar lo que haré a partir de ahora. Ya sé que no es justo, y que tal vez me gane el odio de Shinya por mis tontas indecisiones. Pero no quiero separarme, no ahora que por fin puedo tenerlo como tanto he deseado.
Acaricié su cabello mojado y cerré los ojos. Siento frío al mismo tiempo que mi pecho quema.
-¿Qué? -me tomó por sorpresa y lo seguí sin objetar. ¿Tomaremos un baño juntos? Bueno, no dijo que juntos pero creo que es obvio. Qué patético, me comporto como un chico virgen. Creo que ni siquiera cuando perdí mi virginidad me sentí tan vulnerable.

Él comenzó a desvestirse y yo me quedé parado mirando. ¿Debería hacer lo mismo? Pero estoy inseguro. ¿Qué pasa si al final se arrepiente? A estas alturas no lo soportaría. Tragué saliva y dejé que me quitara el saco y la camisa, pero luego solo se detuvo. Me quedé mirando en silencio. Creo que mi cara no puede lucir más impresionada. Su explicación es clara y honesta, no hay forma que pueda mal interpretarlo, pero aún así parece que tiene miedo.
-¿Qué hay con todo eso? -comencé a reírme y me acerqué a él para abrazarlo. Tengo demasiadas ganas de besarlo, y muchas más de que me haga el amor. Pero también comprendo su miedo. Yo también temo dejar de gustarle, tengo miedo que se arrepienta y decida que no soy suficiente- no es necesario apresurar las cosas, ¿o sí? Me basta con tus besos -tomé su cara entre mis manos y le di un beso corto- obviamente quiero esto tanto como tú -bajé mis manos para tomar las suyas y las elevé para dar un beso en ellas- y también tengo miedo -tomé aire y agaché la vista por la vergüenza- te amo, eres la primera persona por la que siento esto. Tengo miedo de tu rechazo o de estropear las cosas. O de dejar de gustarte. De que sea curiosidad o que pienses que a pesar de que me quieres,, mi cuerpo no pueda satisfacerte. Pero a pesar de eso estoy bien si solo te quedas conmigo -solté el aire y creo que mi voz se hizo cada vez más tenue- te amo -me pegué a su cuerpo y lo abracé, no quiero que vea mi cara ahora, porque si dice o hace algo yo me pondré a llorar.

Hago una mueca de confusión, porque él esta riendo. Pensé que podría sentirse mal porque pensaba que lo estaba rechazando.
-¿En serio? pero tu dijiste que te hice sufrir porque no te tocaba...- comento recordando lo que me dijo en alguno de sus reclamos, claro que cuando el lo dijo mencionó que yo le tenía asco, o algo así creo recordar.
Miro como besa mis manos, es un poco raro... todo esto... él... es tan... lindo.
Escucha como dice que me ama, se siente bien, mi corazón palpita con fuerza en mi pecho.
Lo envuelvo entre mis brazos de manera protectora. No quiero que piense que eso podría pasar, podría casi asegurarlo, porque he imaginado lo que sería estar juntos.
-ok, los dos tenemos miedos- comento pero desearía que se me ocurriera algo mejor para decir -ok...- sigo sin saber que decir o hacer -¿intentamos bañarnos juntos o mejor lo hacemos separados? no tengo idea de como hacer esto, nunca he sido de los que van lento- admito separándome un poco de él -entremos al agua- digo jalandolo a la regadera y abriendo a la llave. El agua no tarda en salir caliente y solo lo abrazo. El frío se esfuma poco a poco y yo solo sigo abrazándolo. Soy patético, ni siquiera he podido quitar mis propios pantalones -¿realmente podrás tenerme paciencia? - pregunto un poco asustado de que se canse de mi.

Busco sus labios, el dijo que por ahora eso estaba bien, y yo necesito besarlo ahora. Solo ese contacto entre nosotros me deja sin aliento casi al instante. mis manos acarician su espalda mojada.
-me encanta tu piel- suelto esa confesión, porque siempre he querido decirle eso. Porque mis manos disfrutan tanto de tocarlo. Entre las caricias mis manos tocan varias veces ese limite que marca su pantalón y pienso que no puede ir tan mal. Así que comienzo a desabotonar su pantalón y hago una pausa, y alejo a Jiro de mi, tomandolo de los hombros y usando mis brazos para poner la distancia. Mi mirada le recorre con descaro.
-De acuerdo si, es raro, pero, no me desagrada- admito levantando la mirada, porque obviamente he mirado en dirección a su pene... creo que hasta mi rostro está rojo. Pero si, la imagen de Jiro con el torso desnudo, su cabello medio alborotado y sus pantalones abiertos, con el plus de estar mojado, me resulta bastante agradable -esto es como pasar por la pubertad por segunda vez- comento con la mirada clavada en otra dirección para evitar mirarlo y así calmar un poco la manera en que me hace sentir.

Fruncí el ceño e hice una mueca. Con él me volví demasiado inseguro. Nunca pensé en estar con un tipo heterosexual, mucho menos andar tras de él esperando que me correspondiera. Siempre me burlé de los chicos que hacían eso, porque pensé que habiendo tanto hombre con gustos similares, ¿por qué tendría que rogarle a uno? Y al final terminé cometiendo ese error. Enamorándome, persiguiendo algo que era casi imposible. Aún tengo miedo de si él vacilará sobre nosotros, pero también quiero confiar en lo que me dice. No es de los tipos que habla tonterías para obtener algo, es demasiado directo.
-Es porque siempre te veías arrepentido, además al final decidiste volver con ella -recordar me provoca una punzada desagradable en el pecho. Ella ya no está ahora para separarnos, pero en cambio yo debo terminar las cosas Con Shinya.
Solté una risita y me dejé abrazar. Pasé mis manos alrededor de su cintura y me recargué en su pecho. Se siente tan bien, todo lo demás no importa. Guardaré este momento como uno de los más hermosos que he tenido.
-¿Nunca te has bañado antes o qué? -mi broma es mala, lo sé, pero necesito relajarme para no ponerme demasiado sentimental- no es necesario, ya te dije que no necesitas apresurar las cosas -pero él no me hace caso, ni antes ni ahora, y así creo que será por siempre.

El agua caliente me hizo calmar el frío, y de nuevo me aferré a su abrazo.
-Siempre -soy una persona paciente, y con esto aseguro que para él no habrá límite de lo que puedo soportar.  
Sus besos son suficientes para mí, porque con solo eso yo me siento débil. La sensación de sus manos me hace sentir caliente, y poso mis manos alrededor de su cuello intentando profundizar más nuestros besos.
No supe qué decir, su cumplido me tomó por sorpresa y solo sonreí como idiota. Pero parece que mi corazón sufrirá más de un arranque por sus acciones impredecibles- ¿cómo se supone que tome eso? -me reí de nuevo y agaché la vista. El ruido del agua fue el único por unos instantes, y luego comencé a bajar mis pantalones. Tengo miedo de que sienta asco, pero si pasará eso prefiero que sea pronto- puedes salir si te sientes un poco incómodo, no creo que sea buena idea si nos quedamos mucho tiempo empapados -quiero que se quede, que no le importe como luzco. Pero también dije que no lo presionaría.
Puse mis manos sobre sus hombros y lo hice girar al lado contrario. Su espalda es tan hermosa, todo él. Tengo ganas de lamerlo pero seguramente se espantara- apresurate y quitate la ropa, lavaré tu espalda por ti -tengo que dejar de darle razones para dudar, pero también me siento nervioso- si quieres puedes bañarte hacia ese lado, yo no tengo problema con ver tu cuerpo -hablé un poco coqueto y dejé un beso sobre su espalda, luego tomé la esponja y el jabón y esperé a que él se quitara la ropa.

Parece que incluso ahora, no puedo sacar a Yoko de mi vida. Un gesto de completo desagrado por escuchar de ella, es algo que aparece en mi rostro casi automaticamente.
-No decidí volver con ella- refunfuño molesto por la sola idea. Es verdad que yo la adoraba y me tomó bastante tiempo liberarme de esos sentimientos, muestra de ello que teminara sucumbiendo ante ella de vez en cuandod y por esoo era posible que fueramos a tener un hijo.
-ahora hasta eres gracioso- comento con sarcasmo por su bromita.

Realmente espero que el pueda ser paciente conmigo, porque aunque acepto mis sentimientos por él, aun me quedan muchas mas cosas que aprender a manejar.
-Ni idea- contesto tratando de superar esta absurda timidez -Woow- digo cuando noto que comienza a bajar sus pantalones, de neuvo me siento nervioso -me quedo- respondo pero mi vista está clavada en el azulejo de la pared.
La manera en que me hace girar me toma por sorpresa, que ni puse resistencia. Comienzo a bajar mi pantalón por lo que me ha dicho, aunque por estár mojados cuesta un poco.
El beso que deja en mi espalda me sobresalta un poco.
-oye... sobre el sexo... ¿estamos claros, quien hará que... cuando sea el momento?- pregunto girando un poco mi cabeza para mirarlo de reojo -porque oye, yo te amo, pero definitivamente no voy a ser... ¿como le dicen? ¿pasivo?- comento un poco ansioso y ni se en que momento me he dado la vuelva y lo estoy mirando por completo. No es que me afecte un cuerpo de hombre desnudo, he visto a muchos, en porno, también en la escuela en los vestidores luego de hacer deportes -ammm- apenas noto que estamos frente a frente me pongo algo nervioso -yo voy a.. a mirar hacia allá- digo señalando a donde hace rato él me hizo girar, pero sigo mirandolo -si, si... me giro- por fin comienzo a moverme y le doy la espalda de nuevo -ammm, estás muy flaco- comento como si me quejara pero creo que mi cuerpo nunca me ayuda a mentir cuando se trata de él, y si, puedo asegurar que por primera vez me he excitado al ver el cuerpo de hombre. Porque, si Jiro eleva mi libido, con los besos, e incluso en las fantasias creadas en mi cabeza, pero esta vez es real, y solo lo he miradado -Bueno, definitivamente no me das asco- comento con una tos fingida.