Good Morning[Luciel]

Recuerdo del primer mensaje :

Me levanté temprano como de costumbre para hacer un poco de ejercicio. Cuando él no está en casa, lo único que me queda es atenderme a mí misma y un poco a los chicos. Aunque Andy se ha ido ya al trabajo seguramente, y Dima debe estar dormido. Ni siquiera sé cómo llegó ayer, pero escuché cuando entró a su recámara y preferí no molestarlo más. Me preocupa la forma tan terrible en que está actuando, últimamente sale con más frecuencia y mis palabras no son suficientes. Su padre solo le da sermones vacíos y a mí no me respeta tanto después de todo. A pesar de todo es un niño muy cariñoso, y no sé si es chantaje pero eso me complica el castigarlo, porque más que molesta o decepcionanada, estoy preocupada de que termine en una condición irremediable.

Salí un rato a correr por los alrededores, me siento decaída estos días y al no tener tanto trabajo, mi mente solo está llena de todas esas cosas que oasan en mi familia. Dima está ocupado con la escuela, Andy en el trabajo y Mitya apenas si lo veo unos días al mes. ¿Cuánto ha pasado desde que volvió a Rusia? Creo que ya va una semana. De nuevo pasa demasiado tiempo fuera, y pensar en la posibilidad que tenga alguien nuevo me hace sentir deprimida y miserable.

Volví caminando a casa con el animo decaído y al llegar entré directamente a la cocina. Necesito pensar en otra cosa, además Dima se despertará hambriento y seguramente crudo, pero el que podamos desayunar juntos aún, me pone de mejor humor. Pese a ser un niño irresponsable, siempre tiene tiempo para mí. Debo ser positiva, él me necesita fuerte. No sé qué pasa entre ellos pero últimamente se puso peor. Y debe saber que no importa qué o quién más le haga daño, yo siempre estaré a su lado.

-Bueno eso no tiene nada que ver con usted. Dima es un caso muy especial- creo que todos sabemos que cuando éramos solo unos niños, Dima era el mas dulce y cariñoso de los tres. Recuerdo que incluso a mi me daba demasiada ternura y fue por eso que comencé una amistad con él. Y nadie puede negar el intenso amor que demostraba por su hermano, era casi una adoración que me hacía sentir un poco envidioso, porque yo jamás vería así a mis hermanos y ellas menos a mi. Aunque luego crecí y me di cuenta que definitivamente era imposible dar y recibir esa mirada a mis hermanos --no todos los hijos podemos hacer lo que nuestros padres quieren- comento con una sonrisa para ocultar esa sensación de molestia que me causa pensar en esa realidad, pues solo estoy pensando en mi propia familia.

-ammm, ¿años?- comento porque no se cuantos van ya.
-La verdad es que Dima nunca me ha dicho que pasó, y Andy como nosotros, creo que no tiene idea- sonrío de medio lado, no pensaba que ella notara que Dima aun quiere a Andy, es tan obvio con su rechazo. Pero no creo que ella entienda lo mucho que Dima quiere a Andy, yo lo noté con el pasar de los años y luego de terminar con mi primera novia, me sentí tan traicionado, y tuve comportamientos similares a los de Dima, y creo que fue cuando comencé a entender la complejidad de los sentimientos de Dima y un poco del porque cambio, o al menos eso creo. Si yo fuera él, y de repente un día entendiera lo que siento por mi hermano... No entiendo realmente lo que pasa por su cabeza, pero se que hay algo de eso.
-yo muchas veces intento hacerlos pasar tiempo juntos, tengo la esperanza de que un día ya hayan discutido tanto que solo puedan arreglar las cosas, a veces creo que funciona. Seguro eso les hace falta, un tiempo para volver a pelear, la verdad es que yo los prefiero peleando a que se ignoren el uno al otro- digo con una sonrisa traviesa por las muchas veces que los he orillado a pasar tiempo juntos. Pueden decirme loco, pero estoy seguro de que he logrado ver a Dima sonreír después de regañarme por hacerle eso. No se que pasará con ellos, Andy creo que solo lo ve como su hermano, pero yo he aprendido que a veces solo un rato agradable con la persona que te gusta es suficiente para ser feliz.

Doy otro largo suspiro. No es que le exija demasiado a ellos, en especial a Dima. Pero eso no debería ser una opción, ¿o sí? Ellos son familia, antes se comportaban así y ahora parecen dos extraños. Aunque bien podrían vivir sin estar juntos, y si eso es lo que desean debería respetarlo. Pero como su madre sigue siendo doloroso para mí verlos en ese estado.
-Tal vez intente hablar con Andy esta vez -aunque, ¿qué se supone que haga? De todos modos él estaba pensando en independizarse, pero a como me lo dijo, creo que es algo muy lejano todavía. El simple pensamiento me hace sentir culpable, porque no es como si esa fuera la solución y tendría que prácticamente alejarlo de nosotros.

Llevo mis dedos a mis sienes y tallo con insistencia mientras cierro los ojos.
-Realmente… y considerando la paciencia que Andy tiene con él, debió ser algo malo esta vez. Pero, ¿sabes? no puedo culpar a Dima por eso. En primer lugar porque no sé si Andy hizo algo que lo molestara a tal grado, y aunque sonará a justificación, Dima es un buen chico. Pero en fin…. ninguno me dirá nada, por eso tú debes avisarme en cuanto tengas pista de eso, ¿de acuerdo? -le miro amenazadora. No es en serio, probablemente él sabe pero hay códigos entre amigos. Yo no tengo una amistad así de estrecha, pero ellos ya son como hermanos y si Dima le ha prohibido decirme algo, no dira nada. Pero de todos modos no pierdo nada con insistir- si lo pones de esa forma, pues sí, es preferible que estén peleando. El que alguien te ignore duele más que su desprecio -muerdo mi labio recordando mi propia experiencia. Mitya es muy agradable, pero su cariño se siente cada día más distante. Pienso que llegará el día que me ignore de la misma forma que ellos hacen el uno con el otro, y cuando eso pase, no estoy segura de qué pasará conmigo- me acuerdo cuando eran niños y pasaban mucho tiempo pegados. Cuando nos íbamos de vacaciones de verano, en todo el camino tenían su propio mundo. La primera vez que fuimos, Dima tenía una expresión tan feliz que no se le quitó hasta que fue a dormir. Por eso me lo pregunto siempre… -sonrío con nostalgia, ojalá pudiera obligarlos a pasar tiempo juntos de nuevo. A diferencia de él yo soy más torpe con eso, además no soy muy buena obligando a Dima a hacer las cosas, y Andy es muy persuasivo.

Paso mis dedos entre mis cabellos mientras ella habla, me siento un poco mal al ver las expresiones en su rostro, pero la verdad es que ella sigue siendo hermosa aun así, pero la prefiero con una sonrisa, ella tiene una de las sonrisas mas dulces que he visto.
Es una buena mujer, y sus hijos son a veces demasiado idiotas. Se que ambos la quieren y respetan mucho, pero son demasiado emocionales y a veces algo egotistas. Incluso Andy aunque es mayor y tiene mayor madurez, muchas veces no piensa mucho en el bienestar de su madre y su marido... ese tipo ni tiene caso mencionarlo, he notado mucho esa mirada triste en ella que con el paso de los años se ha vuelto mas constante.

Sonrío cuando menciona esos días donde éramos solo unos niños. Fue muy fácil para mi hacerme amigo de Andy, y gracias a eso conocí a esta maravillosa familia, donde me han tratado casi como uno de ellos.
-Dima era la cosa mas tierna que existía, yo siempre quería pellizcar sus cachetes- sonrío al recordar a ese niño tan lindo que era.

-¿Y mis lentes?-pregunto cambiando el tema. Una vez que tengo mi lentes me los pongo y busco en mi chamarra mi celular para ver la hora -¿debería despertar a Dima?- pregunto al ver que he dormido realmente bastante tiempo y no solo algunos minutos como pensaba, pero con razón ya me siento más descansado -¿o prefiere ponerme a hacer ejercicio?- bromeo al respecto con una sonrisa al creer que eso del ejercicio ya quedará para otro día, pues con la resaca con la que despertará mi amigo dudo que pueda hacer su rutina diaria. Creo que luego lo molestaré diciendo que se ve más gordo estos días, seguro se pone como loco y dejará las fiestas por un rato.

-¿Verdad que sí? Era tan tierno -olvidé un poco la preocupación por esos dos, porque Dima en verdad era una cosa muy dulce, por eso al instante me encariñé mucho con él y a lo largo de estos años no ha habido un minuto en que no lo vea como mi hijo. Su inocencia era única, y además, a pesar de estar un tiempo sin madre, siempre fue un niño sumamente amoroso con los demás- tú también eras muy tierno, a pesar de que eras el mayor, a veces no lo parecía -puedo decir que lo mismo me pasó con él aunque no tan intensamente. Creo que en general los niños me gustan mucho, y tal vez hubiera sido lindo tener los propios pero… bueno, ya es demasiado tarde para eso.

Señalé el asiento de junto y tomé la tableta que había puesto en el otro asiento, paré el programa y apagué la gran pantalla. Creo que ya fue suficiente de perder el tiempo.
-Sí, aunque no sé si te hará caso, llegaron realmente tarde -ya ni debería molestarme… no, no, es mi hijo, obviamente debo seguir exigiendo que deje ese vicio que tiene, es muy joven para dejar que algo así lo acabe- aunque deberías obligarlo -digo poniendome de pie y doblando la frazada que él usó- suena tentador, pero creo que lo dejaremos para después, ¿o tienes tantas ganas de hacerlo? en ese caso estaré dispuesta -comencé a reír y caminé con él hasta la salida luego de acomodar las cosas. Subimos juntos y él se fue hacia la habitación de Dima, me despedí y luego entré a mi habitación directo a la ducha. Debería adelantar el trabajo en lugar de estar de perezosa.