Suerte o castigo[Kajsa]

Recuerdo del primer mensaje :

Tengo poca ropa masculina comparada con la cantidad de vestidos y blusas hermosas que he comprado. En total, no lo sé, ¿cuatro pantalones? Y ese que compré el día que vi a Sora. No lo he usado de nuevo, tengo esa tonta idea que no quiero utilizarlo para tontear con alguien más. Es una idea suuper estúpida, porque de todas formas estaré coqueteando con alguien, y lo peor, ella tiene novio y cero interés en mí.
Solté un suspiro y salí de mi recámara para ir al cuarto de Ziba. Su ropa es muy rara, pero a veces yo suelo comprarle algunas prendas casuales, y en días como hoy tomo prestadas algunas. Agarré un pantalón azul y una camisa en tono más claro, y salí para cambiarme, se hace tarde.
-No me veo tan mal -no me gusta llevar las piernas cubiertas, creo que es lo que más me gusta de mi cuerpo. Pero a las mujeres le interesan los músculos y esas cosas. La ventaja es que los hombres japoneses son tan delgados como yo en su mayoría.
Tomé mis pertenencias y salí en dirección al karaoke en que acordamos vernos. Tengo un par de amigos que saben mi secretito, y cuando quiero divertirme ellos planean alguna salida con el montón de amigas que tienen. Lo mejor es que son gente muy variada. Desde chicas súper atrevidas, niñas ricas y recatadas. Incluso una vez estuve coqueteando con una chica que parecía muy callada, aunque no pasó nada al final. Pero hoy no tengo ganas de ir solo a socializar, por eso espero que luego de allí pueda irme con alguna niña bonita a algún lugar privado. Parezco un desesperado, pero es la única forma que tengo para poder saciar mis necesidades de hombre, porque vamos, absolutamente ninguna tiene interés en tener intimidad con un tipo que usa vestido.

Salí del subterráneo y caminé un par de cuadras hasta el karaoke. Es un sitio tranquilo y sus cabinas privadas son muy amplias. No tengo idea de quienes irán, la verdad no me importa mucho, no puedo ponerme exigente.
-Hey -saludé a uno de mis amigos que por suerte estaba afuera con una chica, una muy bonita. No perdí la oportunidad y fui especialmente atento con ella. Debería esperarme, pero parece que no le fui indiferente. Muchas veces las chicas piensan, aun cuando estoy vestido con ropa masculina, que soy gay. Por eso trato de ser lo más masculino posible. Es horrible, me pierdo totalmente pero al menos solo debe ser medio día o menos.
Entramos a la cabina donde estaban otras cuatro personas. Sí, la chica de afuera es la más bonita, supongo que ella será.

Ropa:

Ha sido un tiempo desde que Sora y yo salimos juntos. Ella tiene mucho trabajo y yo también he estado ocupado, y he aprendido a no exigirnos demasiado para no estropear la relación. Increíblemente logré acoplarme a su ritmo, creo que de nuevo me dominan un poco, pero al menos esta vez ambos tenemos espacio para nosotros mismos y nuestra relación es la más sana que he tenido en mi vida.
Me arreglé y salí en dirección a donde acordamos. Nunca he pasado por ella a su casa, aunque respeto su decisión a veces siento que no tiene la intención de presentarme. No es que quiera algo más formal, creo que las cosas como son actualmente funcionan para nosotros, simplemente soy inseguro aún. Pero somos adultos, ella es muy madura a pesar de ser más joven, tal vez por eso es que hasta ahora ha funcionado, he quitado tantas cosas de mí para estar a su altura.

Llegué a la estación de tren donde la vería, ella es muy puntual por eso también procuro serlo.
-Hola -sonreí ampliamente y la abracé cuando se acercó- te ves muy linda hoy también -me siento muy feliz ahora mismo, extrañaba estar con ella. Le di un corto beso en los labios y tomé su mano para poder salir de allí. Planeamos ir a un bar que queda cerca de la estación, nos gusta jugar billar. Ella hace algunas cosas que van contra su imagen muy femenina, esa es una de ellas, es muy buena en eso.
-¿Cómo estás? Te extrañé mucho -no tardamos mucho en llegar al lugar y tomamos la mesa habitual, también ordené algo para tomar y una botana- ¿quieres algo Sora? -dejé el menú sobre la mesita asignada luego de pedir nuestra comida y fui a prepararme para comenzar a jugar. Es divertido ver la forma en que ella juega, con absoluta concentración pero no solo eso, le da una imagen sumamente sexy. Dejé que hiciera el primer tiro y luego fui yo, seguramente me ganará de nuevo, pero cuando la derroto es un poco satisfactorio- ¿qué me darás si el primer juego lo gano yo? -le miré coqueto y me preparé para tirar nuevamente pero sentí como alguien golpeó mi espalda y me giré- ah, descuida -una joven pareja, eh. No es como si Sora y yo fuéramos mucho más viejos, simplemente ellos tienen esa aura juvenil. Ah, me quedé viéndolos sin querer- mi turno -tiré y como fallé di un suspiro y fui a la mesita por comida, pues mientras comenzamos la han traído.

Ropa:

Al menos él no se ha molestado conmigo, creo que yo en su lugar lo habría hecho, aunque si lo pienso un poco mas a detalles, él me besó después y yo no hice nada, creo que a final de cuentas he reaccionado un poco similar a como él lo hizo.
Niego delicadamente con mi cabeza, tal vez él es tan despistado como suelo ser yo, así que tal vez no ha notado que para nada me desagrada lo que ha pasado.
-Si, agradable- le doy la razono con una sonrisa un poco nerviosa, y creo que un tanto juguetona.
Parece que ya está determinado el lugar al que iremos y no pongo objeción, más que las dudas internas que puedo tener, pero hoy solo me voy a arriesgar.

Caminamos de la mano y aunque me siento nerviosa, también se siente bien, él me hace sentir cómoda, como si su mano conociera la manera exacta de acomodarse con la mía.
-Estudio diseño de modas, tengo diecinueve años, soy la hermana mayor, soy alérgica a las fresas, pero me encanta la vainilla, no me gustan los vegetales en general, pero es lo que casi siempre como, no sé cantar ni bailar, de hecho mis habilidades artísticas son muy escasas- comento riendo un poco, porque realmente Karin y yo somos como la noche y el día, ella es una persona demasiado artística, a veces la envidio un poco.

El lugar no está demasiado lejos, y cuando llegamos, claro que lo observo a detalle, no parece tan desagradable como muchos que salen en películas.
-Pues se le pega con el palito a las bolas- digo señalando las cosas, pero realmente no tengo idea de como jugar, solamente lo que obviamente he visto en televisión. El comienza a jugar, y mas que prestarle atención solo lo observo. Me preocupo un poco cuando parece tiene un problema con otra persona. El hombre es mas grande que Salem así que me acerco a él para tomarlo del brazo, pero el otro sujeto parece amable y solo parece olvidar lo que ocurre.
-me asusté por un momento- confieso nerviosa.

Estoy emocionada, he echado mucho de menos a Ian, pero mi carga de trabajo a aumentado los últimos meses, y en verdad estoy agradecida con lo mucho que él me apoya, no me hace sentir presionada, supongo que es la ventaja de salir con un hombre un poco más maduro. Termino de ponerme mi labial y miro el resultado en el espejo, mi maquillaje es muy natura, con un pequeño toque rosado en mis labios. Satisfecha salgo para encontrarnos en el lugar acordado. Nunca lo he invitado a mi casa, pero hacerlo de esa manera significaría comenzar a hablar sobre desde cuando vivo sola y cosas así y mi familia es algo que creo que debemos tratar cuando la relación sea mas profunda. Además ambos tenemos cosas que aun no queremos compartir.

En canto lo veo acercarse sonrío en automático, he acelerado un poco mi paso y le abrazo.
-Y tú te ves muy apuesto, casi me siento celosa por todos los días que no pude verte y otras personas si- solo juego un poco. Nos dimos un fugaz beso y caminamos de la mano como la pareja que somos -Y yo a ti. Estoy bien, ya sabes, mucho trabajo desde que cerramos ese contrato con esa agencia, es un nuevo rubro del que aun no tengo tanta experiencia, pero creo que estoy tomando el ritmo rápido- explico, pues aunque no nos vemos tan seguido, al menos procuramos mantenernos en contacto.
Llegamos al lugar y solo me siento un poro relajada, hoy realmente tengo ganas de solo relajarme y disfrutar de mi novio y un día sin trabajo.
-Ya sabes lo que me gusta- comento dando mi confianza de que elija, porque ya sabe mis gustos en bebidas y comidas, no soy demasiado exigente con esas cosas.
Comenzamos a jugar y sonrío con seguridad cuando hace esa pregunta.
-si ganas, te preparo el desayuno mañana- hago un guiño por mi manera de insinuar que pasaremos juntos la noche.
Mi sonrisa se borra cuando miro la persona con quien Ian intercambia algunas palabras, y solo el golpe del taco contra la bola me saca de mi trance. Solo no puedo creer lo que veo, él está aquí, con esa chica… solo amigos, si como no.
-Pero si yo gano, tu serás quien cocina- le digo a Ian por su pésimo tiro y le sonrío muy segura de mi misma, decidida a ignorar a aquella pareja.

atuendo:

Todas esas cosas que me cuenta por supuesto que ya las sé, pero hago algunos sonidos como “oh, wow”, para hacer mi ignorancia un poco más creíble.
-Entonces algún día te invitaré a bailar, ¿lo has intentado? -ni siquiera sé si es buena idea volver a vernos en esta situación pero yo ya le he invitado. No creo que sea tan malo, a menos que ambos terminaramos desarrollando sentimientos, entonces no sé cómo le explicaría el hecho de que su amiga y yo somos la misma persona. Pero es inútil preocuparme ahora, no tiene caso perderme entre preocupaciones del futuro, mejor solo disfruto de nuestra… nuestra cita, ¡sí! Me siento tan afortunado, quería algo diferente para hoy, un poco de sexo, platicar un poco y ya. Pero salir de este modo no es tan malo, aunque preferiría hacerlo como más me gusta vestir pero no puedo ser tan exigente.

Comencé a reírme cuando ella dio esa explicación con palabras tan sencillas.
-Sí, algo así -le dije sonriendo- hay diferentes tipos de juego, pero iniciaremos con el más simple hasta que te acostumbres, ¿vale? Debes meter todas las bolas menos la blanca y la negra, quien junte más puntos, gana. Solo debe ser un tiro por turno, si por error mueves la bola sin haber tirado, cuenta como uno -mi explicación es muy simple pero creo que la entiende, y con el ejemplo le será más fácil.
Me sorprendió la reacción de Kajsa, pero aún así aproveché que se colgó de mí para abrazarla.
-Descuida, esto es común ya que las mesas están un poco pegadas -le di unas palmaditas en la cabeza y me acomodé nuevamente para tirar, y una de las bolas entró en el hoyo- ¿ves? tomas el palo de este modo y… tiras -de nuevo otra bola entro y me moví alrededor de la mesa para el siguiente tiro- cuando metes una… mi sonrisa se borró, y me quedé indiscretamente viendo la mesa de junto mientras me enderezaba- Sora -le llamé sin querer, y luego me percaté de lo que había hecho y me giré a ver a Kajsa- e… ¿entendiste cómo? es tu turno. No importa cómo salga, solo inténtalo -mi voz se hizo un poco más fuerte luego de verla, ¿ese es su novio? No pude evitar mirar de reojo. Mmm… luce mayor que yo. ¿Debería hablarle? No, no, vengo con Kajsa- casi -dije en voz alta y di un aplauso leve cuando Kajsa tiró. De nuevo me fui a donde comencé a tirar para meter la siguiente bola- hola, Sora, qué coincidencia -ni siquiera supe porqué o en qué momento me giré hacia ellos, simplemente mi boca se abrió y con la mano le saludé de lejos- hola -dije al tipo, intentando poner una linda sonrisa- oh, mi turno, mi turno -volví mi vista a nuestra mesa e hice un mal tiro- oww, fallé, es tu oportunidad.

Yo también envidio la gente que la ve a diario, pero es agradable que aun con nuestras salidas distanciadas, el trato entre nosotros sea el mismo e incluso más cálido que antes.
-Seguro que sí -afirmé. Ella es una mujer muy activa e inteligente. A veces va a mi departamento a quedarse y suele llevar trabajo, aunque solo ocurre cuando le llegan notificaciones de emergencia. Es muy buena en lo que hace, y me siento muy orgulloso que cada día crezca con su empresa, aunque eso signifique cancelar algunas de nuestras salidas, pero al menos todavía tenemos para pasar uno o dos días seguidos juntos.

Ordené para ella y sonreí con su insinuación. Perfecto, no sabía si hoy podría quedarse, quedó en confirmarmelo hoy pero no ha hecho falta preguntar.
-Me esforzaré más que de costumbre -el siguiente tiro no me salió tan mal y mi sonrisa no se hizo esperar, me emociona la idea. Sé que es algo común, pero para mí ver ese lado romántico de ella me hace sentir más seguro. Me gusta verla por la mañana en ropa interior rondando por mi departamento, o cuando preparamos el desayuno juntos y vemos algún programa por la mañana.
Su tiro fue mejor que el mío y solté un chasquido seguido de una mueca, estaba por lanzarle una mirada retadora pero la persona de junto le llamó… y por su nombre.
-Hola -saludé confundido y me quedé mirándolo. ¿La conoce? Miré a Sora con una expresión confundida y me acerqué a ella para hacer el tiro- ¿amigo tuyo? -soy una persona celosa por naturaleza, y no, no me gustó el tono con que me habló. Sin embargo y luego de unos segundos me di cuenta que mis pensamientos iban nuevamente en la dirección de siempre. Sora es una mujer diferente a esas personas con las que he estado, un saludo no debería ser razón para incomodarme. Tomé un poco de aire y me sentí más tranquilo, ahora tengo más control de esas emociones negativas- he mejorado, debes admitirlo -es común encontrarse con amigos o conocidos, y mi objetivo ahora es ganar para que mi novia me dé una linda noche. Entre esas pervertidas ideas mi tiro salió mejor que antes, y le sonreí con honestidad, yendo a la mesa a tomar un poco de la soda que pedí.

-¿Bailar? pero seguro haría el ridículo- solo me excuso, pero realmente no he dicho un determinante no. Solo parece que dejo abierta la posibilidad a que algo así pueda pasar.

Por suerte lo que explica Salem es bastante simple, así que aunque no le pongo mucha atención por distraerme mirándolo, creo que he entendido mas o menos como se debe jugar.
Cuando el me abraza siento de nuevo ese cosquilleo, aunque creo que no me gustan mucho esas palmadas en mi cabeza, me hace sentir como si fuera una niña, porque era un gesto que mi padre tenía conmigo.
Miro como hace ese tiro y la bola entra, la verdad es que no parece tan complicado, solo hay que meter las bolas en los hoyos.
Lo miro cuando escucho que hace esa pausa y noto como mira a la otra mensa, pero el luego solo dijo que era mi turno.
Tomé el palo, y es demasiado largo y me cuesta un poco acomodarme, cuando intento dar a la bola apenas y la rozo haciendo que se mueva un poco, pero no logro nada. Hago un gesto inconforme cuando dice ese “casi”, pues creo que he estado demasiado lejos de lograr algo.

De nuevo miro a la otra mesa cuando saluda a Sora… ¿quien es Sora? Supongo que una amiga. No puedo evitar observarla, es muy linda.
Observo extrañada a Salem, de repente parece un poco extraño, pasando su atención de nuestra mesa a la de su amiga.
-o, ok- digo un poco insegura cuando dice que es mi turno. Ahora lo hago un poco mejor, pero no logro meter nada de nuevo, pero al menos he atinado a pegar bien a la bola.
No sé muy bien porque, antes estaba muy entretenida con Salem, pero ahora parece un poco raro, y me siento rara. Tal vez no debí aceptar, el parece interesando en compartir tiempo con su amiga, tal vez mas que conmigo, y lo entiendo, a mi apenas me conoce.

-Este trato es de ganar o ganar, así que está ocasión seré amable contigo- sonrío al ver que ha hecho un buen tiro, pero logro obtener algo de ventaja en mi siguiente turno, y le guiño un ojo, pues aunque he dicho que seré amable, no significa que solo lo dejaré ganar. Salem es demasiado escandaloso, creo que le encanta ser El Centro de atención a donde quiera que vaya. Aunque me sorprendo un poco de verlo vestido así, es apuesto, aunque es un poco raro. Sé que es él, pero estoy tan acostumbraba a asociar el nombre de Salem, con su imagen femenina, que es un poco raro verlo vestido así.

Miro a Salem que me ha saludado, mi expresión hacia él no es la misma de siempre, se que suele ser molesto, pero la ultima vez me ayudó mucho y me siento en deuda con él, así ue en lugar de la expresión apática de siempre, solo le sonrío.
-Hola- digo levantando mi mano para imitar su saludo. No quería hablar con él, ya que está con esa “amiga” suya. Solo me hace darme cuenta que he tomado la decisión correcta, obviamente Salem no es la persona para tener una relación, y aunque he respondido de manera amable, en el fondo me siento un poco molesta por como me mintió, aunque supongo que para él, sus amigas son… algo intimas. Solo basta recordar que esa vez solo me besó de la nada.
Ian se acerca a mi y me giro para mirarlo y sonrío por su pregunta.
-No, mas bien un conocido por el trabajo- le explico, aunque no puedo darle detalles. Ian es mi pareja pero el secreto de Salem no me corresponde compartirlo con nadie.
-o tal vez es que ya no me quieres tanto- digo con un puchero infantil y con un tono un poco acusador, pero solo me acerco a él para darle un beso rápido en la espalda ante de que haga su tiro -mi intento por distraerte no a funcionado- comento con asombro porque su tiro ha salido bastante bien.
Cuando es mi turno, intento solo concentrarme, pero de reojo noto a aquella pareja. No hago un mal tiro, de hecho es bastante bueno aunque mi distracción me ha costado un poco, pues no logro meter la bola, pero al menos hago que a Ian le quede un poco complicado el siguiente tiro y le sonrío con gesto travieso.
Me acerco lo que hemos ordenado y tomo un poco de mi bebida mientras lo observo jugar. Quiero evitar a toda costa mirar a Salem. Seria muy incomodo que Ian sepa que justo es él, esa persona de quien le hablé el día en que nos conocimos.

¿La gente normalmente saluda así sin pedir explicaciones? Bueno, sí, pero igual me molesta porque es obvio que se trata de su novio. Tenía la esperanza que fuera algún tipo promedio de aquí, pero para mi sorpresa es alguien que sobresale un poco. Tengo muy mala suerte, no quiero verla disfrutando de la compañía de otro.
Pensé que no respondería mi saludo pero lo ha hecho de una forma tan linda que duele, como si le diera yo igual.
-Mejor -dije a Kajsa sonriendo. Debo restarle importancia a ellos, pero es muy difícil. Siempre me comporto como idiota cuando Sora está cerca. Y ahora  todo lo que hay en mi cabeza es ella, ¿por qué estaré tan obsesionado? Me coloqué con la vista hacia ellos y al ver su muestra de afecto mi taco pegó tan duro en la bola que salió disparada de la mesa, haciendo un escandaloso ruido al impactar con el suelo- dios, lo siento -me disculpé con Kajsa- demasiada fuerza -la bola fue a parar cerca de su mesa, así que camine con la vista al suelo y me agaché a cogerla- ah… -lo odio, no sé quién es, pero lo detesto- muchas gracias -por suerte las sonrisas son mi especialidad, por eso le he regalado la más coqueta de todas y me giré nuevamente hacia nuestra mesa. A Sora parece no importarle mi presencia, ¿por qué yo debo preocuparme por ella si la está pasando tan bien con su noviesito?

Regresé al lado de Kajsa y observé cómo se acomodaba para tirar y coloque tras de ella para ayudarle- te mostraré una forma más fácil -tomé sus manos con las mías para que agarrara de forma adecuada el palo- pon un poco más de fuerza, sin miedo -me alejé un poco para que hiciera el tiro, esta vez le ha salido mejor- ¡muy bien! aprendes muy rápido -de nuevo le sonreí- ¿quieres algo de tomar? Yo pediré una soda -llame a una de las meseras y ordené una soda dietetica además de algo dulce y lo de Kajsa. El siguiente tiro me salió perfecto, por unos segundos olvidé que me sentía tan nervioso por la presencia de ella.

Miré de nuevo al chico, se ve muy joven para ser alguien del trabajo, pero supongo que es un modelo o algo así, hay muchos chicos menores en ese tipo de ambiente en el que ella se desenvuelve.
-Oh, ya veo -no le tomé mucha importancia, a Sora parece serle irrelevante, así que no tengo razones para ponerme celoso. A veces el sentimiento es simplemente automático, porque analizando la situación parece que vino con su chica y solo fue cortés, no amerita esa actitud mía. Me siento tranquilo por ahora permitirme anazlizar todo antes de alterarme o actuar bajo mis celos, es algo que en el pasado creía imposible, pero ella es demasiado centrada, me ha pegado varias cosas suyas y debo agradecer, porque de hecho es una muy buena influencia para mí.

-¿Qué? -me reí mientras me preparaba para tirar- yo te quiero todavía más -sentí el beso en mi espalda y un cosquilleo recorrió mi cuerpo, pero eso no afectó mi juego, solamente me hizo sentir nervioso y contento- eres una tramposa -le dije al girarme a ella, le tomé de la cintura y le di un beso en los labios, pero el ruido de la bola me hizo separarme de ella en automático, y me moví para que pudiera hacer su tiro. Me asustó, pero es algo común en este juego, y como la bola estaba cerca me agaché a tomarla para entregársela- aquí -le dije amable al chico. Su sonrisa me perturbó mucho, pero de igual forma le hice un gesto amable y mejor regresé mi atención al juego. Mi tiro no fue tan bueno esta vez, y fui a tomar un trago mientras ella hacía el suyo. Pero mientras se preparaba miré a la mesa de junto, no pude evitar asombrarme por el tiro- impresionante -dije en voz alta y le sonreí- pareces muy bueno -mi cumplido fue completamente honesto- ah, lo siento, voy yo -rápido volví mi atención a Sora. Me sentí un poco presionado por lo que acababa de ver, por eso me concentré e hice un tiro limpio, aunque no fue tan bueno, pero al menos metí la bola. Aún así Sora sigue jugando mejor que cualquier persona que conozco.

Salem es una persona que llama la atención, simplemente parece que es demasiado llamativo, su imagen atrae miradas, pero no solo eso, su personalidad, es muy expresivo, sonríe mucho y no teme hablar fuerte, es como si adorara ser el centro de atención y de alguna manera creo que eso me gusta, que sea tan deslumbrante.
Aun no estoy segura si solo debería irme, aunque me gusta mucho observar a Salem, la verdad es que me siento un poco ajena a todo esto, mas desde que se encontró con su amiga.

Desvio la mirada cuando noto que ellos se besan, me avergüenzo de que parezca que no les afecta que los miren. Yo hace un rato salí corriendo prácticamente, pero parece que se quiere mucho. Supongo que ellos no están juntos por compromiso como yo lo estaré con Aaren, y lo mas cerca que he estado de poder estar con alguien a quien yo he elegido es Salem, pero ni siquiera se como funciona todo esto, tengo la sensación de que no debería volver a verlo, bueno mas bien, se que no debería, aunque me gustaría hacerlo.
Brinco un poco por el estruendo de la bola pegando contra el piso, lo bueno que no le dio a nadie, porque se ve que eso dolería demasiado. Observo como ese hombre le da la bola y él regresa.
Me toma por sorpresa como Salem me toma de las manos y se coloca atrás de mi, está muy cerca, me siento muy nerviosa y si hago el tiro medianamente bien, es porque él me esta guiando.
Sonrío emocionada cuando dice que lo he hecho bien.
-¿de verdad? yo siento que soy muy mala -digo un poco tímida pero al mismo tiempo me sigo sintiendo emocionada.
Hago una expresión de sorpresa por el tiro de Salem y ni siquiera se por qué pero doy unos pequeños aplausos, él lo hace parecer tan fácil.
-eres genial- me he acercado a él y tal vez demasiado, pero no lo he pensado, solo lo he hecho ¿debería besarlo? miro sus labios por un momento y solo doy un pequeño paso para retroceder -me entusiasme- comento para excusar mi repentino acercamiento.

Al menos ahora con la presencia de Ian, puedo mantener mi cabeza un poco más clara. Salem tiene que dejar de afectar en mi vida. Aunque me preocupa un poco eso enojo que sentí cuando lo vi con esa chica. Pero tiene sentido, ella es hermosa, alta, tiene una figura muy bonita. Cualquier chico se sentiría interesado por ella.
En lugar de pensar en esas cosas solo pongo atención a Ian y a nuestro juego, me gusta la relación que llevamos, es muy cómodo y me gusta mucho y si no fuera porque estamos en un lugar público, me gustaría que nuestro beso se prolongara un poco más, pero al final no soy yo quien termina con nuestro beso, sino que por un salto de sorpresa y algo de susto nos hemos separado.

Ian toma la bola y veo como Salem se acerca para tomarla. Yo solo miro a Salem con algo de desconfianza, pero creo que solo estoy exagerando, los accidentes solo pasan, y obviamente eso fue.
Aun así no puedo evitar mirarlo, realmente él es una persona que no logro comprender. Pero entonces Salem hace ese truco tan cliché de los hombres, “enseñar” como hacer un buen tiro, él se le pega a ella y ella tiene la cara tan roja que nadie podría ignorar ese detalle. ¡Me da igual! ¡No me interesa lo que hagan! Solo me giro rápido y sigo con mi juego.
La voz de Ian llama mi atención y noto que mira a la otra mesa… ¡por favor que dejen de interactuar esos dos! Sería de lo mas incomodo que se pongan de amiguitos solo por amor al deporte…
-si, es tu turno- le digo alejando a donde está nuestra comida y tomo un poco de botana y me forzo a mirar únicamente a nuestra mesa, aunque no puedo evitar tener vista periférica, así que de reojo puedo notar a esos dos... es incomodo, y mas que nada es decepcionante saber que él me mintió... definitivamente no son solo amigos.

Cuando se besaron sentí algo pesado en mi cabeza y mi pecho, y aparté la vista, apretando mis labios para no dejar salir nada de mi boca. Esto me supera. Creo que nunca me había gustado tanto alguien. Es mi culpa, ella ni siquiera dio señales de que yo le gustara. O tal vez sí, pero ya fue, tiene otra persona con ella y no parece incómoda al respecto o con intenciones de dejarla, por el contrario, creo que se llevan bien y eso me hace sentir muy mal.
Estoy entre nervioso y molesto, estoy muy celoso. Debo dejarla ir, debo dejar de pensar en ella. Ni siquiera le intereso, porque obviamente comparado con alguien como yo, ese tipo bien presentable y probablemente con un aburrido trabajo, es mucho mejor.
-¡Que dices! Si apenas has aprendido y vas mejorando muy rápido -no miraré más, lo juro, voy a tratar de no pensar en que ella está muy cerca. Es mi oportunidad con Kajsa y la estoy desperdiciando, y al final Sora no me verá a mí ni un poco. No me quedaré como idiota sin ninguna oportunidad, al menos a Kajsa le gusto, y ella me gusta a mí.
Me sentí vacío de repente. Siempre pienso lo linda que es Kajsa, el cómo su personalidad me ha cautivado y lo mucho que deseaba tocarla más que una amiga. pero hoy esos deseos parecen no importar. No sabía que estaba demasiado absorto por Sora, o no pensé que incluso en este día que parecía ser una perfecta coincidencia en la que tendría mi oportunidad con Kajsa, lo que siento por Sora sería más fuerte.
-¿Eh? Ah, gracias -¿qué le pasa? Pues claro que mi tiro ha sido perfecto, imbécil. Sonreí muy tenso y luego me volví a Kajsa. Lo bueno es que sigo jugando de manera decente, y contento la envolví a en mis brazos una vez que se acercó a felicitarme. Comenzaba a ponerme de muy mal humor, pero me ha calmado el que ella me abrace.
-¿En serio? -me emociona que piense que soy genial. No me va eso de ser varonil, pero hoy es una ventaja. De repente se alejo un poquito y mis manos se separaron de su cintura- ¿me darás una recompensa? -señalé mis labios con un o de mis dedos, acorte nuevamente la distancia y me agaché a darle un corto beso- la próxima vez tendrás que dármelo tú -lamí mi labio y me giré a ver a Sora, no le quité la mirada por, no sé, cinco segundos, y luego animé a Kajsa con el siguiente tiro de la misma forma en que ella lo hizo antes.

Cuando tiró le celebré nuevamente, pero tenía la curiosidad de ver cómo jugaba el tipo ese, por eso me quedé de pie haciendo el loco con la tiza en la punta y puse atención a su tiro. Baah, no es tan bueno, juego mejor yo.
-Oh, tú eres bueno también -le sonreí y levanté un pulgar en dirección de él- aah… ahora me han dado ganas de competir contigo -no sé porqué propongo esto, y no creo que él pique el anzuelo.

Nuestro juego se volvió más serio, a veces tonteamos demasiado, pero en ocasiones nos gusta realmente competir. Sobre todo Sora que es una mujer dominante, pero me encanta ese lado de ella.
Mis tiros mejoraron, pero ella sigue llevando la ventaja. No tengo idea de quién le habrá enseñado a jugar así, o con quién ha venido, me da curiosidad preguntarle pero creo que lo dejaré para la noche que estemos en casa.

-Bien -sonreí amplio y miré coqueto a mi novia, ese último ha sido perfecto. Miré al chico que ahora me hablaba, creo que es muy amigable, aunque sé que yo fui el que lanzó el cumplido repentino hace un momento- muchas gracias -no me gusta socializar sin una buena razón, pero es conocido de Sora, y además está siendo amable, tal vez demasiado pero hay ese tipo de gente también. Lo siguiente me tomó de sorpresa, ¿está insinuando jugar juntos? Los cuatro, por supuesto. No tengo problema con los saludos o elogios, pero no sé si quiero competir, porque parece que es mejor que yo y es un poco humillante- no soy tan bueno como crees -dije sonriendo. Creo que mejor evito esto- aunque sería interesante -y además esta cita es solo de nosotros.
Me acerqué a Sora y tomé mi bebida para dar un trago.
-¿Siempre es así con todo el mundo? -mi voz es muy baja- aunque no me molestaría jugar, pero no quiero que te sientas incómoda. No sé si a mí me gustaría que un colega se metiera en nuestro juego -llevé la mano a mi cabello y lo acomodé un poco, esto se puso algo extraño, pero he decidido cambiar un poco. Gracias a que comencé a socializar con mis compañeros de trabajo pude ir a ese bar, y también a que acepté el hablarle a Sora es que estamos ahora juntos. Me han pasado cosas buenas por decisiones que ni de broma habría tomado en mi pasado.

Es como si Salem lograra leer mis pensamientos, ¿acaso soy una persona tan obvia? Claro que lo soy, Karin y Aine siempre me dicen que soy una personas muy honesta, y solo basta recordar lo tonta que suelo actuar cuando Takabe está cerca. Simplemente no puedo ocultar lo que siento o lo que quiero. Tal vez es porque siempre fui una niña consentida a la que le daban todo lo que pedía.
Muerdo mi labio luego de ese beso y sonrío un poco. Creo que me estoy volviendo loca, Salem me hace hacer cosas que yo no imaginaba, ¡le di mi primer beso! Eso tiene que significar algo.
-pero, me da pena -explico mi razón por la cual no he vuelvo a tomar la iniciativa. Hago mi siguiente tiro, estoy sonriendo como una tonta, y sorprendentemente no estoy molesta por estar perdiendo, soy una mala perdedora, pésima mejor dicho. Me enojo con facilidad y decido abandonar antes de terminar con una derrota, pero esta vez es divertido.
Veo como la bola entra y corro a donde Salem y me cuelgo de su cuello.
-¡entro!- digo con entusiasmo y de nuevo me he acercado mucho, y al notarlo siento de nuevo un poco de pena pero aun así ahora de nuevo tomo la iniciativa y lo beso.

Salem de nuevo habla con el chico de la otra mesa, apenas se conocen y ya se están llevando bien, Salem es muy bueno socializando, creo que por eso me gusta, el tiene tantas cosas que yo desearía poder ser.
-haces amigos muy fácil- comento acercándome a él, aunque lo estoy tratando de halagar, la idea de jugar juntos me incomoda un poco.
Hace poco ordenamos algo de beber, yo solo pedí un poco de agua embotellada, así que me acerco para abrir mi botella pero esta muy dura y al girar siento como la piel de mi mano se irrita un poco, así que con la botella en mano me vuelvo a acercar a Salem para pedirle ayuda.

Ellos se besan, claro, Salem es de los que no le importa ir besando a las mujeres siempre que puede, muerdo el interior de mi mejilla y él es realmente… ¡no quiero verlos! Pero justo en ese momento que ellos se separan mi mirada se encuentra con la de él… ¡vamos Sora, sonríe! Pero no puedo, en mi rostro no aparece esa sonrisa y solo me giro para mirar a Ian. Pero escucho la voz de aquella chica, y aunque siento curiosidad solo me mantengo firme y no giro para mirarlos, solo miro a Ian, y le sonrío.

Estoy por decir algo sobre su tiro, pero esa voz que ya no puedo confundir, aun sin importar si la hace mas aguda o no, se que es de él.
Me giré para mirarlo de nuevo ¿por que diablos no nos dejan en paz? Y lo peor es que Ian parece seguirle un poco el juego. Ian se acerca y yo me quedo con él en lugar de ir a jugar.
-Siempre hace lo que quiere- comento un poco molesta, y no me molesto en ocultarlo, porque Ian me conoce, y sabe que hay cosas que no tolero, aun si no es en el trabajo. Detesto cuando las cosas se salen de mi control y Salem de nuevo está haciendo que todo vaya perdiendo la estructura que debía.
-Yo no le diría colega le comento, porque creo que no tiene caso solo ocultarlo -él es, la persona que te comenté cuando nos conocimos. Así que dime tú ¿quieres jugar con él?- no es que yo planeara ocultar esto de Ian, pero esperaba a que solo nos ignoráramos y al terminar yo le comentara a Ian, “oye, el era el tipo” y que así solo se notara que nos ignoramos y ya, pero no, Salem tenía que se tan intrusivo.
-Si quieres jugar o no con él, es tu decisión, yo solo te digo que yo estoy contigo- se que Ian puede ser celoso, pero solo espero que su "ego de macho" no quiera demostrar nada, aunque ya no se que pensar, los hombres solo escuchan a su testosterona en lugar de a la razón.