Definitely [Asb]

Recuerdo del primer mensaje :

No he visto a Asb desde hace un tiempo, solo nos mantenemos en contacto por medio de llamadas y mensajes, porque mis horarios no coinciden con su apretada agenda del trabajo. Y no es simplemente por eso, ya que si de verdad me lo propusiera, podría cambiar algún turno con Ilya para ir a verlo, pero he estado evitando el hablar sobre Hannu y obviamente sobre lo que pasará con Asb y conmigo. Pero creo que si no hago esto pronto, pasará lo mismo de aquella vez, y le prometí a Hannu que esta ocasión haría las cosas bien.
Llegué frente a su casa y me tomé un respiro antes de tocar, tengo una copia de su llave, pero ahora no quiero usarla. Él se encuentra dentro, el auto de la compañía para la que trabaja está estacionado, y una de las ventanas se encuentra abierta.
—Sorpresa —sonreí débilmente en cuanto abrió la puerta y entré luego de él. Empecé a sentir que esto sería imposible, y nuevamente mi cabeza me jugó mal y mi corazón comenzó a hacerse hipotéticamente pequeño— hace tiempo que no nos vemos —le di un beso corto y me senté en uno de los sillones, ni siquiera sé por dónde empezar o cómo sacar el tema— hay algo importante que vine a decirte —lo miré a los ojos y mordí mi labio, si hago esto rápido… no, creo que después de todo lo que hemos pasado, se merece una buena explicación— Hannu fue a verme… hace unos días —No me da igual terminar con Asb, en realidad y aunque he comenzado a hablar, todavía no sé si podré hacerlo. Él y yo hemos pasado por demasiado, y una parte de mí cree que merecemos estar juntos.

Min:

Sonrío por sus palabras, pero no respondo nada, hoy parece que he perdido mi acostumbrada habilidad para hablar con normalidad sobre lo que sea, aun si se trata de halagos.

Ella dice que es temprano y pues tiene algo de razón, pero no quiero dejarla sola aquí y yo, para nada que me estoy divirtiendo.
-Ok, entonces te espero- comento pero no se ni siquiera si me ha escuchado.
Así mi genial noche de sexo se ha pasado a convertir en mi horrible noche cuidando de Julia.
Ella se divierte con su amiga y coquetea con algunos hombres, no había notado que es una chica muy coqueta. Supongo que es porque siempre la veo en otro tipo de situaciones.
Estoy totalmente aburrido, pero aun así sigo aquí, esperando por ella. Mi amigo se acerca a mi luego de un rato.
-Oye, ¿porque no solo dejas de espantar a las moscas y vas por ella? solo mírate, ni siquiera te ponías así por tu novia de la universidad- me da unas palmadas en la espalda como si intentara darme algo de apoyo y se va.
-Si- contesto cuando se acerca y se sienta a mi lado -si, solo un poco- comento riendo porque obviamente está mucho mas que solo un poquito mareada.
Ella envuelve mi brazo entre el suyo y se acerca a mi. Esta noche realmente todo se ha vuelto extraño. Quiero pensar en ella como la hermanita de Julien, pero realmente me lo pone muy complicado.
-Pues yo también lo pensaba- contesto mirando sus ojos, es realmente muy guapa -Si, terminamos- no es que me haga feliz decirlo, pero enfrentar la realidad es la única manera de superar lo que ha pasado.
Ella se levanta y solo se despide de los demás y yo tardo un par de segundos en entender que se va… me levanto de golpe.
-Adios- digo a todos y la sigo a ella. Está ebria, así que me acerco un poco más para ir cuidando que no se vaya a caer.
-Mi auto está por acá- le digo para que vayamos por él. Mientras caminamos la miro de reojo y repaso en mi cabeza muchos detalles que antes solo omitía.
Cuando la conocí, obviamente noté su atractivo, pero como es mi costumbre, solo preferí ignorar ese detalle. Me hice amigo de su hermano, he ido a cocinar a su casa, le he llevado libros solo porque me parece que podrían gustarle. Soy una persona amable pero con Julien me esfuerzo un poco más. Y siempre cada vez que lo veo pregunto por ella o la saco en tema de conversación. Tal vez verla como la hermanita de Julien solo ha sido un pretexto para mi, para así marcar un limite que no podría cruzar.

Ni siquiera intenta ocultarlo, realmente iba  a acostarse con una de esas mujeres.
¿Y qué pasó? Deberías irte con una de ellas –lo solté y me crucé de brazos. Ahora dice naturalmente que terminaron, ¿pues no se amaban tanto? Tengo curiosidad por saber qué pasó entre ellos pero no le preguntaré, podría pensar que me interesa y ya he sido suficientemente obvia.

Él salió atrás de mí y sonreí mientras tarareaba una canción, seguro querrá llevarme a casa, y todo lo está haciendo por quedar bien con Julien.
—¿Me llevarás? –le sonreí pero después lo jale del brazo y detuve mi paso–no puedo llegar así a casa, Julien va a pensar mal de mí. Él cree que hacer esto no es correcto, por eso no suele pasar –agache la mirada. En parte es verdad, no acostumbro llegar borracha a casa, hoy fue una excepción. Y ni siquiera lo estoy, solo quiero ver hasta dónde llega su supuesto altruismo– ¿siempre eres así? ¿O es que estás interesado en Julien? –a él le gustan los hombres, además siempre es tan atento y amable con él. Lo solté y mi expresión se puso seria. No, eso sería un chiste, además a Julien le gustan las mujeres, y si quiere hacer méritos con él, no tienes que usarme como medio— no necesitas ser amable conmigo si quien te interesa es él. Además no soy una niña, diablos, eres el único que me trata así, apuesto que no lo disfrutaste, pero él reaaaalmente debe gustarte mucho –pero claro, si siempre lo visita y le lleva cosas, le habla lindo, se ríe con él y no juzga su rara forma de ser. Oh dios, no puedo creer esto, estoy teniendo celos de Julien, necesito estar lejos de esta persona– me voy sola, buscaré un hotel donde quedarme –comencé a caminar rápido, pero el frío de la noche aumentó el mareo y terminé en el suelo, apenas tuve tiempo de meter las manos. Esto es demasiado humillante, ni siquiera me levanté, quiero llorar del enojo.

-Pues perdí el interés- y no miento, perdí él interés porque ahora me interesa más cuidar de ella y ver que llegue a salvo a su casa.

Me detuve cuando ella me toma del brazo.
-Si, claro que te llevaré- ¿si no para que esperarla?
Lo que me dice, es algo creíble, Julien es bastante estricto y rígido con su manera de ser. Hay cosas que no aprueba y ya, para él es muy fácil ver todo como es blanco o no, correcto o incorrecto.
-Si, entiendo- estoy pensando en como podemos hacer para que Julien no vaya a decirle nada -Bueno, tal vez si yo hablo con él- pero dejo de hablar cuando pregunta eso -¿Qué?- no puedo evitar una pequeña sonrisa por su pregunta, ¿gustarme su hermano? simplemente no me había pasado por la cabeza.
-Julia espera- ella ha dicho todo eso y se comienza a alejar, ni siquiera me ha dado tiempo a reaccionar.

Avanzó hasta ella tan rápido como puedo.
-¿Estás bien?- pregunto preocupado -Ven, vamos. Quédate en mi casa- mi brazo rodea su cintura para ponerla de pie, no le he pedido permiso u ofrecido mi mano, porque podía rechazarme -por cierto, nunca te usaría para algo como eso. Me preocupo por ti y por eso te cuido. Y no te trato como una niña, si fuera así, ni te habría dejado tomar, ¿no lo crees? - tal vez soy un poco protector con ella, pero ni le impedí tomar, o bailar o coquetear con nadie. Bueno, tal vez eso de coquetear si, con algunos tipos, pero se veía que eran malas personas…
-En serio, quédate en mi casa, o si no quieres, al menos deja que yo te lleve al hotel- y no, no he aclarado que su hermano no me gusta, porque supongo que eso me sirve de pretexto para poner otro limite más para mi. Ella es algo así como prohibido para mi, no debo, no es correcto, ella está fuera de mi alcance.

Quisiera que dejara de actuar tan protector, pero está tan metido en su papel de buen amigo que ni se percata de mis pequeños reproches o insinuaciones.
—No conoces a Julien, no sabes cómo se pone —claro que lo conoce, y vaya que podría convencerlo, es lo que más odio sobre esto, porque ellos se entienden tan bien, este hombre es tan malditamente atractivo y amable que hasta mi hermano se ve afectado.

Sentí su brazo rodear mi cintura y me levanté, quiero llorar pero no porque esté triste, sino por lo patética que me vuelvo cuando está cerca, por lo ridículo de mi comportamiento.
—¿Tu casa? —oh, vaya, tan poco le afecta que esté a solas con él que tan casualmente me invita a su casa, incluso me dice sobre llevarme a un hotel— claro, muchas gracias por el permiso, papá -me reí y eche hacia atrás mi cuerpo para pegar con el suyo— ¿me llevarás a un hotel y me dejarás sola? No sé si sentirme halagada u ofendida —levanté la mirada y con mi mano acaricie su mejilla- llévame a tu casa, tal vez así Julien no me regañe tanto -le sonreí y me separé de él para comenzar a caminar de nuevo.
Me ayudó a subir al auto y dejé mi cabeza ir a un lado. Cuando abordó lo miré de reojo y crucé la pierna. La verdad no estoy tan borracha, soy consciente que hago cosas que no debería, pero estar mareada me vuelve aún más descarada, además me estoy aprovechando de la situación.
-¿Por qué terminaste con tu novio? Se veían muy felices —me giré un poco hacia él, subiendo un poco una pierna al asiento para estar más cómoda, no me importa si mi vestido se sube— ¿hace cuánto? ¿Por eso estabas de chica en chica en el club? —no me digas que es del tipo despechado y por eso se acercó a mujeres diferentes esta noche. Y aún así conmigo mantiene distancia, qué diablos.

Supongo que ella tiene razón, es su hermano y supongo que podría molestarse al verla así. Y yo tal vez quedaré como un mal amigo por haberla dejado tomar y no cuidarla mejor.
-Si, supongo que tienes razón- supongo que es mejor buscar otra manera de hacer las cosas. Él me ha contado que ella a veces se queda con sus amigas, así que tal vez esa pequeña mentira podría ayudar a que ella no salga regañada.

Creo que soy una persona muy molesta para ella. A veces tiene estas actitudes conmigo. Supongo que no le gusta la figura de autoridad que represento.
Ella se mueve y como intentando que no se vaya a caer, y por eso quedamos demasiado pegados. Cualquier otro día solo sería algo que pasa y no importa, pero hoy, no puedo ser tan indiferente a esos detalles.
-Lo digo porque tal vez no quieras ir a mi casa, pero si estás de acuerdo, entonces, vamos a mi casa- sonrío por esa caricia que deja en mi mejilla, ha sido un gesto que no esperaba.

Comienzo a conducir, al menos dejé de tomar temprano y por eso ahora ya estoy bastante bien para manejar. Pero si algo me altera en este momento es ella. No tanto por su pregunta, sino por como se ha sentado. Me esfuerzo en que mi vista esté siempre en el camino.
-Pues las cosas tenían que terminar- no quiero entrar en detalles sobre mi relación, aunque abiertamente no me molesta mostrar mis preferencias al mundo, no me gusta ir contando detalles de mi vida personal -¿Por qué tanta curiosidad?- pregunto divertido, pero solo evito la pregunta, soy muy consciente de lo mal que quedaré ante sus ojos si le digo que solo tiene algunas horas que terminamos, y no quiero que ella piense mal de mi.

Llegamos a mi casa y me bajo rápido del auto para ayudarla a ella. Entramos al departamento y recuerdo que Min tiene una llave, debería pedírsela o solo cambiar la cerradura, tal vez eso es lo mejor.
[color=#009966]-Te quedarás en mi habitación-[/color
le digo entrando a la puerta de la recamara y la trato de ayudar a acostarse en la cama. Mi mente divaga en tantas cosas que podrían pasar. Pero ella está tomada, tiene novio, es la hermana de un buen amigo y ella creo que me odia.

Me encogí de hombros como restándole importancia, pero obviamente no me es indiferente, y claro que no quiero terminar en un hotel sola, eso sería vergonzoso.
—Tu casa está bien, no me pondré exigente si te estoy dando molestias —le mostré una inocente sonrisa como acostumbro, porque cada día que pasa es más difícil fingir ser esa chica buena que siempre finjo ser, él me saca de quicio.

¿Las cosas tenían que terminar? Qué estupidez, ¿qué solo tiene novio para terminar o qué diablos?
—Okeey —eso no convencerá a nadie, pero sino seré obvia sobre que me importa— es que ustedes se veían tan enamorados que fue un poco impresionante. Pero veo que lo estás superando, ¿no? -sí, claro, él es el señor maduro y no creo que sea como otros que buscan sexo por estar dolidos… No es así, ¿cierto?—¿o acaso estás triste por eso? Lo siento, no quise ser indiscreta -agache la mirada con supuesto arrepentimiento, él se ve tan indiferente a su ruptura que parece fue hace tiempo, tal vez poco después que lo conocí.

Para entrar a su departamento me apoyé en él como si realmente lo necesitara. Me ofreció su recámara y asentí, incluso me ayudó a recostarme.
-¿Siempre eres tan amable con tus amigas? O solo con las hermanitas de tus amigos —me senté en la cama y me reí- ¿dónde vas a dormir? Tu cama es bastante ancha, sería como dormir con Julien -me colgué de su brazo y me tiré en la cama para jalarlo conmigo, y comencé a reír fuerte- oye, sé que es demasiado, ¿pero me prestarías una camiseta? Este vestido es muuy incómodo —de nuevo comencé a sentarme sobre la cama y llevé una de mis manos a mi espalda para comenzar a bajar el cierre, y cuando estuvo hasta abajp, solté un suspiro de alivio y estire los brazos hacia el techo.

Ella acepta lo de ir a mi casa, y eso es un alivio. Me preocuparía dejarla sola en un hotel, se que estará segura pero, la incertidumbre es algo que no me gusta. Si algo le llegara a pasar, yo no podría perdonarme.
-De acuerdo- sonrío cuando ella sonríe para mi. Al menos parece que ya no está enojada conmigo.

-Bueno, es que ya en el pasado tuvimos problemas y lo habíamos dejado. Creo que ya lo sufrí mucho en el pasado como para ahora volver a hacerlo- claro que duele, pero creo que hace tiempo que dejé de permitir que mi vida girara en torno a él. Seguro que hay algo de despecho en mi actitud, pero también es cansancio por todo lo que ya pasamos -Si, lo estoy, pero es algo que no podré cambiar y no voy a detener mi vida por él- mucho menos sabiendo que él ya no me ama -descuida, no has sido indiscreta, solo curiosa- supongo que es la reacción normal entre amigos, aunque nosotros no somos tan amigos.

-No tengo muchas amigas- explicar que soy una persona un tanto coqueta cuando estoy soltero, creo que está demás. Lo curioso es que en esta clase de etapas, mi interés siempre es por mujeres. Noto más su belleza y atractivo. Él único que me hizo experimentar un deseo similar, que fue algo espontáneo fue Aaren. Pero con ningun otro hombre. Lo de Min se dio poco a poco, primero me enamoré y luego vino la atracción y el deseo, con Evan, tampoco tuve eso, si se dió algo fue porque me dijo lo que sentía y pensé que estaba bien. Pero si soy sincero con Evan no tenía ese deseo animal, el sexo no fue para nada la base de nuestra relación. Supongo que al final, tengo una inclinación mayor por las mujeres, he estado con más mujeres, aunque ha sido todo casual, solo fue serio con Emi. Pero es esa atracción que puedo sentir que no tengo tantas amigas. Las que tenía las perdí o porque me acosté con ellas o porque preferí alejarme para mantener mis relaciones sanas. No es que dejara de verlas y rompiera el contacto, pero soy una persona que marca mucho los limites y eso aleja muchas veces a las mujeres en mi vida.
Ella dice algo sobre dormir juntos, o yo lo he interpretado así. Pero no, eso es imposible. No es que yo la vaya a obligar a algo, pero si que podría intentar algo, y eso arruinaría por completo la imagen que tiene de mi.
-En el - no termino de contestar porque ella me jala a la cama. Pero comienzo a sentarme en cuanto ella me libera-si, yo, te presto algo- hago un esfuerzo, uno muy grande, para no mirar sus piernas cuando menciona lo de su vestido.
Me levanto para ir a buscar una playera para que pueda dormir cómoda. En cuanto la tengo me giro para entregarse y se nota que ha desabrochado su vestido, ya no le queda ajustado como antes, y fácilmente podría caer dejando expuesta su piel.
-Toma. Esperaré afuera para que te cambies- dejo la playera en la cama y salgo de la habitación. No cierro la puerta, pero voy directo a la sala. Mi cuerpo a reaccionado a la imagen de ella. Por suerte es algo que apenas y se nota. Solo debo calmarme. Sacar de mi cabeza la imagen de ella, en mi cama, con la ropa holgada y a punto de ponerse una camisa mía.
-Julia me vas a matar- me quejo un poco mientras me sirvo un poco de agua fría -¿Terminaste? pregunto pregunto desde el pasillo.

Lo miré seria, suena tan maduro, tan él, como si fuera tan capaz de superarlo y continuar su vida, sin rencores ni esas cosas que la mayoría de la gente siente. Y a la vez tan prepotente, ¿en serio no le duele? Comienzo a pensar que tal vez es un poco insensible, tal vez no solo indiferente conmigo, sino con todos.
—Qué bien, eres un adulto admirable -Ni siquiera Julien actuaría así, creo, pensé que ni estaría en una situación similar pero ahora ya nada es seguro con mi hermano.

Otra vez esa maldita actitud escéptica, como si le fuera indiferente la situación. ¿En serio le gustan las chicas? No parece la clase de hombre que necesita que lo acepten y por eso coquetea con mujeres. Y pensar que el problema podría ser yo hace que mis latidos se disparen. Ni siquiera le dije nada y se fue, ¡se fue! ¿Qué diablos sucede con ese tipo? Nadie me había ignorado tan descaradamente antes, ¿se está haciendo el interesante acaso? Es un imbécil.
Tomé la playera y me levanté, dejé caer el vestido y me coloqué su prenda. El olor de él mezclado con el olor a limpio es agradable. Lo detesto, me siento terriblemente humillada, y peor es que él ni se da cuenta al parecer. Odio esto, debería vestirme e irme, no voy a rogarle a ningún estúpido por su atención, aunque esta noche parece que hice eso y me siento idiota.
—¿Por qué la pregunta?-pregunté abriendo la puerta y sonriendo— simplemente entra, es tu casa —caminé hacia dentro y me agaché a recoger el vestido. Mientras lo doblaba noté que mi corazón no dejaba de latir fuerte- ¿por qué eres amable conmigo? ¿Qué vas a hacer si lo malinterpreto? —me reí y dejé el vestido sobre la silla- solo es una broma, yo ya sé que quien te interesa es mi hermano. Eres amable y atento con él, y es un tipo atractivo y bueno, lo sé mejor que nadie —me acerqué a él y lo abracé por el cuello, y recargue mi cabeza en su pecho- si quieres puedo ayudarte, me caes mejor que Nikki —es bueno que él no me vea, porque incluso mi voz carece de entusiasmo.

Dudo ser un adulto admirable, no me gusta que me vean de esa forma. Trato de hacer las cosas de la mejor manera, pero he cometido muchos errores. Al final no soy más que solo una persona que se a acostumbrado a ceder y dejar que los demás hagan lo que les hace feliz, porque no quiero ser un obstáculo en su vida. Pero si, a veces desearía solo dejar salir mis deseos y aferrarme a lo que quiero. Pero soy una persona con inclinación a la autodestrucción cuando de mis impulsos se trata. Uno de esos impulsos fue Min y perdí demasiado por él, ahora tengo este impulso que despierta Julia.
-Intento serlo, pero no creo serlo- hablar de esto hace que mi expresión sea un poco desanimada.

Ella contesta y abre la puerta, sonrío.
-Es que quiero tomar mi ropa para dormir- tal vez debería darme un baño, quitarme el olor a tabaco y poder descansar limpio y fresco, al menos eso compensará un poco que no duerman en mi cama.
Entro a la habitación y vuelvo a ir a donde tengo mi ropa para buscar lo que usaré para dormir.
-¿Qué?- dejo lo que estaba haciendo y me giro para mirarla. Trago un poco de saliva por su pregunta, pero parece que solo está jugando y luego vuelve a mencionar lo de su hermano.
-También soy amable y bueno contigo- no quiero hacerla sentir mal.
La primera vez que nos vimos, me di cuenta de lo mucho que le afecta lo que ocurre con su hermano.
No puedo evitar que mi corazón se acelere, y su cabeza en mi pecho, ¿acaso podrá escuchar el latir rápido de mi corazón?
-A tu hermano no le gustan los hombres- mi respuesta de nuevo no aclara que no me gusta, pero creo que si admito que no me interesa, entonces seré muy obvio con lo que ella esta provocando en mi.
-Julia- hablo un poco bajo y hago un par de respiraciones profundas para mantener la calma, pero es que está tan cerca -¿Quieres comer algo? para que no te duermas con el estomago vacio- digo apretando mis puños para no llevar mis manos a su cuerpo. Desde que abrió la puerta noté su figura, como luce tan sensual con mi ropa... me siento realmente un pervertido, pero hace mucho que no me pasaba.

Me quedé callada, no sonrió como siempre. Comprenderlo es de lo más complicado, y eso que entender a Julien ya es bastante difícil. Pero es que con Asb no sé qué diablos está pensando, o si lo que dice es verdad o mentira. Siempre usa el mismo tranquilo tono de voz al hablar, y parece tan inmutable que me irrita.

Claro que se preocupa por mí, pero parece que lo hace porque se siente responsable y no por la misma razón que por Julien. Con él se ve cómodo, sonríe naturalmente y puede pasar horas charlando. Ahora más bien luce como si yo lo hubiera obligado, y siento que lo hace porque se lleva bien con mi hermano, porque seguro que le gusta.
—Solo porque soy su hermana. O porque soy menor, o porque me conoces. Eres esa clase de persona que toma responsabilidad aunque no te corresponda -siento mi cara arder. Ahora parezco una idiota celosa de su propio hermano, y hablé sobre él como si estuviera atenta a lo que hace. Solo espero que él siga tan idiota como siempre, no soportaría recibir su rechazo con esa tonta sonrisa amable.
Abrí mis ojos y puse atención al ritmo de sus latidos, es parecido al ritmo de los míos. Pero eso no es porque yo lo ponga nervioso, sino porque descubrí sus segundas intenciones con Julien.
-Pero si eres tú, seguro que al final te acepta —no lo dije con entusiasmo, porque de solo imaginarlo es repulsivo. Si la idea de Julien e Iskra fue horrible, la de ellos supera eso. Y me siento tonta. Puedo mentirle a quien sea pero no a mí misma, siento celos de Julien.
Me separé de él cuando dijo mi nombre y lo miré, mi corazón va super rápido, y mis manos aún están alrededor de su cuello.
-¿Cenar? ¿Ahora? —me reí, lo observé unos segundos y me crucé de brazos— sabes qué, ya me cansé —solté un suspiro acompañado de una risa burlona— y tú también deja de fingir. Vamos, el que seas amigo de Julien no te obliga a tratarme bien, o si él te gusta… No por eso debes ser tan paciente conmigo. ¿Y sabes qué más? Es super cansado fingir ser linda todo el tiempo y para que… Al final mira, ¡pero era obvio el resultado! —le di la espalda y tomé mi vestido, lo lancé a la cama y comencé a quitarme su camisa. Sí, mejor me largo, ya me humille demasiado y ya sé que con él pierdo fácilmente el control. ¿Además qué tiene de bueno este tipo tan soso? Ni siquiera se le para con una mujer, ¿yo por qué voy a estar perdiendo mi tiempo con él? ¿Qué diablos esperaba? Al menos con esto por fin no querré verle de nuevo la cara.
Le lancé su camisa y tomé mi vestido para ponerlo. Mis manos tiemblan un poquito, y ni siquiera lo revisé antes de ponermelo que al forzarlo a entrar, el cierre se abrió por el lado contrario.
—Jaja esto tiene que ser una broma —me quité el vestido de nuevo y lo revisé, lo arruine. Me quedé intentando arreglar el cierre, lo bueno de darle la espalda es que no tendrá que ver mi patética cara llorando. Lo odio, maldito homo idiota.

No puedo negar que soy esa clase de persona que ella dice, claro que haría esto por personas que conozco, pero ella no es como cualquier persona, yo le tengo cariño, pero no puedo negar que he marcado mucho mi distancia con ella. Me interesa y la mejor forma que tengo de poder establecer un lazo, sin dejar que mi interés se desarrolle en otra dirección es siendo amigo de Julien. Aunque ya no tengo pareja… pero ella si.
-¿Te molesta que cuide de ti?- tal vez solo debería alejarme de ella, más si eso la hace sentir mal, tal vez también alejarme de su hermano para que así no tenga que lidiar conmigo.

¿En serio dice eso de su hermano y yo? la idea es tan loca que me sorprende que ella insistan tanto.
-No hay, ni habrá nada más que amistad entre tu hermano y yo- le aclaro.
Asiento ligeramente cuando contesta con unas preguntas a lo de cenar. La hice enojar de nuevo, debe ser por su edad que toma esta clase de actitudes y emociones tan cambiantes, las hormonas son realmente un caos.
-¿El resultado?- pregunto, pero creo que ni me ha escuchado.
Se quita la camisa, mis ojos recorren su cuerpo sin poderlo evitar. Salgo un poco de mi trance cuando me lanza mi playera, pero sigo mirando lo que hace y ni alcanzo a detener la prenda que termina en el suelo.
-Demonios- digo al darme cuenta de que esta vez no he podido mantener mi excitación y se ha disparado por completo. Mi pulso, y mi deseo por ella han crecido. Suelto mi ropa que cae al suelo, la tomo del brazo para hacerla girar, le quito el vestido de las manos. Mi mano va a su cuello y entonces veo sus ojos.
-Estás llorando- estaba siendo tan impulsivo que no pensé -lo siento, yo… - quito mis manos de su cuerpo, no quiero que me odie por ser un imbécil. Pero aunque me siento mal, mi estúpido cuerpo parece seguir pensando en sexo -¡oh por dios!- exclamo nervioso y avergonzado y me giro para darle la espalda -lo siento tanto, he actuado como un animal, por favor, perdoname- no tengo excusa y no sé como lograré que ella me perdone.

-No -respondí a prisa— no dije eso -tal vez debí decirle que sí para molestarlo, o comentarle que odio que me cuide como si fuese una niña. Me gusta que me ponga atención, pero a veces me hace sentir más pequeña de lo que soy, y no me gusta pensar que la diferencia entre nosotros es tanta.

Sí claro, seguramente él es del tipo que prefiere querer en secreto y desearle felicidad, casi me lo imagino y es insoportable.
—Como digas—pero ya no insistiré, si él desea tomar el papel de mejor amigo aún siendo deshonesto, es su problema. No me importa lo que él haga, y ya me cansé de cuidar a Julien de todo el mundo para que al final ni siquiera confíe en mí.

Nunca me había pasado esto, ni siquiera recurría a las lágrimas cuando quería ganar la empatia de otros, y ahora estoy llorando sin saber cómo detenerme. El corto silencio me mata, él ha dicho algo pero yo solo pienso en lo patética que me comporté y en cómo me sentiré después de esto. Pero un jaloneo me sacó de mis pensamientos y lo miré sorprendida, ha quitado el vestido de mis manos, y por la manera brusca en que tocó mi cuello me fue imposible reaccionar inmediatamente. Él… ¿qué es lo que iba a hacer? Me limpié la cara cuando dijo que lloraba, y de repente se disculpa y se da la vuelta. Otro silencio un poco más largo se hizo, y entendí entonces.
—¿Tienes una erección? —solté la pregunta sin ningún cuidado, mi corazón empezó a palpitar rápido y sentí que mis piernas temblaban. ¿Qué pasa con el? Primero insinúa que le gusta Julien, y ahora viene a excitarse conmigo- woow, woow, no estoy entendiendo nada -increíblemente me reí muy nerviosa, tragué saliva y di unos pasos hacia él— no sé si me odias o te gusto, o si eres demasiado sensible en esa zona —me acerqué a él y envolví mis brazos alrededor de su cintura y recargue mi cara en su espalda. Me gusta su olor y su voz— es injusto que tú me hayas visto y ahora te escondas —mi tono de voz es bajo, pero a diferencia de siempre, no hay seguridad en ella, ni mis líneas están perfectamente trabajadas. Quería bajar mis manos y comprobar, pero las alejé de él y llevé una a mi pecho y otra a mi cara. Es la primera vez que me siento tan nerviosa, deseo que me mire pero no tengo la voluntad de siempre de hacer el primer movimiento, temo que al final se arrepienta y mi orgullo ya está bastante pisoteado— te dije que dejes de fingir, así que mírame —lo que sea que piense o quiera, deseo que lo haga, en este momento no pienso con claridad, solo me dejo llevar por el extraño anhelo que tengo por él.

Me siento confundido por su respuesta, me gustaría que fuera más clara, que me dijera que es lo que le molesta o que es lo que hago mal. Pero aun así no insisto, no porque no desee saber, sino porque creo a veces insistir solo vuelve las cosas peores.

Soy el imbécil más grande que hay, solo perdí el piso por un momento y he cometido un error tan grande que la he hecho llorar.
Su pregunta se siente como un balde de agua fría.
-Es que...- ¿debería negarlo? si, eso tiene sentido, pero si ella lo notó, entonces quedaré también como un mentiroso.
Ella dice algunas palabras, aunque no suena como asustada o enojada, tal vez sorprendida, pero más me sorprendo yo cuando ella me abraza.
-No te odio- aclaro un poco nervioso por la manera en que nos encontramos.
-¿Que? no, yo... -si, claro que me escondo pero si prefiero quedarme dandole la espalda no es por lo que me pasa, sino porque temo que si la miro de nuevo, vuelva a ser un idiota.
-No estoy fingiendo- respondo a lo que ha dicho.
Ya estoy un poco más tranquilo pero aun así intento que mi camisa cubra un poco y me giro para mirarla.
-Yo lo siento, de verdad. Eres una mujer hermosa y no puedo ser inmune, actúe como un animal y lo siento. No quiero que pienses que no te respeto. Además se que tienes novio y- mis disculpas se hacen cada vez más y más largas -y sé que no soy de tus personas favoritas y lo que he hecho es horrible. No quería asustarte ni hacerte llorar. Dios, soy un imbécil- paso mis dedos por mi cabello y mis ojos no se han movido, solo miro los ojos de ella. No debo actuar como un idiota.
-¿que podría hacer para que me perdones?- jalo un poco de aire para seguir manteniendo la calma, porque aunque mis ojos solo vean los de ella, no es como que no pueda notar nada más.

Una sonrisita se posó en mis labios, es como si viniera una ola de alivio a mi pecho solo con eso. Pensé que era inmune a las chicas lindas, aunque en el club lo vi coqueteando con chicas diferentes, pero creí que solo fingía o algo así, porque con todo lo que hice a él parecía darle igual. Pero no, él reaccionó, y yo dejé de llorar, solo tengo ese rastro de lágrimas en mi cara.
—Mentiroso, estás dándome la espalda —está nervioso. Desde que nos conocimos sentí que él tenía el control sobre mí, y aunque yo también me siento afectada, al menos tengo la fortuna de poder disimular.
Retrocedí unos pasos y lo miré a los ojos cuando se volteó hacia mí. Mientras hablaba mi corazón empezó a latir más rápido, y sentí un cosquilleo en mi estómago. Por un momento olvidé que me he quitado la mayoría de la ropa, y me abracé sin pensarlo. No soy de las que se avergüenza por mostrar su cuerpo, pero ahora es diferente, con él nada es como normalmente. Me hace actuar imprudente, patética e infantil.
—Olvida eso, no quiero que me recuerdes llorando -agaché la mirada. Mi novio, dice, ni siquiera yo me acordaba de eso. ¿Por eso actuaba de esa forma? ¿Debería decirle que es mentira? Respiré profundo y tomé un mechón de mi cabello para colocarlo tras mi oreja- no fue horrible, solo me sorprendió -mordí mi labio. Siento que pierdo todo el control de esto. Por fin ha dado señal de tener un poco de interés, pero no estoy actuando linda y dominante como de costumbre, siento que si lo haga, saldrá una faceta ridícula y forzada- ¿lo que sea? —pregunté con emoción. Muchas ideas pasaron por mi cabeza, pero a la vez me siento miserable porque si lo hace será más por obligación. No, no, yo le gusto aunque sea un poco, no sería obligado- estoy bien con la cena -dije en seguida, no puedo creer que no me atreví. Yo no soy así, vamos Julia- y también quiero que dejes de tratarme como una niña. No me veo como una, ¿cierto? —caminé a él y tomé su mano, la puse en mi mejilla y ladee la cabeza mientras lo miraba- no me molestan ese tipo de pensamientos tuyos —sus ojos son hermosos, fue lo primero que note cuando lo conocí, pero en este momento, lo que más deseo rs probar sus labios.

De nuevo muestra un cambio drástico en su comportamiento. Eso me provoca muchas dudas. A veces actúa linda, pero ahora ella me ha confirmado que realmente solo es eso, una actuación, pero hace rato estaba molesta, luego lloraba y ahora parece haber olvidado lo anterior o que al menos ha dejado de importar.
-Si, lo entiendo- bajo la cabeza en un gesto arrepentido, porque aunque diga que fue algo que la sorprendió, para mi sigue siendo algo que no debí hacer.
-Si- acompaño mi respuesta con un movimiento de mi cabeza.
Dice que con la cena es suficiente, y me cuesta creerlo, pero entonces parece que dirá algo más. ¿Querra que me aleje de su vida? tal vez me pedirá que no vuelva a ir a su casa.
Tosí cuando me dijo su condición, porque no esperaba que fuera a ser eso.
Se acerca y toma mi mano, ¿que es lo que piensa? no la entiendo.
-No te trato como una niña, solo pongo limites para no ser un idiota- admito de manera sincera.
La mano que me hizo poner en su rostro la muevo lentamente y muevo su cabello para acomodarlo detrás de su oreja, ella tiene mucho ese gesto.
-iré a la cocina, mientras tú puedes ponerte la camisa…- me siento debilitado cuando salgo de la habitación.
Me sirvo un vaso con agua fría y comienzo a ver que podría preparar.
-¿Te parece bien un emparedado?- pregunto porque parece algo muy simple para ofrecer una disculpa, pero también es un poco tarde para cocinar algo elaborado, podría ser un poco pesado por la hora que es.
Mientras preparo las cosas, pienso un poco en lo que ha pasado, ella realmente no me rechazó, fui yo quien se detuvo porque la vi llorar. ¿Tal vez le gusto? si lo pienso un poco, creo que podría parecer algo obvio. ¿¡pero que estoy pensando!? eso no importa, ella tiene novio, y su hermano ser mi amigo. La edad no lo pongo como una objeción, creo que sería hipócrita luego de haber estado con Min cuando él era mi alumno.