Copas en RedHouse -Salvatore Scarsi-

Recuerdo del primer mensaje :

Red House :

RED HOUSE

Un bar donde los clásicos de la música se juntan en vivo, donde es fácil sentarse a gozar de un trago, la buena música, el ambiente entre privado y abierto, conocer gente o simplemente desgarrar tus penas en el mal del alcohol copa tras copa esperando esta subiera dejándote por un momento olvidar lo que sea que quieres olvidar, por que en las personas existen quienes prefieren por un momento esto a afrontar sus miedos mas grandes, buscando la valentía que no tienen en el trago.
Un lugar que como su nombre lo dice, es rojo, ese color que hacía el todo algo oscuro mezclado con negro y pieles, aun que en sus tonos existía el rock, y probablemente era la música que mas se escuchaba hacía la madrugada, aun era temprano, música ambiente dado que no hace mucho abrieron el lugar.

Observo mi reloj de muñeca, las 8 pm, fuera seguro ya es de noche, en uno de los sillones espero a Scarsi-san, que por alguna razón llamo a mi teléfono privado, verdaderamente no recuerdo cuando se lo di, tampoco me molesta, no me desagrada. El punto, me dijo que saliéramos a tomar algo, no se me da eso de rechazar a nadie, es como una debilidad, pero me intriga saber por que me cito, tantos escenarios se formulan en mi mente, intento justificar casi cualquiera antes de que él llegue, bueno es abogado, cualquiera podría comprender mi miedo, no soy lo que llamarían un ciudadano sin pecados, pero me parecería increíble que él supiera de ello, hago un retroceso, pensando en si olvide limpiar algo, si noto algo en mi cuando me conoció, no lo se, siquiera recuerdo que sabe o que no sabe de mi, ademas de que trabajo en la oficina de Matsumoto. Suspiro tratando de calmarme, todavía no se y estoy explotando un infierno en mi cabeza, debo calmarme...

Pido un trago cualquiera, lo que me recomendaran, y seguí esperando, no me molesta esperar, bueno no hay tanta gente, mis ojos se posan en un hermoso piano que esta ahí, muevo mis dedos un poco, y esta vez si espero que Scarsi aparezca.

¿Se está riendo? Después de lo que le he contado se está riendo, de todas las reacciones que esperaba está es la que más me enfada y me entristece, me hace sentir patético, por eso es que no me abro tan fácil a la gente, sólo quiero un poco de comprensión y sólo consigo sentirme peor.

Estoy a punto de irme, no vine a contar mis cosas para que se burlarán de mí, me levantó pero tan rápido como lo hago, tan rápido es como caigo de nuevo, creo que he bebido demasiado rápido  y ahora estoy más ebrio de que creía o quería.

Lo miro mal, ese “según” no me agrada nada –Lo amo, estoy seguro, tanto que me duele- llevo mi mano a mi pecho, de sólo recordarlo sonrío, aunque escasos los buenos momentos que pasamos juntos me hacen mantener la esperanza de algo que nunca pasará –No he estado con hombres… aunque si me he enamorado de otros hombres- le digo directo, después de todo ya he hablado demasiado, sólo me cubro el rostro para que no vea la vergüenza que hay en él –de hecho sólo me he enamorado de hombres y las únicas veces que he tenido el valor para confesarme he sido rechazado, pero por más que me esfuerzo, por más que ellas me amen, no soy capaz de corresponder a una mujer- le cuento afligido, como si aun negara mi homosexualidad de manera implícita.

Restriego mis manos contra mi rostro, ¿Quisiera entender por qué el amor lastima tanto? –Hablas tan bonito como lo haría un escritor- niego un par de veces – no quiero rendirme con Ivan, por primera vez quiero ser honesto con mis sentimientos, y aunque sé que podría encontrar el amor en alguien más, quiero que sea él, a él quisiera entregarle todo- deseaba tanto que él se llevará mi primera vez, aunque tantas veces antes he deseado ser tocado por otro hombre, aunque aun ahora quisiera hacerlo con quien fuera y liberar esta ansiedad –No quiero otra oportunidad- seguro pensará que es un capricho, pero para mí es mucho más que eso.

Dejó caer mi frente contra la mesa, como si fuera un vil borracho, quiero llorar y no quiero que él me vea, pronto las lagrimas caerán de mis ojos para chocar contra la mesa, el amor es un sentimiento que no debería existir, nos hace tanto daño que no vale la pena los contados momentos de dicha que nos puede ofrecer

Bueno, hice mal en reirme, pero como es normal para él llorar, para mi lo fue reír, simplemente lo fue, no es algo que hago a menudo, me dedique a mirarle caer en su lugar, mi ceja izquierda seguro se arqueo ante ello, él intento huir de mi por que me reí, que lindo...

Si tan molesto esta conmigo por reir ¿por que continua? mi rostro vuelve a la monotonía habitual

-Bueno, si tanto re repelen las mujeres...no estes con ellas-Es lo mas logico, y dejo el tema de que lo ama o no, él deberia saberlo mas que yo, mas que cualquiera, me recargo en mi mano con interés- Soy escritor...- contesto a su "hablas tan bonito como uno..." por que me pareció ligeramente molesto.

Es bastante gracioso como se contradice una y otra vez, pero me abstengo de volver a divertirme de ello, y en lugar de ello termino de escucharle para brindarle otro comentario, dios, siento que he hablado demasiado, mi pobre garganta comienza a reclamarme el hecho por cierto.

-Es curioso, que no quieras rendirte ni otra oportunidad ¿sabes?- le señalo, aun que bueno, ya no esta en sus 5 sentidos -No puedes obligarlo...- bueno, si bien podría pero esa persona aun que borracha sigue siendo un abogado, no me pondré psicópata frente a él- Seria estupendo que él pudiera ver lo que estoy viendo justo ahora...- comento sin pensar, me arrepiento por 2 razones, por que seguro sonó a que me gusto él y dos, por que sonó mejor en mi cabeza, el alcohol también comienza a golpearme...

Mi cabeza es un caos, siempre que se trata de Ivan todo se revuelve en mi mente, pierdo la razón y dejó de reconocerme a mí mismo, no sé en qué momento le entregue el poder de mi vida, aunque él no sé de cuenta, cada de una de sus palabras o de sus acciones influyen tanto sobre mí convirtiéndome en lo que ahora le muestro a Yoh, sólo un remedo del hombre que fui algún día.

-Tú no entiendes. No estoy con ellas por gusto- le digo como si hubiera realmente una razón más profunda del porque me obligo a estar con una en vez de seguir mis sentimientos y mis deseos –tengo que mantener una imagen, incluso algún día deberé casarme y tener hijos- le explicó como si fuera una razón de peso, claro que no deseo eso, si me dieran a escoger entre la familia perfecta o estar con Ivan, la respuesta sería más que obvia.
- Lo siento, si te ofendí. Estoy bastante tenso, realmente respeto mucho tu trabajo- aunque no le externo claramente, estoy seguro que mi comentario le molesto un poco.

Levantó mi copa y miró a través de ella, todo se distorsiona, así es cómo veo todo justo ahora y no es por el alcohol, es el momento que estoy pasando ahora lo que me tiene tan perturbado, hay tantas cosas que quisiera externar y que ahora calló.

-¿Soy un idiota?- sé cuál es la respuesta, aferrarme un amor sin futuro es algo bastante estúpido, pero toda mi vida ha sido así, me niego a conocer el verdadero amor, me quejó de no ser correspondido pero siempre termino eligiendo a quien sé no lo hará, tal vez no estoy preparado para amar y ser amado. –No puedo obligarlo, lo intente y por eso estoy así… - no lo obligue realmente, si lo hubiera hecho habría obtenido lo que quería, al menos habría sido suyo aunque mi corazón terminará destrozado.
Parpadeó varías veces y mis mejillas se tiñen de un leve color rojo ante su declaración. Tal vez no hay intensiones ocultas detrás de ello y sea sólo producto del alcohol, sin embargo no me importa cometer una locura por primera vez en mi vida – ¿y qué es lo que ves? – cuestionó de una manera que raya en el coqueteo, ¿Qué mierda estoy haciendo?

Me mantuve callano, no habría comentario que le hiciera cambiar de opinión ahora, simplemente me parece que es normal que este tan cerrado a todo en este momento, me parace absurdo su intento de pantalla futura simplemente no entiendo la razón.

Dejo pasar su disculpa por que esta de mas a lo que estamos haciendo simplemente estamos aquí por su problema no me voy a ddesviar del tema por una tontería como esa, no vale la pena.

Cuando hace la pregunta asiento lligeramente por que si, si es un idiota. Al comentar que le intento obligar muerdo un poco mi labio sin siquiera intentarlo mi mente viaja a un mar de posibilidades de como pudo haber obligado y la detengo cuando hace aquella pregunta, en aquel tono, le miro, algo en mi quiere reír pero en lugar de eso desvio mi mirada algo apenado, es raro que las personas me hablen en ese tono.

Hablo al fin para contestar.

-Una persona, maravillosa e interesante- por que lo es simplemente lo es y eso es lo que creo y siento.-Bueno...guapa tambien. - para que mentir?

Mi amor se ha convertido por completo en una obsesión, ya no distingo la realidad, si no es Ivan todo carece de sentido, no quiero ser feliz con nadie más, incluso sustituir sus caricias con las de alguien más me parece inaceptable, después de haber probado sus labios me parece que todo sabe amargo, lo deseo, lo necesito, quiero ser suyo y que él sea sólo mío.

Sin embargo y con todo, me arrepiento de mis acciones, debí haber parado, no debí ofrecerme de esa manera tan barata, no era lo que Ivan necesitaba, estaba triste y necesitaba más de mí, quizás si lo hubiera escuchado en vez de cuestionado, si sólo lo hubiera abrazado en vez de ofrecerle mi cuerpo, tendría una oportunidad. No tiene caso lamentarse por el pasado, debería ver hacía adelante pero qué puedo hace cuando no puedo dejar de mirar atrás, si mi vista se niega a ver hacia enfrente.

Asiente tan pronto, no lo dice y sin embargo me da a entender que tengo razón en catalogarme como un “idiota”. ¿Qué más puedo ser? Debería rendirme a pretender que me ame, debería rendirme a esta fachada que tanto me he esforzado por mantener…

Niego repetidas veces y río un poco ante su respuesta, no puedo creer que en verdad piense eso de mí, ¿de dónde saca que soy una persona maravillosa?  -Apenas me conoces como para pensar que soy una persona maravillosa, no creo serlo, ya debes haberte dado cuenta de la clase de escoria que soy- una sonrisa se ilumina en mi rostro cuando hace referencia a mi atractivo -¿Te gusto?... ¿Sí tuvieras una oportunidad de hacer algo conmigo lo harías?- la desesperación me ha hecho perder la razón.

¿Por que las personas no pueden ver en sus reflejos lo maravillosas que son? de esa manera no les sorprendería tanto que alguien mas se los dijera.

-Probablemente por que no te conozco me pareces maravilloso, seguro conocerte sería una aventura- Explico a medias mi punto, para no divagar en un tema que seguro el mayor no entendería completamente en ese estado.-No eres escoria- Lo aseguro, lo se, si él fuera escoria ya le tendría atado en mi aticó probando que tan alto llegan sus cuerdas vocales, una idea pasa por mi cabeza solo al pensarlo y la alejo, porque simplemente NO.

Cuando me pregunta me sonrojo un poco, esa pregunta es vergonzosa, ¿como puede preguntar eso con esa sonrisa? Seguro sabe que lo es. -Mentiria si digo que no- vamos a aceptarlo, el señor es guapo, aun que mayor que yo, es guapo fin.

-Define algo- y realmente necesito lo haga porque mi trastornado cerebro me juega una mala imagen de hacer cosas con él, simplemente no puedo evitarlo, es atractivo, y algo en su voz me gusta, si fuera otro estilo de persona me gustaría provocar gritos de sus labios...pero Salvatore es una buena persona, y no quiero hacerle daño. Solo unos segundos para después pensar en un ámbito sexual y sonrojarme aun mas.

Desde mi ex que no tengo un roze con nadie de esa manera, así que espero su descripción

Jamás me podría considerar alguien maravilloso, confío plenamente en mi apariencia, les gusto tanto a mujeres como a hombres, pero como persona justo ahora estoy en un bache y me siento una mierda.

Sonrío ante sus palabras, no parece tener intenciones ocultas y por ello es que me agrada
-¿Te gustaría conocerme? Podemos conocernos sí no te interesa, sólo no te arrepientas- mi comentario seguramente suena bastante exagerado pero más bien es por mi estado de ánimo, ser rechazado por la persona que amo sólo ha logrado hacerme sentir miserable –no puedes asegurarlo cuando no me conoces, no sabes nada de mí- insisto, despreciarme a mí mismo se ha vuelto una costumbre para mí últimamente, tal vez es mi forma de obtener un poco de lastima en lugar del amor que me fue negado.

Me recargo en el respaldo del sillón con los brazos detrás de la cabeza, cruzo una pierna y una sonrisa coqueta en mi rostro –no me esperaba una respuesta tan sincera- después de todo soy un vanidoso y siempre he disfrutado que la gente note mi atractivo. Eso ha levantado mi ánimo un poco.

Levanto una ceja, en una expresión de incredulidad, ¿seguro qué no sabe de lo que hablo? Creo que yo tampoco estoy seguro de lo que quiero, hasta dónde seré capaz de provocarlo, ¿estaré dispuesto a abrir las piernas a él o someterlo yo? No, jamás. Río para mí mismo
-Usa tu imaginación y dame una respuesta señor escritor. Espero algo digno de usted- respondo desafiante.

Estupido.

Aprieto mis labios y miro a otro lado, seguro mi cara ya esta roja. -Seria muy estupido si me arrepintiera- comento, por que me lo parece, realmente me lo parece.- Puedo asegurarlo, por que yo lo dije, es lo que yo se, para mi no lo eres, y te aseguro que hagas lo que hagas no lo seras- Y no, no pasara, por que tengo estándares para catalogar ese estilo de personas y para mi, no existe escoria mas grande en el mundo que yo, bueno si...pero eso debería ser ilegal.

-Entonces no debiste preguntarme- reclamo haciendo un ligero puchero aun sin poder mirarle directamente, despues de escucharlo suspiro y vuelvo a él aun algo apenado, tomo lo que queda de mi bebida y me aproximo alcanzando su barbilla obligandole a mirarme y cambiar de postura, deje un beso en sus labios esperando los abriera para cualquier cosa, cuando noto que lo hace bajo su actual estado de ebriedad, vuelvo a besarle.

Probando su bebida directamente de sus labios, nadie nos observa por lo bajo de las luces y cada quien en sus asuntos, así que me dejo explorar su boca ¿por que? no tengo idea, creo que la bebida tambien ya ha pasado de mi limite. En un estado normal, no besaría a nadie...

Al alejarme susurro sobre sus labios ahora humedos por nuestra saliva-Y se me ocurren cosas mas húmedas- Okey eso sono mejor en mi cabeza, por lo que me alejo demasiado apenado y miro a otro lado mejor quedando callado. Ah dios, por que no me has matado? soy una amenaza hasta para mi mismo

Yoh resulta ser bastante lindo, esa cara sonrojada se me hace tierna, pero no es mi tipo, yo prefiero alguien de temperamento fuerte y dominante; en que mierdas estoy pensando, a veces resulto bastante nefasto.
-No puedes prometer algo así de fácil, pero gracias por pensar así- el alcohol me está volviendo un poco cínico. –Confías demasiado en alguien que no conoces, creí que por el simple hecho de ser abogado pensarías que lo soy- le recalcó divertido –ojala más gente fuera como tú, todos se lanzan enseguida contra los defectos, al menos que sólo lo digas por hacerme sentir bien- no quiero cuestionarlo, simplemente ya no puedo controlar las palabras que salen de mi boca y que deberían quedarse ocultas en mis pensamientos.

-No me molesta la respuesta, es sólo que no esperaba que fueras tan directo – lo miró a él y nada a la vez, comienzo a perder la consciencia de todo a mi alrededor. El sentir sus labios no me molesta, no sé compara con Ivan, pero la simple imagen reflejada en el de ojos violetas y mi estado de ebriedad logran que corresponda como si se tratara de mi persona amada quien asalta mi boca.

Me gusta ese lado atrevido, sin embargo ni él ni yo seremos capaces de llegar a algo más, un beso no es más que un beso pero llegar a algo más, ni en el estado en el que estoy entregaría algo que tanto deseo sea para él.

Al escuchar su “amenaza” me debato entre reír o tomarme las cosas enserio, simplemente es demasiado lindo como para creerlo capaz –dejémoslo así, estamos muy ebrios- le doy unas palmaditas en el hombro como si fuera el otro quien necesita el consuelo.

No conteste el nada, simplemente le observe, si bueno me rechazo, pero no por eso me voy a cortar las venas, es no se, como una espina en mi orgullo, que quiero, universo sepas, lo tengo.

Simplemente medio sonreí -Buen punto- tomo una vez mas mi distancia al igual que el silencio.

Debi estar callado uno o dos minutos, que me parecieron muy tranquilos, se que mis mejillas siguen rojas, la verdad me molesto por unos segundos pero ya no, simplemente...Que vergüenza.

-Si puedo...- comento y aprieto mis labios antes de decir algo mas, es cierto que se me da muy bien meter la pata con las personas, pero hasta cierto punto no dejo de quererlas, siquiera pensar mal de estas, pienso que todos son maravillosos, y aquellos que pienso que no lo son, si tengo la oportunidad los mando a una habitación a esperar por Rene.

-A mi ex le molestaba que lo fuera...- comento para tomar otro trago y mirarle - ¿Debería llevarte a casa? estas mas ebrio que yo- eso cualquiera lo podría notar.

No estoy preparado para aceptar a nadie más y mucho menos tratándose de un hombre, no puedo evitar negar mi propia sexualidad, no me siento preparado para dar el siguiente paso, tal vez sólo necesito alguien que me arrastre que vaya a través de mi negativa y me obligue a hacer lo que en el fondo tanto deseo.

-Lo siento- no pude evitar disculparme, tal vez para Yoh sea más fácil, para él sólo sería una aventura de una noche, pero para mí ¿qué sería?

Me siento mal por ser como soy, quiero volver a casa y encerrarme en mi habitación. Seguro Yoh no querrá volver a verme, después de todo a cualquiera le duele un rechazo aunque tenga el pretexto de que estamos ebrios.

-¿Si puedes? – en cierto momento perdí el hilo de la conversación, todo se ve borroso a mi alrededor y siento como si tuviera ganas de llorar, mi corazón sigue latiendo por ese amor no correspondido, me duele, me siento cansado, ya no más por favor.

-¿Tu ex? Qué bueno que ya no está contigo, tu mereces a alguien mejor- le digo sin estar seguro de lo que hablo –Estoy bien, no quiero ir a casa aún- mentira, lo que no quiero es estar solo.

Salvatore era como un pequeño niño solo.

-Es momento de ir a casa- reitero para pedir la cuenta y llamar un taxi - Se que no quieres estar solo- yo no lo querría en su posición, seguro me mataría en la soledad de mi casa vacía.

-Confia en mi, ire contigo, te acompañare hasta que te quedes dormido- no soy la clase de persona que viola a un amigo. Pago la cuenta y le ofrezco mi mano, seguro sera mas facil para él llorar en mi hombro cuando estemos en su casa o la mia.

Me molesto conmigo mismo, tal vez sólo debí dejarme llevar y entregarme a Yoh, sólo satisfaciendo  mi cuerpo con el placer que tanto le he negado después de todo no sé qué es el sexo por amor.

-No quiero ir a casa- hago un berrinche como el que haría cualquier borracho –estoy bien- intento convencerlo hasta que menciona algo que me dolió realmente –Prefiero estar solo… saber que Ivan está en casa, es peor que toda la soledad- miento no quiero estar solo pero la compañía que tanto deseo sé que no la voy a poder obtener.

-¿Por qué haría eso por mí?- lo miró a los ojos, son muy lindos ahora que me doy cuenta –te hice venir aquí, te conté todo eso y además te rechace- niego con la cabeza –deberías dejarme e irte, no quiero seguir causándote molestias. Tomaré un taxi- le digo intentando levantarme de nuevo, tambaleante y a punto de caer en cualquier momento.