So close, so far [Salem]

Recuerdo del primer mensaje :

El evento aun sigue bajo control, escucho una de las voces en mi oido donde tengo el auricular, me están avisando algo sobre el servicio de comida. Miro de reojo a aquella modelo de la cual he estado siendo practicamente su sombra todo lo que va del evento. Parece que por ahora está bien, así que a prisa tomo rumbo a la zona de las cocinas, miro como un meseró acaba de tirar una de las charolas de bocadillos que deberían estar ya en la mesa para que los puedan tomar cuando quieran.
Respiro un par de veces para encontrar la calma.
-distrubujan las charolas que quedan en la mesa, pongan arreglos florales para compensar el espacio que quedará libre, y tú, toma- le entrego a la chica esa pequeña tableta elegronica donde tengo todos los números de mis contactos y personas con las que he trabajado -busca el numero de Isha, dile que necesitamos, que llamas de mi parte, que le pagaré la comisión de siempre mas un 5% si llega en menos de media hora- digo a la chica y le lanzo una mirada porque parece estár a punto de entrar en un ataque de pánico -¿podrás hacerlo? no tengo tiempo para que te sientas mal ahora, necesito que te enfoques- le digo y ella parece aceptar mis palabras y se aleja mientras comienza a buscar el número.
Salgo de la cocina casi corriendo pero cuando llego al salon me muevo de forma mas calmada y por las orillas donde menos puedan notarme, estan acomodando las charolas, miro los arreglos, se ven tan aburridos... así que mientras puedo me encargo reacomodarlos para que luzcan mucho mas llamativos y parezca que así tengan un motivo para estar ahí, incluso agregro algunas flores y petalos en las charolas.
De reojo verifico que mi principal trabajo de este día siga donde la dejé, pero ya no está, así que suelto los ultimos petalos, tomo una copa de champán para pasar desapercibida en todo el lugar, de buevo la voz en el auricular me dice que ha conseguido contactar con quien le dije, y que se encargaría de mandar las cosas lo antes posible. Suspiro mas relajada y doy un trago a la copa que dejo en la charola de otro de los meseros.
-¿Alguien ha visto a Aine?- cuestiono por el microfono pero me dicen que le han perdido de vista, recorro el lugar frustrada, me dirijo a los baños, encluso entro a buscarla pero solo veo a un par de las invitadas -¿donde te metiste niña?- cuestiono un poco frustrada pero en voz baja.

atuendo:

Estaba tan centrado en mis preocupaciones y luego tan consciente de ella que omití ese detalle, me siento tan irrespetuoso por no haber visto la herida de su mano, y justificarme ya no tiene caso, por eso es que quiero ayudarla.
Al menos no se ha negado, parece más frágil de lo que imaginé, no, en realidad nunca pensé llegar a ver esta faceta de ella, pensé que la recordaría como la coordinadora regañona, pero ahora solo es una chica en un  apuro.
-No pasa nada, si no desinfectas será peor -pero parece que no basta decir lo obvio para calmarla. Me levanto de nuevo y busco la toalla de mano y se la entrego, y tomo con cuidado nuevamente su mano herida- aquí. Aprietala si crees que duele -levanté su mano a la altura de mi cara para ver si no tenía algún trozo de vidrio, parece solo un corte superficial- parece que no tienes nada. Bien, echaré un poco de agua y al final utilizaré la gasa ¿de acuerdo? -tomé la bottela de agua oxigenada y puse un poco en la tapa, y luego vacié el contenido sobre la herida, esperando que hiciera un poco de efecto.


Ella parece temer a estas cosas, o tal vez sean los nervios de haberse lastimado en el trabajo, la verdad no la conozco y ya vi que no es la persona que imaginaba.
-No estés tan asustada -puse otro poco de agua en la herida y dejé la botella sobre el suelo, y me di el atrevimiento de tomar su mejilla para que se tranquilizara- si quieres cierra tus ojos, te voy a limpiar ahora con la gasa -hice una ligera caricia y la solté para tomar las cosas del botiquín, al menos la sangre ha parado. Tomé la gasa y di pequeños toques sobre su herida, y después utilicé otra para secarla y una más para ponerla sobre su mano, puse dos tiritas de cinta microporo para que no se contaminara- listo -tomé su mano con ambas manos y la mostré a ella- está mejor así.
Me levanté junto con lo que utilicé para tirar lo inservible a la basura y lo demás guardarlo, y luego me lavé las manos para poder tomar las extensiones.
-Realmente no necesitan lavarse, oh… -me giré de nuevo a ella notando que su maquillaje estaba un poco arruinado, aunque no parece que lo necesite, se ve linda de todas formas- retocare mi maquillaje, ¿quieres que lo haga con el tuyo? -sé que la repentina amabilidad no va a arreglar las cosas, pero me dio demasiada ternura ver su cara asustada- o tal vez debería cambiarme primero… -sí, había olvidado que estoy desnudo, y debo agradecer a su herida que las reacciones de mi cuerpo se mantuvieran quietas, pero ahora que pasó eso debo apurarme y cambiarme.

Se que debo desinfectar la herida, pero prefiero hacer este tipo de cosas sola, porque obviamente soy una cobarde y no quiero que nadie vea este lado mío, soy la jefa, soy una tipa dura y estricta, seguro que si me ven tan miedosa como ahora perderé el respeto de todos mis empleados.
Miro confundida la toalla pero la tomo porque supongo que debo hacerlo, y tal vez podría decir que eso me parece absurdo, pero aun así asiento y le hago caso. Aprieto la toalla con fuerza mientras checa mi herida, no quiero mover mi mano porque siento como la piel se separa si extiendo mi mano, pero aun así respiro profundo mientras el checa si no hay algún cristal.
Solo asiento cuando me explica que es lo siguiente que hará. Aguanto la respiración cuando siento que echa en mi mano un poco de agua, mi cuerpo se pone completamente tenso, mi mano aprieta la toalla tanto como le es posible.
Siento su caricia y eso me desconcierta un poco, el me dice que cierre mis ojos pero yo solo me le quedo mirando, o al menos lo hice hasta que sentí la gasa en mi piel y volví a cerrarlos.
Los vuelvo a abrirlos, y recuerdo lo tonta que he sido, lo débil que he dejado que ella veo que soy.. él.
-gracias- digo casi sin querer hacerlo.
El ahora habla sobre mi maquillaje, y la verdad es que no quiero, no quiero deberle nada más.
-saldré para ver si ya han mandado lo que pedí y pedir que nadie mas entre- ni siquiera contesto a lo del maquillaje, solo me levanto, me coloco mi auricular en el oído y salgo. Veo al menos tres vestidos dispuestos para que él se pruebe y un cambio de ropa para mi. Coloco el seguro de la puerta para que nadie entre y doy la indicación por el micrófono.
-puedes salir ya no hay nadie- le aclaro mientras tomo mi cabio de ropa y espero a que salga -me cambiare en el baño- ni siquiera me atrevo a mirarlo, me siento tan avergonzada por mi actitud y por esos pensamientos que he tenido por solo mirarlo.

Entro al baño y me cambio rápido, limpio el vino de mi cuerpo con una toalla mojada, pero no me doy un baño, no hay tiempo para eso. Veo mi maquillaje, mi delineador se a corrido un poco así que lo limpio.
Toco la puerta un par de veces para indicar que voy a salir, no creo que siga desnudo, sería demasiado.
--¿eres gay?- pregunto en cuanto lo miro, se que seguro parezco una insensible por preguntarlo, ¿es obvio no? pero necesito que me lo diga, al menos así todo lo que ha pasado perderá un poco de importancia.

Aunque parece haber pasado por un momento un poco difícil, ella no aceptó mi ayuda al final. Eso me hace sentir algo extraño, pero es normal, después de todo quien debe depender de ella soy yo. ¿Tal vez fue muy ruda mi propuesta por eso?
-Ah -solté un suspiro y comencé a secar mi cabello una vez ella salió del baño- ella es linda -no puedo evitar pensar ahora solo en eso. La situación es bastante rara, yo estaba tan nervioso que ni siquiera consideré verla de otra forma, solamente estaba el pensamiento usual de “sí, ella es guapa”, pero ver ese lado suyo tan dulce. Creo que me hice muy consciente de ella en muy poco tiempo, pero estas cosas nunca pasan, debe ser normal.


Tomé las extensiones y mi ropa interior y salí a la recamara donde ya me esperaba el cambio de ropa. Admiro su habilidad para resolver los contratiempos.
-Gracias -la sonrisa permanece en mi rostro y le sigo con la mirada hasta que entra al baño. Tomo el vestido de enmedio y luego de secar bien mi cuerpo comencé a cambiarme. Me puse un poco más serio y sin esperarla saqué algunos cosméticos de mi bolso para retocar un poco el maquillaje- adelante -¿no es un poco tarde para los modales? Estaba entretenido colocandome el labial cuando ella soltó esa pregunta tan típica. No es la primera vez y tampoco me incomoda, aunque se base en un prejuicio en realidad me acostumbré a eso- ¿me ayudas a colocarme las extensiones? -generalmente cuando digo que no soy gay la gente se ríe y empieza a decir que no debería ser tímido, o que mis gustos son aún más raros por el hecho de no sentirme atraído por los hombres. Incluso me llamaron pervertido. No espero que las personas me entiendan, esa parte de mi vida donde quería ser aceptado por absolutamente todos, ya pasó- no lo soy -comencé a acomodarme unos accesorios en el cuello y las orejas mientras esperaba por su ayuda- aunque salí con un chico en el pasado pero… no es lo mío -me encogí de hombros y me acerqué a la cama para quitar la toalla mojada y dejarla colgada en el closet, no soy un tipo ordenado, es más como si lo hiciera para no dejarle una peor imagen a ella- lamento los contratiempos que te he hecho pasar -me disculpé honestamente y esperé que ella alistara lo demás para poder irnos, aunque quisiera no hacerlo.

El no responde de inmediato, de hecho me pide ayuda, no se porque pero eso me hace sentir un poco aliviada. No respondo a su petición de ayuda, pero si comienzo a caminar a donde están sus extensiones. Me siento un poco idiota por preguntar algo tan obvio ¿no? Suelto un suspiro armándome de valor para pedirle disculpas por ser tan insensible pero el suelta ese “no lo soy”.
Me he quedado helada de nuevo, parece ser que el es una de las personas que más ha logrado dejarme con la cabeza en blanco. Me hace sentir una estúpida, que he perdido el control de las cosas, incluso de mi propia cabeza. Pero es que en lugar de poderme enfocar, estoy pensando en el incidente, en la caída, en esa fracción de segundo donde creo que algo en mi notó que no era una chica, su aroma, esa mezcla entre el perfume de una chica y ese toque de su aroma natural. Mi corazón de nuevo late mucho… seguro parezco una mojigata, pero aunque no soy una santa en cuanto a relaciones, ser tocada de esa manera no es algo que me haya ocurrido ni por accidente y lo he visto prácticamente desnudo… ¿como pudo parecerme tan varonil? Si mirándole ahora solo vuelve a parecer una chica.
-ah… si- mi cabeza se ha perdido en algún limbo de donde no quiere regresar, como puedo camino para tomar por fin las extensiones y le ayudo con ella. Mi corazón sigue igual de acelerado… creo que necesito darle un poco mas de importancia a mi vida personal, creo que el restar importancia a esos detalles es lo que me tiene ahora pensando en el cuerpo desnudo de un hombre como él. Es raro, ni siquiera es mi tipo, aunque nunca ha sido mi tipo un hombre que se vista de mujer, es demasiado delicado, y su irresponsabilidad es desesperante. Siento como toco la piel de su cuello y de inmediato alejo mis manos de él como si quemara y siento mi cara arder -lo siento- comento con voz nerviosa, porque me soy una idiota que se ha sentido atraída por quien no debe -¿puedes salir primero?- le pido patéticamente de manera débil, con mi cara a nada de derretirse por lo caliente que se siente. Soy como un salvaje animal en celo, ¿desde cuando soy así? Siempre he sido muy indiferente a esas cosas, he tenido parejas pero nunca he sido tan estúpida cuando se trata de los deseos sexuales, ¿resulta que soy fetichista y no lo sabía?

La noticia no le cayó muy bien, tal vez sí fui demasiado descarado al dejarme ver casi desnudo. Al principio estaba más preocupado por el hecho de revelar mi secreto, pero no es como si mi cuerpo me avergonzara. Es extraño, me gusta lucir como una chica pero no quiero pechos grandes y mucho menos me gustaría quitar mi parte baja. Simplemente adoro las cosas lindas, como ella, por ejemplo, me gusta más ese lado suyo tan tierno. Pero para las personas no es tan sencillo entenderlo como lo es para mí, la mayoría quiere seguir eso que la sociedad les ha enseñado. No es como si buscara ser un rebelde, simplemente quiero estar cómodo y atractivo.


-Gracias -esperé un rato a que ella se acercara a ayudarme y me senté frente al tocador para que fuera más cómodo el colocarmelas, pues soy evidentemente más alto. Y mientras sus manos se mueven por mi cabello me quedo fíjamente viendo su reflejo en el espejo. Puedo notar que está nerviosa, creo que cualquiera lo haría. Y me siento de alguna manera bien porque la gente de allá seguro tiene otra imagen de ella. Espero que sí- ¿sucede algo? -giro ligeramente mi cabeza luego de que ella termina, no sé ni siquiera por qué se disculpa- ah… de acuerdo -le regalo una sonrisa y me pongo de pie para irme, tomo mi bolsa y doy una última vista a mi persona para cerciorarme que me veo bien, porque a pesar de todo debo continuar mi trabajo- te esperaré afuera, gracias, Sora -le sonreí de nuevo, porque siento que de esta forma tal vez ella esté más consciente de mí. Es tonto como quiero que me note, primero estaba exasperado y aburrido y ahora incluso veo el lado bueno de todo esto. A pesar de que pasé semejante escena frente a todo el mundo, las cosas se tornaron muy raras pero de alguna forma a mi favor. Bueno, puede que la vea muy pocas veces de ahora en más, o tal vez al final podría pedirle su número. Dios, claro que no, seguramente ella no será fácil de abordar como hace un rato.
En el pasillo uno de sus asistentes me acercó una silla y le di las gracias para luego sentarme. Los zapatos son más cómodos que los anteriores, y aunque siento una punzadita todo el caos de antes me hizo centrar mi atención en otras cosas. Creo que estaré bien, al menos pude tocar su pecho. Jaja, parezco un pervertido, incluso me estoy riendo solo como idiota y su asistente me ve extraño.

-No, nada- no necesito aclarar que miento, cualquiera podría notarlo, pero lo que mas quiero ahora es que el se vaya.
En cuanto sale me siento en la cama y me dejo caer sobre mi espalda.
-hace mucho que no salgo con nadie, creo que debería salir un día- me digo con una mirada perdida en el techo de la habitación -¿Cual será su nombre?- suelto, obviamente no se como procesar lo que ha pasado, lo que he descubierto y lo que estoy sintiendo. Así que haré aquello en lo que soy realmente buena; ignorar todo eso y dedicarme a mi trabajo.
Salgo de la habitación, no le miro a los ojos solo me concentro en lo que he estado ignorando. Mi equipo lo han manejado bastante bien durante este rato, y no han dejado de reportarme lo que hacen aun cuando yo ni les escuchaba.
-vamos- digo para que volvamos a la fiesta.
De ahí solo me alejo de el con las excusas de chechar el trabajo de los demás, creo que él ya sabe que lo ha arruinado suficiente por hoy.
La fiesta solo sigue, yo platico con algunas personas, y aunque un par de hombres en la fiesta me coquetean, aun estoy demasiado alterada como para pensar en enredarme con alguien.
No se como lo he logrado pero por fin todo termina, las personas se han ido poco a poco y e evitado encontrarme con él a la hora que se tenía que ir, me he despedido muy rápido con la excusa de que tenía otra cosa que atender.
Al final he llegado a mi casa donde por fin me he podido dar un baño de agua muy muy caliente me he tomado un par de pastillas para dormir, cerrado mis cortinas porque el sol no tarda en ponerme de nuevo en el cuelo y solo quiero descansar y olvidar todo el día de hoy, por haber sido un fracaso en mi trabajo y por todo lo que engloba ese fracaso.