dust it off (Salem)

Tengo que ser profesional, y por eso no rechazo ningún trabajo que sea beneficioso para mi agencia. Pero para mi mala suerte, la otra chica que iba a presentarse, acaba de reportarse enferma.
Estaba nerviosa por solucionar el problema, pero el director me ha visto y ha dicho que soy perfecta, he intentado negarme, pero parece que no hay manera de conseguir a alguien tan rápido, mucho menos alguien que sea de la talla indicada.
Creo que será incomodo verlo, luego de la fiesta, ver a su chica comprometerse con otro, esa fiesta fue demasiado confusa, incluso Ian estuvo ahí. No sabía que era amigo de esa niña, pero entiendo que a veces tenemos que apoyar a nuestros seres queridos. La verdad es que me me sentí incomoda por lo que ocurrió, pero confió en él.

Tomo asiento mientras el director me explica algunas cosas, tenemos que aprovechar el tiempo mientras llega Aine, porque no queremos que mi falta de experiencia nos retrase.
Escuchamos cuando alguien entra al set, y todos miramos, justamente se trata él. Lo miro por unos segundos y le hago hago una pequeña reverencia con la cabeza en señal de saludo. El director le saluda y le comienza a contar sobre los cambios de planes y cuando termina nos manda a cambiar a los vestidores. Me siento extraña al estar en este lado de la situación, siento que no tengo control de nada. Miro los vestidos y escucho a Salem entrar. Nos dejan solos para cambiarnos y evito mirarlo.
-Hola- le saludo seria, pero al estar solos quería romper el silencio -¿como has estado?- la verdad aun me siento preocupada por él, solo quiero asegurarme que sigue siendo la misma persona de siempre.

Sora:

Después de la fiesta de compromiso de Kajsa, no he vuelto a prender ese otro teléfono. Me siento incómodo y culpable. Y aún me gusta, pero no quiero terminar complicando su matrimonio ni mucho menos con un gran problema. Además ella es muy importante para mí, y cada día es más complicado mantener esta farsa.
Llegué al set de grabación con el ánimo un poco decaído, pero sonriendo y saludando como siempre a cada uno. Cuando miré hacia el personal que trabajará conmigo hoy, me percaté que Sora estaba con ellos y en automático le sonreí. El director no me dejó acercarme, pues me llamó para aclarar algunas cosas. Se suponía que ya todo estaba en orden, pero luego de escucharlo parece que la otra modelo se ausentó y Sora es quien la va a sustituir.

Terminó de ponerme al tanto y fui con las chicas por mi vestuario. Estoy confundido y emocionado, y también un poco preocupado. Sé que Sora es muy competente con su trabajo, pero no sabía que también podría con este tipo de cosas.
-Hola -mi preocupación se esfumó en cuanto nos quedamos solos y me saludó, aunque de la forma seca de siempre- bien -respondí confundido. Ah, sí, preguntas básicas- ¿tú cómo has estado? -dejé mi vestido colgado y puse el seguro a la puerta. Ella… ¿ella se va a cambiar aquí? Generalmente dejo que mi compañero lo haga primero, pero ella no ha dicho nada y ambos hemos visto desnudo al otro, así que supongo que está bien conmigo aquí. Tan así debo serle de indiferente- pero fue una sorpresa ver que incluso puedes con este tipo de cosas -me acerqué a ella y estiré mi mano- estaré contando contigo -hice una ligera reverencia y luego del saludo comencé a quitarme el abrigo. Estoy tan emocionado que incluso olvidé la situación por la que pasamos la última vez que nos vimos. Me repito mil veces que debo actuar profesional hoy, y además, la razón por la cuál no me tolera es porque soy demasiado encimoso. Hoy intentaré tratarla como a cualquier chica. O  eso quiero, pero la verdad el estar a solas hace que mi corazón se vuelva loco- uhm, hace mucho que no te veía -sigo sonriendo como tonto, y comencé a quitar mi camisa mi preocupación alguna.

Aine:

Sería de mala educación preguntarle sobre su relación con esa chica. Yo no suelo ser una persona interesada en la vida de los demás, creo que cada quien toma las desiciones que quiere, pero, no estoy segura de si Salem quería eso. Además me parece incluso cruel que lo invitara a la fiesta.
-Bien, gracias- contesto con mi acostumbrado tono de voz, aunque por dentro sigo debatiéndome entre si preguntar o no -No realmente, pero es tarde para conseguir a  alguien más, y sería muy caro posponer el trabajo, ya se está pagando por el lugar y el equipo- tal vez no ha sido buena idea, si esto llega a salir mal, va a ser mi culpa por completo. Miro su mano y luego lo que dice y trato de corresponder, mostrando seguridad, pero por primera vez en mucho tiempo no logro controlar los nervios -Haré mi mejor esfuerzo- ¿acaso eso es suficiente? seguramente no, debería decir que lo haré bien, pero ya desde ahora estoy dudando sobre mi desempeño en esta tarea.

Miro como el se comienza a cambiar como si nada, y por un momento, me cuesta quitar mis ojos de él. La verdad es que tiene una piel hermosa. Sé que casi siempre lo veo vestido con ropa de mujer, pero aun así, desde que descubrí su secreto yo no puedo mirarlo como una, simplemente me parece un hombre hermoso. Por eso siempre que está cerca, creo que me vuelvo un poco loca, mis pensamientos se vuelven tan raros.
Desvio por fin la mirada y comienzo a quitarme mi vestido, a él parece no importarle que hagamos esto juntos y yo no debo darle más importancia, no soy un animal salvaje que va a saltar encima de él, solo por el deseo.
-Te vi en la fiesta de compromiso- al final no lo he dicho, y he elegido el momento en que estamos medio desnudos, realmente creo que estoy buscando problemas. No soy idiota, se que él, me atrae, y tal vez hoy soy un poco más consciente de eso, porque tal vez está sufriendo por esa chica, y esa idea ni me gusta -¿estás bien con que ella se case con alguien más?- no sé que espero, creo que cualquier respuesta está bien, mientras él esté bien…

No puedo borrar la sonrisa de mi cara. Pensé que cuando la volvería a ver, ella definitivamente me reclamaría por aquel día. No es que hiciera algo malo, pero se veía muy incómoda.
-Es verdad -así que el director la obligó, eso no es bueno- si tienes alguna duda, por favor dime. siempre soy yo quien debe depender de ti, hoy puede ser a la inversa -sonreí coqueto por la idea. Ella no es mucho de pedir ayuda, por eso me siento más emocionado si llegara a preguntar. Quiero demostrarle cuán serio soy con mi trabajo.

Me quité la blusa y la dejé en una de las sillas cerca de mí.
-¿Fiesta? Ah... esa -así que ella también fue…- ¿fuiste a esa fiesta? -me giré a donde ella y noté que también estaba cambiándose, y me distraje por unos segundos con la imagen de su cuerpo- ¿por qué no me saludaste? -mordí mi labio y la recorrí con la vista. Eso es de muy mala educación, pero su lencería es muy hermosa, ¡su cuerpo es muy hermoso! Además con ella mis emociones se disparan- mm -su pregunta me tomó por sorpresa. No sé si mis nervios son porque estamos semi desnudos y a solas, o por la explicación que no puedo darle- creo que estás malentendiendo la situación -solté un suspiro y miré al suelo- Kajsa y yo no estamos saliendo, además ya sabía que estaba comprometida -pero espera… ella debió vernos besándonos ese día. Rápido levanté la vista y acorté la distancia- ella y yo, uhm… Sé que suena tonto, pero somos más amigos que algo más -no quiero que piense que estoy enamorado de Kajsa- espera… ¿por qué preguntas eso? -¿puedo tener un poco de esperanza? Tal vez está preocupada por mí. Pero siempre que tengo pensamientos así son producto de mi deseo porque algo entre nosotros suceda- ese día fue solo casualidad, porque Kajsa en realidad está enamorada de alguien más. ¿Cómo decirlo? Ya que ambos queremos a otra persona, somos como la compañía del otro… ¡Ah! pero no en ese sentido. Ya sabes, solo salimos y tomamos café o vamos a cosas normales -hice unos movimientos con mis manos. Me siento un tonto, le di una explicación muy confusa, y soné desesperado.

Sonrío por su amabilidad, supongo que él ya sabe que yo soy demasiado cuidadosa con mi trabajo, y ahora en esta situación me siento a la deriva. Quiero decir que lo haré bien, pero no logro sentirme segura, aunque sus palabras me dan un poco de calma, al menos ahora tengo a alguien en quien apoyarme.
-Gracias- sonrío al ver que el pone esa sonrisa coqueta suya, supongo que me alegra ver que aun sigue siendo él.

-Si, trabajé en la organización- le explico, me siento orgullosa de este cierto monopolio que he conseguido entre ciertos círculos sociales -estaba trabajando- contesto pues me parece es obvio él porque no lo hice. Yo no aprovecho esos eventos para atender mi vida social.
Escucho su escueta explicación, pero supongo que no soy una persona de su confianza para que me diga más detalles y yo debería dejar de preguntar.
-Oh, de acuerdo- al menos era consciente, supongo que deben ser algo así como amantes, ¿eso significa que ellos aun? ¡Basta, deja de pensar en esas cosas!
Su pregunta me saca de mis pensamientos y lo vuelvo a mirar.
-Bueno, porque, debe ser una situación complicada, pensaba que tal vez estabas pasando por un mal momento- las personas suelen tomarme como una persona a veces demasiado fría, y entiendo que a él le parezca raro que pueda preocuparme por él, pero no soy tan indiferente, al menos no con él.
Ahora el comienza a explicar mas cosas sobre su relación, pensaba que no quería compartir tantos detalles conmigo.
-¿ah si? en el billar parecían muy íntimos- le doy la espalda, creo que no e podido evitar un destello de celos en mis palabras. Miro el vestuario y de repente hasta me siento un poco perdida sobre cual debo usar.

Se ve tan linda sonriendo, y ahora con seguridad haré mucho mejor mi trabajo.
-De nada -este día no es malo, es muy diferente a lo que imaginé cuando pensaba en nuestro próximo encuentro.

-Oh, entiendo, pero… -no me queda más que decir. Aunque pienso que un saludo no le quitaría tanto tiempo, pero seguramente yo no me conformaría con eso. Supongo que por un lado estuvo bien que no me diera cuenta de su presencia, habría estado inquieto- aah, bueno, no realmente -me siento feliz. Qué tontería, ella expone mi situación como algo difícil, pero yo solo veo la preocupación. Porque eso es, no sé de qué modo pero estaba preocupada- estoy bien. Gracias por preocuparte -sueno feliz, y lo luzco también. Obviamente sí me dolió un poco el compromiso de Kajsa, pero desde el inicio sabía que no podríamos ser. No solo por su clase social, probablemente eso es lo de menos. Ella no sabe la verdad sobre mí, ni esa doble identidad que terminé desarrollando.
Pero de repente ella parece enojada y yo, como siempre dependiendo de sus reacciones, me puse nervioso.
-No era eso, verás… -¿cómo lo digo sin que suene mal?- ella ni siquiera sabe que soy así, y ese día nos encontramos por casualidad, por eso una cosa llevó a la otra -no, no, ¡eso suena aún peor!- nosotros no estamos saliendo, y ya te dije que ella ama a otra persona… y yo también -no es ningún secreto, no hay forma de que Sora no se haya dado cuenta de mis sentimientos por ella.
Agaché la cabeza y comencé a quitarme los zapatos y el pantalón. Me siento fatal, no sé cómo le hace para que mis emociones bajen y suban en minutos.
-¿Qué hay de ti? -dije un poco dolido. Moví el pantalón en el suelo con ayuda de mi pie- ¿está bien que teniendo novio te desnudes frente a mí? -puse mi mano sobre su hombro para que se girara y me viera- Sora… -tengo ganas de abrazarla, besarla. De las cosas de las que siempre tengo ganas cuando la veo, o cuando la pienso o sueño.

Asiento aceptando el que diga que está bien. Si él dice que está bien, creo que ya no tengo de que preocuparme. De hecho ahora parece estar de bastante buen humor, tiene esa linda sonrisa en su cara.
Lo miro cuando comienza a explicar y lo miro un poco perpleja por lo que me dice, creo que no entiendo bien que ocurre entre ellos, ¿ella no sabe?
-Ah- de nuevo menciona eso de estar enamorado, parece muy insistente en ese asunto, me pregunto que clase de chica es la que lo ha enamorado. La verdad no entiendo no un poco de lo que me ha dicho sobre su relación con esa chica, pero no quiero preguntar mas detalles, porque no quiero parecer una despistada que no entiende lo que me cuenta, pero todo suena demasiado rebuscado. Pero solo me quedo con lo que entiendo, ellos no tienen esa clase de relación, y cada quien tiene una persona a quien ama y él está bien, que es lo que más importa.

Regreso a mirar los vestidos, pero el se a acercado y vuelve a hablar.
-¿Piensas que está mal? no es la primera vez que nos vemos así- no desvío mi mirada de él, no es que mi desnudes no me importe, de hecho es la suya la que más me afecta, pero no quiero actuar como una niña tonta. Soy una mujer adulta y puedo mantener mis deseos e impulsos bajo control -¿si?- pregunto cuando dice mi nombre. No he intentado apartarme o evitarlo, solo estoy mirando sus ojos -¿estás muy enamorado de esa persona?- pregunto sin duda. Es información que no necesito, pero con él parece que busco saber de su vida, con Ian no suelo ser de esta manera, no solemos platicar mucho del pasado o de lo que sentimos, jugueteamos, bromeamos y tenemos sexo, pero creo que ninguno de los dos busca que la relación sea más profunda.

Para mí está más que bien, pero es porque disfruto ver su cuerpo desnudo. Pero para ella parece cualquier cosa.
-¡No lo está! A menos que no sientas nada al verme desnudo, entonces supongo que no pasa nada -no sé qué creer. Primero parece que le preocupo, y después pasa a ser muy indiferente. Tal vez solo me ve como un amigo, porque sino el estar así le haría sentir nerviosa, y no ha intentado cubrirse.

No supe qué decirle, tal vez debería confesarme, pero si hago eso y me rechaza, echaré a perder el trabajo de hoy, y sigue siendo una prioridad.
-¿Qué? -creo que mis mejillas están rojas- ¡sí! -¿lo sabe? ¡Lo sabe! Estoy seguro. ¿Está bien con eso?- desde que nos conocimos. Parece estúpido pero no dejo de pensar en ti -me reí y miré al piso. Su abdomen y su ropa interior es muy sexy. Por eso tuve que verla a los ojos de nuevo. Me acerqué a ella. Mi mano todavía está sobre su hombro, y la otra fue hasta su rostro- si me golpeas arruinarás mi cara -es un juego sucio, ya lo sé, pero sino ella terminará pateándome lejos y no sé cuando pueda tener esta oportunidad de nuevo. Estoy tan desesperado que me arriesgo a que me odie y se aleje de mí para siempre, o que me exponga, un montón de cosas. Pero en cuanto toco sus labios todo se me olvida. Y siento esa descarga en mi cuerpo. Atraigo más sus labios para profundizar el beso, y mi mano baja por su brazo hasta llegar a su cintura- no me disculparé -cuando me separé de ella el sonido de mis latidos se sentía por todo mi cuerpo.
Escuché a alguien llamarnos al otro lado de la puerta, aunque yo siempre tardo en elegir mi vestuario final, así que dos o tres llamados son rutinarios.
-Estaremos fuera en cinco minutos -grité con voz dulce, pero sin apartar la vista de ella. No quiero que se enoje conmigo, pero lo más proable es que eso suceda.

Debería decir que no siento nada y que por eso no me importa esta situación, solo es una pequeña mentira para hacer este trabajo más fácil, no es como si nunca hubiera mentido en algo, pero ahora que lo pienso, es él, quien comenzó a quitarse la ropa.
-Tú comenzaste, pensé que solo querías que nos diéramos prisa- he evitado contestar si siento algo o no, y solo he necesitado desviar el tema.

Me sorprendo un poco al ver ese tono en sus mejillas, y exclama ese “sí”. Supongo que era verdad eso de estar enamorado, creo que yo no he tenido jamás esa clase de expresión al pensar en alguien. Lo más cercano ha sido luego de ese beso que me robó.
-¿Yo?- no negaré que sabía que le gustaba, no creo que me besara solo por besarme, y suele tener una actitud coqueta, pero pensaba que era solo eso, pero que diga que soy yo esa persona es confuso. No dejo de pensar en la responsabilidad que implica ese enamoramiento. Es verdad que yo no lo he obligado y no tengo porque corresponder, pero no quiero desechar sus sentimientos y herirlo.
Estoy abstraída en esas ideas que apenas alcanzo a entender lo siguiente que dice. Creo que resulta obvio lo que va a hacer, pero para mi, en este momento todo pasa demasiado rápido y siento como si yo estuviera en cámara lenta.
No sé porque me sorprendo, pero así me siento. Sus labios están sobre  los míos. Debo rechazarlo, empujarlo y detener este contacto, pero, no lo hago. He comenzado a corresponder cuando siento como me acerca mas a él.
Al separarnos lo miro, no puedo despegar mis ojos de los suyos, y como si con sus labios hubiera destruido mi cuidada manera de protegerme. Siento como mi cara comienza a tomar esos tonos sonrosados. No puedo seguir con mi actuación de que nuestra escasez de ropa no me afecta. Lo empujo por la necesidad de que deje de mirarme, porque toda la vergüenza y los nervios que he reprimido solo salen sin poderlo evitar.
-¡estas loco!- digo tratando de controlarme para no gritar. Me abrazo a mi misma para evitar que me siga mirando. Seguro parezco loca por mi cambio repentino, pero soy una persona muy controlada, puedo salir de situaciones realmente vergonzosas, se ocultar ese tipo de cosas desde hace tiempo, pero ahora no puedo seguir actuando como si nada, sus labios me han robado todo rastro de calma.

-Pero… bueno, es verdad. Aún así, ¿no te parece raro? -rasqué mi cabeza confundido. Supongo que ella solo quiere terminar rápido el trabajo, ¡es adicta! Y yo pensando que podría sentir algo más, pero al contrario, solo quiere agilizar las cosas.

Doy un par de pasos hacia atrás cuando ella me empuja. Sabía que iba a hacer algo así, pero pensé que sería antes, y no después de besarnos.
-Tal vez -mi corazón va muy rápido. La sensación de sus labios está fresca, y llevé mis dedos a mi boca. Pero me siento triste, como si me estuviera aprovechando de ella. Y siempre es así. Ya sea ella, o Kajsa, quien sea. Soy incapaz de llegar a alguien sin que lo tome como algo malo, o sin tener que ocultar parte importante de mí- yo… quiero saber qué piensas de mí -apreté los labios y la miré asustado. Ella tiene novio, lo más seguro es que su opinión sea similar a la de aquellos que logran conocerme un poco más. Aunque a estas alturas ya es normal que me llamen raro, o que decidan no meterse en líos por mis “mañas”, con Sora dolería muchísimo- tú me gustas, me gustas muchísimo. Cuando te vi con tu novio ese día… me sentí tan pequeño e insignificante. Me sentí como idiota al tratar de aferrarme a la esperanza. Y aún así sigo intentando llegar a ti -no sé desde qué momento me sumergí tanto en estos sentimientos. Tal vez tiene que ver en cómo sucedieron las cosas- quiero besarte -le dije casi suplicando.

Respiré profundo y caminé cerca de ella para tomar uno de los vestidos, y me alejé un poco para comenzar a cambiarme. el trabajo, debo llenar mi cabeza de eso. Pero es inútil, me he confesado, la besé. Extrañé tanto besarla, pero con esto solo quiero hacerlo más y más.
-Sora -intenté calmarme,pero mi pulso todavía va rápido- hagamos el trabajo y después de ello, ¿irías conmigo a algún lado? -con cuidado metí las mangas al vestido y me acerqué a ella para que me ayudara con el cierre. Tomé mi cabello y dejé mi espalda descubierta hacia ella- quiero hablar contigo, aunque sea solo hoy, ¿me dejarías tenerte un rato? -me muero de ganas de abrazarla, y si ya comencé a soltar todo lo que siento, no será difícil añadir más.Pero el trabajo es importante para ambos, y no quiero defraudarla. Quiero que vea más allá.

Decir que no es raro, tendría más sentido si en lugar de ponernos a platicar solo nos cambiáramos de ropa, pero ahora no hay manera de decir que no es raro. Pero no le respondo, solo lo miro. A veces prefiero hacer eso, dejar que la persona interprete lo que quiera, porque mi respuesta parece inapropiada. Por lo general toman mi silencio como un “obvio que para mi esto solo tiene que ver con el trabajo”, eso es debido a mi ya conocida entrega a trabajo.

-¿que puedo pensar de ti?- hablo alterada, he perdido por completo la calma, mi corazón está muy acelerado, me siento expuesta e insegura -no lo sé- ahora no puedo aclarar mi mente y dar una respuesta conveniente, así que lo mejor para mi, ahora es evitar decir o hacer algo que pueda afectar demasiado mi vida. No, yo no soy una persona de esas que se enorgullecen por su sinceridad, no soy el tipo de persona noble o amable. Soy practica, y cuando no puedo serlo, prefiero la evitación.
Vuelve a decir que le gusto, y me atrevo a mirarlo ahora que habla sobre que se sintió insignificante, ¿tanto le puede importar? a simple vista resalta la diferencia entre Salem e Ian, pero definirse como insignificante me parece exagerado. No estoy segura de si él es extremadamente sincero o solo sabe como hacerse notar por una mujer, ¿es sincero o es solo un juego? no sé que pensar.
Desvío la mirada cuando dice que quiere besarme de nuevo, no es que no quiero mirarlo, sino que al escucharlo, por un momento me sentí impulsada a solo besarlo.

¿Y ahora solo se viste? ¿como puede controlarse de un momento a otro? primero dice que me quiere versar y ahora que hagamos el trabajo.
-No lo sé- ahora, aunque no doy una respuesta, la verdad es que soy sincera. Miro su espalda y le ayudo con el cierre, al menos ahora que me da la espalda me siento un poco menos idiota -yo, no lo sé- vuelvo a decir, tomo uno de los vestidos y me visto lo más rápido que puedo, apenas ahora me miro en el espejo para acomodar mi cabello y me doy cuenta de ese tono en mis mejillas, ¿Por qué no se va?
Sigue un poco de retoque de maquilla y todas esas cosas que ahora parecen demasiado tediosas y no puedo dejar de buscar a Salem con la mirada.

La hora del rodaje comienza, no suena complicado lo que se busca, pero en cuanto siento el lente de la cámara apuntando a mi, mis nervios se disparan, mis nervios son demasiado notorios, y comienzo a frustrarme por cada vez que tenemos que volver a empezar otra toma.
-Lo siento- me disculpo al escuchar al director decir que detengamos la escena. Nos indica que nos tomemos unos minutos para descansar. Me acerco a Salem y tomo su mano para buscar alejarnos del todo el equipo.
-No puedo hacerlo, no sé como fingir frente a una cámara- no puedo ocultar mi frustración, mi necesidad de que todo salga perfecto, hace que deje de lado todo el asunto que que pasó hace un rato -¿puedes ayudarme a hacerlo bien- no sé que espero de él, no es como que pueda hacer un milagro y dotarme de talento para estar frente a las cámaras.

Ella no responde mis preguntas, ninguna. No sé si le gusto, o lo que siente o piensa cuando está conmigo. Pero si no lo ha negado es porque existe una posibilidad que yo también le guste, sino sería sencillo negarlo y mandarme al diablo.
Esa pequeña esperanza me hizo sonreír. Debemos continuar con el trabajo, y si me sigo concentrando en lo que acaba de ocurrir, no podré hacerlo impecable.

Comenzaron a maquillarnos, pero a diferencia de siempre, no hice plática a las chicas y solo me quedé viendo mi reflejo en el espejo. A pesar de todo, cuando se trata de amor soy muy inseguro. Me gusta mi imagen, me amo demasiado, pero estoy consciente de que hallar a alguien que encuentre agradable mi persona, es muy complicado. Últimamente eso pesa demasiado, porque a diferencia de antes no quiero cualquier chica que quiera aceptarme, quiero que sea ella.
-Gracias -nos dirigimos al set y nos preparamos para comenzar a rodar. Es una escena sin diálogo, pero no es tan sencillo proyectar emociones reales sin exagerar los gestos.
Paramos varias veces, y no dije nada, simplemente me limitaba a mirarla. Puede que mis palabras le ayuden, o tengan el efecto contrario.
Al final nos han dado un tiempo libre, y quise acercarme a ella pero… seguramente terminaré hablando de cosas que no tienen nada que ver con esto, y ella necesita practicar por su cuenta.
-¿Qué? -caminé de la mano cuando me tomó. Mi corazón se aceleró de inmediato- oh -la miré unos segundos y luego sonreí- por supuesto. Probablemente lo que te ponga más nerviosa es el lente de la cámara, o las miradas de todos. Debes fingir que nadie está. Hazte la idea que es una situación real, no pienses en que debes verte bien o actuar correctamente, porque tal vez eso haga tus expresiones más rígidas y menos creíbles. Piensa en lo hermoso que es el vestido frente a ti, si hará que tus hombros no luzcan muy anchos o el escote es demasiado pronunciado. Y sobre todo en lo emocionada que te sientes por usarlo -sé que suena estúpido y sencillo, pero hacer caso omiso de las miradas es complicado. Me alejé dos pasos, una posición similar a la que tenemos en el video- podemos improvisar un diálogo, ellos se encargaran de omitirlo, pero le dará realismo a la escena. Esto será nuestro aparador -comencé a preguntarle qué le parecía ese color, o si alguna vez había visto algo tan hermoso. Terminé refiriéndome al vestido real, porque en verdad es maravilloso el acabado de piedras. Y luego le pregunté por los detalles de este, o si alguna vez se había visto portando uno- creo que serías la novia más hermosa del mundo sin importar cuál elijas -me dejé llevar, y rápido miré a donde estaba nuestro vestido imaginario- ah, empecemos desde el inicio, ¿ok? Recuerda que somos amigas y nuestra prioridad es encontrar el vestido perfecto -comencé a hablar de nuevo, con el diálogo ligeramente diferente.

Él comienza a explicar, pero yo no siento que pueda hacer lo que dice, ¿cómo voy a fingir que no están ahí?
Trato de seguirle el juego cuando comienza, pero siento que mi voz es demasiado monótona, y mucho menos expresiva que de costumbre, algo así como si una maquina hablara, y con solo escucharme me doy cuenta de que estoy completamente tensa, mis movimientos son poco agraciados.
Creo que la única reacción que logro tener es cuando dice que sería una novia hermosa, he bajado la mirada y sonreído con timidez. Y es entonces que creo que entiendo lo que tengo que hacer.
-Entiendo- comenzamos a armar un pequeño dialogo como lo tendría al ir a comprar con alguien, y solamente me comienzo a relajar como pocas veces me lo permito.

Retomamos la grabación, y hacemos muchas tomas de diferentes cosas. Simplemente improvisamos demasiado y el director parece satisfecho con eso, parece gustarle lo natural que todo se ve ahora.
Yo llevo de la mano a Salem para ver un vestido, lo pongo sobrepuesto sobre mi para que lo vea y me diga si le gusta, repito eso con algunos otros, incluso bromeo y me río mientras jugamos a elegir los vestidos. Tomo uno de los vestidos y de nuevo solo lo pongo al frente para imaginar como se me vería, es demasiado hermoso que solo me quedo mirando mi reflejo por un segundo, estiro mi brazo hacia Salem para que tome mi mano y lo jalo para que se coloque detrás de mi y vea mi reflejo. Me hago hacia atrás para apoyar mi espalda en él y giro un poco mi cabeza para hablarle.
-Me gustas- digo con una pequeña sonrisa, escucho poco después un “corte” de parte del director y dice que ha sido perfecto y que vayamos a cambiarnos. Salgo disparada al camerino. Camino de un lado a otro. Mis manos me tiemblan, siento todas esas emociones desbordando y ahora no se como controlarlas. No sé como los actores manejan esto, pero sin duda para mi esto es horrible, no quiero sentir todo esto. Además le he dicho eso… puedo excusarme con que ha sido actuación, pero la verdad es que nada lo he actuado.
Cuando estamos solos de nuevo dejo de caminar de un lado a otro y lo miro. Él luce definitivamente como una mujer, y nunca me he sentido atraída por alguien de mi mismo sexo, ¿por que aunque viste como mujer no puedo dejar de verlo como un hombre? Definitivamente me siento en un estado donde puedo cometer cualquier estupidez, así que rehuyo de su mirada, y buscando el lugar donde menos pueda verme me cambio con una velocidad casi sorprendente.

Al principio no parecía entender realmente, o más bien, no lograba dejar sus nervios atrás. Pero conforme fuimos practicando e improvisando, ella se concentró en actuar normal.

Nos llamaron nuevamente y comenzamos a rodar. De nuevo improvisamos un diálogo que fue fluyendo solo. Yo disfruto demasiado de estas simulaciones, pero imaginarme al lado de Sora haciendo una de mis actividades favoritas, hace que mis gestos salgan con mayor naturalidad. Ni siquiera hay miedo al tocarnos o sonreírnos, y puedo seguirle el ritmo sin alterarme. Pensar en nosotros haciendo algo tan sencillo es agradable, y he calmado mi corazón, siendo consciente del trabajo que desempeño, pero disfrutándolo como nunca.
La posición que tomamos al final es agradable, y seguirle el ritmo fue fácil. Pero mi concentración se rompió cuando ella dijo esa última frase, aunque para mi suerte, el director paró la toma, y seguido de ello vinieron las felicitaciones por nuestro trabajo. Me quedé de pie mirando al director que caminó hacia mí, y solo sonreí y le agradecí, aunque ni siquiera sé porqué.
-Iré a cambiarme también -creo que notó mi cambio repentino, pero no dijo nada y me alejé del staff, buscando con la mirada a Sora. No pudo ir a otro lado, debe estar en uno de los camerinos.

Abrí la puerta sin llamar antes, pero no supe qué decirle, solo cerré y me quedé allí mirándola. Pero ella se mueve de nuevo, y cuando la seguí me di cuenta que estaba quitándose el vestido.
-Si no eres cuidadosa, vas a arruinar el vestido -no me metí donde ella se cambiaba. Es raro porque es la primera vez que respeto su espacio personal, pero estoy demasiado nervioso. Cuando terminó me giré a verla, su ropa está mal acomodada, y me acerqué a componer sus mangas- ¿te gusto? -puse mis manos en sus hombros. Si me rechaza juro que me pondré a llorar, pero no puedo pretender que eso no fue nada, porque para mí significó mucho- por favor, dime la verdad -no la entiendo. A veces es muy tímida, y luego es fría conmigo. Pero con eso es obvio que no le soy indiferente, y aunque nunca me pasó por la cabeza que fuera la clase de mujer que le gusta jugar con los demás, a estas alturas no me importaría.
Me acerqué a ella y le tomé del rostro para poder besarla. Pensaba en intentarlo una última vez y definitivamente alejarme si ella cambiaba de parecer, pero sé que seguiré siendo persistente.
-Tú… me gustas mucho,  desde aquella vez que trabajamos juntos por primera vez -dejé mis manos descansar en sus hombros y agaché la vista- también quiero saber cómo te sientes. Y esta vez no me digas que no sabes, por favor -mi voz suena a súplica. Debo quitarme esta ropa, pero si le doy tiempo a sola seguro saldrá corriendo.
La solté y caminé a la puerta para poner el seguro, y comencé a quitarme el vestido con mucho cuidado.
-Estoy seguro que no esperarás a que termine de cambiarme, por eso debo hacerlo de este modo -si me rechazará, quiero que sea clara de una vez por todas. Estoy frustrado por sus vagas señales, y ya no sé si lo son o solo estoy muy enamorado de ella y veo cosas donde no debería.

¡Quiere que sea cuidadosa luego de lo que acaba de pasar? no sé como tengo fuerza para mantenerme en pie, o para lograr tener algo de equilibrio. Él no se acerca, pensaba que lo haría, no sé, a veces hace cosas que deseo que no haga y otras se comporta como cualquier persona.
Necesito calmarme, trato de respirar, trata de regresar a mi actitud normal, pero el se acerca y mis nervios se vuelven a disparar. Comienza a acomodar mi ropa, pues con las prisas he quedado bastante desaliñada.
Bien, solo tengo que decirle que era algo para la grabación, que no es lo que piensa. No debería costarme decir una mentira conveniente, pero pareciera que en mi estado no logro hacer esas cosas que en otra circunstancias me parecen fácil.
Bajo la mirada, no puedo mirarlo ahora, siento que cualquier cosa que haga en este momento me delatará por completo.
-Yo- decir la verdad no puede ser bueno, nada puede acabar bien en esto, ¿pero como hago para desmentir algo que parece no quiero desmentir? Las palabras no me salen, ya que no puedo ser la misma persona de siempre, al menos puedo evitar decir todas esas cosas, es lo único que me queda de autocontrol.
Se acerca más, y me vuelve a besar, debo rechazarlo, pero no quiero, no es que no pueda hacerlo, la verdad es que no quiero, sus besos me hacen sentir algo, una emoción que me gusta experimentar.
Abro mis ojos lentamente cuando se aleja de mi, y comienza a hablar de nuevo, he sentido un cosquilleo en mi estomago cuando dice cuanto le gusto. De nuevo no se como reaccionar, las palabras adecuadas no salen de mis labios, y las palabras sinceras no las quiero dejar salir, pero siento todo eso que me indica que más allá de ser una persona racional, hoy ese lado que siempre reprimo y que ha salido a la luz está ganando.
-Me gustas, no sé desde cuando, tal vez desde que descubrí tu secreto, tal vez luego del beso que me diste, no sé desde cuando- al final he confesado, pero no logro conseguir ni un poco de calma, levanto mis manos para observar como siguen temblando -no puedo hacer esto, no puedo salir y actuar de nuevo, es demasiado intenso para mi- me recargo en la pared buscando algo de apoyo, porque no se cuanto tiempo mis piernas vana. responder o si en algún momento me desplomaré -tenía que ser perfecto, un trabajo perfecto, pero lo arruinaré. Solo llevo unas horas haciendo esto y ya no logro controlar todos estos sentimientos cuando te tengo cerca- si lo voy a arruinar, espero que al menos valga la pena. He caminado para acabar con la distancia entre nosotros y rodeo su cuello con mis brazos -No sé como lo haces, pero contigo, el control siempre termina escapando de mis manos, y lo odio, y aun así no dejas de gustarme- lo que sigue luego de haber dicho la verdad; eso no lo he pensado, supongo que ese será un problema para la Sora del futuro.

Sora: