Suddenly Charming [Sora]

Recuerdo del primer mensaje :

Últimamente es raro tener un fin de semana tranquilo en la calle. No es que me sienta tan importante, pero hicieron un espectacular gigante de aquel evento y a mi no se me da salir a la calle con gafas y gorra. Sin embargo no puedo permanecer en mi casa, no un fin de semana o en mi día libre. Comprar cosas me hace sentir relajado, y aunque trato de no hacerlo como antes y tirar todo mi salario en eso, al menos un par de prendas se me pegan cada vez que voy al centro comercial. Quería pedirle a Kajsa que viniera conmigo, pero ella frecuenta tiendas muy caras y eso me dejará en bancarrota, por eso preferí darme un tiempo para mí. Tomé mi ipod y mis audifonos, metí mis cosas a mi bolso y partí en un taxi al centro comercial. Preferiría no gastar tanto en transporte, pero siempre que tomo el metro salgo manoseado y se ha empezado a volver una molestia.
Llegué al lugar y saque unos lentes oscuros de mi bolso. Bueno, creo que no son tan oscuros, pero al menos puedo pasar desapercibido un poco ¿no? Hoy solo quiero ver muchas tiendas, probarme un montón de ropa y comprar lo que más me guste, espero no terminar tan cargado.
Luego de caminar un poco entré a una tienda y comencé a ver unos vestidos, es una de mis favoritas. Tienen tanta variedad, el precio no es tan elevado y manejan tallas más grandes. Me incliné un poco para tomar un vestido y sentí un roce tras de mi. Me levanté con un ritmo tranquilo y me giré a ver quién había sido.


“Lo siento, te pegué con mi bolsa”


-Ah, descuida… -regresé mi vista a la ropa, solo que esta vez caminé hacia otro pasillo. No sé si realmente fue la bolsa lo que tocó mi trasero, pero mejor me mantengo lejos. Seguí viendo unas blusas y me metí al probador, ni siquiera noté en qué momento me quité las gafas, tal vez desde que empecé a ver la ropa. Salí con la ropa en mano escogiendo sólo una de las 7 blusas con las que entré. No es raro que las chicas se prueban tanta ropa, y la gente de aquí medio me reconoce, es una de las tiendas que frecuento.
De nuevo caminé hasta las blusas para ver otro modelo y sentí un roce de una persona. Ni siquiera hizo falta girarme porque de reojo pude ver al responsable, entonces no fue la bolsa lo que me tocó. Me alejé hasta la caja y pagué la blusa que había cogido y a prisa salí de la tienda. Odio tener que detener mis compras por gente como esa, y lo peor es que ha pasado más frecuente últimamente.


“Oye, eres Aine ¿verdad?”


Sentí un jalón en mi brazo y mi sorpresa fue ver al tipo de la tienda sosteniendome con fuerza.
-Ajam -traté de esbozar una sonrisa pero su agarre es demasiado fuerte. Sí, para la fuerza que yo tengo ese agarre es bastante incómodo.

El ni siquiera puede hacer lo de su cabello, ¡que frustrante! no se ni siquiera si yo misma podré hacerlo. ¡Tranquila! solo debo pensar como si esto fuera algo de trabajo, algo que tengo que arreglar. Al menos así logro enfocarme un poco, aunque sea solo un poco. Estiro mi mano y paso mis dedos por su cabello, es suave. Intento despeinarle de la manera en que lo haría su hiciéramos lo que supuestamente estamos haciendo...
Incluso creo que se ve algo sensual ahora que he despeinado su cabello, realmente algo esta mal conmigo. Creo que debo estar comportándome como una ninfomanía. Alejo mis manos, no se en que momento es que comencé a despeinarlo con ambas... pero las alejo de su cabello, el despeino el mío propio mas que nada por lo frustrada que me siento.

¿Por qué ha tocado mis labios? solo me quedo mirándole y de nuevo atontada por ese gesto suyo y cubrí mi boca con mi puño cerrado cuando deja de hacerlo. Toma mi otra mano y sacudo mi cabeza no es momento para pensar estas tonterías.
Abro la puerta, una señora nos ve y de inmediato desvía su mirada. y comienza a soltar quejas sobre los extranjeros y lo descarados que somos. Aun sigo avanzando. Porque todo este absurdo ha sido para crear tiempo y que no llamen a seguridad de inmediato. Pasamos de largo al tipo acosador, creo que el ni siquiera nos presta atención. Solo siento las miradas de varias personas que luego de suponer lo que hacíamos desvían la mirada con vergüenza. Tengo que pasar por una pervertida para ayudarlo, pero creo que si lo estoy ayudando es porque realmente soy una pervertida de cierta manera. ¿Por que le ayudo a cuidar su secreto de esta manera? es una completa estupidez.
Logro que lleguemos fuera de la plaza, lo obligo a que nos saltemos la fila para tomar taxi y me meto al que acaba de llegar y lo jalo conmigo.
Ofrezco pagar el doble de inmediato para que avance y salgamos de ese lugar.
Me siento muy agitada y acalorada, creo que uno de seguridad había comenzado a seguirnos, aunque no estoy del todo segura.
Quiero quejarme, reclamar algo, pero si lo hago el taxista escuchará. Pero ahora no dejo de pensar en mi familia y en si alguien podría haberme reconocido, seré la vergüenza, aunque creo que lo he sido desde que nací, pero me sigue afectando mucho lo que la abuela piensa y comienzo a intentar arreglar lo que antes he desarreglado. Mi ropa esta arrugada mi cabello, al menos logro aplacarlo un poco.
-eres una persona problemática- es lo único que puedo decir son soltar palabras de más pero lo peor de todo esque eso lo digo con la cara completamente roja y sin atreverme a mirarlo.

Cuando ella abre la puerta, agacho la cabeza por la vergüenza, había gente en el lava manos y de inmediato comenzaron a vernos mal. No solo ellas, también quienes estaban en el pasillo o quienes nos vieron salir, sentí la mirada de todo el mundo sobre nosotros, pero para nuestra suerte, no de aquel tipo. Seguimos caminando hasta salir de la plaza y llegar al sitio de taxis, no dije nada porque ella parece muy desesperada por desaparecer de este sitio, y ¿cómo no? ha quedado como una maleducada y pervertida por mi culpa. Aun así me siento feliz que se haya animado a ayudarme tanto.
Entramos y mi mano la sigue sosteniendo, aunque me costó un poco al principio ya que las bolsas tuve que ponerlas entre mis piernas con una sola mano, pero ¿no parecemos una pareja? Aunque ella parece un poco enojada.

-Lo siento -me disculpé sin sentirlo realmente. La verdad no soy tan incompetente en mi trabajo, son pocas veces las que fallo, además, si le digo que tenía una solución que no implicaba manchar la imagen de nadie, seguro me mata- te llevaré a tomar algo en compensación -no espero que acepte y me inclino hacia adelante para hablarle al chofer y le indico la dirección de un café a unos minutos de aquí, y luego recargo mi espalda e inclino mi cabeza hacia su lado buscando su mirada- lamento meterte siempre en problemas, en serio -trate de poner una expresión serio, pero sintiendome así de feliz es imposible.
Hice un apretón ligerito para que notara que nuestras manos siguen juntas, y cerré los ojos disfrutando del tranquilo paseo.

Llegamos al lugar y tuve que soltarla para poder sacar el montón de bolsas del taxi, intenté tomar su mano de nuevo pero sería demasiado atrevido, así que simplemente le abrí la puerta para que pasara primero.
El lugar es un local pequeño, tiene unos sillones rodeando las mesitas y un decorado muy colorido y bonito. Me gusta venir solo o con Ziba, a veces incluso vengo de pasada con mi manager. Estando dentro busqué la forma de caminar antes que ella, y al llear a una mesa del fondo puse las bolsas de un lado para poder sentarme al lado de ella, y le indiqué que tomara asiento primero.
-Todo corre por mi cuenta, así que pide lo que quieras.

Café:

El se disculpa pero yo prefiero solo guardar silencio, no puedo dejar de pensar en la gran tontería que acabo de cometer, no es algo normal en mi. Claro en mi trabajo hago de lo que sea para que todo salga bien, pero esto no era trabajo, esto no era mi responsabilidad y el peso de imaginar que mi familia se pueda enterar. La abuela me odia, y por eso se que si se entera de algún error mío no dudará en buscarme o solicitar que nos veamos para hacer que me sienta como una basura.
El sentir que como aprieta mi mano me hace darme cuenta de lo que pasa, no le he soltado y creo que solo debería hacerlo, pero mi cabeza comienza a trabajar, ¿quitarla de golpe? si lo hago creo que se notaría demasiado los nervios que siento por algo tan simple como esto. El parece no tener los mismos problemas que yo, parece que el espacio personal no es algo que le interese respetar demasiado y yo no quiero parecer una tonta niña asustada porque nuestras manos se tocan. Por dios soy una mujer, soy una adulta e independiente mujer que no debería conmocionarse por algo como esto. Pero la verdad es que lo estoy, y si no he quitado mi mano es porque no quiero hacer aun mas obvio lo nerviosa que estoy, ya ni siquiera pienso en la deshonra que puedo ser para mi familia, tanto así que ni he notado cuando dice que me compensara, ahora que lo pienso lo ha dicho y no me he negado, pero solo estoy tan metida en mis ideas...

Cuando el suelta mi mano por fin yo cierro la mía y la muevo pegándola a mi cuerpo. Debí decir que no, pero supongo que ya es tarde, además he hecho mucho por él y creo que merezco una recompensa, me emborracharé hasta olvidar todo lo que ha pasado entre nosotros.
-vodka tonic- pido como tomando en serio lo que me ha dicho.
-tus cosas- comento recordando que tengo su tarjeta y credencial, las busco y se las entrego, las pongo sobre la mesa y las empujo para que las pueda tomar.

Cuando la bebida llega la bebo casi de inmediato, no soy ni buena o mala bebedora, solo una bebedora social, pero ya que no he comido casi nada el día de hoy debería ser un poco más prudente, pero de inmediato pido otro del cual bebo la mitad al mismo ritmo que antes.
-me vas a volver loca- dije somatizando un poco el hecho de beber alcohol, obviamente aun no me hace efecto, pero yo  ya me siento un poco mas relajada por el hecho de haber tomado una copa y media.

El mesero llegó y esperé que ella pidiera primero mientras leía los postres de la carta.
-Cosmopolitan… y un pie de cereza, por favor -le entregué mi carta y cuando se fue, tomé mis tarjetas para guardarlas en la bolsa del pantalón. Ya que estoy vestido como hombre, no tengo problema con el lugar donde lestén- gracias -recargué mi codo en la mesa y apoyé mi cara en mi mano para poder verla más cómodamente. Me gusta verla, ella no solo es sexy, es muy bella. Al principio no lo noté, ¿cómo pude pasar su belleza por una común? Tal vez porque es demasiado regañona, seguro que soy como el niño que no quiere cuidar pero igual termina haciéndolo.


El mesero llego y lo primero que hice fue probar el postre, soy muy goloso con las cosas dulces.
-¿No ordenarás algo de comer? -la bebida me la tomo con calma, mi tolerancia al alcohol es normal pero no tengo muchas ganas de consumir más de un trago. Pero ella parece que sí, ¿será que lo tolere mucho? Me pregunto cómo se ve estando borracha. ¿Tímida, enojada? tal vez termine reclamándome, para los problemas que le he causado es muy poco lo que me ha recriminado- ¿eso por qué? -pregunté divertido. Mi postre se acabó al igual que mi bebida,así que ordené agua de frutas y pastel de chocolate- ¿quieres? -creo que me estoy tomando demasiadas confianzas, aun no toco el pastel no creo que le moleste utilizar mi cuchara, y estiré un pedazo pequeño hacia ella- ya que te he causado tantos problemas las dos únicas veces que nos hemos visto, tendré que recompensarte de nuevo. Hoy es por lo de los zapatos, falta lo del vestido, el acosador y… las que vaya acumulando -enumeré con los dedos de mi mano y luego le sonreí. Creo que si yo le desagradara se hubiera ido, quiero pensar que aunque sea un poquito, le gusto, o al menos le doy tanta curiosidad como para llegar tan lejos. De ser así pues tendré que conformarme, no importa, está bien si no me centro demasiado en ella mientras no la tenga cerca- y dime, Sora -remarqué su nombre- ¿qué piensas de mí? -no puedo evitar presionar. Me gusta escuchar algunas opiniones de las personas sobre lo que soy yo o alguien más para entender su perspectiva. Y claro, me interesa ella y la forma en que pueda verme, aunque si soy solo tipo raro que le da curiosidad por ser un travesti, creo que me decepcionaré un poco.

Debería ordenar algo de comer, pero no tengo cabeza para pensar en que comer. El ha pedido un postre y un coctel, incluso sus gustos para esto parecen bastante femeninos.
Así que solo niego, solo necesito un par de tragos para relajarme y luego me iré a mi casa, eso será todo.
-¿por qué?-repito la pregunta porque creo que no hay necesidad de una respuesta, ¿es que no es obvio? -pues por todo, cuando apareces todo se vuelve un caos - soy una persona que ama el control creo que es obvio por la manera en que manejo mi negocio.

Veo como acerca el postre y ni siquiera se me pasa por la cabeza rechazarlo, pero de nuevo me hace sentir apenada, ¿pero que carajo? mi orgullo termina ganando y y abro mi boca para comer ese trozo pastel. Soy una mujer adulta que no debería comportarse como una colegiala tonta por algo como esto. De hecho, por nada de lo que ha pasado debería comportarme de esa manera. Aun así mi corazón esta un poco agitado pero eso es algo que el no puede notar.
-¿falta? no... no es necesario, era mi trabajo- trato de argumentar, porque suena a que nos veríamos de nuevo, y no es que no lo quiera ver, de hecho ese es el problema, que tal vez lo quiero volver a ver.
Volví a tomar rápido, el resto de mi bebida y levanto la copa para que el mesero vea que esta vacía y me traiga otro.
-no te conozco no sabría que decir- respondo de la manera automática que tengo, para no soltar solo la verdad -la verdad no se que pensar. No eres como nadie que haya conocido antes. Creo que eres torpe hace ya varias palabras que debí detenerme -pensaba que eras un pervertido por lo que pasó aquella vez- y me refiero a cada uno de los incidentes de ese día, ¿por que justo tenía que tocarme de esa manera? en mi cabeza no hay forma lógica para terminar con sus manos sobre mi de esa manera. Luego no pareció tan alterado porque lo viera desnudo, le preocupaba mas que no fuera a decir su secreto a que lo viera -eres demasiado invasivo del espacio personal de otros- para decir que no le conozco como para poder decir algo, estoy diciendo demasiado -y sonríes demasiado, ¿es que te burlas de mi o solo eres muy feliz?- mi voz ahora es un poco mas agresiva -¡Y ese día! ¿acaso no tienes vergüenza? ni siquiera te has disculpado por eso... - mi voz se apaga al darme cuenta que estoy hablando muy alto y si he dejado muy claro que pienso mucho en ese primer encuentro entre nosotros. De nuevo me estoy comportando como una niña tonta.

Creo que sonrío como tonto, lo cual no tiene sentido porque se está quejando de mí, peor es que no se siente así. Tal vez porque soy la clase de hombre que se ilusiona fácilmente, aunque con ella no lo tenía pensado. Es raro que me fije en alguien poco después de conocerla, suelo poner mis ojos en una chica al instante en que la conozco, aunque claro, nunca llego tan lejos como para salir con ellas.
-Solo me pasa contigo -tomo un trago a la bebida, me siento tan bien, ni siquiera estoy incómodo por cómo estoy vestido. Eso es extraño, me gusta tener el toque femenino siempre, soy como una chica que prefiere estar guapa y arreglada cuando está en un lugar público, me gusta lucir linda. Pero ahora estoy tan concentrado en ella que incluso olvidé que no estoy vestido así, tal vez por eso el mesero me vio con malos ojos.


Metí el pastel a su boca y me reí, se ve tan linda. Supongo que así se siente tener una cita completamente normal.
-Lo es para mí, así no me sentiré en deuda -es mentira, no soy tan fijado en ese tipo de cosas- y ya te dije, esto no cuenta por lo de hoy -le mostré la lengua y agarré ahora un trozo de pastel. Saboree la cuchara como si esperara obtener algo de ella, dios, soy un pervertido, pero es lo más cerca que estaré de besarla. Aunque hace un rato no me dijo nada cuando fue en la mejilla, ¿qué pasaría si lo hago en sus labios? Y terminé mirando su cara. Es pequeña, sus labios también son pequeños pero lucen bonitos en ese tono rosa.
Sentí una ligera decepción, esa respuesta fue tan simple. Pero ella parece querer decir algo más.  Y vaya que lo hace, aunque no de manera apresurada pero empieza a enumerar un montón de cosas que lo único que hacen es ponerme más feliz. Terminé soltando una carcajada y me tapé la boca mirando al lado contrario, y cuando pude calmarme la volví a ver.
-Pero qué diablos, eres tan linda -seguí riéndome, no me estoy burlando de ella para nada, solo me parece tierna, demasiado tierna- dijiste que no pensabas nada pero la verdad terminaste soltando un montón de cosas -solté un suspiro y puse la vista al frente, no pensé que podría pasarmela tan bien, casi pensaba que la estaba arrastrando a la fuerza conmigo- lo siento, por causarte problemas aquella vez, y también por tocar tu pecho. Bueno, no sé si realmente siento eso -busqué su reacción y me mordí el labio- pero definitivamente no fue intencional -y esta vez es verdad, todo fue un accidente y seguro ella lo sabe- pero actuaste tan cool, manteniendo todo en orden, eres admirable -me acerqué a ella y tomé su cara con ambas manos. Me quedé unos segundos pensando en que quería besarla, demasiado- tienes unos cachetes muy bonitos -terminé haciendo un par que pellizcos muy leves y regresé mis manos a la mesa.

No se si sentirme especial, no creo que alguien deba sentirse especial porque otra persona trae desorden a su vida. Pero por un momento sonreí a causa de esas palabras.
Me debo estar volviendo loca para emocionarme de tal manera por algo que cualquier otro día con cualquier otra persona, seria una molestia.

-pero- no se que decir al respecto, siento que no importa las cosas no saldrán como yo esperaría. Con el creo que nada me saldría según lo planeado, tal vez es por eso que me hace sentir se está manera, el significa inswrtidimbre - está bién-  termino sólo aceptando, porque es muy probable que esto sólo quede en palabras al aire.

El suelta esa carcajada y yo cierro mi boca apretando mis labios un poco molesta, ¿que he dicho que sea tan gracioso?
- bueno, es que... Debe ser por el alcohol- obviamente no, el alcohol aún no hace efecto, pero quiero excusar mi lengua floja de alguna manera - ¿linda?- digo recordando lo que me dijo antes que yo ignore por la vergüenza de haber hablado de más.
Aunque me pongo nerviosa no me sonrojo con facilidad, aún así cuando lo escucho decir que no siente ese contacto inapropiado siento como mi rostro arde hasta mis orejas.
- gracias- mi ritmo cardíaco se dispara cuando sus manos tocan mo cara pero luego sólo me siento incomoda porque sielta esas palabras u creo que yo absurdamente esperaba algo más... Pero que idiota soy.
-ah- no tengo otras palabras para decir. Aprieto mis labios y estiro mi mano para acercar ml copa a ellos, ahora no bebo tan rápido, sólo soy un par de sorbos, me siento enojada.
Ni siquiera le conozco, pero estoy dejando que mis hormonas tomen un control que no deberían. Esto no es una cita, y él no es como cualquier persona, es diferente a cualquiera, no creo que sea algo que pueda manejar y aún si dice que soy linda, no quiere decir que le interesó, es probable que el sea así con todas.

Aceptó, pensé que iba a negarse. Es muy obediente, ¿será porque está borracha? De repente es super seria, y luego tan tímida, y ese reclamo tampoco me lo esperaba pero de alguna forma me gusta. No la conozco, y me entra un poco de desesperación por saber de qué otra manera es, así que tener más de una expresión por su parte me pone inexplicablemente feliz.
-Bueno, entonces ¿me das tu número? -tengo su tarjeta de contacto, e incluso esos teléfonos que pone en su página web podrían servir. Pero yo quiero algo más íntimo, supongo que tiene un número para los asuntos personales, ¿no? Quiero que ella me lo dé, o de otra forma voy a parecer aún más un acosador.


Tal vez sí, tal vez ella ya está un poco borracha. No lo sé porque es la segunda vez que nos vemos, pero esa reacción tan linda solo me hace querer molestarla más. No es tan dura después de todo.
-Sí, dije linda. Eres muy linda, tus reacciones son muy naturales. Aunque primero pensé que nunca cambiarías esa cara seria -traté de imitar la seriedad- me alegró ver ese otro lado tuyo. Ah, pero no eres mucho así ¿verdad? Ojalá no… quiero tener un privilegio -me hago conclusiones muy rápido, yo solo vi esa cara de mujer trabajadora, como ella vio mi lado más estúpido, y eso no hace que yo lo sea todo el tiempo… tal vez.


Llamé al mesero para pedir la cuenta y dejé la tarjeta para pagar.
-Vamos a caminar un poco, ¿o quieres que te lleve a casa? -creo… que me comporto como un tipo con su novia. Pero es muy emocionante, y ella no parece que le moleste. No creo que sea por cortesía o que no sepa decir no, es decir, o no sé. Ziba tiene razón, no debería hacerme ilusiones tan rápido con alguien que no conozco, aunque no lo decía por Sora pero… pero igual, si antes me acordaba de ella a cada rato, no imagino cómo será a partir de ahora. Tome las bolsas con ropa y dejé que ella saliera primero, empiezo a sentirme inseguro ahora.

-¿eh? amm, si- ella imaginaba que él debería tener su número, pero lo más lógico era que solo los de la marca que la contrató y tal vez su manager fueran los que tenían su número. Saco una de sus tarjetas de presentación y se la ofreció -Este es el de la oficina y este el mío- explico, aunque supongo que es lógico -no tengo número de casa, la verdad es que solo voy a dormir- no debería de dar tantos detalles de mi vida, creo que solo hago que sea obvio que soy una adicta al trabajo, y aunque es verdad tampoco es que me gusté exponerlo.

-No se de que hablas, yo no soy linda o algo así- comento con cierta indignación, pero por otro lado siento mi corazón dando esos tumbos emocionados en mi pecho. ¡Privilegio? pero que tontería, es simplemente absurdo. Yo solo me he comportado como una tonta y por culpa de eso el ahora piensa algo así de mi.

-no hace falta, yo me puedo ir sola- lo mejor es solo irme. Irme de verdad no solo pensarlo y no hacerlo. No quiero seguir comportándome como una tonta. Al salir del lugar solo estoy pensando que no debo volver a verlo. Si lo pienso detenidamente no tiene caso vernos de nuevo, aun si me gusta, ¿que pasaría si algo se diera? mi familia no lo aceptaría, ¿como se maneja una relación así? y si se tratara de algo casual. La verdad es que yo no estoy interesada en esas relaciones, por eso llevo ya un rato sin salir con nadie.
-tomaré un taxi aquí- detengo mi paso, aunque para mi mala suerte aun no aparece ninguno -no tienes que esperar a que me vaya, puedes tomar tu camino- trato de ser cortes, aunque la verdad solo quiero que se vaya. Me siento como una tonta y la forma en que dijo que soy linda, todas esas reacciones que he tenido, son algo vergonzoso que no quiero sigan pasando y creo que eso solo dejará de pasar si él está lejos de mi.

Sonreí al recibir su tarjeta y me levanté para sacar mi teléfono y anotar ambos números, no quería que por casualidad se me perdiera para siempre. Luego metí con cuidado la tarjeta dentro de mi cartera, supongo que la dejaré como un recuerdo.
-Gracias -estoy realmente agradecido, no sé siquiera si ella acepte salir conmigo de nuevo. Yo suelo tener días muy ocupados e imagino que ella igual, pero tengo la esperanza que algo pase. Me emociona saber que tal vez pueda llegar a interesarle.


Me causa gracia que niegue su belleza, pero debe ser vergüenza, o tal vez no es como la mayoría de las chicas que se sienten tan soberbias por su físico.
Al llegar a la acera ella me rechazó, pensé que esta vez también me diría que sí, pero supongo que ya tuve demasiada suerte hoy.
-De acuerdo -ugh, yo quería llevarla hasta su casa y tal vez ver cómo vive, tengo curiosidad. Y no sé, me hice historias estúpidas en mi cabeza que tal vez ella podría invitarme a entrar y… bueno, no pasará, mejor me resigno y me llevo bien este día en lugar de presionarla tanto, ya hizo demasiado por mí y mis caprichos- no, esperaré a que te vayas, yo también tomaré un taxi así que abordaré el siguiente que pase -creí que podría pasar otro rato ahí pero pronto un taxi se acercaba a nosotros- ve con cuidado -dejé las bolsas en el suelo y le ayudé a abrir la puerta, luego de que ella entró y estaba por cerrarla, la detuve y me agaché hacia adentro- cuidate, Sora -me recargué del asiento de adelante y me acerqué a sus labios para darle un beso muy corto, sentí mi brazo temblar un poco y me levanté cerrando inmediatamente la puerta. Vi como el taxi se alejaba, no pude distinguir más allá de su silueta y cuando desapareció, tomé mis bolsas y comencé a caminar, quiero un poco de aire para procesar lo que acabo de hacer y el porqué.

El solo no se va, y al menos así ya se una cosa de él, es demasiado terco aunque tampoco es que yo insista demasiado porque no quiero ser grosera.
-de acuerdo- digo un poco seria, pero al menos mi suerte parece mejorar y un taxi aparece por fin. No esperaba a que el abriera la puerta del auto pero me ha ganado así que con un pequeño movimiento de mi cabeza le agradezco y subo al auto dando mi dirección al hombre, intento jalar la puerta para cerrarla pero no puedo.
Salem se inclina y se acerca mucho y todo pasa tan rápido que ni siquiera el sonido de la puerta cerrándose me hace entender lo que ha pasado.

Llevo mis manos a mis labios, siento como la sangre bombea por mis venas que siento el pulso en mi cuello, trago saliva y paso la punta de mi lengua por mis labios. Luego toso un par de veces intentando calmarme.
-¿por que me besó? - bajo la ventanilla, buscando que el aire golpee mi rostro porque me siento... la verdad no se como me siento -no pudo volver a verlo- me digo determinada, pero mi determinación no hace que la emoción abandone mi cuerpo.
Comenzaré a tener citas, tal vez debería aceptar que mi abuela se encargue de eso... pero seguro que dice que no puede ayudarme porque nadie querría a una mujer como yo.
-pero le gusto a Salem, ¿no? pero lo hace con tanta naturalidad... debe ser un mujeriego. Definitivamente no lo volveré a ver- repito y noto entonces la mirada del taxista, me mira por el retrovisor y obviamente creo que piensa que estoy loca, así que solo cierro mi boca y me guardo mis pensamientos solo para mi. Estoy un poco mareada, creo que por estoy hablando tanto. Al llegar a casa me daré un baño y descansaré, no es tarde pero intentaré dormir temprano, mucho temprano y no quiero despertar hasta mañana.