Swayed [Aaren]

Hoy es el cumpleaños de mi madre. Pese a que es una mujer que disfruta de las fiestas de gala, y de la vida en sociedad, la discreción es algo de lo que parece disfrutar.
Hoy ha dicho que solo quería una cena en familia, incluso me parece que ha llamado a Aaren para que venga y yo, pues no he podido salir. Obviamente no invité a Evan, seguro que mi nuevo padre lo rechazaría de inmediato, no parece alguien de mente muy abierta, y mi madre, pues ella vive de las apariencias, y nunca disfruté mucho del tener que mantener mi relación con Khaled siempre oculta en una amistad.
Una pequeña punzada en mi cabeza me hace soltar un quejido, siempre que pienso en Khaled comienzo a sentirme mal. Creo que todas mis dudas sobre su desaparición no me pueden dejar en paz. Y algo de culpa a ser ahora feliz con una nueva persona. Me sorprendo de la rapidez con la que me he enamorado de Evan, pero es un hombre maravilloso, me hace sentir muy especial, y con él no tengo que preocuparme por mi pasado, porque a él no le importa ese tiempo que no recuerdo.
No me he arreglado demasiado, y como tengo algo de frío me pongo una sudadera, no es de lo mejor de mi estilo, pero aun así creo que me veo bastante bien. Lo que si cuido es mi cabello, pues el que sea tan lacio creo que a veces hace que me vea un poco sin gracia. Antes de bajar me pongo unas gotas en mis ojos y guardo una pequeña ampolleta para cuando haga falta ponerme más, para que mi ojo no se sienta muy seco por causa del lente. Mi madre ha puesto especial interés en que no olvide ese detalle. Por mis dolores de cabeza he usado un poco menos el lente porque siento como si me lastimara más, y se lo mucho que ella detesta ver mis ojos de esa manera. Y yo no entiendo del todo, pero creo que a veces olvido lo mucho que a mi también me desagrada.

Al bajar se escucha la música, mi madre ama la música instrumental, así que una melodía bastante agradable de un piano suena en el lugar. Ella me dedica una mirada un poco acusadora.
-Eres tan guapo y no le sacas provecho- me dice cuando se acerca, y nos abrazamos.
-no me puse tan guapo para que toda la atención se centre en ti. Felicidades- le digo dejando un beso en su mejilla.

Meier:

Mi padre me llamó para que fuera a casa a celebrar el cumpleaños de mi madre. Me sorprende esa imagen de padre de familia que él adoptó poco a poco desde que se casó con ella. No me molesta, pero inevitablemente me siento extraño ya que nosotros nunca nos comportamos así. Él siempre fue un hombre frío, y por eso yo tengo un carácter similar. Pero la presencia de ella lo ha hecho más accesible. Incluso ha dejado sus exigencias un poco, y de vez en cuando me pregunta sobre mi bienestar personal. Eso no ocurría, tal vez se deben a lo que la gente llama como “presencia femenina”.

Me puse una ropa casual pero que me hiciera ver bien, sé que Mei y yo no hablamos mucho pero sigo teniendo esa necesidad por verme atractivo para él. He ido un par de veces a comprar ropa y es a Karin a quien le pido ayuda, creo que realmente dependo de ella. Pero no parece molestarle, y no soy una persona muy considerada honestamente. Además, desde que pasó el accidente no tengo quien me ayude con eso, y yo no soy muy afanado por salir de compras.
Salí de casa con llaves, celular y cartera en mano. Estoy nervioso. Pero creo que debo dejar de huír de él. Además, hoy es un día dedicado a mi madre, quiero que mi concentración se enfoque en ella. También llevo el pequeño regalo que compré para ella, aunque es más bien un regalo de mi padre, pues he utilizado su dinero y es quien insitió en el detalle.

Llegué a casa y saludé a mi padre, luego caminé a ella y le di un abrazo.
-Feliz cumpleaños -le entregué después esa cajita con la gargantilla, pero ella lo dejó sobre la mesa de la sala, tal vez lo haga después. Me hizo un pequeño reclamo por mis visitas distanciadas, y sonreí sin excusarme. A mi padre le he dicho lo ocupado que me tiene la universidad, y creo que también está al tanto que ahora tengo más vida social. Pero al no dejar mis responsabilidades de lado, me deja un poco ser así por ahora.
-Meier -levanté mi mano y caminé hasta él. Todavía siento mi corazón latir rápido. Es extraño, porque siendo honestos mis reacciones no eran así cuando nosotros estábamos juntos- ¿cómo estás? -de nuevo hago una plática común, y estiro mi mano para saludarlo apropiadamente. Quisiera abrazarlo, ¿hace cuánto que no lo veo? Pero no quiero ser invasivo.
Pasamos al comedor donde la cena ya estaba servida,  mi madre abrió el regalo que le di y agradeció con un gesto honesto. Me agrada ella, es una mujer admirable con objetivos fijos, y creo que su amor por mi padre es honesto.

Aaren llega a la casa justo a tiempo, es extraño verlo. Cuando recién salí del hospital creo que pasaba más tiempo cerca, pero poco a poco se fue alejando, supongo que nunca fuimos cercanos y solo hizo lo que se supone que hace la familia.
Aunque eso no me hace sentir menos mal sobre los pensamientos que he llegado a tener sobre él. Es muy extraño, no se porque tengo pensamientos tan... explícitos. Me siento realmente una muy mala persona. Amo a Evan y no puedo evitar a veces tener esas fantasías con el que es mi hermano.
-Ho, hola- le saludo nervioso al notar como se acerca y con torpeza correspondo su gesto -Bien, ¿y tu?- le pregunto evitando su mirada, tengo miedo de que mis pensamientos puedan ser descubiertos en mi mirada.

Había pasado por alto que Aaren trajo un regalo a mi madre, hasta que en el comedor, ella comenzó a abrir sus regalos. ¿Por que hay regalos? no entiendo eso. Pensaba que hoy sería como todos los cumpleaños que recuerdo. Un día de la familia reunida, antes solo éramos mamá y yo, comiendo, el regalo era pasar el día juntos. ¿En que momento cambio eso? no lo entiendo, y me siento mal. De nuevo es como no ser parte de esta familia.
-¿desde cuando damos regalos?- pregunto enojado a mi madre. No puedo solo fingir que no pasa nada, no soy bueno ocultando lo que siento, mucho menos luego del accidente -pudiste decirme que las cosas cambiaron- le reclamo porque estoy cansado de que ella espere a que yo recuerde todo -creo que no tengo ganas de cenar- me levanto de golpe haciendo ruido con mi silla sin importarme.
-Hijo no es importante, son solo regalos.
-¡NO! no son solo regalos... es todo madre. Obviamente yo no soy la persona que esperan tener aquí, ustedes esperan al Meier de antes del accidente, porque no me dicen nada, no me explican como han cambiado las cosas, solo me dejan a la deriva esperando a que solo regrese esa persona- siento un gran nudo en mi garganta, y no me preocupo por escuchar las palabras de mi madre o de nadie, solo me giro y subo corriendo a mi habitación. Pienso en llamar a Evan y pedirle quedarme con él esta noche. Pero antes comienzo a buscar en mi cajón la llave que me ha dado de su departamento, pero las lágrimas en mis ojos apenas y me dejan ver lo que tengo en frente así que comienzo a lanzar al suelo las cosas del cajón.
Pero al final solo termino sentado en el suelo, con mi rostro hundido en el colchón con el que ahogo un par de gritos de frustración.

Ni me di cuenta y terminé sonriendo cuando respondió. Creo que oarezco emocionado por el simple hecho de verlo, pero es porque ha pasado tiempo desde que nosotros hablamos. Y me gustaría poder a partir de ahora tratarnos con normalidad, pero mis sentimientos se siguen interponiendo.
-Bien, gracias -aunque a veces siento queme evita. No sé si es porque yo actúo así y me vuelvo paranoico o realmente él está evitandome. Pero no quise presionar, tenemos toda la noche para charlar.

Comenzamos a cenar y de repente Mei soltó un comentario en tono molesto. Y al mismo tiempo, los tres dejamos los cubiertos y prestamos atención.
No pensé que ese detalle podría molestarlo tanto. Yo no soy una persona dada a esas cosas, pero mi padre me aconsejó ser más atento y por consecuencia le traje un obsequio. Y él creo que lo hizo porque es la mujer que ama. No pensé que para Mei resultara tan molesto algo tan  mínimo y superficial. Nosotros solíamos regalarnos algo en nuestro cumpleaños, o a veces de manera espontánea. Realmente me sorprende su reacción y pienso que es un tanto exagerada, pero a la vez me hace darme cuenta que hay un Meier que desconozco. ¿Es realmente lo que pensaba antes? A veces olvido que él es alguien de mente mucho más joven. Los años pueden cambiar radicalmente tu vida.
Me quedé en silencio y volví la vista al plato. Mi padre me enseñó a ser alguien prudente, y no tengo responsabilidad sobre esto. Además, ¿cómo podría arreglarlo? Yo tanpoco sabía sobre eso.

Se retiro de la mesa y dejó un incomodo silencio que poco después ella rompió con una disculpa. Mi padre intentó calmarla y supe entonces que la supuesta cena en familia había terminado.
-Lo lamento, no sabía que eso iba a crearles un conflicto -se que no recae solo sobre mí, pero me siento un poco culpable.
"No es tu culpa. Fue un descuido de mi parte. Lo olvidé totalmente".
Ni siquiera tengo ya apetito, pero sería descortés irme ahora. Sin embargo mi padre me pidió subir a donde Meier para intentar apaciguar las cosas. No estoy seguro de qué tan bueno sea, pero sus órdenes son algo a lo que no me puedo negar.
Dejé el comedor y subí hasta su habitación. Frente a su puerta me detuve a pensar en qué podría decir. Cómo iba a calmarlo o si realmente yo podía lidiar con esto. Todavía no sé cómo confrontarlo sin ser ta  obvio con mis sentimientos.
-Meier - toqué un par de veces la puerta y abrí despacio, afortunadamente no estaba asegurado. No acostumbro a entrar sin permiso, pero al verlo sobre el suelo sentí ese impulso por correr a él. A pasos lentos entre cerrando la puerta tras de mí,  y me agache junto a él. De nuevo no sé qué debería decir, no me gusta verlo llorar- lo siento. Por favor, no llores -acerqué mi mano a su cara para limpiar sus lágrimas, y  me quedé sentado en el suelo en la misma posición que él.

Mi familia nunca fue perfecta. Tuve un padre demasiado deficiente, era un mal padre, un mal hombre, ni siquiera era un buen empresario. Siempre estuvo ausente en mi casa. Luego de eso cuando mi madre decidió dejarlo, comenzamos esa costumbre de tener nuestro día especial en nuestros cumpleaños. Ni siquiera por Khal intenté cambiar esa costumbre entre nosotros. ¿Pero en que momento cambio? detesto no entender como funcionan las cosas en lo que debería ser mi hogar.
Entre mis sollozos no pude notar la voz de Aaren. Solo de pronto veo su silueta borrada en la habitación.
¿Por qué está él aquí? Le miro con estupor mientras limpia mis lágrimas. De todos los que estábamos en la mesa, no pensaba que él aparecería aquí.
-es que tu no entiendes- le digo cuando se disculpa. Realmente nadie tiene la culpa de nada, supongo que todos actúan como lo harían normalmente, el problema como parece ser desde que desperté; soy yo -¿En que momento cambiaron las cosas? no lo entiendo como es que todo es tan diferente a lo que yo recuerdo.
Ya debería saber yo, que no importa lo que diga, nadie va a entenderme. Ni siquiera Evan lo hace, creo que el solo sabe soportar mis momentos más inestables. Pero realmente no comprende lo que me pasa, pero al menos con él siento que no debo llenar algún vacío que mi perdida de memoria dejara entre nosotros. Es la ventaja de no tener un pasado entre nosotros.
¿que haces aquí? no es como que realmente te importe- me siento enojado con él, no por lo del regalo, creo que es porque ahora aparezca aquí, limpie mis lágrimas como si le importara -solo tomaré mis cosas y me iré, para que puedan tener su cena en familia- he tratado de sonar calmado, pero mis lágrimas ni siquiera han dejado de salir.
Intento levantarme pero piso algo de lo que he tirado al suelo y termino casi en el mismo lugar donde empecé.
-¡¿por qué no te vas?!- le pregunto levantando la voz casi llegando a ser un grito. No sé porque, me siento tan enojado con él, no sabía cuanto, pero ahora que estamos solos no puedo dejar de sentir mi enojo y comienza mi particular maldición. Ese dolor de cabeza que me hace tomar mi cabeza entre mis manos. El dolor se vuelve casi insoportable que no puedo mantenerme erguido. Mi espalda se encorva tanto que mi frente puede tocar mis rodillas.
Por un instante levante mi mirada buscando a Aaren, se ve tan borroso, y quiero decirle algunas palabras, pero no se que palabras son. Todo se hace tan borroso en algún momento que se vuelve pura oscuridad.
No lo noté como de costumbre, pero terminé desmayado a causa del dolor...

No tengo palabras para confortarlo, yo tampoco conozco esa parte de él que olvidó. A pesar de ser tan sociable siempre fue reservado, y yo no preguntaba nada. Las cosas más dolorosas para él que decidió compartir conmigo fue por cuenta propia, porque siempre he sido un poco cobarde.
Me quedé en el suelo sin poder responder. Decirle que lo entiendo es mentira. Estoy frustrado, pero es obvio que quien más sufre en todo esto es él.
-Claro que me importas -sentí una punzada en el pecho. Mis palabras deben perder credibilidad porque en este tiempo no he hecho más que evadirlo, pero tengo miedo de lastimarlo, y por supuesto de salir más herido de esto. Esta situación superó lo que yo estaba acostumbrado a manejar, y me hizo pensar cuan complicadas son las relaciones y lo bien que estaba antes de involucrarme tanto con la gente.  A veces extraño ese tiempo en que solo tenía que quererme y preocuparme por mí mismo, pero tampoco me arrepiento de todas las cosas que vivimos juntos- no digas tonterías -me enfada, pero creo que ese enojo va dirigido a mi inutilidad en esta situación. No soy capaz de calmarlo para nada, por el contrario solo parece que empeoro su humor.
-¿Meier? -me sorprendió tanto ese reclamo y aún más su forma de actuar, me puse de pie,  pero por inercia seguí sus movimientos al notar su inestabilidad- oye, Mei -mi voz suena nerviosa, y de un momento a otro el cayó al suelo. Me quedé quieto sin saber qué hacer. Por mi cabeza pasan un montón de ideas fatalistas y mis manos comienzan a temblar- ¡Papá!  ¡Necesito ayuda! -es mi propio grito el que me saca de ese trance, e intento levantarlo del suelo tomandole por el costado. Para cuando ellos aparecen en la puerta yo todavía intentaba levantarlo del suelo. Mi padre me ayudó a colocarlo sobre la cama. Su madre soltó un suspiro preocupada y salió de la habitación por el kit de emergencia. Una vez que lo recostamos sobre la cama y ella volvió, puso una botella de agua junto a la cama, le tomó algunos signos vitales y dejó unas pastillas junto al agua. No entiendo qué pasa, ni siquiera sigo el ritmo de ellos, pues a pesar de que él colapsó de la nada, no se ven tan preocupados como yo.
-¿Qué pasó? -son muy pocas veces las que pierdo el control, y ahora sueno muy nervioso- ¿no deberíamos llevarlo al hospital? ¿Qué pasa si tiene algo malo? Va a despertar, ¿cierto? -me sentí asustado de que nuevamente le pasara. Pero mi padre me calló con esa mirada fría.
"Estás siendo imprudente"
Cerré mi puño molesto y agache la vista al suelo. Luego su madre comenzó a explicarme que no era la primera vez que pasa esto, el porqué y que, pese a todavía estar en tratamiento y estudios, son secuelas comunes en los casos así.
-¿Por qué no me dijeron nada? -sé que mantengo poca comunicación con ellos, pero cada vez que llamo es para preguntar por él, y la respuesta es casi siempre la misma, nunca me explican sobre nada.
"No vienes a casa y, ¿aún así nos reprochas por no mantenerte al tanto?"
Me sentí mal y sorprendido. Ella nunca me habló de esta forma, y mi padre se quedó en silencio. No controle mis reacciones y por eso ella se molestó conmigo.
"¿Qué fue lo que le dijiste? ¿O es que se puso así por lo que pasó hace un rato?"

¿Yo? Solo me pidió que me fuera. ¿Es mi culpa? ¡Ni siquiera le hice nada! Fue por esto que evitaba venir. Pensé que lo estaba tomando con calma, ¿dónde me equivoqué?

"Lo siento. No recordé nuestro acuerdo. Cuando Meier era más joven, nos dedicabamos el día entero como regalo de cumpleaños. Para ambos era importante, pero las cosas cambiaron luego... Yo también había olvidado esa significativa tradición. Lo siento"

La última disculpa fue exclusivamente para mi padre. Yo ni siquiera tenía idea. Algo tan insignificante para mí y tan importante para él. Me acerque a la cama y me agache para poder tomar su mano, y me quedé mirando su cara dormida. Ellos me pidieron que lo dejara descansar, para mi padre solo parece que yo me apegue demasiado a él y por eso me puse tan nervioso. Ninguno intentó alejarme, pero me advirtieron sobre no despertarlo y dejarlo tranquilo lo más pronto posible.
-Mei, no me olvides de nuevo -cuando ellos se fueron me quedé sobre el suelo- lo siento por ser tan cobarde. Pero por favor, no te alejes más de mí -se que soy yo quien lo evita. Y que actúo con un poco de indiferencia con él. Pero temo perder el control y presionarlo o decir algo que pueda afectarlo. Hoy no dije nada, y aún así terminó perjudicado. ¿Cómo debería tratarlo a partir de ahora? ¿Por qué no puedo ser simplemente el apoyo que necesita? No puedo evitar desearlo como antes, y odio no poder avanzar de ahí.

Claro que no le importo, eso es mas que obvio que no siente nada por mi. Solo está por compromiso. Es como mi padre, el solo aparece o llama cuando quiere que mi madre le de dinero. Pero yo no soy nada para él, si no significo nada para mi propio padre, mucho menos para alguien que conozco de apenas unos años y con quien obviamente no tengo una relación cercana.
¿Es una tontería querer estar con la única persona que me hace sentir bien? Es desagradable tener que estar en "familia", no paro de sentirme incómodo y ahora mucho más.

Al menos cuando todo se vuelve oscuro, las cosas se calman. Solo estoy yo y el ruido que no está en mi cabeza se va. Desearía no despertar, nunca regresar a donde me siento tan mal. No sé para que desperté aquella vez, debí solo quedarme lejos de ese mundo.
¿De que huía mi otro yo? ¿Era tan malo como para desear escapar? A mi no me gusta mi nueva vida. Y no quiero regresar, no puedo dejar de sentirme mal.

...Evan...

No puedo solo dejarlo, no quiero olvidar nuestra historia como lo hice con Khaled... Khaled, Khaled.
Solo su nombre, hace que ni siquiera aquí pueda sentirme bien. La oscuridad comienza a teñirse de rojo, y veo una silueta frente a mi, me da la espalda y la voz no me sale cuando intento hablarle. ¿Quién es? yo sé quien es, solo lo sé. Estiro mi mano para alcanzarlo, pero no puedo hacerlo, no importa cuanto me esfuerce, y luego ese sonido que lastima mis oídos.
Él está cayendo y sigo sin poder alcanzarlo. ¡Yo quiero abrazarlo! ¿por qué no puedo? Comienzo a sentir la humedad en mi ropa y mis manos, es rojo, todo es rojo, y ese sabor metálico me hace sentir nauseas.
De repente todo comienza de nuevo, pero ya no siquiera intento correr, solo cubro mis oídos para no escuchar ese ruido. Pero es tan fuerte, no importa lo que haga, se que lo escucharé.

Abro mis ojos y me siento de golpe en la cama, estoy agitado. Me siento mal, un nudo en mi garganta no me deja hablar. He tenido otra pesadilla, pero como de costumbre no recuerdo nada, solo me siento muy mal.
-¿mamá?- llamo a mi madre cual niño asustado y unos segundos después comienzo a salir de mi trance. Apenas reconozco mi habitación y veo a Aaren, ¿hoy ha venido a visitarnos? es extraño verlo aquí, creo que nunca lo había visto en mi habitación.
-¿Me desmayé?- le pregunto a Aaren cuando mi mente se ha despejado. Luego de mis desmayos me cuesta recordar lo que ha pasado -¿llevo mucho tiempo inconsciente?- pregunto mientras trato de pensar en lo último que recuerdo.

Le está llevando un rato recuperarse, ni siquiera sé cuánto es demasiado para él estar inconsciente y lo prudente sería retirarme y darle espacio para que descanse, pero encontré la excusa perfecta para quedarme. Me levanté del suelo y caminé al otro extremo de la cama. Comencé a levantar sus cosas y sin poner mucho cuidado, las guarde en el cajón. La reacción de hace un momento me tomó por sorpresa, y el estar frustrado cuando estoy cerca de él ya se empieza a sentir como algo normal. Molesto, triste, entre otros sentimientos negativos. Todo por aferrarme a la idea de un "tal vez" entre nosotros.
Parece que las cosas serán más complicadas ahora, porque inconscientemente me siento más a la defensiva que antes. No puedo encontrar una manera de tratarlo, porque inmediatamente empieza a ser un poco amable, comienzo a ambicionar más de él.

Solte un suspiro y me senté en la orilla de la cama. Quiero que despierte, pero si lo hace y estoy aquí, ¿se molestará? El miedo a que me rechace o me odie me hace pensar en salir huyendo, pero permanecí allí con un montón de cosas en mi cabeza, jugando con  la llave entre mis dedos, que seguramente recogí de entre sus cosas y no coloqué en su lugar.
Me levanté de golpe al sentir el repentino movimiento de la cama.
-Despertaste -sentí un alivio dentro, y negué con la cabeza esbozando una ligera sonrisa inexplicable- puedo llamarla si quieres -por alguna razón toqué su frente, no tiene fiebre, pero se encuentra muy agitado y le ofreci un poco de agua-[color#=0099ff] media hora, un poco más tal vez[/color] -ellos dicen que son frecuentes sus desmayos, al menos no ha rechazado mi ayuda esta vez, eso parece- ¿cómo te sientes?  ¿Necesitas algo? -tal vez debería llamar a su madre, pero creo que esperaré. De todos modos ella debería estar por aquí en un rato. Dejé la llave sobre el buro y me senté de nuevo en una orilla de la cama. Karin me dijo que fuera más honesto con lo que pienso, y Hannu me hizo pensar en lo que Mei podría sentir en su estado. Ninguno puede adivinar con exactitud, pero si no lo intento la distancia entre ambos se hará más grande. Y por mí mismo no podría haber siquiera imaginado lo que él quiere. Sé que lo que impide que yo pueda ayudarnos a ambos es esa manía mía por aferrarme a las personas. Conozco mis errores y sin embargo, no encuentro cómo remediarlos. Quiero algo, y termino actuando contrario a lo que se supone tengo que hacer. Pero esto está fuera de mi control y experiencia, las dos cosas que más odio no tener.

Escuchar es voz me hace dar cuenta que mamá no está conmigo. Es curioso, de alguna manera siento su voz como algo familiar y al mismo tiempo tan ajeno a mi.
Niego lentamente cuando dice que puede llamarla.
-llamarla es como un reflejo cuando despierto- creo que lo que acabo de decir debe ser patético, la actitud de un niño asustado. Pero aunque ya se que soy mayor, no me siento de esa manera.
Su mano en mi frente me hace sentir extraño y muerdo mis labios intentando calmar mis nervios, solo espero que el no se de cuenta y acepto el agua que me ofrece como pretexto para dejar de mirarlo, porque mis ojos no querían dejar de hacerlo.
No me sorprendo del tiempo que me ha dicho, siempre parece ser mucho más, pero creo que solo es por las pesadillas.

El hace una pregunto la cual yo ignoro al ver como pone mi llave sobre mi buro. Me estiro para dejar el vaso en el mueble y tomo la llave. Soy realmente una persona desagradable, emocionándome por tener a Aaren cerca de mi. Tengo que esforzarme para no arruinar las cosas con Evan.

Los recuerdos de antes del desmayo se comienza a hacer más claros. Me siento avergonzado. Seguro que todos en la casa piensan que estoy loco. Yo mismo creo eso, pero yo no se como lidear con lo que siento, todo me abruma con demasiada facilidad.
-Siento lo de hace rato- aprieto en mi puño la llave, y no puedo dejar de sentirme como un estorbo -Me confundo muy fácil- admito demasiado apenado como para mirarlo a los ojos. Abro mi mano para mirar la llave porque ni siquiera me siento con el valor de ir a pedir disculpas a mamá, pero tal vez el pensar en Evan me ayude, pero no tarda en ser ella la que aparece en la puerta se ve tan preocupada por mi, lo cual hace que me sienta aun más miserable por como soy.
-lo siento, arruiné tu cumpleaños- justo ahora todo lo que hace un rato me hizo explotar, ahora solo me hace sentir triste.
-¿puede cenar Aaren aquí conmigo?- pregunto a mi madre. Ella acepta y dice que nos subirán las cosas, aunque creo que parecía un poco contrariada por mi petición. Pero no se como no se me ocurrió antes. Aun si Aaren y yo no somos cercanos, el sabe algunas cosas de mi, o sobre como es esta familia.
-Aaren, ¿puedes contarme lo que sepas de mi?- le pregunto cuando estamos de nuevo solos, busco mis gotas para los ojos, y solo sigo jugando con mi llave, esperando a escuchar lo que el tiene que decirme.

Al menos parece un poco más tranquilo, y eso me da un poco de calma a mí también.
-Entiendo, entonces me quedare un rato contigo -cuando despertó ese día, le prometí estar allí por cualquier cosa que necesitara, pero realmente hice todo lo contrario. Por mi inseguridad me alejé y evite afrontar lo que tendré que hacer algún día. No significa que ahora no tenga miedo, pero estar con él me hace sentir muchas cosas. No bien, ni completamente mal. Simplemente es una sensación que deseo experimentar.
A pesar de que él evita verme, permanecí atento a sus reacciones. Levanté mi mano para dar una caricia en su cabeza luego de su disculpa.
-Descuida. Ellos me explicaron, así que por ahora no pienses mucho en eso -yo tampoco quiero recordar. Y su disculpa me ha hecho tranquilizar más. Relaje mis hombros y bajé mi mano al notar que su madre había entrado en la habitación. Soy una persona que le gusta tocar mucho a quien quiere o le gusta, al punto en que puedo ser invasivo. Y note la mirada desaprobatoria por parte de ella.

Para mi sorpresa él pide que cenemos juntos, ¿hace cuánto que no lo hacemos? En el pasado se volvió rutinario y dejé de verlo como algo especial, pero ahora mismo me siento feliz por eso. Pero las cosas empiezan a complicarse de nuevo cuando pregunta sobre él. ¿Qué debo decir y qué no?  Soy malo mintiendo, o más bien no soy muy fanático de ello. Supongo que cosas sencillas servirán.
-Pues... eres un chico amante de la moda y las compras, amas viajar en motocicleta. Eres un poco sarcástico y bastante alegre. No puedes dormir con camisa pero siempre debes cubrirte con una manta, además de abrazar siempre una almohada -sonreí sin pensar al recordar su imagen durmiendo. Era lindo poder dormir juntos en mi departamento. Aunque nunca quiso vivir conmigo, pasaba mucho tiempo allí. Tal vez eso fue lo que levantó sospechas en su madre- [cllor=#0099ff]no te gustan mucho los deportes, y amas el ajedrez. Eres un poco temperamental, pero también una buena persona[/color] -me quedé mirandolo. Y note que hablé un poco más de la cuenta. Ni siquiera intenté ocultar el gusto que siento por algunas de sus cualidades, pero tampoco tengo la intención de disculparme- no sé qué más decir -rei nervioso- ahora eres un poco diferente, es complicado para mí adaptarme a ti, a todo en realidad. Siempre he sido torpe en ess aspecto -mi cara se sintió caliente. Es un sentimiento extraño, y desvie la vista a la cama. Comencé a hacer pequeños círculos con mis dedos esperando que no se notara demasiado la temperatura en mi rostro. Tal vez solo lo estoy pensando demasiado.

Me pregunto si se asustó cuando me desmaye, hasta ahora pienso en eso. Yo solo me disculpaba por mi comportamiento, pero creo que las personas siempre se preocupan mucho cuando me desmayo. Supongo que es por eso que aun está aquí, porque no encuentro otra respuesta a su permanencia. Nunca viene mucho, tampoco llama tan seguido.
¿Lo soy? escucharlo hablar de mi es extraño, creo que nadie lo hace porque sienten que es absurdo platicarle a uno sobre uno mismo. Pero para mi es como escuchar hablar de otra persona.
-¿Motocicleta?- cuestiono con sorpresa, pues es algo que no se sobre mi. Mis ojos de nuevo se abren un poco con sorpresa al saber que era alguien sarcástico, no es que nunca lo sea, creo que todo el mundo a veces lo es, pero no pensaba que fuera una característica con la cual se me identificaría.
No me sorprendo por lo que me dice sobre dormir, tal vez lo de la almohada es nuevo, pero lo demás no es diferente a como soy ahora.
-Suena como si fuéramos un poco cercanos- mis labios se curvan en una pequeña sonrisa, como si esa idea me hiciera un poco de ilusión.
Mi sonrisa desaparece cuando el dice eso de adaptarse a mi, supongo que todos se siente igual que él. Miro de nuevo la llave en mis manos, y sonrió, porque al menos aun tengo una persona que no siente esas cosas, que solo me ama por ser quien soy ahora.
-debe ser raro tratar conmigo, como si fuéramos dos desconocidos - dejo escapar un suspiro, creo que no debería descargar mis frustraciones con Aaren, pero yo, ya no se quienes son mis amigos, creo que realmente no tengo a nadie cercano. Antes mi mejor amigo era Khaled, pero creo que ahora, tengo a Evan, pero ahora somos algo más, y siento que si me la paso quejándome el se cansará de mi.

Asentí y sonreí. La verdad a mí no me gusta mucho, le tengo un poco de miedo a la manera imprudente en que él manejaba a veces. Pero hubo unas pocas que disfrute de ir en oaseo con él. Como casi todo, fue una nueva experiencia excitante, y aunque tuve unas cuantas reacciones exageradas por la velocidad, también me divertí.
-Sí, eres imprudente al volante -lo dije como una especie de regaño pero creo que por el tono suave de mi voz no se percibe así. Y me siento un poco feliz de hablar sobre él, de que el observar cada detalle de su persona o costumbres haya servido de algo. Pero no pude evitar sentir esa incomodidad en el pecho. No solo un poco, pero había días que lo sentía tan lejano- éramos muy cercanos -no sé si lo crea, porque para ser tan unidos pensará que soy muy indiferente con lo que le pasa. Ojalá pudiera decirle aunque sea un poco de lo que siento y porqué no lo frecuento, pero suena a excusas.

Comencé a jugar con mis dedos y aparte la mirada.
-Un poco. Aunque así fue al principio, no sabía cómo tratarte. En mi cabeza te había hecho mi enemigo -me rei- pero luego tú te acercaste y después no me despegaba de ti. Soy un poco encimoso a veces -se siente agradable. Tal vez es así como dos hermanos hablan. Compartiendo recuerdos, travesuras. Todo tan sencillo y cálido. Pienso que podría seguir, aunque en el fondo solo comienzo a ignorar ese dolor de nuevo. Pero si eso hace que las cosas entre nosotros marchen con normalidad, tal vez ya sea hora que me resigne- lo siento por estar ausente -dejé la vista abajo. Una disculpa no arregla nada, pero de verdad es complicado tratarlo diferente a como acostumbré. Fue mucho tiempo el que estuvimos juntos. Él se llevo mis primeras experiencias, me enseñó muchas cosas, incluso yo a él. Puedo estar un poco decidido, pero tal vez al salir de aquí no quiera volver en mucho tiempo- deberías quedarte en mi departamento un día de estos, debes aburrirte aquí -no me atrevo a preguntar por sus amigos, tengo entendido que nadie ha venido a verle y no quiero hacerlo sentir mal- puedo llevarte a algún lado, no lo sé. Creo que solo quiero que pasemos tiempo juntos -levanté la vista al escuchar la puerta y me levanté de la cama para ayudar a su madre y a la señorita que le ayuda a acomodar la mesa y acercarlac a la cama.
"¿Te quedarás a dormir? "
Asentí y luego ella dijo que prepararía la habitación de invitados. Parece que no le agradó la idea. Creo que todavía no termina de creerme. Aunque no debió ser muy agradable el enterarse sobre nuestra relación.

Me parece casi imposible creer que yo ande en motocicleta, y mas aun que sea un imprudente a la hora de maneja.
-¿De verdad? quiero decir... yo soy un poco cobarde para esas cosas- me gustaría saber en que momento cambie tanto en ciertas cosas. Ahora entiendo un poco porque parece ser que como soy ahora afecta a la familia, realmente pareciera que soy una persona diferente a quien estaban acostumbrados y me dan un poco de ganas de conocer a esa persona que era -¿de verdad?- me parece tan difícil de creer lo que me cuenta, apenas y hemos estado en contacto desde que salí, supongo que debe ser verdad -¿por eso no vienes casi? porque ya no soy a quien recuerdas- yo mismo me contesto la pregunta.

-¿tu enemigo? ¿pero por qué?- le pregunto tal vez con demasiada ingenuidad, pero desde que me hice amigo de Khaled yo cambie mucho. Quise tanto ser mejor persona como él. Antes de él, no era mas que un niño caprichoso que disfrutaba de humillar a todo aquel que considerara inferior. Pero Khaled me enseñó que eso, ni el dinero de mi familia me volvía superior. El me ha hecho cambiar tanto -¿en serio? me alegro de saber eso. No me gustaría llevarme mal contigo, no se porque, pero la idea de eso me hace sentir un poco triste- le confieso con la mirada baja por la vergüenza que siento ante mis palabras.
Niego con la cabeza como si no fuera necesaria escuchar su disculpa. Se que para nadie está siendo fácil nada de esto.
-Pensaba que solo no éramos cercanos, y que por eso no venias, pero también entiendo que no es fácil si éramos tan cercanos como dices- la verdad quiero ser maduro con todo esto. Pero francamente me falta mucho para serlo, solo basta con ver todas las veces que pierdo la cabeza por cosas como las de hace rato.
-Sería divertido, la verdad no paso mucho tiempo aquí, porque mamá me hace sentir culpable por no recordar. Ya no lo dice, pero se que todo el tiempo está esperando que yo solo regrese a ser el que recuerda- comento un poco desanimado. Yo amo a mi madre, es una mujer maravillosa, pero también es algo complicada, tiene ciertas manías que ahora no se como manejar y me hace sentir mal constantemente.
-¿seguro? la verdad es que ahora no soy una persona fácil de tratar- me ilusiona un poco la idea de pasar tiempo con él poder conocerlo, pero el problema es que ya nos conocemos... ¿no será incomodo? y esta ese otro detalle que no puedo ignorar, Aaren me gusta mucho, y me asusta un poco que si nos conocemos más, pueda gustarme más. Aunque el que me guste no significa nada, mientras mi corazón sea solo para Evan, todo está bien ¡no?

Le mire con una expresión casi tan sorpredida como la suya. Es muy diferente al Meier que conozco. Me hace sentir más alejado, pero creo que ahora es un poco más tierno que antes. Es raro porque no pensé que me referiria a él con esa palabra.
-En serio -parece que hablamos de un viejo conocido mío, pero sus expresiones compensan lo que me puede hacer sentir mal. Todavía me gusta, mucho. Lo quiero, por supuesto. Aunque no hubiera pasado nada entre nosotros, yo de todas formas lo querría mucho. Me ayudó a cambiar y comprender cosas de los demás y de mí mismo. Pero lo que ahora siento por él es muy fuerte y confuso. Me emociona verlo tanto como me lastima, me gusta su actitud más relajada y también su forma honesta de expresarse. No es que él fuera un mentiroso, pero ahora es mucho más inocente tal vez.

Me rei ignorando su anterior pregunta.
-Porque me sentía intimidado con tu presencia. Ah, pero ese pensamiento duró muy poco, menos de un día para ser exactos -no puedo evitar sonreír por recordarlo. Y de allí parten un montón de recuerdos más sobre nosotros. Lo que hicimos, las veces que nos enojamos y cuando... cuando teníamos sexo. Pero en algún momento dejó de ser solo sexo, ¿no es así?- no venía a visitarte porque no sabía como confrontarte o qué decirte. Nunca he sido bueno con las palabras, y generalmente digo lo que está en mi cabeza y para cuando lo he analizado, ya solte alguna tontería -hice una pausa intentando guardar palabras inadecuadas, pues no creo que le agrade saber la relación que tuvimos- y no es que no quisiera ver quien eres ahora, en realidad ver que puedes llegar a ser muy calmado y tierno me pone feliz. Pero como te dije antes, soy un poco invasivo -porque quiero besarte y abrazarte de nuevo- no quiero incomodarte y que después pienses que tomo mucho de ti -no quiero que me rechaces, por eso preferi prolongar cualquier platica entre nosotros- pero aun así te extraño -me quedé callado luego de eso. No debe sonar raro, somos hermanos y cualquiera sentiría eso por su familia, pero no sé si sone demasiado serio al respecto. En primer lugar no planeaba decirlo.

-Oh, entonces -el tema, debería desviarlo- puedes ir cuando quieras. Y también te daré mi número de teléfono por cualquier cosa que necesites -no sé si su madre se lo ha proporcionado ya, aunque dudo que quiera dejarnos a solas por mucho tiempo, y si él no pasa mucho tiempo por aquí entonces creo que menos querrá que esté conmigo- seguro, ya estoy un poco consciente de los riesgos. O tal vez no pero aún así quiero que te quedes conmigo algún día o por lo menos vayas a visitarme -el que estemos completamente solos no indica nada, ¿no es así? Soy solo yo quien lo piensa demasiado- ¿has salido con algún amigo? Dices que no estás mucho en casa. ¿Cómo va la universidad? También puedo ayudarte a estudiar -al final terminé preguntando, pero tal vez alguno de los chicos supo controlar la situación y se acerco nuevamente a él.

Me hace sentir algo triste el tener que hablar sobre mi, como si se tratara de otra persona. Parece que he cambiado y de nuevo el no saber porque, me hace sentir un poco vacío. Siento un poco de miedo ante lo que he perdido, creo que me asusta la idea de recuperar lo que he perdido, ni siquiera estoy seguro de si me gusta la clase de persona que me dicen que soy, creo que soy un poco como ese niño que gustaba de pisotear a otros.
-Parece que hay muchas cosas en las que soy diferente- una sonrisa apagada se forma en mi rostro. Miro en dirección a mi escritorio donde tengo, esa laptop y un par de celulares que no puedo usar porque no tengo la contraseña. Ni siquiera mis redes sociales puedo usar.

-Fue poco tiempo, eso es un alivio. Pareces una persona muy agradable, sería una lástima que nos llevaremos mal- tal vez no soy tan desagradable como creo que he vuelto a ser. Si puedo ser amigo de Aaren, debo tener cosas buenas.
-yo, lo entiendo, así que no te sientas mal. Al menos ahora se que no es que no nos llevaremos bien- la verdad es que eso si me hace sentir cierta sensación de alivio -¿invasivo? - cuestiono porque el recalca mucho eso sobre él. No puedo entender porque el se preocupa tanto y que quiere decir con eso de tomar mucho de mi, ¿se referirá a mi tiempo? Hay mucho que no entiendo porque lo dice, tal vez porque tengo… no, no soy menor que él…
Pero todo se me olvida cuando dice que me extraña, esas palabras han hecho a mi corazón acelerarse, y me siento emocionado.
-se siente bien saber eso- comento sonriendo y sin percatarme del sonrojo en mi rostro.

Asiento cuando dice que me dará su número, me emociona poder tener otra persona cerca de mi. Es mi hermano y mi amigo, y eso se siente bien.
-Me encantaría visitarte- me siento tan emocionado que me olvido un poco de que debo controlarme. En algún momento he dejado mi llave sobre el colchón y solo quiero mirar los ojos de Aaren. Pero que el me pregunte sobre si he salido con algún amigo me hace calmar un poco mi entusiasmo.
-ah, si, he salido con un amigo. Le he conocido hace poco tiempo, pero es una persona muy agradable, tal vez te lo pueda presentar pronto- no estoy seguro de si Aaren sabe sobre mi sexualidad, pero imagino que no, a mamá no le gustaría nada que yo hablara de eso tan abiertamente -La verdad es que me cuesta mucho, no entiendo nada de lo que veo en la universidad. Me consideraba una persona inteligente pero creo que no lo soy tanto- bajo la mirada apenado.