Swayed [Aaren]

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy es el cumpleaños de mi madre. Pese a que es una mujer que disfruta de las fiestas de gala, y de la vida en sociedad, la discreción es algo de lo que parece disfrutar.
Hoy ha dicho que solo quería una cena en familia, incluso me parece que ha llamado a Aaren para que venga y yo, pues no he podido salir. Obviamente no invité a Evan, seguro que mi nuevo padre lo rechazaría de inmediato, no parece alguien de mente muy abierta, y mi madre, pues ella vive de las apariencias, y nunca disfruté mucho del tener que mantener mi relación con Khaled siempre oculta en una amistad.
Una pequeña punzada en mi cabeza me hace soltar un quejido, siempre que pienso en Khaled comienzo a sentirme mal. Creo que todas mis dudas sobre su desaparición no me pueden dejar en paz. Y algo de culpa a ser ahora feliz con una nueva persona. Me sorprendo de la rapidez con la que me he enamorado de Evan, pero es un hombre maravilloso, me hace sentir muy especial, y con él no tengo que preocuparme por mi pasado, porque a él no le importa ese tiempo que no recuerdo.
No me he arreglado demasiado, y como tengo algo de frío me pongo una sudadera, no es de lo mejor de mi estilo, pero aun así creo que me veo bastante bien. Lo que si cuido es mi cabello, pues el que sea tan lacio creo que a veces hace que me vea un poco sin gracia. Antes de bajar me pongo unas gotas en mis ojos y guardo una pequeña ampolleta para cuando haga falta ponerme más, para que mi ojo no se sienta muy seco por causa del lente. Mi madre ha puesto especial interés en que no olvide ese detalle. Por mis dolores de cabeza he usado un poco menos el lente porque siento como si me lastimara más, y se lo mucho que ella detesta ver mis ojos de esa manera. Y yo no entiendo del todo, pero creo que a veces olvido lo mucho que a mi también me desagrada.

Al bajar se escucha la música, mi madre ama la música instrumental, así que una melodía bastante agradable de un piano suena en el lugar. Ella me dedica una mirada un poco acusadora.
-Eres tan guapo y no le sacas provecho- me dice cuando se acerca, y nos abrazamos.
-no me puse tan guapo para que toda la atención se centre en ti. Felicidades- le digo dejando un beso en su mejilla.

Meier:

-Las personas cambian a veces mucho, y tú perdiste un poco más de dos años de tu vida. Maduraste, experimentaste y conociste otras personas en ese tiempo. Además es imposible ser el mismo siempre -incluso yo cambié desde que lo conocí, aunque no sé si tanto como él. Posiblemente fue la muerte de Khaled lo que le hizo cambiar tanto- no debes pensar en cómo eras. Creo que en el fondo conservas actitudes importantes tuyas.

Se siente bien charlar con él tan tranquilamente. Además no le desagrado como lo pensé hace un rato. Después de todo sigue haciéndome sentir cómodo y por eso puedo ser alguien relajado y amigable.
-Sí. Me gusta pasar tiempo con las personas que quiero. A veces creo que dependo demasiado de ellos y me vuelvo molesto, además tengo una horrible mañan de tocar a las personas por impulso, si alguna vez eso te incomoda, por favor dímelo... -y tratándose de él lo tendré más complicado. Soy ambicioso, y me acostumbré a abrazarlo y besarlo todo el tiempo. Dejar de hacerlo aun cuando estamos juntos y a gusto, es muy difícil.
No esperaba que sonriera, y eso me causó de nuevo mucha emoción. Llevé la mano a mi pecho y sonreí. Es complicado quererlo tanto. En realidad siempre lo fue, tenía presente el hecho de que algún día nos separariamos. Pensé que era buena idea acompañarnos sin desarrollar un sentimiento más fuerte, pero al final dejé de pensar en él como un remplazo o consuelo, y comencé a quererlo con más intensidad cada día. A pesar de mentalizarme sobre controlar mis sentimientos por él, creo que no pude evitar sentir algo mucho más fuerte de lo que esperaba.

Me dio un poco de envidia y alegría al mismo tiempo al escuchar que hizo un nuevo amigo. Pero lo importante es que sea capaz de salir adelante. Con o sin mí tenía que hacerlo. Sin embargo no fue demasiado tarde, y parece dispuesto a dejarme entrar en su vida de nuevo.
-Me encantaría conocerlo. Tal vez quiera acompañarte a mi casa alguna vez. Yo también quisiera presentarte una amiga, ¿te gustaría? Creo que le agradaría mucho y ella a ti -me emociona la idea de poder crear un ambiente agradable para él, pero pensandolo bien, ¿estará cómodo con eso?- oh, pues puedo explicarte algún día, lo que sea. Ya que nuestras carreras se relacionan no será complicado.

No sería como la primera vez que tengo un cambio un tanto radical en mi persona. Pero fue realmente por enamorarme de Khaled que cambie. Aunque éramos amigos, yo no cambié hasta que me di cuenta de mis sentimientos y desee ser una persona que el pudiera mirar con otros ojos. Incluso ahora pensar en eso hace que en mi corazón se sienta una calidez única.
Pero las palabras de Aaren me hacen sentir más tranquilo, al menos se que no me odia por haber perdido los recuerdos de nuestro tiempo juntos.

-está bien, yo te diré si eso pasa- creo que no haya mucho de él que me pueda molestar, siento que me agrada y nada más. Creo que entiendo un poco lo que dice, yo dependo mucho de Khaled. Aunque si lo pienso un poco, creo que he ido demasiado aprisa con Evan, ni siquiera se que pasó con Khal, aunque mamá dice que lo de nosotros terminó desde antes de que se casara, y por eso creo que he decidido seguir con mi vida. Aunque, no tengo idea ¿y si tengo novio? nunca había pensado en eso, han pasado ya varios años y yo podría tener a alguien más. Esa idea me asusta un poco, pero si tuviera, ¿no me habría buscado? además quiero mucho a Evan, incluso a veces lo que siento por él me desborda. El me gusta mucho y lo quiero, pero a veces de la nada, siento todas esas cosas que no puedo contener.

Asiento cuando dice que le gustaría presentarme a su amiga, yo que yo le presente a Evan. No se si debería, no creo poder solo actuar con él como si solo fuéramos amigos. Tenerlo cerca me hace querer tanto besarlo y tocarlo, es algo que me cuesta controlar. La sola idea me hace sonrojar por los recuerdos apasionados de nuestros encuentros.
-¡en serio? - pregunto emocionado por su oferta, no quiero solo perder un semestre solo por culpa del accidente -Eso sería grandioso, aunque creo que necesito mucha ayuda... pero soy inteligente, me esforzaré- complemento con lo ultimo para que no crea que seré una gran carga.

Las cosas están tranquilas ahora, y nos entendemos sorprendentemente rápido. En el pasado me costó demasiado adaptarme a su personalidad, porque de repente cambiaba de humor y se molestaba. Pero con tanto tiempo comoartido supe las cosas que podía evitar hacer para permanecer tranquilos, y supongo que él también aprendió a tolerarme y controlar un poco sus emociones. Tenía miedo de perder ese progreso, pero ahora se volvió tan calmado que me facilita esa parte. Aunque está esa situación de hace un rato, pero supo admitir su culpa. Es algo que al Meier de antes le costaría más trabajo.

-Por supuesto, puedes contar conmigo para eso o alguna otra cosa -me siento feliz por ser útil para él, además podré pasar más tiempo a su lado sin tener que buscar una razón. Al menos así puede que asimile nuestra situación, o tal vez termine más hundido pero, no es peor que no verlo y no saber nada.

Me levanté de la cama y note que no tocamos la comida, no es que tenga mucho apetito, la verdad prefiero seguir hablando con él pero puede tener hambre.
-¿Quieres que te acerque la mesa a la cama o prefieres levantarte? -por fortuna tiene un par de bancos aquí. Agarré la natilla de chocolate y comencé a comerla de manera informal, a pesar de todo ella sirvió algo de lo que me gusta. A veces pienso que fuimos crueles con ella por entablar ese tipo de relación, pero no tengo un arrepentimiento real, es como si no pudiera evitarse y por eso ahora hago caso a todo lo que me dice.

Khaled siempre me mencionaba que tenía que ser buen alumno, porque mi dinero no me salvaría de no ser una persona idiota. La verdad creo que era demasiado idiota cuando no lo tenía a él en mi vida, y muchas veces no entiendo como pudo corresponder a mis sentimientos. De la misma manera que a veces siento que no merezco el amor de Evan.
-gracias- quiero esforzarme. No estoy seguro de si algún día recuperaré mi memoria. He investigado un poco en el tema, y se que hay casos que aun pasando años no han recuperado sus recuerdos, y otros que solo de golpe regresan. Las dos cosas me asustan, pero no quiero limitar mi vida a esperar a ver si eso pasa o no.
-Oh, si por favor, me gusta comer en la cama- comento como si fuera un secreto, pues es un gusto que tomé gracias a Khaled, aunque al comienzo lo desaprobaba por completo, después descubrí que era divertido, aunque a mamá no le gusta nada que lo haga.

Este pequeño momento que hemos compartido, ha hecho que me sienta mejor, he incluso mi apetito se ha incrementado y comienzo a comer con mucha hambre, pero sin dejar de lado mis modales.
-tenía un amigo, a él le gustaba mucho comer en la cama, siempre le peleaba que hiciera ese tipo de cosas, pero la verdad es que es muy cómodo y agradable. Pero no le digas a mamá- comento con gesto travieso recordando con añoranza esos tiempos con mi primer amor.

Aunque sentía mucha hambre, no como demasiado, solo hasta sentirme satisfecho.
-Puedes creer que luego de desmayarme suelo sentirme muy cansado, es raro porque al estar inconsciente no debería cansarme, pero siempre me siento así- le comento dejando las cosas a un lado de mi cama y estirándome para abrir el cajón junto a mi cama, todo está muy revuelto, pero aun así encuentro las pastillas que tomo para dormir -y si no tomo estas, no descanso cuando duermo, aunque a veces ni estas funcionan- creo que mi mejor medicina es dormir escuchando la voz de Evan, creo que gracias a él he podido tener verdaderos momentos de descanso.

Dejé la natilla sobre el buro y moví las cosas con cuidado cerca de la cama. Tomé de nuevo el postre y me senté en la orilla de la cama. Parece que la comida se enfrió un poco, ¿debería bajar a calentarla? Pero él parece hambriento, además no sabe tan mal de este modo. Y verlo tan cómodo ha hecho que eso parezca nada como para preocuparme.

-No le diré -le sonreí y lleve un poco de comida a mi boca. Era algo de lo que no me había percatado. Y quisiera preguntar sobre ese amigo, pero creo saber de quién se trata. Me hace sentir un poco menos el darme cuenta que siempre sera él quien ocupe sus pensamientos y maneje muchas de sus acciones y costumbres, incluso de manera inconsciente. Pero debe ser normal al tratarse de su primer amor.
Terminamos de comer y regrese la mesa a su lugar, más tarde me encargaré de bajar las cosas.
-Debe ser agotador depender todo el tiempo del medicamento -pero después de lo que pasó, está dentro del rango de las consecuencias- aunque dormir sin descansar puede ser algo frecuente en las personas. Claro que tú eres un caso  más grave -y no puedo aconsejarle algo para remediarlo, porque de haberlo entonces su médico se lo hubiera dicho- ¿te sientes cansado ahora? ¿Tu cabeza ya no duele? -me levanté para ponerme más cerca de él y me senté a un costado de él y de frente, y puse mis manos sobre su cabeza, haciendo un pequeño masaje- de las pocas cosas que recuerdo de mi madre, es que a veces me acariciaba la cabeza hasta que me quedaba dormido -no puedo asegurar que eso funcione con él, pero es un gesto tranquilizador y podría relajarlo de vez en cuando. Mis manos bajaron de su cabeza hasta sus mejillas. No pude evitar quedarme viendo su cara unos segundos- si te sientes cansado ahora dímelo, ¿está bien? Puedo arrullarte si quieres -tal vez es algo muy infantil, pero es todo lo que puedo hacer por él ahora.

Lo veo acomodarse en la cama, y solo le sonrío. Yo no había pensando que fuéramos cercanos, pero tal vez por eso me siento como me siento cuando está cerca. No es que me guste, simplemente es que le tengo mucho cariño, tanto que parece que mi cuerpo de alguna manera me quiere hacer recordar lo importante que es mi hermano para mi. ¿Es una tontería? tal vez, suena como el guión de una muy mala película, pero es la respuesta que encuentro a la situación. Al menos hace que ya no me sienta tan raro, después de todo, yo amo a Evan.
-Lo es, la verdad no me gusta mucho tomarlo, me hace sentir raro- comento desanimado mirando el frasco de pastillas en mi mano.
Cuando el comienza a dar esos masajes en mi cabeza yo cierro los ojos. Creo que me habría sonrojado de no ser porque ahora entiendo lo que siento por él. Yo quiero mucho a mi hermano.
-Me siento agotado- admito, aunque la verdad el masaje se siente muy bien y hace que me relaje un poco.
Es extraño escucharlo hablar de su madre, me dan ganas de preguntar sobre ella, pero el hecho de que tal vez ya me lo contó me hace sentir extraño, un poco culpable por no recordar, así que no comento nada al respecto.
-oye no soy un niño- me quejo, pero aun así me recuesto en la cama, y solo dejo mis pastillas en el buro. Tomo la llave que está en la cama y también la dejó ahí.
Cierro mis ojos, de alguna manera siento que con Aaren aquí, yo no tendré pesadillas. Es algo que me ha funcionado al estar con Evan. Él siempre me ayuda mucho, incluso solo pensar en él, se ha vuelto un soporte muy fuerte en mi vida. Pensarlo mientras me voy quedando dormido mi hace sentir un poco más seguro y lentamente me voy quedando dormido.
-Evan- digo su nombre con voz somnolienta cuando me pierdo completamente en mis sueños.

Ojalá pudiera encontrar una forma de hacer su hora de sueño un momento de descanso y no simplemente ver cómo es drogado para tratar de conciliarlo. Es frustrante no ser útil en esto, pero al menos vuelvo a tener oportunidad para intentar disminuir su soledad. Estoy extremadamente feliz, las cosas no salieron para nada mal hoy. Es tonto y egoísta, pero ese regalo sin importancia me dio la oportunidad de dar ese paso que dudaba.

-Solo cierra tus ojos. No pienses en nada, solo en un descanso apropiado -continué masajeando y sonreí por ver que algo tan sencillo lograba relajarlo.
Aparté mis manos de él para que se acomodara bien en la cama, y luego me senté junto a él para pasar mis dedos por su cabello. Es una sensación rara, y ahora lo que más siento es ese anhelo por protegerlo.
Me di cuenta él ya estaba dormido, y me puse de pie en dirección al closet para buscar algo para taparlo. Con el cobertor en la mano, caminé de nuevo a él con la sonrisa en mi cara, no pensé que tendría nuevamente la oportunidad de verlo dormir. Pero toda cálida sensación se escapa en un segundo, y siento una punzada muy fuerte en el pecho.
-Qué... -me quedé viéndolo como hace un rato, pero el sentimiento era diferente. Me siento horrible, ¿por qué él? Te hizo tanto daño, te arrebato tus recuerdos, te utilizó y todavía, ¿piensas en él? Incluso lo recuerdas sobre mí. Lo más espantoso es que después de tanto tiempo siempre fue él, y repentinamente regresa ese odio que tengo presente cada que pienso en Meier. Y he pensado algo sumamente inmaduro, el hecho de que Evan y su existencia han hecho que nosotros acabemos así. Miré el edredon en mi mano y lo extendí para cubrirlo. Me tiemblan las manos, y siento un nudo en la garganta que no sé si el llanto que pudiera sacar es por tristeza u odio. Acerque mi mano para tocarlo pero recordar lo de hace un momento me hace que me detenga, y una expresión de rencor es inevitable en mi cara. Me giré para irme y bajé las escaleras a prisa. Su madre me preguntó si él ya estaba dormido y dije que sí, y también que tenía que irme. Ni siquiera espere que preguntara un porqué, simplemente salí a la calle a tomar un taxi. Quiero irme a casa, quiero olvidarlo, lo que siento, lo que vivimos, hoy, todo. No importa lo bueno que pudo parecer, al final soy... ni siquiera sé lo que significo para él, pero evidentemente ese tipo es ahora y en el pasado, mucho más importante para él.